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Capítulo III:

Forma de Estado y Gobierno

3.1. Formas de Estado y de gobierno

Partimos de la idea de que el Estado es una persona jurídico-política o entidad


compuesta por órganos de autoridad mediante los cuales ejerce su poder público, encargados
de ejecutar las políticas que garanticen los derechos de los gobernados; adquiere forma en
cuanto a su esencia y organización.

Las formas de Estado pueden ser fundamentalmente:

a). Estado central o confederación.

b). Estado federal.

Mientras que las formas de gobierno se agrupan en dos categorías:

a). Por su estructura: republicano y monárquico.

b). Por su funcionalidad: democrático, aristocrático y autocrático.

4.1.1. Forma de Estado y de gobierno en la comunidad internacional


¿De qué forma se organizan los Estados?

Desde el Siglo de las Luces en que se originó el Estado moderno, se ha producido un


elevado número de constituciones con variados contenidos, derivados de diferentes ideologías
que se desarrollaron en las sociedades. Del panorama que nos ofrece la historia constitucional
reciente podemos decir que los Estados, independientemente de su esencia, mantienen como

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principal imperativo garantizar los derechos humanos, el orden público y la paz social a través
de la aplicación equilibrada de la norma por sus órganos de poder público.

En consecuencia, nacen las uniones de Estados como una manera de fortalecer y


asegurar el buen funcionamiento de un ramo administrativo, por encima de las fronteras
estatales, ejemplo de ello es la Unión Real Astro Húngara.1 En tal sentido, las formas de
Estado y de gobierno tienen en común la referencia al poder político, a su ejercicio y a la manera en que se
organiza.

Las formas de Estado se refieren a la organización total de éste como unidad política, mientras
que las formas de gobierno se enfocan a la manera específica en que se organiza el poder público de un
Estado.

Por consiguiente, se desarrollan como formas de Estado: federal, confederado; y como


formas de gobierno: republicano, monárquico o democrático.

Por ejemplo, en el caso de los Estados socialistas, aquellos que contaron con mayor
territorio, optaron por el sistema federal; y aquellos que no, por el unitario o central.

Formas de Estado

Estado Unitario Confederado Federal

¿Cómo y qué aspectos diferencian al estado unitario, federaciones y confederaciones?

3.1.2. Formas de Estado

Tanto las federaciones como las confederaciones surgen de las alianzas entre Estados,
dependiendo del grado de ejercicio del poder y sobre quienes se aplica. Las formas de Estado
Unitario, Confederación y Federación, respectivamente:

Estado Unitario, es aquel que posee unidad política y constitucional, es


homogéneo e indivisible, y sus comarcas y regiones, carecen de autonomía propia.

Los Estados unitarios son aquellos que tienen un único centro de impulsión, de tal manera que las
funciones constituyente, legislativa, judicial y de control se radican en esa cabeza. Este tipo de Estado es la
forma más común de organización a la que evolucionó el estado-nación luego del absolutismo, que fue el que
acabó por ser reemplazado por la soberanía en los representantes elegidos por la sociedad.

1 PÉREZ SERRANO, Nicolás. Tratado de derecho político. Civitas. Madrid, 1976. p. 236.

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3.1.2.1. El Estado Unitario

El Estado unitario puede clasificarse de acuerdo al alcance de la concentración del


poder principal: será un estado:

» Centralizado, cuando todas las funciones y atribuciones del país son


concentradas en un núcleo;

» Desconcentrado, cuando existen órganos dependientes del poder central con


atribuciones o funciones específicas en los niveles locales; y

» Descentralizado, cuando hay instituciones con personalidad jurídica y


patrimonio propio, supeditadas a una supervigilancia o tutela del orden superior del
gobierno.

Algunos ejemplos de Estados Unitarios, son:

Argelia Perú Suecia Guyana Trinidad y Tobago


Camerún Uruguay Haití Togo Sudán
Kenia San Marino Marruecos Libia Rumania
Israel Irán Líbano Rep. Centroafricana Ecuador
Reino Unido Mongolia Sudáfrica Eritrea Portugal
Egipto Colombia Noruega El Salvador Panamá

3.1.2.2. La Confederación

Concepto:

Forma de gobierno, donde los estados que la integran conservan su soberanía interior y
exterior, de tal manera que las disposiciones emitidas por el órgano central, no afectan
inmediatamente a los ciudadanos de los estados que la conforman, hasta que éstos las
retoman y reconocen.

3.1.2.2.1. La experiencia Confederada en América

Cuando Abraham Lincoln fue electo Presidente, en noviembre de 1861, muchos


propietarios blancos de los estados del sur temieron que su seguridad económica, así como su
identidad cultural -especialmente por la institución de la esclavitud- fueran amenazadas por un
gobierno dominado por el partido republicano.

Entre el 20 de diciembre de 1860 y 1° de febrero de 1861, siete de los estados sureños,


Carolina del Sur, Mississippi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana, y Texas se separaron de la Unión

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como señal de protesta. El 4 de febrero, sus representantes establecieron en Montgomery,
Alabama, la resolución de formar los Estados Confederados de América (conocidos como
CSA, del inglés Confederate States of America).

Otros cuatro estados más -Virginia, Tennessee, Arkansas, y Carolina del Norte- se adhirieron
a la Confederación durante los meses de abril y mayo, justo después de que Lincoln hiciera un
llamamiento para reclutar tropas y acallar la rebelión. La negativa de estos cuatro estados
pretendidamente unionistas terminó por tensar las cuerdas y desencadenar la guerra civil.

La incorporación de los cuatro citados estados, además, dobló la población blanca de la


pretendida nueva nación, dejándola en cinco millones y medio (además de casi cuatro millones de
negros, en su gran mayoría esclavos), y permitió a la Confederación luchar con garantías por su
independencia.

Por su parte, Kentucky y Missouri enviaron representantes al congreso confederado,


pero estos dos estados nunca reconocieron oficialmente el nuevo gobierno. La capital de la
Confederación fue establecida en Richmond, Virginia, en Julio de 1861.

La mayoría de los secesionistas más radicales llevaba años luchando por conseguir una
nueva nación meridional separada de su vecina norteña, pero una vez que se logró la secesión,
estos radicales fueron sustituidos por líderes más moderados, como Jefferson Davis, que llegó
a ser uno de sus más importantes presidentes.

Inicialmente, todos los confederados estuvieron de acuerdo en mantener una política


que respetara absolutamente el principio de los derechos de cada estado, es decir, otorgar a
cada estado una alta cuota de autonomía. Sin embargo, Davis pronto se dio cuenta de que su
gobierno debía manejar más competencias, incluso a expensas de los estados, si esperaba
ganar independencia con respecto al norte. Así, decidió instituir el reclutamiento militar por
primera vez en la historia americana, suspendió importantes derechos temporalmente, y
nacionalizó varios segmentos de la economía. Esto último, sobre todo, hizo estallar en cólera a
muchos sectores de la población, opuestos por principios a semejantes actuaciones.

Todo ello causó un gran revuelo entre los habitantes del sur. Muchos de ellos se
separaron de la causa secesionistas, y crearon agitación esperando la intervención del norte.
Las revueltas crecieron con una grave crisis económica de fondo que hacía más grave la
situación de los estados sureños.

Un experimento político revolucionario en muchos aspectos, como los Estados


Confederados de América, finalmente se derrumbó entre abril y mayo de 1865, con la caída de
Richmond, la entrega de los ejércitos de la Confederación, y la captura de sus líderes políticos.
Con ello se derrumbaron sus dos grandes reivindicaciones políticas: la esclavitud fue suprimida, y
la idea de la secesión de los estados del sur quedó totalmente marginada.

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3.1.2.2.2. Sistema Confederado contemporáneo (Europa)

Estados Confederados de Europa de manera abreviada ECE o EEC, es una república


confederal constitucional compuesta por 37 confederaciones. La mayor parte del país se ubica
en el continente europeo, limita con Ucrania, Bielorrusia, Noruega y Rusia al norte, con
Argelia y Mauritania al sur en el continente africano, al este con Bosnia, Serbia, Kosovo.
Albania, Macedonia, Bulgaria y Rumanía, etcétera.

Los Estados Confederados de Europa se formaron el 1° de enero de 1998 tras el


tratado de Bruselas del 16 de junio de 1996, donde la mayoría de los miembros de la antigua
Unión Europea, decidieron integrar los territorios finalmente en un sólo estado confederal.

Formación de los Estados Confederados de Europa


El principio de la Unión

Los primeros rumores de la unión llegaron a principios del 95, pero 4 de febrero de
1995 los presidentes de Alemania (Helmut Schmidt), Francia (François Mitterrand) y Portugal
(Mario Soares) junto al Presidente de la Comisión Europea (Jacques Santer) presentaron el
proyecto de los Estados Unidos de Europa.

El 3 de mayo de 1995, la mayor parte de los miembros de la unión europea se añaden al


proyecto, excepto el Reino Unido y Suecia, Finlandia votará en referéndum si se anexionaban a
los Estados Unidos de Europa o quedaban al margen. En el mes de octubre tras
negociaciones con el Reino Unido y Suecia para que esta se integrase en el proyecto de los
Estados Unidos de Europa, se modifican los tratados para que la unión sea confederal, es el 17
de octubre del 1995 donde se nombra por primera vez los Estados Confederados de Europa.

Finalmente, el 17 de marzo de 1996, se establecen las bases del futuro estado de ECE y
se da un periodo de 3 meses para que los estados decidan unirse o no al nuevo proyecto
unitario. El 16 de junio de 1996 se firmó el Tratado de Bruselas, donde todos los estados
miembros de la Unión Europa aceptan la creación de los Estados Confederados de Europa
para el 1° de enero de 1998, el Reino Unido, Suecia y Finlandia, tras diversos referéndums
deciden no formar parte y dejan de formar parte de la Unión Europea.

