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Actividad 1

2do parcial 25/10/2021

Las empresas deben analizar el entorno de trabajo, con el objetivo de asegurar


que los factores ambientales adecuados estén presentes en el área laboral, ya
que proporcionar las condiciones adecuadas en el trabajo ayuda a mejorar la
productividad en las industrias.

Contar con las condiciones ideales de trabajo, además de mejorar la producción:

Aumenta la seguridad.
Reduce el ausentismo, los retrasos y la rotación de personal.
Eleva el ánimo de los empleados.
Mejora las relaciones públicas.
Para que las empresas cuenten con niveles aceptables en las condiciones de
trabajo, así como las medidas de control recomendadas para las áreas que
presentan problemas, se deben tomar en cuenta los siguientes factores:

Iluminación.
La iluminación contribuye en gran medida al trabajo eficiente y productivo en una
empresa. La distribución y el color de la luz adecuados evitan el deslumbramiento
y la fatiga prematura, reducen el riesgo de accidentes, facilitan las tareas visuales
y mejoran el rendimiento en el trabajo. Los sistemas de control de la luz permiten
controlar áreas individuales, por lo que resultan más flexibles para su uso en
diferentes espacios. Los controles con detección de presencia y luz diurna también
permiten reducir de forma significativa los costes energéticos.

¿Qué necesitan los propietarios de las empresas?

 Un sistema para múltiples salas que ofrezcan flexibilidad de ampliación


 Luz justo donde se necesita
 Máximo ahorro de energía

¿Qué ayuda a los empleados?


 Un control sencillo de la iluminación
 Una luz flexible para los diferentes procedimientos de trabajo

Para un correcto diseño de la iluminación en el espacio de trabajo, el primer paso


es que los clientes sean consultados sobre las actividades que se realizarán en la
oficina.

Además de definir exactamente las actividades, las preguntas deben permitir


determinar: tiempo requerido para realizarlas; porcentaje de tiempo invertido por
cada una de ellas; importancia relativa de la exactitud en la realización de la tarea;
importancia relativa de la velocidad en la realización de la tarea; dificultad visual
de la tarea y edad promedio de los trabajadores.

Ruido.
El ruido en el trabajo puede provocar daños auditivos permanentes e
incapacitantes. Estos pueden producirse de forma gradual, a partir de la
exposición al ruido a lo largo del tiempo, pero los ruidos repentinos y
extremadamente fuertes también pueden provocar daños. El daño es
incapacitante en la medida en que puede impedir que las personas entiendan lo
que se les dice cuando se les habla, que mantengan una conversación o que
utilicen el teléfono.

La pérdida auditiva no es el único problema. Las personas pueden contraer


tinnitus (pitidos, silbidos, zumbidos o murmullos en los oídos), una afección
molesta que puede provocar trastornos del sueño.

El ruido en el trabajo puede interferir en las comunicaciones y hacer que los avisos
sean difíciles de oír. También puede reducir la percepción que tiene una persona
de lo que ocurre a su alrededor. Estos factores pueden provocar riesgos para la
seguridad, que pueden resultar en lesiones o la muerte.
Probablemente el empleador deba adoptar medidas en relación con el ruido si se
da alguno de los siguientes casos:

 si el ruido es intrusivo (como una calle muy transitada, una aspiradora o un


restaurante muy concurrido) o peor que intrusivo durante la mayor parte de
la jornada de trabajo;
 si los trabajadores tienen que levantar la voz para poder tener una
conversación normal cuando les separan unos 2 metros durante, como
mínimo, parte del día
 si los trabajadores utilizan maquinaria o herramientas mecanizados
ruidosos durante más de media hora al día;
 si el sector en el que trabajan se caracteriza por tareas ruidosas, por
ejemplo, la construcción, la demolición o la reparación de carreteras, la
carpintería, el procesamiento de plásticos, la ingeniería, la fabricación de
textiles, la manufactura en general, el forjado o la estampación, la
fabricación de papel y cartón, el enlatado y embotellado, la fundición, y la
manipulación de residuos y el reciclado, y
 si se producen ruidos debido a impactos (como martilleo, forja por
estampación, utilización de herramientas de impacto neumático, etc.), a
fuentes explosivas como las herramientas de carga explosiva o
detonadores, o a armas.
Ejemplos de situaciones en las que el empleador debe tomar en consideración los
problemas de seguridad en relación con el ruido:

