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NOTICIES QUE VULNEREN I QUE

RESPECTEN ELS DRETS HUMANS

ºOcupan una sede de distrito en Barcelona para frenar


dos macrodesahucios que pueden dejar en la calle a 45
personas

Activistas por la vivienda ocupan la sede del distrito de Ciutat Vella, en Barcelona, para

exigir una negociación ante dos posibles macrodesahucios.@resistimalgotic

Activistas por la vivienda han ocupado este lunes la sede del distrito de Ciutat Vella, en

Barcelona, para exigir una reunión entre el Ayuntamiento, los propietarios de dos edificios y los

vecinos que viven en ellos, con el objetivo de paralizar el desahucio de estos últimos.
En un comunicado, la organización 'Resistim al Gòtic' explica que, a partir del próximo 28 de

febrero, "se pueden reactivar dos desahucios que pueden dejar en la calle a cerca de 45

personas en situación de vulnerabilidad, muchas de ellas inmigrantes sin papeles".

Se trata de dos edificios situados en el barrio Gòtic de la ciudad: por una parte, la capilla de Sant

Esperit, propiedad del Arzobispado de Barcelona, y por otra, Casa África, propiedad del

CETT-UB (la escuela de hostelería y turismo de la Universitat de Barcelona).

"Los procedimientos judiciales por los dos casos están paralizados desde el pasado 4 de

noviembre gracias, sobre todo, a la presión vecinal", señalan en el comunicado, donde también

cuentan que, en ambos casos, se llegó al acuerdo de iniciar negociaciones a tres bandas

(Ayuntamiento, propietarios y vecinos) con el 28 de febrero como fecha límite.

Sin embargo, lamentan que, a un mes de que acabe el plazo, "ni el Ayuntamiento ni los

propietarios han contactado con los vecinos, aumentando su preocupación y

menospreciando su situación de vulnerabilidad".

Por este motivo, varios activistas han ocupado la sede del distrito: "No nos iremos hasta que

tengamos un compromiso de reunión a tres bandas para los dos bloques", han asegurado, y

han añadido que "exigimos que se retome la comunicación con los vecinos y se alargue el plazo

de negociación".

"Ocupar es su única opción de techo"

La organización Resistim al Gòtic explicó en Twitter el pasado noviembre que el bloque

propiedad del Arzobispado "consta de un teatro en los bajos que está en desuso y, encima, tres

plantas de viviendas que habían sido subarrendadas durante tres años por la asociación

que alquilaba el edificio, principalmente a diferentes músicos y artistas, pero también como pisos

turísticos en verano".

"El grupo de músicos y dos familias más son los vecinos actuales del bloque que, hartos de la

situación, se pusieron en contacto con la propiedad para pedirles la regularización habitacional",

cuentan, pero explican que el Arzobispado "no accede a hacer alquileres asequibles a los

vecinos que han adecuado el bloque al abandono de los años".


En cuanto al edificio de Casa Àfrica, cuentan que se trata de un "proyecto autoorganizado de

vivienda para personas migrantes, de acogida y absolutamente necesario para el barrio y

para la la ciudad, que fue ocupado en noviembre de 2019".

Denuncian que estas personas "no han recibido nunca ninguna ayuda" y que, por no tener

papeles, "tienen totalmente negado el derecho a una vivienda", por lo que "ocupar es la

única opción de techo, ya que la mayoría trabajan en negro como 'riders', chatarreros o

temporeros".

En ambos casos, la organización subraya el arraigo de ambas comunidades con el barrio y

los proyectos colectivos en los que han participado estos vecinos, como las redes de apoyo que

se crearon durante los primeros meses de la pandemia y el confinamiento.

Tras la acción, el Ayuntamiento les ha explicado que, en el caso de Casa Àfrica, la

propiedad se niega a negociar, pero les ha asegurado que les informará de cualquier

novedad, y, sobre la capilla, se ha comprometido a hacer un estudio técnico de los pisos

ocupados, según ha informado 'Betevé'.

