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ACTO I
Don Manuel se interesa por el hijo de doña Asunción, Fernando. Trabaja en una
papelería, pero descontento porque gana poco y él vale mucho más. Tiene muchos
proyectos, sueña con ser delineante y se pasa el día pensando, leyendo, tumbado en la
cama. También escribe poesía, le pedirá una para Elvira. Esta, turbada, trata de
disculpar a Fernando. Doña Asunción alaba su belleza pero el padre tiene prisa, deben
marcharse, se despiden. Ya a solas, Elvira abraza y besa a su padre que sabe que anda
enamorada de Fernando aunque él, personalmente, opine que es un tarambana sin un
duro. Pero Elvira lo defiende, cree que llegará muy lejos, y lo haría más rápido si el
padre lo colocase en la empresa. Ante las protestas del padre, comienza a hacerle
mimitos enganchándose a su brazo. Así comienzan a bajar las escaleras.
Trini, hija de Paca, sale a comprar (III), al coincidir con la Generosa bajan juntas
cotilleando sobre la subida de precios, sobre doña Asunción, que no podía pagar el
recibo, sobre cómo se lo pago don Manuel… Para Trini, Elvira es una lagartona que va
a por Fernando. Camina -joven guapa, sencilla y humilde- sale llamando a su madre, ha
olvidado la lechera. Fernando, que la ve bajar tras su madre, trata de pasar
desapercibido. Doña Asunción le pregunta por qué no ha ido a trabajar, pero él no le
responde. Se ofende cuando le cuenta que don Manuel ha pagado la factura de la luz, se
siente humillado y la empuja dentro de la casa. Cierra dando un portazo.
Se recuesta en el descansillo y aparece Urbano -traje azul, joven, fuerte, moreno y rudo,
un proletario-. Cuando lo ve invita a Fernando a un cigarro y traban conversación.
Fernando está harto de su trabajo, de las miserias, de su vida, pero confía en salir de allí,
en progresar. Urbano se lo toma a broma porque siempre le cuenta la misma historia.
Por su parte, le habla de la fábrica, de la última huelga, de cómo ha aumentado la
sindicación. Se muestra apasionado, cree en el asociacionismo y el sindicato, confía en
que la solidaridad obrera transformará la sociedad. Se burla de los sueños de Fernando,
para lograr ese progreso del que habla hay que trabajar muy duro, mucho tiempo,
ahorrar como una Urraca y no ve en Fernando esa naturaleza sino todo lo contrario,
muchos sueños, pero siempre aplazados para empezar al día siguiente. Y vuelta a
empezar. Tampoco Fernando confía en la solución de Urbano, no cree en el
asociacionismo. Confiesa a su amigo su miedo al paso del tiempo, a la posibilidad de
una vida de frustración como la de sus padres, de los vecinos de ese bloque, el no lograr
salir de allí. Urbano cree que lo que le hace falta es enamorarse en serio, le sonsaca,
averigua que está por Carmina, aunque él se empeña en negarlo. Ambos se emplazan
para ver en diez años quién de los dos tenía razón.
Llegan don Manuel y Elvira subiendo las escaleras. Elvira aprieta el brazo de su padre y
le hace señas, es una buena ocasión. Pero don Manuel no entra en el tema y se separan
de él mientras Elvira sigue a su padre volviendo la cabeza con frecuencia para mirar a
Fernando que ya no le presta atención.
Cuando llega Generosa, lo invita a comer, invitación que Fernando declina. Le pregunta
a ella por su marido, don Gregorio, lo van a jubilar, le va a quedar una mala pensión
después de 50 años conduciendo un tranvía. A Pepe, su hijo, no hay quien lo encarrile.
Fernando la consuela, aún le queda Carmina, y Generosa se deshace en elogios hacia su
hija (53). Generosa entra en su piso dejando solo de nuevo a Fernando.
Elvira sale silenciosa, lo llama y le pide que la acompañe a comprar un libro como
regalo, pero él no quiere, insiste y él le da la espalda y la rechaza. Entonces, ella juega al
chantaje afectivo “…te aprovechas de que te estiman demasiado para devolverte la
humillación”. Eso lo enrabia aún más, la despide a gritos y ella retrocede, llorosa cierra
la puerta.
Paca sale y llama a casa de Generosa, le pide sal, entablan conversación y derivan en el
cotilleo sobre cómo don Manuel ha pagado el recibo de luz de doña Asunción.
Fernando, sin que ellas se den cuenta, está escuchando la conversación con expresión de
disgusto. Don Manuel lo hizo por intercesión de Elvira, que no es la primera vez. Para
Paca, fue la propia doña Asunción quien casi lo suplicó, pero la disculpa porque con una
pensión de 75 céntimos y un hijo que no da golpe… Fernando gana una miseria en la
papelería y, además, puede que lo echen por faltar. Lo que busca el muchacho es pescar
a Elvira y con ella los cuartos de su padre. Don Manuel tiene dinero desde que montó la
empresa, una agencia para sacar permisos y licencias, certificados… Generosa opina
que es más bien al contrario, que es Elvira la que está encaprichada de Fernando.
Finalmente, Paca se interesa por don Gregorio: anda disgustado con el retiro, “¡Qué
vida, Dios mío!”. Se despide insistiéndole a doña Asunción en que no quiere ver a Pepe
con su Rosa (58) pero inmediatamente se queja de su propia hija, “otra que tal”.
Ninguna de las dos se lo merecen, lo único que han hecho ha sido sufrir por sus hijos.
Se despiden.
Fernando está, solo, abrumado. Cuando sale Carmina, la detiene aunque ella trata de
continuar su camino. Le habla de usted y él protesta, se conocen desde niños, cuando
jugaban a ser novios, pero Carmina lo toma a burla, le recrimina “sus conquistas”. Pero
él insiste, es a ella a quien quiere de verdad, le suplica que le escuche, la acompaña
hasta que se sientan ambos en el primer peldaño. Le quita la lechera que lleva en la
mano y la deja en el suelo para cogerle la mano y declararle su amor. Entonces,
Carmina le dice que se declare a Elvira. La observación alegra a Fernando que entiende
los celos que hay detrás. Él no quiere a Elvira, la detesta, solo quiere cazarlo con su
dinero. Ahora es Fernando quien le pregunta por Urbano y ella bromea, “está loca por
él”. Por lo que siente por ella, no podía coquetear, porque la quiere. La necesita para
lograr salir de la ordinariez que les rodea.
