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Teorías jurídicas de la justificación

del Estado
En el presente ensayo desarrollaré las diferentes teorías que nos ayudan a entender como
es en realidad que surge el Estado, por qué surge y nuestro punto toral es ser críticos en
la cuestión de si el Estado se debe interpretar o extinguirse con base a las diferentes teorías
que a continuación abordaré. Cuando hablamos de teorías jurídicas que justifican al
Estado nos referimos a la clasificación de las doctrinas que buscan el fundamento de la
organización política, en un orden jurídico anterior y superior al Estado y del cual se
deriva éste. Siguiendo Jellinek, pueden agruparse en tres órdenes esas doctrinas:
• Las que consideran al Estado como una institución del derecho de familia, o teoría
patriarcal.
• Las que ven al Estado como una institución de derecho patrimonial.
• Las que estiman que el Estado es una institución del derecho de los contratos.
En la teoría teológico-religiosa es Estado es una creación directa de Dios y por
consiguiente todos los hombres están obligados a reconocerlo y del mismo modo a
someterse a su organización. Uno de los principales exponentes de esta teoría es
Demóstenes, la fuente original y fundamental para el poder político es Dios.

En la teoría de la fuerza surge como una consecuencia del dominio de los fuertes contra
lo débiles siendo esta la tendencia del ser humano. Los sofistas de esta manera pensaban
que el derecho encadena a los débiles de los fuertes, por esto se entiende que el Estado es
opresor de la sociedad; es el instrumento que utilizan las clases dominantes.

Patriarcal

La teoría patriarcal dice que el Estado procede históricamente de la familia.


Esta doctrina, basada, en creencias, en instituciones, en textos de la antigüedad, pasó en
la época moderna a la Europa Occidental.

Familia => Clan => Tribu =>Polis

Esta doctrina tampoco busca justificar el poder, sino tan sólo trata de encontrar el origen
de una de sus manifestaciones: el absolutismo.

Patrimonial

En la teoría patrimonial el Estado es una institución de Derecho patrimonial.

Encontramos la idea de que el orden de la propiedad, institución básica del derecho


patrimonial, de los bienes, precede al orden estatal. La propiedad y los bienes preceden
al Estado.

Platón, en La República, considera que el origen del Estado se encuentra en la unión de


distintas profesiones económicas y en la necesidad de agruparse las diferentes
ocupaciones humanas, para satisfacer las necesidades individuales, Cicerón, por su parte,
rotundamente dice que el motivo de la formación del Estado se encuentra en la protección
de la propiedad.
Es decir, que en el pensamiento antiguo vemos claras referencias a considerar patrimonial
la justificación del Estado, al suponer que se trata de un organismo protector de la
propiedad.

Contractual

La teoría contractual trata de fundar la existencia" del "Estado, de encontrar su


justificación jurídica, en una figura del Derecho de las obligaciones: en el contrato.

El contrato es una figura jurídica que consiste, , en que del acuerdo de dos o más
voluntades surjan derechos y obligaciones. Los partidarios de esta teoría, en relación con
el tema que nos ocupa, tratan de establecer que la existencia del Estado se justifica porque
los hombres se han puesto de acuerdo entre sí para formarlo.

La teoría contractual en la Edad Media surgió para apoyar la existencia jurídica del poder
y regular sus relaciones con los súbditos, determinar sus' límites, precisar su extensión.

En conclusión el Estado se justifica porque el hombre no puede vivir fuera de la sociedad,


y la sociedad no puede existir en forma permanente sin la autoridad y el derecho. En
consecuencia, el Estado se justifica porque solamente en él y por medio de él el hombre
puede realizar sus aspiraciones encauzar su sociabilidad, afirmando su propia naturaleza
teleológica; por ende, el Estado debe existir y se justifica porque representa la posibilidad
única de realización de la vida social del hombre en sus distintos aspectos. Propicia el
desarrollo de las fuerzas sociales que llevan al hombre a la convivencia y, en cuanto lo
sujeta, al derecho; es decir, en una esfera le permite el libre desarrollo de su
comportamiento y convivencia y en otra señalándole cómo debe ser ese comportamiento.

¿Cuántas formas de Estado existen?


