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los cuales, a diferencia de lo que ocurria en los afios sesenta y setenta,
son ahora regionalismos abiertos también a la integracién internacio-
nal. Este doble proceso podria ser entrabado por dos factores negativos
considerados como amenazas al nuevo orden mundial: el incremento
de la emigracién latinoamericana hacia los paises industrializados,
especialmente a los Estados Unidos, y el trifico de drogas. Aunque en
teoria la inmigracién latinoamericana no pueda ser considerada como
una amenaza real en cuanto responde a una demanda de mano de
obra de los paises industriales, en realidad lo es porque provoca furio-
Sas reacciones racistas en todas las dreas industrializadas, especialmente
en Europa. El comercio de drogas, por su parte, genera en los anos
noventa un valor de alrededor de 400000 millones de d6lares anuales,
un monto seis veces superior a la ayuda entregada cada ano a los pai-
ses del Tercer Mundo, creando asi un grave conflicto entre los paises
productores y los paises consumidores. Tan sdlo un més ripido incre-
mento del comercio internacional y un mejor desempeno econémico
de los paises latinoamericanos podrian frenar y reducir los efectos de
esta segunda fuente de anarquia en el sistema internacional.
2. Las AREAS LATINOAMERICANAS EN LA ECONOMIA INTERNACIONAL
Presentamos ahora las relaciones entre las economias latinoamericanas
y la economia internacional en el periodo comprendido entre la de-
presién de los afios treinta y la definitiva integracién en el comercio y
mercado financiero a finales del siglo xx. Estas décadas han sido des-
critas como un periodo de inestabilidad econémica en el que se alter-
naban ciclos expansivos y ciclos recesivos, crisis de la balanza de pagos,
inflaci6n ¢ hiperinflacién, déficit presupuestarios y aumento de la deuda
externa. Sin embargo, no se han tenido suficientemente en cuenta
otros factores, como la capacidad de las economias latinoamericanas,
especialmente en las tiltimas dos décadas, para reducir los margenes
de vulnerabilidad frente a los impactos externos, es decir los efectos
producidos por el desequilibrio de la balanza de pagos que repercute
en las tasas de cambio aumentando la inflaci6n.
Para entender las transformaciones materiales latinoamericanas y
especialmente el papel desempefado por el subcontinente en el con-
texto econdémico internacional, ilustraremos las caracteristicas principa-
les del desempefio econémico latinoamericano en relaci6n a la evolu-314 LA OCCIDENTALIZACION
cién mundial, explicando ademas los obsticulos de tipo econémico e
institucional que han limitado o condicionado negativamente la transfor-
macién econémica a corto y mediano plazos. Por otra parte, se analizara
lo que considero como el obstéculo mas relevante a la transformacién
econémica, es decir el desfase entre la economia real y la economia
financiera.
La economia populista
Podemos sintetizar brevemente el contexto econémico, politico y cul-
tural en el que se sitda la relacién entre las economias latinoamerica-
nas y la economia internacional en el periodo 1930-1970, afirmando que
el rasgo fundamental de esta fase es la economia populista. Ella con-
siste en un conjunto poco articulado de politicas que otorgan una
importancia prioritaria al crecimiento econémico —en términos de au-
mento real del ingreso per cdpita— y a la redistribucién del ingreso a
fin de promover la justicia social. Lamentablemente el populismo eco-
némico no tiene en cuenta el hecho de que dichos objetivos pueden
verse amenazados por la inflaci6n, el déficit fiscal, el aislamiento inter-
nacional y por la aplicacién de politicas proteccionistas y de interven-
cién estatal orientadas mas a controlar que a regular las fuerzas del
mercado, con el resultado de desincentivar la libertad econémica de los
actores sociales.
