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La pobreza como el símbolo de la desigualdad social

En aras de observar la pobreza urbana, se debe entender que esta ha sido vista como una imagen
o facetas puntuales de la ciudad, algo tan malo que se quiere erradicar. Trayendo a conversación
a Kaztman (2003), resulta traducirse en los barrios, trabajos, estructuras sociales, conductas,
entre otras dinámicas de personas de bajos recursos económicos. Así también lo visualizan otros
autores como Choay (2007), quien observa el papel del dinamismo urbano a partir de una
relación directa entre los actores sociales y el espacio de acción, también Manuel Delgado (1999)
quien evidencia la imagen del hombre como un animal público que constantemente reconstruye
su medio. Por último, Braudel (1984) expone cómo los pobres eran los protagonistas de los
“oficios viles”, los cuales son realizados por extranjeros, asimilando que para el presente trabajo
se podría pensar en una migración del campo a la ciudad.

Para entender la manera en cómo la pobreza ha afectado la cuestión urbana, entendiendo esta
como los diversos dinamismos que se generan en el seno de una ciudad, sería vital atender a un
concepto como desigualad social que es tan problémico y en cierta medida ha estado
acompañado de fuertes choques a nivel regional, nacional y local. Pues bien, la pobreza puede
entenderse en distintas dimensiones, aquí se quiere atende a la pobreza urbana como un término
que constantemente está en reconfiguración de acuerdo al rol que cumple al interior de una
ciudad. Empero, por qué considerar a la pobreza urbana como un determinante de la exclusión y
desigualdad, es a partir de esta problematización que temas como la baja de salarios, el
desempleo e incluso la marginación urbana son determinantes para observar esta pobreza como
una tipología de la misma en tanto que una aplicabilidad para distintas ciudades colombianas.

En primer lugar, con el fin de aludir a qué se hace referencia con la pobreza de carácter urbano,
esta debe ser vista como una condición que se afronta en dos espacios, el primero es el accionar
individual y el segundo es el físico, estas salvedades hay que percibirlas como algo
sustancialmente necesario, ya que son las que constantemente dan una construcción a la
observación de diferentes personas, instituciones, empresa, empleadores, entre otros. Esta
consideración denota que a partir de las acciones urbanas se enmarcan y clasifican por medio de
una caracterización de la pobreza que se observa fuertemente traducida en la pobreza y esta a su
vez, en la forma en cómo viven, donde viven, haciendo una alusión clara hacia la poca movilidad
y dinamismo económico, sería interesante pensar en una ocupación a la fuerza hacia las
periferias urbanas o la gentrificación para observar cómo la pobreza ocupa espacios en calidad de
asentamientos informales, claramente una traducción de la pobreza en sí misma.

Estas problemáticas que empiezan a surgir alrededor de un concepto tan amplio como la pobreza
y la desigualdad son vistas como un fenómeno propio de la inequitativa distribución de los
dinero públicos por parte de un gobierno o sencillamente aluden a una falta de recursos
económicos, este embrollo también tiene su contraparte política, siendo bastante interesante ver
la forma en cómo muchos posibles candidatos a pastos públicos y administrativos descansan su
discurso en el entendimiento de la situación económica difícil situación económica al interior de
una ciudad, así como la erradicación del desempleo. Es bien particular entender la manera en
cómo este tipo de discursos se articulan y calan en la memoria colectiva de la gente, prometiendo
una solución a los problemas de empleo y de agencia.
En Colombia es propio el problema de la tierra para visualizar cómo la pobreza ha sido
manifestada, si bien, desde una herencia colonial, la tierra fue despojada en favor de conectar un
sistema económico clerical y tributario que favorecerá el fuero real, se notó claramente cómo se
pudo crear una disgregación y diferenciación social y clasista al interior del seno de la conquista
en América Latina, particularmente en Colombia se evidencia de una forma plausible cuando se
analizan los fallidos intentos por una reforma agraria, caso expreso ha sido el intento de López
Pumarejo en 1936 con su ley 200. Empero, no es solo el hecho de que no se conozca la
propiedad de la tierra por una remota distribución e la misma o que dichas propiedades ahora
pasaron a manos de latifundistas y grandes terratenientes, así como apellidos históricos para el
país. Significa, por lo tanto, que la articulación de la tierra en Colombia fue provista para un
usufructo casi que obligatorio de esta, so hizo que la pobreza se agudizara de tal forma que
pareciese como si esa condición se viera inmersa en un problema de tinte generacional, es decir
que quienes nacen pobres están condenados a serlo durante su vida.

