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Acta Botánica Brasilica-33 (2): 303-314. Abril-Junio 2019. doi:

10.1590 / 0102-33062018abb0337

Describir y difundir el conocimiento etnobotánico de Bogotá DC (Colombia) a

través de una herramienta en línea enfocada en nombres comunes de plantas

Ángela Rodríguez Calderón1*, José A Muñoz1, Diego Moreno1y Marcela Celis1, 2

Recibido: 30 de septiembre de 2018

Aceptado: 28 de marzo de 2019

RESUMEN
Aunque el conocimiento etnobotánico se considera información potencialmente valiosa para varias disciplinas humanas, actualmente se encuentra en declive debido a una disminución en la transmisión del conocimiento

cultural y al agotamiento de los recursos naturales. En consecuencia, se requieren esfuerzos concentrados para recopilar dicha información y, en última instancia, facilitar su difusión. Bogotá DC consiste en un extenso

territorio de zonas rurales y urbanas que se ha convertido en un lugar de diversas dinámicas culturales debido a complejos procesos de evolución histórica, convirtiéndolo en un importante objetivo para conservar el

conocimiento etnobotánico. Aquí, Hicimos una recopilación exhaustiva de datos etnobotánicos para Bogotá centrándonos en nombres comunes de plantas y desarrollamos una herramienta en línea disponible

gratuitamente (Plataforma de Nombres Comunes de Plantas de Bogotá) con el objetivo de preservar y promover la transmisión del patrimonio biocultural. El conjunto de datos compilado consta de más de 2226

combinaciones entre nombres científicos y comunes que se pueden consultar con la herramienta en línea, lo que conduce a páginas específicas que muestran varias características adicionales. Desde su lanzamiento, la

herramienta en línea ha sido visitada más de 6200 veces, principalmente por usuarios colombianos menores de 34 años, lo que está convenientemente en línea con nuestro objetivo de mejorar la transmisión

intergeneracional del patrimonio biocultural. que lleva a páginas específicas que muestran varias funciones adicionales. Desde su lanzamiento, la herramienta en línea ha sido visitada más de 6200 veces, principalmente

por usuarios colombianos menores de 34 años, lo que está convenientemente en línea con nuestro objetivo de mejorar la transmisión intergeneracional del patrimonio biocultural. que lleva a páginas específicas que

muestran varias funciones adicionales. Desde su lanzamiento, la herramienta en línea ha sido visitada más de 6200 veces, principalmente por usuarios colombianos menores de 34 años, lo que está convenientemente en

línea con nuestro objetivo de mejorar la transmisión intergeneracional del patrimonio biocultural.

Palabras clave:nombres comunes, conocimiento etnobotánico, herramientas en línea, patrimonio biocultural, Bogotá DC

En las últimas décadas, diferentes entidades y grupos de

Introducción
El conocimiento etnobotánico tiene un gran valor potencial para
varios aspectos de las disciplinas y actividades humanas, como la
medicina y la biología de la conservación. Sin embargo, la pérdida
continua del patrimonio cultural debido a la privación general de los
recursos naturales, la adopción de estilos de vida modernos y el declive
de los espacios tradicionales de transmisión de medios verticales y
horizontales implica un mayor riesgo de pérdida de este conocimiento
(Edwards & Heinrich 2006; Pilgrimet al.2008; Vandebroek y Balick 2012).
En consecuencia, se hace cada vez más evidente la necesidad de
promover la difusión del conocimiento etnobotánico entre los
diferentes sectores de la sociedad.
investigación han llevado a cabo esfuerzos para difundir y regular
la conservación de este conocimiento. La Convención para la
Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO,
cuyos estados participantes han acordado identificar, investigar,
proteger, conservar, transmitir y restaurar varias características de
este patrimonio cultural (UNESCO 2003), es el principal marco
normativo para muchos esfuerzos relacionados con el patrimonio.
conservación, que abarca una fracción de las prácticas y el
conocimiento de los recursos biológicos y, a menudo, en algunos
contextos se denomina patrimonio biocultural (SOLAE 2016) o
patrimonio cultural inmaterial (UNESCO 2003).
Si bien la preservación del patrimonio cultural es fundamental, no
es suficiente para su conservación a largo plazo si no se combina

1Subdirectorio Científico, Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, 111071, Bogotá DC, Colombia
2Departamento de Química y Biología, División de Ciencias Básicas, Universidad del Norte, 081007, Barranquilla, Colombia

