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REPRESENTANTES DE LA ECONOMÍA POLÍTICA

ADAM SMITH
(La riqueza de las naciones)
A. Smith escribió una obra llamada Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones,
por la cual es considerado por muchos especialistas el padre de la Economía Política. Esta obra representa el intento por
diferenciar la economía política de la ciencia política, la ética y la jurisprudencia. Un elemento fundamental para esta
diferenciación fue la crítica al mercantilismo que venía desarrollando nociones económicas desde el siglo XV, más
vinculada a los imperios coloniales que a la naciente revolución industrial.
Según la tesis central de La riqueza de las naciones, la clave del bienestar social está en el crecimiento
económico, que se potencia a través de la división del trabajo. La división del trabajo, a su vez, se profundiza a medida
que se amplía la extensión de los mercados y por ende la especialización.
Una particularidad de la obra es el planteamiento de que, gracias a la apelación al egoísmo de los particulares se
logra el bienestar general. Esto es muchas veces interpretado de forma imprecisa como que simplemente el egoísmo lleva
al bienestar general. Sin embargo, pasajes tanto de esta obra como de los sentimientos morales dejan en claro que la
empatía con el egoísmo del otro (en donde acentúa la siguiente frase: «dame lo que necesito y tendrás lo que deseas») y el
reconocimiento de sus necesidades es la mejor forma de satisfacer las necesidades propias.
Esta obra constituye también una guía para el diseño de la política económica de un gobierno. Los beneficios de la
Mano Invisible del mercado solo se obtendrán en una sociedad bien gobernada.

Entre sus aportes más importantes se destacan:


 La diferenciación clara entre valor de uso y valor de cambio.
 El reconocimiento de la división del trabajo, entendida como especialización de tareas, para la reducción de
costos de producción.
 La predicción de posibles conflictos entre los dueños de las fábricas y los trabajadores mal asalariados.
 La acumulación de capital como fuente para el desarrollo económico.
 La defensa del mercado competitivo como el mecanismo más eficiente de asignación de recursos.

El comercio internacional
La teoría clásica del comercio internacional tiene sus raíces en la obra de Adam Smith que plantea la interacción entre
comercio y crecimiento económico. Según los principios establecidos en sus obras, los distintos bienes deberán producirse
en aquel país en que sea más bajo su costo de producción y desde allí, exportarse al resto de las naciones. Por tanto define
la denominada «ventaja absoluta» como la que tiene aquel país que es capaz de producir un bien utilizando menos factores
productivos que otros, es decir, con un coste de producción menor. Defiende además el comercio internacional libre y sin
trabas para alcanzar y dinamizar el proceso de crecimiento económico, y este comercio estaría basado en el principio de la
ventaja absoluta. Asimismo cree en la movilidad internacional de factores productivos.
"Lo que más rápido aprende un gobierno de otro es el arte de sacar dinero del bolsillo de la gente"

DAVID RICARDO
(Principios de economía política y tributación)
En esta obra importante expone su punto de vista má s maduro y preciso de la economía; afirma que "el principal
problema de la economía política es determinar las leyes que regulan la distribució n". Con ese fin desarrolló una teoría del
valor y una teoría de la distribució n. Escribió también gran nú mero de ensayos, cartas y notas que contienen aportaciones de
importancia. Este economista, cuya labor es particularmente importante por el lugar destacado en que colocó al problema del
valor, especialmente al poner de manifiesto con claridad que los problemas de la distribució n dependen de la teoría del valor =
los bienes depende de los costos de producció n; defendió la libre circulació n de los productos agrícolas y enunció la ley de
"bronce de los salarios", segú n la cual "el salario se reduce a lo estrictamente necesario que permita al obrero subsistir y
reproducirse", si el salario sube má s de lo estrictamente necesario, la població n aumentará y al haber mayor oferta de trabajo,
los salarios bajará n, por el contrario si los salarios son inferiores a lo estrictamente necesario la població n disminuirá,
provocando con ello una escasez de mano de obra y por consiguiente un aumento en los salarios. Esta teoría influyó en Marx
para afirmar que el obrero nunca disfrutaría de los beneficios del capitalismo.
Dedicó una atenció n especial a la teoría del valor, consideró que el valor de cambio de las mercancías, venía
determinado por la cantidad de trabajo necesaria para su producció n, que Adam Smith lo consideró exacto en las sociedades
primitivas, pero no en aquellas en donde la producció n de los bienes requería a su vez capital y trabajo. Con respecto al valor
del trabajo (salario), Ricardo consideró igualmente que vendría por el nú mero de horas destinadas a la producció n de los
bienes de subsistencia, que permitiera mantener al trabajador y a su familiar. Este salario natural, podía coincidir, o no, con el
determinado por el mercado a través de la oferta y demanda de trabajo, pero oscilaría en torno a él, cosa que explicó
basá ndose en la teoría de la població n de Malthus. De tal forma que si ambos salario no coinciden, se producirá n movimientos
de crecimiento o descenso de la població n, segú n que el salario de mercado sea superior o inferior al natural, manteniéndose
por tanto entre ellos una tendencia de equilibrio.
Dedicó también gran atenció n al tema de la renta de la tierra. En esa época en Inglaterra, los propietarios no
explotaban directamente sus tierras, en la mayoría de las ocasiones sino que las arrendaban. La tesis que mantiene es que la
renta de la tierra es debida a la diferente fertilidad de la misma y a la ley de los rendimientos decrecientes. Segú n Ricardo
cuando la població n es baja con respecto a las tierras disponibles, solo será n cultivadas las mejores, no existiendo por tanto
renta, ya que nadie estaría dispuesto a pagarla mientras existan otras igualmente buenas y no ocupadas. Lo mismo sucedería
de no existir la ley de los rendimientos decrecientes, ya que si al aplicar mayor cantidad de trabajo y capital a una misma
tierra, se obtiene de ella rendimientos proporcionales, solo se cultivarían las má s fértiles y por lo tanto no habría renta.

