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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS

“Francisco García Salinas”


UNIDAD ACADÉMICA DE HISTORIA
Programa de licenciatura
Seminario de elaboración de proyectos

Culturas políticas y políticas culturales


Alejandro Grimson
(compilador)
Laura Ferreño, Políticas culturales.
"En nombre de los otros" Ciudadanía y políticas culturales

César Iturbe Reyes


MCE. Zaira Marlén López Pérez

Cuautitlán Izcalli Edo. De México, a 2 de febrero del 2022.


a) Política cultural.
La política cultural es la parte de gestión de gobierno que se orienta a preservar el
patrimonio cultural y fomentar las artes de un país.
Se supone que el arte es significativo para el solaz, la formación y la sociabilidad
del individuo; que el patrimonio cultural común y determinadas creaciones refuerzan
la cohesión social, y que la producción y el consumo cultural pueden contribuir al
desarrollo económico.
Este consenso aparente se complica por diversas razones: ya sean las
discrepancias que generan los diferentes conceptos de cultura, ya sean los
cuestionamientos desde distintos enfoques a los recursos destinados a este rubro,
ya sean las demandas excesivas a las que se ve sometida la política cultural. Así,
bajo el acuerdo idílico que genera la palabra “cultura”, existe un enconado debate
sobre la legitimidad y las orientaciones de la política cultural.
La cultura como una herramienta de transformación social e instrumento
fundamental para el desarrollo de un país con inclusión” Podemos reconocer como
política cultural las prácticas políticas desafiantes de los individuos, en tanto a través
de ellas estos buscan otorgar nuevos sentidos a los significados de ciudadanía y
democracia, es posible entonces democratizar la sociedad a partir del
cuestionamiento de los límites del sistema político.
Los movimientos emergentes buscan así su reconocimiento y tornarse visibles,
desestabilizan conceptos dominantes –como el de raza– y ponen en marcha una
política cultural aun cuando no tengan conciencia de ello.
b) Presupuestos teóricos.
El principal objetivo de este programa es impulsar propuestas socioculturales de la
sociedad civil a través del financiamiento de proyectos presentados y elaborados
por los interesados –un mecanismo similar al implementado por el Banco Mundial
mediante los fondos participativos desde la década de 1990– y promover, asimismo,
una red nacional de organizaciones culturales interconectadas, que afiancen el
tejido social, el asociativismo y las identidades de las comunidades más vulnerables.
Desde la Secretaría se lo percibe como un instrumento que favorece el “avance
hacia la democratización de la cultura”
c) Cultura política.
Puntos de Cultura debería favorecer la participación ciudadana y a través de ella un
ejercicio del poder de estos grupos subalternos que lo apropien como un saber
naturalizado dentro del grupo.
Incentivar las manifestaciones culturales potenciará el pensamiento crítico y los
sentidos de diferencia. Si las políticas culturales delimitan aquellos que tienen el
poder de definir los significados, visibilizar a los sujetos favorecerá la posibilidad de
cuestionar o aceptar relaciones de poder vigentes. Esta posibilidad de veto permite
transmutar un no ciudadano en un ciudadano, un Otro en un nosotros.
Una cultura política que debe de ser trasplantada de los “países democráticos
occidentales” a las “naciones jóvenes” que, entre otras cosas, tienen la misión de
aprender antes que “la compleja infraestructura de la política democrática”, con sus
móviles internos, normas operativas y precondiciones psicosociales, las actitudes y
los sentimientos que identifican a la propia democracia (Almond y Verba, 2001: 173).
Asimismo, estas “naciones jóvenes” deben aprender los “equilibrios sutiles” del
sistema político democrático para no caer, por un lado, en una visión tecnocrática
de la política y, por el otro, en la extrema valoración y respeto de sus propias
“culturas tradicionales”, de las cuales proceden (Almond y Verba, 2001: 173).
Con base en lo anterior, es posible argumentar que el problema contenido en el
concepto primario de cultura política refiere a una situación mucho más profunda
que su reduccionismo. En efecto, la interiorización de los ideales democráticos
(liberales), en el sentido expuesto, derivó en una definición etnocéntrica manifiesta
de manera concreta en una separación implícita entre “buenas” culturas políticas
democráticas, que se caracterizan por personas que tienen “buenas” actitudes
participativas hacia un “buen” sistema político democrático, y “malas” culturas
políticas o no democráticas, que se caracterizan por personas que tienen “malas”
actitudes parroquiales y/o de súbdito hacia un “mal” sistema político autoritario, pero
sin llegar a profundizar qué es, cómo funciona y a qué responde eso que califican
como parroquial, súbdito y autoritario.*
Bibliografía
Escobar, Arturo; Álvarez, Sonia y Dagnino, Evelina (2001), Política cultural y cultura política. Una nueva mirada sobre los
movimientos sociales latinoamericanos, Madrid, Taurus e ICANH.
Grimson, Alejandro (2011), Los límites de la cultura. Crítica de las teorías de la identidad, Buenos Aires, Siglo XXI editores.
Hall, Stuart (2010) [1997], “El espectáculo del ‘Otro’”, en Stuart Hall, Sin garantías. Trayectorias y problemáticas en estudios
culturales, Popayán-Lima-Quito, Envión Editores-IEP Instituto Pensar-Universidad Andina Simón Bolívar.
Nun, José (2011), “Desigualdades y cultura”, Ponencia presentada en el Encuentro Políticas Culturales para una mayor
igualdad, Buenos Aires, 10 de noviembre, IDAES/ UNSAM.
Nussbaum, Martha (2010), “La crisis silenciosa”, en Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades,
Madrid, Katz.
OEI-SEGIB (2006), Carta Cultural Iberoamericana, Montevideo. También se puede consultar en
http://www.culturasiberoamericanas.org/.
Programa Puntos de Cultura, en http://puntosdecultura.cultura.gob.ar/.
Rancière, Jacques (2005), Sobre políticas estéticas, Barcelona, Museu d’Art Contemporani de Barcelona.
Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA), en http://sinca.cultura. gov.ar/. Consultado el 11-10-2012.
Sommer, Doris (2005), Arte y responsabilidad social, Mimeo.
Stravrakakis, Yannis (2010), La izquierda lacaniana. Psicoanálisis, teoría, política, Buenos Aires, Fondo de Cultura
Económica.
Trouillot, Michel-Rolph (2010) [2003], “Adieu, cultura: surge un nuevo deber”, en Transformaciones globales. La antropología
y el mundo moderno, Popayán, Ceso-Universidad del Cauca.

* Jorge Federico Eufracio Jaramillo* Doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México.
Profesor investigador en el Colegio de Jalisco, México.
En el estudio de Almond y Verba fueron cinco los países comparados: Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra, Alemania,
México e Italia.

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