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RECHAZO CORNEAL
Alejandro Tello
2020
Ya desde 1873, van Dooremaal en los Paises Bajos encontró que los trasplantes de piel
colocados en la cámara anterior de perros sobrevivían por largo tiempo, contrario a los
colocados en la piel, lo que sugería un privilegio inmune. (van Dooremaal JC. Die
Entwicklung der in fremden Grund versetzten lebenden Geweba [in German]. Albrecht von
Graefes Arch Ophthalmol. 1873;19:358–373). 75 años después vinieron los estudios
históricos de referencia realizados independientemente por Medawar (1948) y por
Billingham y Boswell (1953) que demostraron que el ojo y la cámara anterior del ojo en
particular poseían propiedades notables que permitían la supervivencia prolongada y, a
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los loci de los genes de clase I del CMH (MHC). Mientras que solo el 35% de los
aloinjertos de córnea no coincidentes con la clase I del MHC sufrieron un rechazo inmune,
el 100% de los injertos de piel fueron rechazados. Pero el ejemplo más notorio del
privilegio inmunitario de la córnea en estos modelos animales se identificó cuando los
aloinjertos y receptores de córnea se aparearon en todos los loci de genes de
histocompatibilidad conocidos, excepto los alelos MHC de clase II. En estas condiciones,
ninguno de los aloinjertos corneales sufrió rechazo inmunológico, mientras que el 100% de
los injertos cutáneos no coincidentes de clase II del MHC fueron rechazados. Niederkorn
JY. Immunology of Corneal Allografts: Insights from Animal Models. J Clin Exp
Ophthalmol. 2015 Jun;6(3). pii: 429.
Hay dos tipos principales de moléculas de proteína CMH (MHC): clase I y clase II. Las
moléculas CMH (MHC) de clase I están en la membrana de casi todas las células de un
organismo, mientras que las moléculas de clase II están restringidas a células del sistema
inmunitario (especialmente macrófagos y linfocitos). El CMH (MHC) también contiene
una variedad de genes que codifican otras proteínas, como proteínas del complemento,
citoquinas y enzimas, que se denominan moléculas CMH (MHC) de clase III.
Las moléculas CMH (MHC) son componentes importantes del sistema inmunológico
porque permiten que los linfocitos T detecten células, como los macrófagos, que han
ingerido microorganismos infecciosos. Cuando un macrófago envuelve un microorganismo,
lo digiere parcialmente y muestra fragmentos de péptidos del microbio en su superficie,
unidos a moléculas CMH (MHC). El linfocito T reconoce el fragmento extraño unido a la
molécula CMH (MHC) y se une a él, estimulando una respuesta inmune. En las células
sanas no infectadas, la molécula del CMH (MHC) presenta péptidos de su propia célula
(autopéptidos), a los que las células T no reaccionan normalmente.
Las moléculas de CMH (MHC) se definieron inicialmente como antígenos que estimulan la
respuesta inmunológica de un organismo a los órganos y tejidos trasplantados. En la década
de 1950, los experimentos de injerto de piel realizados en ratones mostraron que el rechazo
del injerto era una reacción inmune generada por el organismo del huésped contra el tejido
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extraño. El huésped reconocía las moléculas CMH (MHC) en las células del tejido del
injerto como antígenos extraños y los atacaba. Por lo tanto, el desafío principal en un
trasplante exitoso es encontrar un huésped y un donante con tipos de tejido lo más similares
posible. Curiosamente este no es exactamente el caso en los trasplantes de córnea, como lo
veremos en detalle mas adelante.
Figura: Vías de presentación del CMH (MHC) clase I y CMH (MHC) clase II. A la izquierda, se
representa la ruta de la clase I del CMH (MHC), donde las proteínas citosólicas o endógenas
(antigenos endógenos) se descomponen en péptidos mediante proteasomas y se transportan
mediante TAP al interior del retículo endoplásmico rugoso. Las proteínas son cargadas en el CMH
(MHC) y se transportan al aparato de Golgi y luego a la membrana plasmática para su presentación.
A la derecha, se muestra la ruta del CMH (MHC) de clase II, donde los péptidos derivados del
medio ambiente extracelular o exógeno se mantienen en una vesícula hasta que puede ocurrir la
fusión con las moléculas del CMH (MHC) de clase II que contienen endosomas. De nuevo, la
molécula CMH (MHC) se forma en el retículo endoplásmico rugoso, pero el sitio de unión está
protegido por la cadena invariante. Los CMH (MHC) de clase II siempre pasan por el camino con
HLA-DM, que elimina el CLIP, el remanente final de la cadena invariante, y permite que el péptido
exógeno se una. El complejo final se transporta a la membrana celular. (Figura de Varsha
Manjunath tomado de Mandiga R, y coautores. The Major Histocompatability Complex. Duane´s
Ophthalmology)
TIPOS DE CÉLULAS
capacidad de presentar antígenos a linfocitos T CD8+ por medio de las moléculas CMH
tipo I, este término de células presentadoras de antígenos es preferiblemente aplicado
únicamente a las células capaces de presentar antígenos a los linfocitos T CD4, es decir, las
que pueden expresar moléculas CMH tipo II. Existen células que en determinadas
ocasiones pueden activarse y expresar CMH tipo II, como es el caso de algunas células
epiteliales (endotelio vascular, endotelio corneal, epiteliales del timo), siendo por tanto
consideradas como “CPA no profesionales”. Por otro lado, las CPA que expresan CMH-II
mejor definidas son las células dendríticas, los fagocitos mononucleares y los linfocitos B,
también denominadas “CPA profesionales”, siendo su capacidad fagocítica y procesadora
de antígenos muy superior a la de cualquier otro tipo celular. Los macrófagos y linfocitos B
presentan antígenos a linfocitos T colaboradores activos, es decir, linfocitos que han tenido
un contacto previo con el antígeno. Romero-Palomo F, Sánchez-Cordón PJ, Risalde MA,
et al .Funciones y clasificación de las células dendríticasAnales de la Real Academia de
Ciencias Veterinarias de Andalucía Oriental 24, 167-192 (2011)
Las células presentadoras de antígenos (CPA en español y APC en inglés) sirven entonces
como centinelas inmunes al mundo exterior. Las células presentadoras de antígeno (APC en
inglés) son entonces un grupo diverso de células del sistema inmunitario cuya función es la
de captar, procesar y, como su nombre los indica, presentar moléculas antigénicas sobre sus
membranas para que sean reconocidos, en especial por linfocitos T. El resultado de la
interacción entre una CPA y un linfocito T correspondiente inicia las respuestas
inmunitarias antigénicas. Las CPA son células capaces de realizar endocitosis con el fin de
internalizar y subsecuentemente procesar los antígenos extraños, no propios del organismo
huesped. Una vez procesado el material foráneo, debe ser presentado en la superficie, sobre
la membrana celular de la CPA unido a una molécula del complejo mayor de
histocompatibilidad CMH (MHC).
B-Macrófagos. Son células fagocitarias por excelencia, por lo que principalmente presentan
antígenos procesados de bacterias y parásitos. Se desarrollan a partir de células
progenitoras mieloides, entran en el torrente sanguíneo como monocitos y migran a los
tejidos como macrófagos.
C-Células B. Reconocen antígenos por medio de su principal receptor, la inmunoglobulina
de membrana BCR. Fagocitan el complejo antígeno:BCR y presentan el antígeno a
linfocitos T cooperadores por medio del MHC-II.2 Son sensibles a la estimulación de
citocinas, como la IL-4.
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-CPA para linfocitos T CD8. Cualquier célula del organismo puede presentar antígeno a los
Linfocitos T citotóxicos o CD8+ por razón de que todas las células nucleadas del cuerpo
presentan en su superficie el MHC-I. Los CD8 solo reconocen antígenos foráneos
presentados sobre MCH-I, los cuales provienen de producción endógena, tal como es el
caso de los antígenos virales y proteínas mutantes de células tumorales.
Células de Langerhans: Las células de Langerhans son células dendríticas que funcionan
como células presentadoras de antígenos (CPA en español, APC en inglés) abundantes en
la epidermis y otro epitelios estratificados. Ademas se encuentran en los ganglios
linfáticos. Derivan de la médula ósea.
TIPOS DE TRASPLANTES
En el ojo, las CPA (APC) profesionales, como las células dendríticas, las células de
Langerhans epiteliales, los macrófagos y las células B, se derivan de las células
progenitoras y madre hematopoyéticas en la médula ósea, que forman parte integral de
sistema inmune. Las CPA (APC) no profesionales se encuentran entre las células no
linfoides (por ejemplo, las células endoteliales vasculares, las células endoteliales de la
córnea y los queratocitos) y tienen una capacidad estimulante de las células T baja. Sin
embargo, pueden obtener las señales necesarias para el cebado de células T en ciertas
circunstancias (por ejemplo, inflamación).
Desde fines de la década de 1970 ya algunos grupos habían encontrado que las células de
Langerhans portadoras de antígeno MHC de clase II de manera abundante en las regiones
periféricas más externas de la córnea que se interconectan con la conjuntiva (es decir, el
limbo), pero que estaban notoriamente ausentes del epitelio corneal central en humanos
adultos, ratones, conejos y cobayas (Klareskog L, Forsum U, Tjernlund UM, Rask L,
Peterson PA. Expression of Ia antigen-like molecules on cells in the corneal epithelium.
