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PONIENDO EN COMÚN

Nº 44 LA VOCACIÓN DISCIPULAR
AÑO I Padre Ricardo, MPD

Jesús nos llama a seguirlo de cerca y a ser sus discípulos.


Presentamos una breve síntesis acerca de este llamado
y cómo se plasma la vida discipular desde el carisma del
Movimiento de la Palabra de Dios.

1. Juan Pablo II decía: Por tanto, la tipología de los llamados es


El encuentro con Cristo cambia radical- muy variada: gente dedicada a la pesca y a
mente la vida de una persona, la impulsa cobrar impuestos, honrados y pecadores,
a la metanoia o conversión profunda de casados y solteros, pobres y ricos, como
la mente y del corazón, y establece una José de Arimatea (Cf. Jn 19, 38), hombres
comunión de vida que se transforma en y mujeres. Figura incluso el zelota Simón
seguimiento. En los Evangelios el segui- (Cf. Lc 6, 15), es decir, un miembro de la
miento se expresa con dos actitudes: la posición antirromana. También hay quien
primera consiste en `acompañar a Cristo´; rechaza la invitación, como el joven rico, el
la segunda, en caminar detrás de Él, que cual, al oír las palabras exigentes de Cristo,
guía, siguiendo sus huellas y su dirección. se entristeció y se marchó pesaroso, `por-
Así, nace la figura del discípulo, que se rea- que era muy rico´ (Mc 10, 22)1.
liza de modos diferentes. Hay quien sigue
de manera aun genérica y a menudo su- Se puede decir entonces que en su
perficial, como la muchedumbre (Cf. Mc 3, actividad apostólica, Jesús formulaba dos
7; 5, 24; Mt 8, 1. 10; 14, 13; 19, 2; 20, 29); llamados: elige doce apóstoles (Cf. Lc 6,
muchas veces se menciona a las mujeres 12-19) de entre los discípulos, y desde la
que, con su servicio concreto, sostienen la muchedumbre que lo busca, elige 72 dis-
misión de Jesús (Cf. Lc 8, 2-3; Mc 15, 41). cípulos (Cf. Lc 10, 1-12). Ellos serán tam-
Algunos reciben una llamada específica bién misioneros bajo el Señorío de Jesús
por parte de Cristo y, entre ellos, los Doce
1-Catequesis del 06/09/2000 (L ´Osservatore Ro-
ocupan una posibilidad particular. mano, versión española, 08/09/2000, pág. 12).
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(Cf. Lc 14, 25-33) con los dones de su Espí- dad de la vida. No se puede ser cristiano
ritu (Cf. Lc 10, 9). Son los cristianos que hoy a pedazos, part-time. ¡El cristiano part-time
identificamos como “laicos”. no funciona! Todo, todo el tiempo a tiem-
po pleno. Esta renovación la hace el Espí-
2. ¿Cómo se caracteriza hoy al laico, a ritu Santo. Ser cristiano al final no significa
este miembro del pueblo de Dios en la hacer cosas sino dejarse renovar por el
Iglesia? Espíritu Santo, o, usando las palabras de
Jesús, volverse vino nuevo.
Muchos de ellos aparecen como cristia-
nos más “de nombre” que de vida y pre- 3. Hoy es necesario un laicado que sea
sencia testimonial. Son como “cristianos fermento de la piedad popular católica
anónimos” que no tienen peso de presen- que tiene un fuerte matiz mariano. Pero
cia creyente ni en la Iglesia ni en la socie- esto no puede lograrse sin lo que Apare-
dad. Pasan desapercibidos. Por lo tanto, cida llama una “conversión pastoral”. Así,
son como fermento de indiferencia religio- el laicado discipular está estrechamente
sa en la cultura. vinculado con esta búsqueda, la de una
“conversión pastoral” de la Iglesia. El pro-
Desconocen el discipulado y en ellos lo pio CELAM (Consejo Episcopal Latinoa-
más acentuado, desde la catequesis ecle- mericano) da pistas para lograrlo en la
sial, es el cumplimiento del precepto do- misión continental que se propuso en el
minical y los sacramentos que, así y todo, encuentro de Aparecida. Desde la Palabra
son cada vez más dejados de lado. de Dios hay que buscar que ella no solo
A esta modalidad de ser cristiano, ilumine la catequesis sino toda la pastoral
el Papa Francisco la llama “part time”: de la Iglesia. Nuestra experiencia pastoral
busca colaborar con este fin.
Ser cristianos significa dejarse renovar En esto creemos que una alternativa
por Jesús con esta vida nueva. Yo soy un se encamina por un laicado que cultive
buen cristiano, todos los domingos voy a comunitariamente su fe en comunidades
misa de 11hs., hago esto y aquello... como eclesiales de base. Allí, y con el Espíritu del
si fuera una colección. Pero la vida cristiana Evangelio, se pueden generar pequeñas
no es un collage de cosas. Es una totalidad comunidades que sean imágenes de la
armónica, armoniosa, y la hace el Espíritu Iglesia como familia de Dios: una expre-
Santo. Renueva nuestro corazón, nuestra sión fraterna y testimonial de la fe en una
vida y nos hace vivir de una manera diver- Iglesia viva y operante, evangelizadora y
sa, pero en un estilo que incluye la totali- misionera (Cf. DA Nº 180, 226; 311-313).
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4. El llamado a un laicado discipular se 3-4) o a ser sacramentalmente reconcilia-