Hasta el 1° de enero de 1998 se comienzan a crear las estructuras de estado básicas para
el buen funcionamiento del nuevo estado e integración de las diversas administraciones.

Primeros años de la Unión

Finalmente, el 1° de enero de 1998 se fundan los Estados Confederados de


Europa, en un principio este estado no tiene gobierno central y cada confederación siguen con sus respectivas
leyes y constituciones, además no existe una capital oficial y se nombran tres capitales, la judicial, Berlín y la

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política, Bruselas y la económica, Paris. El 1° de enero de 1999 entra en funcionamiento la moneda
única el Euro, el 15 de enero de 1999 se llevan a cabo las primeras elecciones para escoger al
primer Canciller de los Estados Confederados de Europa, en estas primeras elecciones se
presentan más de 110 partidos políticos y candidatos. Este primer gobierno tendrá una
duración de 3 años hasta 2002, donde habrá nuevas elecciones y serán por periodos de 4 años.

En las primeras elecciones llevadas a cabo entre los días 15 y 20 de enero de 1999,
ganan las elecciones el alemán Gerhard Schröder, del partido Socialista Germano, una
aglutinación de partidos socialistas y republicanos de países germanos.

El 20 de febrero de 1999 entró en vigor el primer gobierno de los Estados


Confederados de Europa con Gerhard Schröder como primer presidente. El lunes 22, todas las
administraciones públicas de las diferentes confederaciones son controladas por el gobierno
central y la Cámara Mayor desde Bruselas. Los ministerios de justicia y economía son
controlados desde Berlín y Paris respetivamente. Este gobierno pone en marcha la creación de
la nueva Constitución, donde el tratado de Bruselas indicaba que el 1° de enero de 2001 debía
entrar en vigor.

La Capital y la Constitución

Durante todo el año 1999 el gobierno central se encargó de redactar una nueva
Constitución, la nueva bandera y definir una capital nacional, según el tratado de Bruselas,
todas las ciudades de más de 400,000 mil habitantes podían presentarse como capital.

Finalmente, el 1° de enero de 2001 entró en funcionamiento la nueva Constitución, la


capital Tolosa y la nueva bandera de los Estados Confederados de Europa.

Reformas Administrativas

Desde el periodo 2001 hasta las elecciones del 2002, hay un proceso de consolidación
de las administraciones públicas y adaptación de las leyes de las confederaciones a la nueva
Constitución.

Del 15 al 20 de enero de 2002, se realizan las segundas elecciones de Canciller de los


Estados Confederados de Europa, donde ganó Romano Prodi el líder del Partido Socialista del
Mediterráneo.

Roman Prodi inició reformas y divisiones administrativas, incluidas en el tratado de


Bruselas en las que se trata la posible ampliación de nuevos estados o territorios y las
divisiones de las confederaciones actuales.

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En el año 2004 se produjo la primera reforma confederal, donde se define la nueva división
política del país y la anexión de Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovenia, Mónaco,
Andorra y Eslovaquia, algunos de estos países como Eslovenia, Mónaco y Andorra, estuvieron en
conversaciones para entrar en 1998 pero el acuerdo se cerró únicamente a los miembros de la
Unión Europea.

En 2008 se produjo la segunda anexión de estados y se produce la expansión de


territorios fuera del continente europeo, Republica Checa, Argentina, Gibraltar, Escocia, Suecia, Finlandia,
Marruecos, Croacia y Turquía.

Finalmente, en el 2010 se hace la segunda reforma confederal, donde se define la nueva


división política de los Estados Confederados de Europa.

Gobierno y política
Gobierno

Los Estados Confederados de Europa es una república constitucional, democrática y


representativa, "en la que el mandato de la mayoría es regulado por los derechos de las minorías, protegidos
por la ley". El gobierno está regulado por un sistema de controles y equilibrios, definidos por la
Constitución, que sirve como el documento legal supremo del país. En el sistema
confederal, los ciudadanos están generalmente sujetos a cinco niveles de gobierno:
Gobierno Central, Confederal, Condal, Provincial y Local; los deberes del gobierno local comúnmente
se dividen entre los gobiernos de los municipios y las provincias. En casi todos los casos, los
funcionarios del poder ejecutivo y legislativo son elegidos por sufragio directo de los
ciudadanos de la confederación.

Gobierno Central: El gobierno central está dividido en dos poderes, el legislativo y


ejecutivo, el legislativo es representado por la Cámara Mayor, el cual es escogido cada cuatro
años por los ciudadanos de los Estados Confederados y esta cámara es la que escoge al
Canciller que representa el poder ejecutivo.

Confederal: La mayoría de los poderes administrativos están controlados por la confederación, como
educación, sanidad, hacienda. Cada confederación es representada por un presidente escogido directamente por los
ciudadanos de la confederación, además de tener una cámara de representación escogido también directamente por
los ciudadanos.

Condal: Los condados estas representados por un Conde, escogido por los miembros de la cámara de
la confederación que representan dicho condado.

Provincial: No existe un representante directo de las provincias, estas simplemente son un ente
administrativo que aglutina infraestructuras que algunos municipios no pueden disponer por ellos mismos.

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Local: La administración local es representada por Alcaldes, y un consejo local, estos son elegidos
directamente por la ciudadanía.

Poder judicial

El poder judicial está totalmente separado por el poder político. Cada municipio tiene
un poder judicial escogido directamente por los ciudadanos de dicho municipio, si un
municipio no puede tener un poder judicial este será controlado por la provincia.

Cada confederación tiene una Tribunal Superior Confederal, el cual está por encima del
poder judicial local o provincial y se encarga de centrarse en las leyes derivadas de las
confederaciones. Los miembros de este tribunal son escogidos por los miembros del poder
judicial local o provincial.

La Corte Suprema es la mayor entidad jurídica del país y está representado por 20
miembros, estos controlan los tribunales superiores confederales. Los miembros del poder
judicial son escogidos 10 por los miembros del Tribunal Superior o Confederal y otros 10
directamente por los ciudadanos de los Estados Confederados de Europa.

Los rasgos básicos de una confederación

a) La fundación del Estado nace de un tratado internacional.

b) Las instituciones del Estado confederal están integradas por delegados de los
Estados miembros de la confederación, que no rinden cuentas al Estado
central, sino a los respectivos gobiernos de sus Estados.

c) Son los Estados miembros los encargados de hacer cumplir en sus respectivos
territorios las leyes dictadas por la confederación.

Los ejemplos de confederación, que ha habido en el mundo, son:

» Suiza fue una confederación desde finales del siglo XIV hasta finales
del XVIII.

» Antes de su unificación, gran parte de Alemania estaba formada por la


Confederación Germánica, creada tras la derrota de Napoleón en 1815
hasta 1866.

» Suecia y Noruega estuvieron unidas durante casi todo el siglo XIX.

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» Quizá la confederación más conocida es la de varios Estados
norteamericanos que se separaron para crear los Estados Confederados
de América, lo que dio inicio a la Guerra Civil Norteamericana.

» En fechas más recientes, Serbia y Montenegro permanecieron unidas


entre 2002 y 2006. Se puede decir que la Unión Europea es en la
práctica una confederación de Estados.

Las confederaciones se caracterizan por ejercer poder sobre los Estados miembros,
pero en los órganos superiores, y no sobre los ciudadanos particulares de cada miembro de la
confederación. Éstas surgen de la relación inter nacional basada en un tratado, que de ninguna
manera genera nueva personalidad jurídica, sólo se limitan a constituir un gobierno común
para los miembros.

El carácter de confederación permite que dos o más Estados consoliden una unidad
con independencia tanto interna como externa, con la intención de ejercer funciones en
común, sin menoscabo de su propia soberanía. En la actualidad un intento de ésta es la Unión
Europea, con la que se pretende unir al continente en cuanto a su organización económica y
fronteriza, si n que cada Estado pierda su independencia.

El ideal de Simón Bolívar fue crear, a través de una confederación, una alianza que
asegurara la independencia de las jóvenes naciones contra los poderes europeo y
norteamericano.

3.1.2.3. Federación

forma de gobierno, donde los estados que la integran ceden la totalidad de su soberanía
exterior, así como una parte de su soberanía interior al órgano federal, de tal manera
que las disposiciones emitidas por dicho órgano, afectan directa e inmediatamente a los
ciudadanos de los estados que la conforman. Es sinónimo de descentralización,
desconcentración y reconocimiento de distintos órdenes o niveles de gobierno: federal,
estatal, municipal y distrito federal.

El sistema federal como organización política se origina y desarrolla fundamentalmente


en el siglo XIX en Estados Unidos y en la Francia revolucionaria, y se caracteriza por surgir de un
pacto constitucional entre Estados de la que se erige un nuevo Estado con personalidad jurídica, por lo que sus
integrantes quedan en calidad de partes subordinadas a los principios federales.

Representa la decisión de descentralizar el poder y buscar, entre las entidades que lo


conforman, una mayor y mejor distribución de la riqueza por medio del pacto federal.
En el estado federal coexisten varios gobiernos sin que se genere rivalidad de poderes.

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Los Estados Federales, son aquellos que fundamentan su forma en la división del poder
en el territorio, es decir bajo el fundamento de que el poder se reparte originariamente entre
instituciones que controlan distintos espacios territoriales, por lo que las competencias
constitucionales también se distribuyen entre los espacios políticos. La capacidad de cobrar y
crear impuestos, por ejemplo, se reparte entre las regiones teniendo posibilidad de gravar
diferentes actividades cada uno de los estamentos.

