El Nuevo Comportamiento de las
Administraciones Públicas en
Tiempos de Pandemia Covid - 19
El mundo ha tenido que realizar un
cambio drástico de su statu quo debido a
una pandemia que nace en diciembre
2019 en la ciudad china Wuhan, conocida
como Covid -19 causada por el virus
Sars-CoV-2.
A raíz de esta enfermedad mundial, la
gran mayoría de países del globo
terráqueo han tenido que poner en
cuarentena a su población para evitar la
propagación del virus y, por ende, la
muerte de billones de personas.
Los países europeos y de América han
declarado el Estado de Emergencia
Sanitaria -o Estado de Alarma- para hacer
frente ante una lucha contra un mal
silencioso que aqueja a la población
mundial. Una población que espera una
vacuna que al parecer va a tardar aun un
buen tiempo en aparecer.
Las administraciones públicas como
organizaciones han tenido que
reinventarse de una u otra manera, con un
nuevo modelo de organización, en base al
uso de la tecnología para poder seguir
produciendo y sirviendo a la población,
que le suplica ayuda sanitaria y
lógicamente económica, toda vez que
debido a pandemia y a la cuarentena
muchas personas han tenido que
paralizar sus fuentes generadoras de
ingresos y otras, simplemente han
fracasado en sus negocios por la falta de
producción y la paralización absoluta de
sus labores por varios meses.
América Latina, que siempre ha sido tan
compleja en sus contextos históricos,
políticos, sociales, culturales y
económicos, afronta una crisis sanitaria
mundial con disputas electorales,
denuncias de corrupción, migración
informal, crisis política, entre otros
factores, que lo único que hacen es
afectar aún más a la población, debido a
la inestabilidad de los países ante una
situación alarmante para el mundo entero,
pero que algunos presidentes no se lo han
tomado con la seriedad que este
escenario amerita, y ahora vemos los
resultados de miles de personas
fallecidas, otras en el paro, y los índices de
pobreza y extrema pobreza se van
elevando a magnitudes preocupantes, en
un circuito económico que se visiona a
terminar este 2020 en la perdida, a pesar
de las modificaciones que se hayan
podido realizar en la política económica a
nivel macro de una nación.
Pues bien, en base a esta breve
descripción situacional, tenemos que
explicar el nuevo contexto que afrontarán
las administraciones públicas en vista del
comportamiento organizacional post
Covid - 19.
La administración pública como sabemos
es un ente gubernamental que administra
y gestiona los recursos de los ciudadanos
de un país, dentro de esta institución
encontramos a la gestión y organización
pública; la primera de ellas, comprende la
parte operativa de la administración
pública, que pone en funcionamiento los
sistemas administrativos y los
instrumentos de gestión para una
adecuada realización de los diversos
procesos administrativos que hay dentro
de los entes estatales; la segunda, la
organización pública comprende la parte
orgánica estructural de las cadenas de
mando y/o jerarquías, que sirven para
organizar nuestra propia institución y para
poder realizar un trabajo en equipo, bajo
el principio de la coordinación y
articulación que tienen las nuevas
administraciones públicas en su enfoque
gerencial.
Aquella conceptualización nos tiene que
hacer reflexionar que por la pandemia las
administraciones públicas han tenido que
evolucionar forzosamente a la tecnología,
a pesar que en la mayoría de casos varias
de las entidades públicas no se
encontraban preparadas para estos
cambios repentinos y muy rápidos.
Pero, nada nos tiene que sorprender en
pleno siglo XXI, en una sociedad del
conocimiento que evoluciona
constantemente a un mundo flexible y
dinámico, que nos está llevando a una
cuarta revolución industrial para los países
de América Latina; ya que, a nuestra
consideración, al menos los países de esta
parte de la tierra aún estamos en la etapa
de la tercera revolución industrial; sin
embargo, algunos países europeos,
asiáticos se han ido adelantando a los
acontecimientos y se encuentran en la
esfera de la era de la digitalización
conocida como la cuarta revolución
industrial.
Una cuarta revolución industrial que se
caracteriza por la inteligencia artificial,
robótica, criptomonedas, internet de las
cosas, la nube, entre otras características
que se vienen aplicando en las
organizaciones públicas modernas con
enfoque corporativista, y nuestras
administraciones públicas no están lejos
de este nuevo contexto mundial; toda vez
que, si recordamos, la nueva
administración pública se ha inspirado en
evolucionar con las diversas Teorías de las
Organizaciones, en donde se encuentran
la Teoría de la Burocracia de Max Weber,
Teoría Normativa de la Organización de
Frederick Taylor, Teoría de la
Administración Positiva de Henri Fayol,
entre otros.
Esta evolución de las administraciones
públicas ha cambiado su comportamiento
organizacional con enfoques centrados
en el planteamiento estratégico,
metodologías ágiles, transformación
digital, gestión de la innovación,
competencias digitales, liderazgo
ejecutivo, gestión del cambio, por citar
algunas herramientas y/o instrumentos de
la que hablamos, y como bien dice la
definición se orienta a la respuesta que se
da a las peticiones que se presentan
canalizadas por las instituciones
democráticas a las que acuden diferentes
actores y sectores sociales.
Cuando hablamos de la respuesta
tenemos que entender que los países, en
especial los mencionados anteriormente,
tuvieron, tienen y tendrán que responder
a la problemática no solo del sistema
sanitario sino también de la salud del
sistema económico.
Es importante resaltar esto ya que la
pandemia derivada del Covid-19 ha traído
nuevos actores, o ha despertado actores
que no estaban activos en la agenda
Sting, es decir, no eran un factor
influenciador en la preparación tanto de la
agenda política como de los reclamos
sociales.
para analizar esta misma debemos salir
de la intención y pasar al lugar de la
acción, ya que lamentablemente en la
arena política, la intención no es una
opción.
A la hora de analizar la influencia de
estos actores en la gobernabilidad
debemos entender que como se dijo
anteriormente, los resultados no son
instantáneos, sino que son procesos, y
son procesos que irán generando
nuevas problemáticas, pero como el fin
de este artículo es la gobernabilidad en
tiempos de Covid-19, nombraremos
sintéticamente algunos de estos.

