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Tema 1: Elementos primarios

“Toda forma pictórica se inicia con un punto que se pone en movimiento… el punto se mueve y surge la línea (la
primera dimensión). Si la línea se transforma en un plano, conseguimos un elemento bidimensional. En el salto del
plano al espacio, el impacto hace brotar el volumen (elementos tridimensionales). Un conjunto de energías cinéticas
que cambian al punto en una línea; a la línea en un plano, y al plano en una dimensión espacial.”

 Punto: indica una posición en el espacio (carece de volumen o dimensión)


Señala una posición en el espacio, carece de longitud, anchura y profundidad y, por lo tanto, es estático, central y no
direccional. Como elemento esencial del vocabulario de la forma, un punto puede marcar: los dos extremos de una
línea, la intersección de dos líneas, el encuentro de líneas entre la arista de un plano o volumen, el centro de un
campo.
Un punto no tiene dimensión. Para que un punto indique visiblemente una posición en el espacio o sobre el plano
del terreno, debe proyectarse según un elemento de línea vertical, sea una columna, un obelisco o una torre.
Hacemos notar que un elemento columna en planta es un punto, por esto, conserva las propiedades visuales de un
punto. Otras formas de origen puntual que se conservan con las propiedades visuales de un punto son: el círculo, la
esfera y el cilindro.
Con la unión de dos puntos se marca una línea.
 Línea: (la prolongación de un punto) con sus propiedades de:
o Longitud
o Dirección
o Posición

En la formación de toda construcción, la línea, a pesar de carecer de anchura y profundidad, es esencial, debido a su
propiedad en la que puede indicar una dirección. Sirve para: unir, asociar, soportar, rodear o cortar otros elementos
visuales; definir las aristas y dar forma a los planos; articular las superficies de los planos.

Los elementos lineales:

De las líneas pueden surgir elementos lineales como los obeliscos, las torres y columnas, las cuales se han utilizado
para establecer puntos singulares en el espacio. De igual manera, estos elementos verticales lineales se emplean
para definir volúmenes ideales en el espacio. Los elementos lineales, también, son un medio para expresar un
movimiento a través del espacio, proporcionando un soporte para el plano superior y formando un marco estructural
para el espacio arquitectónico.

 Plano: (la extensión de una línea) cuyas propiedades son:


o Longitud y anchura
o Forma
o Superficie
o Orientación
o Posición

Un plano no es más que dos o más líneas paralelas que lo definen. El plano anterior o fachada de los edificios se ha
definido muy a menudo por medio de una hilera de columnas. Las fachadas con columnas se pueden atravesar
fácilmente, ofrecen cierto grado de protección ante los elementos y configuran una pantalla semitransparente que
da unidad a las formas constructivas que tras ella se organizan. Además de su cometido estructural, las columnas
participan en el sostenimiento del plano superior de cubierta, también pueden articular los límites de zonas
espaciales interiores, al tiempo que les permiten entrelazarse fácilmente con espacios adyacentes.

Los elementos planos:

En arquitectura, los planos definen tridimensionalmente volúmenes de forma y espacio. Las propiedades que
distinguen a cada plano (tamaño, forma, color, textura) como su relación espacial entre las mismas, determinarán en
último término las propiedades visuales de la forma que definen y las cualidades del espacio que encierran.

El plano superior: puede ser el de cubierta, protección inicial de un edificio frente la agresión de la intemperie, o el
plano del techo, el elemento de cobijo en el espacio arquitectónico.

El plano de la pared: los planos verticales de las paredes visualmente, son los más activos, con vistas a definir y
cerrar el espacio.

El plano base: el plano del terreno proporciona el apoyo físico y la base visual para las formas constructivas. El plano
del suelo es el que soporta nuestras actividades en el interior de los edificios.

 Volumen: (la extensión de un plano) cuyas características son:


o Longitud, anchura y profundidad
o Forma y espacio
o Superficie
o Orientación
o Posición

Todo volumen puede analizarse y considerarse como un compuesto de: puntos (vértices) donde se reúnen varios
planos; líneas (aristas) donde se cortan dos planos; planos (superficies) que son los límites o márgenes del volumen.

La forma es la característica primaria para identificar un volumen; la componen los contornos e interrelaciones de los
planos que definen los límites del mismo.