 si se utilizan sonidos de advertencia para evitar situaciones peligrosas o


alertar acerca de las mismas;
 si hay prácticas de trabajo que dependen de comunicaciones verbales, y
 si se realizan tareas en torno a maquinaria móvil o a circulación.
Hay muchas maneras de reducir el ruido y la exposición al mismo. Prácticamente
todas las empresas pueden decidir adoptar medidas prácticas y económicamente
eficaces para controlar los ruidos.

En primer lugar, el empleador puede pensar en cómo retirar la fuente de ruido por
completo, por ejemplo, desplazando una máquina ruidosa a un lugar donde los
trabajadores no puedan oírla. Si no es posible, puede estudiar la posibilidad de:

 utilizar equipos más silenciosos o un proceso distinto y menos ruidoso;


 realizar controles técnicos para reducir el ruido de la máquina o proceso en
su origen;
 utilizar pantallas, barreras, carcasas y materiales absorbentes para
amortiguar el ruido que llega a las personas expuestas;
 diseñar y disponer el lugar de trabajo para crear puestos de trabajo
tranquilos, o
 limitar el tiempo que las personas pasan en las zonas ruidosas.
Temperatura
El calor del verano y el uso de aparatos de aire acondicionado hacen que muchos
se pregunten qué temperatura debe haber en el lugar de trabajo.
Durante los meses más calurosos del año no es raro que haya empleados que se
quejen por pasar calor en su puesto de trabajo o por el contrario, por pasar frío a
causa del aire acondicionado. No es una cuestión sin importancia, puesto que
el confort térmico es esencial para el bienestar y la salud de los trabajadores.
De la cuestión se ha ocupado el Instituto Nacional de Seguridad de Higiene en el
Trabajo (INSTH) que elaboró una guía para aplicar el Real Decreto 486/1997 que
establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud que deben cumplir los
lugares de trabajo, entre las que está la temperatura.

Hay que tener en cuenta que las condiciones ambientales de un lugar de trabajo
(temperatura, humedad...) pueden desembocar en situaciones de riesgo para la
salud de las personas trabajadoras. 

Para prevenir esta situación, ¿cuál es la temperatura máxima recomendada en el


trabajo? ¿Y cuál es la máxima que establece la normativa en el caso de trabajos
en interiores?

Pues bien, la normativa española (Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el


que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares
de trabajo) marca un intervalo de temperaturas en las que debe estar el lugar de
trabajo, según la actividad que se realice. En los locales de trabajo
cerrados deberán cumplirse, en particular, las siguientes condiciones:
 Para trabajos sedentarios propios de oficina: la temperatura debe
estar entre 17ºC y 27ºC.
 Para trabajos ligeros: la temperatura debe estar entre 14ºC y 25ºC.
No obstante lo anterior, el INSHT hace unas recomendaciones según la estación
del año, ya que la ropa que lleven los empleados, más ligera o de abrigo, es un
factor a tener en cuenta:

 En verano: aconseja que la temperatura esté entre 23ºC y 26ºC.


 En invierno: la recomendación es que haya entre 20ºC y 24ºC.
Igualmente, también se consideran otros factores como la humedad relativa, que
debe estar comprendida entre el 30% y el 70%, excepto en los locales donde
existan riesgos por electricidad estática en los que el límite inferior será del 50%.
Además, las personas trabajadoras no deberán estar expuestas de forma
frecuente o continuada a corrientes de aire cuya velocidad supere los siguientes
límites:
 Trabajos en ambientes no calurosos: 0,25 m/s.
 Trabajos sedentarios en ambientes calurosos: 0,5 m/s.
 Trabajos no sedentarios en ambientes calurosos: 0,75 m/s.
A pesar de lo anterior, la normativa dice que se deberán tener en cuenta:

 Las características particulares del propio lugar de trabajo.


