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Las psicosis confusionales se caracterizan por:

 la obnubilación de la conciencia, que puede ir desde el simple embotamiento hasta un estado de estupor próximo
al coma;
 la desorientación temporoespacial;
 el delirio onírico.

Tales estados pueden ser engendrados por numerosas causas. Sin embargo, se consideran como factor preponderante las
causas toxiinfecciosas. Este nivel profundo de desestructuración de la conciencia parece ser la reacción de predilección a
las agresiones del sistema nervioso por un agente exógeno.

En los estados confusionales es donde los factores exógenos parecen más evidentes y más activos.

Estudio clínico

A-Modo de inicio.

La confusión puede aparecer en todas las edades, afectando indiferentemente a los dos sexos. Los factores exógenos
(infecciones, traumatismos, emociones, intoxicaciones) sin ser constantes, desempeñan un papel muy importante.

El inicio es generalmente progresivo en varios días; viene caracterizado por el insomnio, inapetencia, cefalea,
modificaciones del humor y del carácter. A veces, no obstante, el comienzo es brusco y caracterizado por una profunda
obnubilación de la conciencia o una profunda desorientación.

De manera progresiva o no, el paciente va entrando en un estado confusional confirmado, a veces después de pasar por
estados de desestructuración intermediaria de la conciencia. Las modalidades de esta degradación, su rapidez, su
profundidad, la duración de sus niveles sucesivos, constituyen los aspectos clínicos de este período de invasión.

B- Período de estado.

El enfermo se halla sumergido en un trastorno general y profundo de su conciencia, que caracteriza el estado confusional:
alteración de la síntesis mental (obnubilación, desorientación, amnesia, etc.) y experiencia onírica.

1) Presentación: la confusión constituye un síntoma capital del cuadro clínico: el confuso da la impresión de embotamiento
y extravío. Se tiene la impresión de que está ausente de la situación actual. El comportamiento general psicomotor verbal y
también los gestos expresan confusión. Los movimientos son lentos, torpes; la palabra mal articulada; el paciente requiere
ser asistido en sus actos más elementales: la alimentación, aseo, etc. Otras veces es ruidoso, presa de una agitación
desordenada. A pesar de esto, el enfermo parece hacer esfuerzos, al menos en alguno momentos, para darse cuenta de lo
que ocurre a su alrededor.

2) Confusión: el síntoma esencial consiste en la incapacidad para efectuar una síntesis y una diferenciación suficientes de
los contenidos psíquicos, los cuales se confunden y aglutinan. De ahí la falta de lucidez y de claridad del campo de la
conciencia. La actividad perceptiva es deficiente: el paciente identifica mal el mundo exterior, no reconoce a sus parientes,
etc.

La desorientación temporospacial es uno de los síntomas más característicos del estado confusional. El paciente comete
errores en cuanto a la fecha, se sitúa mal en el espacio, etc.

Los trastornos de la memoria están también en el centro del cuadro clínico. Las percepciones son vagas, se desvanecen
pronto sin fijarse suficientemente en la memoria. La evocación de los recuerdos es igualmente laboriosa. Los falsos
reconocimientos se añaden a estos trastornos de la memoria: el paciente toma a una persona por otra, mezcla las
situaciones y las identidades.

La insuficiente fijación se manifiesta por el hecho de que el enfermo haya olvidado prácticamente todos los
acontecimientos que se desarrollan en el curso de su enfermedad; es la amnesia lacunar de la confusión mental.
Su perplejidad ansiosa, sus intentos de poner orden en la confusión de sus pensamientos constituyen un síntoma
importante del estado confusional. El paciente pregunta: “¿qué sucede? ¿Quién soy?”, lo que traduce la existencia de una
penosa conciencia de enfermedad.

Estos diversos síntomas: trastornos de la síntesis psíquica y de la conciencia; trastornos de la percepción, desorientación,
amnesias y falsos reconocimientos y perplejidad, son los síntomas mayores de la confusión mental.