presenta de esta forma en el Movimiento dos para llevar una Vida nueva.
de la Palabra de Dios:
En segundo lugar supone reconocer a
El camino discipular, con la gracia de Jesús como Señor y entregarle la vida.
Dios, es fruto del anuncio del kerigma, La entrega de la vida es lo que define la
de la muerte y resurrección de Jesús con condición creyente del discípulo. Este no
la unción del Espíritu Santo. Este anuncio solo quiere ser salvado por Jesús sino que
tiene como horizonte y referencia, en el quiere seguirlo en un estado de vida dig-
contexto del mundo actual y del lugar que no de su enseñanza. Jesús es reconocido y
ocupa la Iglesia, la vida de los primeros aceptado como Maestro de la Vida eterna
cristianos de la Iglesia apostólica descripta (Lc 18, 18-23).
en los Hechos de los apóstoles y en las car-
tas y escritos del nuevo testamento. El discipulado no es un estado de vida
sino un modo de responderle al Señor.
El discipulado implica una opción de El estado de vida se concreta de otra for-
vida por Jesús. Para el discípulo creer es ha- ma, en el matrimonio, en la consagración,
cer opciones. En este sentido se diferencia el sacerdocio, en la vida soltera transitoria
de una fe limitada solo al cumplimiento de o no, etcétera.
obligaciones en términos de una costum-
bre, herencia familia o rutina sacramental. El anuncio radical del Evangelio como
invitación a convertirse, a salir de sí mismo,
Esta opción busca hacer del Evangelio y a vivir el amor de Dios entre los hombres
un estilo de vida más que un compromiso bajo el Señorío de Jesús transmite una fe
de actividad apostólica. La actividad evan- discipular. De aquí surge una actitud dis-
gelizadora, misionera y social del discípulo ponible, servicial y misional en el discípulo.
surge como consecuencia de un compro-
miso de vida que le permite ratificar testi- La entrega del discípulo incluye la vida
monialmente su actividad religiosa y social. y los bienes (Cf. Lc 14, 25-33). El dinero, por
poco que sea, crea dependencia e invita
En primer lugar la opción discipular a la riqueza de querer “tener más” y vivir
supone la conversión a Jesús como Sal- para eso. Los bienes son evangelizados
vador del pecado personal y social que a través del discernimiento de lo que es
hay en el mundo. Esta conversión lleva a necesario para vivir y del compartir con el
ser bautizado en la pascua de Jesús (Rm 6, prójimo. Es ofrecer la vida para construir la
“torre” de la santidad.
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Este anuncio radical supone una revi- tejido social sano por su convocatoria y
sión de la imagen natural de Dios que trabajo en la juventud, la familia y la niñez.
tienen los creyentes. Esta imagen pacta un Forman, además, un tejido eclesial evan-
vínculo con Él que se centra en vivir en gra- gélico desde un laicado renovado en el
cia de Dios para no condenarse y en tener espíritu de sus vidas. Así, las comunidades
una oración de petición frente a los lími- guardarán una reserva de humanidad nue-
tes y necesidades humanas. Él es un Dios va para el presente y futuro histórico.
poderoso, al que hay que recurrir frente a
las necesidades. Pero esta imagen de Dios Cuando se reconoce como imagen y
lleva a expresar la vida religiosa desde la semejanza de un Dios trinitario, el discípu-
obligación más que desde la gratuidad del lo adquiere conciencia de que el hombre
amor que proclama la Palabra: “Me amó y es persona en comunidad. Así aspira no
se entregó por mí” (Gál 2, 20). Así, Dios no solo a la santidad personal sino también
llega a ser un Dios de Vida, de conversión, comunitaria.
agradecimiento y alabanza.
El testimonio del amor mutuo genera
El discípulo, desde la entrega pascual vínculos fraternos que despiertan el inte-
de Jesús y la efusión del Espíritu Santo, es rés y la admiración de los que se acercan
consciente de que Dios es Amor (Cf. 1 Jn a una comunidad discipular. Allí reciben
4, 16b; Jn 3, 16). Es un Dios que lo llama espontáneamente el mensaje de que Dios
a vivir fraternalmente en la santidad de su es Amor y quiere que los hombres vivan en
Amor (Cf. 2 Jn 4-6). ese amor filial y fraterno. Esto hace recor-
dar el testimonio que daban los paganos
“Les doy un mandamiento nuevo: de los cristianos primitivos: ¡“miren como
ámense los unos a los otros. Así como yo se aman”! Por este testimonio muchos se
lo he amado, ámense también ustedes los incorporan a las comunidades y regresan
unos a los otros. En esto todos reconoce- a la vida sacramental.
rán que son mis discípulos: en el amor El discípulo recibe en el camino del gru-
que se tengan los unos a los otros” (Jn po comunitario discipular un itinerario de
13, 34-35). Este mandamiento vivido defi- evangelización permanente y de forma-
ne existencialmente la identidad del discí- ción integral: humana, moral y espiritual,
pulo y lo compromete con el medio am- catequética y social. Así la formación susten-
biente eclesial y social. ta la experiencia y la vida de la fe que obra
Las comunidades discipulares cons- por amor (Cf. Gál 5, 6), nocionalmente, con
tituyen –en esta civilización con tantos va- razones y motivos de esperanza (Cf. 1 Ped 3,
lores deshumanizantes– la reserva de un 15b) y con una antropología trascendente.
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Jesús le puso a su apóstol Simón el confía a María el cuidado de su Vida nueva


