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EN BUSCA DE LOS SONIDOS PERDIDOS

i Se puede recuperar el paisaje sonoro de nuestros antepasados ?

Durante la Edad Media los países


de Occidente solían atribuir a las
poblaciones de países remotos y mal
conocidos ciertas características
extrañas, como el desarrollo
desmesurado de algunos órganos.
Tal era el caso de los « Panotti »,
seres humanos con grandes orejas
de quienes se suponía que habitaban
en algún lugar «de las Indias más
allá del Ganges ». En el siglo XII se
esculpieron tres de estos seres
imaginarios un hombre, una mujer
y un niño en la fachada de la iglesia
de Vézelay, Francia (a la derecha).
Antiguamente, entre los cristianos la
oreja simbolizaba en particular la
recepción de la palabra divina.
En la página de la izquierda, enorme
campana de uno de los numerosos
templos de la ciudad de Bhatgaon
(Nepal).

por David Lowenthal aquí de explorar, por primera vez, el cidad auditiva, hace que hasta el
tema de los sonidos pasados y los más fuerte de los ruidos resulte
sentimientos que en nosotrossuscitan. imposible de detectar poco tiempo
El mundo en que vivimos es un después de su iniciación.

¿Q UÉ ocurre con la música,


con las palabras y con los
producto del pasado; la familiaridad
misma de sus rasgos implica el
Y, sin embargo, en cierto sentido
el sonido parece ser la esencia misma
sonidos de otro tipo, naturales o arti¬ recuerdo de las experiencias ante¬ del tiempo. Durante largos años las
ficiales, cuando cesan de resonar? riores. La conciencia del pasado, impresiones auditivas constituyeron
¿En qué medida difieren los sonidos gracias a los recuerdos, a los testi¬ el medio principal para marcar los
antiguos de los actuales? ¿Qué es lo monios y a los monumentos, es años, r las estaciones, las semanas,
que conservamos en la memoria de esencial tanto para los individuos los días, las horas y los minutos :
cuanto oímos? ¿Qué significaciones como para las naciones; el senti¬ campanillas, carillones y otros meca¬
y qué emociones van unidos a los miento de la continuidad presta nismos de relojería son la respuesta
sonidos del pasado? ¿Por qué suelen sentido al presente y proyecta la humana a la periodicidad natural
producir los sonidos familiares un sen¬ esperanza en el futuro. La visión es la del pulso y de los latidos y refuerzan
timiento de nostalgia ? ¿Cuáles son principalforma sensorial de apre¬ nuestra conciencia de las conexiones
los sonidos que nos parecen anti¬ hensión del pasado, pero no es la entre el pasado y el presente.
cuados, y por qué ? única. Hay otros sentidos que nos
permiten percatarnos del paso del Pero restituir, recuperar los sonidos
Poco es lo que sabemos en torno a
tiempo y de la persistencia de las del pasado es una empresa infinita¬
estas cuestiones, y menos aún lo que
cosas.
mente más difícil que restablecer las
se ha escrito. La respuesta que cada
imágenes visuales de viejos paisajes.
uno dé dependerá, ' en parte, de la Este aserto puede resultar sobre¬ Un sinnúmero de vestigios visibles,
edad, del patrimonio cultural heredado manera difícil de demostrar en lo que
por muy carcomidos por el tiempo o
y de las experiencias musicales y, en al sonido se refiere. Ninguno de los
general, sonoras. Vamos a tratar modificados por el hombre que estén,
sonidos que los seres humanos son siguen todavía ahí habiéndonos del
capaces de oír es realmente antiguo. mundo físico desaparecido y de su
Naturalmente, las señales de radio
estructura espacial. En cambio, de
procedentes de las estrellas tardan
DAVID LOWENTHAL, profesor de geografía los sonidos del' pasado, excepción
muchos años-luz en alcanzar nuestro
del University College de Londres, es autor hecha de un pequeño número de
de numerosos trabajos sobre la percepción planeta, pero esas señales desem¬
ellos, relativamente recientes y gene¬
del medio ambiente. Ha sido secretario de peñan un papel muy poco importante ralmente grabados en laboratorio o
la American Geographical Society y subjefe en nuestro ambiente acústico.
en estudio, no queda la menor huella.
de redacción de Environment and Behavior
Cualquiera de los sonidos que escu¬ Ningún registro o grabación subsiste
(Medio ambiente y comportamiento), revista
trimestral de carácter interdisciplinario.
chamos en la realidad ha nacido del más grande estrépito conocido
Actualmente se interesa en particular por el sólo unos momentos antes; el rápido en la historia de la humanidad: la
estudio de los valores culturales relacionados agotamiento de la energía acústica, explosión del volcán Krakatoa que se v
con los vestigios del pasado. unido a lo limitado de nuestra capa produjo del 26 al 28 de agosto de f