ACTO II
Han pasado 10 años, pero nada parece haber cambiado en el edificio. Los personajes
han envejecido. Están en el descansillo mirando por el hueco. Se están llevando el
féretro de Gregorio. Los vecinos comentan entre sí, se lamentan, tratan de consolar a
Generosa. Finalmente, Generosa y Carmina entran a casa de Paca, “¿Qué va a ser ahora
de ellas, de Carmina?”.
Fernando y Elvira salen de su casa, llevan consigo un niño de pecho. No saben si dar o
no el pésame. Fernando prefiere aplazar la decisión, discuten. Elvira recrimina a su
marido su indecisión, el ser un pusilánime, el no ganar suficiente dinero, de ser un niño
mimado, de haberla engañado. Está arrepentida de su matrimonio (66). La llegada de
Pepe por la escalera interrumpe la discusión. Duda si entrar en la puerta I, su antigua
casa, pero finalmente llama al IV. Le abre Rosa y comienzan las recriminaciones, toda
la noche emborrachándose y ellas sin nada con que comer. Cuando Pepe la amenaza con
marcharse, Rosa se echa a llorar (67). En ese momento, salen Trini con un capacho.
Pepe aprovecha para piropearla pero ella se revuelve, “¿No te da vergüenza haber
estado haciendo el golfo mientras tu padre se moría?”. Está preocupada por el futuro de
Carmina y su madre, pero eso a él le da igual. Es un chulo despreciable que vive de las
mujeres.
Urbano, que la ha escuchado, sube furioso, agarra a Pepe por las solapas y lo amenaza,
que no vuelva a molestar a Trini (68). En ese momento, Rosa sale (del IV) y se
interpone, intercede por Pepe y recrimina a Urbano su violencia. Este no puede entender
que ella se perdiera por un imbécil. Pero Rosa se defiende, prefiere cargar con Pepe que
con quien no quiera nadie. El señor Juan sale enloquecido (III), los manda callar a
todos. Recrimina a Pepe que siga allí para amargarle la vida, pero Trini intercede.
Finalmente, el señor Juan manda a Urbano soltar a Pepe y este cede. También sale Paca
(I), se lamenta del escándalo donde ha habido un muerto, echa en cara a su marido el
que se mezcle con basura. Rosa se retira avergonzada y se lleva a su marido. Y a
Urbano, le manda decir a los vecinos que el entierro ya ha acabado. Pepe se marcha
murmurando entre dientes.
Urbano va a llamar al I cuando sale Carmina. Está llorando, le da las gracias (70). Lleva
un capacho en la mano, ¿qué van a hacer ahora? Se han quedado sin la pensión del
padre. Urbano trata de ofrecerse, pero ella lo interrumpe, ha sido muy bueno, le está
agradecida. Cuando intenta continuar, él la detiene, la acompaña hasta el descansillo.
Allí se le declara. Está enamorado de ella. Sabe que no es el mejor día, que es un bruto.
Es consciente de que ella no lo quiere, pero quisiera cuidar de ella, casarse con ella.
Carmina lo rechaza al principio, había pensado quedarse soltera. Urbano intuye que aún
puede sentir algo por Fernando, es consciente de que él no es más que un obrero, pero la
quiere, estaría dispuesto a trabajar duro y a cuidar de ella y de su madre. (72) Continúa,
no la deja hablar, insiste, hasta que finalmente Carmina se refugia en sus brazos
llorando y le da las gracias.
Cuando se separan, aún con las manos cogidas, ella sonríe. Paca sale al rellano y se
interesa por ella. Al saber que Trini no había ido a la compra, se ofrece y los manda
subir. Los sigue con la vista hasta que entran (73). En ese momento se cruza con la
Trini, Paco la había mandado a consolar al padre, por un momento piensa en cotillearle
lo que acaba de descubrir, pero finalmente no lo hace.
Sale el señor Juan, va a consolar a “esas pobres mujeres”, “¿Viste cómo defendía Rosita
a ese bandido?” Se siente avergonzado de su hija y le ordena retirarle la palabra. Pero
Trini intercede, la mayor pena de Rosita era el daño (74) que le estaba causando al
padre. El señor Juan no puede evitar interesarse por su hija, y Trini le cuenta que le va
muy mal, que se juntó con Pepe porque lo quería, pero que es un golfo que no gana una
peseta, “No quiere que él la deje. Tampoco quiere echarse a la vida… Sufre mucho”.
Con lo poco que le da apenas come y lo más probable es que acabe echándose a la calle
para que no la abandone. El señor Juan se exalta (75), no hay que lamentar lo que ella
misma ha buscado, lo que sí le disgusta es verla a ella sufrir por su hermana. Si eso la
consuela, le ofrece unos ahorrillos que tiene guardados. Trini se lo agradece, “¡Qué
bueno es usted, padre!”, pero se los tiene que dar a Rosita si quiere, como cosa suya y
sin que se entere la madre. (76). Después, llama al I, le abre Urbano y entra.
Trini llama al IV y sale Rosita que se disculpa por la discusión de antes. Pero Trini la
disculpa y le da el dinero del padre. Rosita lo acepta llorando, sin creer que su padre
tenga ese gesto con ella, Trini le insiste en que “Padre te quiere” ambas, charlando,
entran en el piso y cierran la puerta (77).
Llegan Fernando y Elvira, siguen discutiendo, el niño llora. Fernando quiere pasar a dar
el pésame, pero Elvira no, siente celos de Carmina y le reprocha el que se casara con
ella sin quererla, solo por el dinero del padre (78). Urbano y Carmina salen al rellano
cogidos de la mano; al ver a Fernando, Carmina trata instintivamente de soltarse, pero
Urbano la retiene. Fernando aprovecha la ocasión, le da el pésame a Carmina que los
invita a pasar para acompañar a la madre, pero Elvira arrastra a Fernando, hay que dar el
pecho al niño. En realidad, está retregando a Carmina su matrimonio y su maternidad
(79), “Mira qué rico está mi Fernandito”, se parece a su padre. Carmina y Urbano no
saben qué decir y Fernando mete la pata, “todos los niños se parecen, igual podría
parecerse a Carmina”. La situación es muy tensa. Urbano y Carmina se apartan y dejan
paso. Así se separan.
ACTO III
Han pasado 20 años. Sigue siendo la misma pobre escalera con algunos pequeños
cambios, intentos fallido de remozar el edificio (cristales romboidales en la ventana, un
letrero “QUINTO” en el rellano, timbre eléctrico en las puertas).
