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Cash

DOMINGO, 18 DE SEPTIEMBRE DE 2011


A LA PILDORITA
INVESTIGACION Laboratorios y el mercado de medicamentos
En Argentina existen 230 laboratorios registrados y 110 plantas
industriales. Los diez primeros laboratorios explican el 42 por ciento
de las ventas. En los últimos años se avanzó con la ley de genéricos
y con la condición de que los laboratorios deben producir en el país
los medicamentos sobre los que pretendan una patente. El mercado
de fármacos argentino es uno de los más importantes del mundo por
abastecimiento interno y consumo. Es el cuarto país a nivel mundial
en consumo de medicamentos por habitante, con un promedio de
186 dólares anuales. También es uno de los cuatro que mantienen
más de la mitad de la demanda local abastecida por laboratorios
locales.

 A la pildorita
 “Afecta el salario”
 Cambio de paradigma
 Pasando la gorra
 Recursos naturales
 El gran evasor
 Endeudarse o profundizar
 Compensar a la demanda y distribución del ingreso
 el chiste
 tecno
 cursos y jornadas
 el dato
 el acertijo
 ranking

A la pildorita
 Por Cristian Carrillo

 “Hoy existen desarrollos científicos que permiten salvarle la


vida a un enfermo de sida. El paquete cuesta 12 mil dólares
por año en los países desarrollados. La Fundación Clinton, la
Fundación Gates y la Organización Mundial de la Salud
(OMS) firmaron un acuerdo de producción masiva con ocho
laboratorios de la India y lograron bajar el precio a 300
dólares. Esos son los márgenes que maneja la industria.” Con
este ejemplo, el economista y asesor de la OMS, Bernardo
Kliksberg, sintetizó a Cash la problemática de índole ética y
económica que existe detrás del negocio de los grandes
laboratorios. En el mundo, sólo diez empresas controlan casi
el 60 por ciento del mercado de medicamentos, estableciendo
precios monopólicos con el argumento de la propiedad
intelectual.
 La Argentina le ganó una batalla a esa concentración a partir
de la ley de genéricos y la condición impuesta a los
laboratorios de producir en el país aquellos medicamentos
sobre los que pretendan una patente. Sin embargo, todavía
quedan otras por librar. El trabajo para una mayor
concientización en el uso de estas herramientas y la
necesidad de seguir profundizando la sustitución de
importaciones son algunas de éstas, para que se establezca
el medicamento como “un bien social”, como se dispuso en la
denominada ley Oñativia, de 1964.
 La noción de monopolio intelectual deviene de la antigua
Grecia, pero no fue utilizada hasta la Revolución Industrial
británica, cuando los inventores de la máquina textil
demandaron “protección”. Actualmente, las patentes alcanzan
desde genes hasta fragmentos de ADN y líneas celulares
humanas. “Como en otras áreas del sistema económico
mundial contemporáneo, existe un lobby feroz que lucha a
brazo partido para que las patentes duren el mayor tiempo
posible, e incluso para que haya restricciones posteriores de
algún tipo cuando se liberen”, señala Kliksberg.
 En los países que cuentan con un sistema de patentes, las
firmas farmacéuticas que descubren nuevos productos los
ingresan en el mercado bajo un determinado nombre
comercial o marca. Durante este período, las marcas
originales son posicionadas fuertemente en el mercado y
tanto médicos como farmacéuticos y consumidores se
acostumbran a su utilización, dificultando el acceso de otros
medicamentos similares, aun después de expirada la vigencia
de las patentes.
 El poder de mercado de las marcas se refleja en los precios.
Los productos de marca son 11,5 veces más caros que los
genéricos. En algunos casos excepcionales, la diferencia llega
hasta 50 o 100 veces. Esto explica por qué las firmas
farmacéuticas gastan mucho dinero en marketing y publicidad,
y menos en desarrollo. Los recursos destinados a venta son
de alrededor del 25 por ciento del costo total de los
laboratorios, mientras que en desarrollo sólo los líderes
mundiales alcanzan la mitad de ese guarismo.
 Un estudio realizado por la Comisión Nacional de Programas
de Investigación Sanitaria, el Estudio Multicéntrico, la
Universidad Maimónides y el Instituto de Investigación de
Ciencias Sociales de la Universidad del Salvador demostró
que la utilización del nombre genérico involucra un ahorro de
660 millones de pesos al año. “Esta realidad debilita el
argumento que los patentistas a ‘ultranza’ utilizan para
justificar el monopolio de la explotación y los altos precios”,
señala el ex ministro de Salud, Ginés González García, y las
economistas Catalina de la Puente y Sonia Tarragona en el
libro Medicamentos, Salud, Política y Economía.
 La imposición por conservar esta modalidad de negocios
proviene de los grandes laboratorios multinacionales, que a
pesar de la crisis financiera internacional mantienen una tasa
de ganancia superior al 20 por ciento, siendo la industria más
rentable de Wall Street. Paradójicamente, Estados Unidos fue
uno de los principales países en establecer un mercado
integral de genéricos. “Las drogas genéricas hacen que la
salud americana sea mucho más accesible”, aseguraba en
octubre de 2002 el entonces presidente estadounidense
George W. Bush. Sin embargo, como toda la política de ese
país, mantiene estándares internos y externos bien diferentes.
Centroamérica es un ejemplo de ello: los medicamentos
genéricos no pueden penetrar en esos países porque las
condiciones de firma de tratados comerciales bilaterales con
los Estados Unidos se lo impiden.
 Nuevas recetas
 “En la Argentina, durante la administración de Ginés González
García en Salud, se libró una dura batalla, y se ganó. Hoy los
medicamentos genéricos son obligatorios en las recetas
médicas. Los médicos tienen que prescribirlos de esa forma”,
indica Kliksberg, aunque muchos profesionales no lo cumplen.
La Argentina junto con Brasil y Uruguay son los únicos países
donde existe esa obligatoriedad. El programa de distribución
gratuita de medicamentos Remediar es, además, uno de los
más importantes del mundo en cuanto a volumen de entrega.
Por su parte, en los primeros meses de la presidencia de
Néstor Kirchner se avanzó sobre otro punto neurálgico de
esta industria: las patentes se otorgan al laboratorio bajo la
condición de que produzcan el medicamento en el país. “Fue
un lobby tremendo. Recibimos muchos ataques por parte de
las industria extranjera y local”, recuerda el ex ministro Ginés
González García en diálogo con Cash.
 Durante la década del ’90 se inició una primera instancia del
debate que enfrentó a los laboratorios nacionales con las
multinacionales. La disputa giró en torno de la cláusula de
fabricación local –que no aparecería hasta diciembre de
2003–, los riesgos de las licencias compulsivas y la
posibilidad de una suba en los precios. Hasta ese momento,
