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All content following this page was uploaded by Manuel Antonio Velandia Mora on 17 April 2017.
Colombia, 30.08.2000
De “Los Felipitos” que tan solo existieron como grupo unos pocos años, no se
sabe sobre el momento exacto de su extinción y tampoco de sus experiencias
como organización. Llegué a conocer a algunos de ellos por intermedio de
Julio Franco, de quien me hice amigo en 1977; nunca fue militante aun
cuando se interesaba en las historias del Movimiento Homosexual Colombiano.
Julito siempre fue un hombre atractivo y culto con quien me gustaba hablar,
en 1998 él se interesó en mi deseo de recuperar la historia de la vivencia de la
homosexualidad en Bogotá en hombres mayores de 65 años y me presentó a
algunos de sus coetáneos. Uno de ellos me aclaró recientemente (2011) que
este nombre no tiene nada que ver con Felipe Zuleta Lleras2, periodista
abiertamente homosexual y candidato al Senado de la República (2009). La
primera nota de prensa que habló de este grupo fue escrita por Enrique
Patiño, Redactor de el periódico bogotano “El Tiempo” el 25 de noviembre de
2001, luego de hacerme una entrevista telefónica al respecto.3
En 1983, los homosexuales fuimos los primeros que debatimos en el país sobre
el SIDA e hicimos la primera marcha gay en Colombia denominada “Marcha del
orgullo homosexual”, que se realizó en Bogotá el miércoles 28 de junio de
1982; las autoridades de policía nos obligaron a cambiar la ruta.
La siguiente gran conquista fue con la Constitución del 91. Esta introduce una
serie de artículos que abren la puerta a la lucha por los derechos legales de las
minorías sexuales: artículos 13 (Igualdad ante la ley; 15. (Derecho a su intimidad
personal y familiar y a su buen nombre); 16. (Libre desarrollo de su personalidad);
43. (La mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades); 86. (Acción de
tutela para la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales).
Invitó a Velandia a que el sábado siguiente fueran a una fiesta en el barrio Santa Fe
(un barrio repleto de prostitutas, intelectuales y artistas), fue en el Apartamento de
Oscar Vázquez, quien fuera posteriormente el Director, editor y propietario de “Ellos
y su Mundo” la primera publicación colombiana de distribución masiva -de la que
Velandia tenga recuerdo- orientada a hombres homosexuales, cuyo número uno
circuló en septiembre de 1977. La revista fue el gran fiasco comercial de la vida de
Vázquez, quien en 1996 unos días antes de su muerte, aún tenía montones de ellas
en su casa.
Esa fiesta fue la primera exclusiva para hombres homosexuales a la que Velandia
asistió y sencillamente fue tan extraña la sensación, que no pudo moverse de su
asiento durante toda la noche. Ocurrieron muchas situaciones novedosas y juntas:
estar cerca de muchos hombres homosexuales, quienes además se expresaban sus
afectos sin temor, presenciar una orgía, ver consumir marihuana y una película de
“cine rojo”. Allí estaban profesores universitarios, artistas e intelectuales,
personajes destacados de la época, algunos de ellos posteriormente jugaron papeles
importantes en el movimiento homosexual.
La fiesta lo introdujo en una gran crisis, sintió mucho temor de que su vida
homosexual llegara a ser en esa forma, además sentía que nadie comprendería su
sentir; que no sería capaz de hablar con su tutor espiritual, así que lo hizo con Lina
Arregocés –compañera de sociología- cómplice a quien relataba sus historias. En esa
misma semana el periódico de los troskistas publicó una entrevista a León Zuleta, un
paisa de Medellín, Filósofo, Lingüista y profesor universitario que decía dirigir a
escala nacional un movimiento homosexual que contaba con 10.000 miembros. Ella le
facilitó el artículo y la dirección de Zuleta; Velandia pensó que en el movimiento
probablemente podría encontrar la solución. Posteriormente y con muy poco tiempo
de diferencia Zuleta fue entrevistado por las revistas Cromos y Alternativa.
