Anexo Iii Vestigios

INSTITUTO SUPERIOR DE SEGURIDAD PÚBLICA
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ANEXO
VESTIGIOS
Los vestigios son marcas que el fuego deja en los combustibles u objetos que encuentra en su avance de su
interpretación se puede reproducir la progresión del fuego. Se han clasificado en 10 categorías, los cuales son los
siguientes:
1. Grado de daños
2. Patrón de Quema
3. Exposición / Protección
4. Lascamiento
5. Modelos de carbonización
6. Escamado
7. Petrificación de ramas
8. Manchas de hollín
9. Color de las cenizas
10. Tallos de gramíneas
GRADO DAÑOS
Se define el grado de daños como el volumen de materia vegetal afectada por el fuego. Este vestigio marcará un
daño menor en las proximidades del punto donde incide el fuego al combustible, y aumentará, de forma más o
menos rápida en función del viento, la pendiente, y la cantidad de combustible presente.
El daño producido en el combustible es la resultante de los vectores de propagación del fuego y de trasmisión del
calor. El fuego, empujado por el viento o favorecido por la pendiente, se inclina hacia el combustible sin quemar
(fuego a favor). Esto hace que el calor transmitido por radiación se sume al de la convección y que la resultante se
transmita hacia delante, con lo que se introduce diagonalmente en los combustibles.
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En general el grado de daños va a servir para confirmar la dirección general de avance del fuego y obtener datos
sobre su comportamiento, pero no para localizar su punto de inicio.
Es un vestigio que se suele utilizar para acotar la zona de estudio donde se encontrará el área de inicio. De un
rápido vistazo a los árboles y matorrales podemos definir de manera generalizada hacia donde se ha dirigido el
incendio.
A continuación se muestra una secuencia de la incidencia del fuego sobre el arbolado y la apreciación del efecto
que causa el grado de daños:
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El resultado en la vegetación es una destrucción mayor en la zona de salida del fuego frente a la zona de entrada.
Si dividiésemos el vegetal en cuatro cuadrantes, nos quedaría que tres de ellos están muy afectados por el fuego,
mientras uno queda menos afectado o incluso libre de la acción del fuego.
El cuadrante 2, en la parte superior del vegetal por el lado donde entra el fuego, es el menos afectado por el
mismo. Esta pauta se observará en todos los combustibles vegetales aéreos (árboles y/o matorrales) que se
encuentre en formaciones aisladas.
Hay que tener la precaución de observar los alrededores del vegetal afectado, por si en su base existiesen otros
combustibles de menor tamaño que afectasen al fuego y modificasen el patrón dejado por el mismo.
PATRON DE QUEMA
Cada tipo de vegetación, dependiendo de su estado, arde de una forma determinada, ofreciendo un dibujo o
comportamiento característico. Examinando el patrón de quema, se podrán detectar discrepancias o zonas en las
que el comportamiento de los vegetales al quemarse es distinto del esperado y en las cuales puede que esté
situado el inicio del fuego.
Un ejemplo de este vestigio son los tallos de gramíneas. Si todos caen hacia el mismo lado, se interpreta que el
fuego al avanzar afecta de igual forma a los tallos de las gramíneas y estas caen en la dirección esperada. Sin
embargo, si observamos que las gramíneas muestran direcciones de caída diferentes, nos marcarán direcciones de
avance del fuego diferentes.
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En la fotografía se observa la caída de las gramíneas en contra del sentido de avance del fuego, marcando todas
ellas una elipse que define el área de inicio. Se ha observado por tanto una modificación en el patrón de quema
lógico que nos muestra un cambio en la propagación del fuego.
Una variante del patrón de quema son los llamados CARRILES DE ACELERACIÓN. Éstos son zonas en las
que el incendio varía la velocidad de propagación, debido a características propias de los combustibles, dejando
unas formas de perímetro o zonas dentro del mismo diferentes a las esperadas.
En la fotografía se observa a la derecha una subida del fuego por una zona que permitió un desarrollo más rápido
del mismo. Se puede ver a la izquierda como el fuego iba dejando zonas o islas si quemar y, sin embargo, al llegar
a la zona de la derecha adquirió mayor velocidad.
Es importante asegurarse que este vestigio no esté “creado” artificialmente por las acciones de los medios de
extinción, sobre todo por aplicación de agua desde aeronaves. Para ello consultaremos, si es necesario, a los
medios actuantes.
Este vestigio, nos marca de forma general direcciones de propagación.
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EXPOSICIÓN-PROTECCIÓN