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, 1883 y que se oyó a casi 5.000 km
de distancia.

De los sonidos anteriores a la


invención del fonógrafo sólo sabemos
lo que cabe conjeturar a partir de
testimonios indirectos : los ruidos
de actividades naturales o humanas
que suponemos no han variado; los
sonidos producidos por instrumentos
musicales antiguos; la interpretación
de trozos musicales conservados en
forma de notación o numeración
escrita; las relaciones escritas de
quienes oyeron los ruidos y la música
de épocas pasadas y reaccionaron a
ellos...

« Sabemos cómo tocaba Chopin


escribe Gerald Abraham en su
libro The Tradition of Western Music
sólo por la manera de tocar de los
alumnos de los alumnos de sus alum¬
nos». Y naturalmente, igual que la
nuestra, la memoria de todos esos
sucesivos pianistas es un guía noto¬
riamente falible.

Los testigos auriculares merecen


aún menos confianza que los oculares.
«A la larga la memoria tiende a
'idealizar' y a aislar \ps sonidos»,
señala Barry Truax, razón que explica
el hecho de que el sonido grabado
nos parezca muy distinto del que
imaginamos recordar.
Pero, por muy deficientes que
resulten estos modos indirectos de
reconstrucción histórica, son a
menudo preciosos. Es muy probable
que el timbre, el tono y la cadencia
del trueno O del rumor de las olas

batiendo la orilla hayan cambiado


muy poco al cabo de los milenios; la
flauta antigua suena hoy práctica¬
mente como sonaba cuando se fabricó
por primera vez; el choque de la lanza
contra el escudo, el golpear del mar¬
tillo contra el yunque o el tostarse
de la carne en un asador neolítico
pueden reproducirse con suficiente
exactitud si se repiten los mismos
gestos con los mismos elementos.
En cambio, otros sonidos antiguos
son hoy irrecuperables : los modos
expresivos de especies extintas, el Foto © tomada de Aberrations por Jurgis Baltrusaitis,
editorial Olivier Perrin, París, 1957
ruido propio de la metalurgia arcaica,
las entonaciones de los viejos len¬
talgia de los sonidos pasados se
guajes, el rumor peculiar de los
centra justamente en los esfuerzos
oficios domésticos hoy desapare¬
que hacemos por recobrar, o por
cidos... Aún más importante : las
sentir de nuevo, los ambientes o
palabras pronunciadas en esta o
paisajes sonoros que asociamos con
aquella ocasión a lo largo de la
épocas anteriores, más sencillas y
historia se han ido para siempre. En más naturales.
lo que a muchos de estos sonidos
toca, carecemos incluso de testimo¬ Suspiramos en particular por el
nios indirectos. Lo menos accesible silencio, ese intervalo entre sonidos
para nosotros es el conjunto de los tan poco frecuentes en nuestra edad
sonidos que caracterizaban una época electrónica. Pero, la nostalgia nos
pasada, el juego de los sonidos engaña a menudo acerca del pasado;
próximos y del fondo sonoro que ni siquiera el trueno de los aviones
constituyen el ambiente o paisaje de reacción o la estridencia de los
acústico propio de cada comunidad trenes subterráneos puede consi¬
o lugar. derarse mucho peor que el estrépito
del tráfico rodado en el Londres del
En este punto disponemos de todos
siglo XIX tal como lo describía en
modos de algunos indicios o pistas.
1958 el arquitecto H. B. Creswell :
Sabemos, por ejemplo, que los
sonidos de la naturaleza son ante¬ « El ruido... era algo que desafiaba
riores a los del hombre y que el ruido a la imaginación... El martilleo de
de las máquinas es posterior al de las infinidad de cascos herrados sobre el
épocas preindustriales. Nuestra nos- granito de las calles, el estrépito