Teniendo visto una cuestión de la pobreza como algo macro y general, sería interesante observar
su posible medición, para ello Sen es explícito al decir que:
“Hay un problema relacionado que vale la pena explorar en este contexto. La medida de la pobreza se
puede basar en ciertos estándares, pero ¿qué clase de postulados resultan de ellos? ¿Se trata de estándares
de las políticas públicas se expresan los objetivos que se persiguen, o de opiniones sobre lo que las
políticas deberían ser? Sin duda, los estándares deben tener mucho que ver con algunas nociones amplias
de aceptabilidad, pero ello no equivale a reflejar objetivos precisos de las políticas vigentes o
recomendadas.” (Sen, 1992, pp, 6)

Allí se observa claramente cómo los estándares de medición de la pobreza están fuertemente
ligados a la condición social, atendiendo a una fuente interesante como las NBI (Necesidades
Básicas Insatisfechas) se puede entender hasta qué punto la pobreza es un factor que deja de ser
un anexo ala sociedad desigual, para ser el problema quela dinamice, por lo tanto, la poca
movilidad económica, laboral y social es reflejada por una condición de pobreza está en una
relación reciproca y con ello el acceso a bienes culturales, consumibles y económicos.
Actualmente se piensa en la pobreza como un estado de condición económica, empero, con la
sociedad altamente globalizada y su deseo de ingresar a la participación del mercado mundial
con buenos postores, se da una condición de atraso. Mencionándose así a los países
tercermundistas o subdesarrollados, como aquellos lugares que tienen una dependencia con
grandes potencias, estos embrollos internacionales y transnacionales ponen mucha sustancia al
debate de cómo observar la pobreza.

Para comprender cómo los debates internacionales se articulan a esta lógica del progreso y
desarrollo como el punto focal y necesario del proyecto moderno y de una igualitaria noción de
los países en cuanto a su productividad y manifestación del PIB, Burkin es muy sensato al
manifestar que:
“Las sociedades rurales del tercer mundo padecen de empobrecimiento, desintegración social, emigración
en gran escala y devastación ambiental. Aunque todavía existe debate para asignar responsabilidades, la
mayor parte de los pobres continúan viviendo en zonas rurales y luchando contra todo para sobrevivir.
Para muchos, la pobreza y la marginalidad aún son obstáculos difíciles de superar. El debate moderno
alrededor del desarrollo rural, inspirado en parte por la búsqueda de la sustentabilidad, refleja la profunda
polarización que permea todas las dimensiones de la vida en estos países.” (Barkin, 1998, pp. 1)
Es así como estas problemáticas van desde lo global con una mirada al fin de la Guerra Fría, la
desarticulación de la Unión Soviética dejó entrever que los países que estaban anexos a ella y
que ahora querían hacer parte de la Unión Europea, tendrían que fortalecer su moneda. Empero,
no solo el factor monetario jugaría aquí un rol importante, también lo sería la apropiación y
utilización del espacio, para la URSS y particularmente los países balcánicos, la industria no fue
algo que se dio en favor de la extracción de materia prima o en una conversión hacia los bienes
manufacturados, por el contarrio, su topografía brindó un amplio auge de la agricultura.

Esta variación territorial pasa a ser trascendental porque permite observar la forma en que los
países tienen una mirada de la pobreza como una serie de construcciones que tienen que ver con
lo administrativo, los social, político y cultural, entendiendo que sobre estos existe una base que
devela lo económico. Estos líos se observan de manera micro o local en una problemática que se
ha nombrado regularmente como la exclusión social, es por ello que la pobreza urbana se
encuentra en un marco general, que está en una constante construcción y formación, para las
ciudades cosmopolitas contemporáneas es muy intensa la cuestión del trabajo y agencia como un
factor que permite dinamizar la forma de vida, entenderla y desarrollarla, con ello varias formas
de asegurar por vía de lo administrativo, una seguridad laboral que le proporcione al empleado
tener una tranquilidad, entonces, este sería un factor clave por el cual se pretende erradicar este
concepto.