León era un hombre abiertamente sex-pol. Sus ideas se conocieron por medio de una
revista local, fotocopiada de cuatro, ocho o más páginas, con una edición muy
limitada que muchas veces no superaba los 100 números, que él hacía circular en las
Universidades de Medellín (desde finales del 76), de vez en cuando y si tenía dinero
para la impresión. La llamó “El Otro”, era casi exclusivamente orientada por él y se
caracterizaba por su terminología técnica propia del freudismo radical, el troskismo y
de la filosofía de vanguardia, que en general resultaban incomprensibles para la gran
mayoría. Las relaciones con Zuleta siempre eran teóricamente profundas, se negaba –
fundamentado en su propuesta sexual-política- a discutir con alguien con quien su
genitalidad le fuera desconocida, además, consideraba que la demostración pública
de los afectos era una manera de combatir el estigma y discriminación de los
homosexuales, así que parte del aprendizaje consistió en ser besado (sin consultarlo
previamente) en cuanto espacio público era posible. Lo suyo, según el mismo, era
una forma de luchar contra “la persecución insidiosa de la moral, la religión y la
medicina que se complementan con el Derecho y la Psicología (y Psiquiatría) para
considerar al homosexual como un delincuente y enfermo”... Una forma de
“interpelar directamente el poder, la ley, el orden y la norma del macho; de luchar
por superar toda sociedad que fundamenta su poder en la exclusión y la opresión. De
ahí que esta acción no debería llegar hasta la simple liberación sexual, sino hasta la
conmoción de toda sociedad clasista y falocrática”.
León le contestó pronto y le explicó su pequeña mentirilla, todos los ceros de la cifra
eran falsos, él era el único miembro y además era “El Otro”. Desde Bogotá le
escribieron dos personas más, con quienes lo contactó: Guillermo Cortes (Profesor
universitario, Abogado y Psicólogo) y Manuel R. (artista quien resultó ser además
compañero de estudios de Velandia en la Facultad de Filosofía de la Universidad de
San Buenaventura, a la que Velandia se colaba para asistir a clase, ya que realmente
estudiaba en la Javeriana). Velandia rápidamente los contactó y decidieron citar
conjuntamente para el sábado 9 de abril de 1977, a la reunión fundacional de lo que
sería la primera organización homosexual colombiana, en la Biblioteca Cristiana
Emmanuel Mounier, que fuera su sitio de encuentro sábado tras sábado, durante casi
tres años. Asistieron 23 hombres (algunos fueron contactados por medio de Zuleta,
los otros eran amigos de Cortes, Manuel R. y Velandia).
Para muchos de los miembros del GELG rediscutir lo discutido y confrontarse consigo
mismo era un freno a la combatividad hacia la faja externa; este tipo de trabajo
motivo la discusión de la homosexualidad con relación a la familia, la pareja, las
iglesias, el estado, la educación, el derecho, la psicología y la psiquiatría. Cortes y
Velandia pensaban que no era posible salir hacia la comunidad si no había en cada
participante una conciencia clara de su identidad sexual.
Las reflexiones personales a las que llegaron eran fuertes y los conflictos hacia “la
maricada” eran tan disimiles que Velandia tomó la posición de hacer lo que llamó un
“discurso marica”, es decir, reivindicar la pluma como parte del discurso teórico, ya
que casi siempre quienes querían exponer sus ideas asumían un rol marcadamente
masculino en sus ademanes y voz, como si ser amanerado restara importancia a lo
expresado.
Velandia fue la única persona expulsada del movimiento y lo fue por dicha causa.
Como protesta se fabricó un cartel que decía “ser marica es cosa seria, es cuestión
de hombres” que exhibía junto a la puerta del lugar de reunión, hasta que se vieron
obligados a discutir la situación y lo aceptaron nuevamente.
El GELG pasó por varias etapas, inicialmente trabajó fundamentalmente con artistas
(hasta finales del 77) hicieron antidanza, antiteatro y talleres de pintura, en una
acción a la que Manuel R. llamó Heliogábalo, luego vinieron los intelectuales puros,
su propuesta no duró más de tres meses ya que los jóvenes recién ingresados al grupo
no soportaban tal nivel de discusión teórica, le siguieron los universitarios: jóvenes
estudiantes y algunos docentes, quienes estuvieron hasta cuando los echaron -a
mediados de 1980- de la biblioteca “por maricas”.