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ensordecedor de las ruedas enllan¬
ACÚSTICA PARA FIELES
tadas, los crujidos, chirridos y golpeteo
A menudo, el diseño arquitectónico de los edificios religiosos ha sido concebido de los vehículos... el ruido estridente
con vistas a magnificar la celebración del culto mediante la acústica. Todo de las cadenas de los a meses y el
contribuye a que el canto, la oración y la música eleven a los fieles hacia el resonar metálico de otra infinidad
universo espiritual. Ello es particularmente evidente en las catedrales góticas,
de objetos, unido todo ello a los gritos
donde, por ejemplo, los pilares con sus nervaduras sirven de distribuidores del
y vociferaciones..., producían una
sonido. A la izquierda, un curioso montaje fotográfico en el que una nave gótica
barahúnda indescriptible. »
se prolonga en la perspectiva de una avenida forestal. Abajo, entrada de la
mezquita del Shah Abbas, o mezquita azul, en Ispahan (Iran), dotada de una Los sonidos cotidianos del pasado
acústica tan sutil^ que, bajo el centro geométrico de la cúpula, el eco repite hasta eran sin duda diferentes, pero, contra
siete veces el más ligero ruido. En la otra foto, un alminar del siglo XIII en el
lo que a veces pensamos, no necesa¬
Turkmenistán (URSS); desde lo alto la voz del muecín resonaba hasta el horizonte,
riamente preferibles a los de hoy.
convocando a los fieles; la estructura en espiral recuerda la del famoso alminar
de Samarra (Irak), en forma de zigurat. Sin embargo, el habitante de las
ciudades que se retira al campo, o
que simplemente pasa una tempo¬
rada en él, supone con razón que el
cambio de paisaje le pone en contacto
con viejos ambientes sonoros. Debido
a la omnipresencia del motor de
combustión interna y de las teleco¬
municaciones, es difícil escapar
completamente a los sonidos coti¬
dianos de la vida moderna. Pero los
ambientes naturales y rurales de hoy
presentan por lo menos cierta seme¬
janza con los de épocas anteriores;
de ahí que, si escuchamos lo que en
ellos ocurre, podamos restituir en
parte los paisajes sonoros del pasado.
De todos modos, no es imposible
determinar hasta qué punto los soni¬
dos naturales o rurales de hoy son
una repetición de los de ayer.
El de la posibilidad de restituir los
sonidos pasados es un tema que se
repite constantemente en la literatura
de imaginación.
El barón Münchhausen nos habla
de un invierno tan frío que, al tocar
su cuerno un cazador, las notas se le
quedaron heladas dentro del mismo
y no salieron de él hasta la primavera
siguiente.
Navegando por los confines del
Mar Helado, el Pantagruel de Rabe¬
lais se queda estupefacto cuando,
sin que nada absolutamente se pre¬
sente a su vista, "oye un gran es¬
truendo : cañonazos, silbido de balas,
gritos y lamentaciones de los
hombres, estrépito de las armaduras,
choque de las hachas de combate,
relinchar de los caballos. Todos estos

sonidos, producidos por una gran


batalla librada allí el invierno anterior,
se habían congelado en el aire y
sólo ahora caían al suelo y se de¬
rretían hasta ser audibles.