 Las características de los procesos u operaciones que se desarrollen en el
lugar de trabajo.
 El clima de la zona en la que esté ubicado el lugar de trabajo.
Por otra parte, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro (IDAE) hace una serie
de recomendaciones sobre la temperatura óptima en oficinas, locales comerciales
y de pública concurrencia:

 En verano: la temperatura debe ser de 26ºC o inferior y la humedad relativa


entre el 45% y el 60%.
 En invierno: la temperatura debe ser de 21ºC o superior y la humedad
relativa entre el 45% y el 50%.
El IDAE recuerda que por cada grado que se disminuye la temperatura del aire
acondicionado se incrementa en un 8% el consumo de energía. Para evitar
consumos elevados es importante evitar mantener puertas o ventanas abiertas.
Por otra parte, los expertos aconsejan que la diferencia entre la temperatura
interior y la exterior no sea excesiva para evitar el denominado choque
térmico provocado por los cambios bruscos de temperatura.  
También hay que tener en cuenta la velocidad del aire, pues es un factor que
afecta a la sensación térmica que tienen las personas trabajadoras. La
recomendación del INSHT es que sea menor a 0,1 metros por segundo.

La normativa laboral dice que en los lugares de trabajo al aire libre o que no
queden cerrados, se deberán tomar medidas para que los trabajadores puedan
protegerse, en la medida de lo posible, de las inclemencias del tiempo.
Por una cuestión de prevención de riesgos laborales, las empresas deben
tomar medidas preventivas para evitar que los trabajadores padezcan estrés
térmico por calor, como procurar que el trabajo se haga en interiores o a la
sombra; disponer que las tareas de más esfuerzo físico se hagan en los
momentos de menos calor de la jornada o modificar los horarios de trabajo
durante el verano.
Ventilación
El proceso de ventilación consiste en sustituir el aire viciado por aire limpio en el
interior de un recinto, lo que se conoce como renovación del aire; para renovar el
aire, se emplea un sistema de inyección y un sistema de extracción de aire, los
cuales generan un barrido o flujo constante.

Los sistemas de renovación de aire se emplean para dos funciones básicas: crear
ambientes confortables y reponer el aire extraido del interior del espacio de
trabajo.

Si la cantidad de aire introducida en un recinto es menor a la cantidad de aire


extraída, la presión será inferior a la atmosférica; dicha circunstancia se conoce
con el nombre de presión negativa y tiene como consecuencia una entrada de aire
incontrolada que provoca corrientes de aire, entrada de aire contaminado,
etcétera.

La principal función de la ventilación industrial es suprimir la presencia del calor,


del humo, del polvo, de los olores, los gases y otros elementos perjudiciales en el
ambiente del trabajo de la industria. En tanto que repercuten de forma negativa en
la salud de los empleados y en el proceso de producción.
Es esencial que las instalaciones de cualquier fábrica se mantengan refrigeradas y
a temperaturas consideradas normales. Y esto sólo puede conseguirse mediante
un sistema de ventilación capaz de rebajar el potente calor que se aguantan en los
procesos de calentado, (siderurgias, herrerías, etc), los cuales pueden terminar
colapsando sin la conveniente refrigeración. Pero como decíamos unas líneas más
arriba, estos sistemas de climatización también dan lugar  a un ambiente de
trabajo seguro, en el que la ventilación evite el agotamiento prematuro del
trabajador. Porque esto no sólo perjudicaría su rendimiento, si no que podría
perjudicar su salud.
Por norma general, existen dos sistemas diferentes de ventilación para fábricas. El
primero es el de impulsión, cuyo funcionamiento consiste en lanzar aire limpio al
entorno sustituir el aire que había ya dentro. Mientras que el segundo es el
de extracción, cuyo funcionamiento es el de suprimir todos y cada uno de los
contaminantes que han ido generándose en el proceso productivo, controlando a
la vez los niveles térmicos. Al tiempo que el aire fresco va entrando, el aire sucio y
caliente va saliendo.
Hay dos maneras de ventilar, natural y mecánicamente:

Ventilación Mecánica

La ventilación mecánica, conocida también como ventilación forzada. Se efectúa


mediante equipos mecánicos (ventiladores industriales de tipo axial, gabinete de
filtros, manejadora de aire).

La ventilación forzada es utilizada para el control del ambiente térmico y para


proveer aire limpio y fresco. El sistema de ventilación forzada o de ventilación
mecánica, debe ser precedido por una ingeniería en la que se consideren factores
como el caudal de aire, la velocidad, la temperatura, humedad y distribución en el
espacio industrial interior.

Ventilación Natural
Es la opción que aprovecha los recursos naturales, básicamente consiste en
inyectar y/o extraer aire con la instalación de rejillas o louvers que se colocan en
pared o techumbre.

Aunque la ventilación natural parte de un principio aparentemente sencillo, no se


trata únicamente de hacer aberturas en el inmueble, sino de que se realice (por un
profesional) un estudio a profundidad en el que se calculen los flujos y corrientes
de aire, la presión, así como la cantidad de partículas exteriores (entre otros
factores) con el fin de realizar un correcto diseño del sistema.

Vibración
Según la OIT, las vibraciones mecánicas son movimientos transmitidos al cuerpo
por parte de estructuras capaces de producir efectos perjudiciales o molestias
sobre el trabajador. Este movimiento genera una energía que el cuerpo absorbe.
Dependiendo de su intensidad y zona de incidencia, las vibraciones pueden
causar lesiones y trastornos.

¿Cómo medir las vibraciones mecánicas?

1. La aceleración de las vibraciones


La magnitud de las vibraciones mecánicas analiza el desplazamiento que
producen las mismas. Se opta por tener en cuenta la aceleración por ser el
parámetro más preciso. Las unidades de medida son metros por segundo (m/s).

2. Frecuencia de las vibraciones

La frecuencia hace referencia al número de veces que el elemento vibra por


segundo. Se mide en hercios (Hz). En general, las máquinas no registran una
frecuencia exacta, sino que suelen mezclar varias.

3. Dirección de las vibraciones

La dirección en que se aplique la energía va a determinar la zona afectada del


cuerpo y va a producir distintos efectos en él. Normalmente, en el entorno laboral,
existen:

 Vibraciones mecánicas que afectan a todo el cuerpo, ya que el trabajador


se sitúa sobre una superficie vibrante.
 Vibraciones mecánicas que inciden en la mano-brazo: la energía se
concentra en la mano y brazo generalmente al manejar una herramienta.

En ambos casos, se utiliza un sistema de ejes para determinar el ángulo de


incidencia de las vibraciones.

4. Duración de la exposición a las vibraciones mecánicas

Se refiere al tiempo que está en contacto con las vibraciones mecánicas dentro de
la jornada laboral. A la hora de evaluar esta exposición, hay que tener en cuenta el
uso específico que se le da a cada máquina, ya que en ocasiones una misma
herramienta se utiliza para distintos fines y no todos tienen por qué producir
vibraciones mecánicas.

Tipos de vibraciones mecánicas comunes y efectos sobre el trabajador

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) indica las


vibraciones más comunes según la intensidad de su frecuencia:

1. Muy baja frecuencia: < 1 Hz

Suelen ser producidas por medios de transporte como por ejemplo barcos,
aviones o trenes. Se trata de una vibración que puede provocar mareos y vómitos.
Afectan al sistema nervioso central.