3) Delirio onírico: del mismo modo que la obnubilación de la confusión puede ser comparada al sueño, el delirio de la
confusión recuerda el ensueño: es el delirio confusoonírico u onirismo.

El onirismo se caracteriza por:

 una sucesión de alucinaciones visuales (visiones de temas místicos, eróticos, etc.)


 también implica otros componentes sensoriales: auditivos, cinestésicos (voces, amenazas, sensación de
electricidad, etc.)
 el enfermo permanece capaz de percibir la realidad exterior, pero esta percepción está muy alterada.
 adhesión del confuso a su delirio. El delirio es vivido y el sujeto se enfrasca vivamente en él: luchando contra sus
enemigos, huyendo de los peligros. Él “ejecuta” su ensueño.
 las imágenes del onirismo son móviles y, a veces, rápidas y caóticas.
 los temas son muy diversos. Es frecuente el delirio de preocupación profesional. El enfermo vive entonces una
escena de su ambiente de trabajo en la que se encuentra con grandes dificultades de ejecución. Es también
frecuente que las escenas oníricas sean terroríficas y estén constituidas por experiencias alucinatorias visuales. En
el curso de estos accesos de onirismo terrorífico, el enfermo puede presentar peligrosas reacciones. A veces, por el
contrario, el delirio onírico tiene una tonalidad afectiva agradable y exaltante (onirismo eufórico de tema místico o
erótico).

Clínicamente como síntoma, el onirismo se observa a través del comportamiento del enfermo aterrorizado o fascinado por
sus visiones. Se le ve mirar y permanecer atento al desarrollo de las escenas imaginarias. La experiencia onírica no es
continua, se presenta en oleadas y frecuentemente en las proximidades de la noche y del ensueño.

4) Examen físico: en la confusión mental el examen clínico revela casi siempre signos de sufrimiento orgánico. Los
trastornos del estado general son frecuentes: deshidratación, fiebre, anorexia, etc.

Pueden observarse a veces trastornos neurológicos más precisos que permiten poner de manifiesto la existencia de una
afección cerebral o de alteraciones neurovegetativas.

C- Evolución: tiende a la curación sin secuelas. Cuando así ocurre, se observa una mejoría concordante del estado físico y
del estado mental (recuperación de la calma, del sueño y del apetito). La mejoría se presenta de forma progresiva. En las
formas de onirismo intenso puede asistirse igualmente a un despertar brusco, aunque lo más frecuente es que, durante
varios días, el paciente permanezca suspendido entre su ficción delirante y la realidad. A veces, después de la desaparición
de los trastornos confusionales y del gran delirio confuso onírico, el paciente puede permanecer bajo la influencia de su
experiencia onírica y más o menos convencido de la realidad de ciertas escenas vividas en el curso de su confusión. Estas
convicciones fueron denominadas ideas fijas postoníricas. Por lo general, desaparecen al cabo de unos días. En ciertos
casos pueden observarse en el enfermo curado la presentación de recaídas provocadas por diferentes factores etiológicos
(emociones, parto, etc.).

Formas clínicas: Según predominen los trastornos propiamente confusionales o el delirio onírico, se describe:

 una forma estuporosa caracterizada por la obnubilación de la conciencia, la inercia y el mutismo. Se acompaña de
trastornos funcionales graves (rechazo de alimentos, incontinencia, etc.).
 una forma alucinatoria en la que el delirio onírico y la agitación concomitante se hallan en primer plano.
 una forma de onirismo puro. La actividad alucinatoria es muy viva mientras que el estado confusional apenas está
insinuado.
A-Síndrome de Korsakov: es un síndrome confusional en el que predominan la amnesia de fijación, la fabulación y
los falsos reconocimientos y al cual se asocia una polineuritis.