Invest Ophthalmol Vis Sci. 1979 Mar;18(3):310-3. Sin embargo, estos hallazgos iban en
contra de otros publicados que indicaban que el epitelio y el estroma corneal carecían de
células células presentadoras de antígenos y que el estado privilegiado inmunitario de la
córnea se debía en gran parte a la falta de ellas. Streilein JW, Toews GB, Bergstresser PR
(1979) Corneal allografts fail to express Ia antigens. Nature 282(5736):326–327. A pesar
que otros estudios las habían identificado desde los años 60 con microscopía electrónica,
hubo que esperar a que otros grupos en los años 80 también las detectaran para que se
aceptara globalmente su existencia . (Segawa K. Electron microscopic studies on the human
corneal epithelium: Dendritic cells. Arch Ophthalmol. 1964;72:650–659)
Rodrigues MM, Rowden G, Hackett J, Bakos I. Langerhans cells in the normal conjunctiva
and peripheral cornea of selected species.Invest Ophthalmol Vis Sci. 1981 Nov;21(5):759-
65.
expresaban MHC de clase II (es decir, eran de clase II negativa). Utilizando técnicas de
microscopía confocal de alta sensibilidad mostraron entonces que la córnea normal no
inflamada estaba, de hecho, dotada con un número significativo de células dendríticas de
clase de células de Langerhans negativas para el CMH (MHC) de clase II, que se
encuentran en un estado inmaduro. Hamrah P, Zhang Q, Liu Y, Dana MR. Novel
characterization of MHC class II-negative population of resident corneal Langerhans cell-
type dendritic cells. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2002 Mar;43(3):639-46.
Segawa et al. en sus estudios de microscopía electrónica del epitelio corneal humano en
1964 describieron tres poblaciones diferentes de células de Langerhans (Segawa K.
Electron microscopic studies on the human corneal epithelium: Dendritic cells. Arch
Ophthalmol. 1964;72:650–659). Una de estas poblaciones, la "célula dendrítica no
pigmentada" se encontró en "todas" las partes de la córnea, incluido epitelio en el centro de
la córnea. Hamrah, Zhang y Dana indicaron en su artículo de 2002 que no era problable que
Segawa et al. hubiese detectado las mismas células que ellos describieron en su estudio.
Hamrah, Zhang y Dana sugirieron que el medio proinflamatorio inducido por la la cirugía
del trasplante de la córnea se podía asociar con la maduración de las células de Langerhans
residentes en la córnea donante.Hamrah P, Zhang Q, Liu Y, Dana MR. Novel
characterization of MHC class II-negative population of resident corneal Langerhans cell-
type dendritic cells. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2002 Mar;43(3):639-46.
Fenotípicamente, en el ratón tanto las células de Langerhans periféricas como las centrales
son CD11c + CD11b-, con la densidad de estas células disminuyendo progresivamente
desde el limbo hacia el centro de la córnea.
Poco tiempo después, utilizando modelos de ratón, este mismo grupo de investigadores
reconfirmaron que en la córnea hay poblaciones distintas de APC residentes que son
negativas para el complejo de histocompatibilidad mayor (MHC) II pero que pueden
expresar antígeno de clase II después del trasplante y que tienen la capacidad de migrar a
los ganglios linfáticos drenantes de huéspedes injertados [Liu Y, Hamrah P, Zhang Q,
Taylor AW, Dana MR (2002) Draining lymph nodes of corneal transplant hosts exhibit
evidence for donor major histocompatibility complex (MHC) class II-positive dendritic
cells derived from MHC class II-negative grafts. J Exp Med 195(2):259–268].
Las CPA (APC) pueden observarse in vivo en córneas sanas en humanos mediante la
microscopía confocal moderna. De manera similar a los roedores, la densidad de las CPA
(APC) disminuye desde el limbo al centro en la córnea humana sana. En el epitelio de la
córnea tanto periférica como central, las células de Langerhans están presentes en en un
porcentaje variable (de acuerdo a diversos estudios) de los sujetos sanos (entre el 31 % y el
85.7% en dos estudios en Alemania), siendo mas alta la presencia en los usuarios de lentes
de contacto. Entre el 33% y el 100% de los pacientes en que se identificaron células de
Langerhans en el epitelio corneal, se puedieron identificar tanto en la córnea perfiérica
como en la central. Las células de Langerhans están ubicadas a una profundidad de 35 a 60
micras, principalmente a nivel de las células epiteliales basales y el plexo nervioso
subbasal. (Zhivov A, Stave J, Vollmar B, Guthoff R. In vivo confocal microscopic
evaluation of Langerhans cell density and distribution in the normal human corneal
epithelium. Graefes Arch Clin Exp Ophthalmol. 2005 Oct;243(10):1056-61 // Zhivov A,
Stave J, Vollmar B, Guthoff R.In vivo confocal microscopic evaluation of langerhans cell
density and distribution in the corneal epithelium of healthy volunteers and contact lens
wearers. Cornea. 2007 Jan;26(1):47-54.
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2019 Proctor Lecture. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2019 Oct 1;60(13):4489-4495. doi:
10.1167/iovs.19-28632
En algunas condiciones, como en el caso de la infección por herpes simplex, ese acuerdo se
rompe para evitar daños mayores en otros órganos. Metcalf y coautores en 1979
encontraron que las lesiones corneales de la queratitis herpética en el estroma corneal son
causadas no por el virus por si mismo, sino por la respuesta de las células T del huesped.
Sin embargo los ratones sin timo, en quienes por no existir esa respuesta de células T no
presentaban signos de queratitis luego de la infección con herpes simplex, morían de
encefalitis viral. (Metcalf JF, Hamilton DS, Reichert RW. Herpetic keratitis in athymic
(nude) mice. Infect Immun. 1979;26:1164–1171). Esta terminación del privilegio inmune
está posiblemente determinada por la detección de los patrones moleculares asociados a
patógenos (pathogen-associated molecular patterns, PAMPs en inglés) que son expresados
por virus y bacterias y reconocidos por los receptores Toll-like de macrófagos y células
dendríticas. Niederkorn JY. The Eye Sees Eye to Eye With the Immune System: The 2019
Proctor Lecture. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2019 Oct 1;60(13):4489-4495. doi:
10.1167/iovs.19-28632
La respuesta inmune comienza con la captura intraocular de antígeno por celulas
presentadoras de antígenos (CPA) especializadas ( F4/80+), mas específicamente que
expresan tanto la molécula F4/80 como la CD11b, procedentes del iris y del cuerpo ciliar
que parecen corresponder a un subtipo especializado de macrófagos. La fuente de estas
CPA sigue siendo controvertida: pueden ser reclutados como monocitos de la sangre o
como alternativa, podrían ser CPA residentes en los tejidos oculares. (Watte CM,
Nakamura T, Lau CH, Ortaldo JR, Stein-Streilein J. Ly49 C/I-dependent NKT cell-derived
IL-10 is required for corneal graft survival and peripheral tolerance. J Leukoc Biol.
2008;83:928–935 // Hsu SM, Mathew R, Taylor AW, Stein-Streilein J. Ex-vivo tolerogenic
F4/80⁺ antigen-presenting cells (APC) induce efferent CD8⁺ regulatory T cell-dependent
suppression of experimental autoimmune uveitis. Clin Exp Immunol. 2014;176(1):37–48.
doi:10.1111/cei.12243 // Vendomèle J, Khebizi Q and Fisson S. Cellular and Molecular
Mechanisms of Anterior Chamber-Associated Immune Deviation (ACAID): What We
Have Learned from Knockout Mice. Front. Immunol 2017;8:1686). Luego de ser absorbido
y procesado por las células presentadoras de antígeno (APC) especializadas, estas CPA
inductoras de ACAID crean un microambiente rico en TGF-b e IL-10, pero deficiente en
IL-12, por lo que no puede incrementar la producción de CD40. Posteriormente estas CPA
migran a través de la sangre hacia el timo y el bazo . En el timo inducen la generación de
células Natural Killer T Cdells (NKT) del tipo NK1.1 + CD4− CD8−, las que, a su vez,
viajan por via sanguínea del timo al bazo (a donde llegan en alrededor de 4 dias) y juegan
un papel en la producción de células supresoras esplénicas. Niederkorn JY. Role of NKT
cells in anterior chamber-associated immune deviation. Expert Rev Clin Immunol. 2009
Mar;5(2):137-144. En la zona marginal (MZ) del bazo, las APC F4 / 80 + CD11b + que
emigran del ojo también interactúan con varios tipos de células y moléculas, lo que ayuda a
generar células inmunomoduladoras, como las células T reguladoras CD8 + o CD4 +
(Tregs), MZ células B reguladoras, Tregs γδ, iNKT y células reguladoras NKT, que se
diseminan por todo el cuerpo e inducen una desviación inmune específica de antígeno. El
resultado final es la aparición de una población de linfocitos reguladores de T específicos
de antígeno que regresan al ojo y suprimen la respuesta de hipersensibilidad tardía (DTH).
Un proceso similar se ha descrito en el vítreo y en otros compartimentos posteriores del ojo.
Sze ha encontrado en experimentos animales que un númer tan pequeño cmo de 20 CPA
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F4/80+ / CD11b+ pueden generar el proceso del DIACA. Niederkorn JY. Immune privilege
and immune regulation in the eye. Adv Immunol. 1990;48:191-226./// Wilbanks GA,
Streilein JW.
Studies on the induction of anterior chamber-associated immune deviation (ACAID). 1.
Evidence that an antigen-specific, ACAID-inducing, cell-associated signal exists in the
peripheral blood. J Immunol. 1991 Apr 15;146(8):2610-7. // Cunnusamy K, Paunicka K,
Reyes N, Yang W, Chen PW, Niederkorn JY.Two different regulatory T cell populations
that promote corneal allograft survival. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2010 Dec;51(12):6566-
74.
La inducción de la DIACA /ACAID requiere entonces un timo intacto, que es una fuente
importante de células NKT que se necesitan para la fase esplénica de DIACA /ACAID.
Adicionalmente se requiere un bazo funcionante paa que se presente el fenómeno del
DIACA/ACAID Niederkorn JY, Mayhew E. Role of splenic B cells in the immune
privilege of the anterior chamber of the eye. Eur J Immunol. 1995 Oct;25(10):2783-7.
