Está en la página 1de 98

1

2
3
NOTA DE LA TRADUCTORA

Este libro tiene dos veces cada poema. Habrán visto que de un lado el
poema está en castellano y en la página de enfrente está el poema en
inglés. ¿Tal vez intentaron comparar alguno con su reflejo? Si fue así
habrán descubierto que no era un reflejo, y que este libro en realidad
no tiene dos veces cada poema: tiene, de un lado, el poema original,
que escribió Katherine Mansfield en inglés hace cien años o más, y
del otro la traducción de ese poema al castellano, que hice yo ahora,
a mediados de 2021.
Traducir un poema siempre es pararse en el medio de dos idiomas y
ver qué se puede hacer. El poema original dice algo de cierta manera,
canta, guiña el ojo, habla de cosas que tal vez ya no existen, o que
nunca existieron en el idioma al que se quiere traducir.
Si recortáramos ese poema en cartulina y lo apoyáramos contra el
recorte de su traducción nos sobraría por un lado, nos faltaría por el
otro. Si separáramos delicadamente cada palabra del poema en inglés
para emparejarla con una palabra en castellano nos quedaríamos con
huecos en algunas partes y con una pilita de posibilidades en otras.
Y si quisiéramos que la traducción produjera una música idéntica a la
del original nos frustraríamos muchísimo: el inglés canta de una
manera, el castellano de otra. Katherine cantaba de una manera,
yo canto de otra aun cuando trate de imitarla.
En este libro los poemas vienen de a dos, uno frente al otro: el de la
izquierda lo escribió Katherine Mansfield, el de la derecha lo escribí yo
tratando de pegarme a las espaldas de Katherine. De ver por encima
de su hombro para descubrir qué vio e imaginar cómo quiso decirlo.
El inglés y el castellano se rasparon uno contra el otro, probaron alturas,
acentos, sentidos. Dije los versos en voz alta: los dije muchas veces
en inglés y después los fui probando en castellano, para ver de qué
manera podían cantar con un tono parecido. Pensé en las chicas y los
chicos de 1910, de 1920 –cuando estos poemas fueron escritos– y en

4
ustedes, las chicas y los chicos de 2021, que son quienes van a leer estas
traducciones. ¿Cómo dejarlos entrar cómodamente a ese mundo de
palabras y que ahí puedan encontrarse, chicas y chicos separados por
un idioma, muchos kilómetros y un siglo?
En los poemas de Katherine Mansfield hay chicos y chicas que juegan
en jardines que limitan con bosques; alguno se pierde por el bosque y
no vuelve, alguna se mete en el bosque y tiene un encuentro curioso.
Hay fiestas de cumpleaños, tormentas terribles, pájaros raros, pájaros
menos raros, pájaros que cantan, o que vuelan alto, o que están heridos.
Hay una niña que tiene un hermanito y los dos parecen pasarla muy
bien con su abuela. Esa abuela creo yo que es genial. Acá por donde
vivimos nosotros, y ahora, también hay un poco de cada una de esas
cosas. Tal vez no idénticas, pero parecidas.
Durante los últimos meses trabajé alrededor de todo esto,
acompañada siempre por Roberta, Celeste y David, editoras y editor
de El Lagarto Obrero. Fue hermoso pensar de a varios para llegar a
estas versiones donde espero que encuentren a Katherine y que
también se sientan a gusto.

Laura Wittner,
junio 2021

5
6
7
A Fine Day

After all the rain, the sun


Shines on hill and grassy mead;
Fly into the garden, child,
You are very glad indeed.

For the days have been so dull,


Oh, so special dark and drear,
That you told me, “Mr. Sun
Has forgotten we live here.”

Dew upon the lily lawn,


Dew upon the garden beds;
Daintily from all the leaves
Pop the little primrose heads.

And the violets in the copse


With their parasols of green
Take a little peek at you;
They’re the bluest you have seen.

On the lilac tree a bird


Singing first a little note,
Then a burst of happy song
Bubbles in his lifted throat.

O the sun, the comfy sun!


This the song that you must sing,
“Thank you for the birds, the flowers,
Thank you, sun, for everything.”

8
Un lindo día

Ya paró la lluvia, el sol


brilla tibio sobre el prado;
¡corré al jardín, mi chiquito,
veo que estás encantado!

Los días fueron penosos


y de un negro tan profundo
que dijiste: “El señor sol
se olvidó de nuestro mundo”.

Rocío en las azucenas,


rocío en cada cantero;
de las hojas, elegantes,
surgen capullos ligeros.

Las violetas en el bosque


con sus sombrillas de verde
te espían desde el azul;
son de un azul que te pierde.

Entre las lilas, un pájaro


dice una nota, no canta,
pero luego estalla en trinos:
burbujas en la garganta.

¡Ay, ese sol calentito!


Este será nuestro canto:
“Muchas gracias por los pájaros,
por las flores, sol; por tanto”.

9
A Joyful Song of Five

A joyful song of five


Come, let us all sing very high
And all sing very loud
And keep on singing in the street
Until there’s quite a crowd;

And keep on singing in the house


And up and down the stairs;
Then underneath the furniture
Let’s all play Polar bears;

And crawl about with doormats on,


And growl and howl and squeak,
Then in the garden let us fly
And play at hide and seek;

And “Here we gather Nuts and May,”


“I wrote a Letter” too,
“Here we go round the Mulberry Bush,”
“The Child who lost its shoe”;

And every game we ever played.


And then—to stay alive—
Let’s end with lots of Birthday Cake
Because to-day you’re five.

10
Canción alegre para los cinco

Cantemos todos juntos, alto y fuerte


esta alegre canción
y sigamos cantando por la calle
hasta ser un montón;

y sigamos cantando por la casa,


celebrando ruidosos;
metámonos debajo de los muebles
a jugar a los osos;

y gateemos cubiertos por felpudos,


con garras extendidas,
para después volar hasta el jardín
a jugar escondidas;

y juguemos a uni doli tuá,


luego a pisa pisuela,
y por supuesto a martín pescador,
también a la rayuela;

y para terminar comamos tortas


de todos los tamaños;
de miel, de chocolate y de vainilla:
hoy cumplís cinco años.

11
Winter Song

Rain and wind, and wind and rain.


Will the Summer come again?
Rain on houses, on the street,
Wetting all the people’s feet.
Though they run with might and main.
Rain and wind, and wind and rain.

Snow and sleet, and sleet and snow.


Will the Winter never go?
What do beggar children do
With no fire to cuddle to,
P’raps with nowhere warm to go?
Snow and sleet, and sleet and snow.

Hail and ice, and ice and hail,


Water frozen in the pail.
See the robins, brown and red,
They are waiting to be fed.
Poor dears; battling in the gale!
Hail and ice, and ice and hail.

12
Canción de invierno

Viento y lluvia, lluvia y viento,


¿cuándo acaba este tormento?
Llueve sin parar ni un rato
y se mojan los zapatos
aunque estén en movimiento.
Viento y lluvia, lluvia y viento.

Nieve helada, helada nieve,


que el invierno se la lleve.
¿Y los niños sin hogar,
sin un fuego ni un lugar
donde el frío sea más leve?
Nieve helada, helada nieve.

Hielo y piedras, piedras, hielo


se congela el pasto, el suelo.
Los petirrojos, mojados
quieren ser alimentados,
¡pobrecitos, sin consuelo!
Hielo y piedras, piedras, hielo.

13
A Day in Bed

I wish I had not got a cold,


The wind is big and wild,
I wish that I was very old,
Not just a little child.

Somehow the day is very long


Just keeping here, alone;
I do not like the big wind’s song,
He’s growling for a bone.

He’s like an awful dog we had


Who used to creep around
And snatch at things—he was so bad,
With just that horrid sound.

I’m sitting up and nurse has made


Me wear a woolly shawl;
I wish I was not so afraid;
It’s horrid to be small.

It really feels quite like a day


Since I have had my tea;
P’raps everybody’s gone away
And just forgotten me.

And oh! I cannot go to sleep


Although I am in bed.
The wind keeps going creepy-creep
And waiting to be fed.

14
Un día en cama

Ojalá no me hubiera resfriado.


El viento sopla y grita.
Ojalá fuera vieja, muy muy vieja
en vez de una niñita.

El día se me vuelve interminable,


en soledad bostezo
y no me gusta la canción del viento
que ruge por un hueso.

Es parecido a un perro que tuvimos


que entraba sigiloso
y arrebataba cosas: su ladrido
era un ruido espantoso.

Me senté y la niñera me ha obligado


a usar un chal que pica;
ojalá no tuviera tanto miedo;
qué horrendo que es ser chica.

Siento que fue hace muchos, muchos días


cuando tomé mi té;
¿Será que todos se fueron de viaje
y solo yo quedé?

Y no me puedo volver a dormir


aunque ya esté en la cama.
El viento espera que alguien lo alimente
y brama y brama y brama.

15
16
17
Why Love Is Blind

the cupid child tired of the winter day


wept and lamented for the skies of blue
till, foolish child! he cried his eyes away
and violets grew

18
Por qué el amor es ciego

del invierno se cansó el niño cupido


extrañaba el cielo azul, hizo rabietas;
niño tonto, llorás enceguecido
mientras crecen violetas.

19
The Grandmother

Underneath the cherry trees


The Grandmother in her lilac printed gown
Carried Little Brother in her arms.
A wind, no older than Little Brother
Shook the branches of the cherry trees
So that the blossom snowed on her hair
And on her faded lilac gown.
I said: ‘May I see?’
She bent down and lifted a corner of his shawl.
He was fast asleep.
But his mouth moved as if he were kissing.
‘Beautiful,’ said Grandmother, nodding and smiling.
But my lips quivered.
And looking at her kind face
I wanted to be in the place of Little Brother
To put my arms round her neck
And kiss the two tears that shone in her eyes.