El surgimiento de los Estados federales, también conocidos como federaciones, tiene


mucho más que ver con la armonización y con la coincidencia de intereses que en el caso de
los Estados unitarios: habitualmente el origen de las federaciones radica en un conjunto de estados
independientes reunidos para resolver problemas comunes o dotarse de una defensa mutua.

La formación de un estado centralizado se hace necesaria, pero las cuestiones relativas a


la identidad y los procesos políticos propios de cada una de las regiones permanecen
competentes a ese lugar.

Son elementos característicos del Estado federal:

a). El Estado miembro goza de autonomía constitucional de carácter normativo,


político y administrativo con plena armonía del régimen federal.

b). Los estados de la Federación intervienen por igual en el proceso de reforma de la


Constitución federal.

c). Las entidades federativas deben poseer los recursos económicos propios para
satisfacer sus necesidades.

d). El Estado federal posee normas que velan por la totalidad del territorio y las que
atañen exclusivamente a cada entidad en particular.

e). El municipio constituye la base de la división territorial y de su organización


política y administrativa.

3.1.2.3.1. Clasificación

Al igual que en el caso de los Estados unitarios, los federales tienen una clasificación
propia entre los simétricos y los asimétricos, de acuerdo a si las entidades que conforman la
federación tienen iguales competencias o no las tienen. En algunas de las federaciones, una
región tiene algunas características especiales que la dota de un mayor nivel jurisdiccional.

Algunos ejemplos de federaciones o Estados federales: las unidades de menor nivel en las que
están divididas son los estados, las provincias, las zonas, las regiones y las comunidades autónomas.

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Malasia Estados Unidos Comoras Etiopía
México Austria Suiza India
Venezuela Irak Australia Canadá
Sudán Alemania Bosnia y Herzegovina Brasil
Pakistán Rusia Sudán del Sur Argentina

3.2. República, democracia y régimen representativo


¿Cuál es la utilidad de las formas de gobierno?

La república surge en oposición a la monarquía como una alternativa de gobierno


a cargo de varias personas, en tanto que niega el ejercicio del poder a una sola. Ésta se
rige como la única o suprema, capacitada para tomar por sí decisiones que conciernen
a la comunidad a la que pertenece y para la cual gobierna.

Por su parte, la democracia parte de la concepción del poder popular o del pueblo,
siendo éste su objetivo primero y último. De tal forma, el consenso popular se respalda en el
orden constitucional mediante el voto.

En cuanto a la monarquía su origen se sustenta en el poder divino depositado en el rey,


quien ejercía dicho poder en forma absoluta sobre su reino y súbditos. En la actualidad
subsisten algunos países con sistema monárquico como Inglaterra, sólo que lo han adaptado a
un control parlamentario en el que se nombra a un jefe de Estado o monarca y a un jefe de
gobierno o Primer Ministro, figura de contrapeso en el ejercicio del poder.

El término república ha tenido diversas significaciones, desde la concepción romana de


rex publicum —cosa pública—, hasta la expresada por Nicolás Maquiavelo, al oponer
conceptualmente república a la monarquía. De tal manera, que nuestra Constitución
contempla la acepción de república, como opuesta a monarquía.

El sistema republicano: Es la forma de gobierno, donde la jefatura de estado no es vitalicia sino


de renovación periódica, para lo cual se consulta la voluntad popular.

En la teoría y la ciencia política, el término república se puede referir a varias formas de


estado. Tradicionalmente, se ha definido la república como la forma de gobierno de los países en los que el

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pueblo tiene la soberanía o facultad para el ejercicio del poder, aunque sea delegado por el pueblo soberano en
gobernantes que elige de un modo u otro.

Una república está fundamentada en el "imperio de la ley" y no en el "imperio de los


hombres". Una república es, el lugar donde tanto gobernantes como gobernados se someten por igual a un
conjunto de principios fundamentales normalmente establecidos en una Constitución.

Aristóteles aseveraba categóricamente: "Un montón de gente no es una república". La


Constitución, de ser apegada al Derecho, sirve para protegerlo y definir incluso qué leyes son
buenas y cuáles malas en el marco de referencia constitucional.

El desconocimiento de estos principios clásicos en el mundo moderno, lentamente han


conducido a muchos a expresarse en términos de "repúblicas democráticas" o "repúblicas islámicas",
sin considerar la contradicción que tales frases contienen.

El régimen republicano se opone al monárquico, en razón de que el jefe de estado en este


último, es vitalicio, además que pueda trasmitirlo por muerte o abdicación. Es precisamente aquí, en la
figura del Jefe de Estado (Presidente en la república, y emperador o rey en la Monarquía), donde
ocurren las notas características de estos regímenes políticos.

Se afirma que el régimen republicano, ofrece una doble ventaja:

1. Se puede seleccionar el más apto.


2. Que en la selección intervenga la voluntad popular.

Los elementos comunes que la cultura occidental identifica en una “República”:

1). La periodicidad en los cargos;


2). La publicidad de los actos de gobierno, no es posible el secreto de Estado;
3). La responsabilidad de políticos y funcionarios públicos;
4). La separación y control entre los poderes;
5). La soberanía de la ley;
6). El ejercicio de la ciudadanía, quien pone y depone;
7). La práctica del respeto, y no la tolerancia, con las ideas opuestas;
8). La igualdad ante la ley;
9). La idoneidad como condición de acceso a los cargos públicos.

3.2.1. Ambigüedad en definiciones

La aplicación de la misma palabra a dos conceptos distintos pero relacionados lleva a


inconsistencias:

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1). Los países que son repúblicas, normalmente aducen que son repúblicas
en un sentido tradicional, aunque en muchos casos sean regímenes autócratas o
dictatoriales donde el pueblo no es soberano.

2). Una monarquía electiva con soberanía popular o una monarquía constitucional
serían repúblicas en sentido tradicional, porque la soberanía está en el pueblo que
otorga más o menos atribuciones a un monarca no soberano. Sin embargo, en la
práctica jamás se llama república a una monarquía.

Los analistas políticos creen que la Primera guerra mundial desató el fin de las
monarquías tradicionales. La forma de estado republicana (definición tradicional) se impuso en
la mayoría de los estados desarrollados, monarquías o no. Tras la primera guerra mundial, con
el Tratado de Versalles desaparecieron tanto el Imperio austrohúngaro, como el Imperio
alemán. Además, los monarcas de los estados ganadores fueron cediendo poderes y
prerrogativas a instituciones democráticas electas.

3.2.2. Jefes de Estado

En las repúblicas más modernas, el Jefe de Estado es llamado el Presidente de la


República (o presidente), que no hay que confundir con Primer Ministro o Presidente del
Gobierno. En algunos países el Presidente recibe la denominación como: cónsul, dux, knyazs,
archon, etcétera.

En las repúblicas democráticas, el Jefe de Estado ha de ganar unas elecciones. Estas,


puede ser directas o indirectas (se forma un consejo especial o es el parlamento quien elige a la cabeza del
Estado); cuando el presidente es electo, normalmente, desempeña su cargo en un periodo
preestablecido (generalmente, cuatro a seis años), finalizado este periodo, se celebran nuevas
elecciones. Muchas legislaciones nacionales, limitan el número de Reelecciones a las que puede
presentarse un Presidente cuando ya ha concluido su primer mandato.

» Si el Jefe del Estado de una república es al mismo tiempo el Jefe


del Gobierno, a este tipo de República se dice que tiene un Sistema de gobierno
presidencial. Éste es el caso de Estados Unidos, Chile y México.

» Por el contrario, en los Sistemas de gobierno semi presidenciales,


el Jefe de Estado no es la misma persona que el Jefe del Gobierno. En estos casos, se
da la diferenciación entre Presidente de la República y Primer Ministro (Presidente
del Gobierno). En estos casos, el papel del Presidente de la República resulta casi
ceremonial, aunque tiene tareas específicas como el papel consultivo en la formación de
un gobierno después de una elección. Por el contrario, es el primer ministro el que
cuenta con el poder ejecutivo.

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En los sistemas semi presidenciales, puede darse el caso (dependerá de los sistemas y
calendarios de elección de cada país) que el Presidente de la República y el Primer Ministro
pertenezcan a diferentes partidos políticos, con ideologías encontradas. Esta cohabitación
suele darse a menudo en Francia. En otros países, como Alemania o India, sin embargo, el
presidente de la República, tiene que permanecer estrictamente independiente a la dinámica
gobierno/oposición.

Por último, en otros países, como Suiza o San Marino, la presidencia de la República
no la ejerce una persona, sino que lo hace un Consejo o Comité. En este caso, la cabeza visible del
Estado va rotando entre los miembros del Consejo. En el caso de San Marino, cada medio
año. En el caso de Suiza, cada año nuevo. Estos sistemas son una herencia de la Antigua república
romana donde también rotaba este cargo. Los Comicios designaban a dos cónsules que ocupaban el cargo
durante un año. La rotación era mensual. En cada semiperiodo, un cónsul ejercía el poder real (cónsul mayor),
mientras que el otro lo supervisaba.

3.2.3. República y Religión

Una de las principales motivaciones por las que se cambiaba del régimen monárquico al
republicano, era el aspecto religioso. La mayoría de monarquías tenían una religión oficial del Estado de
la que no se podían discernir, mientras que las repúblicas, sobre todo desde que la francesa y la
estadounidense establecieran las bases para el derecho que actualmente recogen la mayoría de constituciones, la
materia de libertad de culto, dejan este aspecto a la libre elección del ciudadano.

