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SIETE ESTACIONES

“LAS PARABOLAS DE JESÚS”


PRIMERA PARABOLA
LA PARÁBOLA DE LOS DOS CIMIENTOS

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 7: 46-49


¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les mando hacer? Les
voy a decir como quién es el que viene a mí, y oye mis palabras y las pone en práctica:
Es como quien, al construir una casa, cava hondo y pone los cimientos sobre la roca. En
caso de una inundación, si el río golpea con ímpetu la casa, no logra sacudirla porque
está asentada sobre la roca.
Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica, es como quien construye su casa
sobre el suelo y no le pone cimientos. Si el río golpea con ímpetu la casa, la derrumba y
la deja completamente en ruinas.
PALABRA DEL SEÑOR
GLORIA A TI SEÑOR JESUS
REFLEXIÓN:  La parábola fue dada por Jesús en la parte final del sermón del Monte,
porque Él quería que sus palabras no quedarán en saco roto, sino que causara una
transformación real a cada uno de sus oyentes, por lo tanto significa vivir para nuestro
Señor Jesucristo en la obediencia, así como dijo el apóstol Pedro en el primer sermón
después de la venida del Espíritu Santo en Hechos 2:36 “ Sépalo bien todo el pueblo de
Israel, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Cristo”.
Vivimos en una cultura donde todos quieren ser libres expresando cada uno su punto de
vista sobre el bien y el mal, pero Dios nos ha entregado su santa palabra por medio de
los labios de nuestro amado Cristo, para saber lo que es bueno y agradable delante del
único y verdadero Dios, por eso no es suficiente con oír la palabra sino también
ponerla en práctica. Jesús lo ilustra en esta parábola que trata sobre un hombre que
quiere construir una casa pero los cimientos los colocan encima de una roca firme, pues
cuando venga la tormenta o una inundación no logra derribarla, y aquel que la construye
sobre el suelo y no pone cimientos, viene la inundación o tormenta y la destruye. En
mateo 7:24-27 esta misma parábola, dice que el hombre prudente construye sobre la
roca que es nuestro Señor Jesucristo, y el hombre insensato es quien la construye sobre
arena, que es escuchar las enseñanzas del mundo para tratar de encontrar descanso a tu
alma.
Debemos reflexionar y ser convencidos por el Espíritu Santo de vivir el resto de nuestra
vida terrenal anunciado el evangelio del reino de Dios con gozo, confesando delante de
los hombres que Jesucristo es el Señor, si lo niegas Él te negará(Mateo 10:32-33), pero
recuerda no es llegar a la iglesia escuchar el sermón o sentirme por un tiempo feliz, y
después vivir la vida cristiana como queremos, las palabras de Jesús son vida, porque Él
es el camino, la verdad y la vida.
Oremos, hermanos y hermanas, por nosotros la iglesia: por el papa, los obispos y
todo el pueblo cristiano.
Dios de bondad, deseamos que la fuerza de tu Espíritu nos llegue a cuantos integramos
la iglesia, para que no seamos signo de poder y riqueza, sino que por el contrario
estemos siempre del lado de los desheredados de este mundo y sirvamos eficazmente a
la implantación de tu reino.
Que nunca nos falte tu ayuda, te lo pedimos por tu hijo Jesús. Amén.
Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria
Continuamos a la segunda estación.
 