1) Descripción clínica: la fase de comienzo se asemeja a la de todo estado confusional: cefalea, insomnio, trastornos del
humor. Se añaden trastornos de la marcha. En el período de estado el síndrome psíquico está constituido por un estado
confusional generalmente discreto. La primera manifestación es un déficit de la atención. La actividad perceptiva apenas
parece alterada clínicamente. El trastorno de la percepción se sitúa en el nivel en que la misma se integra a la conciencia
del tiempo, es decir donde la experiencia actual se incorpora al tiempo vivenciado para convertirse en un recuerdo.

Es la temporalización de la percepción la que está alterada electivamente. El enfermo es incapaz de fijar un recuerdo,
siendo esta amnesia de fijación el síntoma fundamental del síndrome. Por el contrario, la rememoración o memoria de
evocación de hechos antiguos puede persistir intacta o ser alterada tan sólo por la imbricación de fabulaciones y falsos
recuerdos. El reconocimiento de los recuerdos puede estar insuficientemente integrado en la serie cronológica. Esta
evocación incompleta, que afecta tan sólo a ciertos elementos afectivos, confiere a las percepciones actuales y nuevas un
sentimiento de familiaridad. Son los sentimientos de deja vu y los falsos reconocimientos

Se observa también una desorientación en el espacio.

Los trastornos de la síntesis mental (confusión y desorientación) favorecen una modalidad de pensamiento, de tendencia
automática y asociativa, denominada fabulación. Esta modalidad de pensamiento se aproxima al delirio onírico. La
exposición fabulatoria está constituida por fragmentos reunidos sin orden ni concierto y de diversas procedencias:
acontecimientos y personas reales, recuerdos de lecturas, películas, etc. Esta fabulación es móvil, fácil de modificar,
plausible y parece ser compensadora de la amnesia. La mayoría de las veces requiere ser provocada por medio de
preguntas o de sugestiones, que inducen al sujeto a fabular. La característica somática más importante del síndrome de
Korsakov es la polineuritis de los miembros inferiores.

2) Psicometría: el examen psicométrico es con frecuencia impracticable en razón de la profundidad de la confusión y de la


deteriorización. La característica esencial es un déficit mnésico que afecta a los hechos recientes. Queda también afectada
la evocación de los recuerdos.

3) Evolución: puede evolucionar rápidamente en 2 o 3 semanas. A veces, la confusión mental aguda tiene una evolución
mortal. Mas frecuentemente, la evolución es crónica y la polineuritis se detiene en grados variables, si bien existe casi
siempre una deterioración mental más o menos importante.

4) Etiología: la causa más frecuente del síndrome de Korsakov es una causa nutricional, en el curso del alcoholismo crónico.
Hay que destacar la tuberculosis y las otras infecciones, el embarazo, los tumores cerebrales, las intoxicaciones, etc.

B-Delirio agudo Se trata de un síndrome confusional maligno, de sintomatología y evolución sobreagudas,


generalmente mortal; se caracteriza: a) desde el punto de vista psíquico, por una confusión profunda o un delirio onírico
intenso con agitación muy violenta; b) desde el punto de vista somático, por una grave afectación de estado general. Se
debe considerar el delirio agudo como un modo de reacción unívoco del sistema nervioso a la acción de agentes etiológicos
variados. Sería menos el agente agresor (infección o intoxicación) el que ocasionaría el delirio agudo que el terreno sobre el
cual aparece.

1) Estudio clínico: es una afección relativamente rara que sobreviene brutalmente, sin causas apreciables, de ordinario
en sujetos adultos, con apariencia de buena salud, pero cuyo sistema nervioso dio muestras de fragilidad y con
antecedentes hereditarios psicopatológicos. Los pródromos son los propios de un estado confusional ordinario (trastornos
del humor, insomnio, cefaleas). Rápidamente aparece un síndrome de confusión mental (desorientación) con reacciones
ansiosas y viva excitación psicomotriz. En el período de estado, la agitación motriz es intensa y desordenada. El paciente se
defiende violentamente contra todos los que se le aproximan. El estado general está gravemente afectado. La
deshidratación es intensa. Los trastornos neurovegetativos son importantes. La temperatura es elevada desde el comienzo
de la afección. Se trata de una fiebre por afección directa de los centros de regulación térmica. Hay también una
hiperazoemia, se trata de un síntoma constante y precoz. La hiperazoemia del delirio agudo parece derivar de múltiple
factores.
2) Evolución: sin tratamiento, el delirio agudo evoluciona indefectiblemente hacia la muerte. Sin embargo, con la utilización
de las terapéuticas actuales el delirio puede curar.

