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Cadoche, S - Violencia Familiar
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lYlALTRATO HACIA LOS ANCIANOS
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MALTRATO HAUA LOS ANCIANOS
El tema del maltrato hacia los anci,;nos es muy compi:;:jo e inter- ! hecho de pertenecer a una familia garantiza el afecto entre los miem-
vienen en él muchos factores, biológicos, psicolÓgicos, de estructura J bros de la misma, lo cual no es cierto. Los afectos se van entrete-
1 jiendo en un entramado de respeto, tiempos compartidos, demostra-
y espiritu¡des, es decir que hay un macrosistema con
y creencias acompañado de un rnícrosistcrna familiar y personal l ciones afectivas, apoyo en momentos difíciles, alegrías compartidas,
\etcétera.
gener;:¡n estas situaciones, las avai:m con el silenCIO e incluso a \
no se consideran violencia a las agresiones que sufre el an- ! "f~víc~i~ª1L.Q..~-P-Ut~/~=-an" es otro mito muy extendido; la idea
no sólo desde la persona que la ejerce sino también desde la I de la provocación tiene dos efectos: por 1m lado, saca del lugar de la
d~ qu ien la su fre.
En la actualidad ha aum¡;ntado la expectativa de vida pero no la en cierta forma, "se lo buscó", y por otro, deja a la victima expuesta
calidad de vid;], y los criterios de envejecimiento tanto cronológieos
lrcsponsabilidad
y en el lugar de alviolcnto,
culpable.1 porque
Hay que "la otra pcrso;1il
estimular la idea,;Cdelo que
m.erccia"
siempreG,
corno clínicos y físicos apuntan a la vejez en relaciÓn con deterioro hay otra opción antes de la violencia, que la violencia es un delito y
y no con crecimiento. Desde lo social, la experiencia y la sabiduría que se pueden resolver los connictos con otras, estrategias y en sistemas
de comunicación no violentos.
serían los resultados de ese crecimiento pero no son tenidos en cuenta.
En esta cu Hura, el abuso hacia los ancianos es más frecuente de lo "La violencia aparece en ciertos se~.torcs" presupone que los sec-
que se supone e incluye golpes, empujones, tirones de pelo, humilla- tores másdesprotegidos-son'rri1s-v¡~lentos con sus familias; no es
ciones, negligencia, abandono, abuso económico y financiero, abuso siempre así, en todos los sectores socioculturales y económicos apa-
sexual, subestimación de creencias y valores, etcétera. rece la violencia, lo que sucede es que en algunas familias puede
esconderse mejor, por pudor, por la vergUenza social o porque acuden
a médicos y psicólogos O a psiquiatras privados y no entran en las
n. Factores gencradores y agravantcs estadísticas.
Ante los episodios de violencia se debe saber que hay factores "~
"L~L!l§litu.ción ..~.ltLc!.?_~ll~jor" es otro mito muy cómodo y que
generadores y factores agravantes de la violencia. ~on factores gene-'l calma las conciencias; en realidad no siempre es así, a veces es
radares: la historia familiar, los modelos culturales, la cultura del poder i necesario y lo más sano para todos, pero en npmer()soscªsgs,t;s._1ll1a
abusivo, la educ~lción, el concepto de amor (frágil y efímero, basado I eXCUSqpara eludi.r.. responsabilidade.s o para guedarse con los bienes
', -.-.,- " ,
del anciano.
en la pasión), la familia actual, el lugar que ocupa el éxito y la plenitud 1,
ecunóm Como todo proyecto, la vida tiene etapas ordenadas y existen re-
etcétera, icas,
que las crisis de sostienen
promueven, los cuidadores, el estrésla de
y transmiten los cuidadores,~
violencia; porql::.}
violencia se aprende. laciones entre ellas; por lo tanto, envejecemos comO vivimos. Si bien
hay una normativa social y evolutiva para 10 que es "normal" para
cada etapa, la sociedad puede. marcar ciertos puntos; se puede desde
nI. Mitos
la familia, la escuela y los espacios de socialización ir generando la
La violenciasc <,¡prende como se aprenden los mitos que son ver- idea de que la vida tiene modificaciones biológicas pero 1ª\leJ.~_z no
es una enfermedad, es un proceso en el que intervienen aspectos bici:'-
dades ~ no se cuestionan y se transmiten de generación en gene-
raciÓn. ¡"Elamorfitial" es uno de esos mitos: suponer que el solo IÓgicC;s,hCrediÚlrios, psicológicos y
sociales.