Paca llega al rellano, gordísima, cabello blando, fatigada, va caminando lentamente con
un capacho en la mano. Se queja de su vejez, de la escalera…(83) pero no quiere morir,
le gustaría que su nieta le hiciera más caso. Entra en su casa.
Salen Carmina y Urbano (III), ya son casi viejos. Cuando empiezan a bajar aparecen
subiendo Fernando y Elvira. Nada, excepto la edad, ha cambiado. El uno es un
matrimonio obrero y el otro un matrimonio de “empleado”. Se cruzan con un saludo
seco. Llegan al rellano, llaman al timbre y Manolín, su hijo de 12 años, les abre y besa a
su madre (Elvira). Comienza a girar en torno a ella, busca algún regalo, es su
cumpleaños y quiere pasteles. Pero no hay y se enfada. Se marcha a jugar. Cierran la
puerta.
Manolín enciende otro pitillo. Salen Carmina-hija y Urbano (III). Paca la despide en la
puerta. Es una chiquilla atolondrada de unos 18 años, está llena de energía. Paca le riñe,
pero ella es zalamera, la abraza, la besa… hasta que la hace reír. “No te olvides de
comprar ajos”, le dice por fin antes de cerrar la puerta (89). Fernando-hijo sale con su
madre, Elvira (II). Va en mangas de camisa, es apuesto. Al verla, llama a Carmina y la
alcanza. Manolín espía la escena con picardía. Carmina le pide que la deje continuar, los
pueden ver, pero Fernando-hijo la detiene con brusquedad. Le exige que le diga por qué
lo ha estado esquivando. Ella trata de aplazar la conversación, pero él la sujeta contra la
barandilla. Le recrimina que solo haya querido coquetear con él e insiste hasta que logra
que ella se sincere: “Yo te quiero, pero lo nuestro no puede ser”. Los padres son el
problema. La han amenazado, incluso le han llegado a pegar. Tiene que olvidarla, tiene
miedo. Al final logra desasirse y se marcha llorando.
Rosa y Trini regresan de la compra… Rosa ha dejado a Pepe que solo la entretuvo hasta
que ya nadie la miraba a la cara. Ahora, cuando ya es un viejo quemado por la vida,
anda buscándola. Afortunadamente no tuvieron hijos, aunque a ella le hubiera gustado.
Trini, por su parte, ha permanecido soltera, también le hubiera llenado el tener un hijo.
Pero la una por marcharse, la otra por quedarse a cuidar de los demás…al final dos
fracasadas. Abrazadas por el talle, avanzan llegan hasta la puerta (95)
Llegan Urbano y Carmina con su hija, quieren que su hija se olvide de Fernando, un
gandul igual que su padre. Carmina-madre sube con mucho esfuerzo, jadeando,
“Dichoso corazón”. Urbano insiste en llevarla a otro médico (96) pero ella se niega
porque no hay solución: “Esto es de la edad y de las desilusiones”. Urbano no entiende
que se casara con él si no lo quería, pero ella le recuerda su insistencia. El creía
entonces poder hacerla olvidar. Poco a poco van subiendo (97).
Ya a punto de cerrar la puerta, ve salir a Fernando-padre. Lo llama, le exige que hable
con su hijo para que no siga rondando a Carmina; Fernando se defiende, ya lo han
intentado sin éxito. Brotan los viejos rencores (98), se enfrentan. Fernando culpa a
Carmina-hija, es Urbano quien debe vigilar; para Urbano, en cambio, el problema es
Fernando-hijo, un tenorio, un vago como su padre que, igual que todos, sigue amarrado
a la misma escalera. Tampoco Urbano, son su asociacionismo y su sindicato ha logrado
salir de allí, le reprocha Fernando.
Todos van apareciendo atraídos por las voces de la discusión. Elvira le regalaría hoy
Fernando a Carmina, está equivocada si cree que se lo quitó (100). Urbano y Fernando
tratan sin éxito de detener la discusión. Elvira insulta a toda la familia de Carmina: Paca
una chismosa consentidora, Rosita una cualquiera. Rosa se abalanza y la agarra del pelo
mientras Carmina también trata de pegar a Elvira. Urbano y Fernando las sujetan para
separarlas. Fernando-hijo, poco a poco, asqueado, va separándose del grupo.
Aun separadas, continúa el cruce de insultos. Rosita acusa a Elvira de haber cazado a
Fernando, otro chulo como Pepe. Fernando trata de protestar, pero Urbano lo
interrumpe acusándolo de cazador de dotes. Se amenazan y, entre insultos, van entrando
en sus respectivas casas. Fernando-padre baja tembloroso la escalera, es un vencido. Su
hijo lo ve desaparecer con una mirada de espanto (102) y se queda sentado con la
cabeza entre las manos.
Análisis
Historia de una escalera es una obra donde se analiza la sociedad española con todas sus
injusticias, mentiras y violencias.
Acto primero
En al acto primero vemos la escena del cobrador de luz y los vivibles problemas
económicos de la vecindad, con una excepción: Don Manuel. Es la presentación de los
personajes con sus características y sus limitaciones.
Para terminar con este primer acto, Fernando se encuentra con Carmina y la expresa el
amor que siente y ha sentido por ella diciéndola todos los planes de futuro que tenía
para ambos. Parecería que una pareja se forma.
Acto segundo
Es este segundo acto ocurre tras 10 años, en los que han cambiado mucho las cosas en el
edificio de la escalera.
Muchas personas ya han fallecido como Asunción, Don Manuel y por último Don
Gregorio.
También las parejas se han casado, (pero no con los novios antiguos) y han formado
nuevas familias, como Fernando y Elvira, tienen un bebé; Urbano y Carmina que se
hicieron novios enfrente del casinillo, aunque debido a estos nuevos emparejamientos el
ambiente entre la gente ha empeorado por que ahora se llevan mucho peor y se siente un
gran rencor.
Rosa y Pepe siguen de novios a pesar del mal trato que este da a Rosa y de que el señor
Juan no se hable con su hija por los rencores del pasado. Don Juan sigue preocupado
por su hijo y tiene noticias de ella por Trini
Acto tercero
Este tercer acto continúa después de 20 años, en los que han pasado muchas cosas,
además de las que se suponen, como la del envejecimiento de las personas y el
fallecimiento de alguna de ellas.