Activistas y los octogenarios amenazados de


desahucio presionan al Ayuntamiento: "O nos
dais un piso o lo cogemos"

José Manuel Moreno y el Sindicato de Vivienda de Carabanchel


han protestado en la sede de la Empresa Municipal de Vivienda y
Suelo de Madrid para exigir una solución que evite que este
matrimonio acabe en la calle el 18 de febrero, cuando está fijado

su desalojo con presencia de policía antidisturbios


José Manuel Moreno, de 79 años, durante la protesta de este martes en la Empresa Municipal

de Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS) para pedir una solución ante su desahucio, previsto para

el 18 de febrero. — Jairo Vargas

MADRID01/02/2022 21:33JAIRO VARGAS MARTÍN@JAIROEXTRE

José Manuel Moreno hace cola para ser atendido en la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS)
de Madrid. Avanza lentamente, como la decena de personas que le preceden. Aunque José Manuel está
más nervioso que el resto. Él no tiene cita asignada. La pidió hace más de dos semanas, pero aún no ha
recibido confirmación, y para él, el tiempo ahora es sinónimo de angustia. Cada día que pasa es uno
menos en la cuenta atrás de su inminente desahucio, fijado para el 18 de febrero y con la intervención de
los antidisturbios ya confirmada.

De 79 años él y de 82 y con una incapacidad ella, este matrimonio de Carabanchel se ve en la calle por un
descuido. Uno solo en los casi 55 años que lleva residiendo en un piso de renta antigua. No deben nada
en realidad; ya saldaron los 800 euros impagados de gastos de la comunidad de vecinos. Pero el nuevo
propietario del piso no tiene intención de negociar su permanencia, por la que apenas pagaban 150 euros al
mes en un barrio donde los alquileres por una casa como la suya oscilan entre los 700 y los 900 euros.

Cuando José Manuel llega a la puerta giratoria ni siquiera tiene que dar explicaciones al guardia de
seguridad. Alrededor de una veintena de activistas por el derecho a la vivienda despliegan una pancarta y
avanzan hacia el interior de la EMVS. Allí gritan la consigna convenida, "Solución para José Manuel",
mientras sostienen su advertencia escrita en el cartel: "O nos dais un piso o lo cogemos".


● Un desahucio a los 80 años: "Llevamos aquí toda una vida, no tenemos a donde
ir"
● JAIRO VARGAS MARTÍN

Activistas y vecinos lograron paralizar el desahucio el pasado 12 de enero en la puerta de casa

Esta acción sorpresa ha sido la única forma por la que el Sindicato de Vivienda de Carabanchel ha logrado
que atiendan al afectado. Después de una hora de protesta bajo la atónica mirada de funcionarios y
solicitantes de vivienda, los responsables de la EMVS se han comprometido a recibirlo este miércoles
para estudiar el casocon más detalles. Ya lograron paralizar su desahucio el pasado 12 de enero en la
puerta de casa. Entonces, aseguran los activistas y el propio afectado, la EMVS se comprometió a buscar
una solución para la pareja de octogenarios, pero nadie ha tenido noticias de esta empresa del
Ayuntamiento de Madrid desde entonces.

"Me dijeron que esperara al último sorteo de viviendas y, si no me adjudicaban una, me llamarían al día
siguiente. Llevo dos años solicitando un piso con alquiler asequible, pero mi nombre nunca ha salido en los
sorteos", comenta a Público el anciano. Apoyado en el recibidor mientras espera que algún trabajador se
interese por su situación, José Manuel se muestra intranquilo por la presencia de varios agentes de policía
en las puertas del edificio. "¿Hay muchos?", pregunta temeroso. "Tres furgones", le responden. "Bueno,
nosotros somo pacíficos. Aquí no estamos quemando contenedores, solo queremos que nos atiendan", se
dice para tranquilizarse.

Sin apoyo de instituciones


Conserva alguna esperanza de que llegue una solución, pero no muchas, confiesa. Desde que empezó su
pesadilla no ha recibido el apoyo de ninguna institución. Ni Cáritas, ni los Servicios, Sociales, ni la EMVS.
Ni siquiera la parroquia en la lleva 30 años cantando en el coro le ha echado una mano. "Los únicos que
me están ayudando son los chicos del Sindicato de Vivienda del barrio", resume.


