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Inventario Estructurado CCRT EC Cm TUE Manual . C DC STC TE Cee Adaptaci6n: Héctor Gonzalez Ordi y y le T NCTE er Cs [rafola on) | SIMS | Inventario Estructurado de Simulaci6n de Sintomas Manual 2.’ edicion Michelle R. Widows Glenn P. Smith Adaptacién: Héctor Gonzalez Ordi y Pablo Santamaria Fernandez Madrid, 2013 Prologo a ta adaptacién espafola ‘Agradecimientos 9 Ficha técnica pies 14 1. Introduccién y descripeién general 13 4A. Definicion, evaluacion y tasas de prevalencia de la simulacién : 13 1.4.1. Definicion de la simulacion .....-. 13 1.1.2. Aplcacion de la definicion e indicadores en el proceso de evaluacion 14 1.1.3. Modelos alternativos de evaluacion . . : cals man Ml 44 1.1.4. Ambitos y prevalencia de la simulacion 15 1.2. Instrumentos para la deteccién de la simulacion ........ etc 16 1.2.4. Entrevistas y tests (Tosti cieit Pte ‘ 16 1.2.2. Medidas de screening : WAIT aidiia AE 1.3. El SIMS como prueba de screening para la deteccién de la simulacion 7 1.3.1. Ambito de aplicaci6n del SIMS y limitaciones de la prueba . - 18 1.3.2. Requisitos profesionales para el uso del SIMS i Rue saie 19 1.3.3. Seguridad y confidencialidad .... 602-0... eee ceee cette eeereeeteces 19 |. Materiales del SIMS 20 2. Normas de aplicacion y correccién . a 2.1, Normas de eplicacion a 2.2. Normas de correccion 22 3. Proceso de construccién original de la prueba y adaptacién espafiola......... 2 25 3.1. Construccién de los elementos devise . 25 2.2, Seleccién de los items y construccién de las escalas 26 3.3. Muestra empleada en los estudios originales 3 26 3.4, Adaptacién espafola tsa 27 4, Fundamentacién estadistica . 7 iit ba a 29 3-1. Muestras empleadas en la adaptacion espafola site Be 2 12) 4.4.4. Muestra clinica y de analogos fe 30 4.1.2, Muestras de simuladores y casos clinicos en contextos médlicolegales clasificados por criterios externos e independientes at 4.1.3, Muestras de grupos clasificados por su grado de exageracion de sintomas de acuerdo ‘a sus puntuaciones en el MMPL2 2... 02-2... 0e cesses eee ies ron (80) 4.1.4, Muestras especificas de dolor crénico . ansthheg Yo 188° 4.1.5. Muestras de validez convergente con MMPI2, MCMIULIIy MCMEII 34 4.2, Flabilidad 34 4.2.1. Consistencia intema — 34 4.2.2. Consistencia temporal: Estudio testretest 35 Sa of dvs 4,3. Validez 2 43.4. Estructura factorial del SIMS sma 4.3.2, Estudios con analogos, muestras clinicas y grupos diagndsticos 4.3.21. Estudios originales eee sere . 4.3.2.2. Estudhos independientes 4.3.2.3. Estudos de la adaptacion espariola 14.3.3. Estudios de convergencia con otras pruebas, 4.3.3.1. Estudios originales «+s sess prt? Rae em aed 4.3.3.2. Estudios independientes 14.3.3. Estudios de la adaptacion espafiola ...-- severe es eeee 5, Normas de interpretacion 7 : aeeee "sa deteccién de simulacion: Implicaciones ¥ tipos de errores en el proceso £2 La deteccion de simulacién con el SIMS: establecimiento de los puntos de corte de la adaptacion espafiola .....2..--e00 0+ 6.3. Normas especificas de interpretacion ‘ 5.3.1, Determinacion de sospecha de simulacion a partir de fa puntuacién Total ena prueba... Egat leone . 5.3.2. Interpretaciéon de las escalas . ao 5.3.3. Consideraciones sobre la interpretacion de fos tems 5.4, Caso ilustrati * 6.4.1. Descripcién del caso «==. + +++ Bibliografia 35 36 38 39 48 54 7 7 73 78 81 aL 83 85 86 88 89 93 Prologo a la adaptaci6n, eSPaMOla scores no de los problemas adicionales objeto de atencién médica que han de afrontar a diario los profe- sionales de la salud —como refiere el DSM IV— es la simulacién de sintomas o enfermedades mediante conductas intencionadas de engaiio y mentira 0 miitiples formas de exageracién o dis- torsién de sintomas. Son conductas intencionadas y desarrolladas por determinados individuos con objetivos externos de fraude y busqueda de beneficio, en general rentas, indemnizaciones e incapacidades, el retomo al pais de origen con una incapacidad y la consiguiente renta 0 evitar determinadas responsabil dades. El coste econémico que representan estos comportamientos para el sistema socio-sanitario y econdmico de un pais es incalculable. En primer lugar, a nivel del sistema sanitario en términos de coste directo por las rmailtiples pruebas médicas que han de realizarse, la medicacion ineficaz, la ocupacién de camas hospitala- fias y los prolongados periodos de incapacidad transitoria. Y en términos indirectos por el tiempo que requie- ren del profesional y que sustraen de la atenci6n a personas realmente enfermas, las numerosas explora clones e informes, la formulacion de demandes, peritaciones y los consiguientes juicios. En segundo lugar, @ nivel social, puesto que una sociedad del bienestar ha de basarse en la participacion y el trabajo de todos ‘sus miembros, quienes han de educarse y desarrollarse hasta integrar en sus vidas una conciencia colectiva y unos compromisos comunes basados en valores de responsabilidad, solidaridad y trabajo. Las conductas citadas originan un grave coste social muy dificil de calcular, s6lo parcialmente investigado hasta la actual- dad por algunas compafias aseguradoras. A su vez, perjudican a toda la sociedad, en particular a quienes requieren de verdad recursos sanitarios, que son limitados. Sin duda, el destino de recursos al sistema sant tario se verd mermado por la desviecién de éstos a quienes engafian, mienten o simulan estar enfermos. El problema es alin mas grave por el creciente aumento actual de estas conductas. A ello contribuyen muy diferentes factores. Destaquemos Ia crisis social que origina el desempleo, siempre presente en menor o mayor grado en las sociedades desarrolladas, en las que la garantia de una renta econ6mica es precisa para subsistir; la frecuente precariedad del trabajo en muy diferentes sectores que siembra inseguridad en los indi Viduos y en sus familias y que retrasa cada dia mds la autonomia, la independencia y la normal planificacién de sus vidas; el aprendizaje Social basado en la imitacion por el conocimiento de rentas e incapacidades obte- niidas por otros individuos en procesos semejantes; la inadecuacién de las politicas y leyes que han des- arrollado mas los sistemas de reparacion basados en la concesi6n de subsidios, indemnizaciones, rentas, incapacidades y pensiones, que los sistemas de rehabilitacién médica y profesional, contribuyendo asi al aprendizaje social de una subcultura de la indemnizacién y la incapacidad, de la pasividad y la dependencia frente a la participacion y la actividad; el creciente aumento de profesionales cuya ética se sitia en cotas ‘minimas, que ectivan y acentian las citadas conductas y las expectativas de sus clientes, planteandose como objetivo el logro de la mayor incapacidad e indemnizacién posible, de cuya magnitud a su vez perciben sus honorarios; la mala praxis profesional que genera y multiplica las ideas de enfermedad e incapacidad y las consiguientes demandas; y en definitiva muy diversos factores individuales, puesto que, alin considerandose las razones expuestas, éstas han de germinar sobre factores individuales, familiares o grupales caracteristi- cos. En contextos socio-sanitarios, y quizé en otros contextos, las conductas de simulacién han de ser enten- didas como conductas intencionadas de engaho y fraude, con objetivos externos y explicitos de lograr rentas «¢ indemnizaciones o una incapacidad que asi lo asegure. Estas conductas son conocidas desde la antigile- dad, Gisbert (1991) argumenta que hay referencias en la Biblia y en documentos de las antiguas Roma y Gre- cia en los que se cita que la simulacion era caracteristica para evitar la prisién y la ejecucién. Rodriguez Marin (1957) se refiere a intentos de explicar la simulacién en el Tratado de los aires, de las aguas y de los luga- res de Hipdcrates (460-377 A.C.] yen el Tratado de las enfermedades simuladas de Galeno de Pérgamo (1.29. 