* Autor para correspondencia: arodriguez@jbb.gov.co

 Ángela Rodríguez-Calderón, José A. Muñoz,
Diego Moreno y Marcela Celis
con esfuerzos para una transmisión eficiente del conocimiento. En este
contexto, algunos trabajos recientes (Thomas 2003; Parra y otros. 2010;
Subires 2012; Tamayo & Leite 2015; monge 2017; Torres & Delgado
2017) han mostrado la importancia de implementar tecnologías de la
información (TI) para la difusión del patrimonio cultural tangible e
intangible. Todos concluyen que las TIC extienden efectivamente el
alcance de la transmisión de este conocimiento a un público más
amplio y diverso en comparación con los medios tradicionales, y
también insinúan que, si se ejecuta adecuadamente, la digitalización
del patrimonio cultural es una estrategia eficiente para su
conservación, permitiendo la público no solo para recibir el contenido
que se está transmitiendo sino también para interactuar, producir y
compartir su propio conocimiento.
Encontrar soluciones para cerrar las brechas entre el conocimiento
científico y el popular, promover enfoques metodológicos para el
estudio de las plantas desde diferentes disciplinas, posibilitar el
acercamiento intergeneracional y reconocer el valor de los patrimonios
bioculturales regionales son grandes desafíos que requieren la síntesis
de información de alta calidad y de libre disponibilidad, transmitida en
un lenguaje adecuado. A pesar de esto, los estudios botánicos son en la
mayoría de los casos desconocidos para el público no científico y, en el
caso de la etnobotánica, los resultados y resultados de la investigación
no suelen socializarse con las comunidades locales en las que se realizó
la investigación. Afortunadamente, la tendencia actual de avanzar hacia
la ciencia abierta y los datos abiertos ha llevado a reducir la brecha
entre la comunidad científica y la no científica (Daiet al.2018), además
de abrir una oportunidad para incorporar las TIC para la difusión del
conocimiento. Aquellos que apoyan la ciencia abierta argumentan que
el conocimiento debería estar disponible libremente, ayudando a los
científicos a cooperar con redes y datos abiertos, así como creando
plataformas disponibles abiertamente y, en última instancia, haciendo
que la ciencia sea más accesible para los ciudadanos (Fecher & Friesike
2014).
En este trabajo, optamos por utilizar los nombres comunes como
elemento clave para comunicar el conocimiento etnobotánico. Es bien
sabido que, aunque las plantas se conocen por sus nombres científicos
en entornos académicos, son más conocidas por sus nombres
comunes (también considerados vernáculos, populares y vulgares)
(Gledhill 2002), que técnicamente se denominan fitónimos. Los
nombres comunes son distinciones populares que no obedecen a
reglas científicas estrictas, ya que un mismo nombre puede aplicarse a
diferentes plantas en un mismo lugar, por lo que una misma especie
vegetal puede tener varios nombres comunes dependiendo de la zona
(Pérez 1978; Magaña 2006) . Además de ser utilizados con fines
prácticos por comunidades locales no científicas, los nombres comunes
también pueden ser considerados como una herramienta de
apropiación e identidad biocultural (Álvarez 2006; Fajardoet al.2013).
Existen numerosos enfoques de la etnolingüística y la
etnotaxonomía que han hecho importantes contribuciones en
todo el mundo. Trabajos centrados en nombres comunes en
países de habla hispana realizados en la Península Ibérica
(Álvarez 2006; Fajardoy otros. 2013; García 2016) han brindado
información sobre nombres comunes aplicados a plantas
304 Acta Botánica Brasilica-33 (2): 303-314. Abril-Junio 2019
por colonos españoles; otros trabajos realizados en
Hispanoamérica (Baeza 1920; Hernándezy otros. 1994; Galeote
1997; Magaña 2006; Moraesy otros. 2006; Muiñoet al.2006;
Torreet al. 2008; López 2012; Martínez 2012) aportan datos
sobre los préstamos de lenguas indoeuropeas y amerindias.
En América del Sur, la obra de Bernaly otros. (2017) se destaca
como una recopilación de datos a nivel nacional para
Colombia, en la que se da resolución a nivel departamental
(subdivisiones administrativas de primer nivel del país). Sin
embargo, considerando la gran diversidad cultural y biológica
de este país, se requieren más estudios a niveles más locales.
Aquí, usamos Bogotá DC, la ciudad capital de Colombia, como
nuestra área de estudio focal para examinar y recopilar datos
etnobotánicos. Ubicada a 2.640 m de altitud en la cordillera
oriental de los Andes, Bogotá ha sufrido un complejo proceso de
evolución histórica y mestizaje cultural que condujo a diferentes
relaciones entre la población y su territorio, junto con dinámicas
ecológicas y culturales en torno a las plantas por urbanismo. y
habitantes rurales de todas las regiones del país. Bogotá se
convirtió en el destino de migraciones masivas de personas que
huían de las guerras civiles (Mejía 1997; Arenas 2009) e
independentistas (Jaramillo 1989), que junto con la
industrialización de las actividades agrícolas y la expansión de la
frontera urbana (Cardeño 2007), llevaron a una acentuado
fenómeno de mestizaje y pérdida cultural (Jarro 2005). los
Bogotazomarcó el inicio de un período de violencia bipartidista
que se extendió por todo el país hasta hace unas décadas y
produjo desplazamientos de población a lo largo del país y un
consecuente crecimiento poblacional en la ciudad (Jaramillo 1989;
Arias 1998). En la década de 1950, algunos municipios vecinos
ocupados por desplazados de los departamentos de Boyacá y
Cundinamarca a causa del conflicto armado, fueron anexados a
Bogotá (Cardeño 2007; Jarro 2005). Con estos hechos, la población
de Bogotá aumentó exponencialmente en los últimos cincuenta
años de 1.697.311 habitantes en 1962 (Cardeño 2007) a
aproximadamente 8.181.047 habitantes en 2017 (DANE 2018).
Todo ello ha despertado nuestro interés por comprender cómo los
habitantes de la ciudad y sus alrededores se relacionan con la
cubierta vegetal en términos de nombres aplicados y usos.
A pesar de la creciente producción bibliográfica sobre
etnobotánica, especialmente sobre el uso de las plantas (Pérez
1934; Gutiérrezet al.2011; Mahechaet al.2011; Sierra & Amarillo
2014; Ortízet al.2015; Mahecha 2015; Pérez & Matiz 2017) y datos
etimológicos (Montes 1963; 1978; 1997; Acuña 1983; Torres 1998;
Giraldo 2014; 2016; Gómez 2017; Portilla 2015), la investigación en
Bogotá se ha centrado en localidades muy específicas o limitada
por enfoques y dirigido únicamente al público académico.
Además, la información disponible actualmente se encuentra
dispersa en múltiples fuentes de consulta; por lo tanto, el público
en general no puede acceder fácilmente a la información sobre la
amplia diversidad de nombres comunes y usos reportados para
las plantas que crecen en Bogotá.
Este estudio representa un esfuerzo conjunto de la academia y
las instituciones públicas para promover la apropiación de
 Describir y difundir el conocimiento etnobotánico de Bogotá DC (Colombia)
a través de una herramienta en línea enfocada en nombres comunes de plantas

patrimonio natural y cultural, facilitar la comunicación de este

conocimiento entre los diferentes rincones de la sociedad y
también aportar conocimientos valiosos para conservar,
recuperar y aplicar estos recursos. El resultado fue el
desarrollo de una herramienta en línea y de libre acceso
diseñada para la ciudadanía: la Plataforma de Nombres
Comunes de las Plantas de Bogotá, en la que los usuarios
pueden consultar información sobre las plantas que se
encuentran en en Bogotá DC por sus nombres comunes.
Materiales y métodos
Área de estudio
La recopilación de datos se restringió al Distrito Capital
(DC) de Bogotá, que se ubica sobre la Cordillera Oriental de los
Andes colombianos 4° 42'N, 74° 4'W, 2640 m snm (Fig. 1).
Tiene una superficie de 163.635,88 Ha, de las cuales el 25%
corresponde al territorio urbano mientras que el restante

Figura 1.Ubicación de Bogotá D.C.

