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ÉTICA Y POLÍTICA
ÉTICA MARXISTA
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Praxis. la noción de praxis se imbrica en la tensión entre el interés de interpretar el mundo (interés
teórico) y el afán por transformarlo (afán práctico). La obra del filosofo Adolfo Sánchez Vázquez del
siglo pasado llamada “Filosofía de la praxis” fue una obra que reintrodujo de nuevo la noción de praxis
como concepto central del marxismo-siguiendo los postulados de Marx de las tesis de Feuerbach y de
Grasmsci Sánchez Vázquez no dice la praxis es “un proyecto de transformación de la realidad a partir
de una crítica radical de lo existente, basándose a su vez ambos aspectos en un conocimiento de la
realidad que se pretende transformar“
Plusvalía. La plusvalía, también denominada como supervalía o plusvalor, fue definida en la obra El
capital de Karl Marx. En esencia, es el valor no pagado del trabajo del obrero que crea un plusproducto
(del cual se apodera el empresario). Dicho de otra forma, la esencia de la explotación o acumulación
capitalista.
Según esta teoría, el trabajador recibe menor remuneración de lo que produce realmente. De esta
manera, la diferencia entre lo producido y su salario es lo que se define como plusvalía, la ganancia
adicional del empresario.
Marx se rebela contra este beneficio, al que llama plusvalía, y no encuentra otra alternativa para
eliminarlo que socializar los medios de producción.
Enajenación. Para Marx, la enajenación no era un sentimiento ni una condición mental, sino una
condición económica y social de la sociedad de clases--en particular, de la sociedad capitalista.
La enajenación, en términos marxistas, se refiere a la separación de la masa de asalariados de los
productos de su propio trabajo. Marx expresó primero esta idea, de forma algo poética, en sus
Manuscritos de 1844: "El objeto que el trabajo produce, su producto, se presenta como algo opuesto a
él, como una fuerza independiente del productor".
Alienación. La alienación según Karl Marx es la separación del trabajador del objeto que está
produciendo. Así, ambos son tratados como entes diferenciados. En otras palabras, la alienación es el
proceso por el cual el empleado se convierte en algo distinto al producto de su labor, el cual se
transforma en una mercancía. Marx lo explica de la siguiente manera en la obra donde plantea esta
teoría de la alienación, «Manuscritos económicos y filosóficos» de 1884: «El objeto que el trabajo
produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del
productor«.
Marx señala entonces que, a partir de la alienación, el trabajador pierde el control sobre el fruto de su
esfuerzo, pasando este a ser un objeto que servirá para brindar un beneficio al capitalista.
No es un dato menor señalar que, según Marx, los seres humanos no necesitan una moral para ver
transformado su mundo. Para Marx las ideas morales, así como las filosóficas y todas aquellas
categorías que se encuentran alojadas en la superestructura, no contribuyen a superar el mundo real,
más bien son precisamente esas ideas los que lo consagran y justifican. Así entonces, la Ley y la moral
son prejuicios burgueses derivados de intereses burgueses, constituyendo ambas categorías los
portavoces de dichos intereses.
Shiskhin afirma que: «Se acostumbra a entender por moral el conjunto de principios o de normas de
comportamiento de las personas que regulan las relaciones de éstas entre sí y también respecto a la
sociedad, a una clase determinada, al Estado, a la patria, a la familia». Según este autor, los hábitos y
costumbres, al principio, se formaban de un modo espontáneo. Sólo cuando la sociedad se divide en
clases, la conciencia social se divide en zonas diferenciadas. Entonces ya no se puede hablar de la
moral como de conjuntos de hábitos espontáneos e indiferenciados; cada moral corresponde a una
forma específica de la conciencia social. La moral viene constituida ahora por principios y normas que
corresponden a los diversos intereses de clase
Explique por qué para el marxismo, los dos partidos en pugna en filosofía son el materia-
lismo y el idealismo?
a moral kantiana no pasó de ser —según el marxismo— el reconocimiento formal de los derechos del
hombre. Pero en la práctica concreta no determinaba ningún camino para liberar al hombre.
su idealismo pasaba por alto el problema de las mediaciones materiales y prácticas que posibilitaran la
viabilidad real del ideal moral y social.
El materialismo, en cambio, como filosofía de las fuerzas progresistas de la sociedad, era contrario a la
moral religiosa y repudiaba a Dios como origen de la moral.
Los principios morales, como normas fundamentales que la sociedad (o una clase) exige al
comportamiento de las gentes, se convierten en impulsos internos del hombre, influyendo
poderosamente en la vida del mismo. (menciona el Programa del Partido que expone Shiskhin) y
porque se convierte en principios morales.
Fidelidad a la causa del comunismo, el amor a la patria socialista y a los países del socialismo.
El trabajo concienzudo en bien de la sociedad: el que no trabaja no come.
La preocupación de todos por defender y multiplicar los bienes de la sociedad.
La elevada conciencia del deber social, la intransigencia hacia las infracciones de los intereses
públicos.
Las relaciones humanas y el respeto recíproco entre las gentes: el hombre es para el hombre un
amigo, camarada y hermano.
El respeto mutuo en la familia, la preocupación por la educación de los hijos.
La intransigencia hacia el parasitismo, la falta de honradez, el ansia de hacer «carrera» y el afán
de lucro.
Menciona y explica otros conceptos claves de la ética marxista, tal como la sistematiza
Shiskhin, son los de deber, conciencia y felicidad.
Según Kant, el deber se cumple en virtud de sí mismo; el deber exige su cumplimiento («imperativo
categórico»). Pero para el marxismo este formalismo es insuficiente, pues se podía «llenar» la
exigencia del deber con un contenido cualquiera. Más aún, este esquema era utilizado por la clase
burguesa en función de sus intereses explotadores. Esto es, se dejaba abierta la moral material a un
relativismo. Frente a ello, el marxismo nos dice, como hemos visto, que el individuo es un ser social
perteneciente a una clase determinada que le exige unos modos de comportamiento como actos buenos.
Es decir, los deberes del individuo están íntimamente relacionados con las relaciones sociales. Esta es
la razón por la que las obligaciones no deben ser analizadas de un modo abstracto, sino teniendo en
cuenta su contexto histórico particular: «El deber comprendido no como obligación externa, sino como
necesidad orgánica, como el profundo convencimiento de la justeza histórica de la lucha por la causa
del pueblo, en pro del comunismo: tal es la comprensión marxista del deber moral»