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AGUA Y MINERIA

ILEGAL
ROBERTO NORIEGA MONTENEGRO
Abogado especialista en Derecho Penal

El agua es el elemento, quizás, mas importante para la vida humana y para los seres vivos con
los que compartimos nuestro hogar llamado Tierra.

En este artículo no trataré sobre la minería y la importancia de que se desarrolle de forma


sostenible (integración de aspectos económicos, sociales y ambientales), lo que esta vez
vamos a tratar es de identificar cuando una actividad minera es ilegal y como afecta ésta al
valioso elemento agua.

El Perú, es un país con gran potencial minero, actividad que por años ha equilibrado nuestra
economía y ha permitido cambiar el estilo de vida de muchos compatriotas, tanto a nivel profe-
sional como familiar.

He tenido la oportunidad de viajar por temas laborales, y apreciar como el inicio de un proyec-
to minero, cambia por completo el estilo de vida de los miembros de las comunidades que se
encuentran en la zona de influencia del mismo. A través de las áreas de relaciones comunitar-
ias, se convoca a las comunidades y sus representantes, no solo para informar acerca del
alcance del proyecto, sino además para garantizar su participación en el mismo, a través de
contratación de empresas comunales y personas naturales que pasan a formar parte de la
planilla de la compañía minera o de alguna contratista, generando así, la posibilidad de
ingresos que benefician considerablemente la canasta familiar.

En esa línea y como experiencia personal, me permito compartir que en el año 2010 llegué a
un poblado en el que solo había una pequeña bodega, la misma que era surtida con productos
cada sesenta días. Un proyecto minero se iba a desarrollar a unos cincuenta kilómetros del
poblado, ello generó, como primer paso, que la compañía constructora a cargo del proceso de
construcción de la unidad minera, se instalara en dicho poblado, esto generó a su vez, que los
pobladores accedieran a préstamos en entidades financieras para poner en marcha empren-
dimientos, como restaurantes, hospedajes y tiendas, a fin de brindar servicios a los traba-
jadores de la empresa constructora, claro está, ello implicó la contratación de personal para
los hoteles y restaurantes, iniciando así, una suerte de “efecto bola de nieve” laboral, para
quienes vivían en el poblado. No es posible dejar de mencionar la puesta en marcha de talleres
de capacitación y formación de miembros de las comunidades, quienes pasarían a formar
parte de la fuerza laboral de la empresa minera o alguna de sus contratistas.

Entonces, es posible afirmar que la minería trae consigo, la posibilidad de crecimiento y mejo-
ras en las formas de vida de quienes están involucrados de alguna manera con un proyecto

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minero. Pero que ocurre cuando la actividad minera decanta en una actividad ilegal no cum-
pliendo con los distintos estándares impuestos por un determinado Gobierno.

Así en el Perú, nuestro Código Penal, contempla como ley penal, a la minería ilegal en su artí-
culo 307-A, indicando: “El que realice actividad de exploración, extracción, explotación u otro
acto similar de recursos minerales metálicos y no metálicos sin contar con la autorización de
la autoridad administrativa competente que cause o pueda causar perjuicio, alteración o daño
al ambiente y sus componentes, la calidad ambiental, a la salud ambiental, será sancionado
con una pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho y con cien a seiscien-
tos días multa” La misma sanción se aplica a quien realice similares actividades fuera del pro-
ceso de formalización.

Pues bien, conforme a la norma penal antes referida, aquellas personas naturales y jurídicas
que realizan actividades mineras sin autorización o fuera del proceso de formalización, deben
ser consideradas como mineros ilegales.

Lamentablemente en nuestro país, la informalidad (falta de autorización) y la “viveza” son el


pan de cada día, y dado que la minería es una actividad que genera importantes beneficios
económicos, tenemos una importante presencia de minería ilegal, la misma que pese a los
esfuerzos de las autoridades administrativas (Direcciones Regionales de Energía y Minas),
Policía Nacional del Perú, Ministerio Público y Poder Judicial, sigue en aumento, entre muchas
razones, porque dichas actividades ilegales, son desarrolladas en lugares remotos del país,
donde la presencia estatal es prácticamente nula, debido a la falta de recursos .

La minería ilegal, es una actividad sin control ambiental y social, que genera la comisión de
otros delitos como usurpación, tráfico de personas, hurto, lesiones e incluso homicidios; hoy
nos centramos en la contaminación del agua, a fin de entender que la actividad minera no es,
necesariamente, una fuente de contaminación, la minería ilegal SI.

Estoy seguro que muchos de nosotros al transitar por las carreteras de nuestro país, y cruzar
un puente sobre un río, hemos escuchado de algún familiar o amigo la expresión “que lástima
el estado del río, esto es ocasionado por las mineras” , nada más alejado de la realidad, pues
la mayor contaminación de cuerpos receptores se da por actividades de minería ilegal, pues
como he señalado, al no cumplir con los parámetros legales, poco les importa a los mineros
ilegales los daños que puedan ocasionar (entre ellos los daños ambientales).

Así las cosas, nuestra principal fuente de vida –el agua- se ve amenazada por una actividad
económica ilegal que cada día crece sin control, adueñándose incluso de voluntades, como la
de los pobladores de muchas comunidades, quienes saben que existe minería ilegal en su
comunidad, pero cual cómplices la protegen, pues la misma les genera beneficios directos,
que por ejemplo no podría generar una compañía minera formal y legal, llegando incluso a
fomentar falsas denuncias, como por ejemplo por contaminación ambiental, a sabiendas que
son los mineros ilegales quienes ocasionan los daños ambientales.

Ojalá el Estado pueda desplegar los esfuerzos necesarios para combatir frontalmente la min-
ería ilegal, y nosotros los ciudadanos de a pie hagamos tanto ruido como sea posible, ante una
actividad que poco a poco nos va destruyendo con la contaminación de nuestras fuentes hídri-
cas; no es suficiente alarmarse cuando ocurre un impacto ambiental que llena las noticias, se
hace necesario conocer la vinculación existente entre nuestras aguas y la minería ilegal, para
levantar la voz y juntos lograr acabar con esta actividad que tanto daño nos hace.

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