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Cosmovisiones

Jerry Solomon
Un amigo mío me contó hace poco una conversación que tuvo con un
buen amigo que llamaremos Juan. Juan es doctor. No es cristiano. La
conversación fue la siguiente: "Juan, eres un doctor excelente. Te
preocupan profundamente tus pacientes. ¿Por qué te preocupa tanto la
gente si crees que hemos evolucionado del azar? ¿Qué es lo que nos da
valor?" Juan se quedó atónito ante la pregunta y no la pudo contestar.
Su "cosmovisión" había sido sacudida.

El concepto de cosmovisión ha recibido una atención creciente en los


últimos años. Se han escrito muchos libros sobre el tema de las
cosmovisiones, tanto desde puntos de vista cristianos como no
cristianos. Es común que los conferencistas se refieran al término. En
ocasiones, aun las críticas de películas y de música podrán incluir la
expresión. Toda esta atención nos lleva a preguntar, "¿Qué significa el
término?" y "¿Qué diferencia hace?" Es nuestra intención contestar estas
preguntas. Y es nuestra esperanza que todos nosotros prestaremos una
atención seria a nuestra propia cosmovisión, así como a las
cosmovisiones de los que nos rodean.

¿Qué es una Cosmovisión?

¿Qué es una Cosmovisión? Se han ofrecido una variedad de definiciones


por numerosos autores. Por ejemplo, James Sire afirma que "Una
cosmovisión es un conjunto de presuposiciones (o premisas) que
sostenemos (consciente o inconscientemente) acerca de la constitución
básica de nuestro mundo." {1} Phillips y Brown dicen que "Una
cosmovisión es, antes todo, una explicación y una interpretación del
mundo y, segundo, una aplicación de esta visión a la vida. En términos
más simples, nuestra cosmovisión es una visión del mundo y una visión
para el mundo." {2} Walsh y Middleton proveen lo que creemos es la
explicación más sucinta y comprensible: "Una cosmovisión provee un
modelo del mundo que guía a sus adherentes en el mundo." {3} En el
entendimiento que pueden agregarse muchas sutilezas, ésta será
nuestra definición operativa.

La Necesidad de una Cosmovisión

Las cosmovisiones funcionan en forma parecida a los anteojos o los


lentes de contacto. Es decir, una cosmovisión debería proveer la "receta"
correcta para encontrarle sentido al mundo, de la misma forma que usar
la receta correcta para tus ojos hace que las cosas se vean enfocadas. Y,
en ambos ejemplos, una receta incorrecta puede ser peligrosa, hasta
para la vida. Las personas que están luchando con preguntas
relacionadas con las cosmovisiones suelen estar desesperadas y hasta
pueden tener tendencias suicidas. Por lo tanto, es importante que le
demos atención a la formulación de la cosmovisión adecuada. Arthur
Holmes dice que la necesidad de una cosmovisión es cuádruple: "la
necesidad de unificar el pensamiento y la vida; la necesidad de definir la
vida buena y encontrar esperanza y sentido en la vida; la necesidad de
guiar el pensamiento; la necesidad de guiar la acción." {4} Todavía otra
necesidad importante para una cosmovisión adecuada es la de
ayudarnos a manejar una cultura cada vez más diversificada. Nos vemos
enfrentados a una diversidad de cosmovisiones, cada una de las cuales
hace afirmaciones acerca de la verdad. Se nos desafía a poner orden en
medio de esta mezcla de cosmovisiones con sabiduría. Estas
necesidades son experimentadas por todas las personas, sea consciente
o inconscientemente. Todos nosotros tenemos una cosmovisión con la
que luchamos para satisfacer tales necesidades. La cosmovisión
adecuada nos ayuda, orientándonos hacia el terreno intelectual y
filosófico que nos rodea.

Las cosmovisiones son tan parte de nuestras vidas que las vemos y
oímos diariamente, sea que las reconozcamos o no. Por ejemplo, las
películas, la televisión, la música, las revistas, los diarios, el gobierno, la
educación, la ciencia, el arte y todos los otros aspectos de la cultura son
afectados por las cosmovisiones. Si pasamos por alto su importancia, lo
hacemos en detrimento nuestro.

Probando las Cosmovisiones

Una cosmovisión debería pasar ciertas pruebas. Primero, debe ser


racional. No debería pedirnos que creamos cosas contradictorias.
Segundo, debe estar respaldada por la evidencia. Debe ser consistente
con lo que observamos. Tercero, debería dar una explicación
comprensiva y satisfactoria de la realidad. Debería explicar por qué las
cosas son como son. Cuarto, debería proveer una base satisfactoria para
vivir. No debería dejarnos con la sensación de estar obligados a pedir
prestado elementos de otra cosmovisión a fin de vivir en este mundo.

Componentes que se Encuentran en Todas las Cosmovisiones

Además de someter a las cosmovisiones a estas pruebas, deberíamos


ver también que las cosmovisiones tienen componentes en común. Estos
componentes son evidentes por sí mismos. Es importante tenerlos en
mente al establecer tu propia cosmovisión y al compartirla con otros.
Son cuatro los componentes.

Primero, algo existe. Esto puede parecer obvio, pero es realmente un


elemento fundacional importante en la construcción de una cosmovisión
ya que algunos tratan de negarlo. Pero una negación va en contra de sí
misma, porque todas las personas experimentan causas y efectos. El
universo es racional; es predecible.

Segundo, todas las personas tienen absolutos. De nuevo, muchos


tratarán de negar esto, pero negarlo es afirmarlo. Todos nosotros
buscamos un punto de referencia infinito. Para algunos, es Dios; para
otros, es el estado, o el amor, o el poder y, para algunos, este punto de
referencia son ellos mismos o el hombre.

Tercero, dos afirmaciones contradictorias no pueden ser ambas


correctas. Esta es una ley primaria de la lógica que es negada
continuamente. Hablando idealmente, sólo una cosmovisión puede
reflejar correctamente la realidad. Esto no puede ser enfatizado
demasiado a la luz de la creencia notoria de que la tolerancia es la virtud
suprema. Decir que algo está mal es rotulado como intolerante, o de
mente estrecha. Una buena ilustración de esto es cuando oímos a la
gente decir que todas las religiones son iguales. Esto significaría que los
hindúes, por ejemplo, están de acuerdo con los cristianos respecto de
Dios, Jesús, la salvación, el cielo, el infierno, y una multitud de otras
doctrinas. Esto es ridículo.

Cuarto, todas las personas practican la fe. Todos nosotros


presuponemos que ciertas cosas son verdaderas sin pruebas absolutas.
Estas son inferencias, o supuestos, sobre las cuales se basa una
creencia. Esto se vuelve importante, por ejemplo, cuando interactuamos
con aquellos que aducen que sólo el científico es completamente neutral.
Algunos supuestos comunes son: existe un Dios personal, el hombre
evolucionó de la materia inorgánica; es hombre es esencialmente bueno;
la realidad es material.

Al dialogar con personas que tienen cosmovisiones contradictorias, una


comprensión de estos componentes comunes puede ayudarnos a
escuchar más pacientemente, y pueden guiarnos a plantear nuestro
punto de vista más sabiamente.

Seis Preguntas de las Cosmovisiones


¿Alguna vez te viste frustrado tratando de encontrar formas de sacudir
el pensamiento de un amigo no cristiano? Confiamos que las siguientes
preguntas serán de ayuda. Y también confiamos que sacudirán tu
pensamiento acerca del tema de las cosmovisiones.

Contestaremos estas preguntas con varias respuestas no cristianas. Las


respuestas cristianas serán tratadas más tarde en este artículo.