También es indiuspensable la paticipación del sistema nervioso simpático. El ojo, el bazo y
el timo tienen inervaciones simpáticas densas y, coincidentemente, también son necesarios
para la inducción de DIACA/ACAID. Aunque el ojo tiene una inervación significativa del
sistema nervioso simpático, el sistema nervioso simpático no parece ser necesario para la
generación de las CPA oculares. Sin embargo, la simpatectomía química previene la
generación de células NKT CD4 + en el timo y sugiere que el sistema nervioso simpático
se requiere indirectamente para DIACA/ACAID por su supuesto papel en la generación de
la población de células NKT que eventualmente ingresa al bazo y participa en la inducción
de CD8 + ACAID Tregs. Niederkorn JY. Role of NKT cells in anterior chamber-associated
immune deviation. Expert Rev Clin Immunol. 2009 Mar;5(2):137-144.
14
La desviación inmune asociada a la cámara anterior (DIACA por sus siglas en Español o
ACAID, por sus siglas en inglés), caracterizada por una deficiencia selectiva de reacciones
de hipersensibilidad retardada (HSR / DTH en inglés) específica del antígeno después de la
administración de antígenos en la cámara anterior (o de esplenocitos alogénicos), es
entonces un proceso que contribuye al privilegio inmunitario ocular.
Se han detectado antígenos del Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH por sus
siglas en Español o MHC por sus siglas en inglés) en las tres capas celulares de la córnea
(epitelio, estroma y endotelio). Aunque los antígenos CMH/MHC se pueden encontrar en
las células del epitelio corneal, el estroma y el endotelio, la densidad de la expresión del
antígeno difiere notablemente entre estas tres capas celulares. En la rata, las células
endoteliales de la córnea expresan cantidades detectables exiguas de antígenos de clase I
del CMH/MHC y no antígenos de clase II del CMH/MHC detectables.
Los tejidos corneales por si mismos tiene capacidad de generar una respuesta de rechazo.
Estudios en ratas, conejos y ratones indican que el trasplante heterotópico de córneas (es
decir trasplantadas a un lugar diferente que el ojo) a lechos de injertos subdérmicos
conduce a una rápida sensibilización y un rápido rechazo de los aloinjertos.
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En general, se acepta que los trasplantes de órganos sólidos, como la piel o la córnea, son
rechazados por linfocitos T citotóxicos o por procesos de hipersensibilidad de tipo
retardado reacciones de hipersensibilidad retardada (HSR / DTH en inglés). Se ha
encontrado experimentalmente que los injertos que difieren del huésped en los loci MHC
de clases I y II, así como múltiples loci H menores fueron rechazados sistemáticamente,
pero no lograron inducir respuestas detectables de reacciones de hipersensibilidad retardada
(HSR / DTH en inglés) antes, durante o después del rechazo inmunológico. Aunque las
respuestas de DTH no fueron inducidas, los injertos libres de células de Langerhans
provocaron respuestas de linfocitos T citotóxicos potentes que coincidieron con el inicio del
rechazo del injerto. Los aloinjertos de córnea central no inducen DTH, pero sufren un
rechazo inmunológico en los sitios ortotópicos y heterotópicos. Por lo tanto, es razonable
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concluir que el DTH juega un papel pequeño, si es que alguno, en el rechazo de los
aloinjertos corneales.
Si el rechazo de aloinjerto corneal se debe únicamente a respuestas de linfocitos T
citotóxicos o DTH es más una cuestión semántica que inmunológica. Es más productivo
considerar la relevancia del fenotipo de las células T en términos de la clase de antígeno
MHC que reconoce en lugar de con una función efectora presumida.
Niederkorn y coautores a fines de los años 80 confirmaron que las células de Langerhans
transmitidas por el injerto eran el principal estímulo inmunogénico en ratones para el
rechazo de los injertos de machos en receptoras femeninas. Los injertos corneales
heterotópicos masculinos libres de células de Langerhans fueron incapaces de inducir una
respuesta citotóxica de linfocitos T o DTH contra el antígeno HY específico para animales
machos. Ray-Keil y Chandler también en esa época encontraron que la eliminación de las
células de Langerhans del donante (es decir, el tratamiento con oxígeno hiperbárico)
prácticamente eliminaba el rechazo de injertos: solo uno de los 23 injertos fue rechazado.
Así, en el caso de al menos un sistema de antígeno de histocompatibilidad menor (es decir,
H-Y), la ausencia de células de Langerhans tiene un efecto profundo en la inmunogenicidad
y el destino del injerto corneal. (Ray-Keil L, Chandler JW. Rejection of murine heterotopic
corneal transplants. Transplantation. 1985 May;39(5):473-7).
Los resultados de otros diversos estudios indicaron que en el caso de injertos de córnea que
representan solo histoincompatibilidades menores o disparidades de MHC de clase II, el
momento de la expresión del antígeno de MHC de clase II es crítico y determina si el
injerto está destinado a sobrevivir o perecer.
La disposición geométrica bien definida de las células de Langerhans en el limbo periférico
y la abrupta exclusión de estas células de las regiones centrales del epitelio corneal sugieren
que la distribución de estas células está bajo una regulación estricta.
Las células epiteliales de los conejos ante estimulos inflamatorios producen IL-1 que puede
atraer células de langerhans a la córnea central. La hipótesis de que IL-1 funcionaba como
un quimioatrayente para promover la migración de células de Langerhans periféricas hacia
el epitelio corneal central fue respaldada ya hace mas de tres décadas por hallazgos en los
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cuales la inyección intracorneal de IL-1 purificada en conejos indujo una rápida migración
centrípeta de células de Langerhans periféricas a la sitio de inoculación de citocinas, y el
efecto era bloqueado por anticuerpos anti-IL-1.
El eliminar a los injertos de córnea de estas células de Langerhans que van como
“pasajeros” reduce considerablemente el riesgo de rechazo en animales de experimentación
y, presumiblemente, tendría el mismo efecto en sujetos humanos.
La ausencia casi total conocida de drenaje linfático desde la cámara anterior hacia los
ganglios linfáticos regionales llevó a los primeros investigadores a proponer que el
privilegio de la cámara anterior podría estar relacionado con el secuestro de aloantígenos
dentro de este compartimiento y, por lo tanto, el bloqueo aferente del aparato inmunitario.
Sin embargo, durante la década de 1980 se confirmó que el privilegio inmunológico
extendido a los tejidos alogénicos trasplantados en la cámara anterior no era un evento
inmunológicamente nulo o pasivo, sino un proceso inmunorregulador dinámico de
excepcional complejidad.
La noción de que los aloinjertos colocados en la cámara anterior son totalmente apartados
del aparato sistémico fue refutada en los años 60 y 70 del siglo XX. Raju y Grogan asi
como Franklin y Prendergast demostraron que los aloantígenos no solo podían emigrar de
la cámara anterior al aparato inmunitario periférico, sino que se generaron detectores
aloinmunes contra los aloinjertos de la cámara anterior que finalmente sufrieron rechazo.
La primera pista de que los antígenos administrados directamente en la cámara anterior
podrían procesarse de manera que favoreciera la regulación negativa de la aloinmunidad
provino de estudios realizados por Kaplan y Streilein también en esa época. En sus
estudios, las células semi-alogénicas (es decir, el donante F1) sirvieron como aloantígenos
y se inyectaron directamente en las cámaras anteriores de ratas. La evidencia de que los
aloantígenos habían sido percibidos por el sistema inmune se presentó en forma de
anticuerpos séricos contra los aloantígenos del donante. Más importante aún, estos
hospedadores demostraron un retraso modesto, aunque significativo, en su capacidad para
rechazar los injertos de piel provocados por los donantes del inóculo intracameral, pero
fueron capaces de ejecutar el rechazo normal en primer lugar de aloinjertos de piel de
terceros.
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Las investigaciones en los años 80 con otros sistemas de antígenos revelaron que el
fenómeno DIACA (ACAID) no estaba restringido a antígenos de histocompatibilidad
menores. Wetzig et al. asi como Waldrep y Kaplan demostraron que la inoculación en la
cámara anterior de células linfoides derivadas de hapteno dio lugar a DIACA (ACAID),
como lo demostró la disminución de las respuestas DTH específicas del antígeno. Además,
estos estudios también establecieron que la disminución sistémica de la inmunidad mediada
por células era atribuible al desarrollo de un sistema de células T supresoras.
La ausencia de una vía de drenaje linfático patente para los injertos implantados en la
cámara anterior indica que los antígenos deben abandonar este sitio a través de la vía
sanguínea a través del sistema venoso. En consecuencia, se ha sugerido que la inoculación
de antígeno en la cámara anterior es equivalente a una inyección intravenosa y es
simplemente otra forma de desviación inmune, similar a la descrita por Asherson y Stone
en los años 60, en el que pequeñas cantidades de proteínas heterólogas desagregadas
inyectadas por vía intravenosa condujeron a la producción de anticuerpos séricos, pero una
notable ausencia de DTH.
Sin embargo, varios hallazgos argumentan de manera convincente contra la hipótesis de
que la DIACA (ACAID) es simplemente un método engorroso para producir una
desviación inmunitaria intravenosa. Intentos repetidos de imitar la DIACA (ACAID) por
medio de la inyección intravenosa de células P815 hechos en los años 80, fallaron. Más
importante aún, la naturaleza del mecanismo supresor de ACAID difiere notablemente de la
desviación inmune inducida por vía intravenosa. Los supresores de la DIACA (ACAID)
actúan en el nivel eferente, mientras que el sistema supresor de la desviación inmune
intravenosa funciona solo en el brazo aferente. Además, como se mencionó y se discutirá
mas adelante, la DIACA (ACAID) requiere la presencia de un bazo intacto; por el
contrario, la desviación inmune por via intravenosa no se elimina por esplenectomía.