las empresas locales se habían limitado a copiar y
comercializar innovaciones producidas en los países
centrales. “Los laboratorios plagian las fórmulas de los
medicamentos y los comercializan al mismo precio, siendo
sus ganancias mayores que las de los inventores, por el
hecho de no haber invertido recursos en investigación y
desarrollo”, fue la defensa que esbozó Pablo Challú, ex
directivo de Cilfa (cámara de los laboratorios nacionales), y
actual secretario de la Unión Industrial de la provincia de
Buenos Aires.
 Con la Ley de Patentes –que fue aprobada en 1995 y entró en
vigencia en octubre de 2000– se les aseguró a las
corporaciones transnacionales ampliar su cuota de mercado,
vendiendo medicamentos en exclusividad o cobrando
royalties a empresas locales. Esa norma sólo amplió el
diferencial de precios, mientras que los grandes laboratorios
se dedicaban a importar los medicamentos. De las 40
compañías extranjeras que operaban en el país hasta 2002,
quince se dedicaban exclusivamente a importar productos.
Las compras externas pasaron de un 12 por ciento en 1992 a
43 por ciento diez años después. La ley generó así una
sustitución de los productos locales por más importaciones.
 La crisis socioeconómica de 2001 produjo un fuerte
cimbronazo en toda la estructura productiva del país,
arrastrando también al sistema sanitario al borde del colapso.
La gente con escasos recursos no podía acceder a los
medicamentos. En ese momento se lanza la Ley de
Genéricos y el plan Remediar, que lograron estabilizar el
mercado, permitiendo a los laboratorios locales recuperar
parte del terreno perdido en los ’90. Ambas medidas dieron
cobertura a 54 presentaciones, que representaban el 80 por
ciento de las consultas médicas. “La ley de prescripción por
nombre genérico mejoró el acceso porque hizo bajar los
precios. Pero es una batalla permanente de concientización”,
señaló González García. En cuanto al plan Remediar, el ex
ministro y actual embajador argentino en Chile aseguró que
no existe otro ejemplo de “esa envergadura”. “Alcanza a unos
15 millones de personas y su costo anual para el Estado
nacional es de 2 dólares por habitante”, apuntó.
 Made in Argentina
 El mercado de fármacos argentino es uno de los más
importantes del mundo en cuanto a abastecimiento interno y
consumo. Es el cuarto país a nivel mundial en consumo de
medicamentos por habitante, con un promedio de 186 dólares
anuales. También es uno de los cuatro que mantienen más de
la mitad de la demanda local abastecida por laboratorios
locales. Sin embargo, la recuperación sostenida de la
industria nacional no se dio hasta la modificación de la Ley de
Patentes, que se produjo en diciembre de 2003. Esta norma
dispuso que para extender una patente por veinte años, los
laboratorios deben producir ese nuevo producto en el país. La
modificación contempla desde una carga de prueba hasta el
patentamiento de microorganismos, patentes transitorias y la
protección de datos de pruebas contra un uso comercial ilegal
u otras variantes. En la práctica, este cambio, que sólo figura
en la legislación de Brasil y Uruguay, impidió que los
laboratorios extranjeros desplacen sus plantas a países con
menor costo de producción.
 “Brasil sacó la Ley de Patentes dos años después que la
nuestra (1995) y allí obliga a producir todo lo que se consume
dentro de su territorio. Esto condujo a una fuerte migración al
país vecino”, señaló a este suplemento un directivo de Cilfa.
Actualmente, la tendencia se revirtió. Incluso se informó en las
últimas semanas que un laboratorio estadounidense se
radicará en la Argentina para producir medicamentos que
luego venderá en su país de origen. También hubo
intenciones de compra de firmas locales. La multinacional
Roche llegó a ofrecer 2400 millones de dólares por
Roemmers. Antes, Roemmers había adquirido las plantas de
Roche en el año 2000. Este laboratorio nacional no tiene
invento patentado, pero sí una enorme fuerza de venta
doméstica. Rechazó la propuesta, en tanto que adquiría las
instalaciones de Brystol Myers Squibb (2005) y las de Valeant
(2008).
 La industria logró desde 2003 una fuerte recuperación. Las
exportaciones muestran una tendencia creciente y las
empresas están diversificando destinos. Existen 230
laboratorios registrados y 110 plantas industriales. Los diez
primeros laboratorios explican el 42 por ciento de las ventas.
La actividad registra un importante déficit estructural. La
producción nacional fue de 3466 millones de dólares en 2010,
de los cuales se exportaron 691 millones. El consumo interno
es de 4341 millones de dólares y las importaciones
ascendieron a 1566 millones. De esta manera, el 58 por
ciento del mercado doméstico se abastece de laboratorios
nacionales. La industria farmacológica local tiene una
estructura transformadora moderna, siendo importados los
principios activos, principalmente de China e India. En los
últimos años, la industria pudo aumentar 116 por ciento los
envíos de estas materias primas, aunque crecieron en un 229
por ciento las importaciones de medicamentos.
 Los laboratorios de capitales nacionales mantuvieron su
participación a través de estrategias de concentración y de
alianza con multinacionales. Esto mantiene una estructura de
poder de las grandes compañías que, en su mayoría,
prefieren importar los productos antes que producirlos en el
país. A esta situación se suma además el impacto en los
consumidores de la imposición mediática de sus marcas. Esta
batalla es librada en el campo de la publicidad. Numerosos
trabajos han demostrado los efectos de la publicidad sobre las
prescripciones y los consumidores, generando un patrón de
comportamiento de la demanda bastante alejado de las
necesidades reales. Además de la pelea cultural para sortear
el bombardeo mediático, también deben llevarse a cabo
medidas tendientes a desconcentrar el sector y fomentar la
producción local. “El Estado generó un mercado interno del
orden de 4400 millones de dólares, por lo que ese mismo
Estado va a exigir ahora producción en territorio”, sostuvo la
ministra de Industria, Débora Giorgi. En esa línea, en julio
último, el Congreso promulgó una ley que declara de interés
nacional la investigación y producción pública de
medicamentos, vacunas y productos médicos. El objetivo es
promover el acceso a medicamentos y propiciar el desarrollo
científico y tecnológico. La medida se encuentra en análisis
del Ministerio de Salud para su reglamentación. “No puede ser
que el mercado sea el único motor para la invención y el
conocimiento porque, de ser así, no habrá investigación en
enfermedades de pobres”, sentenció González García.

patentes
medicamentos

-Existen 230 laboratorios registrados y 110 plantas industriales. Los


diez primeros laboratorios explican el 42 por ciento de las ventas.