nombre de Pedro, que significa piedra. El y su anhelo de santidad, y la invoca como
discípulo ve en el Pastor universal de Roma “Madre de Dios y Madre nuestra”.
–el Papa– la piedra sobre la que Jesús ha
edificado su Iglesia a pesar de sus debili- El discípulo ejercita el don del discer-
dades y de la oposición de las fuerzas del nimiento integralmente y aprende a hacer
infierno contra ella a lo largo de los siglos. un discernimiento de la cultura para ubi-
Y toma para su vida de amor a la Palabra la carse cristianamente en ella. Y en su comu-
exhortación de Pedro en su primera carta: nidad aprende a vivir una cultura de la vida
“Por su obediencia a la verdad, ustedes se y la personalización en el amor fraterno y la
han purificado para amarse sinceramente Paternidad de Dios.
como hermanos. Ámense constantemente
los unos a los otros con un corazón puro, La experiencia discipular de una fe co-
como quienes han sido engendrados de munitaria, orante y gozosa, aún en me-
nuevo, no por un germen corruptible, sino dio de las pruebas y dificultades (1 Tes 1,
incorruptible: la Palabra de Dios, viva y 6b), es una realidad propia de la nueva
eterna” (1 Ped 1, 22-23). evangelización. Es una fe eclesial que pue-
de crecer y propagarse a pesar del secula-
La Eucaristía, fuente y culmen de la rismo materialista de la vida y del creciente
Iglesia, es para el discípulo el sacramen- laicismo por parte de muchos Estados. Es
to en el que la carne del Cordero de Dios la belleza de la vida cristiana en medio de
alimenta a su Pueblo como Pan de pascua la indiferencia humana y religiosa del rela-
para la Vida eterna. En la celebración litúr- tivismo cultural.
gica de una misa discipular se hace palpa- Numerosos documentos de la Iglesia
ble el ambiente que, por la participación iluminan la condición discipular de la fe:
comunitaria, se torna evangelizador. Los el espíritu del Concilio Vaticano II y su do-
discípulos de Jesús comparten la Palabra cumento Gaudium et Spes, la encíclica
de Dios y se alimentan con el Cuerpo de EvangeliiNuntiandi de Pablo VI, la encícli-
Jesús para ser también ellos entrega euca- ca RedemptorisMissio y la carta apostólica
rística para los demás. Novo MillenioInuente de Juan Pablo II, la
Exhortación apostólica postsinodal Ver-
El discípulo conoce y vivencia a María bum Domini de Benedicto XVI y las Exhor-
como la Madre del Pueblo de Dios entre- taciones Apostólicas de los Sínodos Con-
gada por Jesús a Juan en la cruz (Cf. Jn 19, tinentales. Un aspecto para responder al
26-27). Allí se manifiesta la alianza mesiá- creciente secularismo de la cultura y a la
nica entre Jesús y María. El discipulado le
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proliferación de las sectas es, además de Esta realidad se recibe desde la fe en