Visto como un elemento tridimensional en el vocabulario del diseño arquitectónico, un volumen puede ser sólido
(masa que ocupa el lugar de un hueco) o vacío (espacio contenido o encerrado por planos).

Planta y sección: espacio que delimita y encierra los planos de las paredes, el suelo y el techo/cubierta.

Tema 2: Forma
“La forma arquitectónica es el punto de contacto entre la masa y el espacio. Las formas arquitectónicas, las texturas,
los materiales, la modulación de luz y sombra, el color, todo se combina para infundir una calidad o espíritu que
articule el espacio. La calidad de la arquitectura estará determinada por la maestría que el diseñador despliegue al
utilizar y relacionar estos elementos tanto en los espacios interiores como en los que envuelven los edificios.”

La forma se emplea en el arte y el diseño para denotar la estructura formal de una obra, la manera de disponer y de
coordinar los elementos y partes de una composición para producir una imagen coherente.

El contorno: es la principal característica distintiva de las formas; el contorno es fruto de la específica configuración
de las superficies y aristas de las formas.
El tamaño: las dimensiones verdaderas de la forma son la longitud, anchura y profundidad; mientras estas
dimensiones definen las proporciones de una forma, su escala está determinada por su tamaño en relación con el de
otras formas del mismo contexto.

El color: es el matiz, la intensidad y el valor del tono que posee la superficie de una forma; el color es el atributo que
con más evidencia distingue a una forma de su propio entorno e influye en el valor visual de la misma.

La textura: es la característica superficial de una forma; la textura afecta, tanto las cualidades táctiles como las de
reflexión de la luz en las superficies de las formas.

Las formas también poseen cualidades de relación que rigen la pauta y la composición de los elementos:

La posición: es la localización de una forma respecto a su entorno o a su campo de visión.

La orientación: es la posición de una forma respecto a su plano de sustentación a los puntos cardinales o al
observador.

La inercia visual: es el grado de concentración y estabilidad visual de la forma; la inercia visual de una forma
depende de su geometría, así como de su orientación relativa al plano de sustentación y al rayo visual propio del
observador.

El perfil: está referido a la arista perimetral de un plano o a la arista de un volumen, es el medio básico del cual nos
servimos para identificar la forma de un objeto.

El perfil está referido a la arista perimetral de un plano o a la arista de un volumen. Con el identificamos la forma de
un objeto.
Los perfiles básicos.
Nuestra mente tiende a simplificar a los elementos más regulares posibles. Generalmente caemos en la
circunferencia y en los polígonos regulares, tales como:
* El círculo.
* El triángulo.
* El cuadrado.

El círculo es una figura centrada e introspectiva, generalmente estable y autocentrada en su entorno. Si se le asocia
con formas rectas y angulares, o se dispone de un elemento sobre su perímetro puede inducir un movimiento de
rotación.
El triángulo significa estabilidad; es bastante estable al descansar sobre uno de sus lados; pero cuando de coloca
sobre uno de sus vértices queda inestable y tiene la tendencia a caer cobre uno de sus lados.
El cuadrado representa lo uro y lo racional. Es tética y neutra, carece de dirección concreta. Los rectángulos son
variaciones en altura y anchura del cuadrado. Igual que el triángulo, si descansa sobre uno de los lados el cuadrado
estará estable y si esta sobre el vértice será dinámico.
Los sólidos primarios 
Los contornos primarios pueden dilatarse o girar hasta generar formas volumétricas distintas, regulares y fáciles de
reconocer.
* La esfera: es el resultado de la rotación de un semicírculo alrededor del diámetro y en el que todos sus puntos
equidistan del centro.
* El cilindro: es el sólido que se genera de la revolución del rectángulo en torno a uno de sus lados. Es una forma
centralizada alrededor del eje que pasa por el centro de las dos circunferencias bases. 

* El cono: es fruto del giro de un triángulo equilátero alrededor del su eje vertical. Si se apoye sobre su base es
estable, no así al inclinar o desplazar su eje.

* La pirámide: es un poliedro de base poligonal y que tienen un punto común o vértice. Puede apoyarse sobre
cualquiera de sus lados de modo estable.

* El cubo: es una forma prismática compuesta por seis cuadrados iguales y perpendiculares a otros dos. Es estático y
carece de dirección o movimiento aparente. Solo apoyándolo en uno de sus vértices p aristas, es totalmente
dinámico.