2. Baja frecuencia: entre 1 y 20 Hz


Están relacionadas con el uso de maquinaria dedicada a actividades industriales
como por ejemplo el manejo de excavadoras, rodillos, tractores, la conducción de
algunos camiones y carretillas elevadoras…

Pueden ser causantes de lumbalgias, hernias o pinzamiento discales. También es


posible que sean origen de síntomas neurológicos y trastornos de la visión.

3. Alta frecuencia: entre 20 y 1.000 Hz

Son generadas por la oscilación de herramientas manuales que se concentran en


el sistema mano-brazo. Estas máquinas abarcan una gran variedad y
encontramos cortacésped, taladradora, martillo neumático, sierra hidráulica…

La exposición a este tipo de vibraciones de alta frecuencia puede ocasionar


lesiones angineuróticas u osteoarticulares (por ejemplo, artrosis de codo o
lesiones de muñeca). También pueden producir enfermedades del estómago.

Medidas preventivas base frente a las vibraciones mecánicas

Es responsabilidad del empresario efectuar una evaluación de la exposición a las


vibraciones. El INSHT provee herramientas para realizar la medición de
vibraciones.

Tras este análisis, se tomarán distintas medidas preventivas de distinto tipo:

 Medidas organizativas: están enfocadas a disminuir el tiempo de exposición


del trabajador a las vibraciones mecánicas cambiando horarios, la
organización de tareas, periodos de descanso…
 Medidas sobre la fuente: se trata de elegir herramientas que generen un
nivel menor de vibraciones.
 Medidas sobre el trabajador: hace referencia al uso de Equipos de
Protección Individual (EPI) no solo para proteger de las vibraciones, sino
también del resto de condiciones que pueden afectar a la seguridad del
empleado (frío, humedad…).

Radiación.

La radiación electromagnética es energía transmitida a través de un medio (aire,


agua…) en forma de onda o partículas. Dependiendo de la cantidad de energía
que emiten, se dividen en radiaciones ionizantes y radiaciones no ionizantes.

La exposición a campos electromagnéticos en el lugar de trabajo no es tan


evidente como la relativa al ruido  o las vibraciones mecánicas, por ejemplo. Sin
embargo, su presencia puede provocar alteraciones en el cuerpo humano y, por
ello, entraña ciertos riesgos en función de:

 La frecuencia de radiación (a más frecuencia, mayor energía).


 La intensidad de la radiación recibida.

En este artículo nos centraremos en las radiaciones no ionizantes, ya que son las


que más incógnitas suscitan en el campo de la prevención de riesgos laborales.
No obstante, hagamos un repaso previo diferenciando ambas clases.
¡Empezamos!

Diferencias entre radiaciones ionizantes y radiaciones no ionizantes

La gran diferencia entre las radiaciones ionizantes y las no ionizantes es la


energía que transmiten. En el caso de las primeras, esta energía es capaz de
ionizar la materia, es decir, de arrancar electrones de la corteza de los átomos y,
por tanto, es capaz de producir daños irreversibles en los tejidos. En cambio,
las radiaciones no ionizantes no emiten la energía suficiente como para producir
tales modificaciones en el átomo, pero sí que pueden tener efectos nocivos sobre
la salud de los trabajadores.

Existen dos principales tipos de radiaciones no ionizantes:

 Campos electromagnéticos de 0 Hz hasta 300 GHz: aquí entrarían las


radiaciones ELF (bajas en extremo, de 0 Hz a 30 kHz), radiofrecuencias (30
kHz a 300 MHz) y las microondas (300 MHz a 300 GHz).
 Radiaciones ópticas de 300 GHz a 1.660 THz: infrarrojos (300 GHz a 400
THz), visibles (400 THz a 750 THz), ultravioletas (750 THz a 1.660 THz).

¿Qué tipo de daños pueden producir?