3) Etiología: el delirio agudo es una modalidad reaccional frente a diversos factores etiológicos. Se distinguen tres
modalidades etiológicas principales:

 la encefalitis psicótica aguda azoémica “primitiva”: irrumpe y evoluciona con independencia de un contexto clínico
que pudiera permitir relacionarla con un proceso toxiinfeccioso o metabólico determinado.
 la encefalitis psicótica aguda azoémica: aparece en el curso de una evolución psicótica, sobre todo de estados
maníacos.
 la encefalitis psicótica aguda azoémica secundaria.

La mayoría de estos delirios agudos no parecen de naturaleza infecciosa. Debe admitirse una desmesurada reacción
nerviosa, quizá de naturaleza alérgica. Así mismo todos los autores están de acuerdo sobre la importancia del terreno
(alcoholismo, antecedentes psicopáticos) sobre el que irrumpen estos delirios agudos meta infecciosos.

4) Diagnóstico: los dos elementos fundamentales en que se apoya el diagnóstico de delirio agudo son: la hipertermia y la
hiperazoemia. Estos dos signos permiten diferenciar el delirio agudo de los grandes síndromes delirantes con agitación.

5) Patogenia: pueden oponerse dos concepciones patogénicas del delirio agudo. Una de ellas se trataría de una reacción
catastrófica del organismo enfermo. Según la otra concepción consistiría en una toxiinfección de forma cerebral y evolución
sobreaguda. Sin embargo, las concepciones que parecen suscitar en la actualidad mayor interés son aquellas que ven en el
delirio agudo una modalidad de reacción somatoencefálica. Marchand ha rechazado el origen toxiinfeccioso del delirio
agudo y considera que se trata de una forma de reacción de “intolerancia nerviosa” individual a una causa, y que, aunque
se pueda descubrirse la existencia de una toxiinfección, no puede considerársela, sin embargo, enteramente responsable
del síndrome.

Diagnóstico diferencial y etiológico de los estados confusionales

1) El diagnóstico positivo: las dudas en el diagnóstico diferencial provienen de la frecuente imbricación entre todas las
psicosis agudas. No obstante, la profundidad de los trastornos de conciencia y la experiencia onírica con sus escenas de
ensueño y sus pesadillas, intensa y activamente vivenciadas, son síntomas bastante netos para ser reconocidos fácilmente.

2) El diagnóstico diferencial: es de un gran interés práctico en lo que respecta a la diferenciación entre las formas
confusionales estuporosas y de los brotes agudos. Hablará a favor del estupor confusional, la importancia de los factores
toxiinfecciosos, el estado de confusión con desorientación, la ausencia de antecedentes esquizoides y la ausencia de
negativismo y de autismo.

3) El diagnóstico etiológico: es capital en estos casos. Ante un cuadro de confusión mental, deben tomarse todas las
medidas necesarias para descubrir su causa tóxica o infecciosa.

 Causas infecciosas: en la práctica clínica diaria son tal vez las más frecuentes.
 Causas tóxicas: la más frecuente es el alcohol. El síndrome confusoonírico se presenta también en las
intoxicaciones por estupefacientes (cocaína, opio, etc.), las intoxicaciones alimentarias, y especialmente, las
intoxicaciones medicamentosas.
 Afecciones cerebrales: la confusión mental puede ser secundaria a una afectación meningocerebral.
 Emociones: finalmente, las emociones, por lo general asociadas a factores de agotamiento nervioso, pueden dar
lugar a estados confusionales.