También aparecen nuevos vecinos que se quejan de los antiguos inquilinos y los dueños
del edificio, pues los menosprecian por su categoría social. El edificio de la escalera
también ha cambiado, por ejemplo, el cambio de los cristales de las ventanas, las
paredes están un poco más blancas, hay timbres en las puertas.
Fernando y Elvira ya tienen dos hijos Fernando (hijo) y Manolín, el segundo y menor,
las escenas se repiten más o menos de la misma manera que en el segundo acto en
cuanto a las aspiraciones de Fernando hijo.
Además, ocurren otras cosas como, el noviazgo de Fernando (hijo) y Carmina (hija)
repitiendo de esta manera la historia de sus padres. Al enterarse los padres de Fernando
y de Carmina de eso, estos se enfadan y entran en una grave discusión que acaba
reproches y viejos rencores que salen al aire. Pero a Fernandito no le importa y a
expensas de sus padres los dos jóvenes se aman en el casinillo.
TEMA
Interna
El nudo de la obra sería el segundo acto que es donde se consolidan las relaciones tras
diez años, este segundo acto tiene amor, fallecimientos y la frustración de algunos
personajes.
El desenlace, tras veinte años en los que incluso la escalera ha cambiado y hay
personajes nuevos (nueva clase social en la escalera), este acto está lleno de discusiones
por motivo de las relaciones sentimentales, de frustraciones que no desaparecen y sobre
todo vemos a los personajes principales que continúan desde el primer acto.
Externa
El libro está estructurado en tres actos bien diferenciados en los que van apareciendo y
desapareciendo personajes que dialogan y discuten a lo largo de la novela con la
intromisión del narrador que aparece entre paréntesis y en cursiva.
Los tres actos van directamente relacionados con una separación de diez años entre el
primero y el segundo y de veinte el tercero, en los que la permanencia y desarrollo de
algunos personajes da unidad al relato.
ESTRUCTURA - PERSONAJES
Primera generación:
Paca: madre de Urbano, Rosa y Trini, y esposa del señor Juan. Es una mujer de
clase media – baja. Papel Secundario
Señor Juan: Padre de Urbano, Rosa y Trini, mala relación con Rosa.
Generosa: esposa de Gregorio, madre de Pepe y de Carmina. Es una mujer
justa, pero pobre. Papel
Don Manuel: hombre con dinero, el más rico de la escalera. Está dispuesto a
ayudar a sus vecinos, con su dinero y a complacer los caprichos de su hija
Elvira.
Doña Asunción: madre de Fernando. Quiere mucho a su hijo y a veces lo
ensalza un poco. Finge ser una "señora" con dinero, cuando en realidad es la
mujer más pobre de la escalera.
Gregorio: padre de Carmina y Pepe, marido de Generosa.
Segunda generación:
Tercera generación:
Personajes Principales:
Carmina Elvira
Fernando Carmina hija
Urbano Fernando hijo
Personajes Secundarios:
Personajes esporádicos:
Los tres actos se desarrollan en una escalera de un pequeño edificio, la misma que es
testigo y símbolo de las diferentes categorías sociales de acuerdo al piso, símbolo de
una jaula de la que no se puede escapar, esta escalera va a dar una inmovilidad al futuro
de los personajes que lo único con lo que sueñan es poder salir de esa vecindad para
poder cambiar de vida.
ESPACIO
La obra ocurre a lo largo de treinta años y podríamos pensar que es la misma época de
posguerra en la que escribe esta historia el autor tras salir de la cárcel en 1946, es una
época en que España se encuentra devastada tras la Guerra Civil y el principio de
Autarquía económica que impone Franco, así vemos que la mayoría de los protagonistas
tienen dificultades económicas y una minoría logra continuar con una vida más holgada.
El tiempo transcurre, con grandes saltos hacia delante, hacia el futuro, hay una
diferencia de 10 años. en el segundo acto y 20 años más en el tercero.
Las funciones apelativa y expresiva del lenguaje son las dominantes, por eso abundan
los vocativos: ¡Carmina. Mi Carrmina!, ¡Fernando!, etc.; el uso del modo imperativo:
No te marches, Ayúdame; las oraciones interrogativas y exclamativas. ¡La detesto!,
¡Qué felices seremos! ¿Sabes?, ¿Por qué no se lo pides a Elvira?; la utilización de
elementos afectivos: Por favor; ¡Tonto!, de adjetivos valorativos: sucio ambiente, cariño
servil, pisito tranquilo.
LENGUAJE Y ESTILO
Desde el punto de vista de la época en que se realiza la obra, podemos pensar que el
autor describe una situación bastante común dentro de la sociedad española de los años
de posguerra y se nota una clara intención de denunciar la situación de desesperanza,
frustración por la que está pasando el pueblo español y más aún que dicha situación no
tiene un pronto y feliz desenlace, todo lo contrario, el autor nos muestra tres
generaciones perdidas, sin esperanza de salir adelante, condenadas a esta escalera y a
una suerte trágica. Visto que el narrador no emite ninguna crítica, es difícil decir que el
autor se identifica con uno u otro personaje , por el contrario una identificación con la
sociedad entera y sus dualidades.
CRITICA PERSONAL
Esta historia que ocurre en un edificio de vecindad en los años de posguerra refleja la,
con la imagen de una escalera, la dramática situación en la que se encuentra la mayor
parte de la población española, con problemas de desempleo, de desigualdades y
abismos sociales pero sobre todo una frustración y falta de esperanza en el futuro que
refleja toda una época de inmovilismo político y social que se desarrolló durante el
franquismo.
La técnica teatral utilizada por Buero Vallejo y que fue interpretada en pleno
franquismo en 1949 y premiada, logró llegar a la audiencia y lo sigue haciendo, gracias
al simbolismo de la puesta en escena y de los personajes que reflejan una categoría
social
El realismo de la historia hace que este drama bueriano no sea percibido como un grito
de desesperanza, ni por una conformidad de la suerte, sino como cada espectador o
lector lo entienda.
La obra cuenta la convivencia diaria de cuatro familias que viven en una "modesta casa
de vecindad" entre pobreza y humillaciones, enfrentamientos, a veces violentos,
murmuraciones… durante treinta años.
DOMICILIOS
Puerta I: viven la señora Generosa con su marido, el señor Gregorio, y sus hijos,
Carmina y Pepe.
Puerta II: don Manuel, hombre con una buena posición económica y su hija
Elvira.
Puerta III: la señora Paca, con su marido el señor Juan, y sus hijos Urbano, Rosa
y Trini.