Sin embargo, para dialogar acerca del tema de la exclusión social tanto a nivel local como global,
es válido ver a Subirats y otros, donde se acota que:
“Así pues, no toda exclusión social deriva de la falta de recursos económicos, aunque siga siendo cierto
que toda persona que sufra una situación de pobreza presenta muchas más posibilidades de caer en una
espiral de desconexiones y déficits de ciudadanía que una persona cuya situación económica sea
desahogada. En este sentido, el término exclusión social resulta útil para expresar un conjunto pluriforme
de situaciones de carencia económica, relacional, habitacional, administrativa, etc. que son cada vez más
habituales en nuestras sociedades, y que nos hablan de recuperar un sentido integral de la humanidad, de
la condición de persona, de ciudadano. Así pues, con el concepto de exclusión social queremos abarcar y
recoger aspectos de desigualdad propios de la esfera económica, pero también de muchas otras que
pueden ser tan o más importantes que ésta en la determinación de los procesos de exclusión observados.”
(Subirats y otros, 2004, pp. 139)

En este sentido es interesante observar la forma en cómo la exclusión social pasa de ser una
precaria forma de vida a ser una condición especial de vida, es por ello que se atiende a una
considerable mirada de la desigualdad social hacia una tentativa de pensar en el hábitat de esas
personas que constantemente se están señalando, ahora bien, para pensar en cómo la ciencia
política tendría una repercusión directa, es menester entender que desde la organización de la
sociedad en cuanto a sus pareceres e ideologías de vida están condicionando la manera de pensar
su forma de vida, particular aseveración porque la jerarquía social parte de una idea aún más
grande, la cual estaría inmiscuida en los problemas aún mayores de la pobreza urbana.

Si bien una clara mirada de estos problemas de diferenciación económica se traduce en la


cuestión del empelo y los beneficios económicos y seguridades sociales que estos otorgan, es así
como la mirada de la pobreza es una reivindicación que hacer, haciendo alusión a lo que ya se
dijo como una base para el discurso de la salida de esa “condición deplorable”. Entonces, cómo
desde autores de antaño como San Agustín, Locke, incluso el mismo Rousseau se presentan estas
tentativas de mirar al hombre son en una perspectiva horizontal sino vertical, otorgando desde
tiempos remotos una jerarquía que estaba directamente ligada al poder, cuestión que no se aleja
del ejercicio del poder que sea quien controle los fueros y los tributos del pueblo.

Entonces, cómo entender el factor económico en favor de la compresión de una pobreza urbana,
en tanto que una reivindicación de la seguridad social, gestándose allí una carencia y un vacío de
tipo administrativo y gubernamental. Sin embargo, no solo se puede analizar a la pobreza como
un fenómeno generado por la incompetencia del Estado o la mala distribución y el inequitativo
uso de los dineros tributarios en la inversión pública. Resultaría vital comprender que el tema de
la pobreza, la diferenciación y la exclusión social, es un fenómeno que debe empezar a ser
solventado desde el seno de la xenofobia y de la discriminación, puesto que es allí donde nacen
críticas y prejuicios que hacen agudizar este recrudecimiento de la desigualdad social.

No sería algo completamente alejado observar que la pobreza urbana también estaría delineada
por la necesidad de un engranaje estructural aún más grande, este tema sería interesante para
posteriores trabajos o investigaciones, pero la dimensión e la exclusión social es un problema
que revitaliza las tensiones de antaño donde la ciudad estaba marcada y limitada por una muralla
y al interior de esta toda una serie de actividades propias del acenso mercantil o el Rey Luis XIV,
con las construcción del palacio de Versalles para desligarse de la forma en cómo viven sus
súbditos, inmersos en la pobreza, estas cuestiones que si bien apelan a un vacío que deja la
administración publica, también se reproduce en la medida en que las industrias grandes y
transnacionales permiten generar esa diferenciación social donde el educado, quien estudió
accede a un puesto importante en la misma y subordina al otro. Un ejemplo de ello lo observan
Acemoglu y Robinson:

La vida al sur de la alambrada, a solamente unos metros de allí, es bastante distinta. A pesar de que los
habitantes de Nogales (Sonora) viven en una parte relativamente próspera de México, la renta media de
cualquier hogar es de alrededor de una tercera parte de la que tienen en Nogales (Arizona). La mayor
parte de los adultos de Nogales (Sonora) no poseen el título de secundaria y muchos adolescentes no van
al instituto. Las madres se preocupan por los altos índices de mortalidad infantil. Las condiciones de la
sanidad pública son deficientes, lo que significa que no es de extrañar que los habitantes de Nogales
(Sonora) no sean tan longevos como sus vecinos del norte. Además, no tienen acceso a muchos servicios
públicos. Las carreteras están en mal estado al sur de la valla. La ley y el orden están en peor estado aún.”
(Acemoglu y Robinson, 2012, pp. 22)”

A manera de conclusión, baste decir que los problemas contextuales ligados a la pobreza urbana
están fuertemente condicionados por el factor económico ya que denota una insuficiencia por
parte del Estado de abracar esos embrollos que van desde ala agencia laboral hasta la forma en
cómo viven, teniendo como un uso espacial la periferia, este último termino sería dinamizador de
la pobreza urbana, no sencillamente porque desde un principio del auge industrial en las ciudades
colombianas, como lo vislumbran Zambrano y Barnard (1993) a mediados del siglo XX, una
gran cantidad de campesinos propician una migración rural-urbana y con ello un crecimiento
demográfico con un rotulo de exponencial, que a modo de crítica personal, esa migración
produjo un marcado uso de la periferia como el lugar de llegada de aquellos campesinos que al
no ingresar de manera temprana en las lógicas urbanas, tuvieron en su momento esa condición de
pobreza, rescatando que no es solo el factor económico el que denota esto, sino que es partir de
la forma en cómo viven que son señalados y juzgados.
Bibliografía

Choay, Françoise; Urrieta García, Salvador (2009) “EL REINO DE LO URBANO Y LA


MUERTE DE LA CIUDAD” En Andamios. Revista de Investigación Social, vol. 6, núm. 12,
diciembre, pp. 157-187 Universidad Autónoma de la Ciudad de México Distrito Federal, México

Delgado, Manuel (1999) El animal público. Hacia una antropología de los espacios
urbanos. (211 p.) En EDITORIAL ANAGRAMA.BARCELONA, ESPAÑA

Braudel, Fernand (1984) Civilización material, economía y capitalismo, siglos XV-XVIII. Tomo
I Las Estructuras de lo Cotidiano: Lo Posible y lo Imposible. (512 p.) En Alianza Editorial, S.A.
Madrid 1984

Kaztman, Rubén (2003) "La dimensión espacial en las políticas de superación de la pobreza
urbana" (44 p.) En Publicación de las Naciones Unidas LC/L.1790-P ISBN: 92-1-322084-7
ISSN versión impresa: 1564-4189 ISSN versión electrónica: 1680-8886 Copyright © Naciones
Unidas, mayo de 2003. Todos los derechos reservados N° de venta: S.02.II.G.104 Impreso en
Naciones Unidas, Santiago de Chile

Zambrano, Fabio y Bernard, Oliver (1993) CIUDAD Y TERRITO RIO El proceso de


poblamiento en Colombia (280 p.) En © Academia de Historia de Bogotá © Fundación de
Estudios Históricos Misión Colombia © Instituto Frances de Estudios Andinos. Impreso en
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Acemoglu, Daron y Robinson, James (2012) Por qué fracasan los países. Los orígenes del poder,
la prosperidad y la pobreza (590 p.) En © Centro Libros PAPF, S. L. U., 2012 Deusto es un sello
editorial de Centro Libros PAPF, S. L. U. Grupo Planeta Av. Diagonal, 662-664 08034
Barcelona. Traducción de Marta García Madera
Subirats, Joan y otros (2004) Pobreza y exclusión social Un análisis de la realidad española y
europea (189 p.) Colección Estudios Sociales Núm. 16. En Fundación La Caixa

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Exterior, vol. 42. núm. 4

Barkin, David. (1998) Riqueza, pobreza y desarrollo sustentable. México: Editorial Jus y Centro
de Ecología y Desarrollo. ISBN: 9687671041; versión electrónica.

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