Entre los « Viajeros a Oriente » de


El juego de abalorios, de Hermann
Hesse, figuran músicos y trovadores
ambulantes cuya « identificación
mística con las edades y las culturas
remotas» les permitía «interpretar
la música de las pasadas épocas
con perfecta pureza antigua... exacta¬
mente como si se desconocieran
todavía los modos, los refinamientos
y los logros virtuosísticos poste¬
riores».

En la revista New Scientist del


27 de marzo de 1975 se describía
un complicado plan cosmofónico para
« recuperar todos los sonidos perdidos
del pasado», plan basado en las
diferencias de velocidad entre lask
ondas sonoras y las luminosas. r
SIGUE EN LA PAG. 20

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Foto © Studio Natiris, Cébazat, Francia

EL SOLFEO DEL SALTAMONTES. Al igual que el violinista con el arco, el


saltamontes frota su muslo provisto de una hilera de protuberancias (arriba)
contra el flanco del abdomen, produciendo así su característico canto.

Los pequeños
"Maestros Cantores
de la naturaleza

LA POLILLA Y EL MURCIÉLAGO. Cuando el murciélago emite ultrasonidos para


orientarse o cazar en la noche (trazo superior de la foto de abajo), la polilla los
percibe, como lo demuestra el registro de las reacciones de sus células acústicas
(trazo inferior); ello le permite cambiar de dirección y escapar a su perseguidor.
Foto © Scientific American

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EL ARCO DEL GRILLO. El canto del grillo,
exclusivo del macho, se produce por
frotamiento de las nervaduras del élitro

derecho contra el borde interno del élitro

izquierdo. Uno de ellos está provisto de una


« cresta estridulante » cuya nervadura puede
verse en esta fotografía microscópica.

LA LIRA DE LA ARAÑA. ¿Es sorda la


araña? Durante mucho tiempo se creyó
que este insecto carecía de órgano auditivo,
hasta el día en que se descubrió que poseía
una fina membrana templada entre las
hendeduras de sus patas y conectada con
células sensoriales. Esos órganos en forma
de lira, sensibles a las vibraciones, pueden
constituir, según ciertos especialistas, una
especie de oído en las patas.

EL CANTO DE LA CHINCHE. La chinche,


que chupa la sangre mediante su aguijón,
se sirve de este mismo instrumento para
« cantar». Su fino estridor lo obtiene

frotando el aguijón contra las estrías


de su tórax (abajo).