-En la Argentina se avanzó con la ley de genéricos y con la


condición de que los laboratorios deben producir en el país los
medicamentos sobre los que pretendan una patente.

-El programa de distribución gratuita de medicamentos Remediar es


uno de los más importantes del mundo en cuanto a volumen de
entrega.

-El mercado de fármacos argentino es uno de los más importantes


del mundo por abastecimiento interno y consumo.

-Es el cuarto país a nivel mundial en consumo de medicamentos por


habitante, con un promedio de 186 dólares anuales.

-También es uno de los cuatro que mantienen más de la mitad de la


demanda local abastecida por laboratorios locales.

“Afecta el salario”
 Por Diego Rubinzal
La apreciación de las monedas domésticas afecta a toda la región
latinoamericana. La Argentina no escapa a esa tendencia general,
aunque el fenómeno es menos intenso que en los países vecinos.
En términos reales, el tipo de cambio continúa siendo competitivo.
Como señalara la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó
del Pont, “el tipo de cambio ajustado por salarios sigue siendo
competitivo en relación con los principales países a los que exporta
Argentina”. Por el contrario, economistas del establishment
diagnostican la existencia de un atraso cambiario evidenciado por el
estancamiento en la generación de empleo y el déficit comercial
industrial. Con mucha cautela, esos sectores proponen una
devaluación del tipo de cambio. De acuerdo con esa visión, la
historia económica reciente de la Argentina demostraría que la
corrección cambiaria provoca un incremento del superávit comercial
y de la demanda agregada.
A su vez, el incremento de las exportaciones genera un aumento del
nivel de actividad y del empleo en la producción de bienes
transables. La suba del empleo promueve un incremento del
consumo salarial y, por ende, potencia el efecto expansivo. En
resumen, la devaluación provocaría crecimiento productivo, mayor
empleo, incremento de recaudación impositiva (vía retenciones) y
acumulación de reservas.
En un trabajo titulado Argentina y las lecciones de la
postconvertibilidad: La insoportable levedad del keynesianismo,
Fabián Amico, economista de la Universidad Nacional de Luján,
cuestiona ese diagnóstico y su respectiva receta. Para Amico, el
crecimiento económico es altamente tributario de las políticas
expansivas aplicadas por el Gobierno. En cambio, la devaluación
cambiaria produce inicialmente un deterioro del salario real en
ausencia de mecanismos compensadores. Por lo tanto, el efecto
expansivo sobre la demanda agregada no está asegurado.
Además, el impacto devaluatorio en la balanza comercial y en la
recaudación tributaria no siempre es positivo. En el caso de las
cuentas externas, Amico señala que “aun siendo cierto que tras una
devaluación habrá un aumento de las exportaciones y una baja de
importaciones en términos de cantidades físicas, ello no significa ni
garantiza que se registre una mejora significativa en el saldo
comercial”.
En el plano fiscal, los mayores ingresos –en concepto de derechos
de exportación– podrían verse compensados con una caída de los
tributos internos y de los gravámenes a las importaciones.
Esas observaciones no invalidan la estrategia de preservar un tipo
de cambio competitivo. Consultado por Cash, Fabián Amico explica
que “el tipo de cambio alto es una política importante, pero
insuficiente. El crecimiento no depende exclusivamente del nivel de
la paridad cambiaria, como puede apreciarse en la evolución
económica reciente de ciertos países vecinos que tienen monedas
apreciadas. Ahora bien, el mantenimiento de un tipo de cambio
competitivo es importante porque favorece la diversificación de las
exportaciones y la sustitución de importaciones. En otras palabras,
brinda las condiciones necesarias, aunque no suficientes para
avanzar en la conformación de una estructura económica más
compleja. Es decir, el tipo de cambio pone los cimientos para
avanzar en, por ejemplo, el desarrollo de políticas industriales. De
resultar exitosa, esa política permitiría el ahorro de divisas y el
aumento de la productividad coadyuvando a la superación de las
históricas restricciones que presenta la economía argentina. Como
decía Marcelo Diamand, lo importante es evitar que se produzca
una apreciación persistente de la moneda doméstica porque eso
genera serias dificultades en la estructura productiva y el empleo”.
Amico también resalta las limitaciones de las propuestas
devaluadoras. “En 2009, algunos economistas proponían devaluar
para enfrentar los efectos recesivos de la crisis financiera
internacional. Eso hubiera contraído la economía aún más
intensamente, ya que el aumento de las exportaciones y la caída de
las importaciones hubiesen sido ínfimas. En este último caso, eso se
debe a que las importaciones no están ligadas a los precios sino al
Producto. Un buen ejemplo de ello lo brinda la evolución de la
inversión reciente en bienes de capital. A pesar de la existencia de
un tipo de cambio alto, las inversiones alcanzaron un registro
record”. Por todo eso, Amico defiende la aplicación de políticas
expansivas que incrementen la demanda efectiva
drubinzal@yahoo.com.ar
RESISTENCIAS Y VENTAJAS DEL SOFTWARE LIBRE
Cambio de paradigma
La opción del software libre para empresas y Estados permitiría
ventajas en términos de costos, de flexibilidad y control. Sin
embargo, la migración es muy lenta. Ventajas y desventajas de un
nuevo modelo de negocios que trasciende la cuestión económica.