20
La abuela

Debajo de los cerezos


la abuela con su vestido lila
llevaba a Hermanito en brazos.
Un viento joven como Hermanito
sacudió las ramas del cerezo
y las flores nevaron sobre el pelo
y sobre el vestido lila de la abuela.
Le dije: “¿Puedo verlo?”
Se inclinó y levantó un poco el chal.
Él dormía profundo.
Pero movía la boca como si besara.
“Hermoso”, dijo la abuela, satisfecha y sonriente.
Pero a mí me temblaron los labios.
Y mirando la cara amable de la abuela
quise estar en el lugar de Hermanito
para poder abrazarla
y besar las dos lágrimas que brillaban en sus ojos.

21
Butterfly Laughter

In the middle of our porridge plates


There was a blue butterfly painted
And each morning we tried who should reach the butterfly first.
Then the Grandmother said: “Do not eat the poor butterfly.”
That made us laugh.
Always she said it and always it started us laughing.
It seemed such a sweet little joke.
I was certain that one fine morning
The butterfly would fly out of the plates,
Laughing the teeniest laugh in the world,
And perch on the Grandmother’s lap.

22
Risa de mariposa

Nuestros platos de avena tenían pintada


una mariposa azul justo en el medio
y cada mañana jugábamos a quién llegaba antes a la mariposa.
La abuela decía: “No se la coman, pobrecita”.
Eso nos hacía reír.
Todas las veces lo decía y todas las veces nos reíamos.
Nos parecía un chiste muy tierno.
Yo estaba segura de que alguna mañana
la mariposa se volaría de nuestros platos
con la risa más chiquita del mundo
para posarse en el regazo de la abuela.

23
The Candle

By my bed, on a little round table


The Grandmother placed a candle.
She gave me three kisses telling me they were three dreams
And tucked me in just where I loved being tucked.
Then she went out of the room and the door was shut.
I lay still, waiting for my three dreams to talk;
But they were silent.
Suddenly I remembered giving her three kisses back.
Perhaps, by mistake, I had given my three little dreams.
I sat up in bed.
The room grew big, oh, bigger far than a church.
The wardrobe, quite by itself, as big as a house.
And the jug on the washstand smiled at me:
It was not a friendly smile.
I looked at the basket-chair where my clothes lay folded:
The chair gave a creak as though it were listening for something.
Perhaps it was coming alive and going to dress in my clothes.
But the awful thing was the window:
I could not think what was outside.
No tree to be seen, I was sure,
No nice little plant or friendly pebbly path.
Why did she pull the blind down every night?
It was better to know.
I crunched my teeth and crept out of bed,
I peeped through a slit of the blind.
There was nothing at all to be seen.
But hundreds of friendly candles all over the sky
In remembrance of frightened children.
I went back to bed...
The three dreams started singing a little song.

24
La vela

Junto a mi cama, sobre una mesa redonda


la abuela puso una velita.
Me dio tres besos, dijo que eran tres sueños
y me arropó exacto como a mí me gustaba.
Después salió del cuarto y la puerta se cerró.
Me quedé quieta, esperando que hablaran mis tres sueños;
pero estaban callados.
De pronto recordé que yo también le había dado tres besos.
Tal vez, por error, le había devuelto mis tres sueños.
Me senté en la cama.
El cuarto se agrandó, se volvió más grande que una iglesia.
El ropero, grande como una casa.
Y la jarra me sonrió desde el lavamanos:
no era una sonrisa amable.
Miré la silla de mimbre con mi ropa doblada:
la silla crujió como si estuviera atenta a algo.
Tal vez cobrara vida y se vistiera con mi ropa.
Pero lo más horrible era la ventana:
no podía imaginarme qué había afuera.
No se veía ni un árbol, de eso estoy segura.
Ni una plantita amigable ni un simpático sendero de guijarros.
¿Por qué me cerraba la persiana cada noche?
Era mejor saberlo.
Apreté los dientes y me levanté despacio,
espié por una rendija en la persiana.
No se veía nada de nada.
Salvo cientos de velas amigables por todo el cielo
en recuerdo de los chicos asustados.
Volví a la cama...
Los tres sueños empezaron a cantar su cancioncita.

25
Little Brother´s Secret

When my birthday was coming


Little Brother had a secret:
He kept it for days and days
And just hummed a little tune when I asked him.
But one night it rained
And I woke up and heard him crying:
Then he told me.
“I planted two lumps of sugar in your garden
Because you love it so frightfully
I thought there would be a whole sugar tree for your birthday,
And now it will all be melted.”
O the darling!

26
El secreto de Hermanito

Se acercaba mi cumpleaños
y Hermanito tenía un secreto:
lo mantuvo durante muchos días.
Le pregunté y canturreó una musiquita.
Pero una noche llovió,
me desperté y lo escuché llorar:
entonces me lo dijo.
“Planté en tu jardín dos terrones de azúcar
porque te gusta tantísimo,
pensé que crecería todo un árbol de azúcar para tu cumpleaños,
y ahora se va a derretir.”
¡Ay, mi precioso!

27
Litlle Brother´s Story

We sat in front of the fire;


Grandmother was in the rocking chair doing her knitting
And Little Brother and I were lying down flat.
“Please tell us a story, Grandmother,” we said.
But she put her head on one side and began counting the stitches,
“Suppose you tell me one instead.”
I made up one about a spotted tiger
That had a knot in his tail;
But though I liked this about the knot,
I did not know why it was put there.
So I said: “Little Brother’s turn.”
“I know a perfect story,” he cried, waving his hands.
Grandmother laid down her knitting.
“Do tell us, dear.”
“Once upon a time there was a bad little girl
And her Mummy gave her the slipper, and that’s all.”
It was not a very special story.
But we pretended to be very pleased
And Grandmother gave him jumps on her lap.

28
El cuento de Hermanito

Estábamos junto a la chimenea;


la abuela en la mecedora con su tejido,
Hermanito y yo acostados boca abajo.
“¿Nos contás un cuento, abuela?”, le pedimos.
Ella inclinó la cabeza y se puso a controlar los puntos.
“¿Por qué mejor no me cuentan uno ustedes?”.
Inventé uno sobre un tigre con manchas
que tenía un nudo en la cola;
me gustó lo del nudo
aunque no supe para qué servía.
Entonces dije: “Le toca a Hermanito”.
“Yo sé un cuento perfecto”, gritó él, agitando las manos.
La abuela apoyó su tejido.
“Contalo, mi amor”.
“Había una vez una niñita mala
y su mamá le dio con la chancleta. Terminó.”
No era un cuento muy bueno.
Pero fingimos que nos había encantado
y la abuela lo hizo saltar en sus rodillas.

29
When I Was a Bird

I climbed up the karaka tree


Into a nest all made of leaves
But soft as feathers.
I made up a song that went on singing all by itself
And hadn’t any words, but got sad at the end.
There were daisies in the grass under the tree.
I said just to try them:
“I’ll bite off your heads and give them to my little children to eat.”
But they didn’t believe I was a bird;
They stayed quite open.
The sky was like a blue nest with white feathers
And the sun was the mother bird keeping it warm.
That’s what my song said: though it hadn’t any words.
Little Brother came up the patch, wheeling his barrow.
I made my dress into wings and kept very quiet.
Then when he was quite near I said: “Sweet, sweet!”
For a moment he looked quite startled;
Then he said: “Pooh, you’re not a bird; I can see your legs.”
But the daisies didn’t really matter,
And Little Brother didn’t really matter;
I felt just like a bird.

30
Cuando fui pájaro

Me trepé al árbol de karaka


llegué hasta un nido hecho de hojas
suaves como plumas.
Inventé una canción que siguió cantándose sola
y no tenía letra pero al final se volvía triste.
Debajo del árbol había margaritas
y las quise provocar:
“Les voy a arrancar la cabeza para alimentar a mis pichones”.
Pero no me creyeron que era un pájaro;
siguieron de lo más abiertas.
El cielo era como un nido azul con plumas blancas
y el sol era la mamá pájara que le daba calor.
Eso decía mi canción, aunque no tenía letra.
Vino Hermanito por el pasto, con su carretilla.
Me hice alas con el vestido y me quedé muy quieta.
Cuando estuvo bien cerca dije: “¡chiqui, chiqui!”.
Por un momento se sobresaltó;
después dijo: “Buu, no sos un pájaro; se te ven las piernas”.
Pero qué me importaban las margaritas
y qué me importaba Hermanito.
Yo me sentí todo un pájaro.

31
Sleeping Together

Sleeping together... how tired you were...


How warm our room... how the firelight spread
On walls and ceiling and great white bed!
We spoke in whispers as children do,
And now it was I--and then it was you
Slept a moment, to wake--“My dear,
I’m not at all sleepy,” one of us said...

Was it a thousand years ago?


I woke in your arms--you were sound asleep--
And heard the pattering sound of sheep.
Softly I slipped to the floor and crept
To the curtained window, then, while you slept,
I watched the sheep pass by in the snow.

O flock of thoughts with their shepherd Fear


Shivering, desolate, out in the cold,
That entered into my heart to fold!
A thousand years... was it yesterday
When we, two children of far away,
Clinging close in the darkness, lay
Sleeping together?... How tired you were...

32
Dormíamos juntos

Dormíamos juntos... qué cansado estabas...


qué tibio era el cuarto... ¡la luz del fogón
llegaba a la cama y a cada rincón!
Y uno se dormía, el otro despertaba,
decía, decías, “No duermo, cariño”
así entre susurros, como hacen los niños.

¿Cuánto hace de esto? ¿Mil años, cien, diez?


Dormías, yo estaba despierta en tus brazos,
y hubo en la ventana un sonido de pasos.
Muy suave, en silencio, apoyé los pies,
corrí la cortina y, con tu sueño leve,
miré las ovejas pasar por la nieve.

¡Ay, ese rebaño de ideas heladas


solas, temblorosas, con su pastor Miedo
que en mi corazón entraron y ahora hospedo!
¿Mil años, cien, diez? ¿O fue ayer bien temprano
que vos y que yo, esos niños lejanos
en la oscuridad, tomados de la mano
dormíamos juntos? Qué cansado estabas...

