De igual forma, Clements y Peters, en 1962, se refieren a este
trastorno como caracterizado por una disfunción cerebral
mínima. -Existe a partir de esta fecha un auge de una serie de obras científicas y manuales que vienen a aunar de forma global el avance y estudio del TDAH, como son: oDSM-II (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), en 1968, en el que se da al TDAH un carácter de reacción hipercinética de la infancia. oCIE-9 (Clasificación Internacional de las Enfermedades), en 1978, nos habla de un síndrome hipercinético. oEn 1987, el DSM-III, en 1987 nos habla de un déficit de atención con hiperactividad. oCIE-10, en 1992, nos habla de trastornos hipercinéticos. oEn 1994, el DSM IV, introduce tres subtipos: a)Combinado y con trastornos de conducta, b)Combinado sin trastorno de conducta y c)Desatención sin síntomas de hiperactividad. En lo que se refiere a su prevalencia, suelen padecer este trastorno entre el 3-5% de la población infantil, prevaleciendo el número de niños sobre el de niñas, en proporción de 4 niños frente a 1 niña.
para aunar criterios y denominaciones, la OMS (Organización
Mundial de la Salud) promovió una Clasificación Internacional de las Enfermedades, (CIE) que viniera a promover un espacio común que aunara y unificara las distintas nomenclaturas existentes.
Sin embargo, y en contraposición a esta organización, la Asociación
Psiquiátrica Americana elaboró años más tarde un Manual de Diagnóstico Estadístico (DSM) cuya edición vigente hoy en día data del 18 de Mayo de 2013 y recibe el nombre de DSM-V.
El DSM-V, se centra en dos síntomas fundamentales como son
la Inatención y la Hiperactividad, definiendo tres tipos de TDAH: el tipo combinado, el predominantemente inatento y el predominantemente hiperactivo-impulsivo. l primero de estos tipos, el combinado, es el más frecuente en los niños, aproximadamente un 80% de los casos, siendo igualmente el más frecuente entre las niñas, en este caso, estando presente en un 60% de los casos.
Al ser las niñas menos hiperactivas y en consecuencia crear menos
problemas de conducta, tanto en casa como en ambientes escolares, no se les evalúa, no se identifica el problema, con la misma facilidad que a los niños.
Si nos referimos a la primera clasificación, la CIE-10, divide este
trastorno caracterizado por un comportamiento hiperactivo en dos tipos: Como trastorno de la actividad y de la atención, en el cual no son presentados problemas de conducta y como trastorno hipercinético disocial, en el cual aparecen problemas de conducta.
Este trastorno hipercinético abarca tres síntomas claros: inatención,
hiperactividad e impulsividad.
En conclusión, y como aspectos generales, el CIE-10 apunta que:
-El inicio de este trastorno suele ser anterior a los 7 años.
-El Déficit de Atención ocasiona una alteración en el rendimiento social o laboral, no cumpliendo al tiempo los criterios que podrían incluirse dentro del trastorno generalizado del desarrollo, como pudiera ser el episodio maniaco-depresivo o el trastorno de ansiedad. Se han efectuado estudios de neuroimágen y trabajos de investigación para llegar a conocer, y entender, qué pasa en el cerebro de los niños con TDAH, constatando que hay una disminución del tamaño cerebral, más evidente en la zona prefrontal, pero sin existir malformaciones severas. Se complementan estos estudios con análisis del flujo sanguíneo y del consumo de oxígeno en determinadas zonas al objeto de analizar la actividad cerebral, observándose una actividad menor en zonas cerebrales relacionadas con la falta de atención y exceso de movimiento debido en parte a un funcionamiento anómalo de algunos neurotransmisores, como por ejemplo de las catecolaminas. Podemos considerar la atención como un conjunto de procesos que acontecen en localizadas áreas del cerebro y que podemos clasificar como:
a)Capacidad y habilidad para localizar la atención en un
determinado elemento del entorno. b)Capacidad para mantener la atención localizada en una tarea determinada. c)Capacidad para alternar el foco de la atención debida. Respecto a la primera de ellas, podríamos realizar un experimento con un niño para comprobar la capacidad o habilidad para darse cuenta de detalles importantes y su eficacia de atención, proponiéndole ejercicios sencillos de buscar diferencias entre dos dibujos dados. Naturalmente, aquel niño con buena eficacia intencional, no tendrá obstáculos para localizar con prontitud estas diferencias.
En la segunda referencia, que podremos definir como capacidad
para mantener la atención sostenida, durante un periodo de tiempo prolongado, podríamos lograrla e identificarla proponiendo al niño algún juego de construcciones o un rompecabezas.
En el caso de la atención dividida, que consideramos en tercer
lugar, consiste en comprobar si el niño es capaz de atender a varias cosas a la vez, por ejemplo, ver la televisión y prestar atención al tiempo de lo que ocurre a su alrededor o de conversaciones en su entorno próximo.
Los niños que presentan hiperactividad no presentarán dificultades
frente a la capacidad y la habilidad para focalizar la atención en determinados elementos del entorno ni para alternar el foco de la atención o atención dividida, sin embargo, estos niños hiperactivos mostrarán dificultades para mantener la atención.
Es por ello que a estos niños con Trastorno de Déficit de Atención
sostenida e Hiperactividad, el DSM-V las denomina de tipo combinado y la CIE-10 los califica como niños con trastorno por déficit de atención con hiperkinesia.
Pudiera darse el caso de que estos niños, en ocasiones, no
presenten dificultades para mantener la atención, pero en cambio sí se les escaparán los detalles importantes y sean incapaces de focalizar y por tanto se muestren lentos en sus actuaciones. El DSM-V considera este supuesto como Tipo Inatento.
Finalmente, el DSM-V, en el caso de que el niño presente
problemas de Atención Sostenida e Hiperkinesia, los considerará como tipo combinado.