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}V'lxkL\ ROSA RIVERO
]VLII ..TRATO HACIA LOS ANC1A;>;OS
VII. lndícadorcs
Otra forma de maltrato se evidencia cuando se lo priva de emitir
opiniones, profc:sar su fe o se le impide 3l1lar.lCon frecuencia se ve Es importante conocer los indícadores para una detecciÓn precoz
a hijos con serias oposiciones a los afectos de sus padres, ya sea apropiada, ya que muchos índicadores pasan desapercibidos para la
amigos, parientes o la posibilidad de una nueva pareja. La violencia y hasta para profesionalcsino entrenados en este te 111 a específico.
sexual es más frecuente de lo que sc detecta o acepta, sobre todo en Por lo tanto se deberá considerar:
las mujeres. : - La reducción en las capacidades del anciano.
La violencia en cualquiera de sus formas trae consecuencias en - Las heridas recurrentes.
todos los aspcctos de la petSOII<.ia,gredicla y en su cntolllG; el maltrato - Los daños físicos inexplicables.
crónico genera miedos, detcrioro~a\'anzad?s? represión emoci()11arpá~'" La desnutrición o la deshidratación.
sivídad y panl1ización fa agresión. Una observaciÓn cuidadosa
- Los silencios prolongados.
permite ver el rechazo quesÚfrcrirOs ancianos en nuestra sociedad,
Los cambios en el manejo del dinero.
en el mundo laboral, familiar, económico, y consecuencia de esto es
La indiferencia;
la calidad de vida que llevan. Ése es el modelo que se está dejando
- El. abandono de tareas habituales.
de herencia a los jóvenes.
La falta de intereses como variación de conducta.
Éstos son sisrnos evidentes de que algo está sucediendo y de que
VI. Situación actual
hay que observar atentamente la evolución de estas situaciones.
.. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realizó una encuesta Es fundamental observar para intervenir, P9rque frecuentemente el
en mayo de 2001 que arrojó como dato relevante que el 81 % de los maltrato está siendo encubierto; por lo tanto, les necesarioqueenla I
porteños de mas de 60 años dijo que se siente maltratado; el 66% de entrevista el protocolo permita obtener los dat6'S·ímpréscindible-spara.!
los espacios en .los que menos se respetan sus' derechos serían los certificar el nivel de riesgo en el que está la v[ctima, focalizado en la!
hospitales, obras sociales y sanatorios; el 58% se siente maltratado en seguridad del anciano. La negación tanto en la víctima como en el
la cane, el 55°/.) en los medios de transporte y el 9% en su casa. victimario es una conducta frecuente y se debe tener en cuenta. Una·
vez detectada la violencia hay que considerar si la vivienda es segura,
Otra encuesta realizada desde la Asociación Argentina para el De-
si viven solo\., sí hay alcoholismo u otra adicción, si el cuidador res-
sarrollo Integral de la Familia, en un estudio realizado en 1991-1992,
ponde por el anciano, por su asco, si hay conductas de dependencia,
arrojó datos reveladores en relación con la vida familiar de los mayores
si surgen deseos de institucionalización, si hay aversión al cuidado
de 60 años, realizada en Buenos Aires, La Pampa, Río Negro y Tu-
del anciano, desconocimiento de las características del anciano, ante-
cumán. Los resultados manifiestan que el 80% de las personas a cargo
cedentes de conflicto familiares, indicios de medicación incorrecta,
de ancianos no desea cumplir ese rol. El 90% de las cuidadoras eran
traumatismos recurrentes,· deshidratación, desnutrición, etcétera.
mujeres mayores de 50 años con problemas propios de la edad, soc
brecargadas de tareas, etcétera.
"--Muchas personas que están a cargo de ancianos no están en con- VIII. Abordaje
1 diciones físicas y/o emocionales para hacerla, otras desconocen total-
El aborcl~je implica una bÚsqueda de cambio enla situación que
mente las problemáticas de esta etapa y la mayoría está agotada por
vive el anciano. Esta intervenciÓn exige una mirada integradora desde
otras actividades y problemas personales, a los que se suma el cuidado
el anciano y el nivel de riesgo que corre, el lugar que ocupa la familia,
de alguien añoso.
