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MATERIA:

Sistema de producción agrícola.

TEMA:
Unidad 2.

ALUMNO(A):
Christopher Alberto Martinez Aguilar

Nº DE CONTROL:
19020297

CARRERA:
Ing. Innovación agrícola sustentable

DOCENTE:
Dr. Juan Carlos Álvarez Hernández.
APATZINGAN, MICHOACAN, A 28 DE SEPTIEMBRE DE 2021.
INTRODUCCION.

El mercado es importante para comprar insumos y da el efectivo para la


adquisición de rellenos, abonos y administraciones que mantienen funcionando el
sistema. He aquí algunos: El agro negocio de subsistencia es la disposición de la
producción de los rancheros para sus propias familias o la red del vecindario. Hay
contribuciones moderadamente bajas al tipo de productos derivados del petróleo o
compuestos sintéticos y/o tipos de cultivo. Con bajos flujos de capital y bajos
niveles de innovación, los agricultores de subsistencia probablemente no producen
mucho más de lo que requieren. La Producción Agrícola ha asumido un rol básico
en la preservación de la especie humana, creando así un cambio en la
rentabilidad. Hoy en día, esta actividad coordina una extensa parte de la
producción de alimentos; continúa leyendo para que te enteres de más
información. Los Sistema de producción agrícola son la fuente mundial primordial
en el tema de la manutención alimentaria del ser humano. A veces llamados
comunidades agro biológicas, en su mayoría forman parte de algunos sectores de
trabajo y procedimientos de agricultura. Incluyen, una zona de desarrollo con
suelos formados por procedimientos geográficos y ambientales del pasado.
El suelo como Sistema Ecológico.

Desde un punto de vista ecológico el suelo es el subsistema de los ecosistemas


terrestres en donde se realiza principalmente el proceso de descomposición,
fundamental para la reobtención y reciclado de nutrientes que aseguren el otro
gran proceso vital: la producción, que se manifiesta para nosotros claramente en
el subsistema epigeo.

El suelo constituye el estrato superficial de la corteza terrestre. Consta de rocas de


distintos tamaños, sustancias de origen orgánico, aire, agua y organismos. Estos
elementos están organizados: las partículas establecen relaciones topográficas
precisas de acuerdo a su tamaño y ello da lugar a la formación de espacios que se
comunican entre si como poros o canales y que pueden rellenarse con aire o
agua. Estos espacios a su vez albergan organismos, generalmente pequeños, o
partes de organismos, como las raíces de las plantas.

La formación del suelo es un proceso complejo conducido por fuerzas como el


clima (especialmente la disponibilidad de agua y la temperatura), el material
rocoso original, la topografía y los organismos que lo utilizan como hábitat. El
resultado de la interacción de estos elementos con el tiempo, da lugar a unidades
características, ordenadas en estratos denominados horizontes, de distintas
características físico-químicas, que permiten por tanto albergar distintos
organismos de acuerdo a sus requerimientos ecológicos.

En los suelos el agua drena por gravedad, con mayor o menor facilidad de
acuerdo al espacio poroso que presenten, de modo que representan una fase de
paso importante en el ciclo del agua. Según sus características órgano-minerales
retiene o libera compuestos actuando como un filtro natural. También retiene agua
por capilaridad posibilitando la existencia de pequeños organismos acuáticos.

Desde un punto de vista ecológico el suelo es el subsistema de los ecosistemas


terrestres en donde se realiza principalmente el proceso de descomposición,
fundamental para la reobtención y reciclado de nutrientes.
La importancia del agua para las plantas.

El agua es vital para la vida vegetal. Para sobrevivir, las plantas necesitan agua,
así como nutrientes que son absorbidos por las raíces del suelo. Las plantas son
un 90% agua. El agua es transportada por toda la planta de manera casi continua
para mantener sus procesos vitales funcionando.

Sistema de raíces. Las raíces absorben agua del suelo, que luego es llevada a
través de la planta. Gran parte del agua se recoge a través de los filamentos de
las raíces, que son pequeñas raicillas que hay alrededor de las raíces y penetran
en el suelo, aumentando el área de la superficie de la raíz. El agua es un
disolvente que mueve minerales del suelo a través de la planta. Cuando el suelo
se seca, el crecimiento de las raíces disminuye. Mientras que si el suelo está
saturado con agua, las raíces podrían ahogarse.

Fotosíntesis. El agua se utiliza para los procesos químicos y bioquímicos que


apoyan el metabolismo de la planta. La planta utiliza la luz del sol para separar el
agua en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno luego utiliza dióxido de carbono en el
aire para formar azúcar, mientras que el oxígeno se desecha a la atmósfera y
forma vapor de agua. Las plantas utilizan el oxígeno para quemar el azúcar y
producir energía para los procesos vitales. El único propósito de las hojas es
recoger la luz y hacer azúcar. Las hojas sacan agua de las raíces y el aire entra en
las hojas a través de pequeños orificios llamados estomas. Las estomas abiertas
no solo dejan entrar el aire, sino también hacen que la planta pierda agua por
evaporación. Sin estos agujeros para conservar el agua, la fotosíntesis y la
producción de azúcar se detendrían.