Acta Botánica Brasilica-33 (2): 303-314. Abril-Junio 2019 305

 Ángela Rodríguez-Calderón, José A. Muñoz,
Diego Moreno y Marcela Celis
El 75% es suelo rústico. En este último, la cobertura de suelo
predominante hacia el sur y este del área es el páramo, seguido de
pastizales y cultivos, especialmente en sus periferias, con bosque
altoandino relictual ubicado principalmente en el sur y en zonas
montañosas, además de un relictual la cobertura de matorrales y
pastizales subxerofíticos se concentró hacia el sur y suroeste de la
región. Todas estas cubiertas tienen diferentes niveles de
intervención antrópica (Isaacs & Jaimes 2014). La ciudad cuenta
con una superficie aproximada de 2.944 Ha (5041 zonas en total)
de cobertura urbana verde, compuesta principalmente por
parques y recintos deportivos (Secretaría de Cultura, Recreación y
Deporte 2017).
Recopilación de datos
Los nombres comunes de las plantas vasculares presentes en
Bogotá fueron recopilados a partir de información secundaria
(ejemplares de los herbarios JBB, UDBC y COL, catálogos de
especies útiles, guías de árboles y jardinería, inventarios florísticos,
informes técnicos, documentos históricos o literarios, entre otros)
y trabajo de campo complementario realizado principalmente
entre 2015 y 2016 mediante la realización de 83 entrevistas
semiestructuradas a sujetos (en adelante, informantes), tanto en
zonas urbanas como rurales de Bogotá D.C. Los informantes eran
en su mayoría propietarios, habitantes o administradores de los
predios donde se recolectaban las plantas. creciente. Fueron
seleccionados siguiendo el enfoque de “muestreo de bola de
nieve” descrito por Bryman (2012).
Las entrevistas giraron en torno a cuatro preguntas
principales sobre las plantas que crecen en los jardines o
huertos de los informantes: (1) si saben de la existencia del
nombre común de una planta, (2) cuál era el nombre común
asociado, (3) por qué están llamado así, y (4) para qué (y cómo)
se usa la planta. Cuando fue posible, se tomó un registro
fotográfico o de video de las especies y sus usos, y se
colectaron, identificaron y almacenaron especímenes
botánicos en el Herbario del Jardín Botánico de Bogotá (JBB).
Depuración de datos y anotación de información
complementaria
Una vez consolidada la información, se realizó la validación
nomenclatural y taxonómica frente a las colecciones botánicas
del Herbario JBB (Jardín Botánico de Bogotá José Celestino
Mutis 2018), el Catálogo de plantas y líquenes de Colombia
(Bernalet al.2015) y Nombres comunes de plantas en
Colombia (Bernaly otros. 2017) para plantas nativas, y el
Servicio de Resolución de Nombres Taxonómicos (Boyleet al.
2013) para plantas no nativas. Además, los atributos de (I)
origen, (yo) hábitat, (iii) forma de crecimiento, (IV) categoría de
uso y (v) etimología también fueron anotadas por algunos de
los criterios descritos a continuación.
(I) La información de origen se asignó mediante una adaptación
del Esquema Geográfico Mundial para el Registro de Distribuciones de
Plantas empleando el esquema regional (Brummitt 2001).
306 Acta Botánica Brasilica-33 (2): 303-314. Abril-Junio 2019
(yo) Una clasificación de las especies identificadas según
a su forma de crecimiento y se adaptaron diez categorías de
diccionarios botánicos, como se enumeran y describen en la
Tabla S1 en material complementario (Font Quer 1953;
Moreno 1984).
(iii) Cada taxón fue asignado al tipo de hábitat en
que se encuentra (urbano, rural y/o conservado). Dicha
información se obtuvo directamente de la fuente secundaria
(bibliografía científica, inventarios florísticos o metadatos de
especímenes de herbario).
(IV) Para la categoría de uso, adaptamos la clasificación
de Pérez & Matiz (2017), que se presenta en la Tabla S2 en
material complementario.
(v) Obtuvimos algunos de los datos etimológicos del
registraron nombres comunes a partir de las explicaciones de
los informantes, aunque la mayoría de los datos fueron
adquiridos de recursos bibliográficos, especialmente en la
etimología del español americano, colombiano y bogotano.
Actualmente se está construyendo un acercamiento detallado
a los aspectos lingüísticos de los nombres comunes en el
conjunto de datos (A Pachón & A Rodríguez unpubl. Res.). Sin
embargo, preliminarmente hicimos una categorización en tres
grupos según su origen: científicos (aquellos que provienen
directa o indirectamente de nombres científicos comoanturio,
Begonia,dalia oEucalipto), genéticos (los que provienen de
lenguas distintas al español, como el indoeuropeo o indígenas
como elArrayanyChilco,respectivamente), y populares
(aquellas que provienen de metáforas o rutas analógicas que
fueron asignadas por distintas motivaciones como coronaoojo
de poeta). También utilizamos una cuarta categoría bajo el
término “desconocido” para aquellos nombres comunes en los
que no pudimos encontrar datos etimológicos. Para los
nombres derivados directamente de la nomenclatura científica
se utilizaron fuentes dedicadas a la etimología de los nombres
científicos y, en algunos casos, nos remitimos a las
descripciones originales de las especies o protólogos que
contienen esta información.
Además de la información complementaria antes
mencionada para cada taxón, también incluimos hipervínculos
a ilustraciones de losProyecto de digitalización de los dibujos
de la Real Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada en
la página web del Real Jardín Botánico-CSIC (Real Jardín
Botánico-CSIC 2017).
Disponibilidad, funcionalidad y seguimiento de la herramienta
online
Se realizó el desarrollo y diseño de un sitio web dentro del dominio
del Jardín Botánico de Bogotá (Plataforma de Nombres Comunes de
Plantas de Bogotá: http: //colecciones.jbb. Gov.co/
nombrescomunesbogota/) para que los ciudadanos puedan realizar
consultas sencillas en la base de datos compilada (Fig. 2). En la página
de inicio, los usuarios pueden realizar consultas tanto por nombres
comunes como por nombres científicos. Cada consulta puede conducir
a dos tipos de páginas de información: una
 Describir y difundir el conocimiento etnobotánico de Bogotá DC (Colombia)
a través de una herramienta en línea enfocada en nombres comunes de plantas
centrado en los atributos de las especies (nombres comunes,
fotografías de ejemplares vivos, origen, usos) (Fig. 3) y otro
centrado en el cotejo entre nombres científicos y comunes
(datos etimológicos y lexicografía, pronunciación del nombre
común, multimedia y referencias) (Fig. 4). Dado que este
recurso fue diseñado principalmente para la población local
del área de estudio, la totalidad de su contenido está en
español.
Figura 2.Portada del sitio web de la Plataforma de Nombres Comunes de
Plantas de Bogotá
Figura 3.Resultado de búsqueda por nombre científico.UN.Nombre científico y
familia botánica,B.Nombres comunes de plantas reportadas en Bogotá DC,C.
Origen de los taxones,D.Usos de plantas reportados en Bogotá DC
MI.Tipo de hábitat,F.Enlace a otras fuentes de información de la
especie,GRAMO.Fuentes,hCómo citar este registro,I.Imágenes de
especímenes vivos,jHábito forma de crecimiento y altura.
Desde su lanzamiento, el tráfico del sitio web se ha rastreado mensualmente
utilizando el servicio web Google Analytics para monitorear las preferencias de los
visitantes, centrándose en estadísticas de tráfico como usuarios(número de
personas que visitan el sitio web al menos una vez dentro de un período de tiempo
seleccionado),usuarios nuevos(número de personas
Acta Botánica Brasilica-33 (2): 303-314. Abril-Junio 2019
que han visitado el sitio web por primera vez dentro de un
período de tiempo seleccionado), ysesiones(número total de
visitas). También obtuvimos datos demográficos como el
origen geográfico de las visitas por país y región.
Figura 4. A.Archivo de audio con pronunciación de nombre común;B.
Transcripción del nombre común al Alfabeto Fonético Internacional
(IPA);C.Nombre común;D.Nombre científico y familia botánica; EF.Datos
etimológicos del nombre común;GRAMO.Fuentes;hCómo citar este
registro;I.Imágenes de especímenes vivos;jMaterial multimedia
adicional de especies (textos, video, hipervínculos).
Resultados
Conjunto de datos compilados
Obtuvimos un conjunto de datos de 4140 registros
representados por 1133 taxones asociados con 1566 nombres
comunes. En este contexto, consideramos un registro como una
combinación única de un nombre común con una especie de
planta (nombre científico) y una fuente. Además, la combinación
única de un nombre común con una especie vegetal (nombre
científico) independientemente de su procedencia, que se
denominaron en este trabajo comocombinaciones, alcanzó un
total de 2.226 (Tabla S3 en material complementario).
Se consultaron ciento treinta (130) fuentes para
obtenercombinaciónregistros y se clasificaron en artículos
(197), materiales informativos (35), especímenes de
herbario (351), informes técnicos o informe inédito de
profesionales de las entidades (808), libros (579), obras
literarias (47), recursos web ( 470) e informantes (1653).
En cuanto a la información complementaria, se utilizaron 193
fuentes para investigar el origen de los taxones, 58 fuentes para
hábitat, 105 para categoría de uso y 87 para datos etimológicos
(Tabla S4 en material complementario).
Descripción de los datos botánicos
De un total de 1.133 taxones, se identificaron 960 a nivel de
especie, 168 a nivel de género y cinco a nivel de familia. Los taxones
incluidos en nuestro conjunto de datos representan un total de 595
géneros en 150 familias. Especies autóctonas y no autóctonas
307
 Ángela Rodríguez-Calderón, José A. Muñoz,
Diego Moreno y Marcela Celis