199 AC.) , SIMS ‘lusiones de pruebas experimentadas y apoyadas en la correspondiente investigacin cientifica. A ello, sin Pence tuada amistad desde hace afios— y a TEA Ediciones, destacar sin duda que el SIMS contribuira a ayudar a oo oe Manual Madrid, febrero de 2009 Angel Ruano Hernandez Doctor en Psicologia Especialista en Psicologia Clinica Psicoterapéuta de la EFPA/COP Colegiado M - 00837 mi tesis doctoral en la Universidad de Missouri St. Louis. Por este motivo, querria agradecer a ‘mi tutor, el Dr. Gary Burger, su orientacion y guia en este proyecto, asi como al resto del personal de la Universidad. También desearia expresar mi agradeci- miento al Dr. Richard Rogers por su amistad y su con sejo profesional tanto en los comienzos del SIMS ‘como durante todo su desarrollo. Sin el apoyo y el asesoramiento de estos profesionales, el SIMS no habria pasado de ser una mera idea, Me gustaria expresar también mi gratitud a aque- llas personas que con sus valiosas aportaciones han contribuido al desarrollo de la prueba durante los estudios piloto, la recogida inicial de muestra y la Investigacion, Entre ellos se incluyen los doctores Ronald Brown, Kart West y David Berry. El SIMS se ha visto beneficiado enormemente de su inestimable Juicio clinico y sus sugerencias. Estoy en deuda con el doctor Randy Borum por su amistad, apoyo y énimo para emprender el desafio ‘que ha supuesto la publicacién del SIMS. Finalmente, gracias a mi familia, A mis hijos, Sean y Ryan, por recordarme lo que realmente es impor tante, A mi mujer y compafera, la Dra. Cindy Ochipa, ‘que ha sido mi principal consejera y apoyo tanto en lo personal como en lo profesional, a ella le dedico mi mAs profundo agradecimiento, amor y consideracion. E: ‘SIMS fue originalmente creado como parte de Glenn P. Smith rosos miembros del equipo editorial de PAR ‘que con su tiempo y atencién han contribuido a sacar a la luz esta obra: A April May por su experta ayuda con los permisos; a Melissa Messer por su destacada atencién al detalle; a Richard Brummer y ‘Scott Murphy, por su diestra dedicacion a asegurar la calidad del producto; a Linda Jennings y Lisa Doelling por sus inestimables sugerencias en la edicion y a Penny Smith, Becky Haines y Justin Smith por su atractiva composicién tipografica y presentacién. El agradecimiento debe ser extendido también a los doctores Kart West y David Berry por sus comenta- rios y revisiones de la version beta de este manual. Estoy en deuda con el Dr. R. Bob Smith y Cathy ‘Smith por su invitacion a unirme a la gran familia que ‘es PAR — ha resultado ser un sitio maravilloso en el ‘que trabajar, rebosante de energia positiva, de esti- ‘mulacion intelectual y de personas con una gran cali dad humana. También querria expresar mi agradect miento personal al Dr. Travis White por permitirme estar vinculada a la publicacién del SIMS y a los doc- tores White y Mark Ledbetter por su maravillosa guia yorientacion. Finalmente, me gustaria extender mi agradeci- miento a mi familia y amigos, quienes me han apo- yado incondicionalmente a lo largo de los aos, tanto personal como profesionalmente. Gracias. | J n especial agradecimiento merecen los nume- Michelle R. Widows Agradecimientos de la adapta: Queremos mostrar SIMS ..... n_espafiola - nuestro mas sincero agradecimiento y reconacimiento a todos aquellos profesionales que ‘pon su colaboracién han hecho posible esta adaptacion espariola: Pier Capita Ramirez Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria FREMAP Madi Il, Madhid. Pilar Fernéndez Marin Servicio de Psicologia del Hospital ASEPEYO, Ccoslada (Madrid) Juan Luis Blasco Saiz ‘aura Pallard6 Duré Instituto de Psicologia Aplicada y de la Salus-1PAS, Valencia. Francisca Denia Ruiz Rosa Jurado Barba Unidad de Neuropsicologia. Servicio de Psiquiattia, Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid Deborah Calvo José Caballero Pericial Corporativa, Madrid Blanca Matalobos Veiga Centro Integral Psico Somatico-CIPSO, Madrid José Manuel Hernandez Lopez Opto. Psicologia Biolégica y de la Salud, Fac. de Psicologia, Universidad Autonoma de Madrid José Luis Santos Ruiz Psicblogo clinico y FEA. Complejo hospitalario de Toledo Susana Rozas Blanco Neuropsicéloga Aan feos etn cereal steven CEBRANO, —_— Siero (Asturias) Federico Rodriguez de! Ama Psicblogo clinico Hospital de FREMAP, sevilla Magdalena Muguiro Loring Psicéloga clinica Instituto Salud Mental Pérez Espinosa Oria, Lianera (Asturias) Susana Garcia Tardon Psicdloga clinica Centro Salud Mental Cangas Narcea, Cangas del Narcea (Asturias) Silvia Mateo Asin Psicbloga clinica AVANVIDA-CRPS Ordoiz de Estella, Ordoiz de Estella (Pamplona) ‘Ana Isabel Ruiz Gonzalez Psicdloga clinica AVANVIDA-CRPS Queiles de Tudela, Queiles de Tudela (Pamplona) Elena Fernandez Herrero Maria Otero Larrea Cristina Monreal Guillorme Psicdlogas clinicas AVANVIDA-CRPS Arga, Pamplona Isabel Bueso Gonzalez Psicéloga y Coordinadora del Equipo de juste Personal y Social Centro Especial de Empleo OLIVER, Zaragoza Cl Nombre: SIMS, inventario estructurado de simulacion de sintomas. Gl Nombre original: SIMS, Structured Inventory of Malingered Symptomatology. Autores: Michelle R. Widows y Glenn P. Smith. Procedeneia: Psychological Assessment Resources, PAR (2005). © Adaptacién espafiola: Héctor Gonzélez Ordi (Universidad Complutense de Madrid) y Pablo Santamaria Fernandez (Dpto. 1+D de TEA Ediciones), 2009. O Aplicacién: individual 0 colectva. Ambito de aplicacién: Aduttos. 2 Duractén: 1045 minutos, aproximadamente. O Finatidad: instrumento de screening para la detecci6n de simulacién de sintomatologia psicopatolégica y neurocognitiva. D Baremacién: Puntos de corte para sospecha de simulacién. Qi Material: Manual, ejemplar de la prueba y clave de acceso (PIN) para la correcci6n por Internet. 1. Introducci6n_y_descri | Inventario estructurado de simulacién de sintomas (SIMS) es una prueba de autoinforme de 75 items disefiada con earacter multiaxial para ser utilizada como instrumento de screening" en la detec- cién de la simulacion, tanto en contextos clinicos como forenses. Su interpretacion debe ser realize- da por profesionales de la salud con un adecuado entrenamiento en la evaluacién de casos donde se sospecha la posibilidad de simulacion. El SIMS es una herramienta Gtil porque proporciona datos convergen- tes en la evaluacion de la simulacién y, al mismo tiempo, ayuda a determinar si es necesario realizar una eva: luacién més extensa y exhaustiva. s de prevalenc: 1.1. Definicion, evaluacién y t: 1.1.1. Definicién de fa simulacion La American Psychiatric Association (1980) definid oficiaimente el término «simulaciéne en la tercera edicién del Manual diagnéstico y estadistico de los trastornos mentales (DSMHI). Previamente, la ausencia de una definicién oficial habia favorecido la existencia de debates en torno a si la simulaciOn era un verdadero tras- torne mental 0 no (Bleuler, 1924, 1951; Eissler, 1951; Szasz, 1956; Wertham, 1949). £1 DSMill establece que la simulacion no es un trastorno mental per se, sino que debe entenderse como una condicién que es objeto de atencién o tratamiento: (p. 331). En otras palabras, aunque la simulacién no es un trastomo men- tal, presenta claras implicaciones psicol6gicas. Atendiendo a la nosologia actual de la cuarta edicién del Manual Diagndstico y Estadistico de los Trastornes Mentales (DSH; American Psychiatric Association, 1994}, la simulacién se define como «la produccién intencional de sintomas fisicos 0 psicol6gicos falsos 0 ‘exagerados, motivados por Incentivos externos» (p. 683). Ademas, el DSMLIV indica a los clinicos que «sos- pechen firmemente» de la presencia de simulacién cuando cualquier combinacién de los siguientes indicado- res esté presente: 1, Presentacién en un contexto médicoegal. 2. Discrepancia acusada entre el estrés 0 la alteracion explicados por la persona y los datos objetivos de la exploracion médica. 4 Nota de tos adaptadores. Mantenemos el uso del término inglés Screening debido a su amplia aceptaciin en el campo de la salud. termine se refere al uso de una estratega para identicarsintomas y signos clincos de manera temprana,répia yefcaz, con et fin de que se reduzcan sus efectos adversos sobre la poblacién, 1s jh bs ere 43, Falta de cooperacion du SIMS , éstica e incumplimiento del régimen anual ne de tre rante la valoracion diagn rin, 4, ma cia de tastorno antisocial de la person: idad. senci social de la personal cones diferenciales que deben considerarse en el caso de la simulac . os internos (p. ej., asumir el «papel de enfermo»), encuentran tologia generalmente no se produce de forma intenciona, Entre las condi trastornos facticios, motivados por incentt somatoformes, cuya manifestaci6n y sintorna 1.1.2. Aplicacién de la definicién e indicadores en el proceso de evaluat La vefnicion y los indicadores de sospecha de simulacién establecidos en el DSMIV han demosttado ser we vimalsta y de dic aplicaién» cuando se evalia la presencia de simulacion (Cunnien, 1997; », 4, , algunos investigadores han afirmado que estos estandares son vagos @ inadecuados (Hutchinson, 2001), 1g difcutad inherente al uso de estos esténdares se centra en la determinacién de la motivacién interna frente ala externa, asi como en la evaluacion del grado en que la produccién de los sintomas es voluntaria yen ia suficiencia de los supuestos incentivos. Para complicarlo atin mas, se debe tener en cuenta la variabilided de los incentivos externos en diferentes circunstancias. Los distintos tipos de motivaciones externas pueden infuir en la presentacién de la simulacién, como, por ejemplo, los esfuerzos para evitar un encausamiento judicial (Resnick, 2003) o los esfuerzos para obtener indemnizaciones econdmicas (Rogers, 1997). Adicio. rnalmente, el OSMAV sugiere que la presencia del trastorno de personalidad antisocial es un indicador poten: cial de simulacion, a pesar de que en la actualidad no existe evidencia empirica que apoye dicha asociacién (Rogers, Gillis y Bagby, 1990). En conjunto, estos aspectos han llevado a los clinicos a cuestionar la utilidad de basarse nicamente en los criterios DSMIV para la evaluacién de la simulacién. Una metarevisién de 1.040 estudios sobre simulacion concluye que los criterios DSM-IV son demasiado limitados en su definicion para ser considerados suficientemente fiables (Gerson, 2002). En consecuencia, el empleo aislado de los crt terios diagndsticos DSMIV puede llevar a incrementar el diagnéstico de falsos positives por simulacion (Rogers, 1990). 