Resumen de los problemas psicopatológicos

El delirio onírico del confuso constituye el grado más profundo de desestructuración de la conciencia. Esta “conciencia
onírica” nos remite a la experiencia de los sueños. Pero la desestructuración del estado confusoonírico, por análoga que
sea a la de los sueños, es a la vez menos profunda y más desordenada. En el estado confusoonírico el enfermo no duerme
sino que se halla presa de sueños que se imponen con mayor fuerza que los del sueño normal y a cuya fantasmagoría se
incorpora él mismo profundamente.

El delirio onírico es el aspecto positivo del que la confusión es el aspecto negativo. Dentro de la degradación de la
conciencia constituye el nivel más profundo, aquel en que las fuerzas inconcientes liberadas se presentan con el aspecto
simbólico de imágenes, figuras, escenas a través de dramáticas visiones, fulgurantes, ya que, a este nivel de la vivencia, la
conciencia está unida fatalmente a su función imaginaria.

TRATAMIENTO: Un sujeto confuso siempre debe ser hospitalizado de urgencia en un servicio especializado.

- Generalidades sobre la Epilepsia Epilepsia En principio, podríamos definir a la epilepsia como una
descarga hipersincrónica brusca de una masa neuronal, ya sea de un grupo o de la totalidad de las neuronas, donde
se da una desestructuración de la conciencia.

CLASIFICACIÓN DE LAS EPILEPSIAS:

1) Generalizadas: Toman todo el encéfalo. En estas hay pérdida de conciencia (el paciente no es consciente que está
teniendo una crisis).

Pueden ser de dos tipos: a. Ictocomiciales:

Esta a su vez se divide en dos tipos:

Crisis del gran mal: (pasos en que se va desarrollando)

- Hay dos formas de comienzo: Que se dé directamente (1) el coma (ictus), es decir que la persona se cae de golpe, o
puede ser también que primero (2)tenga mioclonías (temblores que actúan como un brevísimo aviso).

- Luego comienzan las crisis tónicas: Primero se contraen los músculos de los miembros superiores y luego los de los
miembros inferiores se extienden y se tensan, se endurecen. Esto dura aprox. De 10 a 20 segundos.

- Puede darse cianosis (es decir que la persona se ponga azul por falta de respiración).

- Luego comienza la fase clónica: El sujeto se relaja y tiembla (en un comienzo poco y luego mucho y muy fuerte). Los
temblores rítmicos duran entre 30 segundos y un minuto.

- Luego se va relajando y apaciguando, y aparecen los estertores (ruidos en la tráquea), y se produce mucosidad.

- Se mantiene el coma y puede haber pérdida de control de esfínteres (cosa que en la histeria no sucede).

- El paciente despierta de a poco (vigilia parcial), se siente cansado, y se tiene amnesia total del episodio.

Nota: Hay un estado que se llama “Mal epiléptico”, que consiste en que al concluir el gran ataque vuelve a comenzar otro, y
así sucesivamente. Esto es mortal.

Crisis del petit mal: (o pequeño mal)

Aquí puede darse lo que se conoce como la tríada de Lennox, que consiste en lo siguiente:

 Ausencia: Interrupción de la conciencia que puede durar de 5 a 20 segundos aproximadamente.


 Crisis atónicas: Se pierde el tonismo muscular. Generalmente se da en los músculos de la nuca, lo que hace que la
cabeza se caiga hacia delante. A veces se pierde el tonismo en todo el cuerpo y la persona se cae al suelo.
 Mioclonía: Se empieza a temblar. Generalmente es mioclonía bilateral de miembros superiores.

b. Graduocomiciales: Se van dando gradualmente. En estas, primero se da un aura (que pueden ser fosfenos o acufenos u
olores desagradables), y es esta aura la que anuncia al paciente que está por tener un ataque. Esto es importante porque le
permite dejar de hacer lo que está haciendo y prepararse para evitar situaciones riesgosas. Luego del aura es que recién se
generaliza la crisis, según los pasos descriptos en las ictocomiciales.
2) Parciales: No alteran el comportamiento global del enfermo. Son localizadas. Se dan en una zona determinada del
cerebro (y los síntomas dependerán justamente de cuál sea el área afectada). En los momentos de la crisis epiléptica, el
paciente es consciente de lo que está sucediendo.

