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LA RISA COMO TERAPIA

Ya lo decía Erasmo de Rotterdam: "Reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada lo
es de estúpidos". Habría que añadir, en cualquier caso, que la única opción saludable de las dos es
la primera: la risoterapia o la terapia del humor ofrece múltiples beneficios físicos y psicológicos al
organismo.

Según el psiquiatra estadounidense William Fry, cinco minutos de risa equivalen a 45 minutos de
ejercicio ligero. Vamos, que troncharse a carcajadas es fuente de salud: ayuda a la circulación de la
sangre, da un masaje vibratorio a todo el cuerpo, aleja temores, aumenta la capacidad pulmonar,
elimina toxinas, potencia el sistema inmunológico...

Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad de California ha ido más allá.


Acaban de descubrir el lugar donde se localiza el sentido del humor: una zona del cerebro--de dos
centímetros cuadrados--basta para hacer desternillarse al tipo más serio. La risa puede utilizarse
como medicina para algunos males del cuerpo y del alma, tanto es así que muchos hospitales de
Europa Central tienen en sus plantillas grupos de payasos.

El humor está en la circumvolución izquierda frontal superior del cerebro, en el área motora
suplementaria, según el descubrimiento de unos científicos de la Universidad de California. El
experimento se hizo estimulando esa zona en el cerebro de una niña de 16 años, mientras hacía
diferentes tareas. Si era suave, la niña sonreía, si la estimulación aumentaba, estallaba en risas.
Ella lo atribuyó a la foto de un caballo, un párrafo que estaba leyendo o a la presencia de los
investigadores.

La risa como fuente de salud ya aparece en la Biblia. "Un corazón alegre es como una buena
medicina, pero un espíritu deprimido seca los huesos". El hombre, el único animal dotado con la
capacidad de reír, siempre ha tenido a mano un considerable poder curativo que, en muchas
ocasiones, no ha sabido usar. Un viejo consejo chino afirma que para estar sano hay que reír 30
veces al día. Los expertos consultados dicen que vale con tres, siempre y cuando cada sesión dure
al menos un minuto.

Richard Mulcaster (1530-1611) recomendaba a sus alumnos reírse. "Este tipo de ayuda será
mucho más eficaz si los que lo desean pueden soportar que les hagan cosquillas en los sobacos,
pues abundan pequeñas venas y arterias, que al ser cosquilleadas se hacen más cálidad y por ello
dispersan el calor por todo el cuerpo". Los niños están mucho más predispuestos a reír que los
adultos. Estudios recientes calculan que un niño de seis años se ríe 300 veces al día; un adulto lo
hace entre 15 y 100.

Muchos expertos actuales citan a Rabelais como el primer médico que, en el siglo XVI y de
forma seria, aplicó la risa como terapia. Robert Burton, clérigo y erudito inglés de la misma época,
fue más lejos con su obra Anatomy of Melancholy: "La compañía alegre no debe separarse de la
música, ambas son necesarias: la alegría prorroga la vida, da buen juicio, da juventud al cuerpo, le
da vida... Hacer locuras no está mal, festea a menudo y ten amigos alegres, cuyas bufonadas
puedan contentarte".

El profesor medieval de cirugía Henri de Mondeville señalaba que la alegría era una herramienta
definitiva para ayudar a recuperar a los pacientes, cuyas vidas debían dirigirse hacia la felicidad.
Para llegar a tan ambiciosa meta, De Mondeville lo tenía claro: "Hay que permitir que sus
pacientes y amigos lo alegren y que alguien le cuente chistes... Mantener el espíritu del paciente
con música de violas y salterios de diez cuerdas".

En el Medievo llegó a tenerse al bufón por un auténtico sanador. La estrella de la época era
Bernardino II Matello, que vivió a finales del siglo XV al servicio de Isabel de Este. Cuando el
hermano de ésta, Alfonso--esposo de Lucrecia Borgia--enfermó, envió a Matello. Meses después,
éste regresó con una carta de un Alfonso recuperado: "Es imposible que imagine nadie el recreo y
placer que me ha proporcionado este bufón, él ha sido la causa de que la carga de mi enfermedad
pareciese más ligera".

El médico inglés William Battie propuso por primera vez el tratamiento de los enfermos
mentales durante el reinado de Jorge III: "Se ha dicho que tuvo un paciente con anginas que
amenazaban con ahogarle. Battie había intentado todos los remedios y tuvo que recurrir a las
locuras. Se colocó mal la peluca, deformó su rostro e interpretó una locura tan deliciosa que su
paciente, tras mirarle, rompió a reír de tal modo que se abrió el impóstumo y salvó al paciente de
una muerte inminente".

Las virtudes de la risa son muy claras y todos los especialistas coinciden: hace que se mueva el
diafragma, aumenta la capacidad pulmonar mejorando la respiración, fortalece el corazón, facilita
las digestiones al hacer vibrar el hígado, baja la hipertensión aumentando el riego sanguíneo,
tonifica los músculos... Sólo con una carcajada continuada se activan la casi totalidad de los 400
músculos que hay en el rostro, algo que no ocurre con un rictus serio.

Según los estudios de José Elías, uno de los mayores expertos españoles en la materia, un
minuto de risa diario equivale a 45 minutos de relajación. Dice: "Reírse incrementa la autoestima y
la confianza en personas deprimidas, supone un refuerzo inmunológico, corta los pensamientos
negativos (ya que no podemos reír y pensar al mismo tiempo) elimina el miedo y ayuda a
minimizar los problemas; reír antes de acostarse fatiga el cuerpo y combate el insomnio".
La mejor arma es la risa; lo saben los esquimales. Frente a los duelos de pistolas, los moradores
de Groenlandia preferían los duelos de ridículo. Ante la tribu, los dos contendientes, frente a
frente, se insultaban y ridiculizaban. Las carcajadas de los asistentes señalaban al vencedor: el
humillado se tomaba la cuestión tan en serio que a veces prefería el exilio a que cada día
continuasen riéndose. Duelos a un lado, reírse ayuda a desinhibirse, aleja la timidez y facilita la
comunicación social.