 Por Esteban Magnani
En distintos ámbitos, tanto privados como estatales, aparece cada
vez con más intensidad la posibilidad de migrar a opciones de
sistemas basadas en Software Libre (SL). El primer argumento es
económico: las licencias del software libre son, en su mayoría,
gratuitas. Si bien es difícil mensurar el ahorro potencial, un informe
de 2008 del Estado brasileño, uno de los países más adelantados
en ese sentido, aseguraba que se habían ahorrado casi 170
millones de dólares en licencias, mientras que el gobierno francés
de Nicolas Sarkozy calculaba en 2010 que sólo por usar el
OpenOffice (equivalente libre del Office de Microsoft) el Estado se
ahorraba unos 300 millones de euros.
El SL es producto del trabajo en comunidad: cada persona
desarrolla alguna mejora en los programas y está obligado por el
tipo de licencia a permitir que otros lo usen de la misma manera. Por
eso la gratuidad o el bajo costo es en realidad la punta del iceberg:
todos pueden ver cómo se hizo el desarrollo y mejorarlo a su vez
liberando luego sus versiones. Los usuarios, en todo caso, no pagan
licencias, sino las mejoras o la adaptación a sus propias
necesidades, pero los miles de horas de programación se acumulan
para beneficio del conjunto. Por ejemplo, la comunidad de
Extremadura, en España, desarrolló su propia versión de Linux
específica para sus necesidades e historia, llamada Linex, dentro de
un ambicioso programa de migración a SL. En esto reside la
diferencia principal con el software que se compra como paquete
cerrado y debe contratarse al productor para poder “entrar” a él y
hacerle cambios o comprar uno nuevo.
Esta diferencia con el SL tiene varias consecuencias que implican
un nuevo modelo de negocio que trasciende la cuestión económica.
Al tener acceso a la forma en la que se maneja la información, el
usuario puede, por ejemplo, reorganizarla o cruzarla con otras
plataformas como mejor le sirva. Un efecto colateral de esta
posibilidad es que no se hace necesario pagar a las empresas
(generalmente extranjeras) que hacen buena parte de los
programas masivos o a sus licenciatarias para poder intervenir
sobre el sistema que se utiliza, lo que, a su vez, facilita el desarrollo
local de la industria.
Las empresas que ofrecen servicios con SL destacan que la
seguridad de estos sistemas es mejor, entre otros factores, porque
casi no existen virus que los ataquen o se puede controlar que no
haya escapes de información plantados en el código. Este último
rasgo puede ser fundamental para organismos del Estado que
manejan información sensible.
Esta serie de argumentos que repiten los defensores del SL debería,
en teoría, incentivar a empresas y Estados a elegir esa opción. Pero
eso no está sucediendo. Para el sociólogo Pablo Vannini, miembro
de la cooperativa Gcoop dedicada a desarrollos en SL, este tipo de
software muchas veces es invisible. Y lo explica: “¿Usaste Google,
Facebook o un cajero automático hoy? Si es así, usaste SL. Es muy
difícil medir cuánto de lo que se usa es SL. Lo cierto es que las
grandes empresas, sobre todo después de 2001, se dieron cuenta
de que pagar licencias era muy caro y empezaron a volcarse hacia
el SL, lo que les dio otros beneficios además del ahorro. Y a nivel de
Estado, el SL debería ser una política fuerte como es hoy en Brasil”.
Vannini pone como ejemplo que si Buenos Aires armara un servicio
para el manejo de hospitales con SL, luego tendría la posibilidad de
compartirlo con otro sistema de hospitales de provincia. En caso
contrario, estaría pagando una fortuna por un sistema cerrado que
no puede compartir. “Ese concepto se llama Software Público y está
basado en SL y en la idea de que pongo mis desarrollos a
disposición de todos”, señala Vannini. Y se pregunta: “¿Cuántos
sistemas de gestión de expedientes hay en el Estado? ¿Cuántas
veces se pagaron? ¿Qué sentido tiene hacerlos desde cero si son
todos muy parecidos?”. El Software Público debería “subirse” a
repositorios de libre acceso para ser considerado tal, como ocurre,
por ejemplo, en Brasil. El beneficio sería para todos, ya que se
aprovecharía lo que otros hicieron. En Rosario se viene
implementando una propuesta similar desde la década del noventa,
aunque mucho más lentamente.
Para Guillermo Movia, representante argentino de Mozilla, la
fundación que sostiene y divulga Firefox, “hay muchas razones
económicas, ideológicas y de seguridad para adoptar el SL. Pero
hay muchas otras cosas en juego que tienen que ver con los
hábitos. El SL viene creciendo, pero a muchos usuarios les cambiás
un ícono de lugar y se sienten perdidos”. Para agregar que “esos
hábitos son más difíciles de cambiar y no tienen que ver
estrictamente con argumentos racionales. Por ejemplo, en la
Argentina los navegadores de SL, como Firefox y Chrome, deben
tener el 40 por ciento del mercado, menos que el Internet Explorer
de Microsoft, y eso tiene que ver con que este navegador ya viene
con el Windows”.
Daniel Coletti, presidente de la Cámara Argentina de Empresas del
Software Libre, cree que la difusión es un tema clave para que el
uso del SL crezca a mayor velocidad. “En lo que respecta a
aplicaciones para escritorio, sí hay mucho implementado, mucho
más de lo que se cree, pero aún no es mayoritario por falta de
difusión, que en estos casos es de boca a boca. Como el negocio no
tiene amplios márgenes, no hay empresas que lo impulsen a través
de publicidad masiva”, indica. Con respecto al ahorro y los costos,
Coletti asegura que “en estaciones de trabajo, o sea, el reemplazo
de aplicaciones como Ms-Office, creo que habría un ahorro total del
40-50 por ciento”
informática
programas

-El primer argumento es económico: las licencias del software libre


son, en su mayoría, gratuitas.

-Las empresas que ofrecen servicios con SL destacan la seguridad:


casi no existen virus que los ataquen.

-También se puede controlar que no haya escapes de información


plantados en el código.
FINANZAS › EMPRESAS BUSCAN FINANCIAMIENTO EN
EL MERCADO DE CAPITALES
Pasando la gorra
Instrumentos como los fideicomisos financieros, las obligaciones
negociables y los cheques de pago diferido registran una fuerte
expansión. Hasta agosto, estos mecanismos de financiamiento
crecieron 45 por ciento respecto de igual período de 2010.