Podría decirse que, a diferencia de las graduocomiciales, donde primero se presente un aura (fosfenos, acúfenos, olores,
etc) que advierten al paciente del inminente ataque venidero, en las parciales no se pasa de esos síntomas que vienen con
el aura. Por lo que si luego del aura no viene un ataque, podemos decir que eso fue una crisis parcial.

En las epilepsias parciales podemos hablar de dos tipos de sintomatología:

a. Sintomatología elemental: Síntomas Motores: alteraciones sólo motoras localizadas, como por ejemplo temblores.

Síntomas sensoriales: alteraciones sensoriales, como por ejemplo percepción de fosfenos,


de acúfenos, de olores extraños, etc.

Síntomas vegetativos: espasmos, salivación, vómitos, etc.

Síntomas mixtos: Se combinan los síntomas anteriores. Por ejemplo salivar y al mismo tiempo percibir fosfenos.

b. Sintomatología compleja:

Trastornos simples de conciencia (como confusión) Deja vu, Jamás vu.

Síntomas afectivos (risas y llantos inmotivados).

Síntomas psicomotores (como automatismos).

Ilusiones, alucinaciones.

Distinto tipo de epilepsias parciales:

 Epilepsia parcial benigna: Se dan en la infancia y desaparecen en la adolescencia sin dejar trastornos intelectuales.
 Epilepsia del lóbulo temporal: Se caracteriza por trastornos olfativos, auditivos (acúfenos).
 Epilepsia del lóbulo frontal: Se caracteriza por manifestaciones tónicas o posturales.
 Epilepsia occipital: Se caracteriza por visión borrosa, fosfenos, alucinaciones.
 Epilepsia parietal: Se producen síntomas somatosensitivos, adormecimientos, vértigo.

Diferencias entre el ataque epiléptico (crisis del gran mal) y el gran ataque histérico:

 Al comenzar la crisis, en la epilepsia el paciente cae al suelo de forma brusca, en el ataque histérico esto no pasa
(no cae bruscamente).
 El epiléptico puede presentar sangrado en la boca (debido a que pudo lastimarse en las fases tónico clónicas). Esto
no pasa en el histérico.
 3) El epiléptico puede tener perdida de control de esfínter durante el período de relajación. No se observa esto en
el histérico.
 4) En la histeria, luego del periodo de relajación, sigue un período de trance pasional donde la persona parece que
representa algún tipo de escena erótica con sus ensoñaciones. Esto no pasa en el epiléptico.

5) Al concluir la crisis, el epiléptico no recuerda nada. En el histérico se pueden forzar los recuerdos.

Psicopatología epiléptica:

Se divide en :

 Aguda: Que son perturbaciones de la conciencia vigil, y que puede ser con producción sintomática ( estados
oníricos, confusionales) o sin producción sintomática.
 Alteraciones permanentes:
Psicosis epiléptica: Pueden tener similitud a la esquizofrenia o a la melancolía.

Personalidad epiléptica: Aquí hablamos de bipolaridad afectiva, monotonía temática (insistir con un tema), afectividad
pegajosa (adhesividad), irritabilidad, tendencias agresivas, alteraciones del comportamiento social (aislamiento)

Demencia epiléptica: Deriva de una epilepsia de larga data, la que causó deterioro.

EPILEPSIA ¿De qué estamos hablando?