Este vestigio se produce cuando objetos o combustibles forestales han supuesto un obstáculo o pantalla al avance
del fuego y quedan marcados por el efecto del calor. Son los más importantes y reveladores, pudiéndose
encontrar en ramas caídas, piedras, matas de hierba, etc.
En pequeñas matas de gramíneas quemadas, se puede ver que en un lado de las mismas está muy afectado por el
fuego (por donde entro el fuego) mientras que por el lado opuesto permanecen algunos tallos no quemados
completamente, sobre todo por la zona de la base (por donde salió el fuego). Si se localizan varios de estos
vestigios, podremos indicar una dirección principal de avance de fuego.
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Este mismo efecto es visible en rocas, tocones y ramas caídas, donde la dirección de progreso del fuego irá de la
zona más afectada a la de menos afección por el fuego.
Hay que tener en cuenta que este vestigio sólo es válido si el objeto que examinamos no ha sido movido o
alterado (una rama puede haber sido movida inadvertidamente), por lo que se debe examinar el objeto y la
"cama" donde esté situado.
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En el conjunto de piñas de la fotografía se observa una parte que ha quedado más afectada (un color más negro
debido al inicio de la combustión sin llegar a completar sus fases). Por esta parte llegó primero el fuego y las piñas
sirvieron de pantalla para proteger la parte opuesta de las mismas, por donde siguió avanzando el fuego.
En la siguiente fotografía se observa la zona protegida que queda detrás del objeto afacetado por el fuego.
Se puede ver como el fuego acaba de pasar y en la zona protegida se aprecian incluso acículas sin quemar y
hierbas verdes
LASCAMIENTO
Se produce cuando el tallo de una planta con corteza quebradiza se calienta y se desprende, saltando en forma de
placas o lascas. La corteza, al perder humedad se resquebraja y salta, dejando un vestigio claro. El
desprendimiento suele producirse por el lado contrario al afectado por la fuente de calor. Este vestigio a veces no
es apreciable a simple vista, pero si se pasa la mano suavemente por el tallo, se nota que el lado donde hay lascas
es más áspero que el resto de la superficie.
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En cortezas finas se observa que los lascamientos son consecuencia de la formación de burbujas debajo de la
corteza que explotan y dejan este vestigio a la vista.
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El lascamiento también se puede producir en piedras. Sin embargo este proceso se produce en el lado por donde
recibe más calor el objeto, es decir, por donde el fuego ha entrado primero en contacto con el objeto.
MODELOS DE CARBONIZACIÓN
Son las marcas dejadas por el fuego sobre los troncos del arbolado. Éstas adoptan una forma u otra en función de
la dirección de propagación, del combustible superficial, y de la dirección del viento.
Todos los fuegos son pequeños en su comienzo. En las áreas próximas al punto de inicio, cuando el fuego aún no
ha alcanzado una dinámica de progresión, dejan huellas de haberse expandido fundamentalmente por radiación y
el perímetro del incendio tenderá a ser circular o levemente elíptico.
Así, los árboles cercanos al punto de inicio, tendrán señales de carbonización iguales en altura si el foco de calor es
equidistante a los mismos.
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Si hay viento o pendiente, esta llama casi estática se inclinará y marcará más a los árboles que se encuentren en la
dirección hacia la que esta se tumba.
Una vez que el fuego forma el frente y la cola, la transferencia de calor al resto del arbolado es debida a la
radiación y a la convección. Las marcas de carbonización que crea el efecto convectivo de las corrientes de aire
caliente, son de forma ahusada hacia la copa del arbolado, siendo más evidentes en el lado protegido del viento,
que es donde se manifiesta el efecto de abrazamiento del aire caliente al arbolado.
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Cuando el incendio tiene una propagación circular, las marcas de carbonización tenderán a ser simétricas desde el
punto de inicio.
FUEGO A FAVOR DE VIENTO Y/O PENDIENTE
Cuando hay viento o el terreno está en pendiente, rápidamente se diferencian la cabeza y la cola del incendio.
Además se producirá un tumbado de la llama, lo que hace que la radiación no sea simétrica, y afectará de forma
característica al combustible.
Si un incendio sube por una ladera y además tiene el viento a favor, dejará marcas paralelas al perfil del terreno
sobre los troncos, estando estas marcas cada vez más altas en el fuste del arbolado, hasta finalmente alcanzar las
copas. Este efecto se producirá igualmente en terreno llano, si un fuego avanza empujado por el viento, ya que se