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:rvfALTRATO H"CIA LOS ANCIANOS
MARíA ROSA R¡vEi/O
delos de familia, de amor, de solidaridad, etcétera. hacer un diagnóstico de situaciók·adec.uadoy un pi"onóstico para actuar
9) Reparar la historia familiar y la comunicación. sin olvidar la importancia de conocer las redes personales e institu-
ciona[es con las que cuenta la víctima.
10) Averiguar si hay situaciones de desern pleo o que conmuevan,
como duelos, mudanzas, internaciones, etcétera.
11) Aumentar el nivel de tolerancia.
X. Entrevistas
12) Informar sobre aspectos del grupo etarío al cuidador.
necesaria una intervención desde varias miradas y que los agentes
Las entrevistas deben ser privadas con cada miembro del grupo
intervinientes .(trabajadores sociales, psicólogos, abogados, psiquiatras,
cte.), desde la interdisciplina, cuenten con la familia, las obras sociales, conviviente y luego evaluar si se hacen encuentros grupales.
los centros de ayuda, etcétera. Hay que relacionar el análisis de la ~ªentrevistacon,eLanci,lno debe ser privada si esto fuera posible;
historia fam iliar del anciano y considerar una visión completa de la no siempre lo es, ya que quienes conviven con él temen dejado solo
persona como tal, de sus intereses y de sus necesidades/tEn los ancianos y que nos brinde información con la que podamos censurar la conducta
es muy extraño encontrar grupos de convivencia que consideren estos que sostienen como cuidadores o que los denunciemos o que pierdan
aspectos: se actúaC9l1l0si los ancianos no tuvieran
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intereses
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fa casa, el trabajo o el dinero que obtienen por el cuidado.
sidades y scles imponen los que se cOl1sidei-an adecuados según la Es adecuado sostener el diálogo con un lenguaje simple y cordial,
suJ:¡jetividad del cuidadox-.~esabeque las institucionesI1ofÚllcionan hacer uha evaluación fís.ica del anciano y un perfil de SLl vida cotidiana
adecuadamente pero lÍay que fomentar la asistencia regular de las pres~ para garantizar su seguridad.
taciones y el apoyo social a la víctima, establecer cadenas solidarias
La intervención profesional no debe altcrar el estLlº«.Q\,:.yiLi~l
..º.el
para los momentos de crisis, estimular actividades recreativas, ofrecer
anciarl9ni reducir su dependencia sino buscar el logro del mayor grado..
tratamiento para problemas específicos, asistencia legal, etcétera.
de a~tonomí::t posible .. , .
Los aspectos relacionados con el ritmo de vida que lleva el cuidador
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:'~'ifAH.L\ROSA H.iVEgO MAlTRATO H,'el.·' l.OS ANCIANOS
XL L. intcrnllción será simultánea: paciente, cuidador, familia Por lo tanto, las condiciones que están sc potencian y si están ausentes
se generan.
La terapia ocupacional, los scrviclos sociales, la fisioterapia, las Conocimientus que un cuidador debe tener:
redes de ayudél al cuidador, etcétera, son instrumentos dc gran ayuda - Pautas posibles de rehabilitación.
y sin los cuales es muy dincil logr"r cambios; debcn ser tenidos en
-- Síndrorncs y problcnláticas típicas de la tercera edad.
cuenta aun en b intervenciÓn privada individual.
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:\tlARf.\ ROSA H1VE!-:.O
M.~LTRATO Il.c\ClA LO, ANCIANOS
Cuando se detecta la problemática de violencia hacia un anciano La calidad de vida depende así de las aspiraciones, necesidades e
intereses del anciano y de sus logros a lo largo de su vida. En esta
es relevante constatar qué grado de conciencia hay sobre el problema
calidad de vida influye el concepto social que se tiene sobre la ancia-
y qué motivación para el cambio se percibe en el medio en el que
nidad, la aceptación del medio, la posibilidad de interactuar con otras
surgió la violencia y el grado de cronicidad del problema, así como
personas, ancianas o no, una buena comunicación de pareja y una red
los vinculos afectivos, la estructura familiar, el contexto socioeconó-
social adecuada que sir~'an de sostén para una buena vejez.
mico y el nivel cultural y de educación.