Esto trae un nuevo desafío a los

gobiernos, y es aquí donde se encuentra
otra de las problemáticas de la
gobernabilidad en esta etapa tan nueva y
llena de incertidumbre. Porque como
decía Mark Twain “la historia no se repite,
pero rima”, y como rima, se puede traer a
colación las veces que en la historia
aparecieron nuevos actores, donde no
solo trajeron nuevos sistemas de gobierno
derrocando los anteriores, sin importar su
nivel de consolidación, sino que también
generaron revueltas sociales que
marcaron un antes y un después en la
humanidad.

Las revoluciones, cualquiera de las que

hablemos, siempre han sido reflejo de un
estrato o una clase social no escuchada, o
quizás si escuchada pero obviada en la
acción.

Es importante marcar esto, porque

cuando el BID define a la gobernabilidad
habla de la capacidad de dar respuesta, y
Podemos entender que en promedio en
América la caída del PBI ronda el 9%, con
picos como Argentina cerca del 20% y
algunos más reducidos del promedio,
pero esto nos muestra que el sector de
la producción, tanto industrial,
manufacturera, exportadora,
importadora y el turismo entre otros,
son sectores de la economía que se
frenaron, y tuvieron el impacto de lleno
de esta maldición.
Por ejemplo, en el planeamiento
estratégico, también llamado
planteamiento estratégico, es el plan
estratégico que define directrices en una
organización que apunta cumplir metas
y objetivos en el tiempo que cada
organización se programe, centrándose
en sus posibilidades reales para lograr
los fines que se desean obtener con los
recursos que se cuentan para identificar
los riesgos y las oportunidades que se
presentan en las organizaciones
modernas.
Esta definición y en sí, el planeamiento
estratégico nos hace pensar en las cinco
fuerzas de Michael Porter que lo
aplicamos en el ámbito público, para
tener una estrategia competitiva en los
mercados, en donde las
administraciones públicas tienen que
buscar la satisfacción de sus usuarios,
clientes, administrados, quienes son su
esencia y principal motor, tienen que
tener variables que les puedan servir
como mejoras continuas o innovación de
productos y servicios dentro de las
amenazas, fuerzas y competencias; en el
Perú, la política nacional de
modernización de la gestión pública
señala que los servicios de la
administración pública
–independientemente del nivel de
gobierno- tiene que estar orientado al
ciudadano como pilar fundamental.
Dicha orientación es beneficiosa más aun
pensando en la estrategia que deben de
tener las administraciones públicas;
estrategias organizacionales que
comprendan un nuevo modelo de
servicio, los recursos que ponen al
servicio del ciudadano y las operaciones y
procesos que se vengan a desarrollar en
el marco de la internacionalización de los
mercados.
También, las metodologías ágiles que
pueda tener el capital humano de las
organizaciones públicas es importante
para la interacción sobre procesos y
herramientas para la toma de decisiones,
buscando siempre el compromiso de la
dirección para comprometer al propio
conjunto de personas que trabajan en la
institución.
Mostrando claramente una agilidad
organizacional que les permita desarrollar
organizaciones que se visionan mucho
más allá de las nuevas tecnologías,
utilizando herramientas modernas como
Design Thinking, Modelo Lean, Six Sigma,
Kanban, Service Design, Design Sprint,
Scrum, etcétera.
Aquello, hace que las organizaciones
puedan evolucionar de un modelo
tradicional a un modelo agile, en base a la
interacción constante que pueda tener
con los planteamientos, requerimientos
priorizados y la puesta de marcha para su
correcto funcionamiento organizacional.
El funcionamiento organizacional que
tiene que estar a la par con la
transformación digital, entiéndase por
esta a la reinvención de una organización,
a través del uso de la tecnología digital
para generar eficiencia y eficacia, para la
reorientación de toda organización hacia
un nuevo modelo eficaz de la relación
digital, dando un paso hacia la flexibilidad,
adaptación, anticipo e innovación.
Cabe recordar, que, al inicio de este año,
el gobierno peruano promulgo y público la
creación del Sistema Nacional de
Transformación Digital como un sistema
funcional con la finalidad de solucionar
problemas públicos a través de las
políticas públicas sobre la materia. No
cabe duda, que esta transformación
