(Diseñado a partir de los objetivos de aprendizaje del programa
oficial de la asignatura por la Mtra. Jovanny Ortega)
Lengua Española Básica I (Letras 011)
Unidad 3: El valor estructural de la lengua
Walquira Rosaura Suazo Lara
100612810 – Sección A1 – Olga Agustin Camara Ejercicio sobre los signos de puntuación Preparado por Jovanny Ortega • Lee el siguiente texto y coloca los signos de puntuación donde corresponda: Amar o depender Risso Walter, 2000. Jugando con fuego Un señor de cincuenta años, separado y vuelto a casar, había desarrollado una paranoia afectiva, por miedo a que su esposa quince años menor que él y muy atractiva le fuera infiel. Con el tiempo las estrategias retentivas desarrolladas se habían convertido en un verdadero arsenal de espionaje y control una KGB en miniatura personalizada y casera. Detectives, grabaciones, prohibiciones, y alguna cachetada de vez en cuando, habían logrado poner en jaque a la atribulada señora, es decir, en su sitio, totalmente inmovilizada y controlada. Cuando, a veces, bajo el agobio aplastante de la hipervigilancia, la mujer insinuaba un incipiente y dubitativo no, él aplastaba de inmediato el intento de sublevación, eres una igualada solía decir con profunda indignación. Lo que en otros términos significa eres menos que yo. Esta actitud disminuía las probabilidades de mantener su pareja, pero creía tener la certeza virtual de que ella nunca lo dejaría. Daba lo mismo que fuera por amor o por la fuerza, lo importante era sujetarla y mantenerla bajo control domiciliario. Sin embargo, la ostentación del poder no era más que una fachada para no revelar que era mucho más débil que ella. En realidad, la sumisión que mostraba la joven señora no era producto del apego, sino, una estrategia de supervivencia ante un depredador evidentemente peligroso. Ella quería librarse y estaba dispuesta a escapar a la primera oportunidad. Como suele ocurrir en estos casos, tanta persecución y vigilancia lograron finalmente que la tan temida profecía se hiciera realidad. Ella lo dejó por otro; curiosamente el detective que su propio marido había contratado. Nadie sabe para quién trabaja.