Fotos © Studio Natins, Cébazat. Francia

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VIENE DE LA PAGINA 17

«Todo sonido se propaga radial- de la música de Rousseau. La melo¬ mayores y menores hacen que, según
mente desde su punto de origen día, «fragmento del pasado», dice el Gerald Abraham, les sea difícil a
y asciende en un frente de ondas crítico suizo Jean Starobinski, « resu¬ ciertas personas « oír un sí menor
esférico a^ través de la atmósfera» cita en la imaginación toda nuestra sin que su subconsciente se sienta
y, más allá, por el espacio vacío, de vida anterior... La conciencia llega agitado por el recuerdo del Kyrie
modo que no se pierde sino que se a estar obsesionada por una imagen de la Misa en sí menor de Juan
va diluyendo cada vez más, perpe¬ del pasado que es al mismo tiempo Sebastián Bach, del primer tiempo
tuamente. Como un rayo luminoso concreta e inalcanzable. La imagen de la Sinfonía incompleta de Schubert
tardaría sólo un día en «alcanzar de la infancia reaparece a través de y de la Patética de Chaikovski ».
un sonido que hubiera abandonado una melodía, sólo para desvanecerse Tanto el timbre como la estructura
la tierra miles de años antes... un después, dejándonos presa de esta
de un trozo musical puede sugerir el
destello , o fogonazo no dirigido pasión del recuerdo ». pasado. Cualquiera que sea su anti¬
concéntrico con el frente de ondas
La música no es el único sonido güedad, ciertos instrumentos produ¬
sonoras que persiguiera... sería retro-
que despierta tales recuerdos. El cen tonos que suelen pasar por
difundido en fase, haría de vuelta el
murmullo de las fuentes o de los arcaicos. Tal reconocimiento tiene
mismo recorrido y volvería a concen¬
arroyos, incluso ciertas inflexiones su origen en nuestra suposición,
trarse en la Tierra portando la modu¬
vocales, pueden resultar también basada en una mezcla de experiencia
lación de amplitud y de frecuencia
muy evocadores. El mismo Sénancour y de creencia, de que los primeros
de los primitivos sonidos, a una instrumentos musicales se caracte¬
afirma que « los sonidos que emanan
velocidad 500.000 veces superior».
de lugares sublimes producen una rizaban por ser finos, agudos, gor¬
Para recuperar un sonido de cual¬ impresión más profunda y duradera jeantes o nasales; en la ausencia de
quier época o lugar se necesita sólo que sus rasgos visuales». La impor¬ un tono o diapasón bien templado;
«esperar a que, en su movimiento tancia del sonido domina la vida de o en determinadas propiedades acús¬
orbital, la tierra traslade nuestra ticas por ejemplo, la voz de los
los habitantes de Minerva, el planeta
fuente luminosa » hasta el lugar imaginado por el novelista nor¬ « castrati » italianos que hoy es
donde ese punto se hallaba en el imposible encontrar.
teamericano John Updike : « un
espacio en la época en que el sonido anciano de Minerva que deseara Pero la suposición de que un instru¬
se produjo y lanzar nuestro destello. hacer memoria de su vida la recor¬
mento es antiguo puede ser¡ equi¬
« El centelleo de vuelta, descifrado daría casi exclusivamente en función
mediante un sistema de antenas de
vocada : pocos son los instrumentos
de la música que hubiese oído, o que antiguos que posean la autenticidad
fotodiodo transportado en el espacio, hubiese creado ».
arqueológica de los huesos de mamut
nos revelará al fin los gritos nupciales
Sin embargo, como memorias de ucranianos, tan bien cortados y
de los mamuts, la voz de Homero
nosotros mismos, las grabaciones trabajados que los estudiosos sovié¬
recitando sus versos, las primeras
de la palabra y de otros sonidos ticos han podido deducir de ellos que,
interpretaciones de obras maestras
personales carecen del atractivo, del hace 20.000 años, el hombre de Cro-
de. la música y la interminable cha¬
vigor de las fotografías. La fotografía Magnon los utilizaba como instru¬
chara» de nuestros antepasados.
satisface^ el deseo ^ del hombre de mentos de percusión; las pruebas que
Otro soñador arqueológico conje¬ modernamente se han realizado con
