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LA DEUDA TRIBUTARIA

La deuda tributaria es la cuota que el sujeto debe de pagar por la realización de


un hecho imposible. Y, por otro lado, las obligaciones de realizar pagos a
cuenta, que se refiere a los ingresos a cuenta, retenciones o pagos
fraccionados.
El interés de demora
Es una prestación accesoria que se exigirá a los obligados tributarios y a los
sujetos infractores como consecuencia de la realización de un pago fuera de
plazo o de la presentación de una autoliquidación o declaración de la que
resulte una cantidad a ingresar una vez finalizado el plazo establecido al efecto
en la normativa tributaria, del cobro de una devolución improcedente o en el
resto de casos previstos en la normativa tributaria.
En otras palabras, son cantidades a ingresar como resultado de los intereses
generados al no haber pagado dentro de plazo la cuantía resultante de una
autoliquidación o declaración, o al haber cobrado de la Administración
Tributaria una devolución indebida.
Recargos por declaración extemporánea
El artículo 27.1 de la LGT define los recargos por declaración extemporánea
como las prestaciones accesorias que deben satisfacer los obligados tributarios
como consecuencia de la presentación de autoliquidaciones o declaraciones
fuera de plazo sin requerimiento previo de la Administración tributaria.
Tiene consideración de requerimiento previo cualquier actuación administrativa
realizada con conocimiento formal del obligado tributario conducente al
reconocimiento, regularización, comprobación, inspección, aseguramiento o
liquidación de la deuda tributaria.
Los recargos por declaración extemporánea son los siguientes:
 Si la prestación de la autoliquidación o declaración se realiza dentro de los 3
meses posteriores al término del plazo establecido para la realización del
pago o ingreso, el recargo será del 5%.
 Si la prestación de la autoliquidación o declaración se realiza dentro de los 6
meses posteriores al término del plazo establecido para la realización del
pago o ingreso, el recargo será del 10%.
 Si la prestación de la autoliquidación o declaración se realiza dentro de los
12 meses posteriores al término del plazo establecido para la realización del
pago o ingreso, el recargo será del 15%.
En estos tres casos no serán exigibles sanciones y/o intereses de demora.
Si la prestación de la autoliquidación o declaración se realiza una vez
transcurridos 12 meses desde el término del plazo establecido para la
realización del pago o ingreso, el recargo será del 20%.
En este caso, se exigirán los intereses de demora por el periodo comprendido
entre el día siguiente desde los 12 meses a la finalización del plazo voluntaria,
hasta el día que se realice el ingreso correspondiente.
Los recargos del periodo ejecutivo
Si finalizado el periodo voluntario el sujeto obligado no ha pagado, entonces
surgen los recargos del periodo ejecutivo. Es decir, son los recargos que se
devengan con el inicio del periodo ejecutivo y están regulados en el artículo 28
de la Ley General Tributaria.
Los recargos se calculan sobre la cuantía de la deuda no ingresada en periodo
voluntario. Existen tres tipos de recargos del periodo ejecutivo y son
incompatibles entre ellos:
 Recargo ejecutivo: es del 5% y se aplica cuando el obligado satisface la
totalidad de la deuda no ingresada en periodo voluntario antes de la
notificación de la providencia de apremio.
 Recargo de apremio: es del 10% y se aplicará cuando el obligado satisface
la totalidad de la deuda no ingresada en periodo voluntario y el propio
recargo antes del plazo previsto en el artículo 62.5 de la LGT, es decir,
antes de la notificación de la vía de apremio.
 Recargo de apremio ordinario: es del 20% y será aplicado cuando no
concurran ninguna de las circunstancias de los dos apartados anteriores.
¿Cómo se extingue la deuda tributaria?
En el artículo 59 de la Ley General Tributaria se establece varias formas de
extinción de la deuda tributaria, que son las siguientes:
 Pago de la deuda: consiste en abonar la cantidad correspondiente a la
deuda tributaria. El pago puede ser aplazado o fraccionado, en función de lo
que dispongan las normas reglamentarias.
 Prescripción de la deuda: la ley establece un plazo de cuatro años de
prescripción de la deuda tributaria, si una vez trascurrido dicho periodo de
tiempo no se ha llevado a cabo ningún tipo de actuación por parte de la
administración, se extingue la deuda tributaria.
 Condonación: si la Administración Tributaria renuncia total o parcialmente a
su derecho sobre la deuda, pero solo podrán condonarse los casos previsto
en la ley.
 Compensación: si el deudor y el acreedor tienen deudas entre sí y deciden
compensarlas.
 Por los medios previstos en la normativa aduanera.
 La deuda tributaria es un concepto que un buen asesor fiscal debe de
conocer bien para evitar que sus clientes tengan problemas con la Agencia
Tributaria. Si quieres llegar a ser un buen profesional, la mejor forma es
formándote adecuadamente.

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