El ojo desempeña un papel activo en la fase inductiva de la DIACA (ACAID). La
extirpación del ojo 4-7 días después de la inoculación intracameral de antígeno evita la
inducción de la DIACA (ACAID). También es dentro de este marco de tiempo que las
células tumorales alogénicas (que se originan en la cámara anterior) pueden detectarse
primero en el bazo del huésped. Así, los eventos significativos ocurren dentro del ojo
durante los primeros 7 días; más allá de este tiempo el ojo es superfluo.
Hay dos consideraciones que pueden proporcionar información para comprender la
inducción de la DIACA (ACAID). Una explicación es que el entorno fisicoquímico único
de la cámara anterior altera los antígenos o las células que perciben el antígeno. En este
sentido, Streilein et al. y Granstein et al. descubrieron la presencia de factor transformante
19
Figura tomada de : Hori J. Mechanisms of immune privilege in the anterior segment of the
eye: what we learn from corneal transplantation. J Ocul Biol Dis Inform (2008) 1:94–100.
Como se mencionó anteriormente, la DIACA ( ACAID) puede ser elimnada por medio de
una esplenectomía. Tres resultados interesantes se han observado en ratones
esplenectomizados. Primero, y quizás lo más sorprendente, es la pérdida obvia del
privilegio inmunológico: los tumores intracamerales de otro tipo de ratón sufren un rechazo
violento en ratones BALB / c esplenectomizados. Un segundo evento, e igualmente
importante, es la restauración de la inmunidad celular sistémica: los aloinjertos de piel
DBA / 2 ortotópicos (es decir injertados en la piel) no solo se rechazan, sino que el ritmo es
indicativo de un rechazo de segundo momento (es decir, el inóculo de la cámara anterior
efectívamente si sensibilizó al huésped). El tercer hallazgo notable es la restauración de
DTH que se produce en ratones esplenectomizados.
La facilidad con la que los aloinjertos de córnea en modelos animales inducen la DIACA
(ACAID) puede ayudar a explicar el notable privilegio inmunológico de los aloinjertos de
córnea. Sin embargo, se debe enfatizar que una constelación de otras características del
injerto de córnea y el lecho del injerto contribuyen al éxito de los aloinjertos de córnea.
Estos incluyen la naturaleza avascular y alinfática del lecho de injerto corneal, la ausencia o
escasez de células residentes presentadoras de antígeno (p. ej., Células de Langerhans)
dentro del injerto corneal, la elaboración de factores inmunosupresores por parte de células
corneales, y la escasez de antígenos MHC de clase I en el endotelio corneal. La
optimización y el aprovechamiento de cada uno de estos parámetros pueden mejorar
notablemente la supervivencia del aloinjerto corneal, especialmente en pacientes con alto
riesgo.
El estado inmune privilegiado de la córnea se refleja en las altas tasas de supervivencia del
injerto en lechos de huéspedes avasculares y no inflamados. De hecho, las tasas de éxito de
los injertos de córnea en estos receptores de injertos de bajo riesgo se estiman en 90% al
año y 55% a los 15 años. (Williams KA, Coster DJ (2007) The immunobiology of corneal
transplantation. Transplantation 84(7):806–813./// Sangwan VS, Ramamurthy B, Shah U,
Garg P, Sridhar MS, Rao GN (2005) Outcome of corneal transplant rejection: a 10-year
study. Clin Exp Ophthalmol 33(6):623–627)
Sin embargo, el medio tolerogénico de la córnea se anula cuando el tejido receptor del
huésped está inflamado y vascularizado. En estos casos las tasas de fracaso superan el 50%
a pesar del tratamiento inmunosupresor máximo. Price FW Jr, Whitson WE, Collins KS,
Marks RG (1993) Five-year corneal graft survival. A large, single-center patient
cohort. Arch Ophthalmol 111(6):799–805. El contacto del tejido corneal alogénico con el
sistema vascular del receptor puede incitar al rechazo al proporcionar una vía para que las
células inmunes del huésped reconozcan un injerto extraño y además que los linfocitos
efectores lleguen mas fácilmente a atacar esas células alogénicas. La neovascularización
corneal del huésped, ya sea antes o después de la operación, se ha asociado con episodios
de rechazo. Ahora se sabe que estos neovasos siempe se acompañan de vasos linfáticos, lo
que aceleraría el taslado de las células presentadoras de antigenos con la información sobre
los aloantígenos, al ganglio linfático regional (Arentsen JJ. Corneal transplant allograft
reaction: possible predisposing factors. Trans Am Ophthalmol Soc 1983;81:361-402 //
Perera C, Jhanji V, Vajpayee RB. Factors influencing outcomes of the treatment of allograft
corneal rejection. Am J Ophthalmol
2011;152:358-63 e2.// Boisjoly HM, Bernard PM, Dubé I, Laughrea PA, Bazin R, Bernier
J. Effect of factors unrelated to tissue matching on corneal transplant endothelial rejection.
Am J Ophthalmol 1989;107:647-54) Asi que la neovascularización y la
24
El notable incremento del rechazo corneal en los segundos o terceros trasplantes de córnea
(ya sean estos realizados en el mismo ojo o en el ojo contralateral) parece tener un factor
relacionado con el corte de los nervios de la córnea. En 2005 Paunicka, Nierderkorn y
coautores publicaron sus hallazgos que en ratones el corte de los nervios corneales
realizado durante la trepanación para el primer procedimiento de trasplante, liberaba altos
niveles de el neuropéptido sustancia P y de su receptor, conocido también como receptor de
la Neuroquinina-1, NK1-R, en ambos ojos del animal. Los altos niveles resultantes de la
sustancia P a través de una estimulación a las CPA para transformarse en células
contrasupresoras, desactivaban a las células T reguladoras necesarias para la aceptación de
los trasplantes corneales posteriores. Esta inactivación resulta en el rechazo del 100% por
ciento de los segundos aloinjertos corneales entre ciertos tipos de ratones (realizada en el
ojo contralateral), en lugar del riesgo normal del 50% en ese modelo experimetal, y ayuda a
explicar el alto riesgo de rechazo del injerto corneal en pacientes que reciben un segundo
trasplante corneal en cualquiera de los dos ojos. Estos investigadores también realizaron un
trasplante isogénico (conocido también como singénico) entre dos ratones genéticamente
idénticos, por lo cual no se presentó ningún rechazo. Poseriormente, cuando realizaron el
trasplante alogénico en el segundo ojo del mismo ratón receptor, en el cual se esperaría un
rechazo del 50%, se obtuvo un rechazo del 90%. Inclusive, haciendo solo una incisión de
espesor parcial en un ojo del ratón, dos semanas antes de hacer los trasplantes, ellos
observaron que se incrementó el rechazo en el trasplante hecho tanto en el mismo ojo de la
trepanación, como cuando se hizo el tasplante en el otro ojo, pasando del esperado 50% a
un 100% en el mismo ojo y a un 80% cuando el trasplante se realizó en el ojo contralateral.
Niederkorn y su grupo llamaron a esta pérdida del privilegio inmune en los dos ojos
“Pérdida Simpática del Privilegio Inmune” (Sympathetic Loss of immune privilege SLIP,
en inglés). El neuropéptido sustancia P parece estimular a las células de Langerhans de la
periferia ( que son CD11+) para convertirlas en células “antisupresoras” que bloquean a los
linfocitos T reguladores producidos po al DIACA. Paunicka KJ, Mellon J, Robertson D,
Petroll M, Brown JR, Niederkorn JY. Severing corneal nerves in one eye induces
sympathetic loss of immune privilege and promotes rejection of future corneal allografts
placed in either eye. Am J Transplant. 2015;15(6):1490–1501. doi:10.1111/ajt.13240
26
Los investigadores también descubrieron que los altos niveles de sustancia P pueden
bloquearse con medicamentos para restaurar el privilegio inmune del ojo y promover la
aceptación de un segundo trasplante de córnea. Neelam, Niederkorn y coautores indujeron
la DIACA /ACAID inyectando ovoalbúmina en la cámara anterior de ratones. Siete días
después de la inyección en cámara anterior, los animales fueron inoculados por vía
subcutánea con ovoalbúmina. 7 días después de la inmunización subcutánea se les inoculó
ovoalbumina en una oreja, y en la otra una solución inerte, como control. Encontraron que
al usar liposomas de clodronato, para depletar las células presentadoras de antigenos en la
superficie ocular (macrófagos y otras células dendríticas) y al someter al estímulo de
trepanación un ojo de los ratones, no se presentó el bloqueo de la DIACA (ACAID), es
decir que la presencia de estás células se requiere para eser bloqueo. Esto refuerza la
hipótesis que las CPA bajo el influjo de sustancias de origen neural (Sustancia P y su
receptor, conocido también como receptor de la Neuroquinina-1, NK1-R) se convierten en
células contrasupresoras. Neelam S, Mellon J, Wilkerson A, Niederkorn JY. Induction of
Contrasuppressor Cells and Loss of Immune Privilege Produced by Corneal Nerve
Ablation. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2018 Sep 4;59(11):4738-4747. doi: 10.1167/iovs.18-
24894.
Al usar el clodronato en animals a los cuales se les realizó la trepanación corneal parcial
previa, se logró evitar el incremento del rechazo corneal relacionada con la “Pérdida
Simpática del Privilegio Inmune” (presentación Niederkorn JY. “The Eye Sees Eye to Eye
With the Immune System: The 2019 Proctor Lecture”. ARVO 2019).
convirtireron en celulas antisupresoras. (presentación Niederkorn JY. “The Eye Sees Eye
to Eye With the Immune System: The 2019 Proctor Lecture”. ARVO 2019).
