Respecto a la primera cuestión, señalar que el impulso legislativo de dicho anteproyecto
responde a acciones promovidas por organizaciones empresariales, concretamente por la Asociación de Clínicas Acreditadas para la interrupción del embarazo (ACAI), la cual solicitó una regulación que considere el acoso que sufren las mujeres que quieren abortar en las clínicas donde las mujeres interrumpen voluntariamente los embarazos, como un delito de obstaculización del aborto. Dicha Asociación realizó una queja al Defensor del Pueblo, el cual valoró positivamente la propuesta de creación de zonas seguras para garantizar el acceso de las mujeres a las clínicas. Posteriormente, el Grupo Parlamentario Socialista presentó la citada Proposición de Ley Orgánica para garantizar una zona de seguridad alrededor de los centros sanitarios de forma que quede garantizada la intimidad de las mujeres , su libertad y seguridad física y moral, así como se derecho a la libre circulación y de este modo garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
La maniobra aludida, deriva de competencias propias del área de Marketing, concretamente
del marketing social, con el objeto de difundir una idea que intente superar problemas sociales. Es decir, el negocio no tiene como objetivo solo beneficiarse, sino también ayudar a las personas que están a su alrededor, concretamente a sus clientes. Por otra parte, con dicha maniobra se intenta mejorar la imagen de las clínicas, tratando de borrar la idea de que cometen actos “delictivos” y asociándolas con el respecto a los derechos de las mujeres.