corresponden a 491 y 468 de taxa, respectivamente. Para las 2050 El origen geográfico de los taxones identificados a nivel de especie
especies de plantas nativas y 684 no nativas reportadas para se muestra en la Tabla 1, en la que la mayoría de las especies
Bogotá DC (Línea Flora de Bogotá y Colecciones de Referencia introducidas proceden de Asia, seguidas de África, Europa y, en menor
unpubl. Res.), encontramos nombres comunes para el 16.8% y el medida, las de otras regiones del continente americano.
69.7% de ellas, respectivamente.
Tabla 1.Número de especies de plantas con nombres comunes en
Asteraceae fue la familia con el mayor número de nombres
Bogotá según el lugar de origen.
comunes reportados, seguida por Solanaceae, Fabaceae, Rosaceae
Lugar de origen Número de especies
y Lamiaceae (Fig. 5). Tenga en cuenta que el número de nombres
Asia 92
comunes siempre es mayor que el número de especies por familia,
África 70
debido a la asociación de más de un nombre común para una
Sudamerica 69
especie determinada. Este conjunto representa el 53% de los Europa 51
taxones de todo el grupo de datos y el 54% de los nombres Centroamérica 43
comunes. Oceanía 36
Europa, África, Asia 34
Europa, Asia 29
Norteamérica 14
América Central, América del Sur 10
África, Asia 5
Asia, Oceanía 5
América del Norte, América Central 3
Europa, Asia, América del Norte 2
Europa, África 2
América Central, El Caribe 1
América Central, El Caribe, América del Sur 1
El Caribe 1
Origen incierto 1