digital la íbamos a necesitar y vamos que
la estamos necesitando en estos tiempos
de pandemia para las diversas
manifestaciones de producción.
Por ello, la transformación digital tiene
cuatro pilares fundamentales para el
desarrollo de las organizaciones que son
el descubrimiento de nuevos negocios, las
personas, los procesos y lógicamente la
tecnología, todo ello nos brinda una
resultante: la adquisición de experiencia.
Por consiguiente, la transformación digital
va entablar en las organizaciones un
nuevo enfoque de modelo organizacional,
donde las administraciones públicas se
vienen adaptando para generar la
innovación de sus productos y servicios.
La innovación que viene hacer la creación
o modificación de un producto y su
introducción en un mercado (DRAE,
2020). La innovación es la novedad que
está por descubrirse previo determinados
pasos originales de la creatividad, que
tiene como finalidad los patrones de
cambio de la cultura de las
organizaciones.
El proceso de innovación comprende la
exploración, divergencia, convergencia y
venta; una exploración, para identificar
nuevas vías, reformular retos y optimizar
ejes estratégicos en las necesidades
tácticas; la divergencia, que es la
generación de nuevas ideas;
convergencia, pulir las ideas concretas, y,
la venta, que es el enfocar la innovación
para la reinvención organizacional.
Asimismo, tener presente, que cuando
manifestamos las innovaciones estas
tienen sus clases por su producto, por su
operatividad, su organización y su
mercadotecnia; nos centraremos en la
innovación organizativa, que es la
introducción de un nuevo método
organizativo en las practicas. Las
administraciones públicas en su nuevo
comportamiento organizacional han
establecido que la estrategia para la
innovación de sus servicios enfocado en
una innovación organizativa permitirá
mayores resultados positivos al alcance y
conocimiento del ciudadano, que busca
satisfacer sus necesidades con el apoyo
del sector público.
Además, hay que sumar que las
administraciones públicas a raíz de la
pandemia han tenido que evolucionar en
competencias digitales de su propio
capital humano para un mejor rendimiento
y productividad de su gente, con el
liderazgo ejecutivo de una persona que
garantice fiabilidad, credibilidad,
confianza y transparencia en el rumbo
organizacional, desarrollando el fomento
de compromisos de los colaboradores
buscando resultados y capacitación para
crecer.
Estos cambios de paradigmas que tienen
que afrontar las administraciones públicas
y los gobiernos, a través, de las secuelas
de la pandemia debe permitir una gestión
del cambio con estrategias a mejorar la
cultura organizacional de las instituciones,
una cultura organizacional que poco a
poco se tendrá que ir consolidando en
una cultura fuerte, con la propia actitud y
voluntad de las personas que componen
la organización; ya que, al comienzo habrá
mucha negación, luego vendrá la
resistencia, después la exploración y
finalmente la aceptación a cambiar
patrones del viejo paradigma que solo
genera retraso y poco eficiencia y
eficacia.
Estas razones son fundamentales para
establecer estrategias en la gestión del
cambio, para después ya hablar de una
administración 4.0, con una
organización con mayor grado de
horizontalidad, flexibilidad,
globalización, autonomía, basada en el
conocimiento, pensamiento crítico y
creativo y sobre todo con una buena
gestión de las emociones.

A manera de conclusión, el
comportamiento de los gobiernos hacia
la administración púbica que dirigen,
está más que seguro que el mundo y
América Latina tendrán que cambiar su
cultura y comportamiento
organizacional, obvio no alejado de la
nueva realidad sino más bien cerca de
las nuevas tendencias que nos ha
traído el Covid - 19. Los gobiernos con
su componente político y técnico
tienen que instaurar el desarrollo de las
nuevas tecnologías en sus
organizaciones, garantizado la
conectividad, automatización, un
sistema integrado de seguridad digital,
etcétera.

Los gobiernos tienen que adaptarse a

las nuevas circunstancias y dar
respuestas ágiles a la demanda
ciudadana y reinventarse con
respuestas estratégicas a la oposición
y al ciudadano que estará en contra de
sus decisiones dentro de una
democracia y dentro de un mundo que
es muy volátil, incierto, complejo y
ambiguo.

Autor: Italo Felix Dill’Erva