La pregunta es más sencilla de lo que parece. La forma de Estado se refiere a cómo se
organiza un país. Desde un punto de vista territorial, es el modo en el que se distribuye el
poder. Podemos hablar de tres grandes modelos: Estados unitarios (ya sean centralizados
o descentralizados), federales y confederales. Los vemos, uno a uno:

a) Estados unitarios: es la estructura más sencilla y tradicional de organizar el poder


político. Existe un único Estado pero su organización territorial se puede descentralizar
en otras administraciones (como sucede en España con las Comunidades Autónomas) o
centralizar (concentrando el poder, generalmente, en la capital; casos de Portugal o
Francia). La soberanía reside sólo en el propio Estado y no en sus divisiones
administrativas; es decir, la soberanía nacional la tiene España, no la Región de Murcia
ni el Ayuntamiento de Mérida, que sí que tienen autonomía, pero no soberanía. Al
respecto, el profesor de la Université de Pau, Olivier Lecucq, afirma que cuando
consultamos en los manuales de Derecho Constitucional la clasificación de las diferentes
formas de organización territorial del estado, siempre se presenta a Francia como
ilustración tópica del estado unitario. Como saben (...) el Estado unitario es aquel en el
cual sólo las autoridades centrales disponen del poder general de decisión, constitucional,
legislativo y reglamentario, sobre el conjunto del territorio nacional. Indiscutiblemente,
esta lógica unitaria es una de las características principales del ejercicio del poder en
Francia [1].
b) Estados federales: la Constitución del Estado Federal reconoce expresamente esta
estructura, distribuye las competencias entre la Federación y los Estados que la integran
y sus relaciones así como el organismo que resolverá los conflictos (generalmente, el
Tribunal Constitucional). A la Federación se llega de dos modos: cuando varios países
independientes deciden federarse en otro común (EE.UU. o Suiza) o cuando un estado
que ya existía decide federalizarse (Bélgica o México). Una cuestión muy importante es
que los estados que se federan no tienen derecho a la secesión (no pueden independizarse
por decisión unilateral) ni dejar de aplicar las leyes dictadas por organismos federales (no
tienen derecho a la nulificación). La Constitución federal es una norma de derecho
interno, no internacional. Para el profesor Arroyo Gil, en un Estado territorial y
políticamente descentralizado, que no otra cosa es el Estado federal, el territorio, aun
siendo único, se encuentra dividido a efectos organizativos, de modo que el poder público
es ejercido dentro de cada una de esas partes territoriales y sobre las personas que residen
en ellas no solo por los órganos centrales, sino también por órganos propios de los Estados
miembros integrantes de ese Estado compuesto. Esa división territorial del poder se
traduce, fundamentalmente, en un reparto y delimitación de competencias sobre materias
y, en su caso, funciones, entre todas las partes integrantes del Estado global: Estado
central (o Federación) y Estados miembros (o Länder, cantones, provincias, etc.) [2].

c) Estados confederales o confederados: la Constitución que une a esos estados es un


Tratado Internacional. Cada Estado puede romper con la Federación unilateralmente o
inaplicar las normas que no le convengan (nulificación). Es una forma de estado que se
ha dado en muy pocos casos y, generalmente, no ha funcionado bien: en el siglo XIX
tenemos a la Confederación de Perú y Bolivia, la Confederación Argentina y los Estados
Confederados de América que lucharon contra los yanquis en la Guerra de Secesión; y,
en el siglo XX, se intentó con la CEI (Confederación de Estados Independientes que trató
de unir a Rusia con las antiguas repúblicas ex soviéticas) y la Confederación de
Senegambia. Por último, el Sacro Imperio Romano Germánico también fue una
confederación de principados y ciudades libres unidas bajo el sacro romano emperador
[3].

Citas: [1] LECUCQ, O. "El Estado unitario: el ejemplo francés". En MATÍA PORTILLA,
F. J. (Dtor.) Pluralidad territorial, nuevos derechos y garantías. Granada: Comares, 2012,
p. 4. [2] ARROYO GIL, A. "Territorio, poder y participación en el Estado federal.
Reflexiones para un debate". En ob. cit, p. 26. [3] STEIN, P. G. El Derecho romano en la
historia de Europa. Madrid: Siglo XXI, 2001, pp. 124 y 125.

Tipos de Estado

Un Estado es un tipo de organización política, que cuenta con sus propias instituciones
burocráticas, leyes y sistema económico, en la cual el poder se ejerce sobre una población que
se encuentra en un territorio determinado.