33
The Quarrell

Our quarrel seemed a giant thing,


It made the room feel mean and small,
The books, the lamp, the furniture,
The very pictures on the wall.

Crowded upon us as we sat


Pale and terrified, face to face.
“Why do you stay?” she said, “my room
Can never be your resting place.”

“Katinka, ere we part for life,


I pray you walk once more with me.”
So down the dark, familiar road
We paced together, silently.

The sky it seemed on fire with stars!


I said:“Katinka dear, look up!”
Like thirsty children, both of us
Drank from that giant loving cup.

“Who were those dolls?” Katinka said.


“What were their stupid, vague alarms?”
And suddenly we turned and laughed
And rushed into each other’s arms.

34
Nuestra pelea

Nos pareció gigante la pelea,


la habitación se vio chiquita, extraña.
Cada libro, la lámpara, los muebles,
se nos vinieron encima con saña.

Nos miramos, sentadas cara a cara,


en un pálido miedo silencioso.
“¿Para qué te quedás?”, dijo, “mi cuarto
nunca será tu sitio de reposo.”

“Antes de despedirnos para siempre,


caminemos, Katinka, te lo pido.”
Y recorrimos juntas, en silencio
ese camino oscuro y conocido.

¡De pronto el cielo llameaba de estrellas!


“¡Katinka, mirá arriba, por favor!”
Así las dos, como niñas sedientas
bebimos de ese cuenco del amor.

“Qué par de bobas”, me dijo Katinka.


“¿Por qué ese susto, pasó algo, acaso?”
Entonces suspiramos y reímos
y felices nos dimos un abrazo.

35
36
37
The Storm

I ran to the forest for shelter,


Breathless, half sobbing;
I put my arms round a tree,
Pillowed my head against the rough bark.
“Protect me,” I said. “I am a lost child.”
But the tree showered silver drops on my face and hair.
A wind sprang up from the ends of the earth;
It lashed the forest together.
A huge green wave thundered and burst over my head.
I prayed, implored, “Please take care of me!”
But the wind pulled at my cloak and the rain beat upon me.
Little rivers tore up the ground and swamped the bushes.
A frenzy possessed the earth: I felt that the earth was drowning
In a bubbling cavern of space. I alone--
Smaller than the smallest fly--was alive and terrified.
Then, for what reason I know not, I became triumphant.
“Well, kill me!” I cried and ran out into the open.
But the storm ceased: the sun spread his wings
And floated serene in the silver pool of the sky.
I put my hands over my face: I was blushing.
And the trees swung together and delicately laughed.

38
La tormenta

Corrí a refugiarme en el bosque,


jadeante, casi llorando:
me abracé a un árbol,
apoyé la cabeza contra el tronco rugoso.
“Protegeme”, dije. “Estoy perdida”.
Pero el árbol me roció la cara con gotas plateadas.
Se alzó un viento en los confines de la tierra;
azotó el bosque entero.
Una inmensa ola verde rugió y me estalló en la cabeza.
Recé, imploré, “¡por favor, protegeme!”,
pero el viento tironeó de mi capa y la lluvia cayó sobre mí.
Pequeños ríos rasgaban el suelo, inundaban las matas.
Un frenesí tomó la tierra: sentí que la tierra se ahogaba
en una espumosa caverna de espacio. Sólo yo
–más chiquita que la mosca más chica– sobrevivía, aterrada.
Entonces, por qué razón lo ignoro, me sentí poderosa.
“¡Bueno; mátenme!”, grité mientras salía corriendo del refugio.
Y la tormenta paró: el sol desplegó sus alas
y flotó sereno en el charco plateado del cielo.
Me toqué la cara: me estaba sonrojando.
Los árboles se mecieron al unísono con una risa delicada.

39
Across the Red Sky

Across the red sky two birds flying,


Flying with drooping wings.
Silent and solitary their ominous flight.
All day the triumphant sun with yellow banners
Warred and warred with the earth, and when she yielded
Stabbed her heart, gathered her blood in a chalice,
Spilling it over the evening sky.
When the dark plumaged birds go flying, flying,
Quiet lies the earth wrapt in her mournful shadow,
Her sightless eyes turned to the red sky
And the restlessly seeking birds.

40
Cruzan el cielo rojo

Cruzan el cielo rojo dos pájaros volando,


volando con alas lánguidas.
Mudo y solitario ese vuelo ominoso.
Todo el día el sol triunfal con sus banderas amarillas
en guerra con la tierra, y cuando ella cedió
la apuñaló en el pecho, juntó su sangre en un cáliz,
la derramó sobre el cielo del atardecer.
Cuando los pájaros oscuros van volando, volando,
la tierra yace quieta, envuelta en su sombra de pena,
con los ojos ciegos mira el cielo rojo
y esos pájaros que buscan sin descanso.

41
The Sea Child

Into the world you sent her, mother,


Fashioned her body of coral and foam,
Combed a wave in her hair’s warm smother,
And drove her away from home.

In the dark of the night she crept to the town


And under a doorway she laid her down,
The little blue child in the foam-fringed gown.

And never a sister and never a brother


To hear her call, to answer her cry.
Her face shone out from her hair’s warm smother
Like a moonkin up in the sky.

She sold her corals; she sold her foam;


Her rainbow heart like a singing shell
Broke in her body: she crept back home.

Peace, go back to the world, my daughter,


Daughter, go back to the darkling land;
There is nothing here but sad sea water,
And a handful of sifting sand.

42
La niña del mar

Madre, mandaste a tu niña al mundo,


le hiciste el cuerpo de espuma y coral
peinaste una ola en su mata de pelo
y la echaste del hogar de sal.

En la noche negra, la azul criatura


arrastró hasta el pueblo su leve figura
y se recostó bajo una puerta oscura.

Y nunca una hermana y nunca un hermano


que escuche el llamado o responda su grito.
Su cara brillaba en la mata de pelo
como un elfo en el cielo infinito.

Vendió su espuma y vendió su coral;


el corazón se quebró dentro suyo.
Volvió arrastrándose al hogar de sal.

Ay, volvé al mundo, querida hija mía;


hija, volvete a esa tierra plomiza;
acá no hay nada más que agua de mar
y un puñado de arena huidiza.

43
The Earth-Child In the Grass

In the very early morning


Long before Dawn time
I lay down in the paddock
And listened to the cold song of the grass.
Between my fingers the green blades,
And the green blades pressed against my body.
“Who is she leaning so heavily upon me?”
Sang the grass.
“Why does she weep on my bosom,
Mingling her tears with the tears of my mystic lover?
Foolish little earth child!
It is not yet time.
One day I shall open my bosom
And you shall slip in--but not weeping.
Then in the early morning
Long before Dawn time
Your lover will lie in the paddock.
Between his fingers the green blades
And the green blades pressed against his body...
My song shall not sound cold to him
In my deep wave he will find the wave of your hair
In my strong sweet perfume, the perfume of your kisses.
Long and long he will lie there...
Laughing--not weeping.”

44
La niña de la tierra sobre el pasto

Muy temprano a la mañana


antes del amanecer
fui a recostarme en la pradera
y escuché la fría canción del pasto.
Entre los dedos las hebras verdes,
y las hebras verdes aplastadas por mi cuerpo.
“¿Quién es la que se acuesta tan pesada sobre mí?”,
cantó el pasto.
“¿Por qué llora en mi pecho,
mezclando sus lágrimas con las de mi amante místico?
¡Qué tonta sos, niña de la tierra!
Todavía no es momento.
Un día voy a abrir mi pecho
para que entres; pero no llorando.
Entonces temprano a la mañana
antes del amanecer
tu amante se recostará en esta pradera.
Entre sus dedos las hebras verdes
y las hebras verdes aplastadas por su cuerpo...
No va a sonarle fría mi canción:
en mis ondas va a encontrar la onda de tu pelo
en mi perfume fuerte y dulce, el perfume de tus besos.
Mucho tiempo estará allí acostado...
pero sin llorar: riendo.”

45
The Awakening River

The gulls are mad-in-love with the river,


And the river unveils her face and smiles.
In her sleep-brooding eyes they mirror their shining wings.
She lies on silver pillows: the sun leans over her.
He warms and warms her, he kisses and kisses her.
There are sparks in her hair and she stirs in laughter.
Be careful, my beautiful waking one! you will catch on fire.
Wheeling and flying with the foam of the sea on their breasts,
The ineffable mists of the sea clinging to their wild wings,
Crying the rapture of the boundless ocean,
The gulls are mad-in-love with the river.
Wake! we are the dream thoughts flying from your heart.
Wake! we are the songs of desire flowing from your bosom.
O, I think the sun will lend her his great wings
And the river will fly away to the sea with the mad-in-love birds.

46
El río que despierta

Las gaviotas mueren de amor por el agua;


el agua descubre su cara y sonríe.
Las gaviotas reflejan las alas lustrosas
en los ojos somnolientos del agua
que se acuesta en almohadas de plata: el sol se inclina sobre ella.
La entibia y la entibia, la besa y la besa.
Le chispea el cabello; el agua se agita de risa.
¡Cuidado, cuidado, mi hermosa durmiente! Te prenderás fuego.
Con el pecho lleno de espuma de mar,
la bruma inefable del mar en las alas,
girando en el éxtasis del océano eterno,
las gaviotas mueren de amor por al agua.
¡Despertate! Somos los pensamientos soñados que vuelan desde
tu corazón.
¡Despertate! Somos las canciones de deseo que fluyen desde tu
pecho.
Oh, creo que el sol le prestará sus grandes alas
y el agua volará hacia el mar con los pájaros muertos de amor.

47
The Opal Dream Cave

In an opal dream cave I found a fairy:


Her wings were frailer than flower petals,
Frailer far than snowflakes.
She was not frightened, but poised on my finger,
Then delicately walked into my hand.
I shut the two palms of my hands together
And held her prisoner.
I carried her out of the opal cave,
Then opened my hands.
First she became thistledown,
Then a mote in a sunbeam,
Then--nothing at all.
Empty now is my opal dream cave.

