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Antonio Narro
Por:
Dr. Luis Samaniego Moreno
Trabajo:
VOLUMENES DE AGUA TRANSPORTADOS POR MEDIO DEL CICLO
HIDROLOGICO A NIVEL MUNDIAL
Por:
Whiliam Michel Cruz Valle
INTRODUCCION
OBJETIVO DE LA CONSULTA
Dar a conocer la cantidad de agua evaporada de la tierra que fluye hacia la atmosfera.
Conocer la cantidad de agua salada y dulce que existe en el mundo.
Investigar el porcentaje de agua que existe en (océano, lagos, ríos, aguas subterráneas,
casquetes polares y atmósfera).
Consultar cuánta agua se precipita en forma de lluvia en los océanos y la superficie
continental.
REVISION DE LITERATURA
En el ciclo hidrológico, cada año se evaporan de la Tierra y fluyen hacia la atmósfera unos
577,000 km3 de agua, 502,800 km3 provienen de los océanos y 74, 200 km3 de la
evapotranspiración de los biomas continentales. La misma cantidad de agua se precipita como
lluvia: sobre los océanos, unos 458 mil km3 y otros 119 mil km3 sobre las superficies
continentales. La diferencia entre los volúmenes que se precipitan y los que se evapo transpiran
de la superficie continental (119,000 km3 - 74,200 km3 = 44,800 km3) representan los flujos de
aguas líquidas que retornan al mar a través de los ríos de la Tierra (42,600 km3) y de las
corrientes subterráneas que descargan directamente al océano (2,200 km3) (UNEP 1992,
Shiklomanov 1999.
El océano es, con mucho, no sólo el gran almacén natural de agua de la Tierra sino que sus
enormes corrientes marinas (cientos de veces mayores que los más grandes ríos del mundo, como
el Mekong o el Amazonas), sus grandes flujos de vapor de agua hacia la atmósfera y sus
precipitaciones al propio océano y a las superficies continentales, constituyen las grandes arterias
de la circulación y distribución del agua en el sistema terrestre. La atmósfera, en cambio, no es un
gran depósito permanente de agua en la naturaleza. Se estima que el volumen de agua que
permanece de un modo constante en la atmósfera es de cerca de 12,900 km3, y sólo representan
0.001% del total de agua en la Tierra. Pero su función como regulador climático es crucial para la
existencia de la vida (Pimentel y Pimentel 1996: 157).