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Emplea ondas sonoras, esto es, el sonido propagado en algún medio físico
(aire, por ejemplo) para transmitir la información de un hablante a otro.
Es efímera e inmediata, o sea, se desvanece en el tiempo, ya que las ondas
sonoras pasan y no se preservan en el aire. Lo dicho, como reza el proverbio,
“se lo lleva el viento”.
Es presencial y directa, lo cual se deriva del punto anterior, y quiere decir que
requiere de la presencia (espacial y temporal) simultánea de los interlocutores.
Es imposible hablar con alguien del otro lado del mundo (al menos no sin la
ayuda de algún artefacto o tecnología), o con alguien que existió en el siglo XV.
Es de naturaleza social, es decir, vincula a los interlocutores y les permite crear
nexos sociales de distinto tipo. Toda comunidad humana posee mecanismos
propios de comunicación y un código que responde a su manera de pensar y de
ver el mundo.
Cuenta con elementos de apoyo, que no forman parte del idioma, como la
gestualidad o el contexto. Esto contribuye a que no pueda pensarse fuera del
momento específico en el que ocurre.
Suele ser improvisada, y también más coloquial, menos formal y rígida, aunque
existan también ocasiones en que tienda a lo contrario, como a la hora de dar
una conferencia.
Suele ser bidireccional, esto es, que emisor y receptor suelen intercambiar sus
roles, lo cual permite que la información vaya y venga entre ambos a voluntad.
Permite la rectificación, ya que al estar presentes los interlocutores, siempre
pueden aclararse los términos de la comunicación, explicarse malentendidos,
añadir información necesaria y así garantizar que la información haya sido
comprendida. Esto no ocurre, en cambio, a la hora de leer un texto, en el que
estamos a solas frente a lo escrito.
Elementos lingüísticos. Aquellos que son propios del lenguaje verbal, tales como:
Un canal, que son las ondas sonoras que transportan los sonidos.
Los interlocutores, esto es, un emisor (que codifica el mensaje) y un receptor (que lo decodifica) y
que normalmente intercambian sus roles.
Elementos extralingüísticos.
COMUNICACIÓN ESCRITA
En esta clase de comunicación, el emisor escribe mientras que el receptor lee. Siempre, como canal,
habrá un dispositivo físico, que puede ser un papel o la pantalla de una computadora o incluso una
pared.
Las distancias no son un impedimento. A diferencia de una conversación cara a cara, los mensajes
escritos pueden dar la vuelta al mundo. Las distancias no son un problema para ellos.
Los mensajes son planificados. El el emisor debe planificar, por más mínima que sea la
comunicación, de qué manera formulará el contenido para que tenga cohesión y coherencia.
Cartas. El mensaje se escribe en un papel que se coloca en un sobre para que el correo lo haga llegar
a destino. A diferencia de los folletos, son mensajes personalizados y, dependiendo de la relación
entre el emisor y el receptor, existen más o menos formalismos.
Diarios y revistas. Sus contenidos suelen estar vinculados con la actualidad, están escritos por
periodistas y se imprimen cada cierto lapso de tiempo. En general, abarcan temáticas específicas,
por lo que los lectores los compran de acuerdo a sus intereses. Una vez leídos, estos mensajes se
desechan, salvo que formen parte de alguna colección. Su función es informar o entretener al
público.
Libros. A diferencia de los diarios o revistas, no tienen una periodicidad y no están pensados para ser
descartados. Contienen los géneros más variados y, salvo excepciones, no pierden vigencia. La
principal función de los libros es entretener y difundir conocimiento.
Internet y todas sus variantes. Más allá del e-mail, con Internet llegó una serie de
medios escritos incalculable: desde portales web hasta redes sociales como WhatsApp o
Twitter. Desde la red de redes, las palabras escritas llegan de manera mucho más
veloz, en forma más masiva y económica. Para algunos, es un avance clave en la
democratización del conocimiento.
Estructura. Como su nombre indica, es la manera en que el emisor ordena o estructura aquello que
quiere comunicar. Puede ser en párrafos, capítulos, diálogos, ítems, por poner algunos ejemplos.
Estilo. Es la manera en que redacta el contenido en cuestión. Puede ser formal o informal, personal o
impersonal.
SIMILITUD Y DIFERENCIA
En este sentido cabe tener en cuenta que son muchos los factores que determinan el tipo de registro
empleado. El nivel socioeducativo es uno muy relevante, dado que por ejemplo personas
analfabetas o con pocos estudios tendrán muchas más dificultades para poder emplear registros
más sofisticados.
Si bien como hemos dicho podríamos clasificar el uso del lenguaje en diferentes niveles en función
de una gran diversidad de criterios, si nos atenemos al nivel de corrección y el bagaje cultural de los
hablantes y al tipo de lenguaje que empleamos en distintos contextos podemos considerar un total
de tres grandes niveles de la lengua. Concretamente, las siguientes.
1. Nivel su estándar
Se considera el nivel su estándar como el nivel del lenguaje menos sofisticado y el que precisa de
menos conocimientos formales para emplearse. El uso de este nivel incurre en múltiples
incorrecciones y modismos, suele emplear formas abreviadas de las palabras y frases hechas.
Incluyen por lo general el uso de jergas y variantes regionales (que no dialectos), así como errores
léxicos y sintácticos. Suele ser empleado entre personas de círculos cercanos o con niveles
educativos bajos. Dentro de este nivel podemos encontrar dos grandes subniveles
1.1. Lengua vulgar
Este tipo de lenguaje se caracteriza por su gran sencillez y poca por una gran sencillez y carecer de
ornamentaciones. Muchos de sus términos no forman parte del diccionario, y a menudo incluyen
léxicos limitados, frases cortas y parciales y gran cantidad de vulgarismos y errores que no buscan
subsanarse.
Aunque resulta entendible, es posible que un hablante de otra región tenga dificultades para
comprender la totalidad de los mensajes. También es habitual que se empleen muletillas y que
existan graves problemas de ordenación de las palabras, así como desplazamientos acentuales o en
las sílabas o uso de grafemas y fonemas erróneos (se utilizan vocales y consonantes que no son las
que integran la palabra en sí).
Es frecuente que sea un habla con poca adaptación al entorno y al contexto: la manera de hablar es
casi siempre la misma y no se ajusta dependiendo de la situación.
El también llamado lenguaje del pueblo forma parte del nivel su estándar (si bien integra diversos
elementos del lenguaje estándar), y en este caso observamos un uso mucho más correcto y
aceptado por la mayoría de hablantes, aunque informal y poco elaborado. Aunque limitado en
léxico, también presenta gran generatividad a la hora de hablar de los distintos constructos.
Suele utilizar muchos adjetivos y proverbios, economizar las construcciones y oraciones (se reducen
en la medida de lo posible las frases) y abusar de apelaciones al oyente.
A menudo es un tipo de lenguaje empleado por personas con un ligero nivel educativo, en las
personas mayores o en los jóvenes, teniendo un uso informal bastante extendido.
2. Nivel estándar
Entendemos por nivel estándar aquel que la mayor parte de la población reconoce como correcto,
que sigue las normas léxicas, sintácticas y morfológicas del lenguaje en cuestión y que sirve como
base y ejemplo de cómo es un lenguaje concreto. Requiere un cierto nivel formativo de cara a
aprender el uso del lenguaje y sus normas.
Dentro del nivel estándar podemos encontrar dos subniveles o subtipos de lenguaje.
Es el tipo de registro que suele utilizar la mayoría de la población en su día a día y de manera
espontánea. Se trata de un lenguaje correcto y que sigue las principales normas ortográficas,
sintácticas y gramaticales, aunque pueden existir pequeños errores.
Emplea interjecciones y tiene bastante riqueza a nivel léxico, aunque tiene a utilizarse de manera
informal y tiende a no ser florido ni ornamentado. Altamente práctico y expresivo, suele tener
elementos de subjetividad y emocionalidad.
2.2. Lenguaje culto
La lengua culta es un subnivel del nivel estándar que implica un elevado nivel de corrección en todos
sus aspectos. Suele implicar un conocimiento y dominio de las reglas del lenguaje relativamente
elevado. Posee un léxico bastante rico y pueden observarse elementos de abstracción y
ornamentación, y es tipo de comunicaciones formales.
El lenguaje culto, aunque por lo general es considerado estándar, posee características que lo
acercan al nivel supe estándar y que en ocasiones lo sitúan en dichos niveles del lenguaje.
El nivel del lenguaje más avanzado y sofisticado es el nivel supe estándar. Este nivel se caracteriza
por el uso de un lenguaje muy correcto y ornamentado, así como por emplearse de manera
restringida en determinados ámbitos o contextos. Su uso no es habitual en el día a día y se restringe
a ciertas situaciones, además de lo cual requiere un nivel educativo elevado para poder
comprenderse.
Un subtipo de lenguaje supe estándar en el que prima la transmisión de información objetiva, con
una presentación clara y ordenada de la información y por el uso de terminología específica de un
ámbito del saber. Comprender los mensajes emitidos en este nivel de la lengua implica tener
conocimientos muy especializados en un ámbito concreto, o al menos nociones de campos muy
específicos.
¿Qué es la prosa?