En ese sentido, para que una nación sea considerada un Estado, debe tener población, soberanía
y territorio.
Sin embargo, no existe un solo tipo de Estado. Se pueden clasificar según su sistema político-
territorial o su forma de gobierno.

Tipos de Estado según su sistema político-territorial

Dependiendo de su estructura político-administrativa, el Estado puede clasificarse en tres tipos.

Estado unitario

En este caso, existe un poder central que se irradia hacia todo el territorio, teniendo facultad
para elegir a las autoridades locales. Tiene una sola constitución, un poder ejecutivo, uno
legislativo y uno judicial. El estado unitario puede ser de dos tipos.

Estado unitario centralizado: como indica su nombre, las decisiones que afectan a todo el
territorio se toman desde el poder central.

Estado unitario descentralizado: en este caso, aunque sigue existiendo un poder central, las
regiones tienen ciertas competencias administrativas.

Portugal, Ecuador, Perú e Israel son ejemplos de Estados unitarios.

Estado federal

Este tipo de Estado se caracteriza porque, si bien cuenta con un gobierno central, el poder
también reside en instancias locales, regionales o estadales. Es posible que estas instancias
tengan sus propias leyes, o que incluso sean políticamente opositoras al gobierno central, pero
siempre estarán subordinadas a este.

Argentina, Estados Unidos, México y Venezuela son Estados federales.

Estado compuesto

Son aquellos que están subdivididos en colectividades con soberanía política y jurídica. Pueden
ser de tres tipos.

Unión personal

Un solo gobernante está al mando de dos o más Estados. En el pasado, era común que un
monarca ejerciera su poder en dos organizaciones políticas y territoriales distintas. Un ejemplo
en la actualidad sería la Mancomunidad británica de naciones (Commonwealth of Nations),
compuesta por 53 países que tienen lazos con el Reino Unido, reconocen a la Corona Británica,
pero son soberanos e independientes.
Unión real

Si bien los Estados son soberanos, en este caso, los gobiernos acuerdan ser representados por
el mismo monarca, con fines defensivos, de finanzas y de relaciones internacionales, pero a lo
interno, los gobiernos son distintos para cada Estado. El imperio austro-húngaro por ejemplo,
fue una unión real, hasta su desaparición en 1918.

Estado confederado

Se trata de grupo de Estados soberanos, que ejercen sus propias leyes y que solo están unidos
por una o varias leyes comunes, sin afectar la independencia de decisiones entre ellos.

Esta última figura se utiliza en casos de cooperación defensiva, migratoria o económica, basada
en un tratado o asociación. Sus miembros pueden retirarse siempre y cuando respeten las
normas acordadas en dicho arreglo. Tal fue el caso de Serbia y Montenegro, que fueron Estados
confederados entre 2002 y 2006.

Vea también la diferencia entre Estado y nación.

Tipos de Estado según su forma de gobierno

La estructura de gobierno puede definir el tipo de Estado. Puede ser una monarquía, una
república, una aristocracia o una democracia.

Monarquía

Es un tipo de Estado en el que una familia representa los intereses y la identidad del país, bajo
el liderazgo de un o una monarca que hace las veces de jefe de Estado. En este sentido, existen
tres tipos de monarquía, según la forma de ejercer el poder:

Monarquía absoluta

El monarca dirige el destino del país ejerciendo el poder de todas las instituciones, muchas veces
incluyendo el aspecto religioso, ya que se asume que el monarca es la fuente de todo poder,
puesto que Dios se lo transmite, según el derecho divino de los reyes. Luis XIV, en Francia y
Enrique VII en Inglaterra, implantaron monarquías absolutas durante la Edad Media e inicios de
la Edad Moderna.

Monarquía constitucional y parlamentaria

Las funciones del monarca están sujetas a lo establecido en la constitución. Si bien el rey ejerce
como jefe de Estado, también existe la figura de presidente de gobierno o primer ministro, que
en este caso es elegido por el parlamento. España es una monarquía parlamentaria.
Monarquía semi constitucional o híbrida

Aunque en estos Estados existe una constitución, el monarca tiene poder de decisión sobre ella,
así que no existe una regulación como la de la monarquía constitucional y parlamentaria. En
Marruecos se ejerce este tipo de monarquía.

República

Es un tipo de Estado en el que el máximo representante es el presidente del país, elegido


mediante voto popular o parlamentario para representar los intereses de los ciudadanos
durante un período previamente establecido en la constitución.