La conclusión de Niederkorn y su grupo es que el DIACA / ACAID en querastoplastia
penetrante se puede activar solo una vez, y luego se cierra la posibilidad por los
mecanismos explicadxos de la lesión de los nervios corneales, liberación de sustancia P, y
transformación de CPA en células contrasupresoras.
efectora del rechazo del aloinjerto corneal, porque puede inducir la apoptosis de las células
endoteliales corneales.
(J.Y. Niederkorn, observaciones no publicadas). IFN-g también activa los macrófagos, que
son necesarios para el rechazo de aloinjertos corneales en ratas y ratones (18, 42). Los
hallazgos actuales, junto con numerosos informes anteriores, nos recuerdan que múltiples
mecanismos pueden
culminar en rechazo de aloinjerto. La simple desviación de la respuesta aloinmune en una
vía Th1 o Th2 sola no garantiza la supervivencia del aloinjerto, y en algunos casos puede
exacerbar el rechazo. Además, invocar simultáneamente respuestas aloinmunes Th1 y Th2
debido a enfermedades alérgicas de los tejidos mucosos puede exacerbar el rechazo. Los
resultados actuales también sugirieron que el uso de agentes farmacéuticos que se dirigen a
las moléculas efectoras de alergia en la etapa final, como la histamina, que no afectan la
producción de citocinas Th2, como la IL-4, no eliminará el riesgo de rechazo de aloinjerto
corneal que está asociado con enfermedades atópicas. Sin embargo, aislar a los pacientes
atópicos de sus alérgenos o retrasar la queratoplastia hasta que se hayan disipado las
alergias estacionales puede ser más prometedor para mitigar el riesgo de rechazo asociado
con enfermedades que implican reacciones de hipersensibilidad inmediata.
El proceso de rechazo del trasplante de córnea incluye una fase de inducción, llamada brazo
aferente, y una fase de expresión, llamada brazo eferente. En el brazo aferente, el huésped
se sensibiliza a los antígenos del donante por medio de CPA/ APC, que presentan los
antígenos a las células T (usando proteinas del CMH II en sus membranas).
Este proceso puede llevarse a cabo a través de dos vías diferentes. La ruta directa, que
involucra las CPA /APC que vinieron como pasajeras dentro del tejido donante que
sensibilizan al huesped directamente y la ruta indirecta, que involucra a las CPA / APC del
huesped que se desplazan hacia el injerto, captan antígenos del donante y luego presentan
estos antígenos a las células T en los ganglios linfáticos.
Se ha demostrado que la interrupción del eje ojo-ganglios linfáticos en el contexto del
trasplante de córnea conduce tanto a la prevención completa de la alosensibilización del
huésped como a la supervivencia indefinida de los injertos de córnea, lo que demuestra la
relevancia funcional del paso de las CPA/APC de la córnea hacia los ganglios linfáticos de
drenaje local.
Yamagami S, Dana MR. The critical role of lymph nodes in corneal alloimmunization and
graft rejection. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2001 May;42(6):1293-8.
Yamagami S, Dana MR, Tsuru T. Draining lymph nodes play an essential role in
alloimmunity generated in response to high-risk corneal transplantation. Cornea. 2002
May;21(4):405-9.
Tanto las CPA /APC de la córnea derivadas del donante como las del huésped son capaces
de migrar de manera eficiente hacia los ganglios del receptor dentro de las 24 horas
posteriores al trasplante de córnea. Dado que la córnea no inflamada es libre de linfaticos,
esto se logra mediante el brote de nuevos vasos linfáticos en la córnea después del estímulo
inflamatorio, y a través de migración de CPA /APC hacia el limbo y la conjuntiva, que si
son tejidos ricos en linfáticos
vasos linfáticos, donde ceban las células T del huésped sin tratamiento previo (Figura 3). La
infiltración de APC está limitada por la expresión constitutiva del antagonista del receptor
de IL-1 (IL1-Ra) por las células epiteliales de la córnea; de hecho, se ha demostrado que el
tratamiento tópico con IL-1Ra disminuye la infiltración de APC y promueve la
supervivencia del aloinjerto [94]. La expresión de moléculas cohibidoras como PDL-1,
FasL y el receptor de TNF inducido por glucocorticoides, ligando de la proteína relacionada
con la familia (GITRL) por el epitelio corneal y el endotelio también promueve la
supervivencia del injerto al fomentar un medio tolerogénico e inducir la apoptosis de las
células Th1.
Las células presentadoras de antígeno (CPA / APC) desempeñan un papel importante en el
rechazo y la tolerancia del trasplante.
Curiosamente, los estudios realizados por el grupo de Dana han indicado que el
agotamiento total de las CPA/APC del donante pasajeras en el injerto no mejora la
supervivencia del trasplante, lo que sugiere que mientras algunas CAP/APC del donante
participan en la sensibilización del huésped, otras pueden participar en la inducción de la
tolerancia. Entre los dos estados de inmadurez y madurez de las CPA/APC se encuentra un
estado "resistente a la maduración" o "tolerogénico". Los macrófagos reguladores y las
células dendríticas que pueden promover la tolerancia APCs tolerogénicas (tolAPCs) se han
caracterizado como células CD11c + MHC clase II loCD40loCD86lo. Las CPA/APC
tolererogénicas, que también se denominan CPA/APC resistentes a la maduración, tienen la
capacidad de inducir tolerancia a las células T debido a su presentación de antígeno
disminuida, la producción de citoquinas reguladoras y la generación y expansión de células
T reguladoras productoras de IL-10, y son herramientas poderosas Para promover la
supervivencia del trasplante. Se ha desarrollado una variedad de inhibidores farmacológicos
para generar tolAPCs a partir de sus precursores no diferenciados para lograr la tolerancia
al trasplante, como citoquinas inmunomoduladoras, rapamicina, dexametasona y vitamina
D. En un modelo murino de trasplante de córnea de alto riesgo (en un lecho vascularizado),
Tahvildari, Dana y coutores recientemente demostraron que el tratamiento subconjuntival a
los ratones donantes (48 horas antes de retirar los botones de córnea) con IL-10 y TGFβ1
indujo cambios fenotípicos y funcionales en CPA/APC residentes en tejido, haciéndo a las
células en la córnea donante tolerogénicas y capaces de suprimir la alosensibilización en
receptores de aloinjerto de alto riesgo que normalmente rechazan rápidamente su
trasplantes de córnea.
Tahvildari M, Emami-Naeini P, Omoto M, Mashaghi A, Chauhan SK, Dana R. Treatment
of donor corneal tissue with immunomodulatory cytokines: a novel strategy to promote
graft survival in high-risk corneal transplantation. Sci Rep. 2017 Apr 20;7(1):971. doi:
10.1038/s41598-017-01065-z.
En el trasplante de córnea de alto riesgo, donde el lecho del injerto está inflamado y
vascularizado, las CPA/APC inmaduras presentes como pasajeros en el estroma corneal
del donante maduran rápidamente y migran a los tejidos linfoides del receptor para
sensibilizar las células T. El enriquecimiento con CPA/APC tolerogénicas (tolAPCs) en
córneas de donantes puede mejorar la supervivencia del injerto en receptores de aloinjerto
corneal con lechos de injertos inflamados. En 2017 Tahvildari, Dana y coautores reportaron
que el tratamiento de las córneas del donante con interleucina-10 (IL-10) y el factor
transformante de crecimiento β1 (TGFβ1) alteró el fenotipo y la función de las APC que
30
residen en el tejido. El trasplante de estas córneas enriquecidas con tolAPC disminuyó las
frecuencias de células T efectoras (Teffs) interferón gamma (IFNγ) +, así como la
alosensibilización en los huéspedes, disminuyó la infiltración de injertos de células CD45 +
y CD4 +, y mejoró significativamente la supervivencia de aloinjerto de córneas en
comparación con los controles inyectados con solución salina. Estos datos proporcionan un
enfoque novedoso para la inmunoterapia con tolAPC en trasplantes mediante el
acondicionamiento directo de citoquinas del tejido del donante.
Slegers TP, Broersma L, van Rooijen N, Hooymans JM, van Rij G, van der Gaag R.
31
Macrophages play a role in the early phase of corneal allograft rejection in rats.
Transplantation. 2004 Jun 15;77(11):1641-6.
Un grupo de investigadores en China, en contraposición a lo referido por los otros grupos
que han empleado clodronato (quienes niegan haber observado algún efecto adverso en los
animales de experimentación) indicó que la inyección sub-conjuntival de clodronato, y el
agotamiento de los macrófagos secundario, perjudicó significativamente la cicatrización de
las incisiones después del trasplante de córnea autólogo en ratones..
Li S, Li B, Jiang H, Wang Y, Qu M, Duan H, Zhou Q, Shi W. Macrophage depletion
impairs corneal wound healing after autologous transplantation in mice. PLoS One. 2013
Apr 16;8(4):e61799. doi: 10.1371/journal.pone.0061799. Print 2013.
Se requieren estudios adicionales antes de pensar en un ensayo en humanos.
Por otra parte, Dana y coautores han mostrado en modelos de raton es que al incentivar la
aparicion de celulas presentadoras de antigenos de la clase 103+ y derivando estas hacia el
ganglio linfatico, se logra incrementar la tolerogenicidad ce los trasplantes alogenicos.
Tahvildari M, Emami-Naeini P, Omoto M, Mashaghi A, Chauhan SK, Dana R. Treatment
of donor corneal tissue with immunomodulatory cytokines: a novel strategy to promote
graft survival in high-risk corneal transplantation. Sci Rep. 2017 Apr 20;7(1):971.