La prosa es una expresión natural del lenguaje, en el que no existen normas de rima, cadencia ni
sonoridad. Se dice que es una expresión natural porque nos permite comunicar ideas de la misma
forma como las pensamos, sin atender a reglas o estructuras más allá que las que dicten la gramática
y la ortografía de cada idioma.
Por su facilidad ser escrita, narrada, leída e interpretada, la prosa es el género más común del
lenguaje narrativo. Por eso se utiliza en textos académicos, informativos, de entretenimiento,
ensayos, documentos legales, literatura (exceptuando la poesía tradicional), cuentos, etc.
Vine a Cómala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo.
Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo
haría; pues ella estaba por morirse y yo en plan de prometerlo todo.
¿Qué es el verso?
El verso es una forma de expresión que se sujeta a un conjunto de reglas donde la sonoridad de las
palabras y el ritmo de las frases son fundamentales. Es la estructura clásica de las composiciones
poéticas.
En la escritura en verso, por lo tanto, el autor se sirve de determinadas estructuras rítmicas, como la
medida, la rima o las pausas. En ese sentido, existen diferentes tipos de verso, dependiendo del tipo
de composición poética que se realice:
Verso rimado
Cuando en la estructura narrativa hay una rima consonante (coincidencia de sonidos de vocales y
consonantes en diferentes versos).
Verso suelto
Verso blanco
Ocurre cuando los versos carecen de rima pero no de medida, ya que tienen una cantidad de sílabas
constantes (11, 12, o 13 sílabas).
Los versos también se clasifican según la cantidad de sílabas que contengan. En ese sentido puede
ser de arte menor o mayor.
La primavera ha venido
Verso libre
Es aquel cuya composición es independiente de las reglas de la métrica, aunque se ciñe a otras
formas, más leves y discretas, de sonoridad.
Fundamento de la lectura:
Ventajas de la lectura:
Agudiza la astucia.
Estimula el intercambio de información y conocimiento.
La costumbre continuada de leer, retarda la aparición de los síntomas de demencia.
Estimula la percepción.
Estimula la concentración.
Estimula la empatía.
Mayor capacidad de comprensión.
Mejora tu ortografía.
Capacidad de síntesis.
Estimula tu imaginación.
Mejora tu manera de expresarte.
Alimenta tu vocabulario.
Ayuda a tu concentración.
Aumenta tu conocimiento.
Tipos de lecturas:
Son muchas las diferentes formas que podemos encontrar de leer y entender el material escrito. Si
bien no vamos a indicar la totalidad de tipos de lectura existentes, a continuación veremos los
principales que se pueden llevar a cabo.
1. Lectura oral
Conocemos como lectura oral o vocal a aquel tipo de lectura en el que el sujeto exterioriza mediante
la voz aquello que es leído. Dicho de otra forma, la lectura oral es aquella que hacemos cuando
leemos en voz alta.
Es habitual que se use cuando se le lee algo a otra persona o cuando pretendemos utilizar el sonido
como pista memorística o como método para poder concentrarse en el contenido de la lectura aún
en condiciones poco óptimas.
Se denomina lectura silenciosa o su vocal aquella que se lleva a cabo de manera silenciosa y de
manera interiorizada. No producimos ningún sonido, aunque lo reproducimos mentalmente.
Se trata de un tipo de lectura que precisa de capacidad para concentrarse y que requiere de cierto
dominio de la capacidad para leer de manera fluida, ya que se pasa directamente a interpretar el
material visual sin traducirlo externamente al sonido (pasándolo directamente a nivel interno).
3. Lectura rápida
La lectura rápida o superficial se caracteriza por llevarse a cabo de manera veloz pero sin detenerse
ni profundizar en lo leído. Permite hacerse una idea de lo que estamos leyendo, la temática y tal vez
la estructura básica, pero de manera general y sin tener en cuenta aspectos más profundos o
complejos.
4. Lectura secuencial
Una lectura que se lleva a cabo sin prisas y teniendo en cuenta la totalidad del texto, sin saltarse
nada pero sin pararse a reflexionar en profundidad sobre ninguno de sus apartados.
5. Lectura intensiva
Otro de los tipos de lectura es la intensiva, la cual implica que se lleva a cabo una lectura extensa y
concienzuda de la totalidad del texto y en la que se ha repasado cada detalle de manera exhaustiva.
La lectura involuntaria, tal y como nos dice el término, es la que se produce de manera inconsciente
y sin que medie la voluntad del sujeto para leer el contenido.
Esta lectura implica cierta capacidad de comprensión lectora, ya que requiere ser capaz de procesar
el mensaje escrito antes incluso de que nos demos cuenta de que estamos leyendo. Es lo que ocurre
cuando leemos algo por accidente. Un ejemplo lo podemos encontrar en casi cualquier producto
publicitario, ya que es algo que se aprovecha en marketing con estímulos salientes y con poca letra.
7. Lectura mecánica
Denominamos lectura mecánica a aquella que se lleva a cabo de manera automática pero voluntaria,
transformando en sonidos los símbolos y mensajes escritos. Se pasa de grafemas a fonemas. Sin
embargo, no es necesario que existe siquiera una comprensión del mensaje. Sería el primero de los
tipos de lectura que llegan a aprenderse, ya que es el paso previo necesario para poder llegar a
comprender lo leído.
La lectura comprensiva se caracteriza por el hecho de que el material leído resulta comprendido por
el lector, de tal manera que el acto de leer implica la integración de conocimiento y una
interpretación válida del material leído. Comprender supone poder extraer conclusiones del material
extraído del texto tras agrupar el material leído y extraer las ideas principales del texto. Requiere,
asimismo, de tener suficiente capacidad de lectura mecánica para poder existir.
9. Lectura selectiva
Semejante a la lectura rápida, la lectura selectiva se caracteriza por que el lector no analiza la
totalidad del texto, sino que realiza una lectura saltatoria en función de las partes más relevantes
tales como los conceptos considerados clave, los títulos o elementos que el lector esté buscando de
modo directo.
La lectura reflexiva se caracteriza por el hecho de que a través de la lectura del texto la persona que
lo lee sea capaz no solo de extraer conclusiones y valorar la adecuación del texto, sino que también
le puede permitir pensar y reflexionar respecto a sus propios conocimientos, carencias y fortalezas
más allá de lo que se pueda llegar a extraer y valorar del propio material.
Este tipo de lectura se caracteriza por el hecho de que la información extraída del texto se procesa
sin realizar ningún tipo de inferencia, de manera que solo se tiene en cuenta lo que significan
directamente las palabras escritas. No se valora la posible existencia de dobles sentidos o
interpretaciones diferentes más allá de lo que el mensaje quiere decir de manera explícita.
Al contrario que ocurre en la lectura literal, en la lectura inferencial se parte del material que se
encuentra a nivel implícito en el texto, aún si no aparece de manera directa en el texto.
Se utilizan las ideas y significados obtenidos no solo del texto directo sino del contexto en el que se
produce el material, las posibles intencionalidades de los escritores o los conocimientos que el lector
tenga al respecto. Permite establecer conclusiones que no se encuentran en el propio texto, así
como interpretar dobles sentidos y otros significados del contenido.
La lectura crítica implica una lectura inferencial del material escrito a la que a su vez se añade un
matiz valorativo por parte del lector: se trata no solo de leer sino de analizar el texto. Además de
interpretar la información escrita, se evalúa y juzga no solo lo escrito sino lo que se puede extraer de
ello, y especialmente si aquello leído es válido y fiable según el punto de vista y el criterio del lector.
Consideramos lectura informativa a aquella que tiene como principal objetivo la obtención y/o
transmisión de conocimiento, siendo el propósito del acto lector el de incorporar los datos
obtenibles del material. No pretende ser entretenido ni ameno, aunque puede resultarlo de manera
secundaria.
La lectura recreativa se caracteriza principalmente por el hecho de que se lleva a cabo con el único
propósito de entretenerse y disfrutar, sin pretender recibir información real o mejorar los
conocimientos (si bien esto puede llegar a lograrse, no será el propósito real del hecho de leer sino
un beneficio secundario).
Podemos llamar lectura científica a aquella que pretende ser de interés y aplicación a nivel científico,
con lo que implica una lectura comprensiva y crítica además de la realización de una extensa
búsqueda de información que pueda ser comprobable. Además tiene como objetivo la obtención de
conocimiento, por lo general de una temática concreta identificada con anterioridad. Puede incluir la
lectura e interpretación de datos estadísticos y fórmulas propias de las diferentes disciplinas
científicas.
La lectura musical es un tipo de lectura que difiere del resto en el hecho de que en su caso la
simbología que es interpretada no centra en buscar un significado a nivel de concepto, sino que
principalmente proporciona información de un sonido, además de su ritmo y la melodía en que debe
ser leída. Es el tipo de lectura mediante la cual los músicos interpretan las partituras.
Técnica de lectura:
Hay distintas técnicas de lectura que sirven para adaptar la manera de leer al objetivo que
persigue el lector. Las dos intenciones más comunes al leer son la maximización de la velocidad
y la maximización de comprensión del texto. En general estos objetivos son contrarios y es
necesario concertar un balance entre los dos.
Técnicas convencionales
Entre las técnicas convencionales, que persiguen maximizar la comprensión, se encuentran
la lectura secuencial, la lectura intensiva y la lectura puntual.