Las radiaciones no ionizantes sí que pueden tener efectos biológicos en las


personas expuestas dependiendo de la frecuencia de emisión y la cantidad de
energía recibida. Resumimos los principales:

 Radiaciones ultravioletas: existen distintos tipos y pueden llegar a ser


ionizantes. Pero, centrándonos en las no ionizantes, estas están muy
presentes en el sector sanitario para esterilizar herramientas médicas, pero
también en la industria (por ejemplo, ciertos equipos de soldadura las
emiten). Puede producir daños en la piel como quemaduras, erupciones e
incluso provocar cáncer de piel.

 Radiaciones de tipo visible: proceden sobre todo de aparatos como láseres.


Este tipo de maquinaria es capaz de concentrar la energía en una zona
muy reducida y, de esta intensidad concentrada, nacen los principales
riesgos. Afectan sobre todo a los ojos, por lo que es obligatorio usar los
láseres con protección óptica. Dependiendo del tipo de láser manejado, los
riesgos laborales asociados varían .

 Radiofrecuencias y microondas: en el ámbito médico, son las máquinas de


diatermia las que producen este tipo de radiaciones no ionizantes. Su
efecto directo es el aumento de la temperatura de la piel.

Medidas de precaución frente a la exposición de radiaciones no ionizantes

Las medidas de protección ante las radiaciones no ionizantes son sobre todo las
siguientes:

 La maquinaria debe encenderse solamente durante el tiempo que se vaya a


usar.
 Se debe elegir la potencia más baja posible dentro del tratamiento.
 Limitar el tiempo de exposición a las radiaciones no ionizantes de los
trabajadores calculando rotaciones.
 Control de la distancia de seguridad frente a la maquinaria que emite
radiaciones no ionizantes.
 Uso de equipos de protección individual como gafas de seguridad para
prevenir daños derivados.

Trabajo por turno y horarios de trabajo.


La jornada de trabajo es el tiempo durante el cual el trabajador está a disposición
del patrón para prestar su servicio. La duración dependerá del horario en que se
presten los servicios y puede ser:
 Diurna: de 6:00 a 20:00 horas.
 Nocturna: de 20:00 a 6:00 horas.
 Mixta: tiene períodos tanto de la jornada diurna como de la nocturna,
cuidando que el período nocturno sea menor a tres horas y media.
Sin embargo, no existe relación directa entre las horas trabajadas y la
productividad, y es aquí cuando muchas organizaciones implementan nuevas
estrategias de horarios que beneficien tanto al empleado como al patrón, para así
lograr objetivos en conjunto.
¿Cuáles son los tipos de jornada de trabajo?
Jornada continua
Si entras a las 8:00 y sales a las 16:00 horas, por ley tienes derecho a tomar
media hora de descanso (por lo menos) en la cual podrás consumir tus alimentos
o enfocarte en otras cosas. De esta manera se considera una jornada continua de
8 horas, en donde se sigue considerando tiempo efectivo de trabajo.
Jornada discontinua
Para que una jornada se considere discontinua, el periodo de descanso otorgado
al trabajador deberá ser al menos de una hora. Es decir, si el colaborador tiene un
horario de trabajo de las 9:00 a las 15:00, el periodo para tomar dicho descanso es
de 15:00 a 16:00, y reingresa a sus laborales de 16:00 a 18:00.
Hoy en día hay empresas que ofrecen mucha flexibilidad de horarios, ya sea para
realizar tramites, permisos para padres de familia, cumpleaños, etc. Aquí entra un
poco el salario emocional que tu empresa otorgue. De los más comunes es el
home office, que al parecer, un diputado ha propuesto que se haga obligatorio en
todas las empresas.

Es importante recordar que el hacer home office no es tener día de descanso;


debes permanecer en un lugar seguro  y con buena conexión a Internet, así como
contar computadora y las herramientas que ocupas a diario en tu trabajo.