48
La cueva de ópalo en sueños

Soñé una cueva de ópalo y encontré un hada:


sus alas, más frágiles que pétalos de flores,
mucho más que los copos de nieve.
No se asustó: aterrizó en mi dedo
y delicadamente caminó hasta mi mano.
Yo cerré las dos manos
y la hice prisionera.
La saqué de la cueva de ópalo,
después abrí las manos.
Primero se volvió una flor de cardo,
después un puntito en un rayo de sol,
después... nada de nada.
Ahora está vacía mi cueva de ópalo.

49
Sea

The Sea called--I lay on the rocks and said:


“I am come.”
She mocked and showed her teeth,
Stretching out her long green arms.
“Go away!” she thundered.
“Then tell me what I am to do,” I begged.
“If I leave you, you will not be silent,
But cry my name in the cities
And wistfully entreat me in the plains and forests;
All else I forsake to come to you--what must I do?”
“Never have I uttered your name,” snarled the Sea.
“There is no more of me in your body
Than the little salt tears you are frightened of shedding.
What can you know of my love on your brown rock pillow....
Come closer.”

50
Mar

El mar llamó; me recosté en las rocas y dije:


“Acá estoy”.
Se burló y me mostró los dientes,
extendiendo sus largos brazos verdes.
“¡Andate!”, tronó.
“Decime entonces qué querés que haga”, supliqué.
“Si me voy no vas a quedarte callado,
vas a gritar mi nombre en las ciudades
y a buscarme, melancólico, por bosques y llanuras;
a todo renuncié para venir: ¿qué debo hacer?”
“Yo jamás pronuncié tu nombre”, gruñó el mar.
“En tu cuerpo para mí no hay nada más
que esas lagrimitas de sal que tenés miedo de soltar.
Qué podés entender de mi amor desde esa almohada
de roca marrón...
Vení, acercate.”

51
There Was a Child Once

There was a child once.


He came to play in my garden;
He was quite pale and silent.
Only when he smiled I knew everything about him,
I knew what he had in his pockets,
And I knew the feel of his hands in my hands
And the most intimate tones of his voice.
I led him down each secret path,
Showing him the hiding-place of all my treasures.
I let him play with them, every one,
I put my singing thoughts in a little silver cage
And gave them to him to keep...
It was very dark in the garden
But never dark enough for us. On tiptoe we walked among the
deepest
shades;
We bathed in the shadow pools beneath the trees,
Pretending we were under the sea.
Once--near the boundary of the garden--
We heard steps passing along the World-road;
O how frightened we were!
I whispered: “Have you ever walked along that road?”
He nodded, and we shook the tears from our eyes...
There was a child once.
He came--quite alone--to play in my garden;
He was pale and silent.
When we met we kissed each other,
But when he went away, we did not even wave.

52
Hubo una vez un chico

Hubo una vez un chico.


Venía a jugar en mi jardín;
era callado y pálido.
Sólo si sonreía yo lograba entenderlo,
sabía qué tenía en los bolsillos,
sabía cómo eran sus manos en mis manos
y los más íntimos tonos de su voz.
Lo llevé por los senderos más secretos,
le mostré dónde escondía cada tesoro.
Lo dejé jugar con todos, uno a uno,
metí en una jaula de plata mis pensamientos cantores
y se los di para que los guardara...
Estaba muy oscuro en el jardín
pero esa oscuridad nunca nos era suficiente. En puntas de pie
cruzábamos las más hondas penumbras;
nos bañábamos en charcos de sombra entre los árboles
fingiendo que estábamos bajo el mar.
Una vez –cerca de la frontera del jardín–
oímos unos pasos en el camino del mundo:
¡cómo nos asustamos!
Susurré: “¿Alguna vez anduviste por ahí?”.
Él asintió, y nos secamos las lágrimas...
Hubo una vez un chico.
Venía –muy solo– a jugar en mi jardín;
era callado y pálido.
Cuando llegaba nos besábamos,
pero cuando se fue no me dijo ni adiós.

53
The Secret

In the profoundest ocean


There is a rainbow shell,
It is always there, shining most stilly
Under the greatest storm waves
And under the happy little waves
That the old Greek called ‘ripples of laughter.’
And you listen, the rainbow shell
Sings—in the profoundest ocean.
It is always there, singing most silently!

54
El secreto

En el océano más hondo


hay una caracola arcoíris;
siempre está ahí, brilla en completa calma
bajo inmensas olas de tormenta
y bajo esas olitas alegres
que los griegos llamaron “oleadas de risa”.
Y escuchen: la caracola arcoíris
canta en el océano más hondo.
Siempre está ahí, canta en completo silencio.

55
56
57
For You

There are two portraits, sketched in this your Book;


The first has something of a Tigress air
But fascinating! And the second, look,
Profile, with just a flower in your hair

And, looking at these portraits, I can see


Your Modern Soul, the greatness of your Part.
Indeed, indeed, they both reveal to me
You are an Artist, with the Artist’s heart.

I have not seen you play, but yet I know


How well you play, with what a grace -an air!
Till I am tempted to describe you so-
A Tigress with a Flower in your Hair

58
A vos

En tu cuaderno encontré dos retratos:


en el primero, un aire de tigresa
¡qué fascinante! Y el otro, mirá:
es un perfil, una flor en el pelo.

Mirando estos retratos puedo ver


tu alma moderna, tu gran importancia
sí, sí, en efecto me muestran que vos
tenés alma de artista, sos artista.

Nunca te vi tocar pero ya sé


que tocás con una gracia, ¡un aire!
Así es como me tienta describirte:
una tigresa con flor en el pelo.

59
Deaf House Agent

That deaf old man


With his hand to his ear-
His hand to his head stood out like a shell,
Horny and hollow. He said, “I can’t hear,”
He muttered, “Don’t shout,
I can hear very well!”
He mumbled, “I can’t catch a word;
I can’t follow.”
Then Jack with a voice like a Protestant bell
Roared-“Particulars! Farmhouse! At 10 quid a year!”
“I dunno wot place you are talking about,”
Said the deaf old man.
Said Jack, “What the Hell!”
But the deaf old man took a pin from his desk, picked a piece of wool
the size of a hen’s egg from his ear, had a good look at it, decided in
its favour and replaced it in the aforementioned organ.

60
Agente inmobiliario sordo

Ese anciano sordo,


la mano en la oreja...
la mano callosa y hueca en la cabeza
como un caracol, dijo “No escucho nada”,
murmuró “¡No grite,
lo escucho muy bien!”,
balbuceó “No entiendo,
no entiendo ni jota”.
Y Jack respondió, como una campanada:
“¡Los datos! ¡La granja! ¡Diez libras por año!”
“No sé de qué sitio me habla, qué extraño”,
respondió el anciano.
Dijo Jack: “¡Se nota!”.
Pero el anciano sordo agarró un alfiler que había en su escritorio,
se sacó de la oreja una bola de lana del tamaño de un huevo, la
miró con atención, la aprobó y volvió a colocarla en el órgano
antes mencionado.

61
The Town Between the Hills

The further the little girl leaped and ran,


The further she longed to be;
The white, white fields of jonquil flowers
Danced up as high as her knee
And flashed and sparkled before her eyes
Until she could hardly see.
So into the wood went she.

It was quiet in the wood,


It was solemn and grave;
A sound like a wave
Sighed in the tree-tops
And then sighed no more.
But she was brave,
And the sky showed through
A bird’s-egg blue,
And she saw
A tiny path that was running away
Over the hills to--who can say?
She ran, too.
But then the path broke,
Then the path ended
And wouldn’t be mended.

A little old man


Sat on the edge,
Hugging the hedge.
He had a fire
And two eggs in a pan
And a paper poke
Of pepper and salt;
So she came to a halt
To watch and admire:

62
El pueblo entre montañas

Cuanto más lejos corría y saltaba


llegar más lejos la niña anhelaba;
los campos blancos, blancos de junquillos
le bailaban entre las rodillas
y eran chispazos ante sus ojos
hasta que casi no vio.
Y en el bosque se metió.

Había silencio en el bosque,


todo era solemne y serio:
creyó que oía un suspiro
en las copas de los árboles
y de pronto no lo oyó.
Pero ella tenía coraje
y entonces entre el ramaje
se vio el cielo que era azul
azul como un huevo de ave.
Después vio
un sendero que corría
por el monte, ¿qué sería?
Así que también corrió.
Pero se cortó el sendero
y ya nunca estuvo entero.

Ahí fue que encontró un viejito


sentado muy a gusto
aferrado a un arbusto.
Había hecho un fogón
y sobre una sartén
cocinaba dos huevos;
tenía sal y pimienta.
La niña se detuvo
y lo observó contenta:

63
Cunning and nimble was he!
“May I help, if I can, little old man?”
“Bravo!” he said,
“You may dine with me.
I’ve two old eggs
From two white hens
And a loaf from a kind ladie:
Some fresh nutmegs,
Some cutlet ends
In pink and white paper frills:
And--I’ve--got
A little hot-pot
From the town between the hills.”

He nodded his head


And made her a sign
To sit under the spray
Of a trailing vine.

But when the little girl joined her hands


And said the grace she had learned to say,
The little old man gave two dreadful squeals
And she just saw the flash of his smoking heels
As he tumbled, tumbled
With his two old eggs
From two white hens,
His loaf from a kind ladie,
The fresh nutmegs,
The cutlet-ends
In the pink and white paper frills.
And away rumbled
The little hot-pot,
So much too hot,
From the town between the hills.

64
¡Qué hábil, se da maña!
“¿Puedo ayudarlo, anciano?”
“¡Bravo!”, dijo él.
“Podés cenar conmigo.
Tengo estos huevos
de dos gallinas blancas
y una hogaza de pan
de una dama amorosa
y nuez moscada en frasco
y restos de churrasco
en papel blanco y rosa:
y tengo, si preciso,
un poquito de guiso
del pueblo entre montañas.”