1.1.3, Modelos alternativos de evaluacién ‘Como respuesta a las limitaciones de los criterios DSMUV en la evaluaci6n de la simulacién, se han propues- to modelos alternativos que enfatizan especificamente el ‘examen detallado de los datos de las pruebes y [a Concurrencia de la informacion antecedente disponible. DeClue (2002) apunta que «ninguna puntuacion aisla- 22.0 combinacién de puntuaciones en un test» puede determinar por si misma la presencia de simulacién (P 728), recomiende la obtencién de la mayor cantidad de datos posibles antes de establecer cualquier tipo de hipStesis. Rogers (1997) insiste en el uso tanto de un modelo de umbral como de un modelo de decision oF ae a a ra ete El modelo de umbral implica detectar indicadores cualitativos durante él ee aise wafer en pata bs leven a una evaluaci6n rigurosa de la posibilidad de simulacién. Estos nt alicaconescotinues cae nulez2 dela condicén que es objeto de simulacin (pe presencia kesmecue ve le intermitentes en el caso de una psicosis simulada). El modelo de decisiot C2ctn precisa de 90% ome on i" agnostic frme de simulacion deberia implica wna cet (lags ue eon congenic: Cees evs based en amplosestucins de vaidanon une 12 neal nos Aeomias aceptadas» (p. 14). Estos modelos de evaluacion POT, "al no sesgado de la informacion y los datos disponibles durante el proce if ing, 1993). Esta perspectiva seta ene Eenerarhip6tesis de comprobacion alternativas (Borum, ONO i. “adel de comprovacion de pera oS 2 ciflere de to que Rogers y Shuman (2000) descent Gio de a evaluaciony 6s contrma nt son0® 2! dlagnéstico de la conducta del individuo se formule © relutado a través del proceso de evaluacién subsigulente: 14 s EI SIMS incorpora indicadores de umbral dentro de sus estrategias para la deteccién de simul demostrado ser criterios explicitos de deteccién. También se recomienda el SIMS como parte un enfoque mas amplio en el proceso de evaluacién en el que se consideren hipétesis alternativas al patron de respuestas evaluado. La obtencién de informacién es parte del proceso global de evaluacién en donde también se consideran los datos que mejor se ajusten al modelo. EI empleo del SIMS en combinacion con otros datos prevenientes de otros instrumentos de evaluacién, dentro de un contexto de evaluacion amplia y extensa, es consistente con las recomendaciones de Hutchinson (2001) referidas a que la simulacion debe- ria ser multideterminada y, por lo tanto, requiere de mas que una estrategia unidimensional para su detec- cin. Tal y como apunta DeClue (2002), «las pruebas psicoldgicas, incluso aquellas con excelente sensibill- dad y especificidad, no pueden sustituir a la investigacién cuidadosa por parte del evaluadors (p. 724). Este enfoque puede reducir o eliminar muchos de los errores de juicio que se han producido en el proceso de toma de decision diagndstica, como los sesgos retrospectivos* (Weeding y Faust, 1989). 1.1.4, Ambitos y prevalencia de la simulacién La prevalencia de la simulacién es significativa y varia en funcién de los diferentes contextos, con estimacio- nes de las tasas probablemente atenuadas debido @ que los simuladores exitosos consiguen evitar su detec- ci6n. En muestras forenses, las tasas varian entre un 15,7% (Rogers, Sewell y Goldstein, 1994) y un 45% (Norris y May, 1998), con una tasa media, para este tipo de muestras, estimada en un 17.4% (Rogers, Sale- kin, Sewell, Goldstein, y Leonard, 1998). En fos casos de lesién por traumatismo craneoencefalico, Martens, Donders y Millis (2001) informan de una incidencia de simulaci6n de un 11%, aunque otros sugieren tasas tan elevadas como un 40% (Larrabee, 2003). En los casos de trastorno por estrés posttraumatico que bus- can recibir indemnizaciones, la tasa de simulacién se ha estimado en un 75% (Burkett y Whitley, 1998), aun- que otros estudios presentan tasas de simulacion de un 7% en la poblacién de pacientes psiquitricos en general (Rogers, et ai., 1994; Rogers, et al., 1998). Less Haley (1997), utiiz6 los datos de los perfiles de 492 participantes que cumplimentaron el Inventario Multifasico de Personalidad de Minnesota 2 (MMPI-2; Butcher, Dahlstrom, Graham, Tellegen y Kaemmer, 1989) para investiger la incidencia de simulacién en casos de dafios 0 lesiones corporales, determinando que la prevalencia oscilaba entre un 20% y un 30%. Estas tasas son consistentes con los hallazgos de otros investigadores al examinar la incidencia de simulacién en casos de lesiones 0 dafios corporales (p. ej., Green, Rohling, LeesHaley y Allen, 2001; Langeluddecke y Lucas, 2003). Mittenberg, Patton, Canyock y Condit (2002) realizaron una encuesta @ 131 miembros de la American Board of Clinical Neuropsychology con el fin de obtener tasas de prevalencia para la simulacién en distintos con- textos y 4reas geogréficas. A pesar de que la tasa de respuesta resulté un tanto decepcionante (fue de un 35%], los investigedores no encontraron diferencias significativas ni entre regiones geogréificas, ni entre con- textos de aplicacién. Mas bien, las mayores tasas de probable simulacion estaban relacionadas con otro tipo de factores como la fuente de remisién (esto es, abogados defensores y compaiiias aseguradoras, fiscales en causas criminales, etc.). Los autores informaron de tasas de probable simulacion y exageracion de sinto- mas de un 29% en casos de lesiones o dafios corporales, un 30% en reclamaciones por discapacidad, un 19% en casos criminales y un 8% en casos médicos. 2. Nota de los adaptadores: Sesgo retrospective: considerar, una ver conocido un resuitado, que la probablidad de que ocurriese et resultado, y no otros, era muy alta. 2 Man “pula 11 Descrpen de fas escalasy la puntuacon total del SIMS scat res sen goer ely emt Shanes PSE USHA aap = son tincns de a paologi psietica real ue (asters) “ que steta presenta sintomas de tipo newogico tigi, Deter rerotco (On) vata el grado en que suet pr PO NeUCIEEC HGS omy xp aster! tert shots nfs ca | sons anmtscs hm) neato enue seo rset sin 2.05 meng Term TO ites cnet Soon ods pr Sateen cae ot sap reese cone go suet ze 1 eRe og sng ts tene conor gee Trastornosafetivos (A) alae grado on que el suet informa de sintomas atineos de depres yenseda, (a5 toms) Total (75 tems) ‘frece una puntuacgn resumen del nivel de simulacion general. 1.3.1, Ambito de aplicacién del SIMS y limitaciones de la prueba £1 SIMS se ha concebido para ser aplicado a adultos mayores de 18 afios y se ha validado en muestra ci- nieas forenses, muestras clinicas psicopatolégicas y muestras no clinicas. Las muestras utilizadas para su validacién estén formadas por adultos de ambos sexos, de diferentes edades y condiciones. Como resulta o, el SIMS es un instrumento apropiado para explorar simulacién de sintomas psicopatol6gicos y neurocog ;nitvos en un amplio fango de contextos (p. ej, evaluaciones forenses, neuropsicoldgicas y médico-egales) y ‘condiciones (ambulatoras, ingreso,instituciones psiquidtricas o penitenciarias, etc.) ‘08 profesionales que utlicen el SIMS deben tener en cuenta las siguientes limitaciones: 1. EI SIMS es una prueba de screening de simulacién de sintomas psicopatolégicos y neuropsicolégicns. Consecuentemente, e| agnOstico de simulacién no debe hacerse Gnicamente de acuerdo a las pur wiactones obtenies en el SIMS. Si 1s resultados del SIMS sugieren la posiblidad de simulacién, aco de con los puntos de corte recomendados, el profesional deberia proceder a realizar una evaluacion mas cuensa ¥ exhaustiva de a simulacién. Especificamente, cuando se sospecha de simulacién psicopate = iaagee interesante aplicar adicionalmente una entrevista estructurada validada, como la sis eneniea aaa ee Pormenorizadamente la Sintomatologia existente. Medidas europea ident replies are ee ‘Symptom Validity Test (VSVT; Slick, Hopp, Strauss y Thompson, 1997) ee Gane seen inte Para obtener mayor informacién que apoye la hipétesis de sinatacin tuna evaluacion extenes > Scterminacion de simulacién solamente debe hacerse en el conte oa ue epoyen el degre, enaUstva, mediante la convergencia de diferentes fuentes de itrmacin 10n Subjetiva de los sintomas y las pruebas y observaciones objet'v2 '08 resultados de | los cuestionari " ‘ etc, tionarios psicolégicos y de las pruebas especificas para detectar simulac' . 