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Paola Espinosa Flores 9 - 11 - 2020

Audición

El sentido de la audición se basa en células especiales del oído que responden a


cambios rápidos en la presión (vibraciones) del aire circundante: por lo tanto, el oído
se parece a los otros sentidos que reaccionan ante fuerzas mecánicas.

Las partículas de aire alrededor del órgano en movimiento se agitan. Empujan a las
moléculas que están cerca de ellas; conforme cada partícula vibra en su posición
original, hacen que otras partículas cercanas vibren en sus sitios. Como las
alteraciones sucesivas en la presión alteran el aire, la perturbación viaja como una
ola; al final, la orilla que va a la vanguardia llega al oído y estimula a los receptores
en ese lugar. Las ondas sonoras son invisibles, pero puede ayudar la observación
de ondulaciones que se expanden en un estanque después de que se ha aventado
una piedra.

Anatomía del oído

Las estructuras del oído tienen varias funciones; algunas conducen ondas sonoras
y otras las amplifican. Algunas convierten las ondas sonoras en impulsos nerviosos
que serán transmitidos al cerebro.

El oído externo recopila las ondas sonoras y las envía hacia una membrana tensa
llamada tímpano; las ondas sonoras hacen que el tímpano vibre. Estas vibraciones
Paola Espinosa Flores 9 - 11 - 2020

se transmiten a través de una cavidad llena de aire, conocida como oído medio,
hacia otra membrana denominada ventana oval. La ventana oval separa el oído
medio del oído interno. Tres huesos, llamados huesecillos del oído funcionan como
puente mecánico, transmitiendo las vibraciones del tímpano a la ventana oval; estos
huesecillos son conocidos por sus nombres comunes como: martillo (malleus),
yunque (incus) y estribo (stapes).

Los movimientos de la ventana oval producen ondas en un líquido dentro de un tubo


encaracolado, dentro del oído interno, la cóclea. La mayor parte de la cóclea está
dividida en secciones superiores e inferiores por medio de estructuras que incluyen
la membrana basilar. Los receptores auditivos reales son las células pilosas dentro
de la cóclea; cada una, compuesta de un pelo conectado a una célula, puede
mandar una señal por el nervio auditivo hasta el cerebro. Cuando los movimientos
de la ventana oval alteran la presión en el fluido coclear, la membrana basilar se
deforma y se doblan las células pilosas. Lo que se escucha depende, en gran
medida, de cuáles pelos se doblan.

El cerebro auditivo
La última neurona de la vía auditiva une el tálamo a la corteza auditiva primaria,
donde el mensaje auditivo, que ya ha sido ampliamente decodificado por las
neuronas subyacentes, reconocido y memorizado puede ser integrado en una
respuesta voluntaria.

Un último paso, antes de la corteza auditiva, se


lleva a cabo en el tálamo (en el cuerpo geniculado
medial). Es aquí donde se lleva a cabo un
importante trabajo de integración : la preparación
de una respuesta motora (por ejemplo, de tipo
vocal).

Al inicio de este nivel, la tercera neurona permite


que el mensaje ascienda al nivel del mesencéfalo
(colículo inferior). Estos dos niveles desempeñan
un papel esencial para la localización del sonido.
Paola Espinosa Flores 9 - 11 - 2020

Otro nivel principal del tronco cerebral es el complejo olivar superior. La mayoría de
las fibras auditivas hacen sinapsis en este complejo despùés de cruzar la línea
media.

El primer relevo de la vía auditiva primaria está constituido por los núcleos cocleares
(tronco cerebral) que reciben los axones de las neuronas ganglionares de tipo I del
ganglio espiral (nervio auditivo). A este nivel se realiza una importante labor de
descodificación básica del mensaje auditivo: duración, intensidad, frecuencia.

Después de que el primer nivel (núcleos cocleares), que es común a todas las vías
auditivas, una serie de fibras pequeñas se unen a la vía reticular ascendente, que es
común a todas las modalidades sensoriales.

Después de varios pasos dentro de la formación reticular, y después en la parte


inespecífica del tálamo, esta vía conduce a la corteza multisensorial. El papel de
esta vía, que reagrupa diferentes mensajes sensoriales enviados simultáneamente
al cerebro, es la de permitir una selección del tipo de información que debe ser
procesada con prioridad. Esta vía está vinculada a los centros de la vigilia
(despertar), así como a los centros de la vida vegetativa.

Por ejemplo, durante la lectura de un libro, durante la audición de un disco, este


sistema permite centrar la atención en la tarea más cautivante y / o la más
importante.

Después de la formación reticular, la vía no primaria conduce al tálamo inespecífico,


y después a la corteza multisensorial. También se establecen otras conexiones (que
no se muestran es el esquema) con el hipotálamo y los centros vegetativos.

En la formación reticular del tronco cerebral y del mesencéfalo se realizan múltiples


relevos. Es en este centro en el que la información auditiva se integra con todas las
demás modalidades sensoriales, a fin de participar en la selección específica de la
modalidad "prioritaria" que corresponde a cada instante. Es decir, que las vías del
sistema reticular participan, con los sistemas de despertar y de las motivaciones, en
la selección de la información que debe ser tratada prioritariamente por el cerebro.

El primer relevo, común a la cía primaria, está formado por los núcleos cocleares
(tronco cerebral). Desde estos núcleos, un grupo de fibras finas se unen a la vía
reticular ascendente.
Paola Espinosa Flores 9 - 11 - 2020
Paola Espinosa Flores 9 - 11 - 2020

Referencias

● Davidoff, L. (1989). Introducción a la Psicología (3.a ed., Vol. 0). McGraw- Hill.

● Pujol, R., & Gil-Loyzaga, P. (2020, 15 febrero). Cerebro Auditivo. Cochlea.

http://www.cochlea.eu/es/cerebro-auditivo

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