Tanto la hemangiogénesis como la linfangiogénesis están coordinadas principalmente por
la familia de receptores y ligandos del factor de crecimiento vascular endotelial, conmocido
como VEGF por su nombre en inglés Vascular endothelial growth factor. La
hemangiogénesis se debe en gran parte a la unión de la proteína VEGF-A a los receptores
de la familioa de las tirosina quinasas: VEGFR-1 y VEGFR-2. La linfangiogénesis por su
parte se relaciona con la unión de las proteínas VEGF-C y VEGF-D a los receptores
VEGFR-3. ( Olsson A-K, Dimberg A, Kreuger J, et al. VEGF receptor signalling—in
control of vascular function. Nat Rev Mol Cell Biol 2006;7:359) Dietrich, Cursiefen et al.
inhibieron selectivamente la linfangiogénesis usando anticuerpos anti-VEGFR-3 o
moléculas pequeñas anti-integrina α5, y encontraron una reducción sustancial en el rechazo
de aloinjerto corneal murino en los grupos de tratamiento a pesar de la presencia de vasos
sanguíneos preexistentes en el lecho huésped [Dietrich T, Bock F, Yuen D, Hos D,
Bachmann BO, Zahn G, Wiegand S, Chen L, Cursiefen C (2010) Cutting edge: lymphatic
vessels, not blood vessels, primarily mediate immune rejections after transplantation. J
Immunol 184(2):535–539].
El bevacizumab es un anticuerpo monoclonal que bloquea la angiogénesis mediante la
inhibición de VEGF A. En un estudio de trasplante de córnea murino de alto riesgo,
Dastjerdi, Dana, et al. demostraron que el bevacizumab subconjuntival inhibió la
neovascularización postoperatoria y promovió la supervivencia del injerto [Dastjerdi MH,
Saban DR, Okanobo A, Nallasamy N, Sadrai Z,Chauhan SK, Hajrasouliha AR, Dana R
(2010) Effects of topical and subconjunctival bevacizumab in high-risk corneal transplant
survival. Investig Ophthalmol Vis Sci 51(5):2411–2417]. Notando que las estrategias
dirigidas tanto a la angiogénesis como a la linfangiogénesis habían tenido éxito en
promover la supervivencia del injerto, Dohlman, Dana, et al. realizaron un estudio que
comparó la terapia complementaria de VEGF-trap (Aflibercept, Eylia) , anti-VEGF-C
(VGX-100, antilinfangiogénico) y sVEGFR-3 (VGX-300, antilinfangiogénico) en un
modelo murino de trasplante de alto riesgo [Dohlman TH, Omoto M, Hua J, Stevenson W,
Lee SM, Chauhan SK, Dana R (2015) VEGF-trap aflibercept significantly improves long-
term graft survival in high-risk corneal transplantation. Transplantation 99(4):678–686]. En
32
este estudio, los autores informaron que aunque todas las estrategias mejoraron la
supervivencia del injerto, el VEGF-Trap (aflibercept) fue significativamente más efectivo
en promover la supervivencia del injerto en comparación con el anti-VEGF-C y sVEGFR-
3. Los investigadores enfatizaron que aunque cada uno de los tres agentes ejercía un efecto
sobre la angiogénesis y la linfangiogénesis, VEGFtrap fue relativamente más efectivo para
limitar la angiogénesis, y el anti-VEGF-C y sVEGFR-3 fueron más efectivos para limitar la
linfangiogénesis. Llamativamente, la terapia con VEGF-trap fue la más efectiva para
reducir la infiltración de las células T CD3 + en el injerto de córnea, que son los
principales mediadores celulares del rechazo de aloinjerto. En inmunología, el co-receptor
de células T CD3 (grupo de diferenciación 3) ayuda a activar tanto las células T citotóxicas
(células T CD8 +) como las células T auxiliares (T helpers) (células T CD4 +). Ahora,
aunque entonces tanto las células T CD4 + como las células T CD8 + comprenden la
fracción de células T CD3 +, existe evidencia de que el rechazo agudo del injerto de córnea
está mediado predominantemente por las células T CD4 +. (Hegde, Niederkor, 2005)
En una serie de casos y controles de 122 pacientes sometidos a trasplante de córnea de alto
riesgo, seguidos por 6 meses, Bhatti et al. realizaron un estudio con tres grupos de
pacientes: Los pacientes del grupo A recibieron bevacizumab subconjuntival (2,5 mg / 0,1
ml al final de la cirugia y en uno de los controles – se aplicaron entre una y dos
inyecciones); en el grupo B, los pacientes recibieron una inyección simulada (grupo
control); mientras que los pacientes del grupo C recibieron bevacizumab tópico (2,5%, 25
mg / ml) que se indicó 4 veces al día durante 24 semanas. Todos los pacientes recibieron
esteroides tópicos y sistémicos. Los autores reportaron que los dos grupo s que recibieron
bevacizumab (tanto el grupo A por vía subconjuntival como el grupo C que lo recibió en
forma tópica) mostraron una neovascularización corneal significativamente menor después
de la cirugía ; sin embargo, no investigaron la supervivencia del injerto [Bhatti N, Qidwai
U, Hussain M, Kazi A (2013) Efficacy of subconjunctival and topical bevacizumab in high-
risk corneal transplant survival. J Pak Med Assoc 63(10):1256–1259].
En una serie de casos prospectivos, consecutivos, en un estudio de intervencionistas de 50
ojos de 50 pacientes con alto riesgo de rechazo de córnea (dos con síndrome de Stevens-
Johnson, cinco con antecedente de quiemaduras químicas, siete casos de leucomas
vascularizados postraumáticos, 11 leucomas vascularizados postinfecciosos, 19 injertos
rechazados y seis úlceras corneales), Dekaris et al. usaron bevacizumab subconjuntival
inmediatamente después de la cirugía combinado con bevacizumab tópico. Se realizaron
procedimientos simultáneos adicionales como el trasplante autólogo de células madre
limbares y / o membrana amniótica en diez casos. Les aplicaron 0,5 ml de bevacizumab (25
mg / ml, Avastin, Genentech / Roche, EE. UU.) junto con 0,5 ml de dexametasona (4 mg /
ml, Krka, Eslovenia) de forma subconjuntival en cada cuadrante afectado por NV al final
de la cirugía. Los ojos con neovascularización corneal preoperatoria en más de dos
cuadrantes recibieron adicionalmente bevacizumab tópico (25 mg / ml), cuatro veces al
día, hasta por 3 meses. Si se apreciaba crecimiento de la neovascularización se aplicaron
optras dosis de bevacizumab (al menos con un intervalo de un mes), hasta un máximo de 4
dosis en los tres años de seguimiento (se le aplicaron a 11 casos). Al final de los tres años
de seguimiento 15 trasplantes fallaron. Las tasas de supervivencia a 3 años en cada grupo
preoperatorio fueron las siguientes: diez de 11 ojos (90,9%) en leucomas vascularizados
postinfecciosos, 11 de 15 (73,3%) en injertos rechazados menos de dos veces, cinco de
siete (71.4%) en cicatrices vascularizadas postraumáticas, cuatro de seis (66.6%) en úlceras
corneales, tres de cinco (60%) en quemaduras corneales, dos de cuatro (50%) en injertos ya
33
El rechazo al trasplante de córnea puede surgir de muchas fuentes, aunque casi siempre está
relacionado con una respuesta inflamatoria. El riesgo de rechazo antes de la cirugía se
determina principalmente por el motivo de la cirugía. La población de bajo riesgo incluye
pacientes que requieren cirugía por distrofias corneales, queratocono, queratopatía bullosa y
leucoma. La población de riesgo medio incluye aquellos con opacificación corneal y
vascularización secundaria a traumatismo o queratitis infecciosa localizada. La población
de alto riesgo incluye aquellos con quemaduras químicas, queratitis por el virus del herpes
34
COMPATIBILIDAD HLA
35
Vail A, Gore SM, Bradley BA et al: Conclusions of the Corneal Transplant Follow up
Study. Br J Ophthalmol 81:631–636, 1997
Volker-Dieben HJ, Claas FHJ, Schreuder GMT et al: Beneficial effect of HLA-DR
matching on the survival of corneal allografts. Transplantation 70:640–648, 2000
A partir del análisis del Estudio de Seguimiento de Trasplante de Córnea en Gran Bretaña,
Vail et al identificaron posibles beneficios para el emparejamiento de HLA-A y B, pero
consideraron el gasto y la demora del HLA era poco probable que la coincidencia de DR
estuviese justificada.
Volker-Dieben et al encontraron que el rechazo es casi 14 veces mayor en los receptores
con córneas de donantes no coincidentes HLA-AB y HLA-DR. Khaireddin et al mostraron
una coincidencia donante-receptor de dos o más alelos en HLA-A, -B, o -DR reduce la tasa
de rechazo en al menos un 10% en bajo riesgo (10 años después de queratoplastia) y 40%
en alto pacientes de riesgo (3 años después de la queratoplastia) .
Reinhard et al mostraron que los pacientes de riesgo normal con cero a dos desajustes
HLA-A, -B o -DR tuvieron una supervivencia del injerto libre de rechazo del 92% a los 4
años, en comparación con 63% en un grupo con tres a seis desajustes.
