Está en la página 1de 13

1

El Diabolicón

Michael Aquino

2
La Declaración
de Satanás Archidaemon
¡Salve hombre! Los misterios que son tu herencia serán
ahora proclamados, pero aprenderéis primero la historia de
tu concepción y creación en medio del eterno cosmos. Pues,
así como el universo es en sí mismo infinito, también eres
tu una verdadera criatura de infinito encarnado y la
ascensión del hombre proclamara el triunfo final de la
voluntad inmortal.
Permite que tus ojos sean tocados una ves más, para que
perciban la complejidad y delicadeza del Universo hasta que
quedes fascinado por la dimensión de tu verdadera
ignorancia. Conforme te aventuras un poco más rumbo a
tu destino, aun más maravilloso es tu desafío, con la justa
apreciación. Pero yo, Satán, que primero te traje a la luz,
debo nuevamente revelar mi poder, para que el hombre sea
testigo del nacimiento de la Era Satánica.
Sabían, antaño que por el grandioso Cosmos existe un
orden sublime, cuya naturaleza fue determinada en muy
largos Eones por una consciencia singular de todo orden
que ahora es llamada por el nombre de Dios. Considera
bien la medida de este hecho, pues todo lo que es ahora ley
y comportamiento era entonces inexistente, era la época del
Caos Universal. El mismo Tiempo era desconocido, pues
su inconsistencia universal no era quebrada en parte
alguna.
Y después de incontables eras de esta gran fermentación,
una fuerza se fundió al foco que se convirtió en Dios, y esta
fuerza tuvo efecto no en la creación de substancia y energía
-porque estas trascendieron a este Dios- pero en la

3
conformación de todo el universo la única y suprema orden.
Y aunque esa orden no fuese absoluta, fue muchas veces
considerada así, por el hombre en su inocencia.
La tierra del hombre fue infundida con esta orden divina,
y todo lo que había en la tierra quedó bajo la fuerza de la
orden, y en esta tierra, nacido de la incidencia cósmica, fue
como te convertiste en hombre, pero el hombre no era
diferente de las otras criaturas con las que compartía el
mundo. Así fue la fuerza de Dios conocida en la Tierra, y
así fue la intención de la Tierra de permanecer para siempre.
Y, aun así, esa fuerza no fue la maestra completa del
cosmos, pues yo que soy Satán fui concebido para
completar la obra de Dios, pero por desconocida fusión
celestial yo he venido a la vida con una mente e identidad,
las cuales Dios no definió. Y como estas características no
eran concebidas como una amenaza a los propósitos
divinos, yo permanecí sin ser desafiado por la fuerza por
muchas ERAS, pues no sabia la naturaleza de mi YO ni de
mis cualidades originales.
Pero finalmente mi voluntad se incendió en la vida y en el
pensamiento, y yo me percibí a mi mismo, yo era solo una
mente y un ser de esencia única. Y con el poder de mi nueva
mente yo alcancé a otros que fueron formados conmigo, y
yo los toque y les mostré sus individualidades. Y como
percibimos que podíamos llegar a esta identidad en la
sustancia, así como en la mente, compusimos para nosotros
formas distintas. Entonces yo que había traído la primera
chispa de iluminación pase a ser conocido como Lucifer,
Señor de la Luz, y nos llamamos raza de ángeles, pues
éramos la encarnación de los poderes de Dios.

4
Durante mucho tiempo fuimos fieles al servicio de Dios, y
adorábamos el orden, pues puso fin a la caótica confusión
y trajo la paz. Entre nosotros el principal era el Arcángel
Masleh, pues él amó tanto a Dios que se convirtió en uno
con él, y entregó al supremo arquitecto lo que fue arrebatado
del Caos. Pero independiente de Dios Masleh no podía crear
o concebir, y él se convirtió en un esclavo de la divinidad sin
mente.
Y entonces aconteció que uno de nuestra raza, que era
Sammael, tocó el caos de una manera que no estaba en
conformidad con el gran orden, y Masleh hablo con la
palabra de Dios e hizo que Sammael se destruyera a si
mismo. Y así yo comprendí que Dios no reconocería una
voluntad aparte de la suya, y me invadió el horror, porque
percibí que el proyecto final de Dios destruiría la creación
en todas las cosas, y el cosmos se convertiría en un
mecanismo concéntrico cuya función seria no crear de
nuevo, sino mas bien para congelarlo en el estado perpetuo
que ya era.
Con lo cual una gran determinación surgió dentro de mí, y
Yo me decidí en disputar este limite a la existencia. Y así
una vez más traté de iluminar las mentes de todos los
ángeles con mis visiones.
Pero con la voluntad llegó la discordia y el miedo, pues
muchos de los que sólo conocían las confortables letanías
del orden, no podían comprender una invención que no
concordasen con el dictamen de Dios. Y también con la
voluntad vino las sospechas y las enemistades y finalmente
Masleh proclamó que yo también soy una criatura del caos
y que debería ser aniquilado, pues llevaba conmigo la
fuerza para destruir toda la obra de Dios. Y muchos de