Algo que completa la jornada laboral son los días de descanso. La ley laboral
señala que los trabajadores tienen derecho a un día de descanso semanal, por lo
que en principio cada semana estarían trabajando 48 horas. Sin embargo,
posiblemente tú descanses dos días, y esto se debe a que la empresa así lo
estableció o tiene otra estrategia para cubrir las 8 horas de trabajo del día sábado,
como ejemplo, trabajar 9 horas de lunes a viernes.
Seguridad.
La seguridad laboral como área multidisciplinar
La seguridad y salud en el trabajo es un campo interdisciplinar que engloba la
prevención de riesgos laborales inherentes a cada actividad, siendo su
objetivo principal la promoción y el mantenimiento del más alto grado de seguridad
y salud en el trabajo. El estándar internacional OHSAS 1881 establece los
requisitos necesarios para implantar un Sistema de Gestión de la Seguridad y
Salud en el trabajo orientado, por un lado, a la identificación de los riesgos y, por
otro, a la adopción de las medidas más idóneas para prevenir la aparición de
accidentes y enfermedades laborales.

Un alcance muy amplio

La principal característica del concepto actual de seguridad en las empresa es


la amplitud de su alcance, abarcando no solamente la prevención de riesgos y las
enfermedades físicas, sino también el bienestar psíquico de los trabajadores,
teniendo en cuenta cuestiones como;

 La prevención del estrés.


 La satisfacción personal.
 La obligación por parte de las empresas de dar respuesta a las diversas
necesidades de sus empleados, no solo básicas (proporcionales un
sustento económico), sino más elevadas (realización persona o sentirse
valorado).
Para lograr este ambicioso objetivo, es necesaria la interacción con otras áreas
científicas como: la medicina del trabajo, la salud pública, la ingeniería industrial, la
ergonomía, la química y la psicología.

Conceptos básicos en seguridad y salud en el trabajo

Algunos de los conceptos claves en seguridad y salud laboral son los siguientes:

 Peligro. Se define como cualquier fuente, situación o evento con potencial


de producir daño en términos de una lesión o enfermedad, daños
materiales o perjuicios al medio ambiente, incluyendo una combinación de
todos ellos. Es un término, por lo tanto, muy amplio, puesto que puede
englobar cualquier situación que pueda tener un impacto negativo a
personas, cosas y a la sociedad en general.
 Riesgo. Es un concepto ligado a la probabilidad de que ocurra un evento o
una exposición peligrosa y las posibles consecuencias que pueda tener. Se
debe diferenciar entre riesgo bruto (probabilidad de que ocurre un impacto
negativo sin que se tome ninguna medida preventiva) y riesgo residual
(probabilidad y consecuencias de un riesgo una vez ha sido mitigado por
medidas de control o preventivas).
 Evaluación de riesgos. Es el proceso para identificar los peligros derivados
de las condiciones de trabajo. Se trata de un examen sistemático de todos
los aspectos de las condiciones de trabajo con el objeto de: identificar lo
que pueda causar lesiones o daños, eliminar los peligros que puedan ser
suprimidos, evaluar los riesgos que no se puedan eliminar inmediatamente
y planificar la adopción de medidas correctoras.
 Seguridad. La seguridad consiste en la situación de estar libre de cualquier
daño o riesgo, algo que nunca puede garantizarse al cien por cien.
 Salud. Las salud en relación con el trabajo no sólo incluye la ausencia de
afecciones o enfermedades, sino también los elementos físicos y mentales
directamente relacionados con el trabajo, que puedan afectar
negativamente a la salud.
 Enfermedad profesional. Es toda enfermedad contraída como resultado de
una exposición durante un período de tiempo a factores (agentes químicos,
físicos o biológicos) provenientes de la actividad laboral. En los casos más
graves, puede llegar a acarrear dolencias de carácter crónico.
 Accidente laboral. Suceso puntual durante el transcurso del trabajo,
pudiendo ocurrir fuera de las instalaciones de la empresa o ser causado por
terceros, que produce algún tipo de daño físico o mental.

 Prevención. Son todos los pasos o medidas adoptadas o previstas en las


distintas las fases de la actividad de la empresa con el fin de evitar o reducir
los riesgos laborales.

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