CONVULSION Sacudida muscular brusca que puede afectar parte o a todo el organismo y que tiene su origen en el cerebro

CRISIS CONVULSIVAS

Alteración súbita de la función cerebral, producida por una descarga neuronal anormal y que produce alteraciones del
estado de conciencia, de la conducta, del movimiento o del sistema nervioso autónomo

EPILEPSIA Presentación recurrente de crisis convulsivas

¿QUE ES LA EPILEPSIA? Afección crónica , de etiología diversa, caracterizada por crisis recurrentes debidas a una
descarga excesiva de las neuronas cerebrales en forma paroxística. (OMS)

¿CONVULSIÓN ES LO MISMO QUE EPILEPSIA?

No, necesariamente.

Ej: Convulsiónes febriles no son epilepsias.

1.- Predisposición hereditaria

2.- Las convulsiones son más frecuentes entre más pequeños son los niños.

3.- Una lesión antigua del cerebro puede predisponer a las crisis

4.- Una lesión activa del cerebro

¿CUÁL ES LA CAUSA DE LAS CONVULSIONES? EPIDEMIOLOGÍA

Incidencia de convulsiones en población general 4-8%

¿Cómo es una crisis epiléptica? Son muy variadas en apariencia.

El efecto sobre el niño es diferente de acuerdo al tipo de crisis.

Dependen claramente de la edad y grado particular de maduración neurológica del niño.

El manejo requerido es diferente.

Crisis epilépticas pueden ser convulsivas o no convulsivas

Tipos de Crisis 1 Según Semiología

 Crisis Parciales (simples y complejas)


 Crisis Generalizadas (Ausencias, tónicas, atónicas, mioclónicas, espasmos infantiles)
 Crisis Inclasificables: No hay información suficiente o no entran en las subdivisiones anteriores.

2 Según Etiología

 Idiopática.
 Criptogénica.
 Sintomática.
PSICOSIS EXOGENAS AGUDAS. Como se ha mencionado, este término se refiere a las perturbaciones psiquiátricas
agudas que aparecen en relación directa con alteraciones somáticas. Dichas alteraciones somáticas son de la más diversa
índole: afecciones cerebrales agudas, traumatismo y heridas cerebrales; epilepsia, enfermedades generales (infecciones,
intoxicaciones, anemias, etc.); trastornos endocrinos; puerperio; intoxicaciones por sustancias extrañas al organismo
(alcohol, anfetaminas, etc.). Para que se produzca la perturbación psiquiátrica, las alteraciones mencionadas o las noxas
que de ella provengan deben actuar sobre el cerebro, de manera directa o indirecta.

Bonhöffer (1912) estableció los fundamentos del concepto de psicosis exógena y demostró que los cuadros
psicopatológicos resultantes se reducen a un escaso número a los que denominó "tipos de reacción exógena aguda",
destacando los siguientes síndromes o "formas de presentación": estado delirioso, epileptoide-angustioso, crepuscular,
amencial, alucinósico y estuporoso.

El concepto de tipos de reacción exógena aguda lleva implícita la idea de una falta de especificidad en la relación existente
entre la naturaleza de la enfermedad somática y el cuadro psicopatológico resultante.

Esto significa que enfermedades corporales completamente diferentes pueden dar lugar al mismo cuadro psicopatológico.
El síntoma central de estos trastornos es el enturbiamiento de conciencia en sus diversos grados (excepto en el caso de la
alucinosis).
TRASTORNOS DE CONCIENCIA.

Se puede definir conciencia como "el conjunto de todos los acontecimientos psíquicos que ocurren simultáneamente en un
momento dado" (Rosenfeldt). Tales "acontecimientos psíquicos" son percepciones, representaciones, recuerdos,
pensamientos, sentimientos, etc.
Trastornos cualitativos de conciencia