Primero, ¿Por qué hay algo en vez de nada? Algunos pueden llegar a
decir que algo vino de la nada. Otros pueden decir que algo está aquí
debido al espíritu o a la energía impersonal. Y muchos creen que la
materia es eterna.

Segundo, ¿Cómo se explica la naturaleza humana? Frecuentemente


la gente dirá que nacemos como tableros en blanco, ni buenos ni malos.
Otra respuesta popular es que nacemos buenos, pero la sociedad hace
que nos comportemos de una forma distinta.

Tercero, ¿Qué le ocurre a una persona al morir? Muchos dirán que la


muerte de una persona es sólo la desorganización de la materia. Cada
vez más, la gente de nuestra cultura está diciendo que la muerte lleva a
la reencarnación o a la conciencia de la unidad.

Cuarto, ¿Cómo se determina lo que está bien y lo que está mal? A


menudo oímos decir que la ética es relativa o situacional. Otros afirman
que no tenemos libre albedrío ya que estamos determinados
completamente. Algunos simplemente derivan lo que "debería ser" de lo
que "es." Y, por supuesto, la historia nos ha mostrado los resultados
trágicos de una respuesta del tipo de "la fuerza es la razón."

Quinto, ¿Cómo saber que uno sabe? Algunos dicen que la mente es el
centro de nuestra fuente de conocimiento. Las cosas sólo se conocen en
forma deductiva. Otros afirman que el conocimiento sólo se encuentra
en los sentidos. Sólo conocemos lo que es percibido.

Sexto, ¿Cuál es el significado de la historia? Una respuesta es que la


historia está determinada como parte de un universo mecanicista. Otra
respuesta es que la historia es una corriente lineal de eventos vinculados
por causas y efectos, pero sin propósito. Todavía otra respuesta es que
la historia no tiene sentido porque la vida es absurda. {5}

El cristiano atento reconocerá rápidamente que las respuestas anteriores


son contrarias a sus creencias. Hay diferencias indiscutibles, y a veces
asombrosas. Las cosmovisiones chocan entre sí. Por lo tanto,
deberíamos saber al menos algo acerca de las cosmovisiones que son
claves en el conflicto. Y, por cierto, deberíamos poder articular una
cosmovisión cristiana.

Ejemplos de Cosmovisiones

En su libro excelente, The Universe Next Door (El Universo de al Lado),


James Sire clasifica las cosmovisiones más influyentes del pasado y del
presente. Estas son el Teísmo Cristiano, el Deísmo, el Naturalismo, el
Nihilismo, el Existencialismo, el Panteísmo Oriental y la Nueva Era o
Nueva Conciencia. {6}

El Deísmo, una cosmovisión destacada durante el siglo dieciocho, ha


abandonado la escena casi por completo. El deísta cree en Dios, pero
que Dios creó y luego abandonó al universo.

El Nihilismo, una cosmovisión más reciente, está vivo entre muchos


jóvenes y entre algunos intelectuales. Los nihilistas no ven ningún valor
en la realidad; la vida es absurda.

El Existencialismo es importante y puede verse frecuentemente, aun


entre cristianos desprevenidos. El existencialista, como el nihilista, ve la
vida como absurda, pero lo ve al hombre totalmente libre como para
hacerse a sí mismo ante esta absurdidad.

El Teísmo Cristiano, el Naturalismo y el Panteísmo de la Nueva Era son


las cosmovisiones más influyentes en la actualidad en los Estados
Unidos. Ahora pasaremos a examinar cada uno de ellas.

El Teísmo Cristiano

Volvamos a las seis preguntas que hicimos anteriormente y veamos


brevemente como las podría contestar el teísta cristiano.

Pregunta: ¿Por qué hay algo en vez de nada? Respuesta: Hay un


Dios infinito-personal que ha creado el universo de la nada.

Pregunta: ¿Cómo se explica la naturaleza humana? Respuesta: El


hombre fue creado originalmente bueno, a la imagen de Dios, pero
escogió pecar y, por lo tanto, infectó a toda la humanidad con lo que se
llama "naturaleza pecaminosa." Así que el hombre fue dotado de valor
por su creador, pero su comportamiento negativo está asociado con su
naturaleza.

Pregunta: ¿Qué le pasa a una persona cuando muere? Respuesta:


La muerte es la puerta a la vida con Dios o a la separación eterna de Él.
El destino depende de la respuesta que damos a la provisión de Dios por
nuestro pecado.

Pregunta: ¿Cómo se determina lo que está bien y lo que está mal?


Respuesta: Las pautas para la conducta son reveladas por Dios.

Pregunta: ¿Cómo saber que uno sabe? Respuesta: La razón y la


experiencia pueden ser maestras legítimas, pero es necesaria una fuente
trascendente. Sabemos algunas cosas sólo porque Dios nos las dice a
través de la Biblia.

Pregunta: ¿Cuál es el significado de la historia? Respuesta: La


historia es una secuencia lineal y con significado de eventos que
conducen a la realización de los propósitos de Dios para el hombre.

El Teísmo Cristiano tuvo una larga historia en la cultura occidental. Esto


no significa que todos los individuos que han vivido en la cultura
occidental hayan sido cristianos. Simplemente significa que esta
cosmovisión fue dominante; fue la más influyente. Y esto fue cierto aun
entre los no cristianos. Esto ya no es válido. La cultura occidental ha
experimentado una transición hacia lo que se denomina Naturalismo.

El Naturalismo

Si bien el Naturalismo en sus distintas formas es antiguo, usaremos el


término para referirnos a una cosmovisión que ha tenido una influencia
considerable durante un tiempo relativamente corto dentro de la cultura
occidental. Las semillas fueron sembradas en el siglo diecisiete y
comenzaron a florecer en el siglo dieciocho. Muchos de nosotros hemos
estado expuestos al Naturalismo mediante el Marxismo y lo que se
denomina Humanismo Secular.

¿Cuáles son las doctrinas básicas de esta cosmovisión? Primero, Dios es


irrelevante. Esta doctrina nos ayuda a entender mejor el término
Naturalismo; está en contraste directo con el Teísmo Cristiano, que está
basado en el sobrenaturalismo. Segundo, el progreso y el cambio
evolucionista son inevitables. Tercero, el hombre es autónomo, centrado
en sí mismo y se salvará a sí mismo. Cuarto, la educación es la guía
para la vida; la inteligencia y la libertad garantizan todo el potencial
humano. Quinto, la ciencia es el proveedor último tanto del conocimiento
como de la moral. Estas doctrinas han impregnado nuestras vidas. Son
aparentes, por ejemplo, en los medios, el gobierno y la educación.
Debemos estar alertas constantemente a su influencia.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el "Postmodernismo" comenzó a
reemplazar la confianza del Naturalismo. Con él, llegó la conclusión que
no existía la verdad en ningún sentido real. Esta puede ser la próxima
cosmovisión principal, o anti-cosmovisión, que infectará la cultura.
Actualmente está de moda en muchas de nuestras universidades.
Mientras tanto, sin embargo, las últimas décadas nos han traído otra
antigua cosmovisión vestida de ropas occidentales

El Panteísmo de la Nueva Era

Se han destacado varias formas de Panteísmo en las culturas orientales


durante miles de años. Pero comenzó a tener efecto en nuestra cultura
en la década de 1950. Han habido varios intentos de introducir sus
enseñanzas con anterioridad, pero esos intentos no despertaron el
interés que surgió en esa década. Se lo observa más fácilmente ahora
en lo que se denomina el Movimiento de la Nueva Era.