Ese mismo año los miembros de Ventana gay participan del primer Congreso
Colombiano de Sexología, en Cali y posteriormente se hicieron presentes en el I
Encuentro Internacional de Sexualidad y Sociedad y en el II Simposio Colombiano de
Sexología, eventos para los que desde Ventana Gay se prepara un número
extraordinario llamado "La Homosexualidad; Un Rótulo sin Objeto". De ahí en
adelante participan en los Congresos y Simposios Colombianos de Sexología. Velandia
es actualmente Miembro Titular de la Sociedad Colombiana de Sexología entidad que
desde sus mismos orígenes y con el apoyo del Psicólogo y profesor universitario
Octavio Giraldo Neira fue abierta a la participación de los homosexuales y lesbianas.
Entre 1987 y 1991 el MLHC no fue un grupo tan sólido como antes, aun cuando era
común ver y oír a Velandia en los medios masivos de comunicación hablando sobre
homosexualidad desde 1978; durante este periodo aun cuando lo hizo a nombre de
los gay, sus locuciones fueron más su posición particular y el reflejo de los trabajos
anteriores que la vocería de una organización.
María Yaneth Pinilla desde 1990 y Velandia desde el 79, venían trabajando con
personas vinculadas a la prostitución y en estas acciones con travestís,
hombres homosexuales, bisexuales y otros que no se asumían homosexuales
aun cuando tenían clientes hombres, personas que se aplicaban hormonas y
algunas otros(a)s con variaciones de género, cuerpo y vestido. Personas para
las cuales los movimientos no tenían respuestas, justificados en esto, en 1993
Liliana Gómez, Pinilla y Velandia, crearon Equilλteros: Proyecto colombiano
de Diversidades y Minorías Sexuales, ampliando así el ámbito de dominio de
sus esfuerzos y acciones a esos otr@s seres divers@s e igualmente
estigmatizad@s.
Luego de este trabajo siguieron otros relacionados con el Sida lo que motivó la
realización de una serie de reuniones mensuales con carácter interdisciplinario, que
se llevaron a cabo continuamente y a partir del 23 de noviembre de 1995, estas
posibilitaron en septiembre de 1996 la consolidación de la "Red de Información y
Trabajo G&L de Santa Fe de Bogotá/ RIT-Colombiana", en ese mismo mes se publicó
el Boletín Info G&L órgano de difusión, cuyo número cero informó sobre la RIT y sus
tareas.
De este boletín se publicaron 9 ediciones con tirajes que oscilaron entre los 5.000 y
los 10.000 ejemplares, el último de ellos en julio-Agosto de 1997. La RIT desde su
conformación tuvo la participación activa de personas particulares y de las de todas
las organizaciones de homosexuales y lésbicas de Bogotá –así esta no sea
permanente-, incluso ha fomentado la participación de grupos y personas en otras
ciudades. La RIT tuvo un receso entre Septiembre de 1997 y Febrero de 1998.
En abril de 1997 en Pereira, por iniciativa de Andrés Alzate -cofundador del grupo
cristiano “Regazo”-, Giovanny Cano y Carlos Hernán Guzmán motivados por la
información de la RIT crearon "Despertares: Grupo de trabajo de la Comunidad Gay"
que contó con 15 miembros 13 hombres uno de ellos bisexual, otro heterosexual y el
resto homosexuales y 2 mujeres lesbianas. Este grupo se terminó en septiembre del
mismo año por sustracción de materia, cabe destacar su gran capacidad para actuar
en apoyo a quienes viven con HIV/Sida y que se demostró en sus acciones conjuntas
con la Corporación El Buen Samaritano con sede en esa misma ciudad. Su trabajo es
con las minorías sexuales y se proyecta como un espacio de encuentro que busca que
sus miembros vivan más intensa, consciente y orgullosamente su conducta sexual, en
un ejercicio responsable y libre que propende por la auto-aceptación, la búsqueda
del reconocimiento social, exigiendo, reclamando y reivindicando los derechos
humanos y constitucionales de las minorías sexuales en general.