Leyendo en la Abadía
Lectura secuencial
La lectura secuencial es la forma común de leer un texto. El lector lee en su tiempo individual
desde principio a fin, sin repeticiones u omisiones de la lectura.
Lectura intensiva
El objetivo de la lectura intensiva es comprender el texto completo y analizar las intenciones del
autor. No es un cambio de técnica solo de la actitud del lector; no se identifica con el texto o sus
protagonistas pero analiza el contenido, la lengua y la forma de argumentación del autor
neutralmente.
Lectura puntual
Al leer un texto puntual el lector solamente lee los pasajes que le interesan. Esta técnica sirve
para absorber mucha información en poco tiempo.
Esta modalidad se basaba en leer obras por completo, hasta que quedaran grabadas en la
memoria. El lector reconstruye el libro y el sentido.
El léxico es sumamente importante en un idioma porque define las palabras con las cuales
cuenta un hablante para hacerse entender. Un léxico puede crecer, ya que algunos
términos que solo son utilizados en un área restringida, pueden llegar a traspasar fronteras
y formar parte del léxico de otras zonas. Los localismos forman parte del léxico común de
una localidad y suelen desaparecer con el tiempo debido a la interacción con otras
localidades y al paso del tiempo. Estos términos enriquecen el vocabulario y lo diferencian,
enriqueciéndolo.
Función del léxico El vocabulario de un idioma refleja el medio físico y social de sus
habitantes, ya que proviene de las ideas, intereses y ocupaciones de la comunidad. Las
lenguas suelen adaptarse a las vivencias, intereses y preocupaciones de los hablantes.
Cuando conocemos una lengua, debemos conocer su léxico, utilizarlo y además, aplicar las
reglas que controlan la combinación correcta de cada uno de los elementos del lenguaje.
Conocer una lengua es mucho más que conocer su léxico, es conocer las convenciones
sociales que controlan el uso de ella en diferentes situaciones.
La precesión.
1. Transmitir una idea por una frase, o diversas frases por una, pero nunca diversas ideas en una sola
frase.
2. La explicación debe basarse más en los actores y las acciones y no en las abstracciones.
La concisión
Concisión es transmitir una idea con la menor cantidad posible de palabras. Esta economía
de palabras —concisión— no implica brevedad, sino más bien densidad, precisión. Por el
contrario, una frase larga puede ser concisa. Lo opuesto es la palabrería ociosa.
La originalidad
Original es una forma de denominar a una obra de arte, tanto si es una obra de alguna de
las artes plásticas (las únicas que consisten en un objeto material) como si es una obra
musical o una obra literaria (que no consisten en un objeto material, sino en una secuencia
de sonidos o palabras, por lo que el término original se usa para designar al primer soporte
enviado por el autor al editor, en el momento en que la obra está terminada pero aún
es inédita, como una partitura o un manuscrito, incluso un caso mixto entre las artes
plásticas y las literarias, como son los originales de cómic); pero también a un negativo
fotográfico, o a una grabación mecánica de sonido o imagen en cualquier tipo de soporte
que sea imposible de copiar con plena integridad. Tal circunstancia hace necesaria la
preservación del original para preservar su integridad. La copia se realiza, entre otras
razones, para reproducirse o exhibirse en sustitución del original que queda custodiado en
algún lugar seguro, para impedir que se deteriore. De hecho, original es un término que
puede designar a cualquier cosa reproducible que ha servido como modelo para hacer otra
u otras iguales a ella, como una llave.
LA PROPIEDAD
La propiedad es la facultad que tiene una persona (natural o jurídica) para disponer de un
objeto. Esto, siempre dentro de lo que permitan las leyes.
La propiedad puede aplicar a todos los objetos que cumplan con las siguientes
características:
Limitados: Debe tratarse de un bien que no sea ilimitado, como el aire, pues en este caso no
tendría sentido delimitar la propiedad a un individuo.
Útiles: Esto significa que el bien que brindar algún tipo de beneficio a su propietario, ya sea
monetario o no. En este último caso, podríamos hablar de la simple satisfacción.
Cabe aclarar, sin embargo, que la propiedad también puede ejercerse sobre una cualidad o
atributo personal. Por ejemplo, una persona puede poseer una gran creatividad artística
Asimismo, existe propiedad sobre bienes intangibles o inmateriales. De hecho, de ahí surgen
los derechos de propiedad intelectual que protegen a los creadores, tanto en el campo
académico como en el artístico.
Derechos de la propiedad
Ius utendi: Derecho de uso. Se refiere a que la persona puede utilizar el bien para lograr
determinados objetivos. Por ejemplo, una maquinaria que sirve como herramienta en un
proceso de producción. Este derecho tiene sus limitaciones, pues imaginemos el caso de una
fábrica. Su funcionamiento no podría permitirse en una zona residencial por el nivel de
contaminación sonora y/o ambiental que puede generar.
Ius fruendi: Derecho de goce. Así, el propietario tiene derecho a disfrutar de los productos
que genere el bien. Aquí podemos distinguir dos circunstancias:
Cuando los frutos del bien son naturales, como el café que proviene de los cafetos.
Cuando los frutos del bien son civiles. Por ejemplo, las rentas que se perciben por
el arrendamiento de un inmueble.
Ius abutendi: Se refiere al derecho de consumir el objeto. Por ejemplo, puede venderlo,
donarlo o alquilarlo. Incluso, podría destruirlo al menos que se trate de patrimonio
protegido por el Estado.
Para asegurar que los derechos anteriormente descritos sean protegidos se debe
realizar la notificación a los registros oficiales correspondientes. De ese modo,
quedarán consignados los datos del dueño y de su respectiva propiedad.
Qué es el estilo
Ya hemos hablado con anterioridad del lenguaje y del estilo —por ejemplo en este artículo y en este
otro—, pero lo hemos hecho precisamente desde un punto de vista literario, valorando esos
aspectos como elementos constitutivos de la obra en cuanto artefacto artístico. Hoy, sin embargo,
queremos centrarnos en su aspecto básico: el de transmitir información de una manera correcta y
clara, que resulte comprensible para el lector.
De modo que hoy vamos a hablar de mejorar el estilo de escritura. Pero no tu estilo como autor, sino
el estilo que se corrige cuando se contrata una corrección de estilo.
Tu estilo como escritor podría decirse que es como tu huella dactilar de autor. Es la suma de todas
esas peculiaridades que nos permiten reconocer y distinguir un fragmento de Bernhard de uno de
Baroja o de otro de García Márquez. Basta con leer unas pocas líneas o párrafos para distinguir un
registro propio, una manera particular de presentar las ideas, de usar la puntuación o de colocar las
palabras.
Pero el estilo es también otra cosa, algo más elemental (aunque también complejo) que reside en
cualquier texto y que un autor debe cuidar con mimo. El estilo se refiere a la claridad del texto, a la
eficacia con que transmite las ideas que el escritor vuelca en él y permite al lector hacerse una idea
exacta y cabal de su significado.
El estilo se refiere por tanto a la ortografía y a la gramática, al correcto uso del vocabulario (no usar
una palabra por otra, dar con la palabra apropiada), a la concisión, al orden interno del texto y a la
forma en que se dispone en él la información… Es, como si dijéramos, la arcilla de la que está hecha
la obra. Si esa arcilla no tiene la necesaria calidad se resentirá la obra entera. No importa lo bien
desarrollado que esté tu personaje o lo original que sea tu argumento. Si el texto no está bien escrito
a ese nivel elemental, el lector no pasará más allá de la primera página, y un editor o el miembro de
un jurado lo descartarán de manera automática.
Pero no te alarmes, mejorar el estilo de escritura es posible. Vamos a repasar algunos puntos en los
que el estilo suele flojear para que compruebes si el tuyo también falla por ahí y empieces ya a
ponerle remedio.
Ortografía y gramática
Ojalá pudiéramos prescindir de ellas, sabemos que muchos las consideráis áridas y aburridas, pero
son básicas. Saber cómo funciona el lenguaje es crucial para usarlo bien.
Las reglas gramaticales no son un conjunto de normas arbitrarias pensadas solo para dificultar la
vida de quienes escriben, sino que su objetivo es lograr que el mensaje que transmite el texto sea
fácil y correctamente comprendido por el lector. Y estamos seguros de que tú deseas que tu lector
comprenda sin problemas la historia que has ideado y escrito para él. Pues cuando, casi siempre por
desconocimiento, no sigues esas reglas, estás dificultando que el lector comprenda adecuadamente
lo que cuentas. No hay forma más efectiva de dejarlo fuera de la historia.
Estudiar ortografía y gramática de una manera metódica puede resultar poco atractivo, pero por
suerte hay multitud de libros de estilo en el mercado que te presentan un repaso rápido,
ejemplificado y fácilmente asimilable. Aquí se recopilan algunos.
También tienes disponibles sitios web que te permiten realizar consultas rápidas, para resolver tus
dudas sobre la marcha, como los de Fundéu o los de la Real Academia de la Lengua.
Falta de concisión
Además de dominar a la perfección ortografía y gramática hay algunos otros aspectos que es
importante cuidar en el texto literario para mejorar el estilo de escritura. Uno de ellos es la
concisión.