Formas regulares e irregulares


Las formas regulares son aquellas que sus partes se relacionan entre sí como un vínculo firme y ordenado.
Generalmente son simétricos respeto a sus ejes. La regularidad formal se mantiene al alterar las dimensiones y a
agregar o sustraer elementos.
Las irregulares en cambio son aquellas cuyas partes son desiguales en cuanto a sus características y no disfrutan de
vínculos firmes que las unan entre sí. Casi siempre son asimétricas y más dinámicas que las regulares. Pueden ser
extractos de formas regulares o una composición irregular de formas regulares.

La transformación de la forma
Cualquier forma puede ser percibida como una transformación de un sólido, fruto de la manipulación dimensional,
de la adición o de la sustracción de elementos.
Transformaciones dimensionales: una forma puede transformarse alterando sus dimensiones y así siempre conserva
su identidad geométrica.
Transformaciones sustractivas: se logra a través de la sustracción de una parte de un volumen de una forma: esto
puede dejar que la forma conserve su forma original o que la transforma a otra forma.
Transformaciones aditivas: la adición de elementos puede transformar una forma. El origen de esta transformación
es la relación o unión física de una o más formas secundarias a dicho volumen.
Para que dos formas se agrupen puede haber:
* Tensión espacial, formas próximas o compartiendo rasgo en común.
* Contacto entre aristas, formando así una arista común a las dos formas.
* Contacto entre caras, en este caso ambas formas tienen un plano común entre sí.
* Volúmenes maclados, cada forma penetra en el espacio de la otra.

Formas aditivas 
Las formas aditivas pueden crecer y brotar de la tipología formal. Para que nosotros las podamos percibir las
agrupaciones aditivas como constituyentes de composiciones unitarias, las formas componentes deben estar
interrelacionadas según el modelo coherente e íntimamente entrelazado.
Se pueden clasificar en:
Formas centralizadas: consisten en cierto número de formas secundarias que se agrupan en otras formas-origen
centrales y dominantes.
Formas lineales: consisten en formas que se disponen secuencialmente en fila o hilera, que pueden estar
fragmentados o curvilíneos.
Formas radiales: estas basadas en formas lineales que se extienden centrífugamente desde unas formas centrales y
respetando un modelo radial.
Formas agrupadas: formas que se reúnen por simple proximidad o por poseer un riesgo visual en común.
Formas trama: responden a formas moduladas cuyos nexos se regulan conforme a tramas tridimensionales.
Impacto entre formas geométricas
Cuando dos formas de geometría y orientación diferentes chocan y se insertan mutuamente, cada una de ellas
luchara por obtener la supremacía y el dominio visual.
La articulación:
Articulación es el modo de cómo se reúnen las superficies de una forma para llegar a definir su contorno y su
volumen. Cualquier forma correctamente articulada, afirma con claridad las aristas de sus superficies y los ángulos
que estas forman, la disposición total es legible y se percibe con facilidad.
Una forma se puede articular diferenciando sus superficies adyacentes, color, textura.
Por el contrario, suavizamos o redondeamos los cantos esa forma pierden su características.

Tema 3: Forma y espacio

“Reunimos treinta radios y lo llamamos rueda, pero su utilidad no depende más que del espacio. Utilizamos arcilla
para hacer una vasija, pero su utilidad no depende más que del espacio. Abrimos puertas y ventanas para construir
una casa y únicamente en estos espacios se halla su utilidad. Por lo tanto, mientras nos aprovechamos de lo que es
urge que reconozcamos lo que no es.”

Elementos horizontales como definidores del espacio


Plano base: un campo espacial sencillo que puede definirse mediante un plano horizontal que está dispuesto a modo
de figura en contraste con un fondo.
Plano base elevada: este está elevado por encima del plano del terrero, produce, a lo largo de sus bordes, unas
superficies verticales que refuerzan la separación visual entre su campo y el terreno circundante.
Plano base deprimida: está situado bajo el plano del terreno, recurre a las superficies verticales de la misma
depresión para definir el volumen espacial.
Plano predominante: un plano horizontal que sobresalga y define un volumen situado entre el mismo y el terreno.
La definición de un espacio mediante elementos verticales
Los elementos verticales influyen más en nuestra percepción que los horizontales, crean sensaciones de cerramiento
a los que están en su interior, controlan la continuidad visual y espacial entre el entorno exterior y el interior de una
construcción y actúan a modo de filtro, etc.…. 
Elementos lineales verticales: estos elementos pueden definir las aristas verticales de un volumen.
Plano vertical: este articulara los planos proyectados entre sí.
Configuración en L: esta configuración de cualquier plano crea un campo o área espacial que, partiendo del vértice,
se desarrolla hacia afuera a lo largo de un diagonal.
Cuatros planos-encierro: encierran un espacio introvertido y articulan campo espacial que nos rodea.