La idea buscaba crear referentes sociales que posibiliten la creación del colectivo
como tal, y mostrar a la sociedad paisa y al resto del país que ser homosexual va más
allá de los estereotipos con que habitualmente y en el imaginario popular se
identifica a los gay. Pero lo que realmente se buscaba no era la creación de un
movimiento político, sino de un espacio para que los homosexuales se reconozcan en
su identidad particular y sean capaces de convivir con esta y con los diversos grupos
que le rodean - familia, escuela, ciudad, etc.-
En 1985 Velandia fundó junto con Luis Eduardo Moreno el "GAI: Grupo de Ayuda e
Información sobre Sida", cuya población sujeto inicialmente fueron exclusivamente
hombres homosexuales; GAI fue la primera organización que trabajó en este tema en
Colombia. Sus actividades hasta 1.989 (cuando se transformó en "FIASAR: Frente para
la Investigación y la Anticipación Social al Riesgo") y amplió sus acciones a otras
poblaciones) se realizaban en los diferentes lugares de encuentro de la comunidad
gay. La multiplicidad de actividades obligó a la creación en 1986 de la primera "Línea
de apoyo sobre Sida" en el país, línea que aun funciona y cuyos usuarios inicialmente
eran en su totalidad hombres homosexuales. Línea que funcionó por muchos años y
hasta el exilio de Velandia, en la casa de éste.
Velandia, su fundador, realizó en 1994 para el ICBF una consultoría para el Diseño del
programa de Atención a los menores vinculados a prostitución, y en 1996 para el
UNDCP- Naciones Unidas una investigación sobre este mismo tema, cuyos resultados
se publicaron en su Libro “Desde el Cuerpo”, en el que cita las diferentes
investigaciones realizadas sobre los hombres vinculados a prostitución laborando en
Bogotá, la mayoría de ellas realizadas por Velandia (desde 1979), allí se habla
también de la investigación “Pirobos” cuyo autor es Carlos Iván García y de la
publicación del mismo nombre de este y otros autores publicada en 1995 por la
Cámara de comercio de Bogotá.
En julio de 1994 Liliana Gómez y Velandia realizan la primera actividad sobre Sida
orientada a mujeres lesbianas, actividad que llama la atención porque a su primera
cita acuden más hombres homosexuales que el grupo objeto-sujeto del trabajo. Cabe
destacar que fue imposible lograr la participación activa de mujeres lesbianas que se
quisieran capacitar como orientadoras de un proceso de prevención entre iguales.
IGLESIA-HOMOSEXUALIDAD
Esta relación ha sido un tema frecuente en el movimiento homosexual nacional desde
sus mismos orígenes, sin embargo, tan solo a partir de 1993 se crean en el país
organizaciones con este eje temático.
HOMOSEXUALIDAD Y UNIVERSIDAD
Un grupo de amigos, hombres y mujeres, estudiantes universitarios de ciencias
Humanas, Artes y Agronomía y del que hacen parte Juan B. Alan Centeno y Sandra R.
crean en Bogotá en junio de 1995, "GAEDS- UN: Grupo de Apoyo y Estudio de la
Diversidad de Orientación Sexual de la Universidad Nacional "fue creado por un grupo
de estudiantes de la Nacional. GAEDS es apoyado por la Vice-decanatura de Bienestar
Universitario y la Facultad de Ciencias Humanas de la UN; tiene tres áreas de
trabajo: Derechos humanos, asesoría y apoyo, y actividades de divulgación.
MUJERES LESBIANAS
En 1980 ingresan las primeras mujeres al GELG (que decidió en 1978 utilizar el
término gay). Sin embargo, las mujeres que siempre fueron un grupo muy pequeño,
no logran convencer a los hombres de que se colocara en el nombre de la
organización la palabra lesbiana, en especial porque entre ellas no había una opinión
unánime al respecto.
El 28 de junio de 1977 se organiza por primera vez en nuestro país el Día Gay
Internacional y Velandia escribe el primer “Manifiesto por los Derechos de los Güeis
en Colombia”. De ahí en adelante se celebró cada año y cerradamente, con fiestas,
conferencias, talleres. En el número 69 (diciembre/1980-enero/1981) de la revista
canadience "Body Politic" se publica por primer vez un artículo sobre el movimiento
homosexual colombiano, lo escribe Tim McKaskell, en él se publicó la entrevista
realzada por éste a Manuel Velandia y a Guillermo Cortes.