Puerta IV: doña Asunción y su hijo Fernando.
PRIMER ACTO
Vemos a los vecinos pagando con dificultades el recibo de la luz, cada uno muestra su
personalidad: Generosa paga con resignación, Paca protesta, insulta y paga; Asunción se
disculpa y don Manuel, avisado por su hija Elvira, que ama a Fernando, le paga la
factura. Pide a su padre que saque a Fernando de la papelería y que lo emplee en su
agencia. Fernando, gandul y ambicioso, apenas acude al trabajo; él y su madre creen
que el mundo de la papelería se le queda pequeño, aspira a ser delineante e ingeniero,
lee, escribe poemas.
Fernando quiere subir solo, sin ayuda de nadie. Se retan para ver en diez años quién
consiguió sacar adelante sus ilusiones.
Pepe ronda a Rosa que lo quiere. Urbano discute con su hermana y la madre llega a
pegarle por ello. Doña Paca y Doña Generosa se conduelen de la mala suerte que tienen
con sus hijos Rosa y Pepe.
Este acto termina con la declaración de amor de Carmina y Fernando, quien promete a
su novia trabajar, estudiar, ganar mucho dinero y casarse con ella. Se derrama el
contenido de la lechera que ella subía a casa, como signo de malos augurios.
SEGUNDO ACTO
Pasaron diez años. La casa sigue sucia, pobre, sin timbre, sin limpiar los cristales del
descansillo.
Fernando y Elvira ya están casados y tienen un bebé. Elvira viste pobremente (están
arruinados), ha perdido toda la ilusión por su marido y le reprocha que no haya llegado
a nada en la vida, que viviera de su padre, don Manuel, y se hubiera casado por dinero.
Pepe, ajeno al sufrimiento de la casa y la muerte de su padre, llega tras pasar la noche
fuera, vive con Rosa, pero la hace profundamente desgraciada. Mientras Pepe piropea a
Trini, Urbano se pelea con él hasta que Rosa, desconsolada, los separa; pero interviene
en la pelea también el señor Juan, que habla con desprecio a su hija.
Ante la situación en que se quedan madre e hija, Urbano declara su amor a Carmina,
quien acepta por agradecimiento.
Trini y su padre hablan de Rosa. El padre la considera una “golfa”, pero su hermana
sabe que no se prostituye y que vive con Pepe por amor; a pesar de que él le pega y la
humilla, Rosa no soporta la idea de que Pepe la abandone. El señor Juan entrega dinero
para Rosa a Trini, quien debe dárselo sin que se sepa su procedencia. Conversan las
hermanas y Trini hace ver a Rosa que, aunque el padre está enfadado con ella, la sigue
queriendo y que el dinero en realidad procede de los cafés y las copas que el anciano fue
ahorrando.
Elvira y Fernando discuten. Ella no quiere dar el pésame a la familia del difunto porque
siente celos de Carmina. Cuando se encuentran ambas parejas, en la puerta, sus
comportamientos están entre el cinismo y las falsas apariencias, el amor fingido.
TERCER ACTO
Pasaron veinte años más. Es la época actual, es decir, años cuarenta. Sigue siendo una
casa humilde, pero con algunas mejoras: la ventana del descansillo tiene una vidriera de
colores, las paredes están blanqueadas, hay timbres en las viviendas y una placa
metálica donde se lee “Quinto piso”. Los vecinos echan de menos un ascensor.
Presenta el tercer acto Paca, anciana de una obesidad enfermiza, fatigada por la vida y la
soledad, única superviviente de la primera generación; por su charla se sabe que han
muerto su marido Juan y Generosa; solo le queda el consuelo de su nieta.
Las puertas cuarta y primera son ahora la vivienda de dos nuevos convecinos, uno más
joven que otro, bien vestidos, pluriempleados, que salen a trabajar a sus oficinas y
tienen además otros negocios con los que prosperan. Se quejan de los antiguos vecinos,
de rentas bajas, que ocupan los mejores pisos, ideales para montar despachos. Hablan de
los nuevos modelos de coches. Representan otra mentalidad y otro modo de vida.
En la tercera puerta, la casa de la señora Paca, viven Urbano y Carmina, están casados
(aunque su matrimonio ha sido un fracaso: ella enferma del corazón y cargada de
amargura y desilusión; él, paciente, deseando haber encontrado en su mujer el amor de
su vida) y tienen una hija de dieciocho años, Carmina, alegre, cariñosa con la abuela,
desenvuelta. Con ellos, las hermanas de él, Rosa (que fue abandonada por Pepe y siente
la tristeza de no haber sido madre) y Trini, ambas muy unidas, pero fracasadas,
dominadas por la pena y la desilusión.
Carmina hija y Fernado hijo, están enamorados, pero sus padres se oponen a esta
relación. A ella la amenazan y le pegan para que no salga con él. Carmina, intimidada,
respetuosa y sumisa, no acude a las citas. Fernando, más impetuoso, no teme la
autoridad ni el escándalo, se rebela contra la prohibición, cansado de los rencores y
prejuicios de los mayores, defiende su amor ante su padre tras haber sido calumniado
por su vengativo hermano Manolín, que lo acusa de besarse en el descansillo con
Carnina.
Urbano y Fernando se pelean en la escalera por este hecho. Se cruzan los insultos entre
las familias: Carmina va a ser comparada con la pasada liviandad de Rosa y a Fernando
lo tratan como a un vividor, cazador de dotes. Elvira desprecia públicamente a su
marido que baja las escaleras derrotado.
Tras esta situación violenta y penosa, Carmina y Fernando, hijos, corren a abrazarse en
el casinillo. La obra termina con la declaración de los jóvenes que quieren luchar por su
amor. “Tenemos que ser más fuertes que nuestros padres. Ellos se han dejado vencer
por la vida.” “Abandonaremos este nido de rencores y de brutalidad.” Fernando repite
las mismas palabras que su padre al final del acto segundo: sueña con trabajar para los
dos, ser aparejador, ingeniero, ganar dinero…
Contemplan la escena Carmina, madre, y Fernando padre que cruzan sus miradas
“cargadas de una infinita melancolía”.
-OBRA-
Teatro simbolista:
En la ardiente oscuridad
La obra representa el crudo enfrentamiento con una realidad que no puede escamotearse
ni disfrazarse. A través de la tara física de la ceguera, Buero simboliza las limitaciones
humanas. Así, es símbolo de la imperfección, de la carencia de la libertad para
comprender el misterio de nuestro ser y de nuestro sentido en el mundo. El hombre no
es libre porque no puede conocer el misterio que le rodea.