¿Cuáles son las doctrinas básicas de esta cosmovisión? Primero, todo es


uno. No hay distinciones últimas entre los humanos, los animales o el
resto de la creación. Segundo, como todo es uno, todo es dios. Toda
vida tiene una chispa de la divinidad. Tercero, si todo es uno y todo es
dios, entonces cada uno de nosotros es dios. Cuarto, los humanos deben
descubrir su propia divinidad experimentando un cambio de conciencia.
Padecemos de un tipo de amnesia metafísica colectiva. Quinto, los
humanos transitan a través de ciclos indefinidos de nacimiento, muerte y
reencarnación a fin de sacarse de encima lo que se denomina el "karma
malo." Sexto, los discípulos de la Nueva Era piensan en términos de gris,
y no de blanco y negro. Por lo tanto, creen que dos declaraciones
contradictorias pueden ser ambas verdaderas.

A nivel popular, estas doctrinas son afirmadas actualmente a través de


distintos medios, tales como libros, revistas, la televisión y las películas.
Tal vez la maestra más visible sea Shirley MacLaine. Pero estas
creencias pueden encontrarse también, cada vez más, entre
intelectuales en campos tales como la medicina, la psicología, la
sociología y la educación.

Conclusión

Hemos examinado muy brevemente el tema de las cosmovisiones.


Volvamos a la definición que hemos afirmado al principio de este
artículo: "Una cosmovisión provee un modelo del mundo que guía a sus
adherentes en el mundo." Si tu modelo del mundo incluye un Dios
infinito-personal, como en el Teísmo Cristiano, esa creencia debería
proveerte una guía para tu vida. Si tu modelo lo rechaza a Dios, como
en el Naturalismo, nuevamente esa creencia te sirve como una guía. O si
tu modelo afirma que eres dios, como en el Panteísmo de la Nueva Era,
de nuevo tu vida está siendo guiada por ese tipo de concepción. Estos
ejemplos deberían recordarnos que estamos viviendo en una cultura que
nos pone en contacto con este tipo de ideas constantemente, y muchas
más. No pueden ser todas verdaderas.

En consecuencia, algunos de nosotros podremos ser confrontados con la


necesidad de pensar más profundamente que en cualquier otro tiempo.
Algunos de nosotros necesitaremos purgar aquellas cosas de nuestras
vidas que son contrarias a la cosmovisión del Teísmo Cristiano. Algunos
de nosotros podremos necesitar entender mejor que nuestros
pensamientos tienen que ser unificados con nuestra vida cotidiana.
Algunos de nosotros podremos necesitar entender mejor que la vida,
esperanza y significado buenos se encuentran sólo a través de las
respuestas de Dios. Algunos de nosotros necesitaremos dejar que las
ideas de Dios guíen nuestros pensamientos más completamente. Y
algunos de nosotros necesitaremos dejar que las pautas de Dios guíen
nuestras acciones más completamente.

La advertencia de Pablo a los creyentes de la antigua Colosas no podría


ser más contemporánea o útil a la luz de nuestra discusión. Él escribió:

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas


sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a
los rudimentos del mundo, y no según Cristo. (Colosenses
2:8).

Notas

{1} James W. Sire, The Universe Next Door (El Universo de al Lado -
Downers Grove, Ill.: InterVarsity, 1988), 17.

{2} W. Gary Phillips and William E. Brown, Making Sense of Your World
(Encontrándole Sentido a Tu Mundo - Chicago: Moody Press, 1991), 29.

{3} Brian J. Walsh and J. Richard Middleton, The Transforming Vision


(La Visión Transformadora - Downers Grove, Ill.: InterVarsity, 1984),
32.

{4} Arthur F. Holmes, Contours of a World View (Contornos de una


Cosmovisión - Grand Rapids: Eerdmans, 1983), 5.

{5} Sire, 18.


{6} Ibid.

© 1994 Probe Ministries

¿Qué es Probe?

Probe Ministries es una organización sin fines de lucro cuya misión es


reclamar la primacía del pensamiento cristiano en la cultura occidental a
través de los medios, la educación y la literatura. Al tratar de cumplir
esta misión, Probe provee una perspectiva sobre la integración de las
disciplinas académicas y el cristianismo histórico.

Además de esto, Probe actúa como un centro de intercambio al


comunicar los resultados de su investigación a la iglesia y la sociedad en
general.

Puede obtenerse más información sobre el material y el ministerio

Cosmovisiones - Parte 2
Rick Wade

Introducción

Unos años atrás, un ex miembro del personal de Probe, Jerry Solomon, escribió un artículo sobre cosmovisiones, donde
daba una introducción básica del tema, y luego bosquejaba tres cosmovisiones importantes: el teísmo cristiano, el
naturalismo y el panteísmo de la Nueva Era.{1} En este artículo, consideraremos cuatro cosmovisiones más: el deísmo, el
nihilismo, el existencialismo y el postmodernismo. Mencionamos frecuentemente estas diversas filosofías en nuestros
artículos, así que nos parece bueno dar una breve descripción como referencia.{2}

Cosmovisiones - Algunos conceptos básicos

¿Qué es una cosmovisión? James Orr, el historiador de la iglesia del siglo XIX, dijo que una cosmovisión
"[denota] la visión más amplia que puede tener la mente de las cosas, en un esfuerzo por comprenderlas juntas,
como un todo, desde el punto de vista de una filosofía o teología específica".{3} Una cosmovisión desarrollada
brinda respuestas a las preguntas sobre el origen, el propósito y el destino, entre otras cosas; o, como algunos lo
han expresado, el "por qué, de dónde y hacia dónde" de las cosas.{4}

Pero hay quienes podrán objetar que este tipo de visión del cristianismo es demasiado intelectual o esotérica, o
podrían decir que el cristianismo, por su propia naturaleza, no permite ser forzado dentro de ningún conjunto de
ideas filosóficas. Es cierto que uno puede presentar una imagen excesivamente filosófica del cristianismo, que
lo hace parecer muy alejado de la vida real. Pero, ¿invalida esto el elemento cognitivo? Note que el apóstol
Pablo no tenía ningún problema en considerar el aspecto racional de la fe. Debe haber un conocimiento del
cristianismo a fin de vivirlo. Lea Efesios 1:17, 18.{5} En Colosenses, vemos cómo Pablo da a sus lectores
fundamentos intelectuales para rechazar la filosofía de su tiempo (comparar 1:9ff).
Hay un par de razones para pensar en el cristianismo en términos de una cosmovisión. Más de cien años atrás, el
historiador de la iglesia James Orr pidió una perspectiva de este tipo porque, en primer lugar, el cristianismo sí
involucra varias creencias interconectadas que no pueden ser escogidas una por una como de un menú. Él dice:
"Aquel que cree con todo su corazón en Jesús como el Hijo de Dios está comprometido por esta razón con
muchas más cosas. Está comprometido con una visión de Dios, una visión del hombre, una visión del pecado,
una visión de la Redención, una visión del propósito de Dios en la creación y la historia, y una visión del
destino humano, que se encuentran solo en el cristianismo. Esto forma un 'Weltanschauung' o 'visión cristiana
del mundo', que contrasta marcadamente con las teorías que surgen de un punto de vista puramente filosófico o
científico".{6} Por lo tanto, el cristianismo, por su naturaleza, forma una cosmovisión.

