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Trabajo Grupal

Ciencias Naturales

Grado: 5° Sección: “C” Fecha: 04 de Junio de 2020.-

Integrantes: Baldellón Giusto, Santiago


Juarez Alberdi, Benjamín

¿Qué son los humedales? ¿Por qué son importantes? ¿Dónde se encuentran
en Argentina? ¿Son zonas protegidas?

Los humedales son zonas de transición entre los ecosistemas terrestres y los
ecosistemas acuáticos y poseen una baja profundidad. Cualquier zona
normalmente plana donde la superficie del suelo se cubre de agua de forma
permanente o estacional, es un humedal. El agua puede ser dulce, salada o
salobre.

Pero no todo suelo que se llena de agua es considerado un humedal. Para eso,
el sitio tiene que contener el líquido durante un período de tiempo suficiente
para que prospere una población de plantas acuáticas.

Suelen encontrarse en llanuras inundadas muy próximos a los cursos de agua


como los ríos o lagos que les proveen el líquido. No obstante, algunos
humedales pueden parecer aislados, sin ningún cuerpo de agua cercano, pero
en estos casos están conectados con aguas subterráneas asique el agua de
los humedales puede ser subterránea, cercana a la superficie del terreno o de
escasa profundidad.

Los humedales son importantes y vitales para la supervivencia humana. Son


uno de los entornos más productivos del mundo, y son cunas de diversidad
biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables
especies vegetales y animales dependen para subsistir.
Una de las características más
importantes de un humedal es su
capacidad para mantener
vegetación acuática flotante o
sumergida. Cualquier humedal
provee uno de los hábitats más
ricos del planeta para las plantas y
los animales ya que en su área
alberga una alta concentración de
organismos: desde pequeños
invertebrados como los
camarones, hasta grandes aves
como los flamencos. En gral., un
humedal alberga mamíferos,
peces, aves, reptiles, anfibios,
insectos y muchos invertebrados.
La flora distintiva de los humedales
está representada por pastos
marinos, lirios acuáticos,
ninfáceas, lentejas de agua,
mangle y árboles de arce y ciprés,
entre otros. Como puede verse, son plantas acuáticas, sumergidas y flotantes,
así como árboles que soportan los terrenos húmedos.
Los humedales son indispensables por los innumerables beneficios o "servicios
ecosistémicos" que brindan a la humanidad, desde suministro de agua dulce,
alimentos y materiales de construcción, y biodiversidad, hasta control de
crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático.
Desde 1997, el 2 de febrero se celebra el “Día Mundial de los Humedales” en
conmemoración del tratado firmado por 18 países durante la conferencia
realizada en 1971 en la ciudad iraní de Ramsar.
A partir de la Convención se estableció una Lista de Humedales de Importancia
Internacional, en la cual cada país debe incluir humedales de su territorio
seleccionados por su características ecológicas –en especial por su
importancia como hábitat para aves acuáticas-, botánicas, zoológicas,
limnológicas o hidrológicas. Estos humedales son comúnmente conocidos
como Sitios Ramsar.
En nuestro país están localizados en 23 puntos, entre ellos, las lagunas y
esteros del Iberá, en Corrientes; las lagunas de Guanacache, Desaguadero y
Del Bebedero, en Mendoza; las lagunas Altoandinas y Puneñas, en Catamarca;
el sitio llamado Jaaukanigás, al norte del Río Paraná, en Santa Fe –así
designadas oficialmente por el Gobierno, en 2001, las ecorregiones del Delta e
islas del Paraná–; los humedales del Chaco; la bahía de Samborombón, en la
provincia de Buenos Aires; y el glaciar Vinciguerra y turberas asociadas, en
Tierra del Fuego.
8 de los 23 Sitios Ramsar están vinculados con áreas protegidas bajo
jurisdicción de la APN (Administración de Parques Nacionales): los Parques
Nacionales Río Pilcomayo, El Palmar, Pre-Delta, Islas de Santa Fe, Ciervo de
los Pantanos, Campos del Tuyú, Sierra de las Quijadas, Laguna Blanca y el
Monumento Natural Laguna de los Pozuelos.
“TRABAJO CON OTROS”