2 2. La discapacidad cognitiva significativa o los estados psicoticos severos pueden ser impedimentos a la hora de aplicar e! SIMS. La persona evaluada debe ser capaz de: (a) prestar atencion a lo largo del proceso de evaluacién, (b) leer y comprender los items escritos en el ejemplar de a prueba y (c) responder a las pre- _guntas del test. En algunos casos, la persona evaluada puede mostrar un déficit cognitive genuino, como el retraso mental, y ser incapaz de completar el SIMS. En otras situaciones, la persona examinada puede presentar episodios de egitaci6n o incoherencia, extremos atribuibles tanto a un trastorno mental genut ‘No como a una posible simulacion. En tales casos es recomendable la observacién detallada del pacien- te, puesto que este tipo de auto-presentacién extrema es dificil de mantener durante largos periodos de tiempo si el individuo es un simulador. 3. Sibien Ia utiidad de! SIMS para la identificacion de simuladores se ha comprobado en estudios con simu- ladores diagnosticados previamente frente @ pacientes clinicos no simuladores, tanto en estudios inter- nacionales como en estudios especifios con la adaptacion espafiola, es necesario seguir investigando con esta metodologia mas ampliamente y en diferentes contextos, 4. Aunque existe algin estudio forense con adolescentes (Rogers, Hinds y Sewell, 1996), es necesario un mayor esfuerzo investigador para ampliar y adaptar el SIMS a poblaciones de nifios o adolescentes. 1.3.2. Requisites profesionales para el uso del SIMS EI SIMS puede ser aplicado y corregido por personas sin una formacion especifica en psicologfa o psiquiatria forense, psicologia clinica, psicoterapia o reas relacionadas. El examinador deberd seguir cuidadosamente las instrucciones de aplicacion y correcci6n que figuran en el capitulo 2 de este manual antes de aplicar el instrumento, No obstante, de acuerdo con las normas del Standards for Educational and Psychological Testing (American Educational Research Association, American Psychological Association y Nacional Council on Measurement in Education, 1999), a mterpretacion de la prueba y de los perfles resultantes requiere una adecuada forma. cién en psicologia 0 psiquiatria forense, psicologia clinica, psicoterapia o areas relacionadas, asi como un conocimiento extenso en la interpretacién de pruebas psicolégicas. La utlidad y validez del SIMS depencen en buena medida de la cualificacién y competencias del profesional © profesionales que utilicen este instrumento. Una completa revision de las estrategias de deteccion de la ssimulacion a nivel conceptual y practico puede encontrarse en GonzélezOrdi, Santamaria y Capilla (2012), dad 4.3.3. Seguridad y con! Las personas que utilicen el SIMS son responsables de mantener la seguridad y confidencialidad del instru- mento, tal y como se establece en los Standards for Educational and Psychological Testing (American Educa- tional Research Association, American Psychological Association y Nacional Council on Measurement in Edu- cation, 1999}. Toda la informacion referida a las items, puntos de corte recomendades, procedimiento de aplicacion y correc- ion y las estrategias utlizadas en la prueba para la deteccion de simulacién se considera sensible y conf encial. La exposicion de dicha informacion a personas sin ta cualificacion adecuada puede comprometer Seriamente la utildad y validez del instrumento. Asi, es muy importante que esta informacién no esté dispo- rible en Internet, incluyendo paginas web, chats o listas profesionales. Igualmente, debe ponerse especial cuidado a la hora de presentar los resultados del SIMS en informes forenses, neuropsicol6gicos, psicolog 0S 0 psiquidtricas y médico-legales, con el fin de evitar que una amplia audiencia potencial no cvalificada pueda tener acceso a los contenidos sensibles de la prueba. En el caso de que se detecte algin fallo en la a SIMS seguridad y confidencialidad de la prueba, deberé informarse a los colegios profesionales correspondien 3 al editor de la adaptaci6n de Ia prueba (TEA Ediciones) para que pueda subsanarse. les Me Manua) 1.3.4, Materiales del SIMS En el capitulo 2 se incluyen instrucciones especificas para proceder a la aplicaci6n y correccién del SIMS, Los materiales que componen esta obra son los siguientes: (5) Manual. En éI aparecen las instrucciones de aplicacién, correccion e interpretacion de las puntuaciones ‘que se deberdn seguir para un correcto uso del SIMS. Ademas, se incluye la fundamentacién teérica y estadistica de la prueba. [S) Ejemplar de ta prueba. Contiene los elementos de la prueba y el espacio para dar la respuesta a cada uno de ellos. Los sujetos evaluados anotan en el ejemplar sus datos de identificacion y sus respuestas a la prueba (5) clave de acceso (PIN) para la correccién por Internet. Esta hoja contiene el cédigo de acceso necesario para realizar la correccion del SIMS por Internet mediante e-perfil. Contiene también unas breves instrucciones sobre el uso de este sistema de correcci6n. 2. Normas de aplicacion y correccion acion 2.1. Normas de apli Para la aplicacion del SIMS se requiere Gnicamente del ejemplar de la prueba y un boligrafo o lapicero para anotar las contestaciones en el propio ejemplar de la prueba. La habitacin en la que se realice Ia aplicacion debera tener una ventilacién e iluminacién adecuadas. Asi- mismo se debera asegurar la ausencia de distracciones durante el transcurso de la evaluacién (ruidos, inte- rrupciones, etc.) y garantizar la confidencialidad de las respuestas dadas. El SIMS debe ser preferiblemente aplicado individualmente para evitar, en la medida de lo posible, las potenciales influencias sociales de las evaluaciones colectivas. La persona evaluada deberd rellenar en primer lugar los datos personales que se les solicite en los espacios dispuestos para ello en el ejemplar. Las instrucciones especificas necesarias para responder a la prueba apa- recen en la propia portada del ejemplar. El examinador deberd enfatizar la necesidad de que se responda a todos los items que aparecen, sin dejar ninguno en bianco. El profesional dara al sujeto unas indicaciones generales que no revelen el propésito especifico de la prueba. Las siguientes instrucciones, que aparecen a modo de ejemplo, pueden ser utilizadas como guia. Las preguntas que va a tener que responder a continuacién nos ayudaran a comprender mejor como se encuentra ‘en este momento. Son preguntas estandar sobre distintas y variadas experiencias que las personas pueden llegar a tener. Puede que algunas se apliquen a su caso y otras no. Por favor, lea cada una de ellas y decida si habi- tualmente son ciertas en su caso 0 no. Por favor, responda a todos los items, incluso aunque alguno le resulte dificil © parezca no aplicarse a usted. Si una persona evaluada pide aclaraciones acerca del contenido de algin item, podra leerse en voz alta con él, pero no podré darse ninguna explicacién o interpretacién del mismo. Con el objetivo de estandarizar las condiciones de aplicacién, el examinador deberé mostrar al sujeto evaluado su interés en la comprensién que el propio sujeto haga del contenido del item, Se tarda aproximadamente entre 10 y 15 minutos en responder al SIMS, aunque aquellos individuos que tra tan de falsear conductas psicopatologicas pueden requerir algo mas de tiempo. Una vez que la persona eva. luada acabe la prueba, el profesional debera revisar que haya respondido a todos los items y que lo haya hecho correctamente (por ejemplo, que no aparece marcado simultaneamente verdadero y falso en un mismo item). Si se diera alguno de estos casos, se le pediria al sujeto evaluado que responda a los items omitidos = a SIMS ma de las dos alternatives en aqueliog Manuay que subsane los defectos encontrados (p. 6). que se decida por u ‘tems con doble respuesta). ‘Aunque debe pedirse al sujeto evaluado que complete cuaiquicr item previamente omitdo, el evaluado puede indicar que es incapaz de responder a dicho item ya que no se aplica a su caso. En e8e caso, el item omy do debe codiicarse como «0+. No obstante, el rechazo a responder o la incapacidad manifiesta para hacerlo pueden ser tenidas en cuenta y considerar la posibilidad de que dicha resistencia @ responder efleje un inten, to deliberado de simulaci6n. Ha de tenerse en cuenta que la presencia de items omitidos en el cuestionario puede afectar a los resus dos que se obtengan, por lo que es importante que el evaluado responda a todas las preguntas y no deje en blango ningGn item, ES responsabilidad del aplicador asegurarse de este aspecto antes de proceder a su correccién y tener en cuenta que su presencia puede afectar a la interpretacién de los resultados que se dbtengan (incluso con un nimero relativamente pequefio como tres respuestas en blanco). En todo caso, s1 fen el conjunto del inventario hay mas de 15 respuestas en blanco, se considerara un protocolo no vilido ye} sistema de correceién no permitira la obtencién de las puntuaciones. 