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La energía que genera la marea al subir y bajar se aprovecha con unas turbinas que al activarse

mueven el conjunto mecánico del alternador, produciendo así energía eléctrica. Además, las
instalaciones son silenciosas y fáciles de mantener.

Por otra parte, como se puede conocer en qué momento se van a producir las mareas, se
puede adecuar el diseño de los sistemas para que sean más idóneos. Incluso se puede bajar la
producción de electricidad bajando la intensidad de las turbinas.

Para dicha demanda se empleará la generación de energía mareomotriz como fuente accesible
y barata.

Atir es una plataforma de cuyo pie acuático central cuelga un mástil


que se sumerge verticalmente y del que salen dos brazos
perpendiculares. Al final de cada uno de ellos hay una turbina de tres
palas capaz de aprovechar la energía de las corrientes.
El sistema que desarrolla el Proyecto Magallanes se basa en construir
un artefacto flotante (un trimarán de acero) que incluye un tubo con
una parte sumergida donde se instalan los hidrogeneradores.
Por ser flotante, no implica construcción alguna sobre el fondo marino
y permite su instalación en cualquier área del mundo.

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