El buen estilo y la buena literatura no están reñidos con la concisión. Es frecuente la idea de que
cuantas más palabras se acumulen y más largas resulten nuestras frases, mejor escribiremos. Nada
menos cierto: el lenguaje busca transmitir el máximo de significado con el mínimo de medios y, en
realidad, el significado a menudo se pierde o resulta confuso cuando las palabras proliferan de forma
descontrolada.
El consejo más sencillo que te podemos dar para que mantengas tu estilo conciso es que no uses dos
palabras donde puedas usar una. Es algo que vemos con bastante frecuencia entre los autores que
contratan nuestras tutorías de proyectos narrativos: usan dos o tres palabras allí donde es
perfectamente posible usar una sola y atentan así contra una de las reglas básicas del lenguaje: la
economía.
Recuerda, ser conciso no quiere decir que no seas literario. Del mismo modo que alargar las frases
no quiere decir que escribas mejor.
Atención también a las redundancias y repeticiones. Revisa tu texto para comprobar que no repites
una misma palabra en frases cercanas. Si lo haces, trata de sustituir alguna de ellas por un sinónimo.
Por su parte, la redundancia es la «repetición o uso excesivo de una palabra o concepto». Si
consideras que una idea no ha quedado clara para el lector, no te limites a repetirla de nuevo: busca
otras maneras de exponerla, sírvete de una metáfora o de un símil.
Revisa también si recurres a pleonasmos. El pleonasmo es el empleo en una oración de palabras
innecesarias para que esta tenga sentido completo. Expresiones como «repetir de nuevo» o «volar
por los aires» o «lapso de tiempo» son redundantes. Bastaría con «repetir», «volar» o «lapso»
porque los términos «de nuevo», «por los aires» o «de tiempo» no son necesarios para que la frase
tenga un sentido completo y comprensible: no se puede repetir algo que no se ha dicho antes, ni
volar por la tierra o el mar y un lapso es «el tiempo entre dos límites».
Bien es cierto que el pleonasmo es un también una figura literaria usada para enfatizar el sentido de
una construcción o embellecerla, como el verso «Temprano madrugó la madrugada», de la Elegía a
Ramón Sijé de Miguel Hernández.
Ambigüedad
Hemos recalcado que un texto literario debe ser, ante todo, claro. El lector debe comprender
correctamente su significado. Para mejorar el estilo de escritura debes cerciorarte de que la
ambigüedad no intencionada no se cuela en tus textos.
Las frases sin sujeto, o cuyo sujeto no está claro; las frases confusas o incorrectamente construidas;
los errores de concordancia; usar la puntuación de forma indebida; descuidar el orden de las frases…
todo ello es fuente de ambigüedad en el texto y va a dificultar la lectura. Como ves, manejar con
soltura ortografía y gramática es algo imprescindible para un escritor.
Pero la ambigüedad también atañe a la elección de las palabras. Hay palabras cuya indeterminación
da lugar a que las frases en las que aparecen no transmitan la idea que pretenden comunicar con
claridad y fuerza. Y si hay algo a lo que todo texto literario debe aspirar es a comunicar ideas con
claridad y fuerza.
Palabras como «cosa», «tema», «idea» son palabras comodín que, en muchos contextos, carecen de
concreción y vuelven la frase en la que se usan ambigua. Algo parecido sucede con aquellas palabras
que se refieren a conceptos o sentimientos intangibles (libertad, felicidad, amor) y que pueden
despertar ideas diferentes en diferentes lectores; además, por su carácter abstracto, los conceptos
que representan pueden pasar por la mente del lector sin desencadenar una respuesta sensorial.
Intenta servirte de palabras concretas que nombran cosas que la gente experimenta con sus
sentidos (naranja, gato, calor). Al usar ese tipo de palabras, lograrás que el lector obtenga una
imagen de aquello sobre lo que el texto está hablando y, en consecuencia, le resultará más sencillo
entender su significado.
Un buen método para volver concretas ideas o reflexiones de cariz abstracto es, nuevamente,
servirse de metáforas y símiles. Por ejemplo, para hablar de un concepto abstracto como la libertad
puedes servirte de un símil: «Se sentía libre como un pájaro recién escapado de la jaula».
Pero mucho cuidado al construir tus símiles y metáforas, no vayas a caer en el cliché (como
acabamos de hacer nosotros con la imagen del pájaro fuera de la jaula). Si usas imágenes gastadas
estarás restando fuerza a tu texto, lo estarás convirtiendo en una acumulación de palabras sin
relieve. Aquí te compartimos algunas otras reflexiones sobre el cliché.
Las metáforas también pueden ser fuente de ambigüedad si la imagen que crean no es certera. Para
que tus metáforas sean efectivas, procura reducirlas a un único elemento bien desarrollado.
Por ejemplo, la siguiente metáfora aúna dos elementos: «Como un murciélago surgido del infierno,
el nuevo director del colegio salió de su despacho decidido a resolver la tormenta que se había
desatado en un vaso de agua». Por un lado representa al nuevo director del colegio como un
murciélago salido del infierno, por otro alude a un conflicto menor refiriéndose a él como una
tormenta en un vaso de agua.
Sin embargo, un murciélago tiene poco que ver con una tormenta o un vaso de agua, y eso da lugar
a que la imagen que se forma en la mente del lector resulte confusa. Sería mejor: «Como el capitán
de un navío, el nuevo director del colegio bogó por la oficina decidido a resolver la tormenta que se
había desatado en un vaso de agua». La unión de términos marineros —capitán de navío, bogó,
tormenta— forma una imagen clara sin dejar de subrayar la actitud ridícula del nuevo director que,
muy consciente de su autoridad, se afana por resolver un pequeño conflicto.
Pobreza de vocabulario
Para mejorar el estilo de escritura nada mejor que aumentar la riqueza de tu vocabulario. La pobreza
léxica puede afectar de manera muy negativa a tu estilo y, de hecho, se relaciona con varios de los
elementos que hemos visto hasta ahora.
En cierta medida, es para suplir la falta de léxico por lo que se alargan las frases de manera
innecesaria, así «parece» que se escribe mejor (aunque no es cierto). Cuando no se dispone de
vocabulario suficiente también es común escribir de manera ambigua, simplemente porque no se es
capaz de dar con la palabra certera, la que encaja a la perfección con el sentido del texto. Y se suele
incurrir en repeticiones de palabras porque sencillamente no se dispone de otras.
Pero la pobreza de vocabulario perjudica de otras formas al estilo. Una de ellas es usar palabras que
no tienen el sentido que les atribuimos, algo que sucede a menudo cuando se usan sinónimos.
Aunque sinónimas, entre dos palabras pueden existir diferencias de matiz que hacen que su sentido
varíe.
Por ejemplo, «tiempo» y «clima» no son sinónimos, aunque a menudo se usan como tal. El tiempo
es el estado atmosférico en un momento concreto; por ejemplo, «estos días hace buen tiempo».
Mientras que el clima es el conjunto de condiciones atmosféricas que caracterizan una región. Por
ejemplo: «en el clima asturiano los otoños son lluviosos».
Si vas a usar como sinónimo una palabra que no usas habitualmente y cuyo significado exacto
desconoces, búscala primero en el diccionario para cerciorarte de que significa lo que crees. Aunque
este consejo es válido siempre: si vas a usar una palabra que no forma parte de tu vocabulario
habitual o sobre la que tengas dudas, comprueba primero su significado.
¿Te ocupas del lenguaje como material básico de tus historias? ¿Qué tal llevas lo de la ortografía y la
gramática?, ¿crees que a tus textos les falta concisión o pecan de ambigüedad?, ¿y qué tal anda tu
vocabulario? En los comentarios hay lugar para tus reflexiones.
TEMA V. EL PARRAFO
La Ortografía
Precisión léxica
Oración Principal
La oración principal se haya al principio del periodo o se puede desplazar al final. La oración
principal no posee un verbo en forma no personal (infinitivo, gerundio o participio).
Elaboración:
Oraciones secundarias
Pueden ser de dos tipos: de coordinación y subordinación. Son coordinadas
aquellas que están unidas mediante conjunciones y posee en sí mismo un sentido
completo. Son subordinadas aquellas que solo adquieren sentido en función de
otra.
Un párrafo es una unidad de un texto que está compuesta por una o varias oraciones,
que comienza con una mayúscula y que termina con un punto y aparte. Los textos se
organizan de manera tal que cada párrafo trata sobre una idea central de la que se
desprenden ideas secundarias.
El párrafo consta de una idea central, que por lo general se sintetiza en una oración llamada oración
temática (que orientará el desarrollo del párrafo y será el eje del mismo), y de oraciones secundarias
o de apoyo, que son los argumentos que explican y sostienen la idea principal. Ejemplo: La web deja
ver su evolución en su nueva versión: la web 2.0.
Su auge radica en la posibilidad que tiene el usuario de poder administrar sus productos
intelectuales e intangibles, siendo él, el único director de su mundo virtual. Las redes sociales que se
generan gracias a esta versión facilitan que la realidad del individuo se emancipe en términos de
información; Facebook, Flickr, Myspace, Wikipedia y los Blogs son un ejemplo de ello.