2.2. Normas de correccién Una vez que la prueba ha sido cumplimentada se procede a su correccién. En el caso del SIMS se ha opta do por ofrecer procedimientos de correccién automatica que reduzcan al maximo tanto el tiempo que el pro- fesional debe emplear en tareas mecénicas como el nlimero de errores que Se cometen en este tipo de labo- res. También se protege de este modo la plantilla det instrumento, aspecto especialmente sensible en el caso de una prueba de este tipo. El procedimiento de correccién del SIMS se realiza mediante Internet. En este caso el profesional tnicamen- te debera seguir las instrucciones que aparecen en la hoja con el cédigo de acceso para la correccién que se centrega al adguirr los ejemplares del SIMS. Una ver que haya accedido al sistema de correccisn, el profe sional Gnicamente deberé introducir las respuestas dadas por el sujeto en el ejemplar y el sistema realizaré todas las labores de correccién y puntuacion de las distintas escalas. También generara finalmente un perfil {grafico con las puntuaciones obtenidas por la persona evaluada y su posici6n con respecto a los puntos de corte establecidos, ademas de ofrecer un breve informe interpretativo de dichas puntuaciones. En la figura 2.1 puede observarse un ejemplo del perfil obtenido con este sistema de correccion. Puede advertirse o6mo obtiene puntuaciones superiores a los puntos de corte (y por lo tanto dentro del area de sospecha de simu lacién) tanto en el Total como en las escalas Deterioro neurolégico, Trastornos amnésicos y Trastornos afec: tivos. En el capitulo 5 de este manual el profesional podra encontrar informacion detallada sobre cémo pro” ‘ceder a interpretar los resultados obtenidos en la prueba. = NORMAS DE APLICACION Y GORRECCION ‘Figura 2.2. Perfil del SIMS de D.F.B. | Edad: @IECEGESD Sexo: @EEIOSAED Fecha de aplicacion: QUIZ [eee {La puntuacién total en el SUMS resulta superior a la recomendada como punto de corte para determinar ta existencia de sospecha de simulacion. EL individuo contesta con frecuencia a items referidos a sintomas atipicos len pacientes con trastornos psicopatolégicos o neurocognitivos genuinos, to que hace sospechar que pueda estar simulando. El perfil del SIMS refleja un patrén centrado en la presentacién de sintomas de tipo neurolégico Il6gicos o muy atipicos, sintomas relacionados con trastomos de memoria que son inconsistentes con los paatrones de deterioro producidos por disfuncién 0 dafto cerebral real y sintomas atipicos de depresion y ‘ansiedad. Se recomienda una evaluacion mas extensa y exhaustiva con el fin de confirmar esta Sospecha. Copyright © 2009 by TEA Ediciones, S.A. Peer eeer ie aera idee Probibida ta reproduccion total o parcial, Todos los derech 3. Proceso de construccion original de la prueba y adaptacion espaiiola 5 trabajos originales de construccién del SIMS comenzaron en 1991 a raiz de la deteccién por parte de sus autores de la necesidad de contar con una nueva prueba de screening de simulacién de sin- tomas que cubriera distintas areas de trastornos. Los decepcionantes resultados obtenidos, en tér- iminos de tasas de deteccién, con otras pruebas cuando se utilizaban en el «mundo real» (Gillis, Rogers y Bagby, 1991), como por ejemplo el M test (Beaber, Marston, Michelli y Mills, 1985), acentuaron esta nece- sidad. Adems, no se disponia de instrumentos sustentados empiricamente que cubrieran algunas reas de simulacién como eran los problemas de memoria, los trastornos afectivos y el deterioro neurol6gico. También ‘era deseable disponer de una medida que cubriera distintas éreas de simulacién, ya que la investigacion exis- tente sobre este tema mostraba que habitualmente las personas solian simular mas de un trastomno 0 con dicion (p. ej., Anderson, Trethowan y Kenna, 1956; Hunt y Older, 1943; Schretien, 1987). Aunque mas recien- temente habian aparecido nuevos instrumentos con un s6lido respaldo empirico (p. ¢j., SIRS), habitualmente requerian un amplio tiempo de aplicacién y un cierto nivel de sofisticacion en su aplicacién y correccién. Era rnecesario disponer de una prueba mas breve y sencilla que a su vez offeciera unas adecuadas tasas de detec: cién de simulacién en los estudios empiricos que con ella se realizaran. Con este objetivo se cre6 el SIMS, con el de ofrecer una prueba breve, fiable y valida de la simulacion de distintas areas de sintomas psicolégi cos y neuropsicologicos. 3.1, Construccién de los items En una primera fase de desarrollo del SIMS (Smith, 1993), se construyé un banco inicial de 200 items a par. tir de la revisién de Ia literatura cientifica sobre las caracteristicas cualitativas de los simuladores (Anderson et al, 1956; Drob, Berger y Weinstein, 1987; Goodwin, Alderson y Rosenthal, 1971; MacDonald, 1976; Ossi- pov, 1944; Resnick, 1984; Rogers, 1988; Seamons, Howell, Carlisle y Roe, 1981; Seige! y West, 1975; Wachspress, Berengerg y Jacobson, 1953) y de los instrumentos existentes que evaluaban especificamente simulaci6n (p. ¢).. SIRS, M Test) 0 que contenian escalas de validez para evaluar estilos de respuesta (p. ej, MMPI). Cada item potencial fue creado y modificado de acuerdo a la demostracién empirica de su habilidad distintiva para caracterizar una de las cinco éreas de simulacién recogidas (esto es, psicosis, deterioro neu- rol6gico, amnesia, baja inteligencia y trastomos afectivos), avalada al menos por los resultados de dos estu- dios independientes. Shab SIMS Tuseedl Manuay i6 s escalas 3.2. Seleccién de los items y construccion de la: n ia construccion del SIMS (Smith, 1993) fue solicitar a nueve psig) atineas que clasticaran carr piomas de memoria, deterioro neurolbgica, baja inteligencia, otra categons sis, astornos afectN0S, arr oves)- Aquellos tems en 105 que el acuerdo TUE HUAI 0 SuPErioe a do Slee opcién de casifcaros en otras categories creadas ex profeso para) El siguiente paso que se siguié e ios ron descartados. Aunque existia I item, ninguna categoria nueva genera¢ procedimiento fue seguido con el obje Mills, 1985), Una ver establecida esta primera clasificacén, se seleccionaron los 25 items de cada escala que mayores porcentajes de acuerdo mostraban. Dado que se pretendia partir de un nmero igual de items por escala y ‘que la escala que menor némero de items tenia (Deterioro neurolégico) era 15, se establecié este némero de ‘tems por escala, Aunque el critero inicial fue del 66,7% de acuerdo, los items finalmente seleccionados en esta fase mostraron indices de acuerdo interjueces iguales 0 superiores al 88,9%. Los valores de acuerdo interjueces obtenidos en cada una de las escalas (Cohen, 1960; Fleiss, 1974, 1981) {ueron de 0,89 en la escala Psicnsis, 0,94 en Trastornos afectivs, 0,76 en Deterioro neurolégico, 0,83 en Trastornos amnésicos y 0,78 en Baja inteligencia. De acuerdo a Lansis y Koch (ctados en Feiss, 1981) valo- £8.de 0,75 «pueden considerarse como indices de acuerdo excelentes mas alla de los valores espersdos por azar. (9. 