SEGUNDA PARABOLA
LA PARÁBOLA DEL TRIGO Y LA CIZAÑA

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 13: 24-30


Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que
sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su
enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto,
entonces apareció también la cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia
y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene
cizaña?
Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que
vayamos y la arranquemos? Él les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis
también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al
tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en
manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.
PALABRA DEL SEÑOR
GLORIA A TI SEÑOR JESÚS
Reflexión: Esta parábola es una de las pocas que aparece en los evangelios donde
también se encuentra registrada su explicación por parte de Jesús, donde podemos ver
que en la tierra donde vivimos existen dos tipos de hijos espiritualmente hablando, y son
los hijos de Dios, y los hijos del diablo, así como fue dicho en Génesis 3:16“Y pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la
cabeza, y tú le herirás en el calcañar”, así como Jesús les dijo a los judíos que se
revelaron en contra de Él, en Juan 8:43-45 “¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque
no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de
vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha
permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo
habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me
creéis”, así cuando no creemos la palabra de Dios, sucede lo que dice en la parábola del
sembrador Mateo 13:19 “Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene
el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado
junto al camino”, en 1 Juan 3:10  “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos
del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios”.
El Señor Jesús dice deja que crezca junto el trigo y la cizaña (maleza), pues al intentar
arrancar la cizaña puede que se arranque también el trigo, porque se parecen y solo al
tiempo de la ciega se diferencian notablemente. La siega es el fin del siglo, es decir, la
segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, el cual vendrá con juicio, con sus ángeles
en llama de fuego, así como también lo dice en 2da Tesalonicenses 1:5-9 “Esto es
demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de
Dios, por el cual asimismo padecéis. Porque es justo delante de Dios pagar con
tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con
nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,
en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al
evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición,
excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder”. El hecho no lo podemos
solo dejar que el trigo son los Cristianos y la cizaña los inconversos, pues solo por el
hecho de ir a la iglesia, puede dar la sensación que estoy en el camino correcto, pero
solo si realmente vives una vida con fruto dignos de arrepentimiento, y crees en el Señor
Jesús como el amo absoluto de nuestra vida, y soportas la prueba del trigo, entonces
podrás decir al final he culminado la tarea que me ha encomendado Dios en la tierra.
La Escritura dice en Mateo 7:19-23 “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y
echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre
que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en
tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de
maldad”.  Por lo tanto mis hermanos la vida cristiana no es para jugar iglesia los
domingos, ni estar entretenidos con shows, escuchar historias de grandes hombres
famosos en el mundo actual, pues es realmente vivir para Dios, con la ayuda de su Santo
Espíritu, abnegados a lo que el mundo te dice que debes de tener para ser feliz y exitoso,
esto lo encuentras todos los días en la prensa, en la televisión y radio secular, pues en
hebreos 10:36 dice “porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la
voluntad de Dios, obtengáis la promesa”, también en 1Pedro 1:7 “para que sometida a
prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba
con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”.
El trigo debe ser probado para ver si realmente es trigo, y como no podemos solos
seguir en este mundo donde ha aumentado la perversidad y la sensualidad, debemos
seguir predicando el evangelio a los necesitados, y para anunciar su mensaje debemos
pedirle a Dios que nos ayude todos los días para que nos de amor, fe, paciencia,
humildad, fortaleza, ya que Jesucristo nuestro Señor, el cual nos trae de las tinieblas a la
luz, de la muerte a la vida, de la resequedad a los manantiales, nos llena del gozo en su
presencia, y Él se agrada de ello, como lo dice en Juan 15:11” Estas cosas os he
hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido”.
Que la gracia del Señor Jesús, este con todos vosotros.
Oremos, hermanos, por todas las personas creyentes del mundo, no importa si se
dirigen a Dios llamándole Yahvé, Dios, Alá o por cualquier otro nombre, para que sean
fieles a sus creencias y éstas les hagan crecer como personas justas y responsables.
Dios único y de todos, que estás por encima de todas las religiones y nos amas a todos
por igual, te prometemos profundizar en nuestra espiritualidad y vida interior, para que
cada uno de nosotros llegue a la verdadera plenitud humana.
Que nunca nos falte tu ayuda, te lo pedimos por tu hijo Jesús. Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloría.
Continuamos a la tercera estación.
TERCERA PARABOLA
LA PARÁBOLA DE LA SEMILLA DE MOSTAZA