1.- El estado crepuscular


También se le llama estrechamiento de la conciencia, debido a que lo más característico de este trastorno es circunscribirse
sólo a ciertas manifestaciones de la vida psíquica, durante el cual el paciente es cogido por un afecto exaltado que tiñe de
tal manera el campo de su vivenciar que da la impresión de que toda la actividad psíquica del sujeto se concentra sólo en
aquello que tiene relación con su rabia, su angustia, su odio o su éxtasis. Presenta ilusiones y alucinaciones, principalmente
visuales aunque también auditivas. El afecto desmandado puede llevar al enfermo a incurrir en actos de violencia o a
estados beatíficos de éxtasis.
El estado descrito se denomina estado crepuscular desorientado, en oposición al estado crepuscular orientado, en el cual
aparece un estado afectivo exaltado y una pérdida reflexiva. El enfermo realiza acciones aparentemente normales, usa
medios de locomoción, conversa, visita amigos, asiste al trabajo, comete un delito sin tener presenta las consecuencias.
Los estados crepusculares en general son breves, de minutos hasta días, raramente duran semanas o meses. Debido al
fondo obnubilatorio presente en todo estado crepuscular, hay amensia parcial o total del episodio vivido, pero mientras
esté dentro de él, el enfermo recuerda lo que ha sucedido. No hay fenómenos deliriosos porque la función de interioridad
de la conciencia no está comprometida.
Se tiende a denominar estado crepuscular epiléptico a todo cuadro psicótico epiléptico con compromiso de conciencia. La
psicosis epiléptica que presenta fenómenos deliriosos no es un estado crepuscular epiléptico, sino un estado delirioso
epiléptico.
Los estados crepusculares aparecen con mayor frecuencia en la epilepsia, en las psicosis sintomáticas y en la histeria.
La embriaguez patológica es la forma de estado crepuscular más frecuente de las psicosis sintomáticas, y se presentan
generalmente en epilépticos, orgánicos o psicópatas, con dosis pequeñas de alcohol. Son estados crepusculares
desorientados acompañados de agitación psicomotora, con amnesia posterior. Todas las causas de hipoxia cerebral pueden
provocar un estado crepuscular.
En un paciente con un estado crepuscular y cefalea se detectó un hematoma subdural.
Según Handolt, los estados crepusculares epilépticos son de cuatro tipos: el estado crepuscular del petit mal, el psicótico
productivo, el de origen orgánico y el post-paroxístico. El estado crepuscular de petit mal y el post paroxístico
corresponden a compromisos cuantitativos obnubilatorios de la conciencia. Los estados crepusculares productivos en epile
´pticos pueden ser orientados o desorientados muy desorganizados; puede haber delirios, alucinaciones, ilusiones y
obsesiones. Pueden durar días o semanas y puede haber normalización forzada en el EEG.
Los estados crepusculares de causa orgánica son desorientados. Pueden ser debidos a repercusiones patológicas de las
crisis epilépticas, el edema cerebral, el proceso fundamental del cerebro, o bien a dosis excesivas de anticonvulsivantes.

Una tal concepción de la clasificación de las enfermedades mentales, consideradas como


formas o estructuras puramente clínicas, separa esta clasificación y los problemas de
diagnóstico que ella implica, del problema de las formas etiológicas.

Pero no excluye esta fase final y esencial del diagnóstico médico: en realidad lo prepara.
Las enfermedades mentales se dividen en dos grandes grupos:
 las que son primitivas, constitucionales o endógenas
 las que son secundarias, adquiridas o exóge
 nas.

: el primero, la disolución de las funciones superiores que aseguran la integridad de la personalidad en el plano social
(conductas adaptativas, disciplina moral y social…) y cuya alteración se correspondería con los trastornos de la conducta.

El segundo, la disolución de las funciones que aseguran el equilibrio tímico, es decir la integración de las fuerzas instintivas
y afectivas en la adaptación a lo real. Le corresponderían en su alteración los estados melancólicos y maníacos.

El tercero, la disolución de las funciones que aseguran la organización perceptiva del mundo exterior e interior, y la clara
discriminación entre lo subjetivo y lo objetivo. Le corresponderían los estados oniroides, las alucinaciones, los delirios de
influencia y las despersonalizaciones.

el cuarto, a la disolución de las funciones intelectuales fundamentales le corresponderían los estados confuso-oníricos.

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