Datos de uso de la planta

Figura 5.Familias con mayor número de nombres comunes

asociados. Como se muestra en la Tabla 2,Macleania rupestrisy
Myrcianthes rhopaloides(siendo ambas especies abundantes en
En cuanto al tipo de hábitat, las plantas que crecen en áreas los bosques altoandinos) fueron las de mayor número de usos

urbanas tuvieron la mayor contribución de especies con nombres
comunes asociados (Fig. 6). Entre las formas de crecimiento, las
hierbas terrestres contribuyeron con la mayoría de los nombres
comunes (36%), seguidas de árboles (25%) y arbustos (19%),
siendo el 20% restante enredaderas, hierbas epífitas, subarbustos,
palmas, helechos. , hierbas acuáticas y helechos arborescentes.
reportados. La mayoría de las especies ampliamente utilizadas son
nativas, siendo la categoría de uso más frecuente la ornamental
(34%), medicinal (17%) y ambiental (10%). Además, el número de
especies nativas y no nativas reportadas para cada categoría de
uso se muestra en la Figura 7, en la que las barras blancas
representan taxones que no están identificados a nivel de especie,
por lo que el origen no puede asociarse con certeza y, por lo tanto,
fueron excluidos de Tabla 2, pero se incluyeron aquí porque
contribuyen al total de taxones para cada categoría de uso.

Figura 7.Número de taxones que se informaron para cada una de las

Figura 6.Especies autóctonas y alóctonas según hábitat. categorías de uso.

308 Acta Botánica Brasilica-33 (2): 303-314. Abril-Junio 2019

 Describir y difundir el conocimiento etnobotánico de Bogotá DC (Colombia)
a través de una herramienta en línea enfocada en nombres comunes de plantas

Tabla 2.Especies con mayor número de usos registrados. N: Los nombres comunes de origen etimológico incierto o sin información
nativo, E: no nativo, Ag: agroecológico, Te: tecnológico, O: disponible (categoría desconocida) representan el 14,5% de todos los
ornamental, Me: medicinal, Wo: madera, In: industrial, Cu: cultural, taxones en nuestro conjunto de datos.
Fu: combustible, Fo: alimento, En: ambiental, Cr: artesanía, Li:
Como se muestra en la Tabla 3, se detectaron plantas con hasta 19
ganado, O: otros.
nombres comunes, con un promedio general de 1,4 nombres comunes
Número por especie en todo nuestro conjunto de datos. De las 10 especies que
Especies Origen Categoría de uso
de usos
tienen ocho o más nombres comunes,Solanum tuberosumdestaca en
Macleania rupestris A 8 Ag, O, Me, Wo, In, Fu, Fo, En
primer lugar ya que cuenta con numerosas variedades cultivadas y es
Myrcianthes rhopaloides A 8 O, Yo, Wo, En, Fu, Fo, En, O
un componente importante en la dieta de los habitantes de la región,
Alnus acuminata A 7 Ag, Te, O, Me, Wo, In, En
seguido deMacleania rupestris, que como se dijo anteriormente, es la
Myrcianthes leucoxyla A 7 O, Yo, En, Cu, Fo, En, O
especie con mayor número de usos reportados.
Prunus serotina mi 7 Ag, O, Me, Wo, Fo, En, O
Hesperomeles goudotiana A 6 O, Yo, Wo, En, Fo, En
Phytolacca bogotensis A 6 Ag, Te, O, Me, En, Cr
Tabla 3.Especies vegetales con mayor número de nombres comunes
Vaccinium meridionale A 6 Ag, O, Me, En, Fo, En
en Bogotá.
Weinmannia tomentosa A 6 Ag, Me, Wo, Fu, En, O
Baccharis latifolia A 5 O, Yo, Fu, En, O Especies Número de nombres comunes

Bucquetia glutinosa A 5 O, Wo, Fu, En, O Solanum tuberosum 19

Quinua Chenopodium mi 5 O, En, Cu, Fu, Fo Macleania rupestris 12
Lafoensia acuminata A 5 Te, O, Wo, En, Cr Tropaeolum tuberosum 12
malva silvestre mi 5 Te, Li, O, Yo, O
Euphorbia pulcherrima 9
Morella parvifolia A 5 O, Me, Cu, Fo, En
Oxalis tuberosa 9
Morella pubescens A 5 O, Yo, Wo, En, Cr
canna indica 8
Opuntia ficus-indica mi 5 O, Yo, En, Fo, En
Pinus pátula mi 5 Te, O, Yo, Fu, O cedrela montana 8
salix humboldtiana A 5 O, Yo, En, En, Cr Gomphrena globosa 8
Sambucus nigra mi 5 O, Yo, Wo, Cu, O Myrcianthes rhopaloides 8
Vallea estipularis A 5 O, Yo, Wo, Fu, En Ullucus tuberosus 8

Descripción de los datos etimológicos
Para visualizar proporciones entre categorías de orígenes
etimológicos, utilizamos combinaciones en lugar de nombres
comunes como unidades, dado que un mismo nombre común
aplicado a diferentes especies (o nombres científicos) puede tener
una motivación o raíz etimológica diferente. La Figura 8 muestra el
número de combinaciones para cada categoría, indicando también
si la especie en la combinación es nativa o no nativa. También se
muestran las proporciones entre especies nativas y no nativas
Los diez nombres comunes principales asignados a la mayor
cantidad de especies de plantas diferentes se presentan en la Tabla 4.
Esos nombres generalmente se asocian con un grupo de especies que
pertenecen a taxones de mayor rango, comoorquídea(familia
Orchidaceae),helecho(División Polypodiophyta),pino(familia Pinaceae),
y otros que corresponden a grupos más pequeños como géneros o
incluso grupos infragenéricos de especies estrechamente relacionadas
(ieQuiche,Salvia,Curubá,Encenillo).
Tabla 4.Nombres comunes aplicados a la mayor cantidad de especies en

dentro de cada categoría. Bogotá.