Le indicó con un gesto


que pasara y comiera
sentada entre las ramas
de cierta enredadera.

Pero cuando la niña se sentó


y empezó a bendecir los alimentos
el viejito pegó dos chillidos
y la niña no vio más que sus talones
que se alejaban a los revolcones.
Revolcados iban esos huevos
de dos gallinas blancas,
su pan de una dama amorosa,
la nuez moscada en frasco,
los restos de churrasco
en papel blanco y rosa.
Y a lo lejos se oyó retumbar
el poquito de guiso
del viejito con mañas
del pueblo entre montañas.

65
66
67
Voices of the Air

But then there comes that moment rare


When, for no cause that I can find,
The little voices of the air
Sound above all the sea and wind.

The sea and wind do then obey


And sighing, sighing double notes
Of double basses, content to play
A droning chord for the little throats--

The little throats that sing and rise


Up into the light with lovely ease
And a kind of magical, sweet surprise
To hear and know themselves for these--

For these little voices: the bee, the fly,


The leaf that taps, the pod that breaks,
The breeze on the grass-tops bending by,
The shrill quick sound that the insect makes.

68
Voces del aire

Pero llega ese instante enrarecido


que no logro entender, aunque lo intento,
en que las voces ínfimas del aire
resuenan sobre el mar y sobre el viento.

El mar y el viento entonces obedecen


y, suspirando, aportan dos sonidos
de notas graves; les gusta tocar
para esas gargantitas sus zumbidos.

Gargantitas que entonan y se elevan


y llegan a la luz, encantadoras,
y sienten una mágica sorpresa
al escucharse y saberse cantoras.

Cantoras son las voces de la abeja,


de la vaina que se abre de repente,
de la brisa entre pastos que se inclinan,
del insecto ligero y estridente.

69
To L. H. B. (1894–1915)

Last night for the first time since you were dead
I walked with you, my brother, in a dream.
We were at home again beside the stream
Fringed with tall berry bushes, white and red.
“Don’t touch them: they are poisonous,” I said.
But your hand hovered, and I saw a beam
Of strange, bright laughter flying round your head
And as you stooped I saw the berries gleam.
“Don’t you remember? We called them Dead Man’s Bread!”
I woke and heard the wind moan and the roar
Of the dark water tumbling on the shore.
Where is the path of my dream for my eager feet?
By the remembered stream my brother stands
Waiting for me with berries in his hands...
“These are my body. Sister, take and eat.”

70
A L. H. B. (1894-1915)

Fue la primera vez desde tu muerte


que te encontré en un sueño, hermano mío.
Entre los pinos de frutitos rojos
estábamos en casa, junto al río.
“¡Son venenosos! ¡No te les acerques!,
¡Y no los toques!” te dije a los gritos.
Pero tu mano titubeó; oí risas
y vi que relucían los frutitos.
“¿No te acordás de cómo los llamábamos?
¡El pan del muerto!”. Entonces desperté
y oí el gemir del viento y el traspié
del agua oscura sobre la ribera.
¿Dónde quedó el sendero de mis sueños?
Junto a aquel río mi hermano me espera,
las manos llenas de frutos pequeños:
“Son mi cuerpo, servite cuantos quieras.”

71
There Is a Solemn Wind Tonight

There is a solemn wind to-night


That sings of solemn rain;
The trees that have been quiet so long
Flutter and start again.

The slender trees, the heavy trees,


The fruit trees laden and proud,
Lift up their branches to the wind
That cries to them so loud.

The little bushes and the plants


Bow to the solemn sound,
And every tiniest blade of grass
Shakes on the quiet ground.

72
Hay un viento solemne esta noche

Hay un viento solemne esta noche;


canta cosas de lluvia solemne.
Después de tanto tiempo de quietud
los árboles se agitan nuevamente.

Frutales cargados y orgullosos,


árboles finos, altos, bajos, gruesos
responden al llamado del sonido
levantando las ramas hacia el viento.

Los arbustos y las plantas chicas


se inclinan ante el sonido solemne
y cada mínima brizna de pasto
se sacude en la tierra paciente.

73
Out In the Garden

Out in the garden,


Out in the windy, swinging dark,
Under the trees and over the flower-beds,
Over the grass and under the hedge border,
Someone is sweeping, sweeping,
Some old gardener.
Out in the windy, swinging dark,
Someone is secretly putting in order,
Someone is creeping, creeping.

74
Afuera en el jardín

Afuera en el jardín,
en esa oscuridad ventosa y oscilante,
bajo los árboles, sobre las flores,
sobre el pasto y bajo la ligustrina,
hay alguien barriendo, barriendo,
es un viejo jardinero.
En esa oscuridad ventosa y oscilante,
alguien hace orden en secreto
alguien se mueve despacio, despacio.

75
Fairy Tale

Now folds the Tree of Day its perfect flowers,


And every bloom becomes a bud again,
Shut and sealed up against the golden showers
Of bees that hover in the velvet hours....
Now a strain
Wild and mournful blown from shadow towers,
Echoed from shadow ships upon the foam,
Proclaims the Queen of Night.
From their bowers
The dark Princesses fluttering, wing their flight
To their old Mother, in her huge old home.

76
Cuento de hadas

Repliega sus flores el Árbol del Día


y vuelven a ser, una a una, capullos
cerrándose ante la dorada visita
de abejas que rondan el atardecer...
Hasta que una fuerza
lúgubre y feroz desde torres en sombras
cuyo eco repiten los barcos en sombras
anuncia por fin la Reina de la Noche.
Desde sus alcobas
agitan las alas Princesas oscuras
dirigen su vuelo hacia la vieja Madre
que espera en su viejo y colosal hogar.

77
A Little Girl’s Prayer

Grant me the moment, the lovely moment


That I may lean forth to see
The other buds, the other blooms,
The other leaves on the tree:

That I may take into my bosom


The breeze that is like his brother,
But stiller, lighter, whose faint laughter
Echoes the joy of the other.

Above on the blue and white cloud-spaces


There are small clouds at play.
I watch their remote, mysterious play-time
In the other far-away.

Grant I may hear the small birds singing


The song that the silence knows ...
(The Light and the Shadow whisper together,
The lovely moment grows,

Ripples into the air like water


Away and away without sound,
And the little girl gets up from her praying
On the cold ground.)

78
Plegaria de una niña

Concedeme el momento, el gran momento


en que me incline y vea
las otras flores, los otros capullos
que el árbol crea.

Que yo pueda poner contra mi pecho


el eco de la brisa
más quieto y más liviano, pero alegre
como una suave risa.

Arriba en el espacio azul y blanco


juegan las nubecitas.
Y yo observo su juego misterioso
a distancia infinita.

Concedeme la canción de los pichones,


donde el silencio anda
(luz y sombra susurrando al unísono;
el momento se agranda.

Ondula por el aire como agua


lejos y sin sonido
y la niña termina su plegaria
y ya ha partido.)

79
The Wounded Bird

In the wide bed


Under the green embroidered quilt
With flowers and leaves always in soft motion
She is like a wounded bird resting on a pool.

The hunter threw his dart


And hit her breast,
Hit her but did not kill.
“O my wings, lift me lift me!
I am not dreadfully hurt!”
Down she dropped and was still.

Kind people come to the edge of the pool with baskets.


“Of course what the poor bird wants is plenty of food!”
Their bags and pockets are crammed almost to bursting
With dinner scrapings and scraps from the servants’ lunch.
Oh! how pleased they are to be really giving!
“In the past, you know you know, you were always so fly-away.
So seldom came to the window-sill, so rarely
Shared the delicious crumbs thrown into the yard.
Here is a delicate fragment and here a tit-bit
As good as new. And here’s a morsel of relish
And cake and bread and bread and bread and bread.”

At night, in the wide bed


With the leaves and flowers
Gently weaving in the darkness,
She is like a wounded bird at rest on a pool.
Timidly, timidly she lifts her head from her wing
In the sky there are two stars
Floating, shining...
O waters do not cover me!
I would look long and long at those beautiful stars!
O my wings lift me lift me!
I am not so dreadfully hurt...

80
El pájaro herido

En la amplia cama
bajo el edredón verde bordado
con flores y hojas siempre en suave movimiento
es como un pájaro herido que descansa en un estanque.

El cazador lanzó su dardo


le dio en el pecho:
le dio pero no lo mató.
“¡Ay, alas, levántenme, levántenme!
¡No me hirieron de muerte!”
Se dejó caer y así quedó.

Alguna gente amable llega al borde del estanque con canastas.


“¡Por supuesto la pobre ave quiere mucha comida!”.
Sus bolsos y bolsillos casi explotan de restos de la cena
y restos del almuerzo de sus sirvientes.
¡Ah, como les gusta poder “dar”!
“Antes, como bien sabés, siempre estabas lejos.
Casi nunca venías hasta el alféizar, rara vez compartías
las deliciosas migas que tirábamos al patio.
Acá tenés un fragmento delicado, ahí hay un bocadito,
casi como nuevo. Y tomá este pedazo de algo
y torta y pan y pan y pan y pan.”

De noche, en la amplia cama


con las hojas y las flores
entrelazándose en la oscuridad
es como un pájaro herido que descansa en un estanque.
Tímida, tímidamente asoma la cabeza del ala
en el cielo hay dos estrellas
flotando, brillando...
¡Ay, aguas, no me tapen!
¡Podría mirar sin parar esas estrellas hermosas!
¡Ay, alas, levántenme, levántenme!
No estoy herido tan de muerte...
81
Winter Bird

My bird, my darling,
Calling through the cold of afternoon—
Those round, bright notes,
Each one so perfect
Shaken from the other and yet
Hanging together in flashing clusters!
‘The small soft flowers and the ripe fruit
All are gathered.
It is the season now of nuts and berries
And round, bright, flashing drops
In the frozen grass.’