La idea central puede estar explícita (en la oración temática) o implícita, de modo que se deba
deducir de la información contenida en el párrafo. CUALIDADES PRINCIPALES Unidad: Cada párrafo
debe desarrollar una sola idea principal. Se rompe la unidad de un párrafo, cuando se introducen
elementos diferentes que no apoyan la idea principal. Cohesión: Se consigue cohesión en un párrafo,
cuando todas las oraciones se articulan de forma ordenada y comunican un mismo mensaje. El uso
correcto de signos de puntación, conectores, verbos, pronombres y sinónimos, permiten la cohesión
dentro del párrafo.
Coherencia: La coherencia hace referencia a la relación que mantiene el párrafo con el eje temático
del texto y, dentro de él, a la relación de las ideas secundarias con la idea principal.
Un párrafo coherente presenta las ideas de forma ordenada e intencional; informa suficiente sobre
el tema a desarrollar, permite al escritor jugar con las ideas poniéndolas en el orden que facilite el
entendimiento por parte del lector.
Cambiar incorrectamente el sujeto o el verbo de una oración, puede hacer que se pierda la
coherencia del párrafo.
EXTENSIÓN: La extensión de los párrafos puede variar dependiendo del tipo de texto y de la
intención comunicativa del autor, sin embargo se recomienda que los párrafos no sean extensos ni
complejos debido a que se puede perder la unidad del párrafo y puede resultar fatigante para el
lector. “La extensión del párrafo está definida por razones conceptuales y por razones estéticas”
Ávila (2002). En cuanto al factor conceptual, se cambia de párrafo cuando se ha completado un
proceso lógico o concepto. Y en cuanto al factor estético, se cambia de párrafo cuando el texto se ha
hecho demasiado extenso al punto de generar cansancio visual en el lector. Según Daniel Cassany
(1995), una medida justa es un párrafo de máximo cuatro o cinco proposiciones.
Producir textos consiste en redactar por escrito los pensamientos previamente ordenados.
Su propósito es combinar palabras, frases, oraciones, párrafos o textos para expresar las ideas,
pensamientos, sentimientos, deseos, órdenes, con destino a un lector potencial y con un objetivo
específico (informativo, afectivo, estético o persuasivo).
1. Planifica tu contenido.
2. Investiga sobre el tema del texto.
3. Produce el texto.
4. Revisa el texto.
5. Publicar y difundir.
6. Usa el lenguaje del público.
7. Responde a las preguntas de los usuarios.
8. Sé claro y objetivo.
Si quieres producir un buen texto escrito debes seguir las siguientes fases o etapas:
1. Planificación:
2. Textualización:
3. Revisión:
Es el proceso que sigue a la escritura. Aquí tú debes realizar los pasos de:
- revisión: lectura crítica de tu texto, tal como si fueras el lector de tu propio escrito;
- reescritura: mejoras del texto, recogiendo las ideas de tu revisión;
- evaluación: valorar tu texto, “ponerle una nota”. Esta etapa también pueden cumplirla otras
personas: el lector que te propusiste, o bien, alguno de tus profesores si escribes un texto
académico.
A. Introducción o saludo (plantea el tema que se va a abordar y la idea que se quiere transmitir).
A. INTRODUCCIÓN O SALUDO:
1) El orador o participante tomará una posición firme, decidido, con porte, mirando fijamente a su
interlocutor; procederá a saludar, pero guardando siempre el orden jerárquico de ciertas
personalidades que se encuentran en el lugar.
2) Luego tendrá como objetivo plantear el tema que se va a abordar y la idea que se quiere
transmitir, y ubicar al auditorio, en el lugar mismo donde se desarrollarán los hechos o
acontecimientos.
3) Es necesario y elegante que el orador haga pensar al auditorio, utilizando citas, ejemplos,
pensamientos o experiencias personales, pero todo ello debe tener una relación con el tema que se
va a tratar; se utilizará este método para que nuestro discurso sea entretenido y no monótono y frío;
es interesante mantener al receptor en una constante atención, de tal forma nos evitaremos
pronunciar el nombre del tema.
4) Nuestro discurso se pone más interesante cuando el auditorio procura adivinar qué tema va a
tratar; si utilizamos este método en la medida que vamos hablando, más atención habrá de parte del
receptor; lo importante de esta introducción es que debe ser interesante; debe gustar el orador y
ésta no debe pasar de 3 minutos.
5) Para un discurso el orador no debe utilizar estas frases: bueno, bien, disculpe, etc.; ni tampoco
frases de falsa modestia como éstas: trataré de hacerlo bien.
1) Quizás es la parte más importante del discurso, por la capacidad del conocimiento intelectual que
tenga el orador sobre el tema y su inmensa capacidad de memoria, que será muy valiosa en un
determinado momento.
2) CICERÓN no se equivoca cuando llama a la memoria tesoro de todas las cosa; así mismo, como es
de nuestro conocimiento todos los problemas o desarrollos sociales tienen sus raíces históricas, sean
nacionales e internacionales, políticas, culturales, científicas, etc., lo que significa que será necesario,
cuando abordemos un tema, tener en cuenta esta recomendación, quiere decir, hacer una reseña
histórica sobre el tema, y aquí la importancia de su conocimiento y preparación intelectual, como la
capacidad de memoria.
3) Por lo que es necesario que como alumnos de oratoria estén interesados en todos los problemas
mencionados, para de allí tener argumentos válidos y sustanciosos y lograr una
exposición dinámica motivadora del emisor hacia el receptor.
Narrativos (cuenta algo que les sucede a unos personajes, en un espacio y un tiempo determinados.
En ellos existe siempre la figura del narrador, que normalmente está en 1ª o 3ª persona).
Descriptivos (explican cómo es algo: un objeto, una persona, un paisaje… Puede ser objetiva o
subjetiva).
Dialogados (transcriben la conversación entre dos o más personas. Pueden estar escritos en estilo
directo o indirecto. Además, pueden llevar acotaciones u otras indicaciones sobre cómo transcurre
esa conversación).
Argumentativos (ofrecen una opinión (tesis) y la defienden con ideas y razones para convencerte).
Expositivos (simplemente, plantean un contenido, sin implicarse ni emitir ninguna valoración sobre
él).
Lineamientos para la redacción de cada una de las partes de un texto
Debe ser escrita en el mismo tono, registro y con el mismo tipo de lenguaje que se va a usar en todo
el documento.
Se utiliza para captar la atención del lector y orientarlo acerca del escrito que va a leer.
¿Qué? Breve descripción del tema del trabajo, para que el lector sepa qué va a encontrar en el texto.
¿Por qué? y ¿Para qué? La razón e importancia de la investigación sobre ese tema o fenómeno y
cuáles son los propósitos y alcance esperado. Se pueden incluir los antecedentes que existan sobre
la materia que se está estudiando.
Para realizar una introducción de un texto académico o de investigación, se puede seguir una serie
de pasos:
Primera oración. Una cita, anécdota o pregunta retórica que capture la atención del lector.
Descripción. La explicación simple y concisa del tema a tratar (también en el primer párrafo).
Antecedentes. El punto de partida desde el cual parte la investigación. ¿Qué hay escrito o
investigado sobre la cuestión? El marco teórico permitirá conocer la originalidad y novedad (o no) de
la investigación.
Ideas encadenadas. Un listado o un párrafo con los temas o subtemas sobre los que va a tratar el
trabajo. Se debe ir siempre de lo general a lo particular y se pueden utilizar recursos como bullets,
preguntas retóricas, citas de autores.
Cierre. El paso al cuerpo del texto. Debe dejar un escenario abierto y preguntas en el lector que
inciten a continuar con la lectura.
Desarrollo y conclusión
Una introducción debe entenderse siempre en el contexto de una estructura mayor. Los otros dos
elementos básicos de un texto, el desarrollo y la conclusión, son los que dan sentido a la
introducción.
En el desarrollo, también llamado cuerpo, se exponen los temas anticipados en la introducción y se
intenta llegar a los objetivos planteados. Es la parte central de la investigación.
Puede desarrollar ejemplos, trabajos de campo y resultados con gráficos, estadísticas, explicaciones
de causa-consecuencia. Suele incluir citas o referencias a autores. Se deben enunciar los hallazgos y
los métodos que se utilizaron para llegar a ellos.
IDENTIFICACION DE TEXTO
IMPORTANCIA:
La gran ventaja que tienen los esquemas es que te muestran el contenido del tema con una
estructura visual muy clara. De un solo vistazo te permite reconocer los aspectos esenciales
y tener una idea clara de las ideas fundamentales del tema.
A muchas personas les resulta más fácil memorizar imágenes visuales, esquemas gráficos,
para así analizar los contenidos, localizar claramente las relaciones entre los conceptos y
consolidarlos en nuestra memoria.
Para realizar un buen esquema debes organizar las ideas claves de forma jerarquizada y,
posteriormente seleccionar el tipo de esquema más adecuado a la materia y que te resulte
más fácil de asimilar.
ELABORACION Y DESARROLLO
Subrayar las ideas principales. Se resaltan las ideas del texto que permitan comprender la temática
de estudio, también se pueden subrayar ideas secundarias, terciarias o todo dato o concepto que se
juzgue necesario.
Elegir palabras clave. De las ideas principales se obtienen los conceptos (o frases cortas) más
representativos de la temática. Se deben omitir detalles, ya que una de las características
fundamentales del esquema es que sea sintético y breve.
