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La negra noche del darwinismo

Desde 1880 hasta 1920 aproximadamente (Ridley, 1996, p. 6), la selección

natural, que había arrancado muy bien, estuvo eclipsada por otras teorías

que se ofrecían como alternativa.20 ¿Cuáles fueron las causas del eclipse del

darwinismo? ¿Por qué, en definitiva, le costó tanto hacer pie a esta teoría?

Hay quienes sostienen que fue simplemente porque los biólogos en general

(Darwin y los primeros darwinistas en particular) desconocían las leyes de

la herencia. Por ejemplo, eso es lo que piensan los cuatro autores del citado

libro Evolución:

La razón principal de dicha deficiencia se debía al fallo por parte de los

biólogos de no reconocer las leyes de la herencia de Mendel hasta su redescubrimiento

en 1900. Hasta que no existió una teoría coherente de la herencia,

no pudo comprenderse la base de la selección natural. [Las cursivas son

nuestras] (Dobzhansky y otros, 1983, p. 16)

Esto es, al menos, opinable. Si ese hubiese sido el único problema, o

incluso la razón principal, la teoría darwiniana debió haberse afirmado

inmediatamente luego de 1900 o un poco después, lo que en definitiva no

sucedió. Si bien es cierto que la teoría de la herencia de Darwin, aquella que

había presentado en su obra Las variaciones de los animales y de las plantas bajo

domesticación, era mala por una serie de razones, también es verdad que las

críticas más inteligentes a ese primer darwinismo apuntaban directamente

al corazón de la teoría: la potencialidad de la selección natural actuando

a nivel organísmico. En términos lakatosianos21, la objeción principal era

sobre el núcleo duro del programa, no sobre una simple hipótesis auxiliar

como la herencia.22 De otro modo, cuesta entender por qué transcurrieron

más de treinta años desde el surgimiento de la genética mendeliana,

20 En realidad, Peter Bowler, en su libro El eclipse del darwinismo, plantea que la sn pasó
a ser una teoría más entre otras. Gustavo Caponi, al leer esta parte de Teorías de la

evolución: notas desde el sur, nos sugirió ser más cuidadosos con la expresión eclipse.

Nos dice Gustavo que el primer darwinismo logró reunir a toda la historia natural

en un «programa filogenético», y que eso constituye «todo un éxito».

21 Por Irme Lakatos (1922-1974), el conocido epistemólogo húngaro.

22 En realidad, pocos evolucionistas llegaron al extremo de negar la existencia

de la selección, pero la mayoría la consideraba una mera forma de eliminar las

variantes no aptas.

24 | Salgado / Arcucci

ocurrido hacia 1900, hasta la completa reivindicación del darwinismo,

acontecida entre 1930 y 1945 (Bowler, 1985). En total, pasaron casi 80 años

desde la formulación inicial de la selección natural hasta su aceptación definitiva:

demasiado tiempo para una teoría que ha sido celebrada como «la

clave de todas nuestras explicaciones modernas sobre la vida». Pero los modernos

darwinistas suelen tener una explicación para casi todo, y el biólogo

y filósofo norteamericano Michael Ghiselin dice tener una para aquellos

larguísimos treinta y pico de años que median entre el redescubrimiento

de Mendel y la ts: nuevamente, la falta de comprensión (incomprensión

que, de este modo, no habría finalizado en 1900 como plantearon los cuatro

autores del libro citado más arriba):

Las objeciones al darwinismo que surgieron después del redescubrimiento

de las leyes de Mendel se debieron más a una falta de comprensión de

la genética por parte de los propios genetistas, que a algo que estuviese

errado en la selección natural. [Las cursivas son nuestras] (Ghiselin, 1997,

citado en Caponi, 2012, p. 8)

Al final, la perspectiva seleccionista fue consagrada y el darwinismo

terminó prevaleciendo, aunque reformulado en los términos de la genética


mendeliana. Aun así, su éxito pleno nunca estuvo asegurado y hay autores

que hasta piensan que la supremacía de la ts (alcanzada hacia finales de

la década del 40) se debió a factores que, piadosamente, podríamos llamar

extracientíficos, como veremos en el capítulo vi.

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