Recientemente (en 2018) Böhringer y coautores reportaron los resultados del estudio
Functional ANtigen matChing in keratoplastY FANCY que fue un ensayo clínico
aleatorizado, doble ciego, multicéntrico. Ellos consideraron una queratoplastia compatible
cuando el donante si presentaba un máximo de dos alelos HLA diferentes que no estaban
36
total de 3486 trasplantes de córnea: 1973 (57%) por distrofia endotelial de Fuchs y 1513
(43%) por queratopatía bullosa pseudofáquica. Para los casos de distrofia de Fuchs, la
supervivencia libre de rechazo a 2 años fue del 93% para queratoplastia penetrante y del
94% queratoplastia endotelial. Es decir un 7% y un 6% de episodios de rechazo para
queratoplastia penetrante y endotelial tuvieron un episodio de rechazo. De los trasplantes
que tuvieron un episodio de rechazo, el 50% de los trasplantes penetrantes (17) y el 60%
de los trasplantes endoteliales (15) fracasaron posteriormente. En los casos de queratopatía
bullosa pseudofáquica, la supervivencia sin rechazo a 2 años para queratoplastia penetrante
fue del 88% y del 90% para trasplante endotelial (es decir 12% y 10% de los casos con
episodios de rechazo). En los trasplantes que tuvieron un episodio de rechazo, el 85% de las
queratoplastias penetrantes (41) y el 76% de las queratoplastia endoteliales (22) fracasaron
posteriormente. La inflamación (es decir, inyección conjuntival, presencia de precipitados
queraticos y signos intraoculares de inflamación) en el momento de la cirugía para los
pacientes con distrofia de Fuchs fueron un factor de riesgo significativo para el desarrollo
de rechazo: 3.5 veces mayor en comparación con los que no tuvieron inflamación. Los
investigadores concluyeron que no hubo una diferencia significativa en la supervivencia sin
rechazo entre trasplante penetrante y endotelial para distrofia de Fuchs o queratopatía
bullosa pseudofáquica. La presencia de inflamación fue un factor de riesgo importante para
el rechazo.
Figueiredo GS, Jones MN, Krishna Y, Figueiredo FC, Larkin DF, Kaye SB; National
Health Service Blood and Transplant Ocular Tissue Advisory Group (OTAG); (OTAG
Audit Study 17). Transplant rejection following endothelial keratoplasty and penetrating
keratoplasty in the United Kingdom: incidence and survival.Am J Ophthalmol. 2015
Sep;160(3):416-21
Nanavaty NA, Shortt A. Endothelial keratoplasty versus penetrating keratoplasty for Fuchs
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Por otra parte Price y asociados compararon sus resultados a 3 años de 173 pacientes que se
sometieron a un DSAEK con 1101 pacientes intervenidos de queratplastia penetrante en el
Estudio de Donante de Córnea (CDS). Informaron sobre la supervivencia del injerto para
DSAEK y queratoplastia penetrante a los 3 años para distrofia der Fuchs en un 96%
(P¼.81). En contraste los datos de Figuereido y couatores, describieron la probabilidad de
un episodio de rechazo en los primeros 3 años postoperatorios como del 9% para DSAEK
en comparación con un 20% mucho más alto para queratoplastia penetrante. En su estudio,
la cohorte DSAEK tuvo un número significativamente mayor de pacientes con distrofia de
Fuchs (85% frente a 64%, p <0,0001) y todas las operaciones fueron realizadas por 1 de 2
cirujanos en 2 centros, utilizando la misma técnica. Cabe destacar que su grupo de
queratoplastia pemnetrante comparativo tenía una mayor proporción de pacientes con
edema corneal pseudofáquico o afáquico (32% frente a 13%) y las operaciones fueron
realizadas por 68 cirujanos en 45 centros (y similar a nuestros datos), cada cirujano usó su
sus propias técnicas y diferentes regímenes esteroides tópicos postoperatorios.
En conclusión, Figereido et al no pudieron encontrar una diferencia significativa en la
incidencia de rechazo o supervivencia del injerto después del rechazo entre DSAEK y
queratoplastia penentrante, pero otros grupos si han encontrado menor tasa de rechazo con
DSAEK.
Un estudio retrospectivo que comparó DMEK, DSEK y PK encontró que el grupo de
DMEK tenía la tasa de rechazo más baja con un 0.7% (un ojo), seguido de un 9% (54 ojos)
en el grupo DSEK y un 17% (cinco ojos) en el grupo PK ; a pesar de las diferencias en los
tiempos de seguimiento y la cantidad de ojos en cada grupo, esto fue estadísticamente
significativo
Hos, Cursiefen y coautores en 905 casos de DMEK encontraron que 12 pacientes tuvieron
un episodio de rechazo (probabilidad estimada de rechazo a 1 año, 0.9%; a 2 años, 2.3%; a
4 años, 2.3%). En el momento del rechazo, 9 de 12 pacientes habían suspendido los
corticosteroides. Cinco pacientes fueron sintomáticos y 7 no notaron el episodio de rechazo.
La terapia con corticosteroides tópicos intensificados se inició inmediatamente después del
diagnóstico de rechazo. Dos ojos se descompensaron y requirieron un nuevo trasplante
(16.7% de los que presentaron rechazo), mientras que los 10 ojos restantes no requirieron
un nuevo trasplante. Se observaron cambios significativos para los valores de ECD (1741 ±
274.5 células / mm2 en la última visita antes del rechazo frente a 1356 ± 380.3 células /
mm2 después de 3 meses [P = 0.04] y 1290 ± 359.0 células / mm2 después de 1 año [P =
0.01] ). Ellos concluyeron que la aparición de reacciones inmunitarias hasta 2 años después
de la cirugía predominantemente en pacientes que no recibían corticosteroides apoyaba el
uso prolongado de corticosteroides después de DMEK, por lo menos durante dos años.
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Esto está en línea con un estudio reciente de Price et al, que analizó la incidencia de
rechazo del injerto cuando se suspendieron los corticosteroides tópicos 1 año después de la
cirugía DMEK. En esta cohorte, el 6% de los pacientes experimentaron un posible o
probable episodio de rechazo, mientras que en la cohorte de control, donde se continuaron
los corticosteroides tópicos, no se produjo ningún episodio de rechazo. (Price MO,
Scanameo A, Feng MT, Price Jr FW. Descemet’s membrane endothelial keratoplasty: risk
of immunologic rejection episodes after discontinuing topical corticosteroids.
Ophthalmology. 2016;123:1232-1236).
Además, nuestros hallazgos también están en línea con estudios previos de pacientes
sometidos a queratoplastia penetrante, donde los esteroides tópicos a largo plazo en dosis
bajas pueden reducir significativamente el riesgo de reacciones inmunitarias después del
injerto. Nguyen NX, Seitz B, Martus P, et al. Long-term topical steroid treatment improves
graft survival following normal risk penetrating keratoplasty. Am J Ophthalmol. 2007;144:
318-319. / Ross AH, Jones MN, Nguyen DQ, et al. Long-term topical steroid treatment
after penetrating keratoplasty in patients with pseudophakic bullous keratopathy.
Ophthalmology. 2009;116:2369-2372.
En 2005 Hicks y coautores propusieron una escala [Risk Score System (RSS)] para obtener
una puntuación y analizar el riesgo de rechazo del injerto corneal, incluyendo siete factores:
diagnóstico (enfermedad que conduce a la necesidad de un injerto corneal), estado del
cristalino, inflamación ocular, hipertensión ocular, cuadrantes de la neovascularización
corneal, número de injertos previos y transfusión de sangre. Hicks CR, Macvie O,
Crawford GJ, Constable IJ. A risk score as part of an evidence-based approach to the
selection of corneal replacement surgery. Cornea 2005;24(5):523-530. Tourkmani et al.
publicaron en 2017 un estudio en donde determinaron el valor predictivo de cada factor del
Risk Score System (RSS) propuesto por Hicks para la falla del injerto a 1 año después del
trasplante. Aunque tuvo como limitantes el tamaño de la cohorte (solo 134 casos), por el
tiempo de seguimiento (solo un año) y que solo se analizaron los factores de riesgo del
huésped, el estudio demostró un valor predictivo independiente de solo 3 de 7 factores:
hipertensión ocular, inflamación ocular y neovascularización corneal. El coeficiente de
Spearman mostró una correlación estadísticamente significativa entre la puntuación en el
RSS y la falla del injerto (P <0.05). El análisis de regresión logística multivariante no
mostró una relación estadísticamente significativa (P> 0.05) entre el diagnóstico y el estado
del cristalino con la falla del injerto. La relación entre los otros factores de riesgo
estudiados y la falla del injerto fue significativa (P <0.05), aunque los resultados de los
injertos previos y la falla del injerto no fueron confiables. Ninguno de nuestros pacientes
tuvo transfusión sanguínea previa, por lo tanto, no tuvo ningún impacto. (Tourkmani AK,
Sánchez-Huerta V, De Wit G, et al. Weighing of risk factors for penetrating keratoplasty
graft failure: application of risk score system. Int J Ophthalmol. 2017;10:372–377).
Se han probado algunas alternativas novedosas para disminuir el riesgo de rechazo en casos
de alto riesgo. Thanos y coautores en Alemania publicaron en 2013 sus resultados en casos
de trasplantes de alto riesgo, que cumplían con los criterios de presencia de vasos corneales
en dos o más cuadrantes, vascularización estromal profunda, antecedentes de rechazo de un
injerto corneal en el mismo ojo, antecedentes de queratitis herpética recurrente,
antecedentes de inflamación ocular o de quemadura química. Realizaron un estudio
comparativo con el fin de probar la hipótesis de que la exposición de las córneas del
donante a los factores derivados del suero del receptor, durante la preservación del tejido
donante por un periodo de 4 semanas en medio de cultivo celular, desencadenaría una
adaptación preoperatoria que sería beneficiosa para la tolerancia postoperatoria del injerto
que generaría diferencias con respecto al método estándar (mantenidas en medio de cultivo
con 5% de suero bovino fetal). Se trasplantaron 26 córneas en cada grupo de pacientes con
características de alto riesgo. Todas las córneas que previamente estuviern “adaptadas” al
suero del receptor fueron toleradas por sus receptores y no causaron complicaciones
postoperatorias ni rechazo, durante un seguimiento de hasta 8 años. Por otra parte dentro
del grupo de control, en quienes se empleó el medio de cúltivo celular estándar con 5% de
suero bovino fetal, 7 de 26 ojos (26.9%) de los pacientes presentaron algún episodio de
rechazo
Thanos S, Gatzioufas Z, Schallenberg M, König S, Meyer-Rüsenberg HW, Busse H.