Determinar qué tipo de esquema se va a utilizar. Aunque existen esquemas pre formateados, esta
herramienta permite que cada persona lo adapte a su preferencia y según el tema de estudio. Es
recomendable realizar un esquema propio (y no hecho por otro) porque el proceso de resumir y
organizar la información es beneficioso para la comprensión y memorización del tema.
Relacionar las ideas. Se recomienda tomar nota de las ideas y el orden en el que serán relacionadas
o clasificadas para luego volcarlas en el esquema.
Tipos de esquemas
Existen diferentes tipos de esquemas que varían en su diseño, tamaño o la forma en
la que se dispone la información. Es importante conocerlos para elegir el esquema
que más se adapte al tipo y cantidad de material con el que se trabaja.
Fuente: susanabria.over-blog.es/
Utiliza flechas para organizar la información de izquierda a derecha o hacia los
costados, por lo que puede incluir un gran número de conceptos e información.
Parte de un concepto principal del que salen flechas que encierran las ideas
secundarias y terciarias: a mayor distancia del concepto principal, más específica la
información.
Esquema ramificado
Utiliza un concepto principal del que descienden las demás ideas de lo general a lo
particular. Se utiliza para representar clasificaciones o subtemas.
Diagrama de flujos
Se usa para graficar los pasos o actividades dentro de un proceso a partir de figuras
geométricas, que representan conceptos conectados entre sí mediante flechas que marcan la
dirección del proceso.
IMPORTANCIA:
Los signos de puntuación delimitan las frases y los párrafos y establecen la jerarquía sintáctica de las
proposiciones, y en consecuencia dan estructura a un texto. Con estos signos se logra ordenar las
ideas y jerarquizarlas según su importancia. Asímismo, se eliminan ambigüedades. Se puede decir
que son los que velan por el sentido de un texto. Su correcto uso implica el dominio de la sintaxis y,
por ende de la gramática de la lengua en general. Con todo, la mayoría de los escritores dudan a la
hora de utilizarlos ya que se trata de un recurso bastante polémico. La abundancia o escasez de los
mismos, especialmente de la coma, marcan el ritmo de la lectura: mayor cantidad, más lentitud;
menor cantidad, más fluidez en el desarrollo del discurso.
Los signos de puntuación se usan en los textos escritos para intentar reproducir la entonación del
lenguaje oral (pausas, matices de voz, gestos, cambios de tono, etc.) con objeto de interpretar y
comprender correctamente el mensaje escrito. Los signos de puntuación, por lo tanto, nos permiten
expresarnos con claridad y evitar interpretaciones diferentes del mismo texto.
Por ejemplo, el sentido de la siguiente frase: «No está mal eso», cambia si utilizamos otros signos de
puntuación: «No, está mal eso».
Según la Ortografía de la RAE, el español cuenta con los siguientes signos de puntuación:
punto .
coma ,
punto y coma ;
dos puntos :
puntos suspensivos …
signos de interrogación ¿ ?
signos de exclamación ¡ !
paréntesis ( )
corchetes [ ]
raya –
comillas « » » » ‘ ‘
Ahora os dejamos aquí algunos textos en los que vais a ver la importancia que tiene el correcto uso
de estos signos. Algunos son muy graciosos, esperamos que os gusten:
Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda.
(Si usted es mujer, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra «mujer»: Si el
hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer, andaría a cuatro patas en su búsqueda.
Si usted es hombre, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra «tiene»: Si el
hombre supiera realmente el valor que tiene, la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda.).
No, se lo dijo.
No, ¿se lo dijo?
No sé, ¿lo dijo?
No se lo dijo.
Una oración es un sintagma caracterizado por expresar algún tipo de predicación y que consta de un
sujeto (que puede estar elidido) y un predicado cuyo núcleo es siempre un verbo flexionado.
Esto quiere decir que una oración es una estructura bimembre, porque está compuesta por dos
categorías sintácticas menores, que son las dos partes de la oración básicas: el sujeto y
el predicado (no es sujeto, verbo y predicado, como a veces se dice, pues el verbo forma parte de
este último).
Una excepción a esta definición es el caso de las oraciones impersonales, cuyo verbo no admite la
presencia de un sujeto, esté elidido o no.
Una forma más sencilla de definir este término es la definición propuesta por Enrique del Teso
Martín[1]:
Una oración es un tipo de enunciado con una estructura sintáctica regida por un verbo.
Tipos de oración
•Enunciativa: Son los que apuntan a expresar algo concreto, a informar o comunicar
centrándose en lo que se dice, sin dejar translucir ninguna actitud particular del enunciador.
•Exclamativa
•Negativa
•Imperativa
•Interrogativa
•Dubitativas
•Desiderativa
2.1 Orden normal: sujeto + verbo + complementos
Es el considerado regular:
Los jueces han anulado la sentencia.
En este caso, puede haber también un complemento de tiempo o lugar tras el verbo. El que
comienza la oración permite delimitar o restringir el ámbito de lo que sigue; así, no son lo mismo:
En la primera solo se habla de lo que ocurrió ayer, con independencia de lo que pase otros días. La
segunda es más amplia en el tiempo y se da a entender que días antes estaba cerrada (y tal vez siga
abierta).
No es estrictamente una inversión del orden normal, pues tiene un valor propio, y por tanto es
frecuente que el lugar o el tiempo antepuestos no se separen con coma; incluso, si se usara el
sentido primero con el orden segundo, estas sí serían necesarias (aunque la construcción resultaría
algo forzada):
EL PUNTO
El punto es un signo ortográfico que se usa principalmente como signo de puntuación para marcar el
final de un enunciado, párrafo o texto.
Es un signo circular de pequeñas dimensiones (.). Se escribe siempre junto al elemento que lo
precede, sea este una palabra, un número o cualquier otro signo, y separado por un espacio del
elemento que lo sigue.
El punto debe usarse, por un lado, por una cuestión sintáctica: se emplea para delimitar enunciados
y párrafos en un texto.
Pero, por otra parte, el punto también se relaciona el criterio que se emplee para la organización de
la información y la agrupación y jerarquización de las ideas en el texto, para que este sea claro y
coherente.
En este sentido, el uso del punto también responde al criterio del autor y la forma en que esta crea
más conveniente o más ajustada a su propósito organizar la información en un texto, según lo que
pretende que los lectores interpreten.
El punto, dependiendo del tipo de unidad discursiva que se encuentre delimitando, podrá recibir
distintos nombres: punto y seguido, punto y aparte o punto final.
Asimismo, el punto puede usarse como signo de puntuación propiamente dicho o como signo de
abreviación (sr. EE.UU., etc.), así como con expresiones numéricas (1.2, 3.).
Tipos de punto
Existen tres tipos de punto dependiendo de su posición en el texto y su función: el punto y seguido,
el punto y aparte y el punto final.
Punto y seguido
El punto y seguido es aquel que se escribe al final de un enunciado a continuación del cual, en la
misma línea o renglón, se inicia otro enunciado. Es el punto que se utiliza para separar enunciados
dentro de un mismo párrafo.
Por ejemplo:
Una historia, cualquiera, se desvanece, pero la vida que ha sido rozada por esa historia queda por
toda la eternidad. El recuerdo se borra, pero queda otra cosa en su lugar.
Punto y aparte
Se llama punto y aparte aquel que se pone al final de un párrafo a continuación del cual se inicia otro
enunciado en un párrafo nuevo. Es el punto que se usa para separar dos párrafos distintos.
Por ejemplo:
Y volvió a cerrarlos.
Ahora Esperanto regresaba desde el mismo sueño de siempre pero una cosa era más o menos
segura: esta vez no volvía al lugar de costumbre o, por lo menos, a alguno de los posibles lugares de
costumbre.
Rodrigo Fresán. Esperanto (1996)
Punto final
Como punto final denominamos aquel que se emplea al final de un escrito o de una división
relevante de este, como un capítulo o parte.
Por ejemplo:
No sonaron doce campanadas en las iglesias de París; pero dejó de nevar, y al día siguiente brilló un
frío sol.
A continuación se presentan los principales usos de la coma en español (como siempre, los ejemplos
provienen del texto de la SECCIÓN LECTURA):
Se usa coma para aislar los vocativos que van en medio de las oraciones.
Se usa coma para separar las palabras de una enumeración.
Se usa coma para separar oraciones muy breves pero con sentido completo.
Se usa coma para separar del resto de la oración una aclaración o explicación.
Se usa coma para separar de la oración expresiones como: esto es, es decir, en fin, por último, por su
parte, por consiguiente…
¿Puede imaginarse, estimado lector, qué sería de nuestros platos sin tomate?
Esto es así porque, si bien abunda en componentes e ingredientes variados, su elemento central es
el tomate.
Algunos hablaban de una nueva tendencia culinaria; otros, de una verdadera revolución.
Próxima lección:
En el siguiente email examinaremos el uso de los dos puntos.
Para tener en cuenta:
(En esta sección planteamos algunos errores o dudas frecuentes en el uso de ciertos términos)
¿La ley estipula o dispone? Dispone
Estipular significa contratar, convenir, concertar, acordar con otro, pero no ordenar ni
mandar. Por eso, las partes o los contratantes estipulan. Pero la ley no estipula, sino que
ordena, manda, dispone.