218) 3.3. Muestra empleada en los estudios 01 La versién original del SIMS fue aplicada inicialmente en un estudio de andlogos (véase capitulo 4 para une explicacién de este tipo de estudios) a una muestra de 476 universitarios procedentes de facultades dite rentes de cuatro universidades distintas de Estados Unidos (Smith, 1993). Los estudiantes participaron voluntariamente a cambio de la convalidacién de clases. La media de edad de los participantes fue de 24,4 ‘afios (rango de 17 66 afos), siendo la mayoria de ellos mujeres (71%) y de los dos primeros cursos uni versitarios (53,4% de primer curso y 34,2% de segundo curso). Los ingresos por familia tuvieron una moda ‘comprendida entre 30,000 y 40.000 dolares anuales (rango de 0 a mas de 100.000 délares). Los participantes en el estudio fueron asignados aleatoriamente al grupo control de respuesta honesta 0 @ Uno de ls siete grupos experimentales: simulacién de psicosis, simulacién de amnesia, simulacion de depte- Si6n, simulacién de baja inteligencia, simulacion de deterioro neurolégico y simulacién de mal estado gene- ‘al. A cada uno de los grupos de simuladores (a excepcién del de simulacion de un mal estado genera) $° les dio una descripcién de a condicion particular que debian simular (psicosis, amnesia...) asi como hipoé- ties contextos en los que esta simulacién se veia incentivada (p. ej. un delicuente convicto que desea aco {ar su conden). Al grupo de simulacion de mal estado general se le dio unas instrycciones relaivamente Eenerales donde simplemente se les peda que simularan «anormalidads, con el objetivo de disponer, de est ‘ode, de un 8rupo que emulara el tipo de simulacién mas investigado en aquel momento y que rear 0 imezcolanza de sintomas simulados que es habitual encontrarse en cont {rupo también permits comparar las respuestas dadas cuando se sink laban condiciones especificas ¥ 649" . SOO do simplemente se simulaba estar mal+. A los participantes asignados al grupo control (respuesta honesta) simplemente se les solicit6 que respondieran sinceramente a las preguntas de la prueba. Una vez que los participantes leian tas instrucciones especificas a su grupo, respondian al SIMS y a otro con- junto de pruebas de deteccién de simulacién. A partir de las respuestas de la muestra anteriormente descrita se establecié qué alternativa de cada item (esto es, verdadero 0 falso) puntuaba como indicadora de simulacién. Para ello se consideraron las res uestas de cada uno de los seis grupos de simulacién. En los items de cada escala se puntuaba aquella alter. nativa que mayor indice de atraccién tenia entre su grupo especifico de simulacién. Asi, por ejemplo, para determinar qué alternativa puntuaba en los items de la escala de psicosis, se estudiaba qué porcentaje de respuesta habia tenido cada alternativa en el grupo de simulacion de psicosis y se elegia aquella con un mayor valor. Estos estudios permitieron determinar el sentido de cada item y establecer, de este modo, la versi6n definitiva de la prueba 3.4. Adaptacién espanola AA igual que los autores originales hicieron en su momento, los adaptadores sintieron la misma necesidad de solventar la escasa presencia de instrumentos especificos para detectar simulacion que estuvieran adecua- damente adaptados a la poblacién espafola y que mostraran una buena base psicométrica en cuanto a fia- bilidad, validez y precision predictiva se refiere. Téngase en cuenta que la investigacién basica y aplicada sobre la deteccién de simulacién es un ambito de interés relativamente reciente en nuestro pais y que exis- ten muy poces instrumentos de evaluacién disponibles para ayudar al profesional a realizar dicha tarea. Como ejemplo, la primera seleccion monogratica de trabajos profesionales y de investigacion sobre la deteccién de ‘simulacién en una revista profesional de gran difusién aparece en 2005 en Papeles del Psicélogo (AA.W., 2005). Asi mismo, en la préctica profesional el instrumento de referencia en la deteccién de simulacién es el MMPL2, pero como argumentan acertadamente Schinka y Borum (1993, 1994) su aplicacién conlleva mucho tiempo, se requiere de un entrenamiento especializado y a menudo es una prueba compleja de inter- pretar. TEA Ediciones ha tratado de facilitar la interpretacién del MMPL2 para los profesionales que no conoz- can a fondo dicha prueba mediante sus informes interpretativos informatizados, tanto para el MMPL2 (Gon- zalez Ordi y Gomez Segura, 2002) como para el MMPLA (Gonzélez Ordi, 2005), asi como mediante la traducci6n y edicion de textos especializados complementarios (Nichols, 2002). Adin asi, la creciente apari- cii6n de instrumentos mas especificos para la deteccién de simulaci6n a nivel internacional en las Gltimas dos décadas (véase Rogers 1997 y 2008b; Rogers y Bender, 2003) y la ausencia de adaptaciones adecuade- mente tipificadas en nuestro pats, motivaron que TEA Ediciones iniciara una linea de investigacién y adapta- cién de instrumentos especificos en la deteccién de la simulacién que contribuyera a llenar un espacio va que se antojaba relevante y cubriera la necesidad de este tipo de evaluacion psicolégica en contextos foren- Ses, médico-legales y clinicos. Asi, la adaptacion espaiiola del SIMS surgié con la intencién de emular a su original proporcionando a los psi- COlogos de habla espafola una herramienta breve, fiable y valida para la detecci6n de la simulacién de sin- tomas psicopatologicos y neurocognitivos, de rapida aplicacién, sencilla interpretacion y gran versatilidad, adaptandose a las diferentes necesidades que requieran los ambitos clinico general, médicolegal y forense- pericial. Los estudios con la adaptacion espafiola comenzaron en 2006, un alio despues de que Psychological Assess- ‘ment Resources editara la prueba en los EE.UU., con una primera traduccién de! cuestionario y su aplicacién ‘a muestras de estudiantes universitarios (Gonzalez Ordi y Matalobos Veiga, 2006). A partir de ahi, se han rea: HbR SIMS 8. Manuay {tes afos que han incluido colaboraciones con distintas unive 1 eee posta otal de més 1.000 casos de istinasDrocedencesy Contexts Qe sonia aa sn eapatol une deserpodn deta dela composcon de esta muestra puede encore are fen el capitulo 4 de este manual). eee re a cere rode oo ior ni comouen los resutados de fos grupos conto, crico y simulador en contexos de andlogos y encontrar ree a eetonrecs romans das y conocidas de evaluacién como son el (MMP12, el MCMIII y el MCMLIII. e 4. Fundamentacion estadi stica as cualidades psicométricas obtenidas en los distintos estudios que se han realizado con el SIMS son las que determinan el grado de confianza que puede tener un profesional en la prueba. En este capitu- lo se mostrara la informacion mas relevante a este respecto'. En primer lugar se informard de las muestras utilizadas en los distintos estudios realizados con la adaptacién espafiola. En segundo lugar aparecen los estudios de fiabilidad de la prueba. Estos informan de la precisién y exacti tud de las puntuaciones obtenidas. Esta informaci6n permite responder a las preguntas: ¢Con qué precisién evaliia e! SIMS a una persona? Qué grado de error se puede estimar que contienen las puntuaciones obte- nidas con el SIMS? En tercer lugar aparecen los estudios de validez. Estos estudios pretenden responder a la pregunta: 2Qué inferencias 0 conclusiones podemos extraer que estén apoyadas empirica y tedricamente a partir de los resul- tados de la prueba?. Los resultados ofrecidos determinan qué conclusiones e inferencias son oportunas extraer del test y cudles no, asi como la adecuacién y pertinencia de las decisiones que se tomen de acuer- do a los resultados obtenidos con el SIMS. Como se mostrara en este apartado, la evidencia acumulada sobre el SIMS es amplia y procede de diversas fuentes: estudios originales, estudios propios realizados en la adaptacion espaiiola y estudios independientes publicados en revistas y congresos cientificos. En este apartado se tratara de sintetizar la informacién disponible al respecto. 4.1. Muestras empleadas en la adaptacion espanola Durante el proceso de adaptacién espajiola de la prueba se recogié una muestra total de 1.005 casos, con una edad media de 31,9 afios (Dt=13,2; rango de 17 a 71 afos). La muestra estaba compuesta en un 66,4% or mujeres y procedia de 16 centros u organizaciones diferentes que colaboraron en los distintos estudios, entre ellos muchos de los potenciales lugares donde se aplicaria el SIMS (mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, hospitales, centros de salud mental, asociaciones de pacientes y centros pri- vados de psicologia clinica y psicologia forense). 41. Otros aspectos claves de la fundamentacién estadistica tales como las fases de creacién de la prueba y la seleccién de elementos han sido ya tratados en et capitulo anterior. c SIMS ...., (2 dlisis de si ii Esta muestra global se utliz6 tanto para los estudios de fiabilidad como para el andlisis de su estructura inter. de muestras especificas destinadas a eva, ri sorita estuvo en realidad compuesta Bea oe ign se describe cada una de las muestras y sus luar aspectos definidos de la validez de! SIMS. A continua principales caracteristicas. 