tener imágenes de sí mismo, mientras
tura que, por analogía con el sonido
las grabaciones fonográficas son ellos, tal como las describe Serguei
que la aguja del fonógrafo hace surgir Bibikov en El Correo de la Unesco de
populares porque reproducen los
de los surcos del disco, las voces de
sonidos de la música y « otros objetos junio de 1975, dan como resultado
los estuquistas y revocadores del
culturales», como escribe Stanley sonidos «duros, resonantes y musi¬
pasado pueden ser recogidas en la
Milgram en New Society (3 de junio calmente expresivos ». Pero nume¬
mampostería de los antiguos templos
de 1976). No es nada probable que rosos instrumentos supuestamente
y murallas, voces que esperan sólo
los álbumes de fotos de familiares primitivos constituyen en realidad
el estilete adecuado para volver a la
vida.
muertos y de remotas vacaciones, los copias o reconstrucciones de los
grandes retratos enmarcados de originales.^ Son muy pocos los testi¬
padres, esposos e hijos, sean susti¬ monios sólidos de los que podamos
tuidos por viejas conversaciones de deducir cómo sonaba la música pri¬
EL deseo de recuperar la historia
familia, brindis o chistes en fiestas y mitiva.
en sus sonidos da fe.de la capa¬
cidad del sonido para transportarnos
cócteles o recitaciones de hijos, y
al pasadq. El hecho de oír, o simple¬ ello aunque tales sonidos se hayan
grabado justamente para trasmitirlos POR otra parte, lascomparaciones
mente de recordar, una melodía
a la posteridad. temporales sólo son válidas
familiar puede traernos instantá¬
dentro de una determinada tradición
neamente a las mientes escenas y Si la memoria es vivida, cualquier
musical. Por ejemplo, el timbre de
acontecimientos desvanecidos desde sonido puede evocar el pasado. Pero
cierta música oriental se asemeja al
hace tiempo en el pasado. hay en particular determinados soni¬
de la europea anterior al Renaci¬
Se dice que el hecho de cantar dos que parecen encarnarlo. ¿Cuáles
miento. Sin embargo, es la suposi¬
melodías infantiles provocaba fatales son los aspectos de la música y de
ción de la antigüedad lo que nos inte¬
otros sonidos que nos inducen a sen¬
«ataques» de nostalgia entre los resa, no su validez. La música escrita
soldados suizos que servían en tirlos como algo vetusto que sobre¬
en un estilo deliberadamente arcaico
Francia y en Bélgica durante los vive de un remoto pasado?
refuerza nuestra conciencia de la pro¬
siglos XVII y XVIII. Las Kuhe-Reihen, Los temas, tonos y estilos musi¬ fundidad temporal, aunque sepamos
o ranz-des-vaches, tonadas rústicas cales nos parecen antiguos cuando que la apariencia de antigüedad es
que acompañaban la conducción de los identificamos como tipos de inventada.
los ganados a los pastizales alpinos, formas primitivas o arcaicas. El estar
La presunción de antigüedad va
despertaban en los suizos los recuer¬ familiarizado con la historia de la
también unida a los sonidos que
dos de su patria, con efectos desas¬ música hace que el oyente « reco¬ parecen gastados, defectuosos o
trosos para su salud. De ahí que se nozca » lo que oye y lo localice crono¬
castigara severamente a quienes lógicamente, aunque sea la primera
parcialmente^ borrados. Tales tonos
suenan al oído como si fueran, bien
tocaban, cantaban o incluso sim¬ vez que lo oiga. La semejanza real o
producto de antiguas fuerzas, bien
plemente silbaban tales melodías. imaginada con una obra conocida
resultados finales de procesos de
« Nunca he visto una imagen de los nos impulsa a relacionar la nueva
desgaste y decadencia. Un disco
Alpes que los haga tan reales como música con una u otra época pasada.
rayado, una campana de iglesia
una melodía alpina », escribía el Incluso el empleo de una determinada
francés Sénancour en su Obermann.
cascada y un motor de coche jadeante
clave puede evocar el pasado musical.
producen la impresión de venir de
La música actúa como un « signo De este modo, las asociaciones muy lejos en el tiempo porque sus
rememorativo», según el Diccionario largo tiempo acumuladas con modos tonos sugieren un largo uso anterior.