El tema del misterio predomina en otras obras, también de corte simbolista: La tejedora
de sueños, recreación del mito de Ulises y Penélope; Irene o el tesoro…
El criticismo social
En las obras de tipo social se analiza la sociedad española con todas sus injusticias,
mentiras y violencias. Pertenecen a este grupo: Historia de una escalera, Hoy es fiesta,
Las cartas boca abajo y El Tragaluz.
Historia de una escalera es posiblemente, una de las obras más importantes del teatro
de esta época por su carácter trágico y por la denuncia de las condiciones sociales de
vida. La obra causó gran impacto por su realismo y contenido social.
Dramas históricos
En estos dramas, Buero toma los “materiales del pasado histórico” como trampolín o
espejo y como mina de significaciones cara al presente y como modelos en el sentido
que la sociología da al vocablo. Pertenecen a este grupo : Un soñador para un pueblo,
Las Meninas, El concierto de San Oviedo y El Sueño de la razón.
El sueño de la razón se sitúa durante la ola de terror desencadenada por Fernando VII
en su lucha contra los liberales.
-CONTENIDO-
-ACTO PRIMERO-
En el acto primero el autor introduce a los personajes y la vida precaria que acarrean por
falta de recursos económicos. Son personajes humildes y representan a la amplia
sociedad de la época.
-ACTO SEGUNDO-
Tras transcurrir diez años los personajes de la obra reflejan su vejez. La escalera no ha
sufrido ninguna reforma, lo que significa que no han habido grandes cambios en la
sociedad. Doña Asunción, Don Manuel y Gregorio han fallecido. Gregorio es el último
en morir y Generosa llora desconsoladamente mientras que Paca y Carmina le
consuelan dándole ánimos para afrontar la pérdida de su marido.
Fernando y Elvira finalmente ya han consagrado matrimonio y han tenido una criatura.
Discuten sin cesar, Elvira le reprocha a Fernando la vida tan austera que llevan.
Pepe y Rosa son marido y mujer, éste se ha convertido en un hombre mujeriego,
bebedor y grosero con su mujer. Su padre acaba de morir y Trini le recrimina la falta de
consideración que éste tiene ante tal pérdida. Pepe reacciona vulgarmente contra Trini y
en ese momento Urbano se encuentra subiendo la escalera y las toma contra Pepe, en
unos instantes se forma un jaleo de chillidos y empujones entre Urbano, Pepe y Rosa,
finalmente el Señor Juan y Paca salen alarmados de su casa por los berridos y en un
santiamén ponen fin a la discusión.
Urbano se encuentra con Carmina en el “casinillo” y éste le declara las ansias que tiene
de poder hacer feliz a Carmina si ésta le entrega su amor.
El Señor Juan está tremendamente disgustado por la horrible escena en la que Pepe
discute con toda la familia de Rosa. Ella económicamente está muy mal, Ya que Pepe
no hace nada por darle dinero a su mujer para la manutención. El Señor Juan decide
darle unos ahorros a Trini para que se los mande a su hermana y así pueda comer.
-ACTO TERCERO-
En el acto tercero tras transcurrir veinte años desde el segundo acto la escalera ha
sufrido unas pequeñas reformas como el blanqueamiento de la pared o los cristales de
las ventanas. El autor no obstante recalca que sigue siendo una época de pobreza y
calamidades.
Elvira y Fernando han tenido otra criatura; Manolín. Es el cumpleaños del pequeño y
éste le recrimina a sus papás que quiere un pastel. Elvira y Fernando no pueden
comprarlo.
Curiosamente Fernando hijo y Carmina hija mantienen una relación a escondidas de los
familiares y vecinos, ya que Urbano y Carmina madre lo prohiben rotundamente.
Fernando hijo discute con sus padres por la prohibición que le imponen ante la relación
con Carmina.
Pepe finalmente abandona a Rosa. Ella vuelve a casa de sus padres. Convive con Trini,
su hermana, ya que ésta se ha quedado soltera. Las dos imaginan una vida con hijos y
lamentan su fracaso amoroso.
-TEMA-
Asunto principal
El autor nos transmite la cruda realidad, la frustración de unas personas de clase media
baja. La vida de los personajes del acto primero se ve reflejada en las vidas de las
siguientes generaciones, es decir, no hay prosperidad ninguna.
La obra pertenece a la etapa del criticismo social del autor, donde éste simplemente
critica las condiciones de la vida social de aquellos tiempos.
La frustración amorosa: es un tema que está vigente en casi todos los personajes
de la segunda generación. Pepe finalmente abandona a Rosa al cabo de los años,
y ésta acaba viviendo con su hermana soltera, Trini en casa de sus padres.
Carmina y Urbano se casan por total conveniencia al morir el padre de ésta y
Urbano le reprocha que no se siente amado.
En los actos también se pueden distinguir las diferentes puestas en escena, gracias a la
introducción del espacio y tiempo que nos determina el autor para podernos situar con la
imaginación.
Las acotaciones tienen una función importante dentro de la obra. Escritas en cursiva y
entre paréntesis, para distinguirlas del texto principal, son textos descriptivos-narrativos
que simplemente nos especifican la sensación de angustia, alegría, pena…
movimiento… de los personajes, es decir, nos transmiten sus sentimientos y actuaciones
para que el lector pueda identificarse o entender mejor el papel de los personajes.
Tiempo:
Carmina hija y Fernando hijo jamás llegan a casarse. Es un amor imposible ya que por
culpa del romance de éstos, un día Urbano vuelve a provocar a Fernando recriminándole
que su hijo ha dejado en estado a Carmina y que por lo tanto el recién nacido nunca
podrá ser visto por su padre ni por su familia. Fernando padre no le permite a Urbano
que no deje que la criatura tenga relación con ellos y finalmente cumple la promesa que
desde hacía muchos años pronunciaba, tirarlo por la escalera.
Urbano muere y deja a toda una familia atrás. A partir de este momento Carmina no
puede ver más a Fernando porque siente que les ha destrozado la vida y siente un gran
rencor hacia Fernando hijo. Carmina madre y Carmina hija son consoladas por todos los
demás vecinos. La familia de Fernando al sentir que no son agraciados en esa vecindad
deciden mudarse y acabar con su trágico pasado.