 Por Cristian Carrillo
La debacle internacional redujo significativamente los montos
negociados en las principales Bolsas, lo que también se reflejó en
una menor colocación de nuevos instrumentos. En la Argentina, el
proceso se presenta a la inversa. El financiamiento a través del
mercado de capitales, con instrumentos como fideicomisos
financieros, obligaciones negociables y cheques de pago diferido,
creció en los primeros ocho meses de este año un 45 por ciento
respecto de igual período de 2010, según el relevamiento del
Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC). Además, un
estudio de la consultora Deloitte prevé que ese financiamiento
privado alcanzará a fin de año una cifra del orden de 40.000
millones de pesos.
En agosto se registró una serie de eventos que conspiraron contra
la actividad bursátil global. El nivel de operaciones evidenció una
retracción a partir de la reducción de la calificación crediticia de
Estados Unidos por parte de Standard & Poor’s. A esto se sumó la
incertidumbre generada por la negociación por parte del Congreso
estadounidense para establecer un techo a su deuda. La malas
noticias continuaron del otro lado del Atlántico, a partir de los
temores de default en Grecia y de los problemas presupuestarios en
varios países de la Eurozona, explica el último Informe Monetario –
de agosto– del Banco Central.
En la Argentina, mientras se mantienen las críticas del
establishment financiero respecto de una situación de aislamiento
del mercado local, las empresas encontraron refugio en la Bolsa
porteña. En los primeros ocho meses de este año el volumen total
de emisiones fue de 25.500 millones de pesos, en tanto que en todo
2010 había sido de 28.400 millones. Este guarismo incluso podría
mostrar una mejora todavía más pronunciada en caso de que se
finalice con el proceso de negociación de la deuda con el Club de
París, algo que –reconocen en el Palacio de Hacienda– no se dará
antes de las elecciones presidenciales de octubre.
Los altos niveles de crecimiento de la actividad económica lograron
de esa manera ser apalancados por el mercado, frente al limitado rol
que protagonizan los bancos en cuanto a crédito al sector
productivo. El monto emitido acumulado en la Bolsa entre enero y
agosto de este año representa el 93 por ciento del total emitido en
2010. Respecto de los valores de 2009 y 2008 los superó en 180 y
145 por ciento, respectivamente, mientras que contra 2002 –el
segundo más alto de la serie– fue 21 por ciento superior, de acuerdo
con cifras del IAMC. No sólo los privados salieron al mercado. Se
observa una situación similar en las emisiones relacionadas con
infraestructura y el sector público, donde el monto acumulado
representa el 96 por ciento del total lanzado durante 2010.
La mejora se explicó principalmente por un incremento del 38 por
ciento en los montos colocados en fideicomisos, que representaron
el 69,8 por ciento del total financiado. En este segmento, fueron los
bancos y las compañías comerciales los que encabezaron el
ranking, con el 58 por ciento de las emisiones, seguidas por las
entidades financieras no bancarias, que, junto con las cooperativas
y mutuales, fueron responsables del 31 por ciento de las series. En
el sector público e infraestructura, las principales emisiones fueron
para financiar proyectos relacionados con el área energética.
Las emisiones de deuda en el mercado de capitales, a través de
obligaciones negociables y valores de corto plazo, también
registraron un marcado aumento respecto de los últimos años,
principalmente en moneda local. En agosto, por ejemplo, se
lanzaron 19 fideicomisos por un total de 311 millones de dólares,
frente a 12 emisiones efectuadas en igual mes de 2010, por 173
millones, lo que implica un incremento del 80 por ciento. Las
emisiones fueron lideradas por bancos y entidades financieras. “En
2011 el volumen total será del orden de los 11.500 millones de
pesos”, estima la consultora Deloitte. Por último, se encuentran los
cheques de pago diferido, principal herramienta utilizada por las
pequeñas y medianas empresas, que sumaron en julio 157 millones
de pesos y otros 156 millones en agosto
ccarrillo@pagina12.com.ar
el buen inversor
-Prosegur suma a sus servicios cajeros automáticos inteligentes
para depósitos en efectivo y cheques con acreditación on line.
-Ferrum festeja sus 100 años y anuncia inversiones por 30 millones
de pesos en su planta de Pilar.

-La fabricante de productos lácteos Mastellone anunció una


inversión de 15 millones de dólares para la construcción de una
nueva planta de secado de suero en Trenque Lauquen.

-Volkswagen invertirá 100 millones de euros para aumentar la


producción de cajas de cambio para la exportación, con lo que
creará 600 empleos.

-Un Focus fue la unidad 2,5 millones que produjo Ford en su planta
de General Pacheco.
DEBATE › COMPLEMENTAR EL DOMINIO ORIGINARIO
PROVINCIAL CON LEGISLACION Y GESTION FEDERAL
Recursos naturales
Se presenta la tarea de profundizar un debate sobre un aspecto de
la matriz económica nacional relativo a los recursos naturales y, en
particular, al manejo de los hidrocarburos.

 Por Marcos Rebasa* y Juan Jose Carbajales**


En esta época electoral es oportuno profundizar un debate sobre un
aspecto de la matriz económica nacional, relativo a los recursos
naturales y, en particular, al manejo de los hidrocarburos. Como
punto de partida merece puntualizarse las habilitaciones y
limitaciones impuestas por la última reforma constitucional que
estableció que “corresponde a las provincias el dominio originario de
los recursos naturales existentes en su territorio”.
En primer lugar, vale destacar que se ha otorgado jerarquía
constitucional a los “recursos naturales” en tanto clase conceptual.
En adelante, todo elemento de la naturaleza que reúna la
configuración de “recurso natural” integrará el ámbito de regulación
jurídica establecido en la Constitución. Entre ellos se destacan el
agua y usos, el suelo y sus frutos, los minerales –incluidos los
hidrocarburos–, el aire, los bosques y la biodiversidad.
En segundo término, al incluir dichos recursos bajo el concepto de
“dominio originario” y someterlos a otras disposiciones de la
reforma, se les ha adjudicado carácter de “públicos”, en tanto
pertenecen a la soberanía del Estado, sea provincial o nacional. En
virtud de ello, los poderes públicos quedan facultados para disponer
de esos bienes en beneficio de toda la sociedad y legislar
ampliamente para esos fines, lo cual no podrá ser modificado vía
legislación. Pero ello no quiere decir que los recursos naturales
pertenezcan necesariamente al “dominio público”, lo que los
tornarían inalienables, imprescriptibles e inembargables. Esto es así
en virtud de que esta figura no se adapta a los recursos naturales
por ser limitada e inconducente al destino final de tales bienes: el
beneficio del conjunto social.
En tercer lugar, la reforma también innovó en cuanto a pertenencia
de los recursos naturales a favor de las provincias. Esta titularidad
ha conducido a un protagonismo central de aquéllas en las
decisiones sobre hidrocarburos y minería, actitud que no merecería
reproche si no fuera por el hecho de que no se ha prestado la
debida atención a otras estipulaciones de la reforma del ’94 que
limitan y encauzan esa pertenencia, equilibrando facultades
nacionales y provinciales.
En efecto, el nuevo artículo 41 establece dos disposiciones
complementarias. Por un lado, que “Todos los habitantes gozan del
derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto (...) para que las
actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin
comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de
preservarlo”. Este precepto obliga al Estado a cuidar que el uso,
extracción y disposición de cualquier recurso natural se realice con
la especial visión de su sustentabilidad en el tiempo, de la adecuada
relación entre las reservas y su explotación. Este deber ha sufrido
un inquietante descuido y exige, por ende, una legislación nacional
específica para cada recurso que encauce las decisiones
provinciales.
Ese artículo 41 también impone que “Las autoridades proveerán a la
protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos
naturales”. Esta disposición –dirigida a las autoridades nacionales–
complementa la anterior, en tanto el uso racional supone su cuidado
para el provecho de toda la sociedad y, eventualmente, para su
explotación. Por su parte, la nueva “cláusula del progreso humano”
(artículo 75 inciso 19) prescribe que el Congreso nacional deberá
“Proveer al crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de
su territorio; promover políticas diferenciadas que tiendan a
equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones”.
Esta disposición ha de ser interpretada en el contexto de un país
con vastos recursos naturales, cuya diversidad y riqueza están
extendidas por todo el territorio nacional, pero con efectos
manifiestamente desiguales. Por ello, no parece razonable sostener
que cada región aproveche para sí misma todo lo que le ha tocado
en suerte, en tanto esta visión del “federalismo acotado” conspira
contra la idea de Nación.
La Constitución otorgó al Congreso la facultad para sancionar leyes
tutelares de estos derechos, a través de normas ambientales “que
contengan los presupuestos mínimos de protección” (artículo 41, 3º
párrafo), en tanto las provincias podrán incrementar la exigencia de
tales estándares tuitivos. La normativa específica en este campo
corresponde al Congreso nacional (artículo 75 inciso 12), pero está
pendiente una ley general que encuadre y encauce la explotación
respectiva, sin desmedro de las facultades provinciales de otorgar
concesiones.
Estas facultades federales se refieren a la fijación de las siguientes
políticas, en el área de hidrocarburos:
1. En materia de concesiones de exploración y explotación, lo
atinente a las características mínimas sobre titularidad, plazos,
medio ambiente, magnitudes de extracción, reposición de reservas y
exportación de fluidos.
2. De precios a retribuir a los concesionarios, discriminando nuevas
inversiones de riesgo en exploración, de explotación de recursos
comprobados.
3. De cánones que recibirán las provincias –que ya no serán
regalías sino derechos propios–, fijando bandas de porcentajes
homogéneas para todo el país.
4. De la renta que corresponderá para la redistribución nacional.
5. Del control de información de reservas, producción, transporte y
exportación.
6. Tributaria, concurrentemente con las provincias.
En suma, la reforma del ’94 ha previsto la redistribución de los
beneficios de los recursos naturales entre todos los habitantes de la
Nación, limitación que exige normas federales que enmarquen y
brinden una razonable relación entre la titularidad de las provincias y
el uso racional por el resto del país y las generaciones futuras
* Especialista en servicios públicos (UBA).
** Politólogo, magister en derecho administrativo y miembro del
CARI.
distribución
-La última reforma constitucional estableció que “corresponde a las
provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes
en su territorio”.