3.2.4. Repúblicas laicistas

Muchas veces, las revoluciones que han propiciado el cambio de Monarquía a República han sido
altamente laicistas, lo que en ocasiones ha despertado un importante sentimiento anticlerical a raíz del apoyo y el
simbolismo que algunas confesiones religiosas como el catolicismo han prestado al Antiguo Régimen, o por su
estrecha vinculación con las oligarquías, así como el papel eminentemente reaccionario que las
jerarquías eclesiásticas han tendido a desempeñar en su complicidad o defensa activa del orden
establecido. En los casos de mayor exacerbación, o de mayor acumulación histórica de
frustración y sufrimiento por parte de las clases populares y oprimidas, a raíz del status quo, esto
ha llegado a provocar quemas de iglesias, persecución de religiosos y destrucción de arte sacro,
etcétera.

Casos de ello se dieron en Francia, durante la revolución francesa o en algunas


revoluciones socialistas, como las que dieron paso a las distintas Repúblicas Soviéticas (algunas
de corta duración), así como las de Vietnam, Corea del Norte, China, o la inconclusa Revolución
social española de 1936, que tiene lugar en el seno de la II República tras el frustrado golpe de
Estado fascista, por parte de los militares sublevados, que dio lugar al estallido de la Guerra
Civil, siendo los intentos o afiliaciones revolucionarias duramente reprimidas desde el bando
sublevado ó nacional. Aunque también la imposición de monarquías o estados totalitarios han fomentado

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en ocasiones la persecución o ataque a minorías religiosas como a los judíos, o a los cristianos en el Japón
Tokugawa, o han legitimado su poder en la religión, como la dictadura de carácter fascista del
General Francisco Franco y su nacional catolicismo.

En los Estados Unidos, no sucedió esto, probablemente, porque la suya más que
revolución, fue ante todo una Guerra de Independencia para librarse de los abusos de la
corona británica. No obstante, la joven nación no eligió ninguna religión de Estado en
especial, aunque sí hace referencia en ocasiones a la Biblia o a Dios, en su constitución.
Francia, pionero en la independencia de la religión y el estado, asumiría la laicidad del estado
finalmente a principios del siglo XX.

3.2.5. Repúblicas confesionales

Si bien es cierto que muchas veces se ha esgrimido el sentimiento anti-religioso para


favorecer la implantación de un régimen republicano, otras tantas veces, ha sido al revés, se ha
utilizado un sentimiento religioso (en ocasiones, incluso fundamentalista), con idéntico
objetivo.

El sentimiento religioso jugó un importante papel, por ejemplo, en el


derrocamiento del Régimen del Sha en Irán, que fue substituido por una república
dirigida por los líderes espirituales islámicos, los ayatolas. De hecho, Irán tiene como
nomenclatura oficial la de República Islámica de Irán.

Algunos países se han organizado como una república, para establecer una religión
estatal en su constitución. El ejemplo más evidente es el de las República Islámicas, aunque no
son las únicas, lo mismo sucede el polo opuesto, en el Estado de Israel.

Históricamente, muchas repúblicas se han definido en función de una religión, como la


República católica de Irlanda o la República protestante de los Países Bajos.

En este caso, al dotar a la República de una determinada religión oficial, lo que se busca
es impedir injerencias en el culto estatal, provengan dichas injerencias de dentro del propio
Estado o del exterior.

3.2.6. República y Democracia


¿Qué debe entenderse por República?

La figura de la República se genera como alternativa de un gobierno plural. El carácter


republicano de un gobierno es en el que la jefatura del Estado, anteponiéndose a la
permanencia vitalicia, hace gala de una renovación periódica, la que goza de la expresión
popular, ofreciendo la posibilidad de seleccionar al más apto para el cargo supremo.2
2 TENA RAMÍREZ, Felipe. Derecho constitucional… Op. Cit. pp. 79-80.

15
La república, se asocia con la democracia. De hecho, si todos los estados que se
autodenominan repúblicas realmente se acoplaran a la definición, no habrá problema en que esta asociación
fuera automática. El problema es que, en muchas autodenominadas repúblicas, la soberanía no reside en el
pueblo.

El derecho a voto ha sufrido una larga evolución. De hecho, no se generalizo el


sufragio universal (derecho a voto solo limitado por la mayoría de edad) hasta mediados del
siglo XX. Antes, este derecho estaba bastante restringido. Sólo determinados estratos sociales
podían votar, o se discriminaba por cuestiones de origen, color de piel, sexo, etc. Actualmente,
a muchas formas de democracia de la antigüedad (incluyendo la Democracia ateniense se las
denomina Plutocracias, pues sólo permitía votar a la oligarquía dominante)

Un instrumento de democracia directa son los referendos, pero éstos sólo son
convocados, normalmente, por algún motivo extraordinario. Pocos países, entre los que está
Suiza, convocan varios referendos al año.

Países declarados como socialistas o comunistas, suelen tener un alto índice de


participación del pueblo, que denominan proletariado, pero en cambio, las decisiones que ahí se toman, no son de
gran alcance o bien no cuentan con una base realmente democrática donde se puedan discutir y plantear por toda
la sociedad las ventajas o inconvenientes al apoyarlos. Por ejemplo, del Régimen de Fidel Castro en
Cuba que organiza los llamados comités populares para que los ciudadanos puedan participar
en la toma de decisiones.

Además, muchas de las antiguas repúblicas socialistas de Europa del Este incorporaron
a su nombre la denominación titular de democracia, pero al igual que el concepto de república
moderna, no se ajustaban a la realidad o a la definición común. Ni se trataba de regímenes
participativos de manera transparente y con derechos humanos básicos, ni se ejercían
consultas directas (referendos) a la ciudadanía en las condiciones adecuadas. Un ejemplo sería,
antes de la reunificación de Alemania, la hoy desaparecida, República Democrática Alemana.

En otros estados considerados democráticos como México, sin embargo, esto se puede
comparar, según opiniones, con los plebiscitos que toman la opinión del pueblo, pero sin que
la sociedad en sí tome parte activa en la legislación, y la cámara de diputados.

Estos elementos son importantes para acercarnos a la democracia; para explicar la


Democracia, recurrimos a la clasificación aristotélica, no por ser la única que la conceptúe,
sino por constituir una de las concepciones clásicas acerca de ésta:

“Para Aristóteles el poder de mando o de gobierno puede residir en un sólo


individuo, en una mayoría o en una minoría. En cada uno de estos fundamentos
distingue el autor, una forma pura y una forma impura.

16
Cuando el gobierno reside en un sólo individuo, tenemos la forma pura
de la monarquía —si usa el poder que tiene en beneficio de todos—; se da
la forma impura de gobierno, cuando ese individuo usa el poder en su beneficio o
sus favoritos, lo cual constituye una tiranía.

Cuando el gobierno reside en una minoría, existe la forma pura de la


Aristocracia, si esta usa el poder en beneficio de todos; y se da la forma impura u
"oligarquía", si el poder sólo beneficia a la minoría que lo detenta.

Cuando la mayoría, usufructúa el poder, estaremos en la forma pura de la


democracia, si favorece a todos por igual; la forma impura será la demagogia, si se
aplica tan sólo a los desposeídos”.

En suma: entendemos que el principio consagrado por nuestra Constitución —de acuerdo a la
clasificación aristotélica—, lo es la democracia como forma pura, en virtud de que el artículo 40 establece el
gobierno democrático, y en el numeral 39 de la misma, expresa que: todo poder público dimana del pueblo y se
instituye para beneficio de éste, elementos que se ajustan a la definición dada en la clasificación de
Aristóteles, como forma pura de la democracia.

Bien podemos concluir, que la democracia al tenor de Benjamín Franklin: es el


gobierno de todos para beneficio de todos.

La definición anterior nos plantea:

▬ Que todos debemos gozar de los beneficios del gobierno.

▬ Que en las colectividades modernas, es casi imposible que todos


participen de manera directa en la función de gobernar.

Por lo tanto, el pueblo nombrará a sus representantes, y a quienes han de gobernarlo; la


participación por igual en la designación de los representantes, y no en el gobierno directo del
pueblo, es lo que caracteriza a nuestra democracia; cuestión que se concreta en el artículo 40
de la norma fundamental, al establecer como forma de gobierno el régimen representativo.

¿Cuál es el origen de este término democracia?

La concepción del término democracia encuentra su origen en la antigua Grecia, y se


comprende como el poder ejercido por el pueblo. Este concepto hace referencia tanto a un
conjunto de ideales como a un sistema político.

17
En nuestro país se aplica la democracia representativa, donde la voluntad del pueblo se
ejerce a través del número de representantes que en calidad de legisladores ha fijado la ley
previamente.

El régimen democrático tiene un carácter representativo que supone el dualismo de


voluntades entre la del representante y la de los gobernados. En la democracia representativa
se da por hecho la existencia de una estructura estatal, cuyos órganos asumen las tareas de
gobierno, que expresa la voluntad colectiva, permitiendo así el funcionamiento del Estado.3

No sólo implica consentir en la representación del pueblo por una persona elegida, sino
también en darle todas las autorizaciones pertinentes para que en su nombre, no individual sino colectivo, tome
las decisiones que garanticen el bienestar general.

La representación es de carácter pública, confiriéndole la imagen en función del interés


estatal y adquiriendo las siguientes características:

1). El representante lo es de todo el pueblo.


2). Actúa de forma independiente a sus electores.
3). Es pagado por el Estado y no por los votantes.
4). Los electores no pueden separar del cargo al representante a través de la idea de
revocación del mandato.
5). El representante es electo por voto directo.

3.2.7. El Sufragio y sistema representativo


¿Cuál es la utilidad de las formas de gobierno?

Durante más de un siglo, la representación política, aunque fuera como ficción jurídica,
dio lugar a grandes ilusiones dentro de la democracia burguesa y puede decirse que dominó en
la mayor parte de los Estados modernos.

