Los ganglios linfáticos son órganos linfoides secundarios de 2 a 12 mm de
diámetro, ovoides, distribuidos por casi todo el cuerpo, interconectados unos a otros mediante los vasos linfáticos que drenan linfa de regiones determinadas. La porción más externa del ganglio es la cápsula conjuntiva. Los vasos linfáticos aferentes perforan la superficie de la capsula, cuya superficie interna colinda con el gran seno subcapsular al cual es vertida la linfa. La capsula emite trabéculas hacia el interior del ganglio linfático. El seno subcapsular origina los senos trabeculares, El ganglio está entrecruzado por una rica malla tridimensional de fibras reticulares, somas y procesos citoplasmáticos de FRC (células reticulares fibroblasticas). La capsula presenta una invaginación que corresponde al hilio, sitio de entrada de vasos arteriales y de salida de un solo vaso linfático eferente y de las venas. Los ganglios linfáticos, perfundidos por linfa y sangre, son los sitios principales para la expresión de respuesta adaptativas después de la interacción entre DC presentadoras de antígenos, Ag presentes en la linfa y linfocitos reclutados al ganglio desde la sangre emigran a través de las vénulas poscapilares del endotelio alto (HEV). Los ganglios linfáticos presentan dos compartimientos: los senos linfáticos (subcapsulares, trabeculares,) y los senos medulares, revestidos por células endoteliales linfáticas y parénquima organizado en zonas T y B dependientes, además de macrófagos y FRC con sus fibras reticulares. El parénquima puede dividirse en tres regiones más o menos concéntricas: La corteza (zona B dependiente con folículos linfoides primarios y secundarios), la paracorteza o corteza profunda (zona T dependiente) y la médula, organizada en cordones de células efectoras, como células plasmáticas y linfocitos T activados.
Compartimiento de linfocitos T y células estromales
Los FRC constituyen la población estromal principal de los ganglios linfáticos y, junto con las fibras proteicas que secretan, forman la estructura tridimensional interna del ganglio linfático. Las FRC integran una malla reticular tridimensional de canales estrechos e intersticios que son ocupados por linfocitos, macrófagos y DC. La CLEC2 expresada dirige la migración de las DC a través de la malla reticular. Los procesos citoplasmáticos de las FRC forman tubos que blindan a los linfocitos para evitar que estén en contacto directo con los componentes de la matriz extracelular. Los túbulos citoplasmáticos y las fibras reticulares dentro de los mismos integran un sistema de conductos miniaturas que transportan mediadores inflamatorios y Ag solubles de los senos hacia el interior del parénquima. La superficie pequeña de la fibra reticular que no es cubierta por la FRC están en contacto directo con DC y macrófago; lo que facilita el muestreo de Ag solubles que llegan por esos conductos y permite el paso eficiente y rápido de antígenos, quimiocina e inmunocomplejos desde el seno subcapsular hasta la corteza profunda. Las DC inmaduras cambian fenotípicamente y pierden la capacidad de captar Ag, pero adquieren la de procesarlos y presentarlos a linfocitos T. En el seno subcapsular de los ganglios linfáticos, las iDC se adhieren al piso, interactúan con las células endoteliales linfáticas y migran de manera activa hasta ubicarse en la corteza profunda o paracorteza. Luego se diferencian de las iDC con los linfocitos T locales, a los que presentaran los Ag procesados y expresados en el contexto del MHC. A linfocito T le toma entre 16 y 24 horas explorar, con sus TCR, todas las combinaciones MHC-antígeno presentadas por las iDC en un solo ganglio linfático. La interacción con quimiocinas e integrina facilita la migración de linfocitos T y Las FRC también producen IL-7, que promueve la supervivencia de linfocitos T. Compartimiento de linfocitos B y células Estromales Los linfocitos B reclutados a la corteza de los ganglios linfáticos pueden ser activados y diferenciarse a células plasmáticas secretoras de anticuerpos de alta afinidad. Para ello, es necesario que el BCR (receptor de linfocitos B) se una con un antígeno y que entre en contacto directo con un linfocito T CD4 activados por las iDC en la corteza profunda. Una vez que los linfocitos B entran al ganglio linfático vía las HEV, migran a través de la malla tridimensional de FRC y sus fibras reticulares, pero su destino final en los nódulos linfoides esta determinados por la FDC de la corteza. La expresión CD29, una integrina Beta-1, le permite a las FDC unirse a componentes de la matriz extracelular, para formar una red compleja tridimensional que define las áreas de linfocitos B, a los que reclutan y enrollan. Las FDC aportan señales coestimuladoras para incrementar la proliferación y activación de los linfocitos B. Los linfocitos B expresan receptores que pueden reconocer antígenos dentro del folículo linfoide. Si el BCR de células FDC se une a un antígeno, los linfocitos B se activan de modo parcial y endocitan y procesan al antígeno, de hecho los linfocitos B pueden expresar en su membrana complejos formados por MHC y péptidos procesados y presentarlos a los linfocitos Th CD4. Para ello, la célula cambia sus patrones de migración y se mueve a la frontera del folículo primario (cercana a la zona rica de linfocitos T de la corteza profunda). Donde incrementa la oportunidad de encontrarse con un linfocito Th CD4 activado, el cual reconocerá los complejos MHC-antígeno presentados por el linfocito B. El contacto intercelular T-B dura varias horas; el linfocito B se activa por completo y recibe señales para su proliferación.