Espacio:
La historia se ubica en un solo espacio visible: “la escalera”, aunque influyen dos
espacios omitidos “la calle” y el interior de las viviendas.
analiza el espacio del “casinillo” teniendo en cuenta para qué lo usan los distintos
personajes.
como símbolo del paso del tiempo: el autor refleja que en treinta años no han
habido cambios en la sociedad de esa época y lo identifica con las pocas
reformas que ha sufrido la escalera. Es una época de pobreza, angustias y
desespero por cambiar de vida.
Como símbolo del fracaso: la escalera es testigo de las vidas de los personajes de
las tres generaciones y los hijos son el reflejo de los padres, es decir, actúan
igual, piensan y tienen las mismas ilusiones que finalmente nunca se llevan a
cabo.
-PERSONAJES-
Agrupa los personajes por edades y explica sus rasgos coincidentes y diferenciales.
PRIMERA GENERACIÓN:
TERCERA GENERACIÓN:
La posguerra se hace presente en el nivel de vida tan austero que llevan los personajes.
La escalera simboliza esa época de pobreza y de que no hay ninguna prosperidad en sus
vidas. Los más jóvenes sueñan en ser algo importante para poder tener un poder
adquisitivo más alto. Otros se introducen en la política del movimiento obrero para
intentar mejorar sus puestos de trabajo. Cuando el hombre de familia muere es un gran
drama porque la mujer y los hijos han de seguir sobreviviendo como puedan.
-LENGUAJE-
Analiza el símbolo de la leche derramada, partiendo de la versión del cuento
tradicional.
La moraleja pudiera ser: cuenta con lo que tienes, sácale el máximo partido y no ansíes
lo que no sabes si podrás tener.
4. El tema de la obra
La frustración, la impotencia social de las clases más bajas para salir por sí mismas
adelante, a pesar de muchos esfuerzos y buenas intenciones para ello
La inmensa mayoría de la sociedad en la posguerra no tiene futuro, frente a una
minoría privilegiada por el sistema.
La irrupción de la mujer como signo de futuro más allá del tópico familiar al que
estuvo sometida hasta esos años cuantenta: las mujeres tienen papeles bastante más
decisivos en esta obra que los hombres..
5. Los personajes: todos están caracterizados por su forma de actuar; hablan como son,
de acuerdo con su registro familiar, social... No obstante, habría que hacer una distinción.
1ª Paca: mujer de clase media baja, esposa del Sr. Juan; madre
1
Generación de Urbano, Rosa y Trini.
2 Sr. Juan: esposo de Paca, padre de Urbano, Rosa, Trini.
Generosa: mujer muy pobre y muy justa; esposa de
3
Gregorio; madre de Pepe y Carmina.
4 Gregorio: marido de Generosa; padre de Pepe y Carmina.
Don Manuel: vecino más rico de la escalera, dispuesto a
5 ayudar a sus vecinos con su dinero; consiente todos los
caprichos a su hija Elvira.
Doña Asunción: mujer de apariencias, finge ser una
6 señora con dinero, pero resulta ser la más pobre de la
escalera; madre de Fernando, a quien ensalza cada poco.
Fernando: joven conquistador, presumido, fanfarrón, se
1
casa con Elvira, y es padre de Fernando y Manolín.
Elvira: hija de Don Manuel, caprichosa, adinerada, se casa
2
con Fernando al que consigue con su dinero.
Urbano: obrero joven, defensor del sindicato, se casa con
3
Carmina y es padre de la niña Carmina.
2ª Carmina: chica tímida, hija de Generosa y Gregorio, se
4
Generación casa con Urbano.
Rosa: chica guapa y presumida, hija de Paca y el Sr. Juan,
5
se casa con Pepe, y termina como una vieja amargada.
Pepe: hijo de Generosa y Gregorio, joven fanfarrón, se casa
6
con Rosa, y se va frustrando poco a poco.
Trini: joven guapa y simpática, hija de Paca y el Sr. Juan,
7
no se casa.
Fernando, hijo: hijo de Fernando y Elvira (2ª Generación),
muy parecido a su padre cuando era joven, presumido,
1
despreocupado, juerguiista, siempre haciendo planes para
3ª
el futuro; enamorado de Carmina.
Generación
Carmina, hija: de Urbano y Carmina (2ª Generación),
2
parecida a su madre; enamorada de Fernando.
3 Manolín: niño mimado, hermano de Fernando hijo.
6. El estilo.
Hay un lenguaje más culto en las acotaciones, aunque accesible a todo público: las
descripciones iniciales para la representación de las escenas dramáticas.
Hay un lenguaje más familiar, vulgar a veces, entre diversos personajes de esas
clases sociales más bajas, menos privilegiadas. De esta forma, el autor logra una
mayor verosimilitud: los diálogos van descubriendo los sentimientos y
pensamientos de cada personaje por su manera especial de expresarse
Abundan, en consecuencia, las funciones apelativa y expresiva del lenguaje, con
numerosos vocativos, interrogaciones, admiraciones..., en toda la obra.
7. A modo de ejemplo.
Fernando. -Sí. Acabar con todo esto. ¡Ayúdame tú! Escucha: voy a estudiar
mucho, ¿sabes? Mucho. Primero me haré delineante. ¡Eso es fácil! En un año...
Como para entonces ya ganaré bastante, estudiaré para aparejador. Tres años.
Dentro de cuatro años seré un aparejador solicitado por todos los arquitectos.
Ganaré mucho dinero. Por entonces tú serás ya mi mujercita, y viviremos en
otro barrio, en un piso limpio y tranquilo. Yo seguiré estudiando. ¿Quién sabe?
Puede que para entonces me haga ingeniero. Y como una cosa no es
incompatible con la otra, publicaré un libro de poesías, un libro que tendrá
mucho éxito.
... ¡Carmina!
Los textos dramáticos desarrollan una historia, en este caso, el fracaso de las
ilusiones juveniles y la frustración amorosa, esta trama se representa en un
escenario por unos personajes, Fernando y Carmina, que contemplan, desde el
pasado, el presente y el futuro de sus hijos, que también se llaman Fernando y
Carmina, un futuro que se adivina muy parecido a la vida que han tenido ellos.
Toda la obra tiene lugar en un único escenario: una escalera de un edificio de
pisos de clase media-baja. El tiempo es un elemento fundamental en la obra,
que consta de dos actos, separados por treinta años.