Implica la participación del pueblo en el ejercicio de las funciones estatales, recurriendo


al artificio de confiarlas sólo a algunos individuos elegidos como representantes de toda la
colectividad.

En la mayoría de los regímenes constitucionales surgidos durante el siglo se conformó


el principio de la democracia representativa, teniendo como base esencial que la
mayoría ciudadana expresara su voluntad mediante sus representantes, ya sea en el
Parlamento o en el Congreso como es en nuestro caso.

El gobierno representativo es aquel en que el titular del poder político no lo ejerce por
sí mismo, sino por medio de representantes quienes, en su momento, formulan las normas

3 CARPIZO McGregor, Jorge. Estudios constitucionales... Op. Cit. pp. 158 y ss.

18
jurídicas, las hacen cumplir, deciden la solución a los problemas públicos y desempeñan las
más importantes funciones de la soberanía. En consecuencia, cuando el pueblo, siendo el
titular del poder político, designa a sus representantes para la integración de los órganos que
ejercen los diversos atributos del mando, existe la democracia representativa.4

En nuestro país la representación política se regula en los artículos constitucionales del


51 al 61 respecto a la elección de los miembros del Congreso, y en el 89 en cuanto al
presidente de la República.

Para elegir representantes, los ciudadanos tienen derecho a votar. El VOTO O


SUFRAGIO, es la expresión de la voluntad individual en ejercicio de los derechos políticos que tienen los
ciudadanos. La suma de votos revela dicha voluntad popular.

Se deduce entonces, que existen derechos activos (de ejercicio) y derechos pasivos (de goce).

a). Los activos: requieren en el sujeto capacidad funcional, por ejemplo: el


derecho de asociación. Los pasivos: sólo exigen capacidad receptiva.

b). Los pasivos sólo constituyen un goce cuando se ejercitan, mientras que, los
pasivos son de goce continuo.

c). Ambos son personales, pero por distinto concepto: los primeros en
cuanto a la persona, sólo puede disfrutarlos por propia actividad, los segundos por
excluir del goce a los demás.

Según el artículo 35 fracciones I y II de nuestra Constitución:

“I. Votar en las elecciones populares;

II. Poder ser votado para todos los cargos de elección popular y nombrado para
cualquier otro empleo o comisión, teniendo las calidades que establezca la ley; (...)”.

De tal manera se entiende, quiénes son los únicos titulares del derecho del voto: los
ciudadanos con el doble atributo, a designar y a ser designados.

El artículo 34 constitucional, define quienes son ciudadanos:

▬ Los varones y mujeres (*)5


▬ Que sean mayores de edad (18 años)
▬ Que tengan la calidad de mexicanos

4 SILVA BASCUÑÁN, Alejandro. Tratado de derecho constitucional. Jurídica de Chile. Santiago, 1963. pp. 178 y ss.
5 (*) Desde el día 17 de octubre de 1953 se le reconoce a la mujer, en nuestro país, derecho al voto.

19
▬ Que tengan un modo honesto de vivir.

3.3. Forma de Estado y de gobierno en México

Partimos de la interrogante siguiente: ¿Cuál es la forma de Estado y de gobierno en México?

La Constitución mexicana de 1917, adoptó la forma federal para la organización del


Estado, y definió como forma de gobierno el republicano, democrático y representativo, según lo
previsto en el artículo 40 y 41. Así, de acuerdo con el contenido de los artículos referidos, el
Estado mexicano surge como Federación de un pacto entre estados para crear una nueva
entidad jurídico-política diferente a la de sus integrantes, en las que existe coincidencia en las
decisiones fundamentales entre la Federación y las entidades federativas.

En cuanto a su forma de gobierno se adhiere a la figura republicana de carácter


democrático y representativo.

Por orden metodológico debemos definir a federalismo. De acuerdo con el significado


etimológico de la palabra, federalismo viene del concepto de federación, éste a su vez del vocablo latino foedus o
federare , que nos expresa ligar, unir o alianza; por lo que consecuentemente un estado federal será aquel que
fue formado por varios estados o entidades que permanecían separados antes del pacto.

Moushkeli nos manifiesta que lo que caracteriza al Estado federal es una doble cara, pues en
ciertos aspectos se presenta como un Estado unitario y en otros su apariencia es la de una agrupación federativa
de colectividades inferiores, descentralizadas hasta el más alto grado pero que toman parte o intervienen en la
formación de la voluntad del Estado.

Montesquieu, Madison y Hamilton, Meyer, Gierke y muchos otros han definido de


diferentes maneras el sistema federal. En algunos casos se mencionan las diferencias entre
Estado unitario, confederación y Estado federal, para el efecto de poder llegar a una
definición. Varios autores no lo definen y sólo expresan sus puntos de vista acerca de las
características y de la naturaleza jurídica para poder referirse a una noción de lo que es el
Estado federal.

Para José Gamas Torruco, los elementos fundamentales del Estado federal son:

1). Un orden jurídico supremo, expresión de la soberanía popular,


refiriéndose a la Constitución;

2). La coexistencia de dos órdenes jurídicos, el de la federación y el de los


estados, pero subordinados a la Constitución;

20
3). Que los estados miembros gozan de autonomía, entendida ésta como la
atribución de crear su propio derecho, pero subordinado a las
disposiciones constitucionales;

4). El señalamiento de procedimientos y reglas para mantener el orden y la


coordinación entre el gobierno federal y los gobiernos de los estados.

Para Jorge Carpizo las características de un Estado federal son:

1). Una constitución que crea dos órdenes delegados y subordinados, pero que
entre sí están coordinados: el de la federación y el de las entidades
federativas;

2). Las entidades federativas gozan de autonomía y otorgan su propia ley


fundamental para su régimen interno;

3). Los funcionarios de las entidades federativas no dependen de las autoridades de


carácter federal;

4). Las entidades federativas deben poseer los recursos económicos necesarios para
satisfacer sus necesidades;

5). Las entidades federativas intervienen en el proceso de reforma constitucional.

Tanto en lo que se refiere a la definición como a las características esenciales del


federalismo, la multiplicidad de conceptos nos lleva a concluir que, en sentido estricto, sólo se acepta una
noción muy generalizada para identificar lo que es el federalismo y lo que es un Estado federal.

3.3.1. Naturaleza jurídica del estado federal

Otro tema que ha merecido la polémica y el enriquecimiento doctrinario jurídico ha


sido determinar la naturaleza jurídica del Estado federal.

No es fácil dar una explicación satisfactoria, con un enfoque legal, acerca de un Estado,
considerado como tal en el ámbito internacional e internamente pero, al mismo tiempo,
coexistiendo dentro de tal entidad política estados-miembros con atribuciones autónomas.

Manuel González Oropeza considera que son dos los criterios clasificadores de la
naturaleza jurídica del Estado Federal.

1).- La idea de soberanía y

21
2).- La diferenciación entre confederación, Estado unitario y Estado
federal.

Jorge Carpizo analiza la naturaleza jurídica del sistema federal, ateniéndose a seis teorías
que, en su opinión, son determinantes para clarificar la idea de lo que es el sistema federal
acorde con su naturaleza jurídica:

1).- La teoría de la cosoberanía que sostiene la distribución de la soberanía


de un Estado, toda vez que una parte queda asignada al Estado federal y el resto a
las entidades federativas. Al principal exponente que cita Carpizo es a Alexis
de Tocqueville, que elaboró la teoría después de conocer el sistema de
gobierno implantado en Estados Unidos de América.

Para dilucidar la esfera competencial de los gobiernos coexistentes se hizo uso de tres
posibilidades:

a). Que la competencia del gobierno federal se anuncie y las materias


residuales o restantes se asignen a los estados miembros;

b). Que por el contrario la competencia de las entidades federativas se


enumere en la carta fundamental y el gobierno federal asuma las
funciones o aspectos no mencionados; y

c). Que la esfera de competencia, tanto del gobierno federal como de las
entidades federativas, se especifique en la Constitución. Al sostenerse que
la soberanía es única y no se puede dividir, además de estimar que el
gobierno federal es superior a los gobiernos estatales, se desechó esta teoría.

2).- La teoría de la nulificación, es mencionada por Carpizo,


comentando lo expuesto por Calhoun y Seidel en el sentido de que, si la
soberanía es indivisible, cuando la asignamos a la federación los estados se
transforman en inexistentes, y sí en cambio la soberanía se deposita en los estados
entonces la federación deja de tener vida. La certeza de que el Estado federal
tiene plena vigencia ha descalificado la teoría de la nulificación.

3).- La tercera teoría es la que manifiesta que el Estado federal es


quien ostenta la soberanía y las entidades federativas poseen
derecho de dominación y libertad de acción, que el rasgo distintivo y
la naturaleza jurídica son las relaciones de dominación. Jellinek se
significó por el manejo de esta teoría.

22
4). James Wilson popularizó la idea de que en realidad el Estado
federal no está dividido, pues es un Estado único pero formado por dos partes
distintas, que el gobierno es el que se separa en dos órbitas de competencia diferente.

5). Jean Dabin, presenta una interesante innovación a las doctrinas de la


estructura jurídica del Estado federal, estimándose este último como una forma de
descentralización; para este tratadista el poder es el que se descentraliza y de ninguna
manera la soberanía. El poder se descentraliza cuando dentro del Estado existen
grupos u órganos que detentan ejercicio del poder en una esfera determinada y por
supuesto más reducida que la correspondiente al Estado federal. Con esta forma
de descentralización se promueve la intervención de los ciudadanos, a la
vez que se les acerca a los centros que ejercen el poder de sus
comunidades, permitiendo además una vigilancia más estrecha para
evitar desvíos de los funcionarios aludidos. La intervención anterior de los
ciudadanos en los órganos de poder locales no les limita de ninguna manera a que
participen en la designación de los titulares del poder federal. Tal como lógicamente se
desprende, existe una descentralización administrativa pero también una
descentralización política, lo que es relevante.