-Se ha otorgado jerarquía constitucional a los “recursos naturales”


en tanto clase conceptual.

-La reforma constitucional del ’94 ha previsto la redistribución de los


beneficios de los recursos naturales entre todos los habitantes de la
Nación.
MUNDO FINANCIERO › EL MAGNATE WILLIAM MILLARD
El gran evasor
 Por Carlos Weitz
Las islas Marianas del Norte son un grupo de islas volcánicas
localizadas en el océano Pacífico. El primer europeo que avizoró
ese archipiélago fue Fernando de Magallanes en 1521, quien al
desembarcar reclamó el territorio para el rey de España. Después
de un tiempo, los nativos, cansados de proporcionarles suministros
y hospitalidad a los españoles sin recibir nada a cambio, decidieron
abordar las naves ibéricas y apropiarse –sin pedir permiso– de las
novedosas y llamativas herramientas de hierro que traían consigo
los conquistadores. En represalia por estas actitudes poco
civilizadas de los salvajes, Magallanes incendió poblados y mató a
algunos de los isleños, antes de seguir su periplo alrededor del
mundo. Presumiblemente por estos sucesos es que el archipiélago
fue bautizado como la Isla de los Ladrones, no quedando nunca del
todo claro si el calificativo se refería al comportamiento de los
isleños o al de los españoles.
Siglos más tarde, al finalizar la Segunda Guerra Mundial y luego de
sangrientos combates entre tropas estadounidenses y japonesas, el
archipiélago se transformó en un Estado libre asociado de los
Estados Unidos. Al parecer no muchos norteamericanos estaban
dispuestos a instalarse en esas lejanas y hermosas islas, por lo que
resultó necesario establecer algún tipo de incentivo lo
suficientemente atractivo como para convencer a ciudadanos
estadounidenses de mudarse a las voluptuosas islas. En el caso de
las Marianas del Norte el incentivo elegido fue el tributario,
facultándose a las autoridades de las islas a reducir las tasas
fiscales establecidas por la ley de Estados Unidos, otorgándoseles a
los residentes de las mismas, reembolsos que alcanzaban en la
década de 1980 un porcentaje equivalente a nada menos que el 95
por ciento de los impuestos que normalmente hubieran tenido que
pagar bajo la ley estadounidense. Semejante incentivo, dirigido a las
vísceras más sensibles del ser humano, resultó ser un poderoso
imán para atraer inmigrantes.
William Millard fue uno de los magnates –y evasores fiscales– más
escurridizos del mundo que se vio atraído por las bellezas naturales
e impositivas del archipiélago. Millard había amasado una enorme
fortuna en la industria tecnológica de California durante las décadas
de 1970 y 1980 convirtiendo a su empresa ComputerLand en la
mayor cadena minorista de computación de la época, siendo
valorada la misma en cerca de 1000 millones de dólares. En su
carrera nunca descuidó los temas impositivos, dedicándose
personalmente a diseñar una compleja estructura tributaria para su
empresa, constituyendo fideicomisos en la paradisíaca (fiscalmente
hablando) isla de Jersey y un holding en Panamá con el objetivo de
“eficientizar” sus pagos de impuesto a la renta.
El magnate, propietario en ese entonces de mansiones, flotas de
aviones y de otros lujos menores, vendió su empresa luego de
perder una batalla judicial, y se mudó a las generosas islas
Marianas. Para desgracia del empresario, justo en esa época las
autoridades del archipiélago endurecieron el liberal régimen fiscal
bajo el cual Millard intentaba beneficiarse para minimizar sus
obligaciones tributarias. La nueva legislación ya no reducía los
impuestos de ingresos locales de los residentes en 95 por ciento,
sino en 25, generándole con esta modificación una importante
deuda fiscal al atribulado magnate.
En agosto de 1990, cuando las autoridades impositivas de las islas
lo buscaban insistentemente para saldar sus obligaciones
tributarias, Millard desapareció de la faz de la Tierra. Durante más
de 20 años fue buscado infructuosamente por las autoridades
siguiendo las huellas financieras que iba dejando en Singapur,
Irlanda y otros centros financieros mientras acumulaba una factura
de impuestos sin pagar de más de 100 millones de dólares. Según
revela esta semana el periódico norteamericano The Wall Street
Journal, Millard fue encontrado recientemente por un investigador
privado contratado por las autoridades de las islas, descubriendo
que actualmente reside en una mansión de color amarillo localizada
en la isla Gran Caimán. Al ser requerido telefónicamente por el
periódico para que explicara su desaparición, junto con la de su
esposa, de la faz de la Tierra durante más de 20 años, Millard se
excusó de responder señalando: “Somos gente muy reservada”
carlosweitz@hotmail.com