Los antecedentes clel populismo se hallan en el contexto internacional
que, tras la crisis de 1929 y la segunda Guerra Mundial, disuelve las rela-
ciones multilaterales construidas a partir del Ultimo tercio del siglo x1x
gracias a la consolidacion del patrén oro, impidiendo de tal manera la
libre circulacién de capitales y tecnologias y dando origen al proteccio-
nismo y al control cambiario, tendencias que acompanaran la evolu-
cién econémica latinoamericana hasta finales de la década del setenta.
Se trata entonces de un periodo en el que un marco de expectativas
sociales crecientes crea la conviccién de que no existen vinculos exter-
nos en la definicidn de las politicas econémicas y que la abundancia
de capitales internacionales y el control cambiario permitirian la imple-
mentacién de politicas expansivas. En un comienzo estas nuevas poli-
ticas tonificaran efectivamente las economias, creando condiciones
para un aumento de la demanda global y de Ja masa salarial y una re-
distribucién del ingreso.
El populismo econémico descansa en la idea de que las fuerzas delLA OCCIDENTALIZACION 315
mercado son sustancialmente negativas. Pero a diferencia de las eco-
nomias socialistas. las populistas no consiguen eliminar el mercado y
acaban alternando ciclos de negacién del mercado con ciclos de acep-
tacién del mismo. En otras palabras, el populismo no es un fenémeno
de larga duraci6n, sino una sucesi6n de ciclos, cada uno de los cuales
se despliega en un lapso limitado de tiempo.
Si lo describimos historicamente a través del anilisis de los distintos
ciclos que se alternan entre los aiios treinta y los aos setenta, consta-
tamos que el populismo econémico encuentra su fundamento en la
inestabilidad internacional. El ciclo populista se activa en los momen-
tos en que entra en crisis la fase de estabilizaci6n econémica. En esta
primera fase las politicas econémicas reactivan la produccién, aumen-
tan el salario real ¢ incrementan el empleo en un marco de estabilidad
de los precios y de las tasas de cambio. La expansi6n econémica es
impulsada por la expansiGn del gasto publico, mientras la oferta de
bienes de importacién se sostiene gracias al déficit externo.
En una segunda fase la economia va evolucionando hacia un cuello
de botella, como consecuencia de la fuerte expansién de la demanda de
bienes de consumo y de la disminucién de la oferta de divisas. Ante
esta situaci6n, se aumentan los precios de los bienes controlados, se
procede a una devaluacién monetaria, se introduce el control cambiario
y se aumentan los aranceles proteccionistas. La consecuencia sera un au-
mento de la inflacién y la caida de los salarios reales, ademas de un
incremento del déficit presupuestario.
En la tercera fase, los bienes comienzan a escasear, se acelera la in-
flaci6n y se verifica la fuga de capitales y la desmonetarizacién de la
economia. El déficit de presupuesto aumenta como resultado de la dis-
minucién de las entradas y del incremento de los subsidios guberna-
mentales a los bienes de primera necesidad. El gobierno intenta enton-
ces estabilizar la economia devaluando la moneda, y por lo tanto el
salario real seguira cayendo, creando mayor inestabilidad social. La
consecuencia final es el aumento de la incertidumbre y la generaliza-
cién de un clima de desconfianza.
En la cuarta y ultima fase del ciclo el gobierno populista se derrumba,
derrotado en eleeciones o victima de un golpe de estado. Y el gobierno
que lo reemplaza adopta una rigida politica de ajuste econémico que
provoca una nueva caida de los salarios, los cuales retornan a niveles
inferiores a los vigentes antes de la experiencia populista. Se recorta
dristicamente el gasto ptiblico generando una mayor contraccién del316 LA OCCIDENTALIZACION
empleo y la demanda, sin que se verifique ¢l esperado retorno de los
capitales fugados al exterior. El resultado del ciclo populista es, por lo
anto, extremadamente negativo: no destruye la economia pero acarrea
enormes desventajas para los grupos sociales que habrian debido ser
los beneficiados de sus politicas.
