Está en la página 1de 2

Seminario Mayor Arquidiocesano Nuestra Señora del Rosario

Julio César Ramírez Osorio


I de Teología
Creación y pecado
_________________________________________________________________
Teología, Cristología y Antropología
El hombre siempre se ha preguntado acerca de si mismo, el hombre es un enigma para el hombre, es
un ser capaz de mirar y discernir todas las circunstancias de su entorno. La fe también ha tenido algo
que decir sobre el ser humano, pero lo hace a la luz de la Revelación, desde Jesucristo hombre
resucitado. La constitución Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II, en el numeral número 22
afirma que el misterio del hombre no se aclara de verdad sino en el misterio del Verbo encarnado.
Jesucristo es perfecto hombre, porque ha asumido íntegramente lo que somos nosotros, pero también
es el primogénito de muchos hermanos y es el arquetipo de hombre al cual nosotros aspiramos llegar
a asemejarnos; la cristología es pues el inicio y el fin de la antropología (K. Rahner). Jesucristo,
llevando a su culmen la revelación hecha en todo misterio de la salvación, manifiesta el misterio de
Dios, cuya vida trinitaria es, en el mismo y para nosotros, fuente de una comunicación llena de amor;
el conocimiento de Jesucristo y del amor con el que nos ha amado, lleva al ser humano al
conocimiento de la Trinidad, si deseo conocer a Dios, debo conocer al Hijo para que él me muestre la
gloria del Padre. La fe en la Trinidad a partir de la experiencia humana en dirección de él y al mismo
tiempo con la capacidad de esa fe para iluminar la experiencia humana se abre una visión nueva y
más profunda de la vida de Dios uno y trino, de allí que se hable en la actualidad del axioma
fundamental de la Teología de la cual afirma Rahner: La Trinidad Económica es La Trinidad
Inmanente y viceversa. El misterio de Dios trino, transcendente a este mundo, se puede conocer
solamente a través de la trinidad económica, es decir a través de la revelación de Jesús que nos ha
dado a conocer al Padre. Sin embargo, no se puede decir que la Trinidad se ha constituido por la
encarnación, muerte y resurrección de Jesús, sino que ha existido desde siempre en una unión intima
de amor y este Dios amor ha querido manifestarse en su Hijo y por medio de su Hijo otorgarnos el
Espíritu Santo, Señor y dador de vida. El hombre es el que decide desde su libertad, aceptar o
rechazar el misterio revelado en Jesucristo. Jesucristo es la Palabra y Sacramento del Padre. El
hombre solo puede alcanzar su perfección en la búsqueda trascendente y en la amistad con Dios, el
hombre al ser hecho templo de Dios, la Trinidad inhabita en él y esto es lo que hace al hombre mas
humano. El hombre, que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, es invitado a la comunión de
vida con Dios, el cual es el único que puede colmar sus deseos más profundos. Jesucristo en persona
es la imagen del Dios invisible; el ser humano pues, esta destinado a configurarse con Cristo.
Jesucristo hace presente a Dios mismo, nos revela al Padre y su plan de salvación; Él es el único
Salvador capaz de restaurar nuestra imagen deformada por el pecado: así como llevamos la imagen
del hombre terrestre deformada por Adán, llevaremos la imagen del hombre celeste que es Cristo; de
este modo, la razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación a la comunión con Dios
(Gaudium et Spes nº 19). Ser imagen de Dios y, por tanto, criatura espiritual, significa que el
hombre está naturalmente abierto al Absoluto. Esto se traduce en el deseo de la unión con Dios que
es su única perfección. Por eso, la imagen está en tensión hacia la semejanza con Dios, que expresa
la posesión del fin prometido. (La imagen de Dios en el hombre en la teología). En síntesis, la
antropología teológica, me ayuda a observar el hombre, teniendo como base la Revelación que es el
mismo Jesucristo, quien se hizo hombre como nosotros, para compartir toda nuestra humanidad
excepto en el pecado y así levantar al hombre caído por el pecado para que pueda compartir su
Seminario Mayor Arquidiocesano Nuestra Señora del Rosario
Julio César Ramírez Osorio
I de Teología
Creación y pecado
_________________________________________________________________
divinidad, por esto algunos padres de la Iglesia afirmaban que, en el interior de la Santísima Trinidad,
ya hay uno como nosotros.

También podría gustarte