● Aplazan un mes el desahucio de dos octogenarios en Carabanchel
● JAIRO VARGAS MARTÍN

La EMVS adjudicó el 19 de enero 316 pisos protegidos en régimen de alquiler asequible. Son viviendas
para solicitantes de diferentes perfiles. Los grupos de demandantes se dividen en personas en situación de
vulnerabilidad residencial, menores de 35 años, mayores de 65, familias monoparentales, familias
numerosas, personas con discapacidad, víctimas de violencia de género y, finalmente, un grupo de
demanda general, que no cumple ningún requisito, pero que también necesita una vivienda a precios que se
ajusten a los salarios.

El matrimonio estaría dentro del grupo de vulnerables, es decir, con ingresos inferiores a 3,5 veces el
Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM). Entre la pensión de él y la invalidez de ella,
rondan los 1.200 euros mensuales. "Con eso no es nada fácil encontrar algo decente para vivir. Sobre todo,
algo en lo que pueda vivir mi mujer, que apenas puede subir escaleras", sostiene.

Pero en Madrid hay otras 30.800 personas en con una situación socioeconómica similar a la de José
Manuel— salvo quizás el inminente desahucio—inscritas en este mismo sorteo. Según ha explicado esta
empresa municipal a Público, el matrimonio lleva inscrito en esta rifa de estabilidad habitacional desde
marzo de 2020, y están en el grupo considerado de vulnerabilidad residencial.

"Han pedido limitar la vivienda que les pueda tocar a un grupo concreto de distritos, lo que reduce sus
posibilidades. Es más fácil indicar que quieres una vivienda en cualquiera de los 21 distritos de Madrid que
decir que solo la quieres en cinco", precisan.
Casualmente, de las más de 300 viviendas sorteadas, 159 se ubican en Carabanchel, el distrito en el que
José Manuel y María han envejecido, donde pueden contar con el apoyo de vecinos y conocidos y donde
mantienen arraigadas relaciones sociales que les salvan de la peligrosa soledad y aislamiento en esta etapa
de la vida. Pero "no ha habido suerte en los últimos cuatro sorteos celebrados", reconoce la EMVS.

Un barri de Madrid on vivien persones de +vuitanta anys endavant amb

situacions econòmiques dolentes els hi van pujar el lloguer i, per tant, el van

quedar desausiat ,on aquestes persones van ser ignorats fins que un grup de

persones van fer manifestacions davant de la EMVS on la policia els va detenir,

però gràcies a això els van escoltar i l'hi van posar un millor preu per ells però

això no vol dir que sigui fàcil.

DRETS HUMANS VULNERATS: 13, 19,7

DRETS HUMANS:19,13

La sort de viure a Girona


«perquè a París ja estaria
mort»

Víctor Gay relata com va rebre ajuda després de caure al


carrer de la Rutlla i ho contraposa amb el cas del fotògraf
René Robert, mort a París d’hipotermia sense que ningú fes
res per el

Víctor Gay ahir davant del bar Pencil de Girona, encara amb una ferida al front. | MARC MARTÍ

Víctor Gay, veterà periodista de raça de 82 anys, exdirector d’aquest


diari, sortia dijous passat de tallar-se els cabells i pels volts de les set del
vespre tornava cap a casa pel carrer de la Rutlla. A l’alçada del bar
Pencil va creuar per un pas de vianants, amb tan mala fortuna que va
ensopegar amb un voral, va caure i va quedar estès a terra, sagnant del
front. Ràpidament tres noies, tres «samaritanes» com ell les anomena,
que estaven fent el toc van atansar-se a ell per ajudar-lo. Tampoc li va
faltar temps per sortir al responsable del bar, amb una cadira perquè es
pogués asseure a l’espera de l’ambulància, una aigua i paper per contenir
la sang. Gay, emocionat per la desinteressada col·laboració ciutadana, va
escriure una carta en agraïment, on comparava la seva història amb
l’altre cara de la moneda: el fotògraf René Robert que aquell mateix dia
havia sigut notícia per haver mort en un cèntric carrer de París després
de caure i que ningú l’ajudés. Si el cas del suís va ser definit pel
periodista i amic Michel Momponet com un «assassinat per la
indiferència», Víctor Gay està convençut que «aquí la gent encara
respon, tot i que està clar que com més gran és una ciutat, més es
deshumanitza tot».

