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V.15.991.658
William J. Seymour
Luego del avivamiento de Gales en Europa a principios del siglo 20, donde
100,000 personas recibieron a Jesucristo como Salvador personal en un periodo
de 9 meses, la noticia se regó como como pólvora en los Estados Unidos de
América. Surge un deseo en varias partes de los Estados por buscar una
experiencia nueva con el Señor y un deseo por un avivamiento en varias partes de
la ciudad de los Ángeles, California diferentes congregaciones empezaron a
pedirle a Dios un avivamiento
Un detalle dominante del avivamiento era las diversas etnias. Asistían a los
cultos personas de cada estrato de la sociedad: educados e incultos, ricos y pobres,
hombres y mujeres, norteamericanos de nacimiento e inmigrantes, gente de la
localidad y visitantes de fuera. En una época cuando esto se consideraba
escandaloso, afro-americanos, asiáticos, europeos, hispanos, y blancos oraban y
cantaban juntos, y buscaban el bautismo del Espíritu. Frank Bartleman expresó así
su regocijo: “Las diferencias raciales han sido lavadas en la sangre.”
Las diferencias entre el clero y los laicos también se hicieron borrosas.
Todos podían participar activamente en los cultos. Los hermanos esperaban la
guía del Espíritu Santo en los cultos. Seymour a menudo se sentaba detrás de su
púlpito improvisado con la cabeza inclinada, intercediendo por el culto. Cuando
predicaba, enfatizaba la salvación, la santidad personal, la sanidad divina, la
segunda venida de Cristo, y el bautismo con el Espíritu Santo. Se daba mucho
lugar al testimonio personal: se animaba a los creyentes a anunciar las buenas
nuevas a los perdidos. Seymour amonestaba: “No salgan del culto a hablar acerca
de las lenguas, sino busquen ganar almas para Cristo.”
Existen iglesias que han nacido de las Asambleas de Dios y que mantienen
sus nombres pero ya no pertenecen a la Fraternidad Mundial de las Asambleas de
Dios, las cuales se organizan independientemente, pese a que mantienen las
doctrinas esenciales de las Asambleas de Dios.
El nombre de Asambleas General de Dios (Asambleas de Dios) fue
adoptado durante el primer concilio de esta naciente organización en 1914 siendo
K. Leonard quien propuso este nombre durante su ponencia y quien tuvo un apoyo
mayoritario.
Pasados algunos años este hombre se ocupó de difundir las buenas nuevas
de salvación a diferentes lugares, a pesar de la difícil situación socio política del
país, además de la limitación en los medios de transporte, que se usaban, haciendo
la actividad evangelista y de traslado de la Biblia de un lugar a otro, mientras su
esposa se ocupaba en el desarrollo de la iglesia.
Esta fue la estrategia aplicada por estos misioneros, para que la Palabra
comenzara a sembrarse en corazones necesitados, en otras palabras se estaba
preparando el terreno, para que el Espíritu Santo añadiera los que habían de ser
salvos.
Cabe destacar, que igual que las otras iglesias que conforman en concilio,
tienen como propósito, hacer crecer el evangelio, a través de la predicación de la
palabra como guía de fe y conducta, fue fundada en 1955.