¿El ilícito o el hecho ilícito?
En principio, la palabra ilícito no es un sustantivo, sino un adjetivo, por lo que la expresión correcta
es el hecho ilícito, y no el ilícito. Sin embargo, este uso del término está muy extendido en diferentes
registros. El diccionario de la RAE admite la acepción de ilícito como sustantivo sinónimo de delito.
Los dos puntos son un signo de puntuación que se usa para llamar la
atención o hacer una pausa enfática sobre lo que sigue. Es
representado con dos puntos, uno suspendido sobre el otro (:).
Al igual que la coma, el punto y el punto y coma, los dos puntos son un
signo delimitador, es decir, que es utilizado para delimitar unidades
sintácticas inferiores al enunciado.
Los dos puntos se escriben pegados a la palabra o signo que los precede
y separados por un espacio de la palabra o signo que los sigue.
En enumeraciones
Se usan dos puntos en enumeraciones que tienen un carácter explicativo.
Este tipo de enumeraciones se caracteriza por contener siempre un
elemento enunciativo, que bien puede ser una palabra o un grupo
sintáctico que comprende el contenido de los miembros de la
enumeración.
Por ejemplo:
Por ejemplo:
Solo falta saber una cosa: quién irá a hablar con el director.
Se ha tomado la siguiente medida: la hora de cierre será a las 10:00
pm.
Lo único que me interesó siempre fue eso: la literatura.
Te lo aconsejo: para ya con esa actitud.
Hay cosas que no te puedes permitir cuando estudias: reprobar un
examen, por ejemplo.
Que nos dividamos: eso es lo que quieren lograr.
En el discurso directo
Los dos puntos pueden emplearse para introducir discurso directo, lo cual
supone la reproducción de las palabras dichas por otra persona o de sus
pensamientos. Es típico en diálogos o citas textuales.
Por ejemplo:
En oraciones yuxtapuestas
Los dos puntos también son utilizados para conectar, sin necesidad de
usar otro nexo, oraciones que tienen entre sí relaciones de causa y efecto,
de conclusión o consecuencia, de verificación o explicación, así como de
oposición.
Por ejemplo:
Con conectores
Los dos puntos también se utilizan a continuación de determinados
conectores discursivos, que pueden ser de distintos tipos:
En títulos
Se usan los dos puntos para separar un aspecto general de otro parcial en
un título.
Por ejemplo:
En cartas y documentos
En las cartas, los dos puntos se emplean después de fórmulas de saludo.
En este caso, la palabra que sigue a los dos puntos se escribe con inicial
mayúscula.
Por ejemplo:
Querido compadre:
Por ejemplo:
CERTIFICA:
Que el alumno Antonio Valera asistió a todas las clases del curso…
CONSIDERANDO:
EL PARENTESIS
Signo ortográfico doble con la forma ( ) que se usa para insertar en un enunciado una
información complementaria o aclaratoria. Los paréntesis se escriben pegados a la primera y
la última palabra del período que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras que
los preceden o los siguen (hay algunas excepciones; → 2c y d); pero si lo que sigue al signo
de cierre de paréntesis es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.
2. Usos
b) Para intercalar algún dato o precisión, como fechas, lugares, el desarrollo de una sigla, el
nombre de un autor o de una obra citados, etc.: El año de su nacimiento (1616) es el mismo
en que murió Cervantes; Toda su familia nació en Guadalajara (México); La OPEP
(Organización de Países Exportadores de Petróleo) ha decidido aumentar la producción de
crudo; «Más obran quintaesencias que fárragos» (Gracián).
d) Para desarrollar las abreviaturas o reconstruir las palabras incompletas del texto original
cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones. Los elementos que se
añaden van entre paréntesis y sin espacios de separación: Imp(eratori) Caes(ari). En estos
casos se recomienda utilizar con preferencia los corchetes (→ CORCHETE, 2c).
e) En la reproducción de citas textuales, se usan tres puntos entre paréntesis para indicar que
se omite un fragmento del original: «Pensé que él no pudo ver mi sonrisa (...) por lo negra
que estaba la noche» (Rulfo Páramo [Méx. 1955-80]). En estos casos es más frecuente y
recomendable el uso de los corchetes (→ CORCHETE, 2e).
f) Para encerrar, en las obras teatrales, las acotaciones del autor o los apartes de los
personajes: «BERNARDA. (Golpeando con el bastón en el suelo). ¡No os hagáis ilusiones de
que vais a poder conmigo!» (GaLorca Bernarda [Esp. 1936]).
INÉS. ¡Ay, Jesús!
¿Se os pasa?
(Zorrilla Tenorio [Esp. 1844]).
g) Las letras o números que introducen elementos de una clasificación o enumeración pueden
escribirse entre paréntesis o, más frecuentemente, seguidas solo del paréntesis de cierre:
O bien:
Llevaban casados mucho tiempo (el año pasado cumplieron sus bodas de oro), pero nunca
lograron entenderse.
No debe colocarse ningún signo de puntuación que no fuera necesario si se suprimieran los
paréntesis; por ello, si el texto entre paréntesis está colocado entre el sujeto y el verbo de la
oración, nunca debe escribirse coma después del paréntesis de cierre, pues es incorrecto que
sujeto y verbo vayan separados por coma (→ COMA2, 3.1): Las asambleas (la última duró
casi cuatro horas sin ningún descanso), se celebran en el salón de actos.
b) El texto contenido dentro de los paréntesis tiene una puntuación independiente: La manía
de Ernesto por el coleccionismo (lo colecciona todo: sellos, monedas, relojes, plumas,
llaveros...) ha convertido su casa en un almacén; por ello, si el enunciado entre paréntesis es
interrogativo o exclamativo, los signos de interrogación o de exclamación deben colocarse
dentro de los paréntesis: Su facilidad para los idiomas (¡habla con fluidez siete lenguas!) le
ha abierto muchas puertas.
c) Independientemente de que el texto entre paréntesis abarque todo el enunciado o solo parte
de este, el punto se colocará siempre detrás del paréntesis de cierre (→ PUNTO, 3.1): Se fue
dando un portazo. (Creo que estaba muy enfadado).
OTROS SIGNOS
A los signos de puntuación se les puede clasificar de varias formas según el criterio que
tomemos como base. Pero el más acertado es considerar el número de marcas gráficas que
los componen.
En otras palabras, se trata de si hay un signo o más de uno. De acuerdo con esto, tenemos
los tipos siguientes:
Signos de puntación simples: son los que están compuestos por un único signo, aun cuando
ese signo tenga dos marcas, como es el caso del punto y coma.
Signos de puntuación dobles: son aquellos en los que hay más de un signo. Normalmente
uno es de apertura y el otro es de cierre, ambos con una gran similitud entre sí.
Es importante tomar en cuenta esa división, puesto que si estamos ante un signo doble la
regla es que coloquemos los dos signos en todo momento. Sin embargo, conviene resaltar
que existen algunas excepciones.
¿Cuáles son los signos de puntuación y para qué sirve cada uno?
Los signos de puntuación son muchos: la coma, el punto, entre otros. Y cada uno sirve para
modificar la forma o el sentido de un enunciado o párrafo.
Por supuesto, dos líneas no nos alcanzan para abarcar un listado tan amplio. Nuestro idioma
cuenta con una gran riqueza, la cual se nota particularmente cuando se trata de estudiar los
signos de puntuación.
A ello nos dedicaremos en este apartado. Iremos haciendo un resumen con los usos más
importantes de cada signo, para que tengas una idea general de cómo puedes incorporarlos
dentro de tus textos.
Los corchetes
Los corchetes son un signo de puntuación de tipo doble cuya función consiste en añadir
información a un enunciado para complementarlo.
Esa funcionalidad hace que este signo guarde un cierto parecido con el paréntesis. Por otro
lado, ya que se trata de un signo doble, tenemos dos corchetes:
Corchete de apertura: [.
Corchete de cierre: ].
Los corchetes sirven para agregar datos o informaciones dentro de una oración cuando ya
se ha utilizado un paréntesis.
“Cleotilda (la mamá de Juan [el chico que me gusta]) apareció de pronto en el aula”: en esta
oración los corchetes nos permiten añadir una idea extra a “la mamá de Juan” sin romper la
función de los paréntesis.
Esa es la utilidad principal de estos signos dentro de la escritura, pero no es el único uso que
podemos hacer de ellos. Veamos para qué más funcionan:
Cuando hacemos una cita de un texto puede suceder que queramos omitir un fragmento
por algún motivo. Siendo así, colocamos los corchetes con tres puntos suspensivos en el
lugar donde hacemos la omisión:
“Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua […] guardaba los recuerdos de
nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia” (“La casa
tomada”, Julio Cortázar).
Si la omisión es al inicio o al final, podemos colocar los puntos suspensivos sin los corchetes.
Todo dependerá de nuestro estilo.
Existen ciertos casos en los que al transcribir algo queda sobreentendida una información
dentro del texto. Tomemos el ejemplo siguiente:
“En la casa de él las extravagancias de todo tipo eran muy comunes durante las fiestas”.
Viendo esa oración, podemos preguntarnos quién es ese “él” de quien se habla.