82
Pájaro de invierno

Mi pájaro, precioso mío,


gritando entre el frío de la tarde...
¡Esas notas redondas y diáfanas,
cada una tan perfecta
arrancada de las otras y aun así
colgando juntas en racimos titilantes!
“Las flores pequeñitas y la fruta madura
ya fueron cosechadas.
Ahora es la estación de las nueces y las bayas
y de las gotas redondas y diáfanas
titilando sobre el pasto congelado.”

83
INDICE

4......Nota de la traductora
8......A Fine Day
9......Un lindo día
10....A Joyful Song of Five
11.....Canción alegre para los cinco
12.....Winter Song
13.....Canción de invierno
14....A Day In Bed
15....Un día en cama
18....Why Love Is Blind
19....Por qué el amor es ciego
20....The Grandmother
21.....La abuela
22.....Butterfly Laughter
23.....Risa de mariposa
24.....The Candle
25.....La vela
26.....Little Brother’s Secret
27.....El secreto de Hermanito
28.....Little Brother’s Story
29.....El cuento de Hermanito
30.....When I Was a Bird
31......Cuando fui pájaro
32.....Sleeping Together
33.....Dormíamos juntos
34.....The Quarrel
35.....Nuestra pelea
38.....The Storm
39.....La tormenta
40....Across the Red Sky
41.....Cruzan el cielo rojo
42.....The Sea Child
43.....La niña del mar
44.....The Earth-child In the Grass
45.....La niña de la tierra sobre el pasto

84
46.....The Awakening River
47.....El río que despierta
48.....The Opal Dream Cave
49.....La cueva de ópalo en sueños
50.....Sea
51......Mar
52......There Was a Child Once
53......Hubo una vez un chico
54......The Secret
55......El secreto
58......For You
59......A vos
60.....Deaf House Agent
61......Agente inmobiliario sordo
62......The Town Between the Hills
63......El pueblo entre montañas
68......Voices of the Air
69......Voces del aire
70......To L. H. B. (1894–1915)
71......A L. H. B. (1894–1915)
72......There is a Solemn Wind tonight
73......Hay un viento solemne esta noche
74......Out in the Garden
75......Afuera en el jardín
76......Fairy Tale
77.......Cuento de hadas
78......A Little Girl’s Prayer
79......Plegaria de una niña
80.....The Wounded Bird
81......El pájaro herido
82......Winter Bird
83......Pájaro de invierno

86......La coda del lagarto


90......Cronología
92......Biografías

85
La Coda del Lagarto

1
Sabe este reptil que la poesía no es un alimento sólido que pueda atraparse
con la lengua, pero conoce que la lengua es la gran atrapadora de poemas,
y en su lucha diaria por la supervivencia, aunque no logra resolver el dilema,
no deja de pensar en él, pero tampoco de comer. Una tarde, su compañera le
sugirió que se acercase a los poemas que escribió Katherine Mansfield, la
escritora de sus amores, reconocida en el mundo por sus cuentos, pero menos
conocida por su poesía. “Mansfield fue una poeta total, todo lo que escribió
es poesía. Nunca publicó un libro de poesías en vida, sólo poemas sueltos en
revistas. Tal vez puedas juntar sus poemas, ponerlos uno al lado del otro, ver
cuáles te gustan más, armar una linda colección (no te la comas, te lo pido)
para darla a conocer en nuestro idioma. Dale, Lagarto, no te vas a arrepentir,
las personas niñas y jóvenes te lo van a agradecer”. Lagarto entusiasmó a
Roberta Maravilla Lagarta con la idea (ama a Katherine del mismo modo) y
de este modo comenzó su camino esta antología, “Pájaro de invierno”, que
ustedes, salvo que hayan comenzado por el final, acaban de leer.

2
A través de los años que siguieron a su temprana muerte en 1923, la obra
poética de Katherine Mansfield fue analizada por la crítica desde una perspec-
tiva que podemos resumir así: ¿fueron sus poemas composiciones marginales,
secundarias, subsidiarias a su ocupación principal que fue escribir cuentos o,
por el contrario, la poeta consideró a su poesía como parte integral de su obra?
Y también: ¿censuró su poesía John Middleton Murry, esposo, crítico y editor
en vida de Katherine, cuando compiló y publicó en forma póstuma la antología
“Poems”? Se lo acusa de haber creado un Mito Mansfield, una Katherine despo-
jada de su cuerpo, puro espíritu, una santa compatible con ideal modernista-
romántico que, para Murry, encarnaba Dostoievski, el escritor que Katherine
admiraba por sobre todos. De este modo, Murry habría elegido los 69 poemas
de su antología (ver “Cronología”) entre aquellos más “angelicales”, dejando
de lado los más “carnales”. La investigadora Gerri Kimber 1, principal impulsora
del reconocimiento de Mansfield como poeta (y detractora acérrima de Murry,
siguiendo la línea abierta por Aldous Houxley)2 , dio reparación a este vacío
(y respuesta parcial a esta disputa) al publicar en 2017 un tomo con los poemas
completos de Katherine, 217 en total, que incluye un libro completo
descubierto por ella misma en 2006 (ver “Cronología”).

Katherine, en una carta a Murry 3 , nos brinda un poco de luz


sobre la naturaleza de su obra:

En el juego de la escritura, tengo dos “puntapiés iniciales”. Uno es el gozo, el verdadero


gozo, aquello que me ponía nerviosa cuando vivíamos en Pauline, y ese tipo de escritura
que solo podía hacer en tal estado, sintiéndome perfectamente dichosa y en paz.

86
Así, algo delicado y hermoso parece abrirse ante mis ojos, como una flor que no piensa
en la helada o un viento frío, sabiendo que todo a su alrededor es cálido, tierno y “firme”.
Y eso, con mucha humildad, intento expresar.

El otro “puntapié inicial” es el mío antiguo y original, y (de no haber conocido el amor)
habría sido mi todo. Ni odio o destrucción (ambos están por debajo del desprecio como
motivos reales), sino una sensación extremadamente profunda de desesperanza, de
todo lo que está condenado al desastre, casi de manera voluntaria y estúpida, como el
almendro y el “pas de nougat pour le noël” . Así como extraigo un papel de fumar, del
mismo modo me sale un grito contra la corrupción como si fuese un clavo en mi cabeza,
un grito, y me refiero a la corrupción en el sentido más amplio de la palabra,
por supuesto.

3
Entonces; ¿ser, o sentirse pájaro? ¿Extender alas de verdad o hacérselas con el
vestido? ¿Con cuál de ellas se vuela mejor? Al mostrar las piernas, y no impor-
tarle nada más que sentirse pájaro, la voz poética responde a todas las marga-
ritas de la historia de la crítica. A esas flores perfectas cuyo trabajo es pensar y
analizar la poesía, se les escapa que “inventar una canción que se canta sola” es
lo que mueve a toda poeta, a todo poeta. Así se dice en el poema “Cuando fui
pájaro”, y vale para leer “Pájaro de invierno” hacia adelante o hacia atrás. A las
margaritas, provocarlas. A Cupido, vaciarle los ojos. Al consuelo, hielo y piedras.
Y frente a los “dos terrones de azúcar” que plantó Hermanito para complacer
a su hermana, están los pinos con frutitos rojos y el pan del muerto, “Son
venenosos! ¡No te les acerques!, ¡Y no los toques!”

4
Durante el proceso de edición de nuestra antología, el equipo involucrado en
este trabajo, se sintió conmovido y afectado por cada poema que se iba leyendo,
releyendo, discutiendo, traduciendo. Desde los más inocentes en apariencia
hasta aquellos más complejos en el sentido emocional, siempre esta dualidad,
los “puntapiés iniciales” como la define Katherine, se hizo presente. Aún
cuando el gozo aparenta ser dominante, por algún lugar se filtra una amenaza.
Y en una obra tan concentrada por la brevedad de la vida de la poeta, las curvas
que describen ambos estados se hacen más pronunciadas.
Al ordenar los poemas en forma cronológica (que en algún momento
alteramos en situaciones puntuales), fuimos viendo cómo se desplegaba,
primero, un libro que invita a leer a las personas mas niñas, invitación que
se va ampliando a chiques más grandes, se abre a les más jóvenes y al final
abarca a les adultes de todas las edades: todos esos registros en un libro, como
si contempláramos el crecimiento de la propia K. Me detengo en esta última
idea: en el proceso de selección, varios poemas que habíamos elegido en
primera instancia fueron descartados del corpus final, en especial, algunos
escritos por la Katherine más joven, adolescente, en formación. Aún así, de

87
aquel período primigenio hay varios poemas que brillan. Más allá del ritmo y
rima más convencionales, la capacidad de Katherine para describir su entorno,
transmutar sensaciones a imágenes casi tangibles, convertirlas en música o
concebir asociaciones que superan el mero simbolismo, ya están allí:

El viento espera que alguien lo alimente


y brama y brama y brama.
(Un día en cama)

Todes nos habíamos enamorado de la serie que llamamos Hermanito. Aquí, la


infancia no se cuenta como experiencia inmediata, la poeta ya no encarna a la
niña: se narra desde la distancia y se manifiesta con fuerza la dualidad gozo-
corrupción:

Él dormía profundo.
Pero movía la boca como si besara.
“Hermoso”, dijo la abuela, satisfecha y sonriente.
Pero a mí me temblaron los labios.

(La abuela)

5
La edición de “Pájaro de invierno” entró en alerta cuando tocó decidir el destino
del poema “A L. H. B. (1894-1915)”:

Por vez primera desde que estás muerto


te reencontré en un sueño, hermano mío.

A los 21 años, por un accidente en el frente de Flandes durante la Primera


Guerra Mundial, muere Leslie Bauchamp, el hermano de Katherine y ella
escribe en su memoria uno de los poemas más duros, difíciles, bellos, que se
nos ha cruzado en la vida. Se trata de un texto crucial en la obra de Mansfield
que divide aguas y acaba definitivamente con su etapa simbolista. En forma
descarnada, despoja de toda metáfora a un rito antiguo y atávico, la eucaristía,
y lo denomina “El pan del muerto”. El poema, que para nosotros reescribe
“El secreto de Hermanito”, concluye con esta escena:

Junto a aquel río mi hermano me espera,


las manos llenas de frutos pequeños:
“Son mi cuerpo, servite cuantos quieras.”