Nombre común Número de especies

Quiche 10
tinto 10
cortadera 9
Curubá 9
Tillandsia 9
You dont 9
chita 8
palo blanco 8
Zarcillejo 8
Chilco 7

Del total de nombres comunes documentados en este estudio, el

78% corresponde a una sola especie, el 53% de las especies reciben un
Figura 8.Número de combinaciones en cada categoría de solo nombre común y el 27% de las combinaciones consisten en
origen etimológico. especies que reciben un solo nombre común.

Acta Botánica Brasilica-33 (2): 303-314. Abril-Junio 2019 309

 Ángela Rodríguez-Calderón, José A. Muñoz,
Diego Moreno y Marcela Celis
Conjunto de datos en línea y datos de tráfico web
Tras su lanzamiento en octubre de 2017, la Plataforma de
Nombres Comunes de Plantas de Bogotá cuenta con el conjunto
de datos descrito en las secciones anteriores para posibilitar las
consultas de los usuarios. También contiene otras funciones, como
1209 imágenes de plantas vivas que representan 418 taxones (que
representan el 37 % de todos los taxones de la base de datos), 218
fragmentos de texto asociados con 294 combinaciones, 285
videoclips asociados con 452 combinaciones y 45 hipervínculos a
ilustraciones de la Proyecto de digitalización de los dibujos de la
Real Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada(Real Jardín
Botánico-CSIC 2017).
Hasta septiembre de 2018 ha habido 6261 sesiones, y desde que la
tendencia se estabilizó tras un pico en noviembre de 2017 (brevemente
después de su fecha de lanzamiento), ha habido una media de 450
sesiones al mes. El número informado de usuarios en 11 meses es
3785, de los cuales el 94% son de Colombia (Fig. S1 en material
complementario). Debido a que el 34 % de los usuarios habían
registrado cuentas de Google durante sus visitas, también pudimos
obtener información del rango de edad de Google Analytics, como se
muestra en la Figura 9.
Figura 9.Porcentaje de rangos de edad de los usuarios según sus
cuentas de Google registradas.
Discusión
El principal logro de este estudio fue permitir que la
comunidad tuviera acceso a nuestro conjunto de datos
etnobotánicos minuciosamente compilados a través de las
Plataformas de Nombres Comunes de Plantas de Bogotá, lo que
representa la síntesis de información más completa a escala local
para esta ubicación en particular. A modo de comparación, se llevó
a cabo un proyecto muy similar a nivel nacional completo para
Colombia (Bernalet al.2015: http: //www.biovirtual.unal. edu.co/
nombrescomunes). Dicha base de datos contiene un número de
registros para el departamento de Cundinamarca (una división
administrativa de primer nivel) que es aproximadamente cercano
a los aquí reportados para Bogotá DC, considerando que la
310 Acta Botánica Brasilica-33 (2): 303-314. Abril-Junio 2019
Este último está espacialmente encajado en el primero y corresponde
sólo al 6,5% de su superficie total.
Otros estudios y proyectos análogos se han llevado a cabo en
varios lugares del mundo que también incorporan herramientas
virtuales, como la base de datos en línea de etnobotánica
hawaiana (http: //data.bishopmuseum. Org/ethnobotanydb/
ethnobotany.php? B = list & o = 1), la base de datos de
etnobotánica de los nativos americanos de Dan Moerman (http://
naeb.brit.org/) o la base de datos en línea de etnobotánica de
Bangladesh (http://www.ebbd.info/about-us.html), por nombrar
algunas. . Sin embargo, el potencial de transmisión de
conocimiento de los medios virtuales no ha sido explotado en su
totalidad. Hasta el 2005, de 40 estudios a nivel mundial dirigidos a
preservar y restaurar la diversidad biocultural, solo cuatro
mencionan el uso de bases de datos para promover la transmisión
de conocimientos a las comunidades, siendo tres de ellos en
Australia (Edwards & Heinrich 2006).
Perspectivas del conjunto de datos etnobotánicos
Encontramos que alrededor del 27% de las plantas que
crecen en Bogotá (tanto nativas como no nativas) tienen al
menos un nombre común. En otras palabras, son reconocidos
y/o utilizados de alguna manera por los ciudadanos, los cuales
asignan los nombres vernáculos como un elemento
importante para la comunicación exitosa del conocimiento,
actuando como un puente hacia la comunidad científica y los
decisores políticos para potenciar la apropiación y
perpetuación. del patrimonio biocultural del Distrito Capital.
Las instituciones locales interactúan constantemente con la
comunidad, lo que lleva a varios informes técnicos resultantes que
aportan una gran cantidad de combinaciones (ver Informes
técnicos en la Tab. S5 en material complementario). Sin embargo,
una gran parte de estas fuentes de información no se ha
publicado formalmente y, debido a que no son de fácil acceso,
sospechamos que la mayoría de ellas permanecen sin revisar. Esto
nos lleva a pensar que el trabajo etnobotánico de la región puede
estar subestimado. Por ello es necesario promover la investigación
etnobiológica y formar científicos para producir estudios de alta
calidad sobre el tema, tal como recomiendan algunos autores
(Albuquerqueet al.2013).
También destacamos la información registrada en las
etiquetas de los especímenes de herbario (aportando el 16% de las
combinaciones en el conjunto de datos). Esto subraya el valioso
potencial de las etiquetas de especímenes para la investigación
interdisciplinaria, por lo que la correcta apropiación de la
información etnobotánica en las colecciones biológicas debe ser
tan rigurosa como el resto de la información que contienen para
poder realizar análisis precisos y útiles.
Del total de 3132 especies de plantas vasculares reportadas para Bogotá
DC (Línea Flora de Bogotá y Colecciones de Referencia unpubl.
Res.), el 27% de ellos tenían al menos un nombre común
asociado. Este porcentaje es similar al 29% de plantas con
nombres comunes reportados para Colombia (Bernal et al.
2015; Bernalet al.2017). Aunque Asteraceae fue
 Describir y difundir el conocimiento etnobotánico de Bogotá DC (Colombia)
a través de una herramienta en línea enfocada en nombres comunes de plantas
notablemente la familia más representada en nuestro conjunto de
datos de nombres comunes con 106 (9.5%) taxones (Fig. 2), este
número no es sorprendente dado que es la segunda familia de
plantas con más especies en Colombia y también en América