Endeudarse o profundizar
 Por Claudio Scaletta
Para quienes están preocupados en saber cómo sigue el modelo
económico en los próximos cuatro años, la referencia ineludible es
conocer qué piensan los “economistas K”. La tarea sería rápida si no
existiesen al menos dos interferencias importantes. La primera es
que estos economistas distan de ser un conjunto homogéneo. La
segunda, bastante más compleja, incluso para los propios
involucrados, es que muchos son militantes y/o funcionarios.
A grandes rasgos –esto no es una genealogía– los subconjuntos
son tres y parcialmente superpuestos. La primera línea es la
vinculada al candidato a vicepresidente, Amado Boudou, quien tiene
una tropa propia de alrededor de 200 funcionarios incondicionales
dentro del Ministerio de Economía, a lo que debe sumarse la Anses.
Por una cuestión de número y “llegada a Cristina”, los integrantes de
este grupo están convencidos de que no necesitan de nadie más y
que su influencia quedará asegurada incluso cuando el jefe parta al
Senado para hacerse cargo de la campanita. El segundo
subconjunto es el recientemente agrupado en torno de “La gran
MaKro”, cuyas cabezas más visibles son Roberto Feletti y Alejandro
Robba; y el tercero es, según propia definición, el “más académico”,
el integrado por el grueso de los economistas de AEDA, uno de
cuyos líderes es el director del Banco Nación Matías Kulfas. Existe
también un cuarto subconjunto referenciado en La Cámpora, con
economistas como Axel Kicilloff e Iván Heyn, pero hoy aparecen
más vinculados a sus roles como funcionarios que a tareas
propositivas en materia de política económica. Vale insistir en que
estas corrientes son subconjuntos superpuestos y que las
separaciones mezclan lo ideológico, lo personal y lo político
instrumental.
Como es posible imaginar, en las disputas internas a Boudou se le
cuestiona su “ilegitimidad de origen”; el estigma de haberse formado
en el CEMA, la principal usina del neoliberalismo noventista, y su
militancia universitaria en UPAU. Tales cosas no espantan en el
peronismo, donde muchos prefieren no acordarse qué hacían en los
’90, pero sí entre intelectuales progresistas capaces de discutir
durante horas qué tan heterodoxa o pro demanda efectiva es tal o
cual medida. El mismo Boudou suele repetir algo que a los
heterodoxos puros les pone los pelos de punta: que él fue al CEMA
“a estudiar economía y no política”.
La separación entre el “felettismo”, por llamarlo de alguna manera,
de La gran MaKro y los principales referentes de AEDA es, en
cambio, más personal que de raíz ideológica. Peleas menores por
pergaminos y espacios. A modo de ejemplo, algunos integrantes de
AEDA susurran con malicia que Feletti “es contador”.
Repasada la heterogeneidad es posible avanzar hacia las
propuestas y visiones de política de cada subconjunto. Es aquí
cuando aparece la segunda interferencia: el carácter de militantes
y/o funcionarios de la mayoría de estos economistas, razón que los
obliga a ser ubicuos y cuadrarse. Esto puede ser bueno para la
causa, pero malo para el debate. Se comprende que siempre es
más fácil y menos arriesgado enumerar los logros del modelo que
señalar sus limitaciones, tarea que luego de las traiciones de 2008
puede ser sospechada de contrera. Sin embargo, aunque octubre
todavía no pasó, las limitaciones ya llegaron. Y aquí aparece el
debate central, el que abusando de la simplificación, divide a
optimistas y pesimistas.
Los optimistas son quienes creen que las restricciones que están a
la vista, como la externa, podrán superarse con “volver a los
mercados”, no sólo para evitar una potencial sangría de reservas
sino, dando un paso más, para financiar una sustitución de
importaciones que permita continuar con el crecimiento. Sostienen
que la ratio deuda/PIB, en especial en moneda extranjera, es
“innecesariamente baja” y que deben aprovecharse las reducidas
tasas internacionales. Restricción externa e inflación de costos no
aparecen en el discurso. También son optimistas respecto a que
Asia seguirá traccionando la economía mundial a pesar de los
frenos en Estados Unidos y Europa, a lo que agregan mucha
confianza en la demanda brasileña. Esto último resulta extraño,
porque la economía brasileña se está frenando: luego de crecer al 7
por ciento en 2010, este año no se sabe si llegará al 3 y, además,
en el gobierno de Dilma Rousseff se habla de un ajuste fiscal
preventivo. Obviamente, los opositores internos de Amado Boudou
sostienen que esto de volver a los mercados tiene el “imprinting” del
ministro. Pero quizá sea injusto atribuir esta voluntad sólo a Boudou,
pues el tema también fue planteado en el reciente congreso de
AEDA: tales las superposiciones de los subconjuntos.
Por las razones enumeradas, los pesimistas sólo se desahogan off
the record. “Si realmente hubiesen leído a (Marcelo) Diamand –
sostiene uno de ellos con oficina en el Ministerio de Economía–
sabrían hace años que la restricción externa iba a reaparecer. Ahora
nos quieren tirar por la cabeza que no hay otra que volver a
endeudarse.” “Tuvo que salir alguien cuestionado en la opinión
pública a decir cómo son las cosas”, completó. El funcionario se
refería a las declaraciones de esta semana de la ex ministra Felisa
Miceli acerca de que el desendeudamiento era “un paradigma de la
economía kirchnerista”, a lo que sumó que existen alternativas para
hacer frente a la restricción externa. Aquí aparecen las propuestas
de quienes hablan de “profundizar”. Estos economistas, algunos de
ellos de La gran MaKro, otros de AEDA, sostienen críticamente que
muchas de las decisiones difíciles se postergaron. Como “difíciles”
destacan al control de capitales, la cuestión energética, la reducción
del diferencial cambiario y una sustitución de importaciones más
activa con tipos de cambio diferenciales. Como se ve, el camino
para los próximos cuatro años puede ser muy diferente de acuerdo
a qué sector de los economistas K prevalezca en el debate
jaius@yahoo.com
SUBSIDIOS AL TRANSPORTE PUBLICO DE PASAJEROS
Compensar a la demanda y distribución del ingreso
 Por Hernan Gonzalez Badian *
En diferentes ámbitos de la vida pública y académica se ha puesto
en discusión la significativa evolución exhibida por los subsidios en
el período de la postconvertibilidad, en particular en el sector de
autotransporte público de pasajeros. Pese a ello, los esfuerzos