En segundo lugar--dice Orr--, dado que el cristianismo como un todo está bajo ataque, debe ser defendido como
un todo; no solo doctrinas individuales sino todo el concepto de una religión sobrenatural y revelada. "La
oposición que debe enfrentar el cristianismo", dice Orr, "ya no está confinada a doctrinas especiales o a puntos
de supuesto conflicto con las ciencias naturales -por ejemplo, las relaciones de Génesis con la geología-, sino
que se extiende a toda la forma de concebir el mundo y el lugar del hombre en él, la manera de concebir el
sistema total de las cosas, naturales y morales, del cual formamos parte".{7}

Cómo evaluar las cosmovisiones

¿Cómo debemos evaluar una cosmovisión? Tenemos todo derecho a esperar que una verdadera descripción de
la realidad será racional, estará apoyada por la evidencia, brindará la explicación más amplia de toda la realidad,
y concordará con la experiencia humana. Con relación a su naturaleza racional, debe a la vez no contradecirse y
ser coherente como sistema. Con relación a la evidencia, no solo debe ser consistente con los hechos de la
naturaleza y la historia, y debe explicarlos, sino que debe proveer una explicación adecuada de acontecimientos
especiales de la historia (estoy pensando aquí específicamente en la persona y la obra de Jesús, incluyendo su
vida, muerte y resurrección). Una cosmovisión contesta la pregunta de "por qué" por su capacidad de explicar lo
que vemos alrededor de nosotros y dentro de nosotros. Con relación a la experiencia humana, debe
simultáneamente explicar lo que sabemos de nosotros y, además, dar contestación a nuestros más profundos
anhelos y aspiraciones.

Además, no deberíamos sorprendernos ante elementos sobrenaturales como los milagros y las profecías, y los
informes de estas cosas deberían soportar la investigación en la medida de nuestra posibilidad.

Finalmente, toda verdad revelada que no podría ser conocida de otra forma -aun cuando trascienda lo que
podemos saber por nuestra cuenta y sea difícil de entender--no debería contradecir concluyentemente lo que
conocemos en el campo de la experiencia humana.

Pasemos a considerar ahora nuestras cuatro cosmovisiones.

Deísmo

Trasfondo histórico

La era denominada Iluminismo, que abarcó los siglos XVII y XVIII, vio cambios significativos en la forma en
que el hombre de Occidente consideró su mundo. El florecimiento del conocimiento en el Renacimiento que
surgió a través de las artes y las ciencias llevó a la restauración de un alto concepto del hombre. Aun en la
iglesia cristiana se desarrolló algo denominado "humanismo cristiano". En la era del Iluminismo que siguió, sin
embargo, la parte "cristiana" comenzó a desprenderse, dejando al hombre como la autoridad final sobre todo lo
que es verdadero. Pero este cambio no ocurrió de la noche a la mañana. Hubo un período de tiempo durante el
cual Dios era aún reconocido, si bien algunos creían que Él había perdido contacto, como quien dice, con su
creación. Dios fue echado fuera y restringido a su cielo. El concepto del cuidado providencial de Dios sobre la
tierra se fue desvaneciendo. Así nació el deísmo, la primera de nuestras cuatro cosmovisiones.

Varios factores participaron en esta transición. Uno fue el florecimiento de la ciencia -específicamente la física
newtoniana-, que parecía dar una explicación racional y ordenada del mundo, lo cual quitaba los elementos
misteriosos y sobrenaturales. Otro factor fueron las guerras religiosas de uno o dos siglos antes que logró que la
gente se sintiera decepcionada con relación a la religión organizada. Finalmente, hubo una conciencia creciente
de otros pueblos y religiones, que hizo que el cristianismo fuera más bien provincial antes que universal.{8} La
ley divina dejó su lugar a la ley natural. Ahora había "religión revelada", que venía de Dios, y "religión natural",
descubierta en la naturaleza. Y la "religión natural", que era considerada neutra y universal, se convirtió en la
norma de lo que podía ser aceptado como verdadera "religión revelada".

Descripción

El deísmo, entonces, es la creencia de que "la religión natural contiene todo lo que es verdadero en la religión
revelada; donde difiere esto último, las diferencias son moralmente insignificantes o supersticiosas".{9} No hay
nada más elevado que la religión natural. La razón es capaz de conocer a Dios y su voluntad, así que no hay
ninguna necesidad de la revelación. Del lado moral, el deber del hombre es simplemente hacer la voluntad de
Dios, que es buscar la felicidad de todos los hombres.

¿Cómo fue que los deístas retuvieron su creencia en Dios? Según un escritor, la visión newtoniana del cosmos
parecía exigir un Dios; el orden intrincado del universo sugería un diseñador inteligente. De hecho, esto hacía
que Dios pareciera más grande que nunca. Sin embargo, Dios quedaba removido de una parte activa en los
asuntos humanos. Su trascendencia era enfatizada a costa de su inmanencia. Además, si bien Dios era el autor
de la ley natural, Él "retrocedía detrás de la serie de causas secundarias con los que los hombres tienen que
tratar a diario".{10} Dios era considerado demasiado grande como para involucrarse en las experiencias
triviales de la vida del hombre. No había ninguna verdadera preocupación de parte de Dios por los detalles de
nuestras vidas y ningún propósito divino en la historia. El conocimiento de Dios quedaba "vaciado de la mayor
parte de sus connotaciones religiosas concretas".{11}

Contraste con el teísmo cristiano

Hay tres importantes factores que separan al deísmo del cristianismo bíblico. En primer lugar, Dios fue
separado de la marcha de la vida real debido a su pasmosa trascendencia. En palabras de Sire: "Dios es distante,
ajeno, extraño".{12} Sin embargo, la Biblia enseña que Dios sigue involucrándose en su creación, tanto
sustentando el orden natural (Colosenses 1:17) como relacionándose con la humanidad.

En segundo lugar, los deístas consideraban al hombre como simplemente parte de un universo de relojería, que
operaba bajo leyes estrictas. Mientras que el hombre era reconocido como una creación de Dios y hecho a su
imagen, no era visto esencialmente como un pecador. Había desaparecido el sentido del drama de la interacción
humana con Dios sobre cuestiones relacionadas con el pecado, la gracia y el juicio. El hombre estaba ahora a
cargo de sí mismo. Sin embargo, no era verdaderamente libre, ya que el hombre estaba encerrado en el sistema
natural de causas y efectos.{13}

En tercer lugar, porque el mundo no era considerado como caído, sino de la forma en que Dios lo había creado,
el orden natural reflejaba lo que estaba bien, lo correcto. Como dijo Pope: "Una verdad está clara: lo que es, es
correcto".{14} No todos los deístas llegaron tan lejos, sin embargo. La ética era muy importante para los
deístas; no entregaron la moral al mundo de lo subjetivo. Pero la maldad no era tanto contra Dios como contra
algunos principios éticos abstractos discernibles en la naturaleza.

Debilidades internas
Si bien hay pocas personas -si existe alguna- que dirían hoy que son deístas, hay algunos aspectos del deísmo
que siguen revelándose en nuestras creencias. Por ejemplo, hay quienes hablan de un Dios que es todopoderoso
pero no se involucra directamente en la vida cotidiana de los seres humanos, que es conocido en el mundo de la
naturaleza, pero no se ha revelado autorizadamente y finalmente en la Biblia o a través de Jesús.

Sin embargo, la posición a medio camino del deísmo hizo que fuera incapaz de mantenerse como una
cosmovisión seria por mucho tiempo. Los deístas creían que sabían cosas acerca de Dios, pero estaban limitados
al conocimiento empírico; es decir, al conocimiento obtenido a través de la naturaleza. Si solo obtenemos
conocimiento de la naturaleza, no podemos ver el cuadro completo, y ciertamente hay cosas acerca de Dios que
no pueden conocerse a menos que Él nos las diga (esto es la revelación). Parecería ser que ellos presuponían
ciertas cosas acerca de Dios aprendidas de la revelación especial sin dar el crédito donde correspondía.