Comercio internacional
Entre sus aportaciones destaca especialmente la teoría de la ventaja comparativa, que defiende las ventajas del
comercio internacional y - en esencia - es una ampliació n de la divisió n del trabajo propuesta por Adam Smith y opuesta a las
teorías proteccionistas (que defendían la producció n del propio país y evitaban el comercio con el exterior).

KARL MARX
(El Capital)
La mercancía, el dinero, y el capital en abstracto
El primer capítulo del libro Marx lo dedica a un análisis dialéctico de la mercancía, pues parte del hecho que la
mercancía individual es la forma elemental de la riqueza social en el capitalismo. Marx analiza, siguiendo a la economía
política clásica, a la mercancía en tanto valor de uso (un bien que satisface ciertas necesidades humanas) y en tanto
valor de cambio (un bien que puede intercambiarse por otros bienes en una proporción determinada). Pero para Marx
el valor de cambio de una mercancía es una manifestación de algo más. Lo que permite que x mercancía A equivalga A y
mercancía B es algo que no depende del carácter de valor de uso de las mercancías ni de los trabajos particulares con las
que fueron producidas. Lo que hace posible la equivalencia es que ambas contienen la misma cantidad de "trabajo
humano abstracto" materializado en ellas. Marx denomina como valor de las mercancías al trabajo socialmente
necesario para su producción, siendo la magnitud del valor determinada por la cantidad (duración) de ese trabajo.
Luego Marx analiza las diferentes formas del intercambio de mercancías. Desde el trueque ocasional (pues al
principio se producía para el consumo inmediato y sólo se intercambiaba el producto excedente) hasta que la
producción se va orientando cada vez más hacia el intercambio, con lo que el intercambio se va haciendo más regular y,
necesariamente, una mercancía particular (por ejemplo, el oro) se constituye en equivalente general de todas las demás.
Por último, al transformarse este equivalente general en mercancía dinero, tenemos el reemplazo del oro en metálico
por una representación del mismo, en monedas y en billetes.
El último apartado del primer capítulo Marx lo dedica a explicar el fetichismo de la mercancía. Como en la
sociedad mercantil los productores sólo se relacionan entre sí mediante el intercambio de sus mercancías, y como este
intercambio es regulado por el valor de las mismas (proceso que ocurre "de espaldas a los productores"), las mercancías
mismas se convierten en el sujeto del intercambio en vez de los productores. De esta manera, el intercambio aparece
como una relación social entre cosas y una relación objetiva entre las personas. []
En los dos capítulos restantes de esta sección, Marx analiza el proceso de intercambio de las mercancías (M-M
en el caso de trueque, M-D-M cuando ya existe el dinero; siendo M mercancía y D dinero) y los distintos papeles que
cumple el dinero en la economía mercantil: como medida de los valores, como medio de circulación, como tesoro, como
crédito, como dinero en sí y los diferentes aspectos económicos al respecto; también muestra cómo y por qué el dinero
en tanto materialización de determinadas relaciones sociales, imprime determinadas cualidades a la sociedad en su
conjunto y a sus individuos.[]
En la sección siguiente, que consta de un único capítulo, Marx estudia la transformación del dinero en capital. Si
antes el intercambio simple de mercancías se representaba como M-D-M, la transformación del dinero en capital Marx
la representa como D-M-D', siendo D' > D. La explicación de D' > D está en que una de las mercancías compradas en la
primera fase (D-M) es una mercancía que produce valor nuevo, plus valor. Esa mercancía es la fuerza de trabajo.

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