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Un poco de astronomía.
Hoy 400 años después que el astrónomo italiano Galileo Galilei mirara el cielo con
un instrumento que revolucionó el conocimiento astronómico, el telescopio,
todavía estamos escudriñando el cielo para encontrar respuestas acerca de
nuestro universo. La exploración del universo lleva poco tiempo en la historia del
hombre, aunque hace muchos milenios la raza humana ha indagado acerca del
espacio y el lugar que ocupa el hombre en él. Galileo que en su tiempo demostró
que la tierra era un planeta más que giraba en torno al sol separó al hombre y su
planeta como el centro del universo. Sin embargo, Stephen Hawking con su
principio antrópico nos hace pensar que tal vez si ocupamos un lugar privilegiado
en el universo, de tal forma que logramos ver el universo como es porque nosotros
existimos.
Hawking es uno de los científicos que han logrado armonizar la teoría cuántica con
la relatividad general para describir el funcionamiento de los agujeros negros.
Galileo contaba con la teoría heliocéntrica de Copérnico y las leyes matemáticas
de Kepler sobre el funcionamiento gravitacional.
Al observar por el telescopio por primera vez Galileo tuvo la imagen más clara del
universo que se había visto hasta entonces. Vio un cielo con miles de estrellas,
una luna plagada de cráteres, observo el planeta Júpiter con sus cuatro lunas y
además pudo observar las fases de Venus, prueba de que Venus es un planeta
que gira el rededor del sol. Lo que Copérnico dedujo por estética, lo que Kepler
planteó a través de las matemáticas Galileo lo vio, Galileo lo anunció y Galileo lo
demostró.
Se reconoce que desde los antiguos sumerios, los egipcios, los indios y otras
culturas de la antigüedad tenían sus propias formas de entender la naturaleza a
través de las observaciones del cielo.
La teoría cuántica y la relatividad general son propuestas que le han ayudado a
Hawking a formular sus teorías cosmológicas que explican el origen y evolución
del universo. Un agujero negro es uno de los objetos celestes inobservables por el
hombre, solamente Stephen Hawking tiene una imagen clara de un agujero negro
en su mente y así es como nos la ha explicado.
Los agujeros negros son cuerpos celestes que por su constitución física no son
observables por el ojo humanos u otros instrumentos como los telescopios. Se
sabe de la existencia de los agujeros negros por los efectos que causan en los
objetos celestes que están a su alrededor. Los grandes telescopios permiten
observar millones de estrellas que se encuentran en lo profundo del espacio.
Mediante las observaciones y mediciones con diferentes instrumentos se puede
observar y predecir el comportamiento de dichas estrellas. Algunas de estas
estrellas se ha observado que giran a velocidades enormes sobre un punto
invisible pero con una gravedad enorme, un agujero negro.
Si tan solo esta mente hubiera vivido lo suficiente para poder observar el primer
agujero negro que por años estudió. En fin su gran mente nos brindo la dicha de
poder entender desde otras perspectivas el comportamiento de estos cuerpos
magníficos.