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Los apostatas son personas que aparentan ser creyentes pero que en realidad nunca han experimentado un verdadero cambio espiritual. Aunque parecen cristianos devotos, su naturaleza no ha sido regenerada y eventualmente dejarán la iglesia para seguir sus propios caminos. Los apostatas estuvieron dentro de la iglesia pero nunca fueron parte de ella, y finalmente saldrán para demostrar que no pertenecían al pueblo de Dios.
Los apostatas son personas que aparentan ser creyentes pero que en realidad nunca han experimentado un verdadero cambio espiritual. Aunque parecen cristianos devotos, su naturaleza no ha sido regenerada y eventualmente dejarán la iglesia para seguir sus propios caminos. Los apostatas estuvieron dentro de la iglesia pero nunca fueron parte de ella, y finalmente saldrán para demostrar que no pertenecían al pueblo de Dios.
Los apostatas son personas que aparentan ser creyentes pero que en realidad nunca han experimentado un verdadero cambio espiritual. Aunque parecen cristianos devotos, su naturaleza no ha sido regenerada y eventualmente dejarán la iglesia para seguir sus propios caminos. Los apostatas estuvieron dentro de la iglesia pero nunca fueron parte de ella, y finalmente saldrán para demostrar que no pertenecían al pueblo de Dios.
1 Juan 2:19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 1. Los apostatas estaban dentro Podríamos pensar que un apostata es alguien que abiertamente expresa aversión y enemistad contra la fe y el cristianismo, pero no, el apostata es alguien que está dentro, recordemos que la definición de apostasía es abandonar el camino de Dios para seguir otro, en ese caso el apostata solo puede ser alguien que estaba dentro, es alguien que profesa la fe cristiana, quizás si le hacen un examen sobre las doctrinas se las conoce, tal vez su asistencia a las reuniones es puntual y sin fallas, el apostata no es fácilmente detectable o reconocible entre los verdaderos creyentes, son tan parecidos como el trigo y la cizaña o como las vírgenes Mateo 25:1-13 2. Los apostatas nunca fueron Aunque los apostatas puedan camuflarse y confundirse entre los verdaderos creyentes nunca lo han sido, ellos solo poseen una fe demoniaca y muerta, Santiago 2:17-19, ellos nunca han experimentado el nuevo nacimiento, su naturaleza no ha sido regenerada, ellos son cristianos de profesión pero no de corazón, son como los judíos que decían amar al Señor pero solo lo hacían de labios para fuera, Mateo 15:8, quizás ellos están en la iglesia, han aprendido las doctrinas de la fe, han experimentado el favor de Dios en su vida, han sido convencidos por el Espíritu Santo de su necesidad de salvación, pero nunca han sido transformados, Tito 1:16, son como cerdos dentro de un hermosa casa, están allí pero su corazón realmente está en el lodo 3. Los apostatas siempre saldrán Aquí el apóstol nos dice que los apostatas tienden a apartarse del verdadero rebaño, ¿Cuál es la razón? Su naturaleza los arrastra, un cerdo no puede permanecer muy cómodo en un lugar limpio y arreglado, su naturaleza siempre lo llevara a buscar satisfacción en el lodo, así es todo apostata, 2 Pedro 2:20- 22, a veces nos preguntamos qué pasa con una persona que anduvo un tiempo en los caminos del Señor pero que después de un tiempo volvió a su vida de pecado, la respuesta es que nunca recibió una transformación y solamente volvió al lugar que pertenecía, en contraposición a ellos los verdaderos hijos de Dios no pueden permanecer y hallar contentamiento por mucho tiempo en el pecado, pues su naturaleza ha sido transformada y ahora no hallan consuelo en el pecado, sino solo decepción como el hijo prodigo, Lucas 15:11-32, un verdadero hijo de Dios se deleita verdaderamente solo en el Señor, en escuchar su voz y en seguirlo, Juan 10:1-5,26-28, los apostatas no pueden permanecer dentro del pueblo verdadero del Señor porque no lo aman y por eso al final serán separados definitivamente y puestos en su propio lugar, Mateo 13:36-43