6). Ya dentro de la tesis de que el Estado federal es una forma de


descentralización, Kelsen se suma a ella y para explicarla con mayor
amplitud hace mención de los tres círculos estatales; es decir, la Constitución, que es
la norma fundamental que estructura al Estado y que crea el orden federal y los
órdenes locales; en segundo lugar, el gobierno federal con su respectivo orden jurídico, y
finalmente los órdenes jurídicos estatales y sus respectivos gobiernos creados por tales
reglas de derecho. La Constitución prevé las competencias y la ubicación de la
federación y de los estados y de ninguna manera establece subordinación. El Estado
federal es el todo y sus partes el orden federal y los órdenes estatales.

Carpizo se suma a la tesis de que el Estado federal es una forma de descentralización y


consecuentemente de esa doctrina extrae las características fundamentales del Estado federal a
que nos hemos referido en párrafos superiores. Moushkeli nos explica de manera brillante y
extensa las diferentes teorías jurídicas del Estado federal, a las que ya nos hemos referido, y se
suma a la sustentada y ya explicada de Kelsen.

Actividad de aprendizaje

1. Es la potestad del Estado para ejercer el poder a) Constitución.


público sobre los ciudadanos: b) Soberanía interior.
c) Soberanía exterior.
d) Soberanía.

23
2. ¿En quién reside la soberanía nacional? a) Nación.
b) Órganos de poder público.
c) Pueblo.
d) Estado.
3. Organiza la estructura del Estado: a) Leyes.
b) Constitución.
c) Formas de Estad o.
d) Formas de gobierno.
4. Define el ejercicio del poder: a) Forma de gobierno.
b) Constitución.
c) Soberanía.
d) Forma de Estado.
5. Sus miembros gozan de autonomía constitucional, a) Confederación.
política y administrativa: b) Monarquía.
c) Democracia.
d) Federación.

3.3.2. El Sistema Federal mexicano sui generis

Desde el momento en que se redacta el Acta de Independencia del Imperio Mexicano,


la voluntad manifiesta y definitiva es retomar en sus propias manos los destinos de la nación
independiente, de la manera en que más convenga a sus propios intereses. A sí queda explícito
el deseo soberano de iniciar una vida nacional con base en la libre determinación. La idea de
formar la Federación surge en la etapa comprendida entre 1812 a 1824 con la firma de la
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, año en el que se concretó el pacto
unión y se creó la nueva persona jurídica.

El federalismo en la Constitución de 1824 se centró en la idea de la división de poderes


tomada de Montesquieu y Rousseau. En cuanto a la sede de los poderes se crea el Distrito
Federal comprendiendo dos leguas de extensión.

La Constitución de 1824 se integró por 19 Estados: Chiapas, Chihuahua, Coahuila y Texas,


Durango, Guanajuato, México, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla de los Ángeles, Querétaro, San
Luis Potosí, Sonora y Sinaloa o Estado de Occidente, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Jalisco, Yucatán y
Zacatecas. Además, se conformaron 4 territorios federales: la Alta California, la Baja California,
Colima, y Santa Fe de Nuevo México. Después de la publicación de la Constitución, en ese mismo
año se creó el Distrito Federal y Tlaxcala, que había conservado un estatus especial desde los
tiempos de la conquista, se integró como territorio.

Por su parte, la Constitución Federal de 1857 instauró de manera definitiva la República


Federal, configurando la división política de la nación y dividiendo la circunscripción de los
estados de Aguascalientes, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, México,

24
Michoacán, Nuevo León, Coahuila, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco,
Tamaulipas, Tlaxcala, Valle de México, Veracruz y Yucatán, además del territorio de Baja California.

Asimismo, dividió en tres el ejercicio del poder público: Ejecutivo, Legislativo y


Judicial. De igual forma prohibió la reelección de manera sucesiva e inmediata, tanto para los
titulares del Ejecutivo de la Unión como para los estados. El Poder Legislativo quedó en
manos de una sola cámara denominada de Diputados suprimiendo la de Senadores.

Actividad de aprendizaje
Localiza las Constituciones Políticas de tres países y compara las partes que las integran
contra la de México, emitiendo tus conclusiones.
Ubica cuáles han sido las reformas a la Constitución Mexicana que últimamente ha sufrido y
coméntalas en clase.
Elabora un análisis del concepto de democracia en México.

3.3.3. Sistema de distribución de competencias en el federalismo mexicano


3.3.3.1. Las Facultades expresas, implícitas, concurrentes y coincidentes

La Constitución ha establecido un sistema de competencias que se expresan a través de


sus facultades. Los poderes públicos han sido investidos con expresas atribuciones que les
fueron asignadas desde la creación de éstos, por lo que cualquier ejercicio fuera de éstas, es
considerado nulo de pleno derecho; por lo tanto, el límite de las facultades de los poderes se
encuentra donde se les delimitó su competencia. Podemos aseverar la existencia de diversas
facultades:

Las facultades explícitas:

“aquellas que son conferidas a cualquiera de los poderes federales, en determinada


materia”.

La excepción a las facultades explícitas o expresas, la encontramos en el artículo 73


fracción XXX, que consagra las llamadas:

Facultades implícitas:

“Son facultades que el poder legislativo puede conceder a cualquiera de los poderes
federales o a sí mismo, como medio necesario para ejercer alguna de las facultades
expresas”.

Éstas, se justifican cuando reúnen los requisitos siguientes:

25
1.- La existencia de una facultad explícita, que por sí sola no podría ejercerse
2.- La relación de medio necesario respecto a fin; sin la primera –facultad
expresa- no podría hacerse uso de la segunda –facultad implícita-.
3.- Reconocimiento del Congreso de la Unión, de la necesidad de la facultad
implícita, y su otorgamiento (por el mismo Congreso) al poder que la
requiere.

Facultades Concurrentes:

De índole diversa a las implícitas, y regidas por un sistema distinto —aunque como
aquéllas constituyen una excepción, al principio establecido en el artículo 124— son las
llamadas facultades concurrentes.

Reciben este nombre en el derecho norteamericano, las facultades que pueden ejercer
los estados, mientras no las ejerza la federación, titular constitucional de las mismas.

“Son aquellas que corresponden a los poderes federales, pero que en determinadas
circunstancias pueden ejercer válidamente los poderes de los estados, entre tanto
aquéllos no las ejerzan (...)”. 6

Las facultades concurrentes, no están estipuladas por la constitución norteamericana,


sino por su jurisprudencia y doctrina. Con su uso se pretendió llenar los vacíos de poder que
los primeros poderes federales dejaban; la actuación de los poderes de los estados en materia
federal se consideró válida mientras ésta no las ejerciera; lo cual significaba que una vez que la
federación las retomaba, automáticamente cesaba la intervención de las autoridades locales.

Es impropio en nuestro idioma utilizar la palabra concurrente, dado que es vocablo


anglosajón, y lo propio en nuestro lenguaje es denominarlo coincidente, que significa ejercicio
simultáneo de facultades entre la federación y los estados.

Nuestro sistema constitucional mexicano, si establece las facultades coincidentes: como


aquellas que no son privativas de la federación o de los estados, sino obligatorias de ambos.

“Son aquellas que pueden ejercer válidamente, sin que exista invasión de competencia,
la federación y los estados; son una excepción a la tajante distribución de competencias
que se desprende del artículo 124 constitucional; sólo se puede dar cuando exista texto
fundamental que así lo autorice (...)”.7

Ejemplos típicos, los tenemos en materia de salubridad, de educación, impuestos, etcétera.

6 ARTEAGA NAVA, Elisur. Derecho... Op. Cit. p. 37.


7 Ídem.

26
3.4. El Sistema Federal norteamericano

El federalismo surgió —como idea moderna— en los Estados Unidos de


Norteamérica; sistema que ha servido de referencia e inspiración a casi la totalidad de países
latinoamericanos.

Desde sus orígenes –primero 7 y después- las trece colonias, que se establecieron en las
costas del litoral del Atlántico, gozaron de suficiente libertad para administrarse de manera
independiente cada una de ellas, pero dependientes del soberano inglés. El federalismo nació y
se desarrolló en USA, hasta que este país logró su independencia de Inglaterra.

3.4.1. Las colonias inglesas en América del Norte

En 1607 un grupo de colonizadores ingleses construyó una diminuta aldea en


Jamestown, Virginia. Portadores de una cédula del Rey Jaime I de Inglaterra, fundaron la
primera colonia a los primeros siete meses después de su arribo. Pero la colonia con el tiempo
creció y prosperó. Los virginianos descubrieron la forma de ganar dinero con el cultivo del
tabaco, el cual empezaron a enviar a Inglaterra en 1614.

En Nueva Inglaterra, la región nororiental de lo que hoy es Estados Unidos, los


puritanos ingleses establecieron varias colonias. Estos colonizadores pensaban que la Iglesia de
Inglaterra había adoptado demasiadas prácticas del catolicismo, y llegaron a América huyendo
de la persecución en tierras inglesas y con la intención de fundar una colonia basada en sus
propios ideales religiosos. Un grupo de puritanos, conocidos como los peregrinos, cruzaron el
Atlántico en un barco llamado Mayflower y se establecieron en Plymouth, Massachusetts, en
1620. Una colonia puritana mucho más grande se estableció en el área de Boston en 1630.
Para 1635, algunos colonizadores ya estaban emigrando a la cercana Connecticut.