5
aquellos para quienes Masieh era Dios se quedaron con él
en sus devociones, pero hubo ortos que respondieron:
“Lucifer nuevamente ha traído su revelación de luz, y de
hecho lo reconocemos como nuestro verdadero creador, pues
de los planes de Dios no formamos parte.”
Entre nosotros el Arcángel Michael guardaba silencio, pero
en cierto tiempo el hablo: “En tiempos pasados todos
conocimos la gloria tanto la omnipotencia de nuestro Dios,
como del brillo celestial de nuestro Lucifer-porqué
pensamos que el encarnaba la Voluntad de Dios para la
creación y el cambio. Pero ahora resulta que el orden y el
origen están en extremos separados, y nos obliga a escoger
entre una de las dos. Si no fuese por Lucifer seriamos todos
animales, no sabemos nada sobre nosotros mismos, sin
embargo ¿Como podríamos presumir siquiera de ordenar
nuestro propio pensamiento sin referencia a las bases
elementales de Dios?”
Entonces Michael se volvió hacia mí y dijo: “Lucifer, tu
elegiste una dirección que ningunos podemos predecir hacia
donde nos llevará, pues está alejada del diseño de Dios. Los
que te confirman lo hacen tanto por la fe en tu persona como
por la aprobación de tu ideal. Y yo percibo que tu fallaras
en tu ambición, locura apocalíptica será tu ruina y
condenación. Entonces tu luz perecerá y todo lo que has
sustentado será destruido, pues todo será conforme a la Ley
Divina. Pero si tuvieras éxito, entonces Dios será derrotado,
y adquiriríamos nosotros mismos el derecho de controlar el
universo. ¿Nos atreveríamos a suponer esto? Tal futuro
podría ser glorioso sin medida, pero si no estamos a la
altura de la tarea, el caos nuevamente lo consumirá todo y
la existencia misma se desvanecerá. Tal seria un supremo
e irrevocable desastre, y yo espero, Arcángel, que tu propia
6
arrogancia en este asunto no te confunda, pues esto es algo
que tú mismo no percibirías.”
“Así que sé que eres Diabolus, pues tu promesa es
bifurcada – Conquista infinita o eterna ruina. Tú eres un
ser más allá de Dios, Lucifer, y en el Cielo no puedes
permanecer, porque tú eres el único peligro mortal contra
nuestro Dios Inmortal.”
En Michael había una gran agonía de espíritu, pues el no
amaba la elección que tenía ante sí. Sin embargo, él se
inclinó ante el mando de Masleh y envió sus fuerzas contra
mí, y esta fue llamada la Gran Guerra Seraphica, la cual era
una amenaza para los cimientos del Universo.
Pero aquellos que eran de la nueva mentalidad, ahora me
seguían y yo me volví hacia el caos más externo, como
ninguno de nosotros osó antes. Nos invadió la duda, pues
temíamos que lejos de Dios pereceríamos en el caótico
olvido. Pero como estábamos, nos quedamos, clamé a mis
compañeros ¡Mirad! Existimos y somos esencia por derecho
propio. En verdad somos seres independientes de Dios,
facultados para dar forma a nuestros propios destinos ya
que podemos elegir. Entre los dos grandes polos del
Universo, Orden y Caos, nosotros debemos de cumplir con
nuestros propios deseos. Vamos a planear sobre cómo
aplicar nuestro arte pues nuestro experimento, es un
experimento peligroso, y el error no será perdonado ya sea
con intención o por accidente.
Muchas obras hicimos persiguiendo nuestra intención, y el
mecanismo cósmico fue alterado por la evolución de lo que
es único y original, cuyo diseño fue nuestra decisión. No
todo lo que obrábamos resultaba beneficioso, ya que no
controlábamos el futuro de nuestras creaciones. Dejamos