René Robert, de 84 anys, havia sortit a passejar després de sopar pel


centre de París. Era tard i feia molta fred. A la Place de la Republique va
caure, sense que cap vianant s’interessés per ajudar-lo. Va quedar a terra,
inconscient, i van passar nou hores fins que un rodamón en veure’l va
trucar als serveis d’emergència. Ja era massa tard. El fotògraf suís va
morir per hipotermia. Era el 19 de gener, i el seu amic Momponet ho va
denunciar públicament uns dies més tard, precisament quan Víctor Gay
va patir la seva caiguda al carrer de la Rutlla. El veterà periodista té clar
que «quina sort tenim de viure a Girona, perquè a París ja estaria mort».
Ho diu ben convençut i lamentant no haver-se pogut acomiadar de les
tres noies que el van ajudar en primera instància «perquè quan va arribar
l’ambulància de seguida m’hi van fer pujar». Una d’elles era estudiant
de medicina. Va ser la primera que s’hi va atansar, eixugant-li la sang
amb mocadors de paper, i interessant-se per si havia patit alguna mena
de commoció. «Al propietari del bar ja li vaig agrair personalment
l’ajuda el cap de setmana passat, però també ho volia fer amb les noies»,
assegura Gay. El van traslladar a la clínica Girona, on li van curar les
ferides (també patia rascades en una mà) i li van posar un parell de punts
de sutura al front.

La caiguda va tenir lloc en un pas de vianants que hi ha al carrer de la


Rutlla a l’alçada del bar Pencil. L’atribueix a la poca il·luminació que hi
ha a la zona, potser també al fet d’anar sense ulleres, perquè se les havia
tret a la barberia, i a què un dels accessos al pas de vianants no està a
nivell del carrer i té voral. «El fotògraf francès es va passar 9 o 10 hores
a terra sense que ningú l’atengués, en canvi jo no hi vaig estar ni 10
segons perquè de seguida tothom qui va veure’m caure em va venir a
socórrer», subratlla.

René Robert va morir enmig de la indiferència de la gent, en ple centre


de París. Víctor Gay, en canvi, aplaudeix que a Girona encara hi hagi
«humanitat» i sentit de col·lectiu per ajudar l’altri. «El que em
preocuparia és que com a societat caminéssim cap a la situació de
París», confessa. De moment no en té motiu. I ell ho sap millor que
ningú. Ha experimentat l’altruisme dels gironins en primera persona.

Víctor Gay va tenir un accident en un barri en Espanya on va ser salvat gràcies a

un bon servei de sanitat que va arribar molt ràpid on el senyor s'estava

desengran però en París en el mateix dia René Robert va tenir exactament el

mateix accident I va morir, ja que no tenia un servei sanitari que va fer que es

moris.

drets vulnerats:25

drets no vulnerats: 25
dret

https://www.actasanitaria.com/politica-y-sociedad/organizaciones-denuncian-mas-de-1-500-caso

s-de-vulneracion-del-derecho-a-la-salud-en-la-pandemia_1600834_102.html

Organizaciones integradas en la Red de Denuncia y Resistencia al Real Decreto-ley 16/2012


(REDER), como Salud por Derecho, Médicos del Mundo, la Sociedad Española de Medicina de
Familia y Comunitaria (SEMFYC) y la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad
Pública (FADSP), se han reunido a las puertas del Ministerio de Sanidad, en Madrid, para pedir al
Gobierno que acabe, “de una vez por todas”, con la exclusión sanitaria, una situación que conlleva
vulneraciones del derecho a la salud en España, como los más de 1.500 casos registrados por
Médicos del Mundo durante la pandemia de la Covid-19.

Concentradas frente a la sede ministerial, estas organizaciones exigen a la Administración "que


cumpla su compromiso de aprobar una nueva ley que permita recuperar la Sanidad Universal en
España y acabar, así, con la exclusión sanitaria que continúan sufriendo muchas personas migrantes
en situación irregular".

Edu León/REDER
En este acto se llevó a cabo la presentación de la campaña 'Sanidad sin peros', en la que estas
entidades realizaron una pegada de carteles que recogen las promesas incumplidas por el Ejecutivo
en materia de Sanidad Universal. "Hace ya tres años que el Ejecutivo del Partido Socialista Obrero
Español (PSOE) y Unidas Podemos aprobó el Real Decreto 7/2018, con el que se comprometió a
acabar con la exclusión sanitaria", recuerdan.