Posiblemente en la fuente original sí se decía, pero en la cita se pierde.
“En la casa de él [el dueño de la empresa] las extravagancias de todo tipo eran muy
comunes durante las fiestas”: aquí ya queda más que claro quién es el sujeto al que se
refiere la oración, de modo que no hay posibilidad de confundirse.
Este uso se aplica primordialmente en los poemas. Recordemos que la mayoría de ellos es
compuesta en verso, es decir, una línea tras otra. Por esa razón, cuando es demasiado largo
se hace necesario escribirlo en dos líneas.
La redacción comercial es aquella que tiene por objeto la comunicación en el mundo de los negocios
y de la empresa. Las características que paso a enumerar tienen una gran importancia, ya que
cuando no se cumplen en el escrito comercial están entorpeciendo la finalidad de éste; es decir, la
buena marcha de los negocios.
CLARIDAD
Todos los textos comerciales deben ser claros. Hay que evitar la ambigüedad que proporcionan las
fórmulas vagas e imprecisas. El texto tiene que estar redactado de tal manera que sólo se pueda
interpretar en un sentido, y que su lectura se pueda realizar con facilidad gracias al orden en la
exposición del asunto o asuntos de que se trata.
PRECISIÓN
Al redactar un texto comercial, se deben emplear frases cortas y sencillas, pero siempre con sentido
completo, abordando el asunto que se va a tratar de una manera directa, evitando los rodeos y las
repeticiones. La carta comercial debe ser concisa, pero no incompleta.
AGILIDAD
La agilidad en la redacción sirve para que el escrito sea leído con mayor facilidad y rapidez, de tal
manera que el asunto quede expuesto con orden y claridad.
PERSUASIÓN
Hay que tener presente en todo momento lo que se va a decir, cómo y a quién se va a dirigir el
escrito: mostrando interés por el lector, evitando el lenguaje demasiado directo o efusivo y
manteniendo siempre un tono correcto que sea de interés para el que recibe la comunicación.
PRUDENCIA
El lenguaje empleado en la redacción comercial debe mantenerse siempre dentro de los cauces de la
prudencia y de la cortesía. Incluso en el caso de las reclamaciones, éstas se realizarán de una manera
enérgica, pero cortés.
10. 5. Tipos de documentos «según los que vimos en clase» Carta Circular Hoja de
Vida corporativa Sobre Constancias Certificados Actas Memorandos
11. 6. La carta Una carta es un medio de comunicación escrito por un emisor (remitente) y
enviado a un receptor (destinatario).
12. 7. Estilos: Formal: Por carta formal se entiende todo tipo de correspondencia de ámbito
profesional, laboral, institucional...etc. Coloquial o informal: Si se dirige a familia o
amigos y se usa un lenguaje coloquial que ambos entiendan. Familiar: Que podría ser un
derivado de la anterior, con la única diferencia de que ésta es específicamente para
familiares. Muy formal: En estos casos se nota una distancia aún mayor con el receptor.
Además, al momento de colocar a quién se dirige la carta debe colocarse: Señor/Señora
(su cargo. Ej.: Directora de la institución).
13. 8. Partes de la carta: Encabezado: nombre, dirección a quien va dirigida, fecha del día
y lugar al que se dirige. Saludo: personal o consolidado en fórmulas establecidas.
Exposición: del asunto, con los temas pertinentes. Despedida: cortesía con la que se
da término a la carta. Firma: clara, o en sustitución también puede llevar el nombre en
extenso. Las cartas también pueden incluir: Membrete: nombre, dirección, teléfono y
ciudad de la empresa que la escribe (remitente). Fecha: ciudad, entidad federativa, día,
mes y año en que se expide la carta Domicilio: nombre, dirección, ciudad y código
postal de la persona a quien se dirige la carta (destinatario). Vocativo: expresión de
cortesía que une al firmante con el destinatario. Texto: exposición del asunto que
motiva la carta. Antefirma: razón social o denominación de la causa. Posdata (P.D.):
algo que te hayas olvidado de explicar o quieras aclarar.
14. 9. Circular Es un documento de uso interno que dirige una autoridad superior a todos o
aparte de sus subalternos simultáneamente para darle a conocer disposiciones o
asuntos internos para que se cumplan a cabalidad.
15. 10. Función y Usos Sirve para dictar órdenes y también para informar. El mensaje que
transmite es específico y de interés general para todos sus destinatarios. Por ejemplo, a
través de una circular se puede comunicar: Cambios de horario. Rotación de jefes.
Nombramiento de comisión reorganizadora. Ascensos del personal. Aplicación de
encuesta. Acuerdos y decisiones del directorio, etc. Permite, dentro de una institución,
un enlace vertical descendente (de superior a subordinado) y horizontal (entre personas
del mismo rango). Generalmente, se dirige a todo el personal o a las dependencias
subordinadas. Cuando la circular tiene un buen número de destinatarios se recurre a la
impresión mimeografiada o a copias fotostáticas.
16. 11. partesa) Numeración. Se escribe la palabra circular con mayúscula seguida del
número que le corresponde b) Fecha. Se escribe el día, mes y año. c) Destinatario.
Generalmente el documento esta dirigido a un grupo de personas interesadas. e)
Asuntos. Se escribe con mayúsculas, seguida de dos puntos y luego el tema en
resumen o síntesis. f) Cuerpo o texto. Es la parte donde se detalla el mensaje que se
quiere comunicar. Puede estar formado por varios párrafos y para mayor orden se
enumera cada párrafo.El cuerpo o texto se redacta en el estilo bloque o semibloque. g)
Despedida. Es muy simple. Generalmente se utiliza una sola palabra. h) Firma y cargo.
La firma es la rúbrica a mano como se acostumbra a firmar en todo documento; debajo
de ella se coloca los nombres y apellidos, y cargo que ostenta la autoridad. i) Iniciales.
Se coloca al lado izquierdo del documento.
17. 12. Hoja de Vida Corporativa Es un documentos que se genera dentro de la
organización y se registra la información del personal que labora dentro de la
organización especificando, información laboral, académica, y competencias de la
persona. Y es registrada y archivada por el departamento de Talento Humano de la
compañía.
18. 13. Características Este documento es estipulado por cada organización para la
decisión del manejo de información interno se puede archivar de manera física o digital.
Se recomienda que la información sea breve, veraz y eficaz
19. 14. Sobre Es una cubierta que reserva y guarda comunicaciones escritas o documentos
comerciales. Es el complemento de la Carta, por esto siempre que realizamos cartas,
elaboramos el sobre correspondiente. El sobre no se debe sellar con cinta adhesiva, ni
con pegante líquido, estos elementos pueden deteriorar el documento. Tercio izquierdo:
Se emplea para anotaciones tales como: Confidencial, personal, contiene disquete,
videocinta, cinta magnética, muestras, entre otras, las cuales se ubican centradas en la
parte inferior del texto.
20. 15. Partes Partes. Datos del remitente: Se distribuyen según el modelo. Datos del
destinatario: Centrados en el segundo tercio sin sobrepasarlo y de acuerdo con el sobre.
Tratamiento: Título académico, con mayúscula inicial. Nombre: Se ubica en la segunda
línea, en mayúscula sostenida o mayúscula inicial, se escriben los dos apellidos. Sin
negrilla. Cargo: Se escribe con mayúscula inicial. Empresa: Se anota en la línea
siguiente al cargo, con su denominación: Razón social, sigla o acrónimo. Dirección o
apartado: Se utiliza una de las dos. Destino: Puede ser local, nacional o internacional.
21. 16. Constancias En general, una constancia es un documento en el que se hace constar
algún hecho, en ocasiones de modo auténtico o fehaciente. Existen diversos tipos,
según qué clase de hecho constaten, el formato, quién lo constata, entre otros.
22. 17. Tipos de constancias Un recibo o constancia de pago: sirve para constatar que se
ha pagado por un servicio o producto. Según su formato, puede ser una factura, una
boleta, un ticket u otro. Una constancia de alumno regular: sirve para constatar que
una persona es o ha sido un(a) alumna(o) o un(a) estudiante regular de una institución
educacional, es decir, que asiste o asistió regularmente a clases y está o estuvo
debidamente registrado(a). Una constancia de empleo o constancia de trabajo o
constancia de servicios: suele ser elaborada por una institución y sirve para hacer
constar que una persona ha estado trabajando o trabajó en esa institución en uno o más
puesto(s) y por un tiempo específicos y por salarios determinados.
23. 18. Certificados Es un tipo de texto administrativo empleado para constatar un
determinado hecho. En el proceso de solicitud de un puesto de trabajo, en especial
cuando se trata de una institución oficial, los certificados son fundamentales para
demostrar la formación y la experiencia. Es un tipo de texto que se produce
normalmente a instancias de quien lo recibe, y por una persona con autoridad suficiente
dentro de la institución para establecer que se ha cumplido con lo afirmado en el
documento.
24.
25. 19. Actas Un acta es un documento en el que se asientan los acuerdos tomados en una
reunión y, en forma resumida, las deliberaciones acontecidas en la misma. Normalmente
se escriben directamente en un libro que se llama "Libro de actas". Los requisitos que se
exigen para levantar actas están regulados por el Código de Comercio y también por los
estatutos de la empresa o asociación.
26.
27. 20. Memorandos