Por lo tanto, uno tenía que mantener a Dios en el cuadro y reconocer su importancia o quitarlo por completo.
Esto último fue la respuesta del naturalismo. Dado que esa cosmovisión fue considerada en el artículo anterior,
pasaremos a continuación al nihilismo, una postura que surgió del naturalismo.

Nihilismo

Ahora que Dios había sido empujado al borde de la experiencia humana, ¿por qué no quitarlo de en medio por
completo? Había perdido todo valor práctico; ¿Por qué creer en Él siquiera? Así hizo su entrada el naturalismo, la
creencia de que hay un único orden de existencia, la naturaleza; no existe ningún orden sobrenatural. Este punto de
vista fue discutido en el artículo anterior, así que no lo desarrollaré aquí.

Trasfondo histórico

Para muchos, el naturalismo fue un respiro de aire fresco, porque ahora uno no necesitaba mirar a la religión en
busca de respuestas. El hombre moderno, con sus creencias naturalistas, tendía a ser optimista acerca de las
perspectivas del hombre de lograr tener una buena vida. Al estar libre de los límites de lo sobrenatural, el
hombre era libre para hacer de sí mismo lo que quisiera.

Sin embargo, muchos no vieron los claros beneficios de esta "libertad". El naturalismo producía un vacío que no
podía llenar. ¿Somos realmente solo otra etapa del desarrollo evolutivo? ¿Es esta presente realidad todo lo que
hay? ¿Acaso no existe ningún valor permanente y trascendente en el universo? La cosmovisión--o, tal vez,
deberíamos decir el esquema mental--que surgió fue el nihilismo. El nihilismo no es realmente una filosofía,
porque no presenta ningún tipo de concepción sistemática del mundo. Es más una antifilosofía que una filosofía,
porque es esencialmente una negación, una negación de que algo tenga verdadero valor. No hay ninguna
bondad o maldad verdadera, ninguna belleza, ningún conocimiento, etc.

Hay un nombre que ha sido asociado con el nihilismo: Friedrich Nietzche, el filósofo del siglo XIX. Habiendo
decidido que Dios había muerto, Nietzche vio que, con la muerte de Dios, morían los altos valores del hombre
occidental que estaban basados en la creencia en Dios. También reconoció la pérdida de libertad que
involucraba esta pérdida. Que seamos solo los productos naturales de la evolución, solo cuerpos y mentes
materialistas, significa que no hay ninguna verdadera libertad. Somos partes determinadas de un universo
determinado.

Otra explicación del surgimiento del nihilismo introduce los elementos sociales y políticos. Luego de pasar por
muchos "ismos" en este siglo, muchas personas han decidido que uno simplemente no puede poner su confianza
en ninguno de ellos, así que sencillamente adoptan un pragmatismo básico, la idea de que todo lo que importa
es la funcionalidad. El teólogo alemán Helmut Thielicke hizo este comentario:
"En un mundo que está saturado e infestado con el pragmatismo, surge inevitablemente la pregunta de si todo no es
"pseudo", si todo no es, en el mejor de los casos, una mentira productiva y, por lo tanto, si en el extremo de este desfile
de ídolos existe la Nada, una Nada que siempre está vestida de alguna nueva ideología, pero aun así, nada más que la
nada".{15}

Descripción

Thielicke continúa: "El nihilismo no es un programa sino más bien un juicio de valor. Es el último de todos los
juicios de valor concebibles -al menos en cualquier serie lógica- y, en ese sentido, un juicio de muerte. El
nihilismo no tienen ninguna otra voluntad o propósito; se conforma con trazar una línea y darse por vencido".
{16}

James Sire menciona una obra de Samuel Beckett, Breath (Aliento), como un claro ejemplo del nihilismo en el
teatro. No hay actores, sino simplemente una pila de basura en el escenario. La luz del escenario baja, luego
sube, y luego baja de nuevo. "No hay palabras, sino solo un grito grabado al inicio de la obra, un aliento
inspirado, un aliento exhalado, y un idéntico grito grabado al finalizar la obra. Para Beckett, la vida es un
'aliento' de este tipo".{17}

El nihilismo, entonces, es una filosofía de pérdida; quienes juegan con él como una cosmovisión de moda no lo
entienden o no han intentado entenderlo. Como dijo un escritor: "Nietzche reemplaza el ateísmo complaciente
por el ateísmo angustiado".{18}

Contraste con el teísmo cristiano

El nihilismo obviamente no concuerda con la doctrina cristiana. Dios no está muerto, y su naturaleza y su
voluntad brindan una estructura para el valor y el significado que nos trasciende. Dado que Dios está activo en
el mundo y obra para llevar a cabo sus planes, hay una verdadera base para la esperanza.

Debilidades internas

El nihilismo tiene también sus propias debilidades internas. Dado que es fundamentalmente naturalista, acarrea
las debilidades del naturalismo. Nos quita toda verdadera libertad, dado que se considera que el orden natural
opera de acuerdo con una base estrictamente causal o por el azar (o ambas). Sin embargo, los nihilistas, como
todos los demás, actúan como si tuvieran una libertad significativa. Todos nos vemos confrontados a diario por
la responsabilidad de hacer las elecciones correctas y de enfrentar las consecuencias si no lo hacemos. Además,
el naturalismo estricto de los nihilistas hace dudar de sus afirmaciones de conocimiento. Si las cargas químicas
y eléctricas de nuestros cerebros simplemente siguen las leyes de causa y efecto, ¿por qué deberíamos creer que
nuestras ideas reflejan alguna realidad fuera de nosotros, y no sean simplemente el resultado de la actividad
aleatoria de nuestras células cerebrales? Finalmente, la moralidad no puede ser simplemente una cuestión de "lo
que es, es lo que debería ser", porque de ser así no habría lugar para la reforma. Toda demanda de que otra
persona o cultura debería hacer algo -no solo porque funcionaría mejor sino porque es lo correcto- sería
ilegítima. Por lo tanto, el nihilismo nos deja vacíos en cuanto a nuestro ser, nuestro conocimiento y nuestra
moral. Todas estas cosas llevan a una pérdida de significado.

¡Pero todas estas son cosas que el nihilista ya sabe! Los nihilistas sinceros no han adoptado esta cosmovisión
solo porque les gusta estar de moda. Simplemente reflejan en sus palabras la forma en que ven el mundo, y
cómo sufren por él.

¿Cómo podemos responder al nihilismo? Podemos comenzar por señalar las inconsistencias lógicas que
demuestran los nihilistas. En primer lugar, si bien dicen que no hay significado en nada, ellos indican lo que
ellos piensan que es significativo por el tiempo y el esfuerzo que dedican a diversas actividades. El arte del
nihilismo, como el dadaísmo, por ejemplo, intenta decir algo; se supone que tiene significado. Si no significa
nada, no puede transmitir la imagen del mundo que el nihilismo quiere revelar. Segundo, se supone que todas
sus aseveraciones acerca de la falta de significado son afirmaciones acerca del mundo de la forma que es. Pero,
si no hay conocimiento, los nihilistas no pueden conocer el mundo de la forma que es. Tercero, se opone
abiertamente a todo lo que nuestro ser parece requerir: el significado, el valor y la dignidad son tres ejemplos.