Sin embargo, "esta nueva normativa solo introdujo una serie de cambios legislativos que modificaron
parcialmente la situación, ya que nuestro sistema de salud sigue dejando sin cobertura a grupos de
personas vulnerables, como las que llegan en procesos de reagrupación familiar o quienes llevan en
España menos de 90 días. La ley, además, no protege de manera especial ni a menores, ni a
mujeres embarazadas", denuncian desde REDER.

Sin atención ante enfermedades graves

De esta manera, Médicos del Mundo confirma, entre los más de 1.500 casos de vulneración del
derecho a la salud reportados en la pandemia, "44 mujeres embarazadas, 90 menores de edad, 78
solicitantes de asilo, 85 facturaciones en urgencias, 46 personas reagrupadas y 674 personas que no
han podido ver reconocido su derecho como consecuencia de las barreras administrativas existentes
y la ambigüedad de la legislación".

Además, como resultado de estas exclusiones, "no han sido debidamente atendidas enfermedades
tan graves como el cáncer, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, VIH y Salud Mental",
apuntan estas entidades. Estas cifras "no representan un reflejo exhaustivo de la dimensión de la
exclusión sanitaria, ya que pueden ser muchas más las personas que aún permanecen fuera del
sistema y a las que ni siquiera las organizaciones consiguen llegar", señalan.

Los más vulnerables

La coordinadora de Incidencia Política de Médicos del Mundo, Eva Aguilera, preguntada por Acta
Sanitaria, destaca que la pandemia "ha sacado a la luz la exclusión sanitaria, precisamente las
personas que no tienen tarjeta sanitaria ni un acceso normalizado al servicio público de salud han
sido las más vulnerables, han tenido menos acceso a la información y la dificultad de acceso a
prevención y atención Covid-19".
"Es cierto que, durante el momento inicial del Estado de Alarma, varias comunidades autónomas
actuaron con procedimientos ad hoc para emitir tarjetas sanitarias temporales de urgencia para estas
personas, pero fue una medida temporal ajustada al Estado de Alarma, porque tenían conciencia de
la gravedad de la situación", recuerda Eva Aguilera. En el otro lado se encuentran regiones "en las
que se sigue aplicando el Real Decreto de 2018 con la mirada más restrictiva posible", lamenta.

Edu
León/REDER

Eliminar la diferenciación y el periodo mínimo

Para hacer frente, cuanto antes, a esta situación, las organizaciones de REDER solicitan a la
Administración que tramite, y con carácter de urgencia, un anteproyecto de ley que elimine "la
diferenciación en el derecho a asistencia sanitaria entre la población con nacionalidad española o con
permiso de residencia y la población migrante en situación irregular", además del "periodo mínimo de
estancia en España como elemento necesario para la obtención del derecho a asistencia, y
reconocerlo en base a la intención de permanencia en territorio español, que deberá acreditarse por
medios que no exijan un tiempo mínimo de estancia".

También, estos organismos piden "reconocer el derecho a la asistencia sanitaria de las personas
ascendientes que llegan a España como resultado de un proceso de reagrupación familiar" y
"garantizar la inclusión del derecho a prestación farmacéutica con un régimen que no discrimine por
la situación de irregularidad administrativa, reconociendo, de forma expresa, la exención de copago
farmacéutico en los casos de especial vulnerabilidad".

Aguilera espera que, "después de haber recibido las aportaciones que las organizaciones hemos
hecho a la consulta pública para tramitar el anteproyecto de ley, además de las cartas y
comunicaciones a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se decida iniciar el proceso de tramitación
legislativa con carácter de urgencia". "Nos preocupa que las previsiones del Ministerio son no iniciar
el trámite hasta finales de este año o inicios del próximo", reconoce.

Hasta la tramitación de dicha ley, estas organizaciones piden a la cartera sanitaria del Gobierno que
adopte las medidas temporales necesarias que garanticen el acceso a la atención necesaria a todas
las personas que viven en España, independientemente de su situación administrativa.

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