Al equipo de edición de Los libros del Lagarto Obrero, que publica de poesía
para personas niñas y jóvenes, se le presentó un dilema; ¿dejábamos este
poema dentro de la la antología? ¿O había que retirarlo? Nos consideramos
poetas y editores valientes, pero acá nos topamos con algo que nos causó

88
turbación. Las tres mujeres de nuestro equipo argumentaron con fuerza (copio
la voz de Roberta) tal vez desde el lugar de madres, que no se podía soportar
herir la sensibilidad de les lectores niñes con algo que les parecía en extremo
doloroso. De pronto Hermanito moría sin aviso previo o explicación, y aunque
ya tenía 21 años, eso les lectores pequeñes no lo sabían, parecía que el que mo-
ría era un niño. La cuarta voz, en minoría, defendía que había que afrontar el
riesgo, que la muerte estaba presente en la vida de les niñes, que todos sabían
que hermanitos, hermanitas, a veces mueren. Que el poema era tan bello que
no se podía perder por el miedo de les adultes. Un texto de Katherine acudió en
nuestra ayuda. El 22 de enero de 1916 Katherine Mansfield anota en su Diario
que quiere escribir acerca de su país, Nueva Zelanda4:
No solo porque es ‘una deuda sagrada’ que tengo con mi país, porque mi hermano y yo
nacimos allí, sino porque en mis pensamientos me muevo con él por por todos aquellos
sitios de nuestros recuerdos.

Y se dirige a él, “mi pequeño sol”: “


Luego quiero escribir poesía. Siempre me siento temblando al borde de la poesía. El
almendro, los pájaros, el pequeño bosque donde estás, las flores que no ves, la ventana
abierta por la que me inclino y sueño que estás contra mi hombro, y las veces que tu foto-
grafía ‘parece triste’. Pero sobre todo quiero escribirte una especie de larga elegía... quizás
no en poesía. No, quizás en prosa. Casi con certeza en una especie especial de prosa.
El poema se quedó.

6
“Pájaro de invierno” es un libro que son tres. Primero, el de Katherine Mans-
field, por su puesto, sus poemas que elegimos. Luego, el de Laura Witner,
quien la tradujo, sopesó sus versos, reinterpretó sus rimas, tomó decisiones
de riesgo, siempre en diálogo con la autora. El tercero, es el de Ana Camusso,
que combinó en su ilustración dibujos con hojas y flores disecadas, a modo de
herbario que se distribuye entre las páginas, con la mente puesta en Katherine,
quien sabía describir las plantas con la precisión de un Lineo. Y hay un cuarto,
que es el de la edición, conversada, pensada y repensada hasta el último mo-
mento. ¿Qué más se puede pedir? Comida. Comida para el lagarto.
Ahora sí, a comer.

El Lagarto Obrero

1 John Middleto Murry (6 August 1889 – 12 March 1957), cuya vida está estréchamente relacionada con la de Katherine
Mansfield, fue un escritor, crítico y editor inglés, autor de más de sesenta libros y miles de ensayos y reseñas sobre
literatura, política, temas sociales y religión.
2 Gerri Kinber, “Always Trembling on the Brink of Poetry”: Katherine Mansfield, Poet”, https://pure.northampton.ac.uk/
en/publications/always-trembling-on-the-brink-of-poetry-katherine-mansfield-poet (inglés) / ver código QR para link
3 En su novela “Contrapunto (Point Counter Point, 1928), Huxley satiriza a su ex-amigo Murry encarnádolo en un per-
sonaje llamado Burlap, parodia en donde desarrolla su teoría del Mito Mansfield. Ver: Angelika Reichmannm “Burlap’s
Angels and Daemons. Aspects of the Mansfield Myth in Aldous Huxley’s Point Counter Point (PDF), en: http://anglisz-
tika.uni-eger.hu/public/uploads/reichmann-2012_556dd9fed858a.pdf (inglés) (N del E) / ver código QR para link
4 Carta de Katherine Mansfield a John Middleton Murry escrita el 3 de febrero de 1918, en “Letters Between Katherine
Mansfield and John Middleton Murry”, edición y selección de Cherry A. Hankin, 1983, New Amsterdam Books, New
York, página 107 (inglés)
5 El Diario de Katherine Mansfield fue publicado originalmente en 1927. En castellano, se puede consultar
la edición de Lumen (Penguin Random House), Barcelona, 2008 (N del E) 89
LOS POEMAS, CRONOLOGÍA

Para componer la antología “Pájaro de invierno”, hemos recurrido a las


dos ediciones principales de la poesía de Katherine Mansfield, a saber 1:

1. POEMS, BY KATHERINE MANSFIELD, LONDON: CONSTABLE & CO.


LTD, publicada por primera vez en 1923, el mismo año del fallecimiento
de la poeta, con selección, compilación y edición John Middletton
Murry.

2. The Collected Poems of Katherine Mansfield, Edinburgh University


Press; primera edición (1 Noviembre 2016), editada por Gerri Kimber y
Claire Davison, consistente en 217 poemas.

Mientras que la primera se trata de una antología compuesta por una


selección de 69 poemas que John Middletton Murry, esposo de la po-
eta. y su principal crítico y editor en vida (existe la segunda edición de
1930 en la cual Murry agregó dos poemas: “A Sunset” y “Old-Fashioned
Widow’s Song”), la segunda se presenta como la primera edición com-
pleta de los poemas de Katherine Mansfield, 217 en total. Ambas están
ordenadas cronológicamente pero difieren en la datación y el concepto
y título según el cual se agrupan las series de poemas. A continuación,
desplegaremos lo nombres de los poemas que se incluyen en nuestro
libro, consignando sus fechas según ambas cronologías (también existen
ciertas diferencias en algunos de su títulos), que denominaremos,
respectivamente, Murry-Constable y Kimber-Davison2:

A FINE DAY (Un lindo día) Child’s Verses-1907 (Murry-Constable) / Col-


lection Children’s book of verse, 1907 (Kimber-Davison)

A JOYFUL SONG OF FIVE (Canción alegre para los cinco) / Child’s


Verses-1907 (Murry-Constable) / Collection Children’s book of verse,
1907 ( Kimber-Davison)

WINTER SONG (Canción de invierno) / Child’s Verses-1907 (Murry-Con-


stable) / Collection Children’s book of verse, 1907 ( Kimber-Davison)

A DAY IN BED (Un día en cama) Child’s Verses-1907 (Murry-Constable) /


Collection Children’s book of verse, 1907 ( Kimber-Davison)

90
WHY LOVE IS BLIND (Por qué el amor es ciego) 1908 (Kimber-Davison),
no se incluye en Murry-Constable

THE GRANDMOTHER (La abuela) 1908 (Kimber-Davison), no se in-


cluye en Murry-Constable

BUTTERFLY LAUGHTER (Risa de mariposa) Poemas 1909-1919 (Murry-


Constable) / 1908 (Kimber-Davison, bajo el título de “Butterflies”)

THE CANDLE (La vela) Poemas 1909-1919 (Murry-Constable) / 1908


(Kimber-Davison)

LITTLE BROTHER’S SECRET (El secreto de Hermanito) Poemas 1909-


1919 (Murry-Constable) / 1908 (Kimber-Davison)

LITTLE BROTHER’S STORY (El cuento de Hermanito) Poemas 1909-1919


(Murry-Constable) / 1908 (Kimber-Davison)

WHEN I WAS A BIRD (Cuando fui pájaro) Poemas 1909-1919 (Murry-


Constable) / 1908 (Kimber-Davison)

SLEEPING TOGETHER (Dormíamos juntos) Poemas 1909-1919 (Murry-


Constable) / 1909 (Kimber-Davison)

THE QUARRELL (Nuestra pelea) Poemas 1909-1919 (Murry-Constable) /


1909 (Kimber-Davison)

THE STORM (La tormenta) Poemas 1911-1913 (Murry-Constable) / 1910,


Collection: The Earth Child, con el título “XIII: ‘I ran to the forest for
shelter’” (Kimber-Davison).

ACROSS THE RED SKY (Cruzan el cielo rojo) Poemas 1911-1913 (Murry-
Constable) / 1910, Collection: The Earth Child, con el título “XII: ‘Across
the red sky two birds flying’” (Kimber-Davison).

THE SEA CHILD (La niña del mar) Poemas 1911-1913 (Murry-Constable) /
1910 (Kimber-Davison)

THE EARTH-CHILD IN THE GRASS (La niña de la Tierra sobre el pasto)


Poemas 1911-1913 (Murry-Constable)
91
1910, Collection: The Earth Child, con el título “II: ‘In the very early-
morning” (Kimber-Davison).

THE AWAKENING RIVER (El río que despierta) Poemas 1911-1913


(Murry-Constable) / 1912 ((Kimber-Davison)

THE OPAL DREAM CAVE (La cueva de ópalo en sueños) / Poemas 1911-
1913 (Murry-Constable) / 1910, Collection: The Earth Child, con el título
“V: ‘In an opal dream cave I found a fairy’” (Kimber-Davison)

SEA (Mar) Poemas 1911-1913 (Murry-Constable) / 1910, Collection: The


Earth Child, con el título “IV: ‘The Sea called – I lay on the rocks and
said’” (Kimber-Davison)

THERE WAS A CHILD ONCE (Había una vez un niño) Poemas 1911-1913
(Murry-Constable) / 1910, Collection: The Earth Child, con el título “XX:
‘There was a child once’” (Kimber-Davison)

THE SECRET (El secreto) Poemas 1911-1913 (Murry-Constable) / 1912


(Kimber-Davison)

(A vos) Poema encontrado en 2019 por Gerri Kimber, datado en 1911, en


el original en inglés no lleva título.