“Mar Chiquita, un humedal excepcional”

La laguna Mar Chiquita, en el noreste de la provincia de Córdoba, es el mayor


lago de Argentina y el quinto lago salino del mundo. Constituye un área de gran
riqueza en biodiversidad y uno de los atractivos turísticos más importantes del
centro de Argentina. Junto con los Bañados del Río Dulce constituyen un
humedal de grandes dimensiones (uno de los mayores del mundo) y una nota
muy singular del paisaje de la región pampeana argentina.

La laguna Mar Chiquita o Mar de Ansenuza es conocida por una particularidad


que la hace única: sus aguas son saladas. Por tratarse de una cuenca cerrada
que se alimenta de tres ríos (el Dulce, el Suquía y el Xanaes, aunque el río
Dulce es el que aporta el 80% de su caudal) el nivel de salinidad fluctúa según
la cantidad de agua presente; sin embargo, más allá de las variaciones, su
salinidad es una característica distintiva como humedal continental y, en
algunos aspectos, le otorga un comportamiento de mar interior. Además,
debido a su extensión, que ha superado las 500.000 hectáreas en momentos
de grandes inundaciones, constituye la mayor superficie lacustre de Argentina,
el mayor lago salado de Sudamérica y el quinto en el mundo.

El humedal Mar Chiquita presta servicios ecológicos fundamentales y regulan


los regímenes hídricos y la biodiversidad, constituyendo un recurso de gran
valor económico, científico y recreativo.

Este lugar excepcional se encuentra bajo algunas amenazas que causan


preocupación. En primer lugar, existe el riesgo de que la extracción no
controlada de agua para irrigación u otros propósitos en los ríos afluentes, y
particularmente del río Dulce, pueda llegar a disminuir marcadamente o aun
secar totalmente la laguna. Asimismo, la construcción de diques puede impedir
la llegada de las inundaciones anuales a los bañados que mantienen los
productivos pastizales, transformándolos en salinas improductivas y estériles.

Otro problema preocupante es la contaminación creciente de los ríos por


industrias y poblaciones que no tienen apropiados sistemas de tratamiento de
efluentes y residuos sólidos.

¿Qué podemos hacer por Mar Chiquita?


En primer lugar, conocerla. Para ello aprendamos a distinguir sus animales y
sus plantas, y a apreciar su inigualable belleza. En segundo término, cuidarla.
Para ello se requiere participar activamente en su protección, asegurándonos
de que los representantes y habitantes de las comunidades locales entiendan y
consideren el valor de Mar Chiquita para las generaciones actuales y las
futuras. Recordemos que Mar Chiquita no es nuestra, simplemente la pedimos
prestada a nuestros hijos y nietos.

Los humedales están considerados entre los ecosistemas más amenazados a


nivel mundial y regional. Sin embargo, en Córdoba, la Laguna Mar Chiquita
representa, afortunadamente, un caso raro y valioso de un humedal de gran
extensión que se ha conservado en muy buena condición hasta el presente,
incluyendo la gran biodiversidad que alberga.
ACCIONES PARA PROTEGER EL HUMEDAL MAR CHIQUITA

1. Cuando lo visites recoge la basura que puedas. Júntala en bolsas y


deposítala en los lugares destinados para ello, invita a tus acompañantes a que
hagan lo mismo que tú.

2. Respeta a las aves, plantas y todo organismo que sea parte del hábitat. No
los destruyas, ni los captures o molestes, mejor protégelos.

3. Reporta cualquier descarga de desechos tóxicos que veas, ya que pueden


ocasionar cambios en las características del agua y causar la enfermedad o
muerte de los animales y plantas que viven ahí.

4. Evita la cacería o pesca.

5. Enséñale a todos el valor que tiene el humedal y juntos adopten acciones


para ayudar a protegerlo y conservarlo.

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