(Ulloaet al. 2017). Los miembros de esta familia también son
abundantes en todas las zonas y ecosistemas con diferentes
grados de intervención humana, presentando además varias
categorías de uso como alimenticio, medicinal, ornamental, entre
otros. Otras familias dignas de mención son Bromeliaceae y
Arecaceae, que comprenden principalmente especies de uso
ornamental, y familias como Fabaceae, Rosaceae, Solanaceae y
Lamiaceae que tienen mayor representación debido a su uso
nutricional y medicinal.
En cuanto al tipo de hábitat, el hecho de que la mayoría de las
combinaciones provinieran de la zona urbana era esperable dada
la mayor densidad de población, y también porque fue una zona
más muestreada durante nuestros estudios de campo (Tab. S5 en
material complementario). Otras razones se explicarán más
adelante cuando se integren variables como el origen y la
categoría de uso. Los hábitats urbanos suelen tener un elevado
número de especies alóctonas exclusivas en sus jardines o
huertas. Sin embargo, llama la atención el alto número de
especies nativas reportadas con nombres comunes
exclusivamente en áreas urbanas (Fig. 3). Esto subraya la
importancia de las áreas densamente pobladas como reservorios
de memoria socioecológica (Barthelet al.2010), y mosaicos
bioculturales (Cuvi 2017). En contraste, la proporción
relativamente alta de especies nativas en hábitats conservados los
ratifica como sitios importantes para la conservación no solo de la
biodiversidad sino también de su conocimiento tradicional
asociado, el cual es particularmente vulnerable a estresores de
origen antrópico. A pesar de que las áreas rurales no presentaron
un alto número de especies exclusivas, su importancia como
conector de áreas urbanas y conservadas es evidente.
El número de especies exclusivas en los diferentes ambientes
también muestra una disociación entre los ambientes naturales y
urbanos, no solo como resultado de los cambios involuntarios de
cobertura debido a la intervención antrópica, sino también por la
incorporación intencional de especies alóctonas o trasplantadas
en jardinería y arbolado urbano, que no siempre se hace para
promover la funcionalidad y la conectividad sino para responder a
perspectivas paisajísticas o puramente estéticas que favorecen la
transnacionalización de las especies, como lo demuestran las
especies altamente invasorasThunbergia alata, una especie
introducida desde África oriental (Vélez & Herrera 2015).
Nuestros resultados reiteran los llamados de varios
otros autores a orientar los estudios etnobiológicos hacia
las áreas más pobladas, que son las que tienen mayor
impacto ambiental (Barthelet al.2010; Hurrell 2014; Emery
y Hurley 2016). Saber configurar los espacios urbanos y
tener una idea del saber popular asociado a las plantas
que están cultivando los ciudadanos puede mejorar la
comunicación y emprender planes de investigación,
conservación y trabajo sobre áreas verdes funcionales y
sostenibles con las comunidades como se sugiere.
Acta Botánica Brasilica-33 (2): 303-314. Abril-Junio 2019
por obras recientes (Caicedoy otros. 2016; esmeril y Hurley 2016;
Sierra y Amarillo 2017).
Por otro lado, con dos tercios del área de Bogotá DC no
urbana, nuestros resultados muestran la necesidad de aumentar
el muestreo en áreas rurales y conservadas, con el fin de detectar
especies clave para las estrategias de conservación que podrían
ser ecológicamente vulnerables y cuya pérdida también puede
tener consecuencias en su patrimonio cultural asociado, como lo
demuestra el bajo número de especies nativas exclusivas de las
áreas rurales (Fig. 3), y por el uso exclusivo de especies nativas
para la artesanía.
El origen de la mayoría de las especies de plantas no
autóctonas suele ser de continentes geográficamente distantes
(Asia, África y Europa), mientras que las de regiones vecinas
paradójicamente contribuyen en menor medida a la riqueza de
especies. También vale la pena señalar que la contribución de
especies no nativas de otras áreas de América del Sur es cercana a
la de América Central, América del Norte y el Caribe (Tabla 1), lo
que sugiere una fuerte influencia de la horticultura y la
domesticación de plantas para uso humano. consumo.
Las especies de plantas con mayor frecuencia de categorías de uso
son las hierbas (35,9%), en las que se destacan los usos ornamentales,
medicinales y alimentarios. Paradójicamente, las hierbas también
incluyen la mayoría de las plantas cuya presencia se considera
indeseable y ha motivado la implementación de planes de manejo para
su control o erradicación, como las malas hierbas que crecen en
cultivos u otras áreas con alta intervención antrópica.
El uso ornamental es el dominante en el grupo de datos
globales. Como se explicó anteriormente, esto es esperable
debido a que el hábitat urbano es el más densamente poblado y el
que recibe la mayor parte de los aportes de especies foráneas, lo
cual está de acuerdo con estudios previos (Freireet al. 2014; Cuvi
2017; Sierra y Amarillo 2017). Por otro lado, la importancia de las
plantas ornamentales disminuye en las zonas rurales, ya que
necesidades básicas como la salud y la alimentación hacen que las
plantas con sus respectivas categorías de uso adquieran mayor
relevancia y por ende representen mayor diversidad y riqueza de
especies, tal como lo sustentan datos de otros estudios.
(Castellanos 2011; Ortízy otros. 2015; Pérez & Matiz 2017).
El uso medicinal ocupa el segundo lugar en cuanto a número
de especies. Dentro de esta categoría, el 39% de las especies son
alóctonas, el 49% son autóctonas y el resto son especies de las que
no tenemos resolución taxonómica para asociar información de
procedencia. Aunque las plantas nativas representan una mayoría
en esta categoría de uso, consideramos que la proporción de
plantas no nativas es inesperadamente alta, probablemente
debido a los eventos de migración humana masiva en las últimas
décadas. Sin embargo, se requieren más estudios para revelar las
motivaciones detrás de la preferencia de las plantas no nativas
sobre sus contrapartes nativas. Ya sea que la inclusión de plantas
no nativas amplíe el repertorio de medicinas naturales para tratar
dolencias poco conocidas, o se haya perdido el conocimiento para