Tema 4: Organización
“Una buena casa tanto puede ser algo sólo como un conjunto numeroso que para realizarlo se haga necesario un
salto conceptual de los componentes particulares de la visión general. Las opciones representan las maneras de unir
las partes. Las partes fundamentales pueden reunirse para construir algo más que partes fundamentales. También
pueden formar espacios, modelos y territorios exteriores. Ponen en escena el acto más elemental que la arquitectura
haya de representar. Para hacer que uno más uno sea más de dos debe lograrse que algo que se tenga por
importante (hacer habitaciones, reunirlas o implantarlas en el terreno) haga algo más que también sea importante
(hacer espacios habitables, fijar un modelo interior significativo o auspiciar otros reinos en el exterior)”.

Es evidente que muy pocos edificios se componen de un único espacio, lo habitual es que formen un número
determinado de ellos que, al mismo tiempo, se encuentran interrelacionados en función de su proximidad o de la
circulación que nos une.
Distintos tipos:
Espacio interior a otro: un espacio puede tener unas dimensiones que le permitan contener enteramente a otro
menor. Este contenedor debe ser bastante ser grandes para lograr el efecto de escala deseado, si es muy pequeño.
Espacios conexos: consiste en que sus campos correspondientes se solapan para generar una zona espacial
compartida. Los volúmenes conservan su forma original. La zona que envuelve a los volúmenes puede estar
igualmente compartida por uno y por otro
Espacios contiguos: dos espacios son contiguos cuando están muy próximos entre sí. El grado de continuidad
espacial y visual que se establece entre los dos espacios contiguos se supeditara a las características del plano que los
une y los separa. 
Espacios vinculados por otro común: dos espacios que poseen cierta distancia y que pueden enlazarse o relacionar
por medio de un tercero. El espacio puede diferir de los dos restantes en forma y orientación, para así mantener su
función de enlace.
Espacios en línea: en esta posición los espacios se encuentran uno detrás del otro. Estos espacios pueden
interrelacionarse directamente, o bien, estar entrelazados por otro espacio lineal independiente y distinto.
Generalmente estos espacios son repetidos, similares en tamaño, forma y función; aunque también pueden ser
distintos en tamaño, forma o función.
En virtud de su longitud, estos espacios marcan una dirección y producen la sensación de movimiento, de extensión y
de crecimiento.
Espacios centralizados: numerosos espacios secundarios se agrupan en torno a uno central, dominante y de mayor
tamaño. El espacio central es generalmente regular y de dimensiones suficientemente grandes que permitan reunir a
su alrededor a los espacios secundarios.
Espacios radiales: esta procede de una combinación de elementos de las organizaciones lineales y centralizadas,
donde los espacios parten de un centro o foco y se dirigen fuera de contexto. 
Su espacio central es por lo general regular y actúa como eje de los brazos lineales que, a su vez, pueden ser todos
ellos iguales, tanto de forma como de longitud y mantener la regularidad formal de toda la organización.
Espacios agrupados: son formas o espacios que se relacionan entre sí más por la proximidad entre ellos que algún
orden específico. Pueden ser iguales, compartir rasgos en común o ser distintos entre todos. Pueden también
asemejarse a una composición modular.
Espacios en trama: una composición en trama se compone de unas formas y unos espacios cuya posición en el
espacio y sus interrelaciones están agrupadas por un tipo de trama o por un campo tridimensional. La trama se crea
estableciendo un esquema regular de puntos que definen las intersecciones de dos conjuntos de líneas paralelas que
al llevarlas a la tercera dimensión produce una serie de unidades espacio-modulares y repetidas.
Dentro del campo de la trama, los espacios pueden aparecer como hechos aislados o como repeticiones modulares.
Independientemente de su disposición dentro del campo, si estos espacios se perciben como formas positivas,
crearan un segundo conjunto de espacios negativos.

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