4.4.4. Muestra clinica y de analogos Las estrategias de investigacién que mayor solidez han demostrado en el estudio de la simulaci6n son los disefios de investigacion con «andlogose y con grupos diagnésticos (knowngroups), especialmente si se util. zan combinadamente (Rogers y Bender, 2003). En los estudios andlogos, los participantes son asignados de manera aleatonia a las condiciones experimen, tales de «simulaciéns y de «controls, recibiendo instrucciones especificas acerca del estilo de respuesta que eben adoptar al responder a las pruebas de evaluacién. A los participantes asignados a algin grupo de simu lacién se les pide que actden «como six realmente sufrieran el trastorno que se les indica. En este tipo de estudios es recomendable emplear también una muestra clinica para determinar si las diferencias se deben a la simulacién o a la existencia de una determinada patologia. En el caso de la adaptacién espariole del SIMS se cont6 con ambos tipos de muestras, tanto la de estudios andlogos como la muestra clinica que sirviera de referencia, La muestra de estudios andlogos estaba compuesta por sujetos -normales» (sin patologia previa diagnést: cada) que fueron asignados aleatoriamente a las condiciones de «control 0 «simulaciéns.. La muestra de »controles» fue instruida para que respondieran honestamente a la prueba. Estuvo compues ta por 147 syetos con edades comprendidas entre los 17 y los 62 afios (edad media=23,6; Dt=8,8), siendo un 70,7% mujeres. La muestra de «simuladores» estuvo compuesta por 326 sujetos con edades comprendidas entre los 17 y los 63 aios (edad media =22,5; Dt=6,9), siendo un 75,5% mujeres. Esta muestra total fue subdividida en di ‘intas condiciones experimentales y a cada uno de esos grupos se les instruy6 especificamente para que simularan un tipo de trastorno o problema diferente con unos determinados incentivos hipotéticos (p. e}., obtener una indemnizacién, una baja laboral, una reduccién de condena...) acordes al trastorno concreto. En la tabla 4.1 pueden observarse los grupos establecidos. En el apartado de estudios anélogos de la adapta- cién espafiola, que se incluye mas adelante en este mismo capitulo, se describen con més detalle cada una de las condiciones simuladas por cada grupo de sujetos. ‘Tabla 4. Compesicin dela muestra de anilogos por grupos experimentales de simulacin (1 Datos de ls adaptacién espatola | Grupo anslogo de simulacion ‘i and, 5 ape, | mesa Dt Range moe Enajenacién mental por psicosis 6 20 Gitar Bocccaties 1 ‘cidente 2 0 9 24 32 s738 7 Problomas de memoria 6 2 43170 2563 50 Retraso intelectual 45 “4 26 29 © 33 oy Problemas emocionaies 3 (468 237 80 1989 2 Mal estado general 4 43 59 3749 cy Potologa dolorosa 34 10 240 871955 76 ‘otal 326 100 22,52 6.92 1763 758 La muestra clinica (casos con agin trastorno psicolégico 0 neurologico diagnosticado previamente) fue reco- gida en centros de salud mental, hospitales, asociaciones de afectados y centros de rehabilitacién psicoso- cial (CRPS). Estuvo compuesta por 152 sujetos con edades comprendidas entre los 17 y los 71 afos (edad media 42,5; 2,6), de los cuales un 50,7% eran mujeres. De cada caso de la muestra clinica se solicito su diagnéstico para posteriormente ser agrupados en las cate- gorias que aparecen en la tabla 4.2. Se puede advertir como la mayoria de la muestra se clasific dentro de la categoria de psicosis (30%), deterioro neurolégico (22%) y trastornos afectivos (44%). Tabla 4.2. Composicton de la muestra cli (=152). Datos Composicion aa Sexo | . * Media ot Rango SX ujeres Pateosis 45 30 410 123 1971 42 Deterior nevrolégico 33 2 455, 134 1871 29 Baja inteigencia 2 1 200 00 = 100 Trastornos atectivos er 4 434 116 1762 6 Trastomos de la personaivad 5 3 362 18,2 2368 80 Total 152 100 425 126 ara 50,7 1.2. Muestras de simuladores y casos clinicos en contextos médico-legales clasificados por criterios externos e independientes En la adaptacién espafiola del SIMS se pudo contar con la colaboracion de distintas organizaciones y profe- sionales que trabajaban en contextos médicolegales (mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades pro- fesionales, centros privados de psicologia clinica y forense) que debian determinar en su labor profesional si una persona estaba simulando su sintomatologia o por el contranio era un caso clinico con una patologia «real». A estos profesionales se les pidié que aplicaran el SIMS @ sujetos que previamente habian sido clasificados, aplicando los criterios de sospecha clinica de presencia de posible simulacién (véase Samuel y Mittenberg, 2006), como simuladores © como casos clinicos. EI objetivo era poder estudiar la capacidad discriminativa de la adaptacién espaiiola de! SIMS en contextos reales de evaluacién y con criterios externos de expertos independientes. ‘Se conté con una muestra de 61. casos, de los cuales 27 fueron clasificados como clinicos y 34 como simu- ladores. En la tabla 4.3 aparecen los principales datos demograficos de ambos grupos. “Tabla 43. Composicén de ta muestra de simuladores y clnicos en contextos médico-egales clasificados por jueces independientos {N=61). Datos de la adaptacién espaiiola Aa seeb rena SIMS ......, ‘4.1.3.0 Musstras. de grepes cleaiticades por su grado de exageraciéa cle sintomas de acuerdo, sus puntuaciones en el MMPI-2 Se cont6 también con otra muestra de pacientes procedente de contextos médicolegales @ los que se les habia aplicado el MMPI2 y el SIMS. Dichos pacientes habian sido derivades Por diversas mutues de acc Gentes de trabajo y enfermedades profesionales a centros privados de psicologia clinica para que, con la ayuda del tratamiento psicol6eico adecuado, pudieran reincorporarse a la vida labora activa. La muestra esta, tba compuesta por 305 casos. Los casos fueron clasificados en virtud de si presentaban o no un patron de exageracion de sintomas en dos grupos de 32 y 273 casos respectivamente. sus resultados en el MMPI2 y se consideraba la existencia de un Esta clasificacion fue realizada a partir de cién T en la escala F mayor o igual patron de exageracion de sintomas cuando el individuo obtenfa una puntuas ‘a 70 una puntuacion en el indice FK mayor o igual a +5 (puntuacion directa). Las escala Fo de infteouencia ha demostrado su utlided para identificar efcazmente indwviduos que preten den presentarse de forma poco fevorable (mala imagen), simutando o sobredimensionand deliberodamente Sintomue psicopatolegicos (Bury y Bagby, 2002; Elhal, Naifeh, Zucker, Gold, Deltsch y Frueh, 2004; Strong, Greene y Schinka, 2000). De hecho, esta escala contiene items seleccionades para detecter estlos de res puesta atipicos © musuales, ya que el contenido de sus items esté centrado en sintomas extravagantes 0 inusuales de psicopatologia severa (Nichols, 2002). (1950) se obtiene sustrayendo la puntuacién directa de la Escala K de validez respecto F de validez (F menos K). Si el indice es positivo a partir de un deter fenciar‘a una tendencia a la exageracién deliberada de sintomas (mala 1 individuo mostraria una ten- El indice FK de Gough de la puntuacion directa de la escala ‘minado punto de corte el sujeto evid imagen); si el indice es negativo a partir de un determinado punto de corte, dencia a la negacién o encubrimiento de sintomas (buena imagen). para considerar que presentaban un patron de exageraci6n de sintomas los particinantes debian cumplr con- juntamente los erterios en estas dos escalas de validez de! MMP1.2. Se opt6 Por aplicar este emteno BOS iderar que tanto la escola F como el indice FK son facles de calculary existe una tipifeacion espafiola de Tos mismos. Asi mismo, Ia ublizacion de cntenos multescalares derwados de un mismo test ha demastiado cor una estrategia predictiva eficez pera discriminar entre suits simuladores y no simuladores (Meyers Millis y Volkert, 2002; Aguerrevere, Greve, Bianchini y Meyers, 2008). Asumiendo que el patron de exegeracién de sintomas psicopatologicos es un constructo dimensional (Wel ters, Rogers, Berry, Miller, Duncan, McCusker, Payne y Granacher, 2008), podemos situa a los inciiduos & te continuo con un extremo inferior, encubrimiento de sintomas 0 defenswvidad, y un extremo superion ex feracin de sintomas 0 simulact, Greene (2008) cocfica cimensionalmente las puntuaciones en las der aor esvalas de vaidez del MMP-2 asignando el percenti ala defensividad y el percent 99 a a simulaciin Siitzando los baremos de este autor calculados para poblacién clinica, al eiteno de F = 70 le corresponds: fa un percentil entre 90 y 95 y al criterio de FK » +5 le corresponderfa un percent de 90, ambos muy pro ximos al extremo de exageracion de sintomas o simulacién. En la tabla 4.4 se pueden observar las caracteristicas tanto de la muestra total como de cada uno de los Bry pos establecidos por su nivel de exageracion de sintomas, evaluados mediante el MMPI-2. 