la iluminación doctrinal, el cómo de una el lugar de una comunidad eclesial de
nueva expresión pastoral. base. Allí la Palabra nos revela al Dios vivo
y verdadero y el Espíritu de Dios puede
5. Una propuesta discipular incluye una derramar en los corazones orantes el don
vivencia valiosa de la fe, la “experiencia de del amor fraterno, de la servicialidad y del
un Dios vivo y verdadero” para la propia compartir la vida con los demás.
existencia y una experiencia comunita- Esto es posible, incluso a pesar de los
ria de vínculos fraternos; una necesidad límites y fragilidades de nuestras “vasijas
de evangelizar testimoniando lo que vive de barro”. Experimentamos que lo imposi-
y por qué se lo vive así, como valor de la ble para nosotros no lo es para Dios. Y que
vida; una necesidad de sentir que ella, a “mucha gente” aprecia el valor de una fe
los ojos de Dios, es misión y necesita estar así cultivada. Ser cristiano cuesta pero vale
al servicio fraterno de los demás. la pena.
Así, el testimonio y la vivencia de la fe
El Papa Francisco lo ha expresado des- surgidos de los hechos de vida y de la
de el comienzo de su pontificado. El poder evangelización pueden proponer una sali-
religioso o civil que pueda tenerse es para da al relativismo cultural en el que vivimos.
servir, sin afán de dominio, sin deseo princi-
pesco de escalar y competir con los demás. Adaptación del libro “Encuentro en la Palabra.
Lectio divina comunitaria” Padre Ricardo, MPD
¡Qué importante es que esta sea la ima-
gen práctica de vida de un cristiano, de los
grupos de iglesia, de los distintos carismas! Poniendo en común
Que el punto de partida sea Dios como
Centro real de la vida y la comunión con
los demás. ¿Y dónde, o desde qué fuente, Propiedad de El Movimiento de la Palabra
puede surgir este anhelo si no es desde un de Dios – Rama Femenina de Nazaret.
Av. San Juan 2831 (Buenos Aires)
encuentro vivo con Dios? Para servir hay
que orar, porque servir es salir de sí mismo Distribución
y compartir la vida con los demás. Es un Editorial de la Palabra de Dios
gesto “eucarístico”, repartirse a los demás e-mail: editorial@cristovive.org.ar
Tel: 011 - 4931-8388
en sus necesidades. Es descentrarse de sí www.cristovive.org.ar
mismo porque se ha recuperado el Centro
de la vida, que es Dios, vivo y verdadero, Otros Números:
que se revela, salva y libera. Poniendo en común

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