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 13:31-32


Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de
mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más
pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y
se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
PALABRA DEL SEÑOR
GLORIA A TI SEÑOR JESÚS
Reflexión: Esta parábola hace parte de las mencionadas por Jesús referentes al reino de
Dios. La ilustración de la historia de un hombre que sembró en su campo, una semilla
de mostaza, la más pequeña de todas las semillas, creció de tal forma, que llegó a ser
como un árbol donde vienen las aves del cielo y hacen nidos. Así como se expresa en
Ezequiel 17:23 “En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y dará fruto, y
se hará magnífico cedro; y habitarán debajo
de él todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarán”, y tiene que
ver con el cumplimiento mesiánico del reino de Dios, manifestado en Jesús, como el
Salvador del mundo, así como ese reinado cuando llegó a los judíos del primer siglo, no
fue en la forma que ellos esperaban al Mesías, con esplendor y colorido para derrotar al
imperio romano, este reino del que Jesús les hablaba, para ellos no cumplía con sus
requerimientos para creer en él, como el ungido de Dios. A partir de ese tiempo inicio
ese reino, y después que Jesús murió, resucitó, y ascendió al cielo, de un pequeño grupo
de hombres y mujeres que le creyeron a Jesucristo, llegamos a tener acceso en este
tiempo a la maravillosa sombra de ese árbol, como dice en Salmo 91:1 “El que habita
al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente”, y seguirá creciendo
el reino de Dios en la tierra hasta que Jesús regrese por segunda vez por su pueblo santo.
Que la gracia del Señor Jesús, este con todos vosotros.
Oremos, hermanos, por quienes no creen en Dios, por quienes no han podido o no
desean reconocer la existencia de la divinidad.
Dios Padre Creador del Universo, querríamos contribuir a que cada hombre y cada
mujer, con independencia de su creencia, quiera y pueda construir su vida en el amor y
la justicia hacia quienes les rodean y en el respeto hacia la naturaleza.
Que nunca nos falte tu ayuda, te lo pedimos por tu hijo Jesús. Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Continuamos a la cuarta estación.
CUERTA ESTACIÓN
LA PARÁBOLA DEL TESORO ESCONDIDO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 13:44


Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual
un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene,
y compra aquel campo.
PALABRA DEL SEÑOR
GLORIA A TI SEÑOR JESÚS
Reflexión: Esta parábola no hace referencia que podemos comprar con nuestro dinero el
reino de Dios, pues  lo que realmente significa es que el reino de Dios es nuestro tesoro
más preciado. Jesús dijo: “Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas,
o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y
heredará la vida eterna. (Mateo 19:29)”,  esto ubica nuestro corazón, tener puesta la
mirada en las cosas terrenales, nos desvían de las riquezas celestiales, las cuales son
eternas. Cuando cambiamos nuestra mentalidad con respecto al significado de la vida,
ya que la Escritura dice: “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre
no consiste en la abundancia de los bienes que posee.”(Mateo 12:15), las aflicciones y
dolores por los afanes de esta vida comienzan a descansar en aquel que por su gracia y
misericordia reinan en nuestro corazón, al Rey de reyes y Señor de señores.
Jesús es nuestro tesoro preciado, y si comenzamos a valorarlo por lo que significa
realmente para nuestras vidas, no estaremos tan preocupados como los que no conocen a
Dios. La verdadera riqueza es Dios.
Oremos, hermanos, por los que gobiernan, por los políticos, por quienes detentan el
poder fáctico, por los jueces, por quienes ejercen cualquier tipo de poder o
responsabilidad sobre los demás.
Dios de la Libertad, nos proponemos hacer que el destino de todos los habitantes de la
Tierra esté en manos de personas responsables y honestas, elegidas libremente, que
pongan por encima de intereses políticos o económicos los intereses de sus pueblos y
desarrollen políticas que busquen la paz, la cultura y la libertad.
Que nunca nos falte tu ayuda, te lo pedimos por tu hijo Jesús. Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Continuamos a la quinta estación.
QUINTA ESTACIÓN
LA PARÁBOLA DE LA RED.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 13: 47-50


Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de
toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en
cestas, y lo malo echan fuera. Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a
los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el
crujir de dientes.
PALABRA DEL SEÑOR
GLORIA A TI SEÑOR JESÚS
Reflexión: En esta parábola Jesús habla que el reino de los cielos es semejante aquella
actividad de echar la red en el mar para pescar, y una vez que se llena, la saca y se
acerca a la orilla del mar, y sentado comienza a recoger los buenos peces, y los malos
los echa fuera de la cesta, y después dice la parábola así será al fin del siglo, saldrán los
ángeles, y apartarán a los injustos y los echaran al horno de fuego; allí será el lloro y el
crujir de dientes. Observen y noten la similitud con la parábola del trigo y la cizaña en
Mateo 13:41-42 “Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a
todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno
de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes”. Éste siglo a que hace referencia es el
fin del presente siglo, en la Biblia se habla de dos siglos (no son 100 años), el presente y
el venidero, unidos por la segunda venida de Cristo.
Jesús nos dice que la red está lanzada a todos los peces, no hay acepción de personas, a
todos se nos llama por igual al arrepentimiento y ser servidores de Cristo por medio de
la proclamación del evangelio, pero al final, el juez de los justos e injustos, dará
retribución conforme a la palabra que cada uno ha escuchado mientras tenga vida
terrenal. Los buenos peces son los justos, que viven conforme al evangelio de Cristo, y
los malos peces son los que rechazan el evangelio.
Si al leer estás líneas anteriormente servías al Señor con pasión y con entrega, y te
sientes desanimado, recuerda tu primer amor, cree en el evangelio de Cristo, es tiempo
de reconciliarte con Él, su reino crecerá en medio del trigo y la cizaña, de los peces
buenos y malos, y al fin del siglo, solo los justos tendrán la gran heredad.
Oremos, hermanos, por los empobrecidos, por los marginados, por los que están
solos, por los que sufren, por todos los crucificados del mundo.
Dios misericordioso, deseamos fervientemente llevar el consuelo a los que lloran y
sufren, acompañarles en su dolor, y ante todo solucionar sus problemas y hacerles
verdaderamente felices.
Que nunca nos falte tu ayuda, te lo pedimos por tu hijo Jesús. Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Continuamos a la sexta estación.
SEXTA ESTACION
LA PARÁBOLA DEL SIERVO MALVADO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 18:21-35


Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano
que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta
setenta veces siete. Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso
hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que
le debía diez mil talentos. A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su
mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. Entonces aquel siervo,
postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. Pero
saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y
asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo,
postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré
todo. Más él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. Viendo
sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor
todo lo que había pasado. Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda
aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia
de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, les
entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también mi Padre
celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus
ofensas.
PALABRA DEL SEÑOR
GLORIA A TI SEÑOR JESÚS
Reflexión: Esta parábola trata acerca del perdón, pues Jesús les respondía a sus
discípulos del interrogante de Pedro, "Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano
que peque contra mí? ¿Hasta siete?", y Jesús les responde "No te digo hasta siete, sino
setenta veces siete", el cual es un número simbólico que refleja que no hay límite en el
número de veces que debemos perdonar a nuestros hermanos. En nuestro caminar como
cristianos, Dios prueba nuestros corazones con respecto al perdón, y puede que este
tema sea espinoso, porque siempre en la falta de perdón hay resentimiento cuando
somos ofendidos. Dios quiere que perdonemos aquellas personas que nos ofenden y nos
han hecho algún daño, pues así como Dios en su inmensa misericordia nos perdonó, y
fuimos restaurados en nuestra comunión con Dios, también quiere que perdonemos a
nuestros hermanos, pues el perdón restaura las relaciones, cuando realmente es de
corazón. Para ilustrar la idea del perdón Jesús les refiere esta parábola donde un siervo
le debía mucho dinero a un Rey, y esa cantidad de dinero era muy elevada que no podía
pagar, pero el siervo le ruega al rey que le perdone la deuda, del cual el rey movido a
misericordia le concede el perdón, y lo deja libre. Una vez que este siervo recibe la
libertad, tenía un consiervo que le debía dinero, pero él insistía que le pagase, y esté le
suplicaba que tuviera paciencia con él, que le pagaría la deuda, sin embargo el siervo al
ver que el consiervo no le pagaba, le hizo que lo encarcelaran, esto llegó a oído del rey,
inmediatamente fue llevado ante él, y le decía “Siervo malvado, toda aquella deuda te
perdoné, porque me rogaste”, y así como el rey fue misericordioso con él, el siervo
malvado debió perdonar a su consiervo por la deuda, inmediatamente el rey llama a sus
verdugos, y lo colocaron en la cárcel hasta que pagase. Por lo tanto Jesús quería que sus
discípulos aprendieran que debemos perdonar las ofensas los unos con los otros, las
veces que sean necesarias, así también como lo dice en 1ra Juan 4:19-20 “Nosotros le
amamos a él, porque él nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a
su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo
puede amar a Dios a quien no ha visto?”, por lo tanto el versículo 35, es claro en afirmar
que debemos perdonar de todo corazón, pues si lo hacemos por el exterior, a Dios no le
podemos engañar, porque Él realmente sabe cómo somos en nuestro interior, y dice
"Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada
uno a su hermano sus ofensas".
ORACION DE LOS FIELES
Por los que sufren, por los enfermos, los prisioneros, los pobres y los niños que pasan
hambre, para que sepan descubrir el consuelo que Jesús desde la Cruz
OREMOS AL SEÑOR
ENSEÑANOS AMAR TU CRUZ
Por todos aquellos que lo están pasando mal por razones de la crisis económica o por los
abusos de los más poderosos, para que no pierdan la confianza en el Señor Jesús que
nunca se olvida de los más necesitados
OREMOS AL SEÑOR
ENSEÑANOS AMAR TU CRUZ
Que nunca nos falte tu ayuda, te lo pedimos por tu hijo Jesús. Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloría
Continuamos a la séptima estación.
SEPTIMA ESTACIÓN
LA PARÁBOLA DE LA FIESTA DE BODAS