DEAF HOUSE AGENT (Agente inmobiliario sordo) Poemas 1911-1913


(Murry-Constable) / 1915 (“The deaf house agent”, Kimber-Davison)

THE TOWN BETWEEN THE HILLS (El pueblo entre montañas) Poems
at the Villa Pauline: 1916 (Murry-Constable) / 1916 (Kimber-Davison)

VOICES OF THE AIR (Voces del aire) Poems at the Villa Pauline: 1916
(Murry-Constable) / 1916 (con el título “Voices of the Air”, Kimber-
Davison)

TO L. H. B. (1894–1915) (A L. H. B. (1894-1915) Poems at the Villa Pauline:


1916 (Murry-Constable) / 1916 (con el título “To L. H. B.”, Kimber-Davi-
son)

THERE IS A SOLEMN WIND TO-NIGHT (Hay un viento solemne esta

92
noche) Poemas 1917-1919 (Murry-Constable) / 1917 (Kimber-Davison)
OUT IN THE GARDEN (Afuera en el jardín) Poemas 1917-1919 (Murry-
Constable) / 1917 (Kimber-Davison)

FAIRY TALE (Cuento de hadas) Poemas 1917-1919 (Murry-Constable) /


1919 (Kimber-Davison)

A LITTLE GIRL’S PRAYER (Plegaria de una niña) Poemas 1917-1919


(Murry-Constable) / 1919 (Kimber-Davison)

THE WOUNDED BIRD (El pájaro herido) Poemas 1917-1919 (Murry-


Constable) / 1922 (Kimber-Davison)

WINTER BIRD (Pájaro de invierno) 1921 (Kimber-Davison, no se incluye


en Murry-Contable)

1 Existe una tercera antología, “Poems of Katherine Mansfield” (1988, Oxford University Press, editor: Vincent O’ Sulli-
van) que incluye los poemas seleccionados por Murry más un número de poemas inéditos hasta el momento. El editor
aporta a este volumen una interesante división en secciones: “November”, “Along the Greys Inn Load”, “There Was a
Child Once”, “Sanary”, “Malade”, “A Little Girls Prayer”. (N del E)

2 Sólo uno de los poemas aquí antologados, que Laura Wittner tituló “A vos”, al tratarse de una hallazgo reciente de
Gerri Kimber (2019), no se encuentra en ninguna en ninguna de las ediciones consultadas. (N del E)

93
Katherine Mansfield

Katherine Mansfield, una de las escritoras de cuentos más respetadas del


siglo XX. Contemporánea de Joyce, Virginia Woolf y D H Lawrence, ayudó
a configurar el modernismo al experimentar estilo, tema y contenido,
redefiniendo el género. Pero además, escribió poesía, cartas, reseñas en
revistas y un Diario, prolífica carrera truncada por su prematura muerte por
tuberculosis a la edad de 34 años. Nacida Kathleen Mansfield Beauchamp
(1888, Wellington, Nueva Zelanda), hija del banquero Harold Beauchamp
y Anne Burnell Dyer, se educó en Wellington y Londres, para dejar su país
a los 19 años y radicarse en Inglaterra con la idea de convertirse en música
profesional (era una buena cellista), pero terminó dedicándose full time
a la escritura. En su previa estadía en Alemania (1909-1910), enviada allí
por su madre para “curar” su atracción por las mujeres, descubre a Chéjov,
experiencia que reflejará en su primer libro de cuentos, “En una pensión
alemana” (1911). Ese año conoció a John Middleton Murry, estudiante de
Oxford, editor de la revista de vanguardia Rhythm. Convertidos en
amantes, vivieron y trabajaron juntos editando la revista. Endeudados,
mudándose, separándose y volviéndose a juntar, atrajeron hacia sí a
muchos escritores de la época, incluidos D H Lawrence y Frieda Weekley,
con quienes se hicieron muy amigos. Mansfield pasó sus últimas semanas
en el Instituto Gurdjieff en Fontainebleau, en las afueras de París, donde,
durante una visita de Murry, falleció el 9 de enero de 1923. Tras su muerte,
Murry editó y publicó casi toda su prosa, parte de su poesía y otros escritos,
contradiciendo el deseo expreso de Katherine de que sean destruídos en su
mayoría 1. Los cuentos de Mansfield se consideran los primeros en idioma
inglés en tener la influencia de Chéjov. Katherine resaltó el impacto del
arte visual sobre su técnica en prosa, afirmando que las pinturas de
Vincent Van Gogh “me enseñaron algo sobre la escritura que era queer,
una especie de libertad, o más bien, un temblor libre” 2. Acerca de su
poesía, Gerri Kimber 3 escribe que el descubrimiento por su parte de la
colección de poemas “La Tierra Niña”, rechazada en su momento por unos
editores, “reveló cómo, en el mismo momento en que los cuentos de Mans-
field comenzaban a ser aceptados para su publicación comercial, también
se estaba tomando en serio a sí misma como poeta. De hecho, si se hubiera
publicado la colección, tal vez Mansfield ahora podría ser célebre tanto
por sus poemas como por su prosa.”, que Katherine consideró como una
“forma particular de poesía”. Sus cuentos fueron traducidos ampliamente
a nuestro idioma, pero no sucedió así con sus poemas. Una excepción im-
portante, y referente obligado, es la antología “Té de Manzanilla & otros 29
poemas”, con selección, traducción y prólogo de Mirta Rosenberg y Daniel
Samoilovich, publicado en 1996 por Bajo la Luna, Buenos Aires.

94
Laura Wittner

Laura Wittner nació en Buenos Aires en 1967. Es Licenciada en Letras,


coordina talleres de poesía y de traducción y trabaja como traductora
para diversas editoriales. Sus últimos libros de poesía son Balbuceos en
una misma dirección, La altura, Lugares donde una no está – Poemas
1996-2016 y Traducción de la ruta. Algunos de sus libros para chiques
son Veo Veo, Dime cómo vuelas, Los entusiasmos,Tengo un hijo alto, Mi
tortugo (fue vernos y querernos) y Justo antes de dormir. Tradujo del inglés
al castellano libros de Leonard Cohen, David Markson, Anne Tyler, James
Schuyler, M. John Harrison, Harry Kressing, Michael Holroyd y Frank
McCourt, entre muchos otros, así como diversos libros para niños y
jóvenes (publicados por editoriales como Sudamericana, Edhasa,
La Bestia Equilátera, Norma y Niño).

Ana Camusso

Mi nombre es Ana Gabriela Camusso, nací el 26 de febrero de 1959 en la


Ciudad de Buenos Aires. En la actualidad vivo en Arad, una ciudad del sur
de Israel, país en donde vivo desde hace 23 años, y aquí hice talleres de arte
con niñas y niños. Mi taller es una mesa junto a una ventana. La ventana da
a una calle por donde camina la gente que va y vuelve de sus ocupaciones.
Esto me inspira mucho y durante el año y medio de pandemia hasta ahora,
dibujé y pinté ese escenario muchas veces. Estoy contenta por haber sido
convocada para ilustrar este libro de Katherine Mansfield. Sus poemas
siempre me recuerdan cuántas cosas misteriosas esconde la naturaleza,
incluidos todos los seres que habitamos en este planeta.
Es mi deseo que todas y todos sientan ganas de dibujar una vez que
hayan terminado de leer este libro.

1 Testamento de Katherine Mansfield, en Te Ara – The Encyclopedia of New Zealand, https://teara.govt.nz/en/


zoomify/31056/katherine-mansfields-will (inglés) / ver código QR para link
En tanto, en una carta a Murry fechada el 7 de agosto de 1922 (puede consultarse en inglés en el libro “Letters Between
Katherine Mansfield and John Middleton Murry”, citado más arriba, página 363,) Katherine escribe: “Te dejo todos
mis manuscritos para que hagas con ellos lo que quieras. Revisalos un día, mi amor, y destruye todo lo que no uses.
Destruye todas las cartas que no desees conservar y todos los papeles.”(N del E)
2 Stephanie Forward, “An introduction to Katherine Mansfield’s short stories”,
en: https://www.bl.uk/people/katherine-mansfield / ver código QR para link
3 Gerri Kinber, op. cit

códigos QR de apéndices códigos QR de apéndices de la biografía


de La Coda del Lagarto de Katherine Mansfield

2 3 1 2

95
Libros del Lagarto Obrero

Libros del Lagarto Obrero:


Es una colección de libros de poesía para personas niñas y jóvenes
de Editorial Maravilla, dirigida por David Wapner.

Título original: Pájaro de Invierno


Traducido por Laura Wittner
Ilustrado por Ana Camusso
Compilación y edición de David Wapner y Roberta Iannamico

Mansfield, Katherine
Pájaro de invierno : poemas de Katherine Mansfield / Katherine Mansfield ;
compilación de David Wapner; Roberta Iannamico; ilustrado por Ana Camusso. -
1a edición bilingüe - Villa Ventana : Editorial Maravilla, 2021.
96 p. : il. ; 22 x 14 cm. - (Los libros del Lagarto Obrero ; 9)
Edición bilingüe: Español; Inglés.
ISBN 978-987-88-1478-0
1. Poesía Neozelandesa. 2. Literatura Infantil. 3. Antología de Poesía. I. Wapner,
David, comp. II. Iannamico, Roberta, comp. III. Camusso, Ana, ilus. IV. Título.
CDD NZ821.9282

© 2021 de los textos: Katherine Mansfield


© 2021 de las traducciones: Laura Wittner
© 2021 de las ilustraciones: Ana Camusso
© 2021 de esta edición: Editorial Maravilla

Diseño de colección: Pablo Picyk


Arte tipográfico de tapa: Walter Io Uranga
Dirección Editorial: Roberta Iannamico y Celeste Caporossi.
Corrección de textos: Mafu Paez

www.editorialmaravilla.com.ar
editorialmaravilla@gmail.com

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723


Impreso en Argentina
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro
sin permiso por escrito de los autores y/o editorial.

Primer Premio del Concurso Nacional para


Proyectos Editoriales Independientes
Fondo Nacional de las Artes, 2017.

96

También podría gustarte