Crecimiento. La división celular y la expansión de las células son las dos formas
en que crecen las plantas. Las células crecen tomando agua. La división celular
crea células adicionales, mientras que la expansión de células crea un aumento en
el tamaño de cada célula. Si el agua está limitada durante los períodos de
crecimiento de una planta, el tamaño final de las células disminuirá, lo que
conduce a menos hojas y de menor tamaño, frutas más pequeñas, tallos más
cortos y gruesos.

El manejo integrado.

Es un enfoque de control de plagas que busca armonizar la eficiencia en el


combate, la responsabilidad socio-ambiental y la productividad. Existen muchas
formas de definirlo, pero todas se enfocan en el uso de herramientas de control
que buscan minimizar las pérdidas de un cultivo mediante el conocimiento
científico, el apoyo tecnológico y el sentido común de los productores.

El manejo integrado de plagas (MIP) no es un término nuevo, pero si ha cobrado


mucha importancia en las últimas dos décadas debido a los retos ambientales que
suponen la alimentación mundial, la generación de empleos agrícolas, la
protección del trabajador y el consumidor final, la reducción del área agrícola y los
riesgos de intoxicaciones o contaminación de fuentes de agua. Además, luego de
casi 50 años, son muchas las experiencias exitosas generadas en diferentes
partes del mundo y en diversos agro-ecosistemas (Parsa et al., 2014; Owen et al.,
2015; Lefebvre et al., 2015). Y las experiencias no exitosas, han contribuido con la
mejora y adaptación de los muchos planteamientos e ideas acumuladas.

Una definición concreta y de las más aceptadas a nivel mundial, se da por la


Organización Internacional de Control Biológico (OICB, por sus siglas en inglés),
donde se dice que MIP es “El uso de todos los métodos de defensa económicos,
ecológicos y toxicológicos para mantener los organismos nocivos bajo niveles de
daño económicos mientras que se hace énfasis en la explotación consiente de
factores de control natural” (Boller y colaboradores, 1999).

Extensión del MIP al MIPE y concepto actual

La FAO conceptualiza actualmente el manejo integrado de plagas como “la


cuidadosa consideración de todas las técnicas de control disponibles y la
subsecuente integración de medidas apropiadas que desalienten el desarrollo de
poblaciones de plagas y mantengan el uso de pesticidas y otras intervenciones a
niveles económicamente justificados y reducidos o minimizados los riesgos a la
salud humana y el ambiente.

Enfermedades de las plantas.

Las enfermedades de las plantas han sido conocidas desde la antigüedad, pero
generalmente eran atribuidas a fuerzas sobrenaturales. La primera enfermedad
vegetal para la que se describió un origen patológico fue la caries o carbón del
trigo producida por Tilletia caries.
Las Enfermedades en las plantas se caracterizan por ser infecciosos (bióticos o
vivos) y no infecciosos (abióticos o no vivos). Los agentes infecciosos son las
bacterias, hongos, micoplasmas, nemátodos y virus; mientras que los agentes no
infecciosos son desbalances nutricionales, estrés ambiental y toxicidad química
(causada por plaguicidas y contaminantes del aire). Para propósito de esta
publicación vamos a hablar de los agentes infecciosos.
La presencia activa de esos patógenos en la superficie de una planta, podría
indicar que probablemente son la causa de la enfermedad. En algunos casos, su
detección e identificación puede lograrse a simple vista (teniendo cierta
experiencia) o mediante el uso de lentes de aumento (en el caso de algunos
hongos, todas las plantas superiores parásitas y algunos nematodos) o, con mayor
frecuencia, mediante el examen microscópico (en el caso de los hongos, bacterias
y nematodos).
CONCLUSION.

La agricultura combinada tiene los dos productos, el cultivo y la crianza. Es un


sistema en sí mismo, el derroche de ganado, la agricultura también puede ser
delegada y concentrada.

La gran agricultura utiliza más tierra con una menor cantidad de siembra o
plantaciones y menores fuentes de información y rendimientos.

La agricultura escalada usa la tierra con mayor seriedad con cantidades pocas de
capacitación y rendimiento por unidad de región.
Bibliografía.

Fuente:

Texto: O'Meara, Lynn; foto: Messina Salazar, Juan Mario.

Fuente:

https://www.croplifela.org/es/actualidad/articulos/manejo-integrado-de-plagas-
enfoque-de-responsabilidad-en-la-produccion

Fuentes: https://www.hydroenv.com.mx/catalogo/index.php?
main_page=page&id=124

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