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 22:1-14


Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es
semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los
convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos,
diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y
animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. Más
ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; y otros,
tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.
Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y
quemó su ciudad. Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas;
más los que fueron convidados no eran dignos. Id, pues, a las salidas de los caminos, y
llamad a las bodas a cuantos halléis.
Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente
malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. Y entró el rey para ver a los
convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo,
¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Más él enmudeció. Entonces el rey dijo
a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será
el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
PALABRA DEL SEÑOR
GLORIA A TI SEÑOR JESÚS
Reflexión: La parábola de la fiesta de bodas trata sobre el llamado de Dios a ser parte del reino
de los cielos a cada persona que escucha la palabra del Señor, por medio de la predicación del
evangelio, ya sea por un compañero de estudio, de trabajo, vecino o persona que se encuentre en
un bus, o un parque, y de las consecuencias que vienen si se rechaza el llamado. Es Dios
llamando a muchos que necesitamos de disfrutar del gran banquete que tiene preparado para los
que le aman. Muchos lo rechazan, pero otros reciben el llamado con gozo para seguir a
Jesucristo por el resto de sus vidas terrenal.

Ahora mirando los aspectos de la parábola en el contexto, Jesús les estaba hablando a
los principales sacerdotes y ancianos del pueblo, pero también podemos aplicarlos a
nuestros tiempos, ya que el Señor quiere que todos vengan al banquete que tiene
preparado en el reino de los cielos, pero las muchas ocupaciones o distracciones del
mundo hacen difícil seguir a Jesús, ya que podemos llegar a pensar que si vamos a la
iglesia los domingos, y si confieso mis pecados, Dios me perdona, y sigo mi vida el
lunes común y corriente, creemos estar en el camino correcto pero nos equivocamos,
porque cuando Dios nos llama hacer parte de su reino, nos hace sus discípulos, sus
siervos, para proclamar el evangelio de Cristo, por encima de lo que pueda estar
pasando en nuestra vida. Miren que todos aquellos que no quisieron ir al banquete
fueron destruidos, es decir, los que rechazaron la palabra de Dios, pero aquellos que si
quisieron ir al banquete necesitaban además de ir, tenían que tener el vestido de bodas,
no basta con tener la buena intención, sino de tener el nuevo vestido(versículo 11 y 12),
como lo expresa Gálatas  3:26-27 “pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo
Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos”,  y en Colosenses 3:10-12  “y revestido del nuevo, el cual conforme a la
imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay
griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que
Cristo es el todo, y en todos. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados,
de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de
paciencia”. Y recuerden “Porque muchos son llamados, y pocos escogidos”, también en
2da Corintios 5:19 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Venid a Cristo y seguir haciendo las
mismas cosas de antes, sumergidos en el pecado, es estar en la fiesta de bodas sin el
vestido de bodas, no os engañéis, Romanos 6:16 “¿No sabéis que si os sometéis a
alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea
del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”.
Roguemos finalmente por todos nosotros, para que nuestros lazos en la fe se plasmen
en cariño mutuo dentro de la comunidad y juntos luchemos codo con codo en la
construcción de otro mundo mejor.
Madre y Padre nuestro, bendice a todos tus hijos, infúndenos alegría de vivir, sed de
justicia, perseverancia en la oración, constancia en el compromiso y paciencia en el
camino de la cruz.
Que nunca nos falte tu ayuda, te lo pedimos por tu hijo Jesús. Amén.
Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria.
Continuamos hasta la Urna de Jesús del Gran Poder en Buenaventura.

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