produce el mismo efecto en la llama.
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FUEGO CON VIENTO Y PENDIENTE EN CONTRA
Si un incendio baja por una ladera y tiene el viento en contra, dejará marcas paralelas al perfil del terreno sobre
los troncos, teniendo éstas la característica de ser todas de la misma altura, que corresponderá a la de la altura de
llama. Este hecho es debido a que la carbonización por convección es mucho menor.
ESCAMADO
Es el resultado de la carbonización profunda de la madera, lo cual produce que su superficie quede convertida en
un mosaico o piel de cocodrilo, de escamas negras y brillantes.
La dirección de propagación se determina observando qué lado del tronco, tocón o rama está más afectado (con
mayor profundidad de daños), indicando esta cara la procedencia del fuego. Este efecto también es fácilmente
visible en postes de teléfono y cercados.
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El escamado suele derivar en otro vestigio denominado ACUCHILLADO. La combustión produce una
degradación de los materiales que se ve intensificada por la acción del viento. El resultado es un vestigio en el que
parece que al combustible se le ha cortado con cuchillo la parte que ha recibido mayor exposición de calor.
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PETRIFICACIÓN DE RAMAS
Debido al efecto de la convección producido por el incendio, las ramas finas de árboles y matorrales adoptan un
aspecto parecido al porte de una bandera. Esta petrificación es más evidente cuanto más rápido haya sido el
avance del fuego. Se produce una desecación de los tejidos, pero al pasar el incendio tan rápido no se produce la
destrucción total de los mismos.
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En incendios lentos o fuegos residentes, el eje de propagación afectará más a las ramas del matorral próximas a la
fuente de calor, que quedarán petrificadas en dirección a ésta, normalmente hacia el suelo. En este caso se
observará una marca de radiación en la parte inferior de las ramillas. Este hecho también se denomina caída
hacia la fuente de calor.
MANCHAS DE HOLLÍN
El hollín son partículas sólidas de tamaño muy pequeño en su mayoría compuestas de carbono impuro,
pulverizado, y generalmente de colores oscuros más bien negruzcos resultantes de la combustión incompleta de
un material (madera, carbón, etc.) y de la pirolisis, sobre todo en las zonas con más combustible, cerca de la llama.
La formación de hollín se explica por la movilidad del hidrógeno respecto de los demás productos de la
descomposici6n térmica del combustible (hidrocarburo) en el interior de la llama. Esto produce una fuga de
hidrógeno y hace que aumente la concentración de moléculas ricas en carbono que se agregan formando núcleos.
Los combustibles cuyas llamas producen cantidades importantes de hollín son generalmente más peligrosos,
porque este aumenta la radiación, que influye a su vez sobre la velocidad de la combustión. El hollín es también la
fuente del humo que sale de la llama y puede hacer que este se difunda hasta puntos muy alejados del incendio.
El hollín, al abandonar la llama, se convierte en humo que tiende a propagarse en la dirección en que avanzará el
fuego. Si encuentra en su camino obstáculos a menor temperatura que él, quedará fijado en ellos manchándolos.
De esta forma se podrá encontrar este vestigio en rocas, troncos, cercados, muros, paredes, etc., quedando
manchada la zona de procedencia del fuego, indicándonos así su origen.
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COLOR DE LA CENIZA
El color de la ceniza indica el tiempo que la fuente de calor ha residido en un determinado lugar.
Cuanto más blanca sea mayor permanencia habrá tenido el fuego en esa zona produciendo una combustión
completa.
Este efecto será importante cuando se estén buscando vestigios del medio de ignición, ya que en muchas
ocasiones sus restos habrán calcinado los combustibles adyacentes, o se habrán calcinado ellos mismos hasta
tomar un color blanquecino que resalta en el terreno (por ejemplo restos de mechas y varillas de cohetes). Esto
también podría considerarse una discrepancia en el patrón de quema.
TALLOS DE GRAMINEAS
Cuando una fuente de calor afecta al tallo de las gramíneas, estas pierden su turgencia y caen hacia el lado por el
que les afecta el calor, quemándose por capas, y produciendo un dibujo característico. Este vestigio permite
identificar la intensidad del fuego en ese punto así como su dirección de propagación.
Los tallos de gramíneas, dejan unos vestigios muy importantes y reveladores. Son, junto con el patrón de quema,
los modelos de carbonización y la exposición/protección, los vestigios más importantes en las zonas próximas al
punto de inicio del fuego.
Las gramíneas pueden tener los siguientes comportamientos:

1. Si están próximas al punto de inicio del fuego y este no tiene aún una dirección definida o la
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velocidad de propagación es lenta (por Ej. En zonas de retroceso del incendio), sus tallos van perdiendo turgencia
y caen hacia el punto de inicio.
2. Si el fuego adquiere potencia y comienza a desplazarse en una dirección definida, los tallos se doblaran hacia la
dirección contraria de avance, quemándose por capas, de tal forma que cada ramilla quedará seccionada en forma
de bisel, cuya parte más baja estará en el origen del fuego y la parte más alta en la zona de escape.
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Si se pasa el dorso de la mano suavemente por una mata de hierba quemada, se sentirá una sensación de
suavidad haciéndolo a favor de la dirección de avance del fuego, sensación que será deraspado si se hace en
dirección contraria.
LOS 10 VESTIGIOS
Se distinguen 10 tipos de vestigios para la interpretación del avance del fuego que permiten la
reconstrucción del incendio. Estos diez vestigios son:
1. Grado de daños. Es el volumen de materia afectada por el fuego.
2. Patrón de Quema. Forma de quema determinada de los combustibles que deja un dibujo característico.
3. Exposición / Protección marca de calor dejada por el fuego ante los objetos que se encuentran en su
camino.
4. Lascamiento. Separación y/o caída de la corteza de ciertas especies vegetales que se produce por la pérdida
de humedad de las cortezas.
5. Modelos de carbonización. Marcas dejadas por el fuego sobre los troncos de los árboles.
6. Escamado. Carbonización profunda de la madera que deja la superficie una marca en forma de mosaico o
“piel de cocodrilo”
7. Petrificación de ramas. Secado de las ramas finas por efecto de fuegos rápidos que produce una
direccionalidad forzada de las mismas
8. Manchas de hollín. Oscurecimiento de los objetos consecuencia de la adherencia del hollín producido
durante la combustión.
9. Color de las cenizas. El color de la ceniza marca el grado de combustión de los materiales vegetales.
10.Tallos de gramíneas. Reacción de los tallos de las gramíneas ante la acción del calor. Hay dos vestigios en
función de la intensidad del fuego.
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a. Caída hacia la fuente de calor, cuando esta es poco intensa.

b. Formación de biseles cuando el fuego se desplaza con mayor velocidad e
intensidad.
Los tallos de gramíneas, dejan unos vestigios muy importantes y reveladores. Son, junto con el
patrón de quema, los modelos de carbonización y la exposición/protección, los vestigios más
importantes en las zonas próximas al punto de inicio del fuego

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FUEGO A FAVOR DE VIENTO Y/O PENDIENTE

FUEGO CON VIENTO Y PENDIENTE EN CONTRA

Las gramíneas pueden tener los siguientes comportamientos:

a. Caída hacia la fuente de calor, cuando esta es poco intensa.

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