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Tras la guerra civil, tuvo lugar un cambio muy importante en las costumbres sexuales. La crítica
marxista a la familia burguesa ya había conducido a los bolcheviques a modificar la legislación
concerniente al divorcio, el matrimonio y la interrupción voluntaria del embarazo.100 En 1922, la
homosexualidad se vio despenalizada.101 A lo largo de la década de 1920, el deseo de acceder a
una sexualidad más libre puso en marcha un movimiento social calificado por Wilhelm Reich de
«revolución sexual». Impuesto por las bases, no tuvo tantos apoyos por parte de los
responsables del régimen, y progresivamente fue perdiendo importancia. 102
La Revolución y el arte
Las consecuencias de la revolución se dejaron sentir igualmente en el arte. 107 Desde finales del
siglo XIX, Rusia se abrió a las nuevas corrientes artísticas que se desarrollaban en Europa: el
impresionismo (con pintores como Leonid Pasternak y Constantin Kousnetzoff), el fovismo (con
Mijaíl Lariónov o Natalia Goncharova) y el cubismo (con Vladímir Burliuk). Otras corrientes
emergieron en Rusia, como el supremacismo, que proclamaba la supremacía de la forma pura
en la pintura. En la poesía, Nikolai Gumilev inició en 1911 el acmeísmo. El estreno de la ópera
futurista Victoria sobre el sol, de Alekséi Kruchónyj y Velimir Jlébnikov se produjo el 3 de
diciembre de 1913 en San Petersburgo.
El nuevo entorno político y cultural favoreció el nacimiento de corrientes nuevas y de debates de
escuelas. Según Anatole Kopp, «dentro de esta nueva visión, es posible distinguir dos
orientaciones, de hecho dos vanguardias: una vanguardia esencialmente formal, que, a pesar
del recurso a formas de expresiones inéditas, no asignará al arte una misión nueva, y una
vanguardia social y políticamente consciente, que intentará, a la luz del marxismo, poner a las
técnicas artísticas al servicio de la transformación de la humanidad». 112 Los miembros de esta
última corriente, los partidarios del alumbramiento de una nueva «cultura proletaria», se
reagruparon en el seno de la Proletkult, que tuvo su primer congreso en 1920. Este grupo
efectuó rápidamente una agresiva campaña contra los «compañeros de camino» del partido y
todo lo que se apartaba del «arte proletario», 113 pero no obtuvo medidas políticas del aparato
estatal.114 A finales de la década de 1920, Iósif Stalin se apoyó sin embargo en las teorías de la
Proletkult para reprimir a los artistas e imponer la línea del realismo socialista.
El pacifismo y la crisis económica de la posguerra, así como el rechazo a ver una revolución
fracasada, suscitaron simpatías fuertes y activas en las capas populares de Europa hacia la
Revolución de Octubre. Los excesos del Terror Rojo fueron ignorados, negados, minimizados o
justificados como una respuesta simple al Terror Blanco.Adolf Hitler en Alemania.
Posterioridad y fin
La ruina económica y moral que sucedió a la guerra civil dejó paso a una élite de burócratas,
que en el mismo seno del partido bolchevique van a conseguir imponerse al frente del país. Para
eso, debieron deportar y masacrar a todos sus opositores, tanto «contrarrevolucionarios» como
revolucionarios. Millares de militantes comunistas, entre los que estaba la mayoría de la «vieja
guardia» bolchevique, héroes de octubre y de la guerra civil, fueron de esta forma deportados y
posteriormente fusilados. Los más célebres de estos fueron humillados y desacreditados en
público en el momento de los procesos de Moscú en 1936-1938.
Para asentar su poder, y también para hacer olvidar el muy limitado papel que desempeñó en la
Revolución de Octubre, Iósif Stalin se propuso también liquidar, en el momento de la Gran Purga
de 1936-1938, a toda una generación de militantes, cargos políticos y económicos, militares,
escritores e incluso policías que conocían la situación previa a 1917, la revolución y la posterior
guerra civil. En 1930, la mitad de los cargos del Estado y hasta de la policía había servido bajo
el antiguo régimen.
Pacto germano-soviético (mediante las que la URSS recuperó los territorios perdidos en el
momento de la guerra civil rusa) y a continuación con la victoria de 1945.
Todos estos hechos fueron caracterizados por León Trotski como el «Termidor» de la
Revolución rusa (comparación con la reacción que siguió a la caída de Robespierre durante la
Revolución francesa). El símil presenta, no obstante, ciertos límites..
Interpretaciones[editar]
Las causas de esta «degeneración» han sido explicado de diversas formas. Para los
anarquistas, se debió a los principios «autoritarios» del partido bolchevique. Para otros, como
ciertos liberales, se inscribe en las mismas ideas de Karl Marx. Para un cierto número de
marxistas no bolcheviques, Lenin cometió el fatal error de querer poner en marcha una
revolución obrera en un país masivamente campesino y sobrestimó las potencialidades
revolucionarias en los países occidentales. Para los comunistas marxistas antileninistas, como
los comunistas consejistas, los bolcheviques instauraron de golpe un capitalismo de Estado y se
burlaron de los principios comunistas y marxistas.
Para Trotski y los trotskistas, las causas de la dictadura totalitaria debían buscarse en el
nacimiento de la burocracia, así como en el aislamiento de la revolución en un país pobre y poco
desarrollado. Puede no obstante subrayarse que precisamente en ningún país rico e industrial
estalló una revolución «marxista» en todo el siglo XX, sino en países agrarios o
subdesarrollados (China, Vietnam, Etiopía, Mozambique, etc.). Por otro lado, ninguno de los
regímenes que apelaba a una revolución comunista evitó el orientarse con rapidez hacia una
dictadura policial y burocrática, lo que puede explicarse en parte porque la inmensa mayoría de
los movimientos comunistas eran satélites de Moscú y por la influencia de Stalin y la URSS en
esos países, tanto en materia militar como económica o política.
La Segunda Guerra Mundial dio paso a la Guerra Fría, enfrentando al Bloque del Este