Llegó toda clase de gente: aventureros, maleantes, fervorosos creyentes, constructores,


soñadores. América les prometía, como dijo el poeta Robert Frost, un nuevo comienzo para la
raza humana. Desde entonces, los estadounidenses han considerado a su país como un gran
experimento, un modelo valioso para otras naciones. Nueva Inglaterra también estableció otra
tradición: un rasgo de moralismo frecuentemente intolerante. Los puritanos creían que los
gobiernos debían hacer cumplir la moralidad de Dios. Castigaban severamente a los
bebedores, los adúlteros, los violadores del Séptimo Día, y los herejes. En las colonias
puritanas el derecho de voto se limitaba a los miembros de la iglesia, y los salarios de los
ministros se pagaban de los impuestos.

Rogers Williams, un puritano que no estaba de acuerdo con las decisiones de la


comunidad, sostuvo que el estado no debía intervenir en cuestiones religiosas. Obligado a salir
de Massachusetts en 1635, fundó la vecina colonia de Rhode Island, la cual garantizaba
libertad religiosa y la separación del estado y la iglesia. Las colonias de Maryland, establecida en

27
1634 como refugio para católicos, y Pensilvania, fundada en 1681 por el dirigente cuáquero
William Penn, también se caracterizaron por su tolerancia religiosa. Esta tolerancia, a su vez,
atrajo a otros grupos de colonizadores al Nuevo Mundo.

Con el paso del tiempo, las colonias británicas de América del Norte fueron ocupadas
también por muchos grupos de origen no británico. Agricultores alemanes se establecieron en
Pensilvania, los suecos fundaron la colonia de Delaware y los primeros esclavos africanos
llegaron a Virginia en 1619. En 1626, colonizadores holandeses compraron la isla de
Manhattan a los jefes indígenas de la región y erigieron la ciudad de New Ámsterdam; en 1664,
esta colonia fue tomada por los ingleses y rebautizada con el nombre de Nueva York.

En los años 1770 ya habían surgido varios centros urbanos pequeños, pero en proceso
de expansión, y cada uno de ellos contaba con periódicos, tiendas, comerciantes y artesanos.
Filadelfia, con 28.000 habitantes, era la ciudad más grande, seguida por Nueva York, Boston, y
Charleston. A diferencia de la mayor parte de las demás naciones, Estados Unidos jamás tuvo
una aristocracia feudal. En la era colonial la tierra era abundante y la mano de obra escasa, y
todo hombre libre tenía la oportunidad de alcanzar, si no la prosperidad, al menos la
independencia económica.

Todas las colonias compartían la tradición del gobierno representativo. El monarca


inglés nombraba a muchos de los gobernadores coloniales, pero todos ellos debían gobernar
conjuntamente con una asamblea elegida. El voto estaba restringido a los terratenientes
varones blancos, pero la mayoría de los hombres blancos tenían propiedades suficientes para
votar. Inglaterra no podía ejercer un control directo sobre sus colonias norteamericanas.
Londres estaba demasiado lejos, y los colonos tenían un espíritu muy independiente.

En 1733, los ingleses habían ocupado trece colonias a lo largo de la costa del Atlántico,
desde New Hampshire en el norte hasta Georgia en el sur. Los franceses controlaban Canadá
y Louisiana, que comprendían toda la vertiente del río Misisipi: un imperio vasto con pocos
habitantes. Entre 1689 y 1815, Francia y la Gran Bretaña sostuvieron varias guerras, y América
del Norte se vio envuelta en cada una de ellas. En 1756 Francia e Inglaterra estaban
enfrascadas en la Guerra de los Siete Años, conocida en Estados Unidos como la Guerra
Francesa e Indígena. El primer ministro británico, William Pitt, invirtió soldados y dinero en
América del Norte y ganó un imperio. Las fuerzas británicas tomaron las plazas fuertes
canadienses de Louisburg (1758), Quebec (1759) y Montreal (1760). La Paz de París, firmada
en 1763, dio a la Gran Bretaña derechos sobre Canadá y toda América del Norte al este del río
Misisipi.

La victoria de Inglaterra condujo directamente a un conflicto con sus colonias


norteamericanas. Para evitar que pelearan con los nativos de la región, llamados indios por los
europeos, una proclama real negó a los colonos el derecho de establecerse al oeste de los
Montes Apalaches. El gobierno británico empezó a castigar a los contrabandistas e impuso

28
nuevos gravámenes al azúcar, el café, los textiles y otros bienes importados. La Ley de
Alojamiento obligó a las colonias a alojar y alimentar a los soldados británicos; y con la
aprobación de la Ley de Estampillas, debían adherirse estampillas fiscales especiales a todos los
periódicos, folletos, documentos legales y licencias.

Estas medidas parecieron muy justas a los políticos británicos, que habían gastado
fuertes sumas de dinero para defender a sus colonias norteamericanas durante y después de la
Guerra Francesa e Indígena. Seguramente su razonamiento era que los colonos debían
sufragar parte de esos gastos. Pero los colonos temían que los nuevos impuestos dificultaran el
comercio, y que las tropas británicas estacionadas en las colonias pudieran ser usadas para
aplastar las libertades civiles que los colonos habían disfrutado hasta entonces.

En general, estos temores eran infundados, pero fueron los precursores de lo que han
llegado a ser tradiciones profundamente arraigadas en la política estadounidense. Los
ciudadanos desconfían del "gobierno poderoso"; después de todo, millones de inmigrantes
llegaron a los Estados Unidos para escapar de la represión política.

En 1765, representantes de nueve colonias se reunieron como "Congreso sobre la Ley de


Estampillas" y protestaron contra el nuevo impuesto. Los comerciantes se negaron a vender
productos británicos, los distribuidores de estampillas se vieron amenazados por la
muchedumbre enardecida y la mayoría de los colonos sencillamente se negó a comprar las
mencionadas estampillas. El parlamento británico se vio forzado a revocar la Ley de
Estampillas, pero hizo cumplir la Ley de Alojamiento, decretó impuestos al té y a otros
productos y envió funcionarios aduaneros a Boston a cobrar esos aranceles. De nuevo los
colonos optaron por desobedecer, así que se enviaron soldados británicos a Boston.

Las tensiones se aliviaron cuando Lord North, el nuevo Primer ministro británico,
eliminó todos los nuevos impuestos salvo el del té. En 1773, un grupo de colonos respondió a
dicho impuesto escenificando la Fiesta del Té de Boston: disfrazados de indígenas, abordaron
buques mercantes británicos y arrojaron al agua, en el puerto de Boston, 342 huacales de té. El
parlamento promulgó entonces las «Leyes Intolerables» (Intolerable Acts): la independencia del
gobierno colonial de Massachusetts fue drásticamente restringida y se enviaron más soldados
británicos al puerto de Boston, que ya estaba cerrado a los buques mercantes. En septiembre
de 1774 tuvo lugar en Filadelfia el Primer Congreso Continental, reunión de líderes coloniales
que se oponían a lo que percibían como opresión británica en las colonias. Estos líderes
instaron a los colonos a desobedecer las Leyes Intolerables y a boicotear el comercio británico.
Los colonos empezaron a organizar milicias y a almacenar armas y municiones.

En 1775 comienza oficialmente la guerra, cuyo desarrollo inicial fue claramente de


dominio inglés, pero su curso cambiaría cuando tras la Batalla de Saratoga, primera gran
victoria americana, Francia y posteriormente España entrarían en guerra apoyando a los
independentistas estadounidenses.

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Por el Tratado de Versalles (1783), Inglaterra se ve obligada a reconocer la
independencia de las 13 colonias estadounidenses, tal y como éstas habían redactado en la
famosa Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776.

Una vez lograda la independencia, resultó muy complicado poner de acuerdo a todas
las antiguas colonias si seguían como Estados independientes, o se reunían en una sola nación.
Tras varios años de negociaciones, en 1787, 55 representantes de las antiguas colonias se
reunieron en el Congreso de Filadelfia con el fin de redactar una constitución. Se creaba así un
único gobierno federal, con un Presidente de la República y dos Cámaras Legislativas
(Congreso y Senado) como solución intermedia. Redactó también la Constitución de 1787, y
llamó a las elecciones por las cuales George Washington fue investido primer Presidente de los
Estados Unidos.

En el año 1607 se realizan las primeras expediciones a Virginia, que no encontraron las
riquezas en metales que esperaban, pero viendo recompensados los esfuerzos con el cultivo
del tabaco. Es importante destacar que las primeras cartas de “libre asentamiento” en América del
Norte fueron otorgadas por la reina Isabel a sir Walter Raleigh.

Una Asamblea legislativa fue constituida en el año 1619 instaurando la primer forma
parlamentaria en América, Virginia a tal momento se encontraba regida de modo diferente al
de las colonias que habían sido fundadas en Plymouth, en las cercanías de la bahía de
Massachusetts, que luego constituiría a la actual Nueva Inglaterra la cual recibiría en el año
1620 a los célebres padres peregrinos a bordo del Mayflower caracterizándose por ser
puritanos disidentes buscadores de libertad religiosa que no pudieron encontrar en Inglaterra a
causa de la persecución religiosa llevada a cabo por Jacobo I al imponer durante su reinado
entre 1603 y 1625 el anglicanismo a todos los súbditos.

En el año 1630 se fundó Boston, cuyos ciudadanos estaban decididos a crear un


puritanismo intransigente hasta conformar un Estado eclesiástico puritano, y que
posteriormente colonizadores por divisiones fundaron Rhode Island en 1636.

Cuatro fueron los estados europeos participantes en el establecimiento de las colonias


en América del Norte:

1).- España, 2).- Inglaterra,


3).- Francia y 4).- Holanda.