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Según John Cornwell, el sentido cornamusa, el tañido de las campa¬ tarde o demasiado pronto. La
del tiempo que esos sonidos des¬ nas, el redoble de los tambores ausencia del habitual estrépito moto¬
piertan explica por qué los estudios produzca una sensación de anti¬ rizado en una carretera normalmente
de grabación prefieren que « la güedad; a esa música la asociamos atestada, el silencio repentino de los
conversión de un antiguo disco de 78 con las épocas pasadas porque la .altavoces en un aeropuerto o la avería
en un moderno microsurco no sea oímos en un marco « natural ». del sonido en la proyección de una
demasiado perfecta»; cuando se película nos produce un poco la sen¬
Los sonidos de la decadencia,
suprimen las imperfecciones y las como sus imágenes visuales, des¬ sación de que estamos en otra época,
rayaduras, los viejos discos «pierden una época que será el pasado si
piertan también un sentimiento de
su atmósfera ». mucho tiempo antes estábamos acos¬
desuso, de algo anticuado y añejo.
tumbrados a la ausencia de ruido o
Las palabras cantadas o habladas
Por otro lado, propendemos a su¬ el futuro si nunca hemos vivido en él.
pueden constituir otra vía hacia lo
poner que los sonidos distantes en el
viejo, hacia lo antiguo. El canto, el Los cambios en la tecnología y en
espacio son también remotos en el
discanto y otros tipos de vocaliza¬ la finalidad de la reproducción sonora
tiempo. La experiencia del eco corro¬
ciones connotan antigüedad cuando nos hacen también cobrar conciencia
bora esto de una manera paradójica.
utilizan un lenguaje desusado o se de las diferencias temporales. En un
refieren a épocas o personajes his¬
Igual que las resonancias en el espa¬
cio amplificado, el eco envía el sonido principio las grabaciones intentaban
tóricos. Las referencias a personas preservar ciertos acontecimientos
mucho más allá pero después del
o lugares desparecidos, el vocabulario acústicos para los oyentes futuros.
sonido original. Ahora bien, al hacer¬
obsoleto, el estilo y la instrumenta¬ Aparte del pjacer de escuchar música,
nos cobrar conciencia de que el
ción^ musicales arcaicos crean una sonido original es anterior, el eco in¬
la , grabación servía fundamental¬
ilusión muy fuerte de antigüedad, troduce en el oído la conciencia del
mente de archivo. En los años últimos
como ocurre en el canto gregoriano. las finalidades de la grabación han
tiempo. Los ecos simulados en la
música, como ocurre en los duetos cambiado. Por un lado, se registran
ciertos acontecimientos con el fin de
para tenor de las Vísperas de la Santa
LAS palabras o los sonidos gasta¬ poder transmitir con exactitud a la
dos se combinan a menudo con
Virgen de Claudio Monteverdi, re¬
posteridad la historia sonora discur¬
fuerza en el oyente el sentimiento de
recuerdos auditivos para despertar la duración. sos, guerras, acontecimientos depor¬
en el oyente imágenes pasadas. En tivos. Pero los programas orales de
su novela Girl in Winter, Philip Larkin El creciente interés por los sonidos historia, en los que hombres y mujeres
describe cómo la música grabada procedentes de la naturaleza y del narran a un entrevistador sus re¬
puede evocar una escena desapare¬ pasado humano refleja el desencanto cuerdos de figuras o acontecimientos
cida : cada vez más acusado que producen del pasado, suplen o complementan
los sonidos más característicos de la hoy las grabaciones de acontecimien¬
« El disco era viejo, y su sonido a
hojalata se debía sólo en parte a la actualidad. La violencia sonora y la tos de la vida.
barahúnda cacofónica de las ciudades
aguja. La melodía en^ él grabada y las industrias modernas constriñen
había sido popular quizá durante una
a muchos a buscar refugio contra ese POR otro lado, las actuales graba¬
semana o dos, o tal vez mientras
ambiente acústico poniéndose ta¬ ciones musicales tienen cada
duró en Londres una comedia musi¬
pones en los oídos. Otros tratan de vez menos que ver con los conciertos
cal, pero ahora estaba completamente
luchar contra los invasores sonidos o los recitales públicos. Normalmente
olvidada. La orquesta que la inter¬
cotidianos dedicándose a interpretar son producidas en estudio. Salvo que
pretaba lo hacía en el estilo de la
y a oír música antigua. el oyente actual sea nostálgico, difícil¬
época, con pequeños 'guiños' de sin¬
mente puede interesarle que un disco
copado que recordaban los trajes Pero la preferencia por el^ pasado suene como un concierto público. Al
pasados de moda de las muchachas sonoro va más allá de la música; en
contrario, busca la mayor pureza
que habían bailado a su compás. realidad, pone en tela de juicio la
posible.
Era curioso pensar que en otro tiempo calidad del ambiente sonoro moderno