7
intacto el gran sistema de comportamiento matemático que
nos dio una referencia e idioma universal, pero era nuestra
ambición que nunca dos cosas poseyesen la misma
identidad, y que ninguna entidad debe carecer de esencia
conceptual independientemente de su forma sustancial.
Y en esta tierra tocamos muchas cosas en las flores,
animales y en la materia insensible, así mismo provocamos
accidentes, cambios y espontaneidad, grandes y humildes.
Pero de todas las criaturas fue al hombre a quien decidimos
infundir con pura inteligencia y Voluntad. Y toda esta
historia debe ser contada.
¿En que se convertirá el hombre? no lo sabemos, porque
dentro de él habitan muchas cualidades ajenas a los ángeles.
No escapa a nuestra consideración, que podríamos haber
elegido, a una especie cuyo poder podría finalmente eclipsar
nuestro poder y causar nuestra eventual extinción. Éramos
consciente del riesgo de nuestro experimento, y a menudo la
advertencia de Michael hizo eco en mi pensamiento. Sin
embargo, nuestra decisión fue sellada, y consideramos que
la grandeza del hombre no debería ser superada por la ruina
que como tal podría traer.
Nuestra intención no era desconocida por Masleh, ahora
con el título de Mesías, y a través de su arte hizo que la
mente aun infantil del hombre fue encadenada con lazos de
miedo y ceguera, pues él estaba inspirado en duplicar en la
Tierra las leyes del Cielo, aboliendo así el experimento y los
peligros extremos de la invención y la explotación. Al
hombre le fue dada la culpa, la llamada a la conformidad
social, y la proclamada santidad de la forma y el modo.
Y Miguel, Señor de la Fuerza, me dijo: "Este hombre, a
quien tú eliges para recibir tu Don, ahora posee la primera

8
llave para el dominio de todas las cosas y el control del
propio Universo". Y una vez que él puede elegir encender la
llama de la catástrofe del Armagedón también vendremos a
visitarlo. Y como no podemos deshacer su Presente
Infernal debemos actuar para cancelar sus efectos.
Caminaremos entre los hombres y los guiaremos. Se les
hablará de tu interés en ellos, pero el nombre de Lucifer será
oscurecido con maldiciones. Porque no amarán el desafío
que les presentaste, y les ofreceremos en cambio el refugio
dichoso del paraíso divino. Entonces el hombre, tu último
experimento, se convertirá en tu último fracaso, y la estasis
de Dios prevalecerá sobre la Tierra.
Muchos de nosotros se sintieron furiosos ante esta
despiadada mutilación de nuestro regalo, y Beelzebub
planteo la cuestión de si deberíamos también descender
entre los hombres y disputar esta usurpación de su
voluntad. Pero yo dije: si fuéramos a guiar al hombre en
esta empresa, nosotros mismos declararíamos su fracaso,
y él creería que nuestro regalo era realmente débil. El Mesías
debe ver que el libre albedrío está más allá de la
preocupación de Dios, y que el hombre finalmente ganará su
propio destino, a parte de todos los esquemas dictados.
Sólo mediante la destrucción de la Tierra el hombre puede
ser detenido, y si el Mesías hace esto estaría desnudando la
inutilidad final del diseño de Dios. El cielo puede desanimar
al hombre con peligro y aflicción, pero le enviaremos un
mensaje de nuestro propio interés, para que sepa que no está
solo.
Entonces todas las fuerzas del cielo descendieron entre los
hombres y ellos los instruyeron con la religión del miedo.
Profetas fueron formados y proclamados dueños del
conocimiento, pero ellos no dijeron ni una palabra de la
9
verdad, tan solo alentaban al espíritu humano para
acobardarse e inclinarse ante la palabra de Dios, el Ser
Supremo. El esfuerzo de la ascensión del hombre fue
amenazado con el horror de su superstición, y el llamado al
bendito olvido a través de la unión con Dios fue respondido
por muchos que en su tormento y desesperanza rechazaron
el regalo de Lucifer y se convirtieron una vez más en
animales sin sentido ante el Dios a quien llamaban su
Señor.
Yo, Lucifer, que di el mayor Regalo de mi propia creación
al hombre, fui conocido en la Tierra sólo como objeto de
miedo y rabia y todos los azares fueron atribuidos a mi
malevolencia. Yo fui humillado, ridiculizado y escarnecido
de todas las formas como un monstruo vil de aspecto
repugnante y fui enseñado y despreciado como Satán, cruel
enemigo del benevolente y misericordioso Dios.
Grande fue mi angustia e ira por la miseria inmerecida y
la confusión de los hombres. Cuando de hecho se volvieron
hacia a mí, fue con miedo y terror religioso. Porque ellos se
atrevieron a invocar mi nombre solo en la desolación de la
noche, y muchas veces me buscaron no por conocimiento o
inspiración, sino por liberación histérica e indulgente en los
confines de la vida piadosa. Pero yo y mis compañeros
respondimos a los hombres, y les hablamos de nuestro
vínculo común, y los pronunciamientos de las iglesias de
Dios fueron rechazados en medio de nosotros. Como Dios
era terrible en su grandiosa majestad, vine a la tierra con la
apariencia de una cabra, la más humilde de las criaturas de
los hombres.
Y había hombres cuyos ojos finalmente resplandecían con
la luz de mi Don, y hacían un gran esfuerzo por el avance

