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El factor humano
en las organizaciones
8.1 introducción
Las organizaciones son básicamente personas o grupos de personas con un objetivo en común.
Las organizaciones necesitan de recursos materiales, de una estructura y de la realización de una
serie de procesos para lograr sus objetivos. Sin embargo, el recurso más importante, y a la vez más
difícil de administrar, es el humano: ¿Por qué?
Porque es el factor humano el que vive y da forma a la estructura de la organización y es el que
realiza los procesos necesarios para hacer que la organización alcance sus objetivos.
El factor humano es cada uno de los miembros de la organización, interactuando desde su posición
en la estructura con otros miembros.
Factor Humano
Para que este factor humano realice las acciones que se esperan de él es necesario que
los niveles gerenciales consideren al factor de trabajo un aliado más que un enemigo o un
problema de costos, una fuerza capaz de movilizar a toda la organización.
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Reincke, Mercedes. “El negocio de la fantasía”, Revista Gestión, noviembre-diciembre 1997.
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El nivel gerencial y superior debe ser responsable de aprovechar todas las virtudes de sus em-
pleados.
Administrar los recursos humanos no es tarea fácil y debe tener en cuenta, entre otros, los si-
guientes temas:
• El comportamiento individual y grupal
• La comunicación como un proceso fundamental
• El conflicto, que resulta inevitable
• El liderazgo
• La motivación
• La autoridad
• La habilidad
• La capacitación continuada
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Las personas tienen valores, objetivos, gustos individuales; el grupo, también. La interacción de los
miembros hace que se generen valores y objetivos grupales.
La aceptación de esos valores y objetivos implica que el individuo pertenece al grupo.
El sentido de pertenencia es muy importante para todo ser humano, ya que somos seres sociales
por naturaleza, necesitamos ser aceptados, queridos, por los otros.
Los grupos
Los grupos, cuando están animados de valores positivos como la solidaridad, el
compañerismo, la superación, etcétera., ayudan a sus miembros a desarrollar capacidades o
a superar dificultades.
Las organizaciones que favorecen los grupos con valores positivos tienen posibilidad de obtener
mayor potencial de sus empleados.
Dentro del grupo cada uno de los individuos desarrolla roles diferenciados. Se han tipificado algu-
nos comportamientos comunes en los grupos. No necesariamente todos los tipos de roles están
presentes en todos los grupos y muchos de ellos pueden verse reflejados en más de un integrante
del grupo.
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Vamos a enumerar los tipos de roles más comunes:
• El líder: organiza, hace las propuestas y moviliza a los otros.
• El seguidor: se deja llevar por las decisiones de los otros.
• El negativo: siempre ve el lado oscuro de la tarea o proyecto. Su actitud entorpece al grupo.
• El optimista: todo lo ve bien. Se entusiasma con cada propuesta, sin un análisis profundo.
• El reflexivo: piensa y pide explicaciones ante las propuestas del líder. Señala alternativas y
dificultades.
Reconocida, entonces, la existencia y necesidad de los grupos dentro de las organizaciones, pode-
mos decir que lo más aconsejable es favorecer la formación de grupos de trabajo en la organización
para todas aquellas tareas en que puedan ser de aplicación.
Los grupos de trabajo tienen características propias, diferentes a las de los grupos sociales. Entre
ellas podemos destacar:
• Número de miembros limitado
• Tiempo limitado de duración
• Adhesión voluntaria
• Negociación entre sus miembros
• División del trabajo
Asimismo, requieren:
• Predeterminar con claridad el objetivo a alcanzar
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