aquello sonaba moderno. Ahora era en su totalidad. Pero el tiempo alterará el sentido
como una sombrilla plantada bajo incluso de estos sonidos purificados.
r La barahúnda del medio maqui- A medida que las grabaciones ac¬
el sol, casi blanca, que años atrás nístico en que vivimos crea sonidos
ofrecía a la vista sus brillantes rayas que en sí mismos son molestos. tuales se vayan^ hundiendo en el
de color rojo y amarillo ». pasado, adquirirán inevitablemente
«Antes los trenes silbaban más, o
una significación histórica, indepen¬
Tanto la experiencia auditiva como bien los oíamos mejor», afirmaba una
dientemente de que el propósito de
la visual hace a menudo que las cosas vieja señora en los años de 1920.
quienes las producen y escuchan
naturales parezcan anteriores a las «Tenían más personalidad ».
ahora sea preservar el presente, re¬
salidas de la mano del hombre. Las Esta es precisamente la cualidad cuperar el pasado, anticiparse al
rocas, los árboles, los liqúenes que hace de tantos sonidos del futuro o permitir una experiencia
pueden parecer más viejos que las pasado un legado precioso, hoy en sonora intemporal.
casas o que los caminos porque par¬ peligro de perderse por irrepetible, y
timos del supuesto de que la natura¬ ¿Qué conclusión sacar de todo
que confiere su importancia y su
leza es anterior a lo artificial. Los esto? Habida cuenta del nivel actual
sentido a la tarea de grabar, antes de
sonidos de la naturaleza pueden del de nuestras técnicas, los sonidos
que desaparezcan, sonidos tales
mismo modo sugerir una escena pri¬ como el del timbrazo de una vieja caja pasados son, estrictamente hablando,
mitiva... Pero el silbido del viento en irrecuperables. Los sonidos persisten
registradora, la ropa que se lava en un
los árboles o el rumor de las olas en sólo en la memoria, evocados a
lavadero, el afilado de una navaja de
la rompiente no son propiamente menudo mediante asociaciones, y en
afeitar, una lámpara de petróleo, un
antiguos sino eternos. Esos sonidos molinillo manual de café, las cántaras su influencia sobre la imaginación.
no hacen referencia al pasado histó¬ de leche bamboleándose en un carri¬ De todos modos, de los testimo¬
rico sino a la escena primordial, a un coche tirado por un caballo, el cierre nios indirectos que poseemos cabe
tiempo anterior a la historia. de una pesada puerta, la campanilla inferir que en muchos aspectos impor¬
La naturaleza es anterior a las
de una escuela, etc. tantes los ambientes, los paisajes
sonoros del pasado eran sustancial-
civilizaciones. De ahí que los sonidos Un rasgo auditivo especial que
mente distintos de los actuales. En
naturales puedan hacer de sustitutos suele asociarse con el pasado es el
parte a causa de esas diferencias, sen¬
o de representantes de jos modos de silencio. Hoy estamos tan habituados
al invasor trasfondo sonoro de las
timos aún una fuerte atracción por los
vida pastoriles y prehistóricos. Quizás
sonidos que consideramos anticua¬
ésta sea la razón de que la música que ciudades que, cuando desaparece,
con más frecuencia suele oírse al aire dos, sean o no realmente antiguos.
sentimos instantáneamente que
libre el sonsonete de la gaita o hemos entrado en escena demasiado David Lowenthal

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