4. Composicion de Ia muestra de casos en c stos médico-legales clasificados por sus puntua on exageracién de sintomas (N=305). Datos de la adaptacién esp tad Sexo a Media oe Rango mueres G sin exageracion de sitornas 6s G. con exageracion sintomas 9, 8 8 6 Total 305 30.4 106 1765 os 4.1.4, Muestras especi as de dolor erénico Unos de los campos relevantes para el estudio de la simulaci6n es el dolor crénico. Algunos estudios sugie- ren que la incidencia de la simulacién de dolor es significativamente alta, estimandose los rangos de preva- lencia entre un 25% y un 30% tanto para fibromiaigia (Gervais, Russell y Green, 2001) como para dolor ord rico en general (Gervais, Green, Allen et al, 2001). De hecho, es en los trastornos asociados al dolor (fibromialgia, fatiga crénica, dolor crénico o trastornos somatoformes) donde se encuentra una mayor inci- dencia de la simulacion, representando mas de la mitad (66%) de los casos de simulacion de patologias (Gon- zalez Ordi, Capilla Ramirez y Matalobos Veiga, 2008). En el estudio realizado por Capilla Ramirez, Gonzélez Ordi y Santamaria Fernandez (2008) se analiz6 prect samente la capacidad del SIMS para la deteccién de la simulacién de sintomatologia fisica y psicopatologica asociada a patologia dolorosa cronificada. Para ello se conté con una muestra compuesta de 55 pacientes con dolor crénico litigantes, atendidos en el centro sanitario Fremap Madrid II (ITCC), clasificados en dos grupos (dolor de espalda litigante, fibromialgia litigante), 30 voluntarios con dolor crénico de espalda no litigantes del programa de educacién postural de la Universidad Francisco de Vitona y 446 estudiantes universitarios sin patologia dolorosa crénica diagnostica- da, que sirvieron como grupo control. En la tabla 4.5 se incluyen los datos descriptivos de edad y sexo de cada uno de los grupos considerados. Se consider que los grupos litigantes podian presentar indicadores de simulacién ya que no mostraban ningtn tipo de evidencia fisica (fisiopatolégica) que explicara adecuada- mente sus quejas somaticas y estaban inmersos en procesos legales con el fin de obtener un beneficio eco- ‘némico, pensién por discapacidad, indemnizaciones por parte de aseguradoras, prolongacién de bajas labo- rales, etc. La comparacién de los resultados del SIMS en los grupos litigantes y no litigantes (y en relacién al grupo control) nos permitira establecer la capacidad de la prueba para detectar aquellos sujetos con indicios de estar simulando sus sintomas en el contexto del dolor crénico. ‘Table 4.5. Composiclin de las muestras especiticas de dolor erénico (N=85) Datos de ta adaptacion espaiola ‘Dolor de espatda itgante Foy 440 130 2164 64 Fivromaiga ingante 20 477 92 2664 2 | Dolor de espatca no itigante 20 40.6 82 2165 n Grupo control ur 236 8s 1762 Phe oat wees SIMS ..... MCMI-II y MCMI-IT 4.1.5. Muestras de validez convergente con MMPI-2, En un quinto grupo de estudios se dispuso de una muestra de 453 sujetos a los que se les habia aplicads €@1 SIMS junto con otras pruebas clésicas como son el MMPI, el MCMIIly el MCMII A partir de est0s datos ‘ce analz6 la convergencia de las puntuaciones obtenidas con el SIMS con las puntuaciones clasicamenie consideradas del MMPL2, el MCMIHI y el MCMIII para Ia evaluacion de la simulacion. Los 2805 provenian de contextos reales de evaluacién en mutuas de trabajo, aseguradoras o consultas de psicologia forense. En la tabla 4,6 pueden observarse los descriptivos de edad y sexo de cada una de las muestras de las que se dispusieron para este estudio. 4.2, Fiabi jad El concepto general de fabilidad hace referencia a la consistencia y la precision relativa con que las puntua- clones extraidas de un instrumento de medida (p. }., un test, una escala, un relo)) estiman los atnibutos de algo (p. ¢), ver Martinez-Arias et al, 2006). La fiabilidad es un concepto clave en las teorias psicométncas y de medicién puesto que se retaciona con la utlidad préctica de todos los tipos y sistemas de medida. Todes las medidas contienen cierto error, ya sean medidas de objetos 0 de constructos. El estuco de la fabled de las puntuaciones en el test se centra en la estimacion de la cantidad de error asociada con la obtencén de la puntuacién. En este apartado se trata la fiabilided de las puntuaciones del SIMS con respecto a dos fuentes de error: su consistencia interna y su consistencia temporal. 4.2.4. Consistencia interna Los estudios de consistencia interna reflejan el grado de homogeneidad entre los items que componen un test. Puesto que el propésito de esta prueba es medir una caracteristica concreta, una habilidad 0 un dom nio de contenido, cuanto més se relacionen unos elementos con otros, menor error habré en el test. En la ‘medida en que los elementos de una prueba sean distintos y no se relacionen unos con otros ser mas pro- able que estén midiendo aspectos distintos y la cantidad de error seré mayor debido a la heterogeneidad de los elementos, En los estudios realizados con el SIMS se estudié la fiabilidad entendida como consistencia interna con la ‘muestra total de 1.005 participantes, obteniendo resultados satisfactorios. El coeficiente alfa de fabilidad de la puntuaci6n total del SIMS fue de 0,94. Los valores de los coeficientes en las escalas que lo componen oscilaron entre 0,65 y 0,90. Las escalas de Psicosis, Trastornos amnésicos y Deterioro neurologic mostra ron unos excelentes resultados (superiores a 0,80 en los tres casos), mientras que Trastornos afectivos ¥ Baja inteligencia tuvieron valores inferiores que aconsejan manejar mayores intervalos de confianza en la Interpretaci6n de las puntuaciones de dichas escalas, ‘Toblo 4.7. Coeficentes de fabilidad del SIMS. Datos deta adaptacién esp Coeficiente alfa de Cronbach Total 094 Ps 0.90 deteriora neurligio (D 0 As 0.90 0.89 a oss 4.2.2. Consistencia temporal: Estudio test-retest a estabilidad de las puntuaciones (que en ocasiones recibe el nombre de error de muestreo temporal) se refiere al grado en el que la ejecucion de los sujetos evaluados con el test es constante a lo largo del tiem po, y se suele estimar utilizando el método testretest. Este procedimiento consiste en aplicar el test a un gfupo de personas y, pasado un tiempo, volver a evaluar a las mismas personas para comparar posterior- mente los resultados de ambas evaluaciones. La informacion disponible sobre la estabilidad temporal del SIMS proviene de los datos de su adaptacion holandesa (Merckelbach y Smith, 2003) en la que se aplicé el SIMS a 24 universitarias con un intervalo temporal entre ambas aplicaciones de 3 semanas. La correlacién test-retest de la puntuacién total {ue de 0,72 (Merckelbach y Smith, 2003), dato que indica una satisfactoria consistencia temporal, especialmente si se tiene en cuenta que el coeficiente alfa obtenido en dicha adap- tacion fue de 0,72, lo que haria que el valor de esta correlacion corregida por atenuacién (una vez controla: dos los errores de medida de consistencia interna) fuera de 0,99. No obstante, aunque existan expectativas. razonables basadas en estos datos de que los valores que se obtuvieran con la adaptacién espaola serian ‘guales 0 superiores (dados los valores mas elevados obtenidos de consistencia interna), sera deseable que €en un futuro se lleven a cabo estudios especificos que evaliien este aspecto. 4.3. Validez De acuerdo con los estdndares para la evaluacion educativa y psicolégica (AERA, APA y NCME, 1999), la val dez hace referencia a «... el grado en el que los datos y la teoria apoyan /as interpretaciones de las puntua- ciones en el test que hacen los usuarios del mismo» (cursiva afiadida al original, p. 9). Reynolds (1998) def nié la validez de forma parecida, argumentando que ésta hace referencia a la adecuacién y la precisién de la interpretacién de los resultados en un test, expresados habitualmente como una puntuacién. El presente capitulo constituye una revision de los distintos tipos de evidencias relacionadas con la validez de la interpretacién de las puntuaciones obtenidas con el SIMS. Se comenzard estudiando Ia estructura inter- nna de la prueba y su coherencia con la estructura de cinco escalas hipotetizada. En segundo lugar se abor- darén los distintos estudios que se han realizado con el SIMS empleando muestras clinicas y de andlogos. ‘Como ya se comenté con anterioridad, las estrategias de Investigacion que mayor solidez han demostrado en Cl estudio de ta simulacién son los disefios de investigacion con

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