La marcha que solo fue permitida para que circulara entre la Plaza de toros de Santa
María y la Plazuela de Las Nieves, se caracterizó por la presencia de la policía -
prácticamente desplazaron 3 policías por cada uno de los caminantes-, los carteles
que se volvieron consignas de la actividad: “Madre si tu amas a tu hombre deja que
yo ame al mío” o “ni delincuentes ni antisociales, simplemente homosexuales” En
ella se hicieron presentes delegados de Bogotá, Bucaramanga, Cali y Medellín y los
discursos estuvieron a cargo de León Zuleta (invitado para dar el discurso de
apertura) y Manuel Velandia. La actividad fue cubierta por los medios masivos de
comunicación e incluso por las agencias internacionales de noticias.
En Medellín, por ejemplo, causó gran novedad que los Conservadores y que el
líder Luís Alfredo Ramos Botero, ex alcalde y ex ministro, los avalara para el
Concejo. Además los acogieron: Juan Gómez Martínez, actual alcalde de
Medellín, Alberto Builes, actual Gobernador de Antioquia, Fabio Valencia
Cosio, Conservador aspirante al senado, Aurelio Aguirre Sanín, Liberal
aspirante al senado, Luís Pérez Gutiérrez, ex aspirante a la alcaldía, Mario de
J. Valderrama, Líder popular actual presidente del Deportivo Independiente
Medellín, las Autoridades Indígenas de Colombia MAICO, las Negritudes Afro-
Colombianas y Regina 11 quien fuera la primera en ofrecerles su aval.
Los semilleros trataron una amplia gama de temas y sirvieron para conciliar
intereses opuestos y discutir situaciones de poblaciones vulnerables o
marginadas como la niñez, los discapacitados o los ancianos. La población
homosexual de la ciudad y algunos miembros de otras minorías sexuales,
representados en más de doscientos hombres y mujeres, y por solicitud a la
Alcaldía motivaron la ejecución de un semillero sobre sus propios intereses,
derechos y necesidades; este se llevó a cabo en la primera semana de febrero
de este año. Los facilitadores del mismo, fueron: por la alcaldía la Enfermera
e Investigadora Ángela Gualí y por la Comunidad el Abogado Germán
Humberto Rincón P., el Médico Ricardo Luque, el Sociólogo y Filósofo Manuel
Velandia y representantes de GAEDS-UN y contaron con la presencia de más
de 200 hombres y mujeres. Los resultados al igual que los de los otros
semilleros fueron validados en el documento final y se pueden ver reflejados
en algunos de los apartes citados a continuación.
El Trabajo de La Carta iniciado por Antanas Mokus fue continuado por Paul
Bromberg y su equipo de trabajo, del que también hicieron parte
representantes de la Policía Metropolitana, apoyados en los semilleros por un
amplio número de personas - quienes también pueden considerarse autores de
ésta -, es un claro ejemplo de cómo la participación ciudadana en la creación
de sus propias normas (que dista mucho del antiguo Código de policía y de la
forma como fue desarrollado) es el principio de la construcción de la
autorregulación. Siendo dicha participación un claro indicio de que su
entendimiento y cumplimiento son posibles. Hasta el momento los
gobernantes (1998) no han retomado esta iniciativa para su aprobación en el
Consejo de Bogotá.
VIOLENCIA Y MUERTE
Historia del Movimiento L & G Colombiano: desde SUS Orígenes Hasta la culminación del Siglo
XX Por Manuel Antonio Velandia Mora se encuentra Bajo Una Licencia
Citar como: Velandia Mora, Manuel Antonio (2011). Historia del Movimiento L&G
Colombiano desde sus orígenes hasta la culminación del siglo XX. Una historia vista en primera
persona. Disponible en: http://es.scribd.com/doc/60457810/Historia-del-Movimiento-L-G-
colombiano-desde-sus-origenes-hasta-la-culminacion-del-siglo-XX