Muy pocas personas pueden vivir una cosmovisión completamente nihilista. Los cínicos más meticulosos se
dedican a algo -por más pequeño que sea- que consideran significativo, aun cuando sea clamar contra la falta de
significado de la vida. Sentir la desesperación de la pérdida de significado y valor indica que uno realmente
desea esas cosas. ¿Qué puede hacer el nihilista? Puede quitarse la vida para no tener que enfrentar un mundo tan
absurdo. Puede seguir viviendo pero mantener separados su filosofía de falta de valor y su vida de valor. O
puede buscar algo que dé valor y significado. En el existencialismo encontramos una cosmovisión que busca
encontrar significado en un mundo absurdo. Lo veremos a continuación.

Existencialismo

El existencialismo es una cosmovisión (en realidad, una colección de cosmovisiones) que sostiene, en esencia, que
nuestras elecciones determinan lo que somos. Nosotros creamos nuestro propio significado y valor. "La existencia
precede a la esencia", se dice. Lo que hacemos, las elecciones que hacemos, determinan nuestra esencia. Por lo tanto,
los existencialistas buscan crear su propio significado en un mundo sin significado.

(Debo señalar aquí que hay formas teístas y ateas del existencialismo. Aquí solo consideraremos la variedad
atea.)

Trasfondo histórico

El existencialismo tiene raíces filosóficas y experienciales. Con relación a la filosofía, el naturalismo ha dejado
al hombre sin Dios, y el individualismo y la autonomía radicales apoyados por el pensamiento modernista han
dejado a los individuos solos. Con relación a la experiencia de la vida, la tecnología nos ha hecho simplemente
otra parte de la máquina; "o eres eficiente o te quitas del camino", era la actitud modernista. Además, algunos
subproductos de la tecnología, como la contaminación o la bomba atómica, hicieron que la vida fuera más
riesgosa. Luego vinieron dos guerras mundiales devastadoras a las puertas de los europeos. El resultado fue que
el hombre se vio completamente solo y en peligro. Estos factores brindaron el entorno para la filosofía de la
desesperanza.

Descripción

La desesperación es el fundamento del existencialismo. Se dice que vivimos en "un mundo roto", "un mundo
ambiguo", "un mundo dislocado", un mundo donde somos "arrojados" y "condenados", pero "abandonados" y
"libres", un mundo que parece ser indiferente o aún "absurdo". {19} Los existencialistas se rehusaron a aceptar
las soluciones que venían de la razón, la nación o la tradición. Vieron que los medios usuales de felicidad
decepcionaron a la gente; medios como el dinero, el placer físico y la fama. Por supuesto, los existencialistas
ateos rehusaron considerar a Dios. Dios estaba muerto, no solo en los salones de la filosofía, sino también en las
calles de la ciudad, y el hombre había sido dejado solo.

El verdadero problema, pensaron, era una falsa comprensión de la condición humana misma que alejaba a las
personas de la verdadera felicidad. Estamos solos en un universo vasto y aterrador a quien no le importamos un
ápice. Esta comprensión produce angustia, una interacción entre una sensación de pavor, por un lado, y la
exultación de la libertad total, por el otro. No sabemos por qué existimos o cuál es nuestro destino; no se nos
dice de dónde venimos ni se nos da el valor de nada. Toda la decisión depende de nosotros -de mí. Aun cuando
no puedo tener ninguna confianza en que el universo se adaptará a mis ideas y deseos, debo hacer algo: debo
actuar. Estoy condenado a hacer de mí lo que pueda hacer. Y, para ser auténtico, debo ser fiel a mí mismo y a
los valores que he escogido, por sobre todo.

El existencialismo, entonces, es ante todo una teoría del valor. Se centra en la condición humana y lo que
significa una buena vida. Esto lo ha hecho popular entre muchos que son sensibles a la difícil condición de la
humanidad, que vive en un mundo muy impersonal.

El existencialismo demostró ser muy atractivo en este país en la década de 1960. Dio a las personas la "libertad"
para arrojar de costado la convención y la tradición y hacer sus propias reglas. Vemos rastros de él en el
concepto prevalente de que somos, individualmente, las autoridades finales para el valor en nuestra propia vida,
en nuestro énfasis de la experiencia por sobre la razón, en nuestra actitud de "vivir el momento".El tema de dar
la espalda a la moral tradicional propia a favor de determinar su propia vida se vio en la película Pleasantville,
la historia de dos jóvenes que son transportados al mundo de Pleasantville, un programa de televisión en blanco
y negro. Sus vidas solo tienen color cuando comienzan a expresar su sexualidad. La chica finalmente se
encuentra en el área saludable de la facultad, pero esto es una elección que ella hace por su cuenta; ella está a
cargo de su propia existencia.

Contraste con el teísmo cristiano

Los contrastes entre el existencialismo ateo y el cristianismo son obvios. La Biblia enseña que sí sabemos de
dónde venimos; el universo no es solo un vasto páramo sino el entorno donde el Dios verdadero y vivo está
obrando sus planes, de los que nosotros formamos parte. Sí tenemos una fuente de verdad, moralidad y valores
que está por sobre nosotros. Sí sabemos (o podemos saber) adónde nos dirigimos. Por otra parte, sin embargo, si
bien tenemos una libertad significativa, no tenemos libertad absoluta para hacer lo que queremos con nosotros
mismos. Tampoco estamos completamente solos; tenemos los recursos de Dios para experimentar vidas ricas y
significativas.

No hay nada de malo en tomar nota de nuestra difícil condición, señalar los peligros de la vida y proponernos
tomar una firma posición ante un mundo aparentemente absurdo. Los problemas surgen cuando creemos que
estamos completamente solos, y que la carga de nuestras vidas está sobre nosotros. Dios ha tomado la carga de
nuestra vida presente y futura. No estamos solos.

Debilidades internas

El existencialismo tiene problemas internos también. Por una parte, uno se pregunta por qué deberíamos
siquiera preocuparnos, si estamos en la condición que los existencialistas dicen que estamos. ¿Por qué
preocuparnos por ser auténticos, por operar de buena fe, al crear nuestra propia existencia? ¿Por qué
preocuparse por preocuparse siquiera? ¿Por qué no simplemente comer, beber y alegrarse? Con relación a las
normas de valor, ¿cómo puede uno evitar el concepto de que hay algunos valores que todos deberían aceptar,
normas universales del bien y del mal, de la belleza y la fealdad? No podemos evitar creer que algunas cosas
valen la pena ser preservadas, mientras que otras no justifican nuestros esfuerzos.

Con el existencialismo, no hay base para juzgar acciones o para hacer las decisiones importantes de la vida, más
allá de la simple afirmación: "Yo lo escojo".

¿Alcanza?

Postmodernismo

Es bastante fácil para nosotros considerar las cosmovisiones que ya vimos a cierta distancia. Probablemente pocos de los
que lean este artículo sean deístas o nihilistas, o aun existencialistas. Estos pueden ser guardados sin problema en el
armario de las cosmovisiones probadas y olvidadas por la mayoría de nosotros (aun cuando muchos de nosotros
podamos encontrar elementos de una u otra en nuestro propio pensamiento). La situación es bastante diferente con
respecto al postmodernismo, la última cosmovisión que consideraremos, porque describe el esquema mental básico de
la humanidad occidental de fines de siglo. Todos estamos inmersos en el mar del postmodernismo, sepámoslo o no, y
sus presuposiciones están tan arraigadas en nuestro pensamiento que aun quienes son cristianos suelen revelar
actitudes postmodernas.