En los hospitales de Europa Central es habitual tener en plantilla payasos profesionales. La


razón: los niños se recuperan antes con el humor. En España, la risa ha conseguido resultados
positivos en los hospitales del Niño Jesús (Madrid) y en el Son Dureta (Mallorca). F.J. Rodríguez
dice en Humor y medicina (Editorial Algazara): "Las emociones negativas producen cambios
químicos nocivos para el cuerpo y las positivas demuestran unos valores que no debemos
desaprovechar".

España ocupa un lugar discreto en el escalafón de esta terapia. Así lo deja entrever el psicólogo
José Elías. Su centro--en Madrid--es, junto con la Escuela de la Terapia de la Risa (Barcelona), una
de las sedes de la risa curativa en España. Su método consiste en "usar la carcajada para liberar al
paciente de las enfermedades". Se trabaja en grupos de 4 0 5 personas, se busca la risa con vídeos,
conversaciones, cosquillas... Se imparten cursos de cuatro meses y también se aplican terapias
individuales.

Muchas son las sustancias que se liberan y las buenas consecuencias que se derivan. En primer
lugar, las endorfinas, una especie de morfinas segregadas por el cerebro, con altos poderes
analgésicos y que, por lo tanto, mitigan el dolor. En segundo lugar, la adrenalina, un componente
que en buena medida potencia la creatividad y la imaginación. La risa, además, libera dopamina
(que mejora el estado de ánimo) y serotonina (que posee efectos calmantes).

La risa puede ser señal de enfermedad. Las carcajadas aberrantes se dan en tres desórdenes
neurológicos: parálisis pseudobulbar, esclerosis lateral y esclerosis múltiple. Es habitual que las
enfermedades del sistema nervioso como la esquizofrenia, depresión o manía estén acompañadas
de muecas sin sentido. A veces, la risoterapia está contraindicada en: pacientes con incontinencia
urinaria, con insuficiencias cardíacas, postoperados y en las mujeres durante el postparto.

Los países que están a la cabeza en el aprovechamiento de la risa como terapia son EEUU,
Canadá y Suiza. La escuela que más se ha dedicado al sentido del humor como instrumento de
curación ha sido la Terapia Racional Emotiva, de Albert Ellis. Éste afirma: "La perturbación
emocional suele consistir en exagerar la importancia de las cosas". Sus recursos humorísticos:
desde obscenidades atrevidas hasta juegos de palabras, pasando por todo tipo de extravagancias.
"Todos los niños son titiriteros y acróbatas por naturaleza. Además, por ser un cómico nato, al
oír al público gritar y reír me olvidaba de los chichones que al principio podía sufrir". La frase es de
la bayeta humana, nombre con el que conocía al pequeño Buster Keaton en sus inicios artísticos
con la familia. Mientras la madre tocaba el acordeón, el padre le lanzaba de aquí para allá
despertando la risa del público. ¿El mejor calmante para las secuelas de tan peligroso trabajo?
Según Keaton, el humor.

Vocabulario

ubicar = localizar

saludable = que proporciona buena salud

equivaler = ser igual a

ejercicio ligero =

troncharse de risa = reírse mucho

vibratorio = que vibra

alejar temores =

centímetros cuadrados =

males = enfermedades

tarea =

suave =

dotado con =

tener a mano =

sano / a =

hay que… =

durar =

cosquillas =

sobacos =

cosquillear = hacer cosquillas


dispersar =

estar predispuesto a =

prorrogar =

salterio = instrumento musical antiguo

sanador =

enfermar = ponerse enfermo

anginas =

recurrir a = turn to

peluca =

rostro = face

fortalecer = hacer más fuerte riego sanguíneo =

carcajada =

rictus = gesto de la cara

incrementar = aumentar

refuerzo =

minimizar =

fatigar = cansar

duelo =

humillar =

desinhibirse =

timidez =

plantilla = staff

nocivo = perjudicial, malo

sede = centro

liberar = dejar libre

liberar sustancias =

derivar consecuencias = tener consecuencias

mitigar = reducir, combatir

estar a la cabeza = ser el primero


aprovechamiento = uso

dedicarse a =

soler =

titiritero =

acróbata =

un cómico nato = a born comedian

chichón =

lanzar de aquí para allá =

despertar la risa = provocar la risa

calmante = algo que reduce el dolor

secuelas =

Contesta las siguientes preguntas:

1. Según los científicos de la Universidad de California, ¿qué extensión tiene la zona donde se
localiza el sentido del humor en el cerebro?

2. ¿Cuántas veces al día hay que reírse, según un viejo consejo chino?

3. ¿Qué profesor recomendaba a sus alumnos reírse?

4. Según Robert Burton, además de la risa, ¿qué otra cosa es necesaria para una buena salud?

5. ¿Cuál es el nombre del más famoso bufón medieval? ¿Por qué se hizo tan famoso?

6. ¿Cómo salvó el médico William Battie a un paciente de morir?

7. ¿Cómo facilita la risa la digestión?

8. ¿Cuántos músculos tenemos en la cara?


9. ¿Qué hospitales en España practican terapia con risa?

10. ¿Qué sustancias se liberan con la risa?

11. ¿Qué país es el primero en la aplicación de la risa como terapia?

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