Las colonias inglesas eran en total trece establecidas entre los años 1607 y 1700:

1).- Virginia (1607);


2).- Nueva York (1614);
3).- Nueva Jersey (1614-1621);

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4).- Massachusetts (1620);
5).- Nueva Hampshire (1623);
6).- Delaware (1631);
7).- Georgia (1632);
8).- Maryland (1634);
9).- Connecticut (1636)
10).- Rhode Island (1636);
11).- Carolina del Norte (1663)
12).- Carolina del Sur (1663);
13).- Pennsylvania (1681).

— Mucho antes que se iniciara la guerra de independencia se reunió en


Albany, en 1754, siete colonias en un Congreso donde se presentó
“El Plan de Unión de Albany”, expresado por Benjamín Franklin; dicho
plan, representa el primer antecedente de federalismo en Norteamérica.

— Por iniciativa de la Cámara de Massachussets, en octubre de 1765,


se reunió en Nueva York el Primer Congreso Intercolonial -ya de tendencias
revolucionarias-, que censuró la Ley del Timbre y se emitió la primera arenga
nacionalista, al expresar:

“Debemos mantenernos firmes en el vasto campo de los derechos


naturales. Aquí no debe de haber ni ciudadanos de Nueva Inglaterra,
ni de Nueva York, aquí todos somos americanos”.

— Inglaterra reprimió a Massachussets y generó que las demás colonias


cerraran filas con ésta; a instancias de Virginia en 1774, los delegados de
doce colonias formaron el Congreso Continental.

Pugnaron por un concepto básico y fundamental del constitucionalismo:


la supremacía de la Constitución rígida, en virtud de que se manejaba muy libremente
los preceptos constitucionalistas en el parlamento inglés (Constitución flexible),
quien modificaba, alteraba o desaparecía conceptos a su antojo.
Sobresalen Thomas Jefferson, John Adams y James Wilson.

Decía Wilson:

“Todos los distintos miembros del imperio inglés son estados diferentes,
independientes unos de otros, pero relacionados entre sí por la misma
soberanía dominante de la misma corona”.

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— El Segundo Congreso Continental, se reunió en Filadelfia el 10 de
mayo de 1775; formuló la declaración de independencia, y declaró la guerra a
Inglaterra. En cuanto su aportación al sistema federal, orientó a las
colonias para convertirse en estados independientes, y la alianza en
confederación que logró de las mismas.

— En julio de 1776, se presentó al Congreso Continental un proyecto de artículos


de la Confederación y Unión Perpetua; aprobados en 1777, y puestos en vigor en
1781: los estados conservarían su soberanía, pero buen número de atribuciones
(relaciones exteriores, medidas, correos, etcétera), se otorgarían al Congreso, en el que
cada estado gozaría de un sólo voto; sin embargo faltaba que el Congreso tuviese
control de impuestos, que existiesen los poderes ejecutivo y judicial, así como se contara
con mayor sanción y fuerza para someter el desacato de los estados a las disposiciones
federales.

— Al triunfo de la independencia la Confederación se debilitó, debido a


los conflictos por las tierras del oeste, que se disputaban entre sí varios
estados; la salida del conflicto fue favorable, en virtud de ceder a la
confederación el dominio de éstas, gracias a lo cual adquirió de manera
directa jurisdicción sobre los territorios anexado.

— La situación se tornó insostenible y, en mayo de 1787 el Congreso


se reunió en Filadelfia con el pretexto de enmendar artículos de la
confederación; lo que verdaderamente surgió de allí, fue una verdadera Constitución
federal.

Aquella convención fue presidida por George Washington, y en ésta


relucieron dos tendencias principales:

1. La de los estados grandes representados en el Plan Virginia.

2. La de los estados pequeños, representados en el Plan New Jersey.

3.4.2. Convención de Filadelfia

También conocida como la Convención Constitucional, la Convención Federal y la Gran Convención


de Filadelfia, se celebró entre los días 25 de mayo y 17 de septiembre del año 1787, para
resolver los problemas de los Estados Unidos, después de la independencia de Inglaterra.

Aunque la idea era solamente revisar los Artículos de la Confederación, la intención de


muchos proponentes de la Convención, principalmente James Madison y Alexander
Hamilton, era el crear un nuevo gobierno en lugar de “arreglar” el que ya existía. Los delegados

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eligieron a George Washington para que presidiera la convención. El resultado de la
Convención fue la Constitución de los Estados Unidos de América. La convención es uno de
los eventos centrales en la historia de los Estados Unidos.

Antes que se redactara la Constitución, los Federalistas y los Anti-Federalistas se


pusieron de acuerdo en cuanto a la ineficacia del gobierno para manejar el comercio. Virginia
y Maryland habían llegado a un acuerdo sobre cómo navegar por la bahía Chesapeake y
respecto a sus asuntos tributarios y querían que Delaware y Pennsylvania se les unieran.
Semejante acuerdo, sin embargo, era ilegal sin el consentimiento del Congreso Confederal
según el Artículo VI de los Artículos de la Confederación. La frustración respecto al acuerdo
desencadenó en la Convención de Annapolis, en donde sólo cinco estados se presentaron
para discutir posibles remedies para el comercio. En la convención, la fecha para Filadelfia se
fijó en 1787. Tres acontecimientos ocurrieron que incrementaron la legitimidad de la
Convención de Filadelfia:

Primero Nueva York vetó el plan de 25 años de Robert Morris para incrementar
los ingresos después de que todos los demás estados habían estado de acuerdo (muchos
con reservas). La nación se encontraba con una necesidad desesperada de ingresos para
pagar deudas externas a Francia y los Países Bajos, a los soldados que luchaban
contra los Nativos Americanos en el oeste, y para los gastos generales de dirigir un
gobierno. El Impuesto de 1786 solicitó 3,8 millones de dólares y recibió sólo 663
dólares en requisas.

Segundo, la Rebelión de Shays sacudió el país. La rebelión para capturar un


arsenal en Massachusetts fue suprimida con relativa facilidad, pero las noticias del
acontecimiento asustaron a la gente en todos los estados y expusieron las debilidades de
los Artículos.

Por último, los bloqueos en el país debido a las deudas demostraron la


debilidad de los Artículos y mostraron la incapacidad del gobierno para
solucionar el problema.

3.4.2.1. Plan Virginia

Proponía la creación de un poder nacional con sus tres ramas clásicas, de las cuales la
legislativa estaría dividida en dos cuerpos cuyos miembros serían designados
proporcionalmente al número poblacional, y con facultad de legislar.

El Plan Virginia era el orden del día no oficial para la Convención. La delegación de
Virginia llegó antes que las otras delegaciones a Filadelfia y comenzó a reunirse diariamente
para hablar sobre proyectos para el nuevo gobierno. Todos excepto la primera resolución

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fueron escritos por James Madison, y fueron relatados en la Convención por Edmund
Randolph.

El plan incluía:

» Una legislatura bicameral.


» Los miembros de ambas Cámaras determinados proporcionalmente.
» La cámara baja sería elegida por la población de varios estados.
» La Cámara Alta sería elegida por la cámara baja nombrada por las
legislaturas estatales.
» La legislatura sería muy poderosa.
» Se planeó un ejecutivo, pero existiría para asegurar que se realizara la
voluntad de la legislatura, y elegida por la legislatura.
» Formación de una judicatura, con duración de por vida.
» Un Consejo de Revisión consistente en el ejecutivo y algunas
judicaturas nacionales y tendría el poder de vetar y revisar la legislación
nacional.
» La legislatura nacional sería capaz de vetar leyes estatales.

Sobre la Transacción de Connecticut, Emilio Rabasa apunta:

“(...) Comenzó sus trabajos el 25 de mayo de 1787, a puerta cerrada, sin duda
porque no creyó como nosotros que la concurrencia de las galerías sea el pueblo, El 29,
Randolph presentó en quince resoluciones las bases de la organización nacional,
estableciendo en ellas, con admirable sabiduría los lineamientos del sistema federativo,
la división clara de poderes, el derecho electoral, la representación y carácter de los
Estados y el procedimiento de las reformas constitucionales. Frente a este llamado
Plan Virginia, se presentó el Plan Jersey, por Patterson, que proponía sólo
modificaciones a la Confederación existente (...)”.

3.4.2.2. Plan New Jersey:

Adoptaba de la confederación, el sistema de la cámara única, con representación igual


para todos los estados, y establecía la coacción armada para imponer el derecho
federal.

Lo relevante de este Plan, radicó en el artículo que establecía la supremacía del derecho
federal expedido de acuerdo con la Constitución, la nulidad del conjunto de leyes emitidas por
los estados que se le opusiesen, y la competencia de los tribunales para declarar dicha nulidad.

La polémica no dejó esperarse, y el Plan Virginia no era aceptado por los estados
pequeños, en virtud, de que ello implicaba mayor representación de los estados grandes, y por

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ende mayor número de votos, y viceversa, el Plan New Jersey era impugnado por los estados
grandes, en razón, de que la mayoría de estados eran pequeños y decidirían de la suerte de los
mayores.

3.4.2.3. Transacción de Connecticut

Como elemento de mediación y concordia, surgió un tercer plan conocido por el


nombre de Transacción de Connecticut: recogió del Plan Virginia, la representación proporcional
al número de habitantes, únicamente para la cámara de representantes, cuya facultad exclusiva
sería la de finanzas y, del Plan New Jersey adoptó lo relativo a la igualdad de votos para los
estados, dentro de otra cámara —la de Senadores—. De tal manera surgió el sistema
bicameral, como característica del sistema federal, salvándose inteligentemente lo regional y lo
nacional.

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