Descripción

¿Qué es el postmodernismo, de todos modos? En la década de 1970, Jean-François Lyotard presentó "un
informe sobre el conocimiento en las sociedades más desarrolladas" al Concejo de Universidades del gobierno
de Québec. Este informe fue publicado como The Postmodern Condition: A Report on Knowledge (La
condición postmoderna: Un informe sobre el conocimiento).{20} Este libro, un texto estándar para entender el
postmodernismo, da una pista sobre la naturaleza de esta cosmovisión en su título mismo. El postmodernismo
no es en realidad una filosofía, porque la filosofía ha sido tradicionalmente una herramienta usada para entender
la realidad en la que vivimos. Los postmodernistas creen que esto es algo que no puede hacerse. Así que el
postmodernismo es más una condición o estado de ánimo que una filosofía. En breve, el postmodernismo es una
reacción contra el racionalismo del Iluminismo. Pero es también una era, un período de tiempo histórico que
comenzó en algún momento entre fines del siglo XIX y del siglo XX.{21} En este artículo nos concentraremos
en el postmodernismo como un estado de ánimo más que un período de tiempo.

Trasfondo histórico

Cuando decimos "el racionalismo del Iluminismo", hablamos del ideal de conocimiento que se desarrolló en el
siglo XVII y XVIII en Europa. Formó la base intelectual de lo que llamamos la modernidad. Había dos temas
importantes en el Iluminismo: la crítica y el poder (crítica se refiere aquí al análisis minucioso). El objetivo era,
como dice un escritor, liberar a las personas del "mito, superstición y encantamiento arrobado por los
misteriosos poderes y fuerzas de la naturaleza".{22} La verdad no se encontraba a través de la revelación sino a
través de la investigación científica y la razón. El conocimiento ahora debía ser desapasionado, objetivo y
certero. Todo ahora debía conformarse a las reglas del cómputo y la utilidad; tenía que ser medible, y tenía que
ser funcional. La razón, en efecto, fue reducida a un tipo de razón, la de la matemática o la precisión científica.
{23}

Los postmodernistas creen que, cuando el conocimiento se redujo al cómputo, algo se perdió.

Había varios problemas con el racionalismo del Iluminismo. Primero, el conocimiento nuevo obtenido a través
de la ciencia y el desarrollo resultante de la tecnología llevó a las personas a pensar que el hombre podría
resolver las principales dificultades de la vida sin ninguna ayuda trascendente. Sin embargo, se encontró que la
razón no tenía el poder que se pensaba que tenía. Con todo nuestro saber y tecnología, todavía no teníamos el
poder que deseábamos sobre nuestra vida. Los desastres naturales y las grandes guerras como las dos guerras
mundiales hicieron que la gente se diera cuenta de que no podemos arreglar todo lo que nos aflige simplemente
a través de la razón.

Estos y otros factores, como los nuevos misterios descubiertos por la ciencia, sirvieron para minar nuestra
capacidad de saber lo que es verdadero. De hecho, los postmodernistas se alejan de la comprensión clásica de la
verdad, es decir, la correspondencia de proposiciones con una realidad externa. Algunos postmodernistas muy
influyentes ahora adoptan el pragmatismo, la creencia de que la funcionalidad es todo lo que puede esperarse.
Esto, me atrevo a decir, es cómo muchos, si no la mayoría, de los estadounidenses piensan hoy.

Otra característica postmoderna con relación a la verdad es ésta. De conformidad con su rechazo de la actitud
individualista propia del modernismo, el postmodernismo sostiene que la verdad no se encuentra en la
operación de la mente individual, sino en el grupo. Como notó un escritor: "La verdad consiste en las reglas
básicas que facilitan el bienestar personal en la comunidad y el bienestar de la comunidad como un todo".{24}
Nuestro pensamiento, como todos los demás aspectos de nuestro ser, está modelado por nuestra comunidad.
{25} Políticamente y sociológicamente, esto significa, por ejemplo, que se espera que el individuo se conforme,
en su pensamiento, al pensamiento del grupo mayor.

Otro problema que resultó de la naturaleza secularizada del conocimiento y de la falta de confianza en conocer
la verdad en general fue la pérdida del conocimiento de verdades últimas. No puede haber ninguna
"metanarración totalizadora", es decir, ninguna gran historia o explicación de cómo son las cosas que abarque
todo. Esto puede ser a la vez liberador y atemorizador: liberador, en el sentido que uno no necesita verse
restringido por ningún sistema de pensamiento; atemorizador, en el sentido que estamos a oscuras en cuanto a lo
que es verdadero. Esto es un poco como comer en una cafetería donde uno puede escoger entre una diversidad
de comidas sin tener ninguna confianza en el valor nutritivo de ninguna de ellas.

Un segundo problema con el racionalismo del Iluminismo fue la separación entre los hechos y el valor. El
esquema mental matemático del Iluminismo no permitía la intrusión de juicios de valor; eso era algo separado.
¿Qué fundamento quedaba, entonces, sobre el cual hacer juicios? Este es el dilema ético del postmodernismo:
¿Cómo hace uno juicios sin tener un fundamento para el juicio?{26} Un escritor argumenta que el Holocausto
mismo fue un modelo del pensamiento del Iluminismo. "En el mundo de los campos de la muerte", dice el autor
Thomas Docherty, "todo estaba racionalizado". Estaba el deseo de dominar la naturaleza que se vio en la
determinación de cuáles razas y tipos de personas deberían sobrevivir, y cuáles no. El proceso fue ordenado y
eficiente. Las herramientas de la tecnología, también, fueron usadas eficientemente para promover la causa nazi.
{27} Hasta usaron la razón como su mayor aliado para lograr sus metas. Por lo tanto, los ideales del
racionalismo del Iluminismo podían ser dedicados a propósitos fundamentalmente malos.

Tercero, con la secularización de la razón en el Iluminismo, se desarrolló un creciente pesimismo acerca del
futuro. Sin ningún Ser trascendente para consultar, ¿quién sabría hacia dónde se dirigía la historia? ¿Y quién
dirá si la dirección tomada era verdaderamente progreso? "Ya no sabemos con ninguna certeza el punto hacia
donde se supone que la historia avanza", dice Docherty. "La humanidad se ha embarcado en un movimiento
secular cuya teleología es incierta".{28}

El postmodernismo, entonces, nos deja sin el conocimiento de las verdades últimas, sin ninguna base para un
juicio de valor, y sin ninguna base para la confianza en el futuro. En general, entonces, el estado de ánimo es
pesimista. ¿Cómo, entonces, sabemos qué debemos creer y hacer? Sin ningún conocimiento de por qué estamos
aquí o adónde iremos para guiarnos, y ningún fundamento para determinar el valor que surge de alguna fuente
trascendente, las personas han llegado a creer que debemos simplemente escoger para nosotros lo que será
verdadero para nosotros. La voluntad es introducida en el conocimiento. {29} Las preguntas que los
postmodernistas hacen son: "¿Qué escojo elegir yo?" y "¿Qué escojo hacer yo?".

El esquema mental postmoderno se ha evidenciado en varias áreas de la vida. Una es un cambio en la


comprensión del lenguaje. El lenguaje ahora se considera como construido socialmente; transmite lo que el
grupo dice que transmite. La literatura, entonces, se considera que refleja los prejuicios de un escritor y su
grupo cultural: el escritor está obviamente diciendo lo que lo beneficiaría a él y a su grupo cultural. Depende del
lector, entonces, desconstruir el texto para encontrar el verdadero significado. Dado que el escritor está tratando
de imponer su voluntad sobre el lector, éste adopta un esquema mental de desconfianza y busca demonios
políticos detrás de cada árbol. Dado que el significado de un texto está determinado por el lector, un texto puede
tener tantas interpretaciones como lectores.

