Está en la página 1de 11

Teoría del Estado

Trabajo final

El Estado mexicano
Ensayo

Lic. Luis Miguel Alarcón Carmona


Introducción

La evolución, desde raíz, de nuestros grupos sociales, de las relaciones de los


integrantes, del poder jurídico y autoridad, es también la evolución de la
organización superior que conocemos como Estado.

Sabemos qué, desde la más remota antigüedad estuvimos en la necesidad de


agruparnos, sin importar que fueran los tiempos primitivos, la exigente naturaleza
impulso a cierta organización y ciertos principios de orden. Los primeros indicios de
formaciones sociales fueron llamados polis que eran un grupo de personas
asentadas en determinado territorio, basados en cierto orden y con distintas
actividades a realizar.

El mundo y sus civilizaciones han ido experimentando cronológicamente distintas


organizaciones que se forman en zonas determinadas, se coordinan, conviven y se
rigen por un orden especifico, con el fin de generar una vida en comunidad; así es
como nuestra raza humana ha diseñado el establecimiento de sociedades y
concebido históricamente una idea, y posteriormente, el hecho del Estado.

Con el fin de realizar un concepto en concreto de lo que es el Estado, se analizaron


las teorías de personajes trascendentales de la época clásica y de pensadores más
contemporáneos de igual relevancia. Algunos de los estudios sobre el Estado
encontramos las ideas de Platón, Aristóteles, San Tomás de Aquino, Tomás
Hobbes, Locke, Montesquieu, Rousseau, Hegel, Jellinek, Kelsen, un poco de Marx
y Lenin, entre otros autores más que dedicaron su conocimiento para analizar y
explicar cómo se crean las relaciones de poder público entre gobernantes y
gobernados.

Ahora, el concepto sobre Estado que logro generar, después de recopilar las teorías
de los anteriormente mencionados pensadores, es que el Estado es un territorio
delimitado donde existe un cierto número de personas que integran una sociedad y
que operan de forma ordenada por la rigidez de un método de control jurídico que
aplica en todo el territorio y a todos los individuos, con el fin de lograr un bienestar
social.

Los elementos que forman al Estado como persona jurídica son la población, el
territorio, el poder soberano y el orden jurídico fundamental, y posteriormente, con
el motivo de ejecución de los fines del Estado son el poder público y el gobierno. De
esta manera puedo concebir que los tres principales elementos que conforman
nuestro Estado mexicano son la población, que se entiende como el conjunto de
habitantes localizados en un área geográfica determinada o que puede
determinarse, el territorio, que es la porción de tierra, agua y espacio delimitado
geográficamente o administrativamente, y por último, la soberanía, que entiendo
como la cualidad del poder del Estado que le permite autogestionarse y
autogobernarse libremente sin la intervención de otro poder de tal manera que el
Estado soberano dicta su constitución y señala el contenido de su derecho.

En lo que corresponde a los objetivos del Estado podemos percibir distintos puntos
de suma importancia, el crear un orden, establecer medios de desarrollo cultural,
económico, político, moral y social, generar solidaridad entre las sociedades y
otorgarle seguridad a la nación, son fines que la obra humana, a través de la
creación del Estado, pone en reto para defender el concepto y el motivo de
existencia del Estado.

En este caso, el Estado mexicano será el sujeto de análisis para realizar el ensayo
y poder lograr mayores conocimientos y una visión amplia sobre lo que conlleva la
actividad actual, así como de forma histórica, lo que México ha realizado a través
del concepto de Estado. Dado también, que el desarrollo de este tema es por parte
de la administracion pública, es importante saber que el Derecho Positivo Mexicano,
que se entiende como el conjunto de leyes vigentes en la nación mexicana,
reconoce la personalidad del Estado a través de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos ya que otorga la personalidad jurídica con derechos y
obligaciones.
Desarrollo
Para el comienzo de este trabajo fue útil la sencilla definición dada por Max Weber
a principios del siglo: La esencia del Estado consiste en el mantenimiento efectivo
del monopolio de la violencia legítima sobre un territorio determinado. De acuerdo
con esta definición, recordamos que la aparición de un verdadero Estado mexicano
surge con la obtención de la independencia de 1821, sino medio siglo más adelante
con el brote y la consolidación de la paz porfiriana. Simplificando un tanto, es posible
afirmar que sólo hasta ese momento el territorio nacional quedo entrelazado de
manera tal que pudo considerarse una unidad económica y policía. Para entonces
conocemos que había sido superada la lucha entre facciones que pretendían
mantener la hegemonía política y que eran el mayor obstáculo para el
establecimiento de un monopolio efectivo de la violencia efectiva a lo largo y ancho
de nuestro territorio nacional.

Se sabe que la lucha entre centralistas y federalistas, liberales y conservadores,


más las invasiones extranjeras, habían producido en muchos lugares un notorio
vacío de poder que fue llenado de inmediato por estructuras locales en prejuicio del
Estado. En su momento, Porfirio Díaz logró en buena medida recuperar el poder
para el gobierno central. Sin embargo, este Estado no fue viable, pues resulto estar
profundamente ligado al régimen personalista de Diáz y cuando éste cayó,
desapareció con él el Estado mexicano, aunque solo por un corto lapso.

Años más tarde, cerca de 1930, la consolidación de un nuevo régimen nos traería
una reorganización del Estado mexicano, ya que es cuando las organizaciones
políticas comienzan a realizar actividades, donde el poder se convierte en el objetivo
principal de su existencia, dejando de lado la relevancia del bienestar común.

Posterior a Obregón el señor Calles es quien conforma la primer organización


política, con el fin de funcionar como un mecanismo que pudiera resolver
pacíficamente las múltiples controversias existentes en seno del mismo grupo
gobernante, especialmente aquellas provocadas por la trasmisión de poder a nivel
local o nacional. Así es como nace el Partido Nacional Revolucionario (PNR) que
en un principio fue una confederación de los principales líderes revolucionarios bajo
la guía informal de Calles, poco después expandió su poder absorbiendo los
partidos locales que apoyaban a líderes, así también, a los causantes del
multipartidismo. El PNR fue concebido como un partido de cuadros más que de
masas, ya que su integración, era notoriamente, formada por personas influyentes
y no por los contingentes obreros y campesinos.

El Estado mexicano estaba sufriendo una etapa inestable, la pelea por el control era
constante, sin embargo Calles logro dirigir a su manera por cierto periodo,
imponiendo gobernadores, secretarios, lideres federales y demás puestos de
dominio nacional para mantener el poder. Situación que le dejo al Estado una serie
de problemáticas, el bienestar común había pasado a una disputa entre
organizaciones, el territorio, a pesar de estar delimitado, era sede de los conflictos
ocasionados por los entes políticos, la forma de gobierno estaba asimilando un
poder absolutista y capitalista, las sociedades eran participes de los eventos de
inconformidad ante el gobierno, los problemas económicos agobiaban a la nación y
las entidades privadas comenzaban a hacer presión ante tal circunstancia, en
detalle el Estado y su unidad jurídica estaban en un proceso incongruente, y los
objetivos generales que marcan las teorías, no seguían el camino correcto, en
detalle, el elemento soberanía no era el debido.

Soberanía

Sabemos que en la organización estatal, la soberanía es un factor indispensable,


así como la historia nos ha comentado. Las normas constitucionales y la íntima
relación que existe entre los conceptos de poder constituyente y poder público son
la razón de ser de la soberanía.

Como dato importante, las Constituciones Mexicanas de 1814 y 1824 asociaron la


idea de soberanía con la de independencia; posteriormente, las constituciones de
1857 y 1917, modificaron esta concepción de la soberanía, poniendo sus autores
más atención a aquellas teorías que se refieren al ejercicio de ésta. Las teorías de
la soberanía, plasmadas en la constitución además de dar sustento a las decisiones
internas del pueblo mexicano, han servido de base para que del exterior otros
Estados respeten sus decisiones.

Por otra parte, podemos ver lo establecido en el artículo 39 de la Constitución


Federal en donde se expresa que todo poder público dimana del pueblo y se
instituye para beneficio de éste, así entendemos que, además de conocer que el
poder del Estado tiene un origen popular, también ha plasmado en el documento
constitucional la obligación de que toda organización del poder público será creada
con la finalidad expresa de que sus instituciones velen por el beneficio del pueblo
que ha dado origen. Al final del artículo 39, la declaración expresa de que “el pueblo
tiene en todo momento el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su
gobierno”, esto que marcamos, ha obligado a los analistas del derecho
constitucional a elaborar planteamientos de como ejercer el derecho, o si el derecho
del pueblo, con el fin de cambiar al gobierno debe de ser por una vía pacífica o por
medio de la violencia.

Es aquí donde percibimos la relación que existe entre los acontecimientos de aquel
periodo entre 1926 a 1935 con Obregón y Calles, tan solo para marcar una parte
histórica de los sucesos en el Estado mexicano, y la soberanía, que ellos por su
parte aplicaban al pueblo de forma dictadora, y como el pueblo, por propia
naturaleza, reclamaba de distintas formas, generando revueltas, siguiendo lideres
prometedores de cambios a beneficio del sector obrero y campesino, pero que a fin
de cuentas resultaban oprimidos por la forma de gobierno.

Formas de Estado y Gobierno

La teoría del Estado ha enfrentado serios obstáculos para ofrecernos conceptos que
conciban sus distinciones claramente, un caso común está en la forma de explicar
el significado de forma de Estado y forma de gobierno, dando como consecuencia
que estas formas hayan sido, frecuentemente, confundidas y los conceptos,
considerados como sinónimos, sean equívocos.

Para esto encontramos que la forma de Estado es el modo o manera de ser de la


entidad o institución estatal misma independientemente de cómo sea su gobierno,
es decir, sin perjuicio de la estructura de sus órganos y de la índole y extensión de
las funciones que a cada uno de ellos competa dentro de esa estructura. Así, por
ejemplo la república o la monarquía, que son formas de gobierno, pueden existir
indistintamente en un Estado unitario o en un Estado Federal que son formal
estatales. También podemos expresarlo de una manera de síntesis, donde la forma
de estado es el modo de ser de la entidad estatal independientemente de como sea
su gobierno, así que, cuando un problema surja a causa de su gobierno, las
autoridades deben de responder para restablecer la estabilidad del Estado, ya que
éste debe de persistir a lo largo del tiempo y debe ser inmodificable, y el gobierno
se caracteriza por ser representado por cierto individuo y cierto tiempo delimitado.

Así que la soberanía popular al decidir la organización del Estado y el gobierno


mexicano, ha establecido en el artículo 40 constitucional que: es voluntad del pueblo
mexicano constituirse en una república representativa, democrática y federal.

El Estado mexicano actual

Dejando a un lado la historia y los conceptos precisos de la Teoría del Estado,


debemos de entender las situaciones actuales de nuestro país. Hoy, México se
encuentra ante la inaplazable necesidad de dar pasos firmes hacia la construcción
de un nuevo régimen político, social y jurídico, generando una democracia integral
que supere las brechas que históricamente hemos sostenido por distintos hechos,
así poder propiciar la participación ciudadana sin causar conflictos, impulsar la
economía sin ofender a las clases trabajadoras, y poder fomentar un desarrollo
social de gran impacto en la nación. Un nuevo conjunto de reglas que
gubernamentales que ponga al día al Estado con la sociedad y facilite la maduración
democrática de su relación. También necesitamos darnos nuevas estructuras, no
podemos seguir cometiendo los mismos errores que han marcado la historia política
de nuestro país, ya que estos errores han diferido de lo que los filósofos de la época
clásica y los estudiosos de las teorías nos han compartido sobre el Estado. Es
innegable que las oportunidades para México han crecido, que la sociedad aporta
cada vez más, que las normas jurídicas se refuerzan cada día y su impacto positivo
es un elemento que se expande constantemente, pero también debemos de
mantener los pies sobre la tierra. El análisis profundo sobre las situaciones actuales
nos dicen que existen inconvenientes que agobian a la nación, que son un problema
latente, debemos de ser conscientes de que tenemos muchas desventajas
competitivas en educación, economía, salud, desarrollo sustentable, justicia y
seguridad. Aunque los tiempos se pintan diferente, gracias a herramientas como el
marketing político, campañas constantes de renovación de imagen gubernamental
y maquillaje de conflictos sociales de escala nacional, son elementos que
simplemente esconden los detalles negativos del Estado que deberíamos de estar
atacando. La incongruencia entre las teorías de los pensadores y los filósofos de la
época clásica sobre el Estado y los hechos actuales son preocupantes, los
conceptos aportados desde Platón hasta Kelsen están siendo evadidos, los aportes
intelectuales e ideológicos de cada autor han perdido terreno ante una clase de elite
política que se ve más interesada en concentrar y mantener el poder que en hacer
visible la soberanía del pueblo mexicano.

Para esto, es apremiante terminar de derrotar las inercias políticas que devuelven
las miradas de los actores al siglo pasado, condicionan sus conductas y nublan las
entendederas que, aturdidas, se vuelven incompetentes para afrontar los retos del
siglo XXI. Estamos obligados a construir una nueva etapa de la República para
renovar la patria y coincidir con el Estado, en política, en derecho y en sociedad,
debemos robustecer la democracia y sacarla de su actual precariedad
mercadotécnica. Es necesario también volver a ensanchar el espacio público de la
política y liberarla de la canibalización a la que la tiene sometida el oligopolio de los
beneficios, esos intereses particulares que consideran que México es una colonia
que puede ser explotada a su servicio, y prácticamente sin restricciones, con toda
la impunidad. De otra manera, las instituciones públicas serán incapaces de
procesar las tensiones de la sociedad y México seguirá atrapado no sólo entre
ofertas polares: una modernización excluyente, útil para unos cuantos, o el arcaísmo
que da la espalda al tiempo y cierra los ojos al mundo, para provocar un rito de
salvación social, sino también respecto de la falta de confianza en la posibilidad
institucional del cambio o, peor aun, en el decaimiento de la fe en que es posible
ser una nación mejor.
El Estado mexicano necesita darle un giro importante a su dirección y depurar las
ineficiencias institucionales provocadas por ciertos personajes que viven impunes,
no para volver a caminar hacia el pasado, sino para responder a nuestro presente
con un claro compromiso social y tomar las riendas del futuro, dando lugar a un
proceso de modernización que mantenga las ideologías positivas de los pensadores
pero proyectado de manera diferente, esta vez incluyente, que nos ponga a tiempo
con el reloj del mundo, pero a todos los individuos pertenecientes del territorio
soberano que nos pertenece, con todos subidos en la creación de la riqueza y en la
distribución igualitaria de los beneficios comunes del pueblo mexicano.
Conclusión

Es con los acontecimientos históricos el cómo pudo generase un Estado mexicano


propio. La historia de México está llena de personajes que sobresalieron luchando
por un Estado digno donde los conceptos de territorio nacional, soberanía, sociedad
y gobierno, fueran justos y pudiesen llevar a cabo sus objetivos tal cual las teorías
filosóficas lo dictaban. Este proceso ha sido complicado, desde 1821 hasta la fecha,
el Estado mexicano ha sufrido una serie de revueltas, peleas entre partidos,
conflictos sociales, problemas nacionales y deficiencias de gobernabilidad. Las
constantes inquietudes sociales provocadas por la falta de satisfacción en servicios
públicos, en la inconsistencia del gobierno hacia el pueblo han traído una ola de
violencia, que nos mantiene en épocas de estabilidad inciertas.

Es necesario recordar que el Estado es un elemento tangible e intangible al mismo


tiempo y que su naturaleza es perdurar a través de los distintos gobiernos, debemos
de tomar en cuenta que el concepto de Estado no cambia, y que los objetivos siguen
siendo los mismos, simplemente que error consiste en los personajes que toman
los cargos de gobierno. El hecho está en que la sociedad debe hacer vigente la
constitución para hacer valer los derechos que por normatividad les corresponden.
La soberanía es un término que demanda ser difundido, pero más que nada,
explicado de forma minuciosa a la población, ya que tanto el gobierno tiene parte
para hacer función de poder a través de ella, la sociedad también cuenta con el
mismo poder para ejercer sobre cualquier situación que requiera equilibrarse.

Los aportes ideológicos de los distintos personajes que estudiamos en esta materia
sobre la Teoría del Estado, logran hacer comprender las funciones naturales que
debe tener cualquier gobierno para gestionar el bienestar común de la sociedad,
hacer vivos sus derechos y que conozcan, aprendan y cumplan con sus
obligaciones como pueblo, con el fin de mejorar la situación actual de nuestro país
México.
Bibliografía

Teoría del Estado, Derecho constitucional Sinaloense

 http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/3/1461/5.pdf

Derecho positivo mexicano

 http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080032741_C/1080032742_T2/1080032742_
72.pdf
El Estado mexicano contemporáneo, Lorenzo Meyer, Colegio de México

 http://www.lorenzomeyer.com.mx/documentos/pdf/12_el_estado_mexicano
_contemporaneo.pdf

La reforma del Estado en México, J. Alberto Aguilar Iñarritu

 http://www.elcotidianoenlinea.com.mx/pdf/14407.pdf

También podría gustarte