El anilisis de las politicas pblicas ilustra que los gobiernos populis-
‘as intentan controlar la economia con instrumentos esencialmente po-
liticos y administrativos, recurriendo a mecanismos de regulacién que
a la larga inciden negativamente sobre Ii produccién y las finanzas. Si
el objetivo del populismo es reactivar la economia mediante una poli-
tica de redistribucién, el resultado final de la experiencia es una vuelta
de la economia a niveles por debajo de los iniciales, esterilizando asi
la actividad de los actores econémicos.
Dado que el populismo no es un fenémeno constante en todas las
ireas latinoamericanas, ni tampoco presenta la misma intensidad en
todas ellas, algunos economistas han intentado definir las variadas for-
mas que adopra. Ellos describen un primer populismo que se manifiesta
a comienzos del siglo xx al interior de las economias mas avanzadas
(Argentina, Chile y Uruguay); un populismo clasico que se desarrolla
entre los afios treinta y cuarenta como consecuencia de la crisis del
comercio internacional especialmente en Argentina, Brasil, Chile, Mé-
xico y Uruguay; y por ultimo un tardo populismo que se impone en
Argentina, Brasil, Chile, Pera, Venezuela y México en el periodo com-
prendido entre 1970 y 1990.
Fl punto de arranque del periodo que analizamos es el derrumbe de
Wall Street en 1929, momento en que se evidencian las sefales negati-
vas que ya se habian manifestado en los primeros anos veinte, pero
que posteriormente serian absorbidas por el efecto de la expansién de
los precios de los bienes primarios que beneficié a todas las economias
latinoamericanas. Pero entre 1928 -y 1932 los precios de los bienes pri-
marios disminuian 64%, mientras el volumen de las exportaciones caia
22% y los términes de intercambio eran cada vez mds negativos. A la
caida de los indicadores econémicos no corresponde una reduccién
de las tasas de interés y, en consecuencia, la mayoria de las economias
latinoamericanas entra en una fase de crisis fiscal debida a la disminu-
cién de las entradas por exportaciones y al simultineo aumento de los
intereses de la deuca externa en términos reales.
El cuadro v.2 muestra la evolucién de las economias latinoamerica-
nas como consecuencia de la crisis de 1929 y de la desarticulacién de
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R. ThorpLA OCCIDENTALIZACION 317
la economia internacional en el periodo entre las dos guerras. Se pue-
den observar estos dos factores en la brusca caida del pm de las dreas
latinoamericanas entre 1928 y 1935 y su débil recuperaci6n durante la
segunda Guerra Mundial.
Los indices del cuadro v.z nos permiten constatar que América Latina
no s6lo es el drea extraeuropea mas afectada por la reestructuracién
econémica internacional, sino también la regién mas perjudicada por
la situacién de desorden en la economia mundial. Podemos apreciar
ademas que la reactivacién econémica latinoamericana es sin duda la
menos dindmica a nivel internacional. Por otra parte, en los datos rela-
tivos al periodo 1938-1944 se comprueba que la débil reactivacidn se
explica esencialmente por el caricter unidimensional de estas economias,
cuya fuerza dinamica reside s6lo en el mercado interno. La
del consumo descansa exclusivamente en el fomento de la industria de
bienes de consumo e intermedios, cuya produccién sustituye los bien-
es que antes se importaban y se expande gracias a la definitiva mone-
tarizaci6n de las areas rurales obtenida a través de la reforma agraria Y
la colonizacién del territorio.
Sin embargo, la reactivaci6n econémica aparece frenada por una
evolucién negativa de las exportaciones que limita la disponibilidad de
divisas necesarias para importar bienes de capital y materias primas.
Cuapro v.2. Las economias latinoamericanas, 1928-1935/1938-1944
re Precis) | Volumen Termine rn 9 rm) Pree
1928. exportacién —_inrercambio. —13138-_ 19,38*100 _indesrial
1935 1928-100 1928-100 1928~100 1944 1938"100
Argentina