En el arte, hubo un movimiento hacia lo abstracto, porque se consideraba que no podíamos representar con
precisión la esencia del objeto que está siendo pintado, por ejemplo. Esas cosas que no podían ser representadas
con precisión tenían que ser presentadas abstractamente. Además, dado que ya no hay más reglas en general, no
hay ninguna que defina o limite el buen arte. El artista descubre lo que está haciendo al hacerlo.
La arquitectura fue una de las primeras áreas en las que el postmodernismo mostró su rostro. Con la caída del
modernismo, que siempre miraba al futuro, y nuevamente la pérdida de toda regla, la arquitectura se movió de
un estilo funcionalista que miraba hacia el futuro a un estilo ecléctico. Los viejos edificios fueron restaurados,
ya que el pasado puede ser apreciado también. Varios estilos diferentes pueden ser mezclados en conjunto.
Como dijo un escritor: "el diseño postmodernista es históricamente y estilísticamente pluralista".{30}

Anteriormente hablé del hecho de que aun los cristianos adoptan creencias postmodernas sin darse cuenta. Es
una parte tan integral del pensamiento de los jóvenes hoy que algunos en la iglesia aceptan sin siquiera pensarlo
un esquema mental de "es verdadero para ti pero no para mí". Una joven que enseñaba la Escuela Dominical
para secundarios en una iglesia evangélica bautista en Dallas, dijo a un reportero de un diario que ella creía lo
que enseñaba la Biblia, pero eso no era necesariamente verdadero para todos.{31} Tal vez ella no entienda las
afirmaciones de la Biblia, pero más probablemente ha hecho encajar al cristianismo en un marco de "mi verdad,
tu verdad".

Contraste con el teísmo cristiano

Si bien los cristianos pueden aprender de los postmodernistas (especialmente con relación a los excesos del
Iluminismo), es importante ver las diferencias fundamentales entre el postmodernismo y el cristianismo. Lo más
importante es que podemos conocer la realidad última porque "aquello" es un "Él", quien se ha revelado y ha
revelado su voluntad. El resultado es que podemos conocer la verdad aun cuando no la verdad exhaustiva que el
Iluminismo consideraba posible. Sí tenemos una idea de hacia dónde se dirige la historia, y sí tenemos una base
para el juicio moral.{32}

Debilidades internas

El postmodernismo no puede sobrevivir mucho tiempo. Además de estar desprovisto de todo aquello sobre lo
que se puede construir una filosofía de vida, revela también problemas internos. Si bien nos gustaría tomar un
enfoque estético de la verdad--en otras palabras, juzgar por estilo antes que por sustancia- queremos que otros
nos traten de acuerdo con cánones universales de verdad y moral. Además, ahora sabemos que es imposible
hacer un corte franco entre hechos y valores. Aun los científicos más precisos y objetivos deben tomar
decisiones con relación al trabajo mismo que realizan. En otras palabras, un proyecto debe elegirse por sobre
otro, y estas elecciones reflejan ciertos valores. Además, el postmodernismo nos despoja de toda estabilidad
más allá de la que nuestra cultura inmediata puede darnos. Pero, dado que un grupo cultural no puede conocer la
verdad última sino solo escoger sus valores basándose en un punto de vista pragmático, finalmente no hay
estabilidad en el grupo cultural propio tampoco.

Como señalé, el postmodernismo es un estado de ánimo antes que una cosmovisión totalmente desarrollada.
Algo debe llenar el vacío creado por la caída del modernismo. Esto es lo que entusiasma a algunos pensadores
cristianos. Porque ahora la puerta que bloqueaba lo sobrenatural ha sido abierta, brindando una avenida para que
los cristianos anuncien las buenas nuevas de que en Cristo se encuentran la verdad, el valor y la esperanza para
el futuro; por cierto, para toda la raza humana.

Notas

 Jerry Solomon, Cosmovisiones, Probe Ministries International, 1996. Disponible en nuestro sitio en
http://www.probe.org/espanol/cosmovisiones.html

 The Universe Next Door, de James W. Sire (3rd ed., InterVarsity Press, 1997), ha brindado una guía casi indispensable para
comprender las cosmovisiones. La elección de visiones consideradas en este programa fue tomada de este texto.

 James Orr, The Christian View of God and the World (Grand Rapids: Eerdmans, 1948), 3.

 Orr, 6,7.
 "Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo
conozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál
es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos".

 Orr, 4.

 Ibid., 4.

 Waring, v-viii.

 Ibid., x.

 Ibid., xiii.

 Ibid., xiii.

 Sire, 44.

 Ibid., 46.

 Citado en Sire, 48.

 Thielicke, 25.

 Ibid., 29.

 Sire, 76.

 Bloom, citado en Sire, 93.

 Robert C. Solomon, ed., Existentialism (New York: The Modern Library, 1974), ix.

 Publicado en inglés por University of Minnesota Press, 1984.

 Docherty, 1,2. Un teólogo de nuestro tiempo considera que el modernismo finalizo el 15 de julio de 1972, cuando un proyecto de
viviendas basado en principios modernistas de funcionalidad fue demolido. Otro señala su caída con el colapso del muro de Berlín,
en 1989. Cf. Gene Edward Veith, Postmodern Times: A Christian Guide to Contemporary Thought and Culture (Wheaton, IL; 1994),
27,39. Tal vez esta gran separación temporal señala la forma en que a las filosofías les puede llevar años realizarse en la esfera
pública.

 Thomas Docherty, ed., Postmodernism: A Reader (New York: Columbia Univ. Press, 1993), 5.

 Docherty, 5.

 Stanley J. Grenz, A Primer on Postmodernism (Grand Rapids: Eerdmans, 1996), 14.

 Para más sobre esto el lector tal vez quiera consultar mi artículo: "¿Adónde se ha ido el 'yo'?: La pérdida del yo en tiempos
postmodernos", disponible en nuestro sitio Web en http://www.probe.org/espanol/adonde_se_ha_ido.html.

 Docherty, 26.

 Ibid., 12,13.

 Ibid., 10.

 Ibid., 6.

 Veith, 114.
 Mary A. Jacobs, "Truths Under Construction," Dallas Morning News, 31 May, 1997.

 Otra importante diferencia es sobre la cuestión de la naturaleza humana y la identidad. En el pensamiento postmoderno, el yo se
pierde, en tanto que la teología cristiana nos ve como individuos distintos con identidades permanentes (aun cuando podamos
experimentar cambios en nuestra personalidad, vocación, estilo de vida, etc.). Ver mi artículo "¿Adónde se ha ido el 'yo'?: La pérdida
del yo en tiempos postmodernos", disponible en nuestro sitio Web en http://www.probe.org/espanol/adonde_se_ha_ido.html.

© 2003 Probe Ministries. Todos los derechos reservados.

Traducción: Alejandro Field

Acerca del autor

Rick Wade se graduó de Moody Bible Institute con un B.A. en Comunicaciones (radiodifusión) en 1986. Se
graduó con honores en 1990 de Trinity Evangelical Divinity School con un M.A. en Pensamiento Cristiano
(teología/filosofía), donde sus estudios culminaron en una tesis sobre la apologética de Carl F. H. Henry. Rick y
su familia viven en Rowlett, Texas. Si usted tiene algún comentario o pregunta sobre este artículo, envíelo por
favor a espanol@probe.org. Por favor indique a qué artículo se está refiriendo.

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