Si bien el estado de salud puede ser determinante, la calidad de
Estos datos, así como los niveles de riesgo y las posibilidades de
vida inf1uye cn la salud.
cambio, se pueden obtener no sólo con las entrevistas sino también
Es fundamental tener en cuenta:
con miembros de la familia, profesionales, vecinos, etcétera .
. - La historia de vida del anciano,
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M!, L.lR,\TO ¡ os ANCIANOS
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!vr ¡\id A R O S', R l V UW .. .
, cuánto se puede hacer a corto plazo y cuánto no se puede hacer actividad debe estar enmarcada en el análisis dd panorama histórÍco
,o necesitará mucho tiem po para el logro. de los vínculos entre el anciano y su cuidador. La reparación siempre
En tanto se considere el envejecimiento sÓlo desde la enfermedad es posible y formará parte del objetivo de los profesionales intervi"
o la disminución en la posibilidad de adaptación a los cambios, se nientes; ésta se logra mediante la comprensión de los hechos que se
va trabajando a patiir de una revisión de los vínculos. Esta comprensión
estará perdiendo de vista, por un lado, la posibilidad creadora, de dis-
no implica aceptación pero sí ponerse en el lugar del otro y compren-
frute y de placer; por otro, la sensación de soledad y frustración que
derlo, aun no pudiendo justificarlo; esto ayuda a perdonar y a no sufrir
genera carencia de sentido de la vida y que lleva a muchos ancianos
a enfermarse y dejarse morir. El sentido de la vida es fundamental por lo pasado. La reparación incorpora valores de amor, respeto y
solidaridad donde había rencor, egoísmo e indiferencia. También se
para una calidad de vida adecuada; el sentido de la vida va más allá
de la carencia de vigor o de dinero, tiene relación con el afecto, con puede trabajar con el discurso del otro y posibilitar una comprensión
más profunda. Así se limita el campo del cambio deseado y se perfila
la posibilidad de dar, de sentirse libre y de saber recibir lo que nos
brindan los demás; es un ejercicio que acaba con nuestro último aliento. un cambio posible. Acceder a lo posible permite logros que retroali-
mentan el proceso de Cam bio que se va visualizando en el registro de
lo~ hechos, en el seguimiento, control y monitarco de quienes han
XIV. Cambio en los vínculos intervenido en la tarea.
No hay que olvidar la calidad de víctima del anciano mÚs allá de
Cuando se intenta una intervención para el cambio en los vínculos
su bistoria o carácter o situación; no se puede justificar la violencia
entre el anciano y su cuidador, sea éste de la familia o no, se está
y se debe encauzar esta energía negativa para que la víolenc.ia cese;
buscando lograr un objetivo de desarrollo psicosocial y otro de desa-
ésa es la tarea, pero además se dcbe trabajar con el anciano para que
rrollo biofisiológico cuya motivación utiliza la energía como base de
sea generador y receptor de es1e cambio. Por ejemplo, se puede resaltar
aprendizaje. Para estos logros es fundamental el reconocimiento de la
el valor de la reparaciÓn, los cambios producidos en el cuidador, CI1-
persona que ejerce la violenciay un medio favorable al cambio. La
sefíarle al anciimo a no callar, a no ocultar, pero a pedir bien y revisar
violenciase manifiesta enun círculo en el que hay una historia previa,
SliS propios v"lores 'y' qué merece C0l110 persona; 110 importa lo que
una aClllllLtlación de tensiones y una eclosión en la cual se produce
le digan el de lo que le) 8Cllsen, nadie merece ser víctima de violencia.
el episodio violento. Luego suele haber un período de indiferencia o
Otro aspecto relevante es la bCI:;qucda de espacios y motivaciones PSU'a
de calma y arrepentimiento; esto no es lineal y varia en cada caso,
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t'AAI-dA ROSA RrvERO
XV. Bibliografía
I3ANDUTU\, A., Teoría del aprendi:::aje social, Espasa, 1987.
BRONFENBRENNER, U, La ecologÍa del desarrollo humano, Paidós, 1987.
CORSI, J., ViolenciajámiJiar, Paídós, 1992.
Dossier de ]a materia Maltrato a ancianos, Facultad de Psicología, UBA,
20001200].
FRi\.NKL, v., El hombre en busca de sentido, Herder, 1988.
Gerontología Mundial, N° 2, año 2, noviembre de 988.
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