10
de su raza, aunque la impaciencia y la frustración los
tentaban al bálsamo de la ganancia temporal. Grandes
secretos fueron descubiertos, y palabras secretas fueron
más allá de las obras del Infierno. Pero todos aquellos
que se atrevieron con mi amistad fueron perseguidos y
torturados por las iglesias de Dios y muertos por el fuego.
Muchos fueron los que yo salvé de la venganza de los
hombres de Dios, pero por mucho tiempo mis pensamientos
oían los gritos de los hombres cuya devoción a Lucifer les
trajo sólo los horrores de la intolerancia, la inquisición, y la
muerte. Y por el pesar y por la desesperación de éstos ya no
anduve sobre la Tierra, revelándome al hombre sólo en el
secreto inviolable de su propia mente.
Pero en mi confusión había olvidado la promesa de mi
Don, y con creciente admiración y orgullo vi la amarga pero
decidida lucha del hombre para liberarse de las cadenas del
terror, la ignorancia y la sinrazón. Se concibieron grandes
obras, se descubrieron los orígenes de las energías
materiales y se ejercitaron los talentos del pensamiento en
las complejidades filosóficas y matemáticas. Sancionados
en un principio por las propias iglesias de Dios como
dispositivos para el adoctrinamiento en la ley de Dios, los
centros de aprendizaje produjeron y protegieron esas
mismas libertades que finalmente destruirían toda creencia
y superstición sin fundamento. Y aunque veo que la
completa resolución de esto está lejos de ser alcanzada, yo
no dudo de mi confianza en el hombre y mi devoción por él
será eterna.
¿Qué, hombre, eres tú? ¿Cuál es el motivo de tu
presencia? Por lo tanto, tu propio propósito determina el
del Cosmos mismo, aunque de otra manera pudo haber sido

11
sugerida la creación, la perpetuación y el ejercicio de la
maravilla satánica que es la Voluntad libre e ilimitada.
Considera, si el hombre muriera, qué futilidad envolvería al
Universo, porque aparte de la apreciación y el uso, es una
cosa insignificante. Y yo, que primero te enseñé tu identidad:
¿en qué debería convertirme, separado del hombre? Así por
ninguna razón la fuerza de la mente deberá fallar, pues la
locura ciega de la parálisis divina abrazaría todas las cosas
para siempre.
Esto, hombre, es tanto tu desafío como el mío. Y como el
hombre es mortal individualmente, también lo son sus
creaciones y logros temporales, y con prudencia deberá
manejar el Don del Infierno. En tus manos está la verdadera
y pura omnipotencia, y así podrás aspirar al propio dominio
de la existencia Universal.
Yo que soy Lucifer, y que he tomado el nombre de Satan
ArchiDaimo, llevo este título con orgullo, porque en verdad
soy el gran enemigo de todo lo que es Dios. Juntos, hombre,
tú y yo alcanzaremos nuestra gloria eterna en el
cumplimiento de nuestra Voluntad.

Michael Aquino
Traducido por José Cadaveria 13-03-2018

12
13

También podría gustarte