intelectuales respecto a la discusión de fondo han sido modestos.
¿Qué objetivos se pretende alcanzar con una política activa de
compensaciones? Garantizar el acceso universal del grueso de la
población a los servicios esenciales es uno de los fundamentos por
los cuales se pone en marcha una política activa de subsidios.
Asimismo, mejorar la distribución de ingreso a partir de una
reconfiguración de los precios de forma segmentada es otro de los
fines perseguidos. Por último, no deben perderse de vista
cuestiones sectoriales a partir de la estructura de incentivos que
genera la modificación de la tarifa.
El actual esquema de subsidios encuentra su origen a partir de la
severa crisis por la que atravesó la economía en 2001. La situación
de emergencia económica volvió indispensable atender a los graves
problemas que enfrentaba el transporte público urbano. Como
paliativo a la mala situación económico-financiera en la que se
encontraban los operadores se crearon los mecanismos
institucionales necesarios para canalizar las subvenciones a las
empresas prestadoras del servicio.
A partir de 2002 las compensaciones al autotransporte público de
pasajeros exhibieron un importante dinamismo. En 2009 los montos
erogados por parte del Estado en concepto de subsidios al
transporte de colectivos ascendieron a 6500 millones de pesos. Se
estima que en la actualidad más del 70 por ciento de los costos de
las empresas que operan en la provincia de Buenos Aires son
cubiertos por éstos.
Entonces, ¿qué objetivos se están alcanzando con el actual diseño
de subsidios en el sector de transporte público de pasajeros? Bajo el
actual esquema se encuentra garantizado el acceso generalizado al
servicio, por ser una erogación relativamente poco significativa en la
canasta de consumo familiar. Asimismo, si bien el subsidio se aplica
de forma homogénea a todos los consumidores, lo cual implica
replicar el mismo escenario distributivo con y sin compensación
tarifaria, ello puede ser enmarcado dentro de una estrategia
sectorial. Se debe subvencionar a los estratos más bajos por
cuestiones distributivas, así como también a los pasajeros de los
segmentos de ingresos medios para fomentar el uso del transporte
público (lo cual no implica subvencionarlos en la misma proporción).
Debe recordarse que a partir del aumento tarifario habilitado en la
década del 90 la cantidad de pasajeros descendió bruscamente,
indicio de que si se pretende desincentivar la utilización del
automotor no debe dejarse de atender a los alicientes transmitidos a
partir del nivel tarifario.
El desafío será avanzar hacia un esquema de compensaciones a la
demanda y no a la oferta, abriendo la posibilidad para aplicar
políticas estratificadas por grupos de consumidores. Esto permitirá
generar una estructura orientada a beneficiar directamente a los
pasajeros aportando transparencia a la asignación. Asimismo, el
actual diseño genera escasos incentivos a los operadores para
reducir los costos operativos, por cuanto el subsidio termina por
subsanar cualquier desbalance. El primer paso se ha dado a partir
de la implementación del SUBE, aunque las complejidades técnicas
y políticas no serán ajenas en caso de un viraje hacia otra estructura
de compensaciones y subsidios al sector
* Investigador del Centro de Estudios de la Situación y Perspectivas
de la Argentina-FCE-UBA hgonzalez@economicas.uba.ar
SUMA CERO
el chiste
Un camionero iba manejando por la ruta cuando ve a un cura
haciendo dedo al costado del camino. Se detiene y lo lleva. Un
trecho más adelante el camionero ve a un viejo abogado conocido
suyo haciendo dedo. Acelera para pisarlo, pero se da cuenta de que
no puede hacerlo porque está con el cura. Entonces se desvía en el
último segundo para esquivarlo. En ese momento escucha un golpe
fuera del camión. Mira por su espejo retrovisor, pero no ve nada.
Vuelve al camino y le dice al cura: “Disculpe la maniobra, padre,
pero acabo de esquivar a un abogado”. El cura lo mira y afirma: “No
te preocupes, hijo, yo lo agarré con la puerta”.
SUMA CERO
tecno
El último informe de la compañía de medición e investigación digital
ComScore sobre la cuota de mercado de los sistemas operativos
para móviles en Estados Unidos confirma las tendencias apuntadas
en los últimos meses. Android (Google) amplió su cuota de mercado
de 34,6 por ciento en abril a 41,8 por ciento y consolidó su liderazgo;
la cuota del iPhone de Apple creció un punto y alcanzó el 27,0 por
ciento, mientras que RIM (BlackBerry), retrocedió de 25,7 a 21,7 por
ciento. Microsoft y Symbian (la plataforma utilizada por Nokia)
siguen perdiendo y ya sólo equipan al 5,7 y 1,9 por ciento de los
smartphones respectivamente.
SUMA CERO
cursos y jornadas
- El Instituto Universitario Escuela Argentina de Negocios invita el
seminario “Manejo de quejas y reclamos”, dictado por la Marta
Montivero. El objetivo es ofrecer herramientas para manejo de
quejas de los clientes, prever situaciones críticas de personas
disconformes y optimizar el circuito de los reclamos. La cita es el
martes a las 18.45 en Av. Córdoba 1690.
- La Asociación Civil Lola Mora, junto con el Ciepp y ONU Mujeres,
convoca a la Jornada de Debate “Una ley demorada. Los derechos
de las trabajadoras de casas particulares”. La cita es mañana, a las
10, en el Salón Montevideo de la Legislatura Porteña, Perú 130.
SUMA CERO
el dato
La Unión Europea acordó el lunes pasado aumentar el tiempo de
protección de los derechos que tienen los músicos y productores
fonográficos sobre sus grabaciones de 50 a 70 años. “La nueva
directiva pretende incrementar el nivel de protección de los
intérpretes reconociendo sus contribuciones creativas y artísticas”,
señaló el Consejo de la UE en un comunicado.
SUMA CERO
el acertijo
Un tren sale de Retiro con destino a Córdoba a las 13.00 horas. A
las 14.15 horas sale un tren de carga de Córdoba a Retiro. El tren
que salió de Retiro lleva una velocidad uniforme de 257 km/h y el
tren de carga una de 102 km/h.
Cuando se crucen, ¿qué tren estará más cerca de Córdoba?
SUMA CERO
ranking
Destinos
Exportaciones argentinas, en porcentaje, año 2010

Resto de
Empresas Mercosur Resto del mundo
Latam
Grande 22,8 16,1 61,1
Pyme 38,4 26,9 34,8
Micro 46,5 30,4 23,1
Total 23,6 16,7 59,8
Fuente: Consultora Abeceb.com en base a datos de aduana

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