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TITULO II.

DE LOS DERECHOS, LAS GARANTÍAS Y LOS DEBERES


CAPITULO 1.
 
DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES
Artículo 11. El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.

Explicación

 La vida es el derecho humano básico, el más importante para los seres humanos y
el de mayor magnitud dentro de los personalismos, por ende Colombia en su
Constitución Política le consagra como uno de los derechos fundamentales para
sus ciudadanos,  considerado como uno de los derechos inherentes  a la persona
humana,  llamados con el nombre de derechos individuales, sin dejar de ser un
derecho social necesario en términos de dignidad humana.

Este derecho inviolable en Colombia, viene siendo un derecho de primera


generación, tipo civil, por medio del cual además de otros, como el derecho a la
libertad y el derecho a la propiedad tratan de garantizar en la persona, la libertad
y el respeto, dignificando la personalidad de cada quien, como base para una
sociedad más justa y equitativa, donde prime dignidad humana ante cualquier
hecho o acontecimiento que pueda quebrantarle.

El derecho a la vida es un derecho universal, correspondiente a todo ser


humano, y como se mencionó anteriormente es este el derecho principal inherente
al hombre, ya que sobre el mismo dependen los demás derechos fundamentales, si
bien es cierto, sin la vida ninguno de los derechos individuales y colectivos tendrían
significado alguno.

La persona desde el momento mismo de su nacimiento tiene derecho a la vida, lo


que significa que sobre este nuevo ser, se debe garantizar los cuidados necesarios
para que su vida sea protegida, sin dejar cabida al asesinato o causa intencional
de la muerte.

En contraposición al derecho a la vida, encontramos dos actos, que


resultan polémicos, desde el punto de vida, político, social y religioso: La
pena de muerte y el aborto. Algunas sociedades modernas aún conservan la pena
de muerte como un mecanismo de sanción para quienes cometen delitos; otras
sociedades, penalizan el aborto; otra lo autorizan libremente, como una
manifestación de los derechos de las mujeres; otras, como el caso de Colombia,
lo autorizan en 3 situaciones médicas (es el llamado “aborto terapéutico”). Así
podrá analizarse en las diferentes actividades propuestas.
La pena de muerte ha sido abolida totalmente en algunos países mientras en otros
aún se contempla y aplica.

1. Países Abolicionistas, son aquéllos que abolieron totalmente la pena de muerte de


sus ordenamientos jurídicos. (Ejemplo, Colombia, España, Francia, etc)
2. Países Retencionistas, son aquéllos que conservan y aplican la pena de muerte.
Ejemplo, EEUU, China, Irán)
3. Países Abolicinistas en la Práctica, son aquéllos que conservan la pena de muerte
en el ordenamiento juridico pero no la aplican (Ejemplo, Rusia)
4. Países Abolicionistas para Crímenes Ordinarios, son aquéllos que contemplan la
pena de muerte para crímenes cometidos bajo leyes militares o cometidos en
circunstancias especiales. (Ejemplo, Chil, Brasil, México).

Artículo 12: derecho a la intimidad


Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su
domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda
persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
A menudo, el derecho a la privacidad se presenta como un pasaporte que
refuerza otros derechos, en la red y fuera de la red, incluyendo los derechos a
la igualdad y a la no discriminación, y a la libertad de expresión y reunión.
Sin embargo, la privacidad también es un valor en sí mismo, esencial para el
desarrollo de la personalidad y la protección de la dignidad humana, que es
uno de los temas centrales de la Declaración. Nos permite protegernos de las
interferencias injustificadas en nuestras vidas y determinar cómo queremos
interactuar con el mundo. La privacidad nos ayuda a establecer fronteras para
limitar quién tiene acceso a nuestros cuerpos, lugares y objetos, así como a
nuestras comunicaciones y a nuestra información.
La privacidad no es un derecho absoluto, y puede ser limitada en algunos
casos, como cuando las autoridades penitenciarias buscan en las celdas por
contrabando. Sin embargo, las intrusiones en la privacidad deben ser
proporcionales al beneficio que esto aporta a la sociedad. El Tribunal Europeo de
Derechos Humanos, por ejemplo, dictaminó en 2000 que no era "necesario en una
sociedad democrática" que el servicio secreto acumulara un expediente contra un
ciudadano rumano, incluidos detalles (algunos falsos) de hace 60 años.
La privacidad, especialmente la privacidad digital, puede parecer un concepto
abstracto. A medida que han ido aumentando las preocupaciones sobre el
terrorismo en los últimos años, los gobiernos han tratado de inmiscuirse cada vez
más en la privacidad de los ciudadanos, apelando a la seguridad nacional. "Si no
tiene nada que ocultar", argumentan, "¿qué le preocupa?".
Quizás el valor de la privacidad se pueda entender más fácilmente en el mundo
de lo físico. Supongamos que alguien irrumpió en su casa y no se llevó nada,
sino que husmeó en sus armarios y leyó sus cartas privadas. Tal intrusión, a la
mayoría de nosotros, como mínimo, nos haría sentir incómodos. No obstante, algo
muy similar está sucediendo hoy en las ciudades repletas de cámaras de
televisión de circuito cerrado, con empresas que venden información sobre su
historial de búsquedas en Internet y con la vigilancia del gobierno sobre las
personas.

Este artículo consagra el derecho a la integridad personal al prohibir la


desaparición forzada que es un crimen de lesa humanidad que, según
Manuel Barrero y Libardo Sarmiento en la Constitución Política de
Colombia comentada por la Comisión Colombiana de Juristas Título II
página 28, no puede ser considerado como delito político, ni ser objeto
de los beneficios de amnistía o indulto así como no puede alegarse la
obediencia debida como eximente de responsabilidad, ni puede ser de
conocimiento de los tribunales militares.

Adicionalmente se prohibe la tortura que puede ser física o moral. Quien


practica la tortura pretende disminuir las capacidades de otra persona
para actuar de acuerdo con su propia voluntad. También prohibe este
artículo los tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes. Con esto
se busca defender la integridad del ser humano y ni aún en prisión se
puede brindar este tipo de trato a las personas detenidas.

El artículo 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos consagra


este derecho así como la Declaración Americana de derechos en su
artículo 1.

El derecho a la privacidad se presenta como muchas veces como una condición


necesaria para el refuerzo otros derechos, como los derechos a la igualdad y a la
no discriminación, y a la libertad de expresión y reunión. No obstante, la privacidad
también es un valor en sí mismo, esencial para el desarrollo de la personalidad y
la protección de la dignidad humana, uno de los temas centrales de la Declaración
Universal. Nos permite protegernos de las interferencias injustificadas en nuestras
vidas y determinar cómo queremos interactuar con el mundo. La privacidad nos
ayuda a limitar quién tiene acceso a nuestros cuerpos, lugares y objetos, así como
a nuestras comunicaciones y a nuestra información

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