Como todo texto dramático, además del texto principal, representado por los
parlamentos de los personajes, contiene textos secundarios, las acotaciones, en
donde el autor explica al director los movimientos, los gestos, las acciones, la
escenografía etc. que debe aparecer en escena. Se diferencian del texto principal
porque van entre paréntesis y en letra cursiva.
Las funciones apelativa y expresiva del lenguaje son las dominantes, por eso
abundan los vocativos: ¡Carmina. Mi Carrmina!, ¡Fernando!, etc.; el uso del
modo imperativo: No te marches, Ayúdame; las oraciones interrogativas y
exclamativas. ¡La detesto!, ¡Qué felices seremos! ¿Sabes?, ¿Por qué no se lo pides
a Elvira?; la utilización de elementos afectivos: Por favor; ¡Tonto!, de adjetivos
valorativos: sucio ambiente, cariño servil, pisito tranquilo.
Los seres humanos tenemos dificultad para aceptar la realidad cuando no nos
gusta y tendemos a sustituirla por una ficción. Este autoengaño es una cosa bien
distinta de la ignorancia: es desconocimiento voluntario de la realidad, es
disposición a ignorar lo inconveniente, son ganas de pasar por alto lo
indeseable. Vivimos constantemente apartándonos de lo real, huyendo de la
verdad. Quizá vemos lo que existe pero rechazamos lo que significa, cuando un
obstáculo molesta, en el caso de Fernando, el trabajo duro de cada día, se decide
ignorarlo.
Podemos buscar innumerables ejemplos lejos del texto: Don Quijote ve la venta
pero la adapta a la idea del castillo, las ovejas balan, pero para él es el ruido que
hacen los ejércitos. La motivación de huida de la realidad y sustitución por un
mundo ficticio la encontramos en el espectador de cine, que sustituye, aunque
sea por unas horas, su vida diaria por la magia de la pantalla, o está también en
la atracción que siente muchas personas por revistas o programas televisivos,
sobre gente famosa o rica, que lleva una vida, al parecer, muy diferente a las
suyas y por un tiempo olvidan su realidad, sustituyéndola por vidas ajenas.
Época: La década de los ‘40, España se encuentra devastada tras la Guerra Civil y el
principio de la autarquía económica que impone Franco. España está sumida en una
profunda crisis económica y social.
Autor: Antonio Buero Vallejo nació en Guadalajara, en 1916. Desde jóven tuvo gran
interés por la lectura, el teatro y la cultura en general. Guerra Civil quiso alistarse como
voluntario, pero su padre se lo impidió, pero tras su muerte, en 1937 fue llamado a filas
y se incorporó . En el ‘39 y fue preso hasta el ‘46. Comenzó con dedicación en la
pintura, pero más tarde se dedicó a la literatura, ganando varios premios.
Obra: Historia de una escalera es una obra de teatro escrita por Antonio Buero
Vallejo ,1948 por la que recibió el Premio Lope de Vega, En ella se analiza a la
sociedad española con todas sus mentiras y engaños.
Acto primero En al acto primero vemos la escena del cobrador de luz y los vivibles
problemas económicos de la vecindad, con una excepción.Para terminar con este primer
acto, Fernando se encuentra con Carmina y la expresa el amor que siente y ha sentido
por ella diciéndola todos los planes de futuro que tenía para ambos.
Acto segundo Es este segundo acto ocurre tras 10 años, en los que han cambiado
mucho las cosas en el edificio de la escalera..También las parejas se han casado, (pero
no con los novios antiguos) y han formado nuevas familias, como Fernando y Elvira,
tienen un bebé ; Urbano y Carmina que se hicieron novios enfrente del casinillo, aunque
debido a estos nuevos emparejamientos el ambiente entre la gente ha empeorado por
que ahora se llevan mucho peor y se siente un gran rencor.
Acto tercero Este tercer acto continúa después de 20 años, en los que han pasado
muchas cosas, además de las que se suponen, como la del envejecimiento de las
personas y el fallecimiento de alguna de ellas.Fernado y Elvira ya tienen dos hijos
Fernando (hijo) y Manolín, el segundo y menor, las escenas se repiten mas o menos de
la misma manera que en el segundo acto en cuanto a las aspiraciones de Fernando
hijo.Además ocurren otras cosas como, el noviazgo de Fernando (hijo) y Carmina (hija)
repitiendo de esta manera la historia de sus padres. Al enterarse los padres de Fernando
y de Carmina de eso, estos se enfadan y entran en una grave discusión que acaba
reproches y viejos rencores que salen al aire. Pero a Fernandito no le importa y a
expensas de sus padres los dos jóvenes se aman en el casinillo.
Características: el rasgo común que liga toda su producción es la tragedia del individuo
enfocada en el plano existencial y en el plano social pues denuncia injusticias desde un
exigente sentido moral y político. Su temática gira en torno al anhelo de realización
humana y a sus dolorosas limitaciones: la búsqueda de la felicidad de la verdad y la
libertad-y a menudo rotar-por el mundo concreto
personajes: de esta escena, en la que solo intervienen dos personajes, puede extraerse en
esencia el carácter general de los vecinos del inmueble. Fernando y Carmina, y sus
respectivos progenitores encarnan dos únicos personajes./Fernando y Fernando hijo: son
idénticos en personalidad y actitud y forman un par dicotómico antitético con Urbano,
que al contrario que ellos es trabajador pero con poca visión de futuro. Ambos se
enamoran de Carmina .Interpretado como un personaje único, Fernando es redondo en
su caracterización, con la edad y la experiencia descubre que siendo vago, nunca
alcanzará sus sueños y no logra casarse con su amada, de hecho el padre acaba casado
con Elvira, una mujer a la que en principio rechaza por su petulancia.
Carmina y Carmina hija: al igual que los Fernandos, Carmina madre e hija son idénticas
en su personalidad, de joven ingenuas y soñadoras, engañadas por las historietas de un
futuro de excelencias por sus amados. La madre acaba casada con Urbano, y vive con la
melancolía de sus sueños de juventud, tal y como se describe en la última acotación del
fragmento.
Espacio: La obra ocurre a lo largo de treina años y podríamos pensar que es la misma
época de posguerra en la que escribe esta historia el autor tras salir de la cárcel en 1946,
es una época en que España se encuentra devastada tras la Guerra Civil y el principio de
Autarquia económica que impone Franco, El tiempo transcurre, con grandes saltos hacia
delante, hacia el futuro , hay una diferencia de 10 años. en el segundo acto y 20 años
más en el tercero.