las especies nativas (Medeiroset al.2017) es algo que queda por
responder. Por otro lado, esta información contiene datos de
potencial uso medicinal
311
 Ángela Rodríguez-Calderón, José A. Muñoz,
Diego Moreno y Marcela Celis
que pueden tener interés farmacológico y que aún no han
sido aprobados (Fonnegra & Jiménez 1999) ni han sido
objeto de investigación.
De manera similar, nuestros resultados también muestran que las
especies de plantas con uso alimentario y cultural también están
dominadas por especies no nativas (Fig. 4). Esto es interesante ya que
probablemente algunas de las plantas introducidas han conservado los
conocimientos asociados de su lugar de origen o se han apropiado a tal
grado que forman parte de las prácticas culturales de la región. En este
sentido, se destaca que las plantas utilizadas para la artesanía son
exclusivamente nativas, por lo que es recomendable indagar sobre
estos saberes para promover su conservación como saberes
bioculturales asociados a especies nativas.
Como lo demuestra su dominancia, las especies no nativas
son un componente importante de la flora bogotana, tanto
por la diversidad y riqueza que representan en términos
taxonómicos, como por la riqueza de conocimientos que traen
de sus lugares de origen o que traen en los ciudadanos que se
los apropian. Por estas razones, estas plantas, así como las
nativas, deben ser estudiadas en detalle para determinar sus
aportes positivos y negativos a la configuración del paisaje y
los servicios ecosistémicos.
La especie con mayor número de usos reportados fue la muy
abundanteMacleania rupestris, que también es el segundo en
tener la mayor cantidad de nombres comunes asociados con 12.
Esto podría generar dudas sobre el uso de la cantidad de nombres
comunes por especie como indicadores indirectos para la
priorización de planes de manejo de conservación, identificación
de especies importantes en asuntos socioeconómicos, o incluso
alerta potencial de invasión (p. ej.canna indica se reporta como
potencial especie invasora en humedales urbanos, Cameloy otros.
2012).
Nuestro análisis preliminar sobre el origen etimológico de los
nombres comunes documentados muestra que las motivaciones
populares son los impulsores más frecuentes de la asignación de
nombres, aplicándose indistintamente tanto a las plantas nativas
como a las no nativas. Se encontró influencia genética en segunda
instancia, es decir, la que proviene de las rutas lingüísticas
precolombinas (ej.Chicaláuna voz muisca para árboles con flores
de colores (Giraldo 2014),Paicouna voz quechua para Disfania
ambrosioides[Montes 1997]) u otras lenguas externas que han
influido en el idioma español en Bogotá y que han prevalecido (ej.
Sabiladel árabe hispano paraAloe verayPerejilderivado del latín
[Corominas 2008]). A pesar de su difícil pronunciación por parte de
los hispanohablantes, encontramos una fuerte influencia de los
nombres científicos perpetuados o modificados por procesos
comerciales y hortícolas, ya que se han integrado a la flora local (p.
Epidendro, derivado deEpidendrum, yEucalipto, derivado del
eucalipto). La riqueza de procesos sociales que ha sufrido Bogotá
DC desde sus inicios, siendo destino de desplazamientos y
migraciones de todo el país, la ha convertido en un mosaico
biocultural donde confluyen numerosas influencias y que se
evidencian en los nombres de plantas locales empleados por sus
habitantes, y también puede
312 Acta Botánica Brasilica-33 (2): 303-314. Abril-Junio 2019
ser una explicación a los altos porcentajes de especies vegetales no
autóctonas que encontramos en este estudio.
Perspectivas de la herramienta en línea
Además de la plétora de ventajas de usar herramientas en línea
para reunir a la ciudadanía con conocimientos valiosos, las
herramientas analíticas web actuales brindan el beneficio adicional (en
este caso para los investigadores) de monitorear varias tendencias y
características de los usuarios visitantes que eventualmente podrían
ser reveladoras para los usuarios. propósito de la investigación
etnobotánica. En nuestro caso, un hallazgo relevante además de la
gran cantidad de usuarios es que la herramienta en línea está siendo
utilizada por personas menores de 34 años. Esto está en línea con uno
de nuestros objetivos de servir como un puente intergeneracional para
la transmisión del patrimonio biocultural. conocimiento, que se obtuvo
de fuentes históricas e informantes mayores de 50 años, que no son
usuarios habituales de las TI.
Si bien nuestra herramienta en línea es relativamente nueva y
está pensada inicialmente para uso local en Bogotá DC, se plantea
como un aporte relevante para el uso adecuado de los nombres
comunes y etnobotánicos asociados que pueden servir de base
para la asignación e implementación de planes de conservación de
especies en peligro de extinción. restauración de ecosistemas,
bioprospección y control de plantas invasoras, entre otros.
Esperamos que la Plataforma de Nombres Comunes de Plantas de
Bogotá, al ser una herramienta de libre acceso e intuitiva, cumpla
con su propósito de difundir la información etnobotánica esencial
aquí recopilada y promover espacios de participación ciudadana
para acortar los vacíos de información existentes.
Este panorama revela un importante campo de acción para el
trabajo interdisciplinario, que requiere la cooperación de diferentes
entidades y la contribución de recursos técnicos y financieros para el
desarrollo de nuevas herramientas virtuales de acceso abierto no solo
para lograr los objetivos mencionados hasta ahora en este estudio,
sino también para su implementación como recursos educativos y de
investigación.
Expresiones de gratitud
Agradecemos a los profesionales del Jardín Botánico de
Bogotá, así como a otras personas externas que
contribuyeron con información asociada a las plantas de
Bogotá DC Agradecemos también a Anyi Pachón por los
aportes en la categorización etimológica, a Néstor García por
su ayuda en el establecimiento de categorías de uso, a los
estudiantes internos por su ayuda en el proyecto, a Andrés Del
Risco por la revisión y traducción de este documento junto con
Scott Bridges.
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