En este caso, existe una clara separación entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial que
busca asegurar un mejor balance en las decisiones públicas y en la vida ciudadana.

Bolivia, Chile, Costa Rica, El Salvador, Grecia, República Dominicana y Singapur son solo algunos
ejemplos de países republicanos.

Aristocracia

Aquí la forma de gobernar el Estado está determinada por un grupo social privilegiado
(generalmente con linaje o vínculos con la realeza) que, se supone, tiene las mejores
competencias académicas, intelectuales y morales para ejercer tales funciones.

En la Antigua Roma (desde el siglo VI al siglo I a.c) esta fue la forma de gobierno, al igual que en
Japón, durante el período Heian (794-1185).

En Hispanoamérica, fue una manera común de ejercer el poder después de los procesos
independentistas, ya que fueron los descendientes directos de los primeros terratenientes
(quienes solían tener vínculos con las coronas europeas) quienes se encargaron de administrar
política y económicamente los territorios libres.

Democracia

Es una forma de gobierno que defiende la soberanía popular, es decir, el derecho de los
ciudadanos de elegir a sus gobernantes, en este caso, a través del sufragio.
De igual manera, los aspectos más relevantes en la vida nacional deben ser decididos por la
ciudadanía, a través de mecanismos de participación directa o indirecta, previamente
establecidos. Este tipo de gobierno se clasifica en tres tipos.

Democracia representativa

los ciudadanos eligen a sus representantes, quienes ejercerán el poder en su nombre. En Japón
e Italia se ejerce esta forma de gobierno

Democracia participativa

se establecen normas que permiten que los ciudadanos puedan organizarse, de tal forma que
tengan una influencia más directa en las decisiones gubernamentales. Los instrumentos legales
para ejercer la democracia participativa son los referendos, los plebiscitos, las iniciativas
populares, la revocación de mando y la apelación de sentencia. En Alemania, existen
mecanismos para activar y regular las iniciativas populares y los referendos.

Democracia directa

las decisiones se toman por voto popular, a través de mecanismos como los referéndums
vinculantes, elecciones primarias, asambleas de ciudadanos, etc. En la Antigua Atenas, entre los
años 700 y 500 a. C se ejercía la democracia directa. Hoy en día, Suiza es el país con los
mecanismos más afinados y cercanos a este tipo de Estado.

Otras formas de ejercer el poder

Dictadura

Es una forma de Estado en la que el poder está concentrado en una sola persona, encargada de
tomar decisiones políticas, económicas, militares y sociales. En este caso, los poderes públicos
pueden existir como instituciones, pero no tienen autonomía en la toma de decisiones, sino que
más bien se encargan de hacer cumplir los mandatos del jefe de Estado.

En la dictadura se tiende a favorecer a la clase política dominante, y se impide que otro grupo
llegue a ejercer el gobierno. La alternancia del poder es inexistente y se establecen mecanismos
constitucionales o jurídicos para perpetuar dicha situación y revestirla de un marco legal.

Los gobiernos de China, Myanmar, Eritrea, Corea del Norte, Cuba y Sudán son ejemplos de
estados dictatoriales.

Ver también Diferencia entre estado de alarma, excepción y sitio.


Tiranía

Es un régimen de gobierno que se instaura después de que un individuo o grupo llega al poder
de forma ilegal, y muchas veces con el uso de la fuerza, generalmente después de dar un golpe
de Estado a un gobierno establecido.

Para mantenerse en el poder, suele tomar medidas que implican la violación de las normas
vigentes, el uso de la violencia y la restricción de las libertades.

Totalitarismo

Es una forma de ejercer el poder a través de la dominación. Se caracteriza por la formación de


un gobierno con un partido único, que cumple las funciones que le corresponden a los poderes
públicos, por lo que se encarga de crear las leyes, legislar y sancionar, sin ningún tipo de
restricciones.

Los regímenes totalitarios casi siempre exaltan a una figura central, que es quien ejerce el poder,
por encima del partido único. El control social y la represión a la disidencia son dos de las formas
de controlar a la población, para que se encuadre con los objetivos del partido.

Los regímenes de Adolf Hitler en Alemania (1933-1945), Benito Musolinni en Italia (1917-1943),
la Unión Soviética (1922-1991) y los Jemeres Rojos en Camboya (1975-1979) son solo algunos
ejemplos de tiranías.

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