Clinical transplantation of individualized recipient serum-adapted cornea reduces the risk of
graft rejection after keratoplasty. Cell Transplant. 2013;22(3):477–491.
doi:10.3727/096368912X657459
las células endoteliales corneales. Por ello hay que instaurar tratamiento tan pronto se
sospeche el episodio, y además educar a los pacientes para consultar de manera temprana.
Experimentalmente se ha usado la paquimetría medida con tomografía de coherencia óptica
como un indicador de rechazo. En estudios en ratas y ratones se ha encontrado que un
aumento en el espesor central durante el rechazo alogénico agudo del injerto de córnea se
correlacionó significativamente con el parámetro clínico sustituto de "opacidad de la
córnea" que se utiliza para definir el momento del rechazo del injerto.
Lapp T, Hildebrand A, Böhringer D, Betancor PK, Schlunck G, Reinhard T.
Optimizing rejection readouts in a corneal allograft transplantation model Mol Vis. 2016
Oct 17;22:1248-1255. eCollection 2016.
Liu Y-C, Lwin NC, Chan NSW, Mehta JS. Use of anterior segment optical coherence
tomography to predict corneal graft rejection in small animal models. Invest Ophthalmol
Vis Sci 2014; 55:6736-41.
Recientemente el grupo del Instituto Bascom Palmer de Miami (Estados Unidos) realizó
una nueva publicación sobre el empleo de la tomografia de coherencia óptica de alta
definición en el diagnóstico del rechazo de un trasplante de córnea. El estudio incluyó
ochenta y un ojos (32 trasplantes transparentes y 17 con rechazo activo, junto con 32 ojos
de control de la misma edad). Usaron un equipo de OCT de segmento anterior de alta
definción (ENVISU R-2210 de Leica). Encontraron que con ciertos puntos de corte la
sensibilidad y le especificidad del espesor del endotelio corneal+la membrana de Descemet
llegaba a tener hasta un 100% de especificidad y de sensibilidad en cuanto a rechazo
corneal agudo. (Eleiwa TK, Cook JC, Elsawy AS, Roongpoovapatr V, Volante V, Yoo S,
Abou Shousha M. Diagnostic Performance of Three-Dimensional Endothelium/Descemet
Membrane Complex Thickness Maps in Active Corneal Graft Rejection. Am J Ophthalmol.
2019 Nov 1. pii: S0002-9394(19)30518-5. doi: 10.1016/j.ajo.2019.10.022. [Epub ahead of
print])
45
El tratamiento del rechazo corneal se debe iniciar tan pronto se sospeche, si es que no
existen signos que sugieran que la inflamación sea de origen infeccioso. El objetivo del
tratamiento es revertir el episodio de rechazo lo antes posible, para minimizar la pérdida de
células endoteliales del donante y preservar la función del injerto. La administración
intensiva ( cada hora) de un corticosteroide tópico, como la prednisolona 1,0 % o
dexametasona al 0,1%, logra revertir la mayoría de los episodios de rechazo endotelial.
En sus trabajos pioneros con conejos Maumenee en 1951 encontró que el uso de cortisona
controlaba el rechazo del trasplante corneal en conejos a los cuales se les había trasplantado
piel del mismo donante (como estimulante de rechazo) e inclusive en un par de casos de
traspante heterólogo (hecho con corneas de gatos) al menos por un periodo de tiiempo
breve. En ese momento sugirió realizar estudios en humanos tanto para profilaxis como
para el manejo del rechazo del trasplante de córnea.(32) Desde ese tiempo son la columna
vertebral del tratamiento del rechazo del trasplante de córnea.
En la mayoría de los casos en los que los esteroides tópicos no logran revertir el rechazo, es
probable que se deba a un retraso en el reconocimiento y al inicio del tratamiento que dé
como resultado una pérdida significativa de células endoteliales del donante.
En un estudio por Costa y coautores, 67 pacientes fueron tratados con acetato de
prednisolona tópico al 1% y metilprednisolona intravenosa pulsada 500 mg en el momento
del diagnóstico de rechazo de aloinjerto corneal. Catorce pacientes fueron sometidos a
tratamiento tópico solamente, formando así el grupo de control. Cuarenta y uno de los 67
pacientes (61.2%) que fueron sometidos a esteroides pulsados tuvieron un buen resultado y
26 (38.8%) presentaron una falla en el injerto de córnea, mientras que solo 4 de los 14
pacientes (28.57%) que recibieron solo esteroides tópicos evolucionaron con injertos claros
y 10 pacientes restantes (71,43%) con fracaso del injerto. La prueba de Chi cuadrado
mostró asociación estadísticamente significativa (p <0,05) a un mayor éxito con
metilprednisolona pulsada.
Costa DC, Castro RS, Camargo MS, Kara-José N. [Corneal allograft rejection: topical
treatment vs. pulsed intravenous methylprednisolone - ten years' result]. Arq Bras Oftalmol.
2008 Jan-Feb;71(1):57-61.
Sin embargo en otro estudio (un ensayo aleatorizado) Hudde y coautores encontraron que
en el tratamiento del rechazo del injerto, el tratamiento sistémico adicional con 500 mg de
metilprednisolona no produjo ningún beneficio significativo sobre el corticosteroide local
intensivo solo. Ellos concluyeron que la supervivencia del injerto después del tratamiento
de un episodio de rechazo con tratamiento local con corticosteroides solo es buena en
aquellos pacientes que no presentaban otros factores de riesgo para la falla del injerto.
En el manejo del rechazo agudo tyambién se ha utiliozado con cierto éxito la inyección
intracameral de corticoides.
46
Shi W, Chen M, Xie L, Liu M, Gao H, Wang T, et al. A novel cyclosporine a drug-delivery
system for prevention of human corneal rejection after high-risk keratoplasty: a clinical
study. Ophthalmology. 2013;120(4):695–702.
Galvis y coautores comentaron que al observar los impresionantes resultados en humanos
que Shi y coautores mostraron, se preguntaban si los altos niveles de ciclosporina en la
cámara anterior alcanzados temprano después del trasplante con el dispositivo intracameral,
también podrían tener un efecto significativo en el "brazo aferente" que regula las APC
oculares (células dendríticas), macrófagos, células B y células de Langerhans epiteliales) de
manera similar a sus efectos en las APC en otras partes del cuerpo (piel, sangre periférica).
Si este fuera el caso, la ciclosporina que actuaría sobre el "brazo aferente" ayudaría a
mantener el privilegio inmunitario del segmento anterior, haciendo que el sistema
inmunitario ignore el aloantígeno. Sin embargo, este beneficio solo duraría mientras las
concentraciones de ciclosporina en la cámara anterior fueran elevadas (suponemos que son
los primeros meses después de la cirugía). Ahora, por los resultados en esta serie de casos
47
de alto riesgo, seguidos por 12 meses, está claro que el efecto beneficioso es más duradero
(con un porcentaje de episodios de rechazo del 18,5% a los 12 meses,
y solo el 4,3% de la falla del injerto durante todo el período de seguimiento, lo que es muy
najo para casosm de alto riesgo). Los autores sugirieron que era posible que, al prevenir la
sensibilización temprana, la ciclosporina intraocular dé tiempo a que el DIACA (ACAID)
actúe causando tolerancia a los aloantígenos.
Galvis V, Tello A, Carreño NI, Revelo ML. Intracameral cyclosporine drug delivery system
in high-risk keratoplasty. Ophthalmology. 2013 Sep;120(9):e64-5. doi:
10.1016/j.ophtha.2013.05.021.
Sin embargo, por otra parte Zhang y coautores (del mismo grupo de Shi y coautores que
realizaron la publicación en 2013) realizaron un estudio adicional en modelo animal cuyos
resultados publicaron en 2018. Los autores estudiaron el efecto del dispositivo
biodegradable conteniendo ciclosporina A en un modelo animal (conejos) de
queratoplastia de alto riesgo. En los animales que recibieron el dispositivo el tiempo
promedio de supervivencia de los trasplantes fue mayor. Adicionalmente la densidad de
células de Langerhans, de células inflamatorias asi como el espesor corneal, fueron
menores en el grupo que recibió el dispositivo biodegradable conteniendo ciclosporina. La
inflitración de células T CD11b+ y CD8+ T en los trasplantes fueron también me nores en
el grupo tratado con el dispositivo en cámara anterior. Adicionalmente en estos animales
fue menor la densidad de células T CD4+ > y la expresión de mRNA para interferón-
gama, interleuquina-2 (IL-2), IL-6, CD80, y CD86 fueron significativamente menopres
tanto en el tejido trasplantado como en el cuerpo ciliar y el iris. Los niveles de IL-2 en el
humor tambié fueron significativamente menores. Los autores concluyeron que tomando
todo esto en cuenta los dispositivos biodegradables xe. Ic losporina A implantados en la
cámara anterior llevó a una relativa immunosuppresión en el microambiente del trasplante
corneal, el iris, el cuerpo cilir y el humor acuoso. Ellos sugirieron que a estabilización del
microambiente inmune intraocular podría dilucidar parcialmente el mecanismo del
dispoisitivo con ciclosporina intraocular en la supresión del rechazo del injerto corneal.
Zhang T, Li Z, Liu T, Li S, Gao H, Wei C, Shi W. Cyclosporine a drug-delivery system for
highrisk penetrating keratoplasty: Stabilizing the intraocular immune microenvironment.
PLoS ONE 2018; 13(5): e0196571.//Tahvildari M, Amouzegar A, Foulsham W, Dana R.
Therapeutic approaches for induction of tolerance and immune quiescence in corneal
allotransplantation. Cell Mol Life Sci. 2018 May;75(9):1509-1520. doi: 10.1007/s00018-
017-2739-y. Epub 2018 Jan 6.