JEREMIAS: 31-3 3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo,
diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. El amor de Dios es maravilloso, pero el ser humano se resiste a él, no dimensiona las bondades de su gran amor y como ha sido perpetuo desde el primer momento de la creación y aun antes de que naciésemos, por esto, el amor de El debe ser correspondido por el hombre, en nuestra manera de vivir, de pensar, de actuar. Una relación cercana con Dios, nos permite disfrutar de todos los beneficios de su gran amor, de no ser así, solo nos hace participes de los reprochables malvados de la época de Jesús, que lo llevaron a la cruz y tuvieron en poco la sangre de Cristo y aun en nuestros tiempos gritan CRUCIFIQUENLO... El libro de Oseas 3:1 3 dice Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas. Este texto nos demuestra mediante un relato que nosotros siempre hemos sido almas adulteras y que día a día despreciamos el amor incondicional del Padre, y lo cambiamos por los placeres del mundo (torta de pasas). El mismo amor que aún espera a la puerta y llama, el que nos justificó en la cruz del calvario diciendo, “perdónalos porque no saben lo que hacen”, Lucas 23:34 El mismo que herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre El, y por sus llagas fuimos nosotros curados. Isaías 53:5., el mismo amor que sufre de amnesia, al echar nuestros pecados al fondo de la mar y no recordarlos, y por si fuera poco, nos atrae con cuerdas humanas, con cuerdas de amor, OSEAS 11:4, el amor de Dios será por siempre y para siempre y a pesar de que seamos infieles y no tengamos memoria de sus cuidados como lo menciona Oseas 11:3 yo con todo enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos y no conoció que yo lo cuidaba…. Aun así mi hermano Dios es fiel y justo y la gran noticia es que nada nos para separar del amor del Padre, porque este siempre ES.. Romanos 8:38-39 Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni los ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro, 39 ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo! El amor de Dios siempre es, no está sujeto a nada, ni tiempo, espacio, circunstancias, nada lo altera nada lo modifica, está siempre allí para ser entregado a cada uno de nosotros, como lo expresa el texto anterior de Jeremías y Romanos, este es eterno, lleno de bondad y por si fuera poco está acompañado de misericordia, por eso cuando el ser humano reflexiona y vuelve a su primer amor, sabe que encuentra los brazos amorosos de Jesús esperando por ti y por mí.