SEÑOR

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Lección 2

JESÚS: EL CORDERO DE DIOS

TEXTO CLAVE:
«
Al siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo:
‘¡Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!’»
(Juan 1:29).

INTRODUCCIÓN
Existe una razón por la que la vida de Jesús fue tan misteriosa y
malinterpretada por muchos. Es una paradoja que aquello que
constituía el centro mismo de su misión y propósito en este mundo
fuera la causa de tal malentendido—su vida y muerte sustitutivas
en favor del pecador (1 Timoteo 3:16; Isaías 53:3-7; Filipenses 2:5-9).
Mientras estaba colgado en la cruz en cumplimiento de su misión,
sus enemigos se burlaban diciendo, «Confió en Dios; líbrelo ahora si le
quiere, porque ha dicho: ‘Soy Hijo de Dios.’» (Mateo 27:43)

Para poder apreciar la muerte de Jesús en la cruz, hay dos verdades

importantes que necesitamos tomar en cuenta: 1) Jesús no estaba
obligado a morir; entregó su vida voluntariamente y 2) la misión
de Jesús no consistía en salvarse a Sí mismo; Él vino a salvar a la
humanidad. En esta lección examinamos el rol de Jesús como el
«Cordero de Dios», el sustituto del hombre.

1. Juan el Bautista presentó a Jesús como el «Cordero de Dios,

que quita el pecado del mundo» (Juan 1:29). Si hubieras estado
presente cuando Juan hizo esta declaración, ¿Qué habrías
pensado sobre el significado y las implicaciones de esas
palabras?

LEE: Isaías 53:3-7; Génesis 22:13-14; Apocalipsis 13:8.

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NOTAS:
Desde el momento en que se dio la promesa en Génesis 3:15
sobre la «Simiente de la Mujer» hasta el día cuando el velo del
templo se rasgó en ocasión de la muerte de Cristo en la cruz, el
pueblo de Dios estuvo esperando ansiosamente por el «Cordero

Un estudio especial sobre la Justicia de Cristo 13

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de Dios» que quitaría el pecado del mundo. «A fin de que el

hombre pudiera comprender la enormidad del pecado, lo cual
costaría la vida del inmaculado Hijo de Dios, se le requería traer
un cordero inocente, confesar sus pecados mientras colocaba
las manos sobre la cabeza del animal, y luego con sus propias
manos sacrificarlo como una representación del sacrificio de
Cristo» (Stephen Haskell, The Cross and Its Shadow, p. 20). Jesús
era el centro del sistema sacrificial. Mientras los verdaderos
adoradores de Dios como Abel, Noé, Abraham y otras patriarcas
ofrecían sus sacrificios, ellos estaban conscientes de que «la
sangre de los toros y de los machos cabríos» no podía quitar sus
pecados (Hebreos 10:45). Por fe, vieron a Jesús exaltado sobre
una cruz para quitar sus pecados y confiaron en Él para ser salvos.

2. Discute las características que un cordero sacrificial debía tener

y cómo estas condiciones se cumplieron en Jesús.

a. «Sin defecto” (Levítico 1:3)—1 Pedro 1:18-19; 2:21-22; 1 Juan 3:5

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b. El cordero era inmolado por pecadores (Levítico 1:4-5)—Isaías

53:6

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c. El cordero era sumiso a su verdugo, aún hasta la muerte (Isaías

53:7)—Filipenses 2:5-7

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3. ¿Cuáles son algunas de las beneficios que la muerte y la

resurrección de Cristo lograron en nuestro favor?

d. Hebreos 2:14-15; 1 Corintios 15:55-57.

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La muerte y la resurrección de Jesús nos han asegurado la

victoria sobre la muerte y el temor a la muerte. La muerte es uno
de los mayores problemas del ser humano. En Cristo tenemos
asegurada la victoria sobre este tirano. Esto significa que ni
siquiera la muerte puede impedir que los fieles siervos de Jesús
reciban su recompensa (Romanos 8:38-39).

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e. Colosenses 2:15

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Según el Comentario Bíblico Adventista, el tomo 7, la expresión

«principados y potestades» puede ser usada para referirse tanto
a los gobernantes terrenales como a seres sobrenaturales. El
contexto de este pasaje sugiere que Pablo se refiere a seres
sobrenaturales. En su ministerio, Cristo triunfó sobre Satanás y sus
ángeles. «La vida victoriosa de Cristo, que culminó en el Calvario,
significó la condenación del diablo. Le fue quitado el disfraz a
Satanás. Sus artimañas fueron descubiertas ante los ángeles y
todo el universo celestial... Jesús despojó mediante su cruz a los
principados y potestades de las tinieblas de su posición y de su
autoridad como príncipes de este mundo» (211-212)

f. 2 Timoteo 1:10

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Jesús «quitó la muerte» y hace que sea posible para el ser humano
tener vida eterna.

g. Lucas 24:46-47

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A causa de lo que Jesús ha hecho, el arrepentimiento y el perdón
de los pecados ahora están disponibles para la raza humana.

h. Juan 7:37-39

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Por medio de la muerte de Jesús el ser humano puede recibir

al Espíritu Santo en su vida. Por naturaleza, el corazón humano
es gobernado por el ego y la carne. Pero Jesús ha abierto el
camino para que podamos recibir al Espíritu Santo de modo que
podamos andar en obediencia a la Palabra del Señor (Romanos
8:1-16).

4. La Biblia dice que el «Cordero de Dios» fue «inmolado desde la

fundación del mundo». Discute la idea de que Jesús sabía de su
muerte y sufrimiento desde antes de venir al mundo, pero aun

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sabiéndolo decidió tomar esta senda. ¿Qué revela esto acerca

del amor de Dios por la humanidad?

LEE: Apocalipsis 13:8; 1 Pedro 1:18-20; Juan 3:16

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«Aun antes de asumir la humanidad, vio toda la senda que debía

recorrer a fin de salvar lo que se había perdido. Cada angustia que
iba a desgarrar su corazón, cada insulto que iba a amontonarse
sobre su cabeza, cada privación que estaba llamado a soportar,
fueron presentados a su vista antes que pusiera a un lado su corona
y manto reales y bajara del trono para revestir su divinidad con la
humanidad. La senda del pesebre hasta el Calvario estuvo toda
delante de sus ojos. Conoció la angustia que le sobrevendría. La
conoció toda, y sin embargo dijo: ‘He aquí yo vengo; (en el rollo del
libro está escrito de mí); me complazco en hacer tu voluntad, oh
Dios mío, y tu ley está en medio de mi corazón’ (Salmo 40:7-8)» (El
deseado de todas las gentes, p. 379).

REFLEXIÓN
Al estudiar la vida de Cristo, es importante apreciar lo que su
muerte y resurrección significan para nosotros. Fue un momento
capital en el drama del gran conflicto, cuando Jesús tomó
nuestros pecados sobre la cruz, murió y resucitó en el tercer día.
De esta manera, Jesús obtuvo la autoridad sobre todo aquello
que podría dificultarnos el camino; también obtuvo el derecho
de darnos todo lo que necesitamos para la salvación (Véase
Mateo 28:18; Hebreos 2:17-18.

PUNTOS DE ORACIÓN
• Alaba a Dios por el sacrificio maravilloso de su Hijo para nuestra
salvación
• Que Dios